La denegación de la infancia palestina

‘Sin niñez desde el nacimiento’ revela la opresión sistémica a palestinos ‘Denegación desde el nacimiento’ revela la opresión sistémica a palestinos.

Desde octubre cuando comenzó la última agresión de Israel contra Gaza descrita como “una fábrica de asesinatos masiva”, la deshumanización literal y real de los palestinos se ha intensificadoUNICEF ha calificado a Gaza de “cementerio de niños” y “un infierno en vida”, como resultado de los severos e implacables ataques de Israel.

La relatora especial de Naciones Unidas, Francesca Albanese, se refirió a la “denegación deliberada a la niñez desde el nacimiento” de los palestinos bajo la “ocupación eterna” de Israel, que ha causado un “daño interminable” a la población. Sin embargo, la violencia israelí contra los niños palestinos no es un fenómeno reciente.

‘Niega la niñez’ a los palestinos durante generaciones

Israel ha matado al menos a 14 500 niños palestinos desde el 7 de octubre. Sin embargo, los abusos de Israel contra los niños palestinos antes de esta guerra ya habían sido ampliamente documentados. El periodista Chris Hedges detalló la violencia de los israelíes contra los niños palestinos en Gaza en su libro de 2002 “La guerra es una fuerza que nos da significado”:

Se les ha disparado a niños en otros conflictos de los que he informado […] pero nunca antes había visto a los soldados llevar niños como ratones a una trampa y asesinarlos por deporte. […] “Todos tiramos piedras”, dijo Ahmed Moharb, de diez años. “Por el altavoz, el soldado nos dijo que fuéramos a la cerca a buscar chocolate y dinero. Luego nos insultaron. Luego lanzaron una granada. Empezamos a correr. Le dispararon a Ali por la espalda. No volveré a ir. Tengo miedo’.

La académica palestina Nadera Shalhoub-Kevorkian, cuyo trabajo se centra en trauma, crímenes de Estado y criminología, vigilancia, violencia de género, derecho y sociedad, y estudios sobre genocidio, acuñó el término “unchilding” (negación de la infancia) en 2019, para examinar críticamente el uso de niños palestinos como ventaja para lograr objetivos políticos.

Middle East Monitor informó que, entre 2000 y 2020, “las fuerzas de ocupación israelíes habían matado a 3000 niños. A algunos los mataron frente a los lentes de los medios internacionales, como a Muhammad Al-Durrah de 11 años”. En 2021, Defence for Children International también destacó los ataques de Israel contra niños palestinos, y Human Rights Watch observó un aumento en el número de niños palestinos que los israelíes ha matado en Cisjordania en agosto de 2023.

En 20202022, y mediados de 2023, Save the Children informó sobre los abusos punitivos sistemáticos por parte de Israel y el trauma bajo custodia de los niños palestinos, incluidos registros corporales sin ropaManifestaron que “el cargo más común que se les imputa a niños es el de lanzar piedras, por el que la pena máxima es de 20 años”.

Defence for Children International encontró que la mayoría de los niños procesados entre 2013 y 2018 experimentaron abusos por parte de israelíes mientras estaban bajo custodia. Ahmad Manasra se hizo conocido por pasar toda su adolescencia en prisión, incluidos dos años bajo régimen de aislamiento, lo que le provocó un grave deterioro psicológico. Según The Guardian, el encarcelamiento masivo de niños palestinos por parte de Israel representa “un universo oculto de sufrimiento que afectó a casi todos los hogares palestinos”.

«Los niños palestinos merecen crecer». Pancarta de manifestación pacífica a favor de Palestina en Berlín, 2 de diciembre de 2023. Foto del autor, utilizada con autorización.

El papel de los medios en promover la denegación de la infancia palestina

Dos artículos de Jason Burke de The Guardian, publicados el 22 y 23 de noviembre, ilustran la denegación de la infancia palestina representada en los medios. Burke señaló en ambos artículos que “los rehenes [israelíes] que serían liberados son mujeres y niños, y los prisioneros palestinos también son mujeres y personas de 18 años o menos”.

El uso de lenguaje divergente dentro del mismo artículo para referirse a los niños es paralelo a la jerarquía morir” versus “matar», que se utiliza para restar importancia a las muertes palestinas versus israelíes en los medios.

Los artículos de The Guardian siguieron un período intenso marcado por comentarios racistas denigrantes, incluidos los comentarios del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. en octubre, en los que llamó a los palestinos los “hijos de la oscuridad” y “animales humanos”.

The Guardian no es la única agencia de noticias que emplea un lenguaje divergente, vago o impreciso cuando hace referencia a niños y bebés palestinos. Associated Press se ha referido a los niños palestinos como “menores”, Sky News describió a una niña de cuatro años como  una “jovencita”, y The Washington Post ha utilizado el término “vidas frágiles” en lugar de “bebés prematuros”. Un vistazo diario de los principales titulares archivados de The New York Times del 22 de noviembre al 3 de diciembre revela un mínimo indicio de víctimas palestinas, lo que ciertamente no refleja el gran número de muertes infantiles que ocurrieron durante ese período.

Después de su publicación, The Guardian modificó ambos artículos mencionados anteriormente para referirse a los palestinos menores de 18 años como «niños». Para explicar el cambio, en una nota al final de los artículos escribieron: «Cualquier insensibilidad anteriormente expresada fue involuntaria».

El influenciador judío queer Matt Bernstein (mattxiv) declaró en Instagram: “Cuando nos permitimos ver a los palestinos como algo menos que seres humanos íntegros […] nos volvemos cómplices de nuestra propia bancarrota moral”.

El lenguaje utilizado en las noticias es crucial para comunicar detalles clave a los lectores. Un estudio de la Universidad de Columbia de 2016 encontró que al 59% de los enlaces publicados “no les hicieron clic y presumiblemente quedaron sin leer”, y subrayaron la importancia de los titulares de noticias al informar e influir en las audiencias. Las palabras utilizadas en los avances de las redes sociales, como el título y el tema, son críticos para quienes no leen más allá de los titulares para comprender el alcance de la situación.

«Es como si estuviéramos pagando en exceso por un pecado que no cometimos. Niña de tres años en Gaza». Pancarta de una manifestación pacífica a favor de Palestina en Berlín, 4 de noviembre de 2023. La cita es de Save the Children. Foto del autor, utilizada con autorización.

Niños racializados en alto riesgo

La denegación de la infancia no es exclusiva de los palestinos, y se pueden obtener perspectivas valiosas si se examina otros grupos racializados que también son objeto de violencia significativa.

En Estados Unidos, los niños negros tienen seis veces más probabilidades que los niños blancos de que la Policía los mate a tiros. Casos destacados, como los asesinatos de Trayvon Martin, de 17 años, Ma’Khia Bryant, de 16, y Tamir Rice de 12, ilustran el riesgo excesivo que enfrentan los niños negros en su vida diaria.

La investigadora Alisha Nguyen explica:

Para justificar el trato deshumanizante contra los niños negros, la lógica blanca afirma que los niños negros son menos inocentes y que, por lo tanto, deberían recibir menos protección y no merecen el mismo nivel de tolerancia en comparación con los niños blancos.

Más tarde, Steve Loomis, presidente de la Asociación de Patrulleros de la Policía de Cleveland, describió a Rice como «un niño de 12 años en un cuerpo de adulto» como manera de justificar la fuerza excesiva utilizada por el policía que asesinó al niño de sexto grado.

De manera similar a los comentarios de Loomis, ha habido intentos de justificar el asesinato de niños palestinos. El Ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, declaró en entrevistas de radio y en X el 30 de noviembre, “No hay inocentes en Gaza”. El presidente Isaac Herzog compartió el mismo sentir.

«No hay inocentes en Gaza”.

Como activista y educadora, Wagatwe Wajuki dijo en X:

Si uno se pregunta por qué los negros se identifican con la lucha por la liberación palestina: la negativa de los medios blancos a ver a nuestros hijos como niños resuena. […] Bajo la supremacía blanca, la infancia se racializa porque asocian la infancia con la inocencia y solo los niños blancos son considerados inocentes.

El periodista israelí Gideon Levy escribió en Haaretz sobre los niños que mató Israel:

Ninguna explicación, justificación o excusa podría jamás encubrir este horror. Sería mejor si la maquinaria propagandística de Israel ni siquiera lo intentara. […] Un horror de esta magnitud no tiene otra explicación que la existencia de un Ejército y un Gobierno que no tienen límites establecidos por la ley o la moral.

Fuente de la información:  https://es.globalvoices.org

Fotografía: Global voices. Parque infantil en Cisjordania. Foto de Justin McIntosh, agosto de 2004. Wikimedia Commons. (CC-BY-2.0).

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Ya está, Trump se fue, ¿y ahora qué?

Ya está, Trump se fue, ¿y ahora qué?

 Roberto Montoya

Vuelta a la “normalidad”. Ya está, ya se acabaron los infernales cuatro años de Trump, quedaron atrás sus exabruptos, su creciente autoritarismo, su exacerbado machismo, su xenofobia y racismo, sus ataques a los medios de comunicación, su intolerancia, prepotencia, su apoyo al supremacismo blanco y sus milicias, su respaldo a la policía del gatillo fácil contra la comunidad afroamericana, sus sistemáticas mentiras, su criminal gestión de la pandemia del COVID-19, su política agresiva con el medioambiente, su ruptura con importantes tratados internacionales.

La salida de Trump de la Casa Blanca es un alivio para todo el mundo, sin duda y el hecho de que en el Gabinete de Biden haya más mujeres que nunca, que refleje en su seno también la gran diversidad étnica de EEUU y hasta la diversidad en orientación sexual, es, al menos simbólicamente, un cambio positivo importante.

Pero, ¿y ahora qué?, ¿qué puede esperarse de este nuevo mandato?, ¿qué será de Trump y el movimiento ultraderechista que puso en marcha?

Un discurso lleno de vaguedades y buenismo

“Sin unidad no hay paz, sólo furia y amargura. No hay progreso, sólo caos”, dijo Joe Biden en su discurso en el Capitolio al asumir su cargo como 46º presidente Estados Unidos. “Unidad”, tal vez su palabra más repetida.

“Podemos hacer de Estados Unidos una fuerza que dirige el bien en todo el mundo”,  un tipo de frase imperial que nunca falta en un discurso presidencial sea de un republicano como de un demócrata, como las invocaciones a Dios y el llamamiento a orar todos juntos.

No hubo prácticamente más mensajes. Lugares comunes, tópicos, generalidades, discurso tradicional, sin compromisos firmes, sin un mensaje movilizador.

Frente al “Volvamos a hacer a América grande” y el “America First” de Trump, el buenismo en estado puro.

Coherente con el perfil de candidato “moderado” que Biden imprimió a su campaña electoral desde el primer momento. Una moderación y una pasividad, una falta de reacción a los constantes escándalos y a la delirante gestión de la pandemia que hacía Trump que en muchos momentos exasperó a los electores demócratas y les hizo dudar de si realmente el candidato de su partido tenía un programa alternativo que ofrecer.

Cuando Trump denunciaba las desigualdades sociales

Comparemos los discursos. ¿Qué cosas dijo un millonario del mundo inmobiliario y presentador de programas de reality como Donald Trump el 20 de enero de 2017 al asumir en las escalinatas del Capitolio la presidencia?:

“Washington floreció, pero la gente no compartió esa riqueza. Los políticos prosperaron, pero se perdieron trabajos y las empresas cerraron. El “establishment” se protegió a sí mismo, pero no a los ciudadanos de nuestro país”.

“Las victorias de ellos no fueron las victorias de ustedes; los triunfos de ellos no fueron sus triunfos; y mientras ellos celebraron en la capital de nuestra nación, las familias con dificultades económicas tenían poco que celebrar en todo nuestro país”.

Y Donald Trump hizo vibrar a la multitud, a cientos de miles de personas en la explanada del Capitolio cuando prometió:

“Todo eso cambia aquí mismo y ahora mismo, porque este momento es su momento: les pertenece a ustedes” “Le pertenece a todos los que se reunieron hoy aquí y a todos los que nos ven a lo largo de Estados Unidos”. “Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país ya no serán olvidados. Todo el mundo los escucha ahora”.

Trump habló de desigualdades sociales, les dijo que “una nación existe para servirles a sus ciudadanos”,  les habló de “madres e hijos atrapados en la pobreza en nuestros centros urbanos; empresas oxidadas y dispersas como lápidas en todo el territorio nacional”.

Denunció igualmente “un sistema educativo lleno de dinero pero que priva a nuestros bellos y jóvenes estudiantes del conocimiento” y muchas cosas más.

Un discurso muy estudiado. El mundo al revés. Trump, un millonario enriquecido con la especulación inmobiliaria, un grotesco “showman” gamberro y misógino de la telerrealidad, sin experiencia política y al que incluso muchos en el propio Partido Republicano no tomaban en serio, hizo una radiografía de la situación social de EEUU con algunas frases que parecían extraídas del programa de Bernie Sanders.

Ni demócratas como Clinton, Obama, ni ahora Biden, llegaron a decir realidades como esas ni en su primer discurso ni en ninguno de sus discursos.

¿Demagogia por parte de Trump?, claro. Una verdadera burla. Trump denunciaba algunas de las nefastas consecuencias sociales de la globalización y del neoliberalismo, de la desindustrialización de importantes zonas del país, atribuyéndoselas en exclusiva a los gobiernos demócratas, aún siendo él mismo fruto, beneficiario y defensor de ese mismo sistema.

Al efectismo de su diagnóstico le añadió una buena dosis de xenofobia y racismo culpabilizando tanto al inmigrante como al capital y  gobiernos extranjeros de todos esos males.

Un discurso que compró rápidamente una parte importante de esos trabajadores y empresarios que no participaron del botín de la globalización, ni de la deslocalización y los tratados de libre comercio sino que por el contrario fueron afectados por ellos.

Trump se convirtió también rápidamente al iniciar su campaña electoral en antiabortista ferviente y defensor a ultranza de principios ideológicos ultraconservadores con lo que logró atraer el voto de las poderosas iglesias evangelistas, cada vez más influyentes en el mundo de la política, de la Justicia, de la vida cultural y social.

El trumpismo no ha muerto

Trump jugó bien su baza, funcionó.

Hizo populismo de derecha de gran eficacia. El hombre al que a pocos meses de iniciar su mandato muchos daban ya por acabado mostró que tras cuatro años dando prebendas fiscales y de todo tipo al gran capital industrial, financiero, y a las grandes fortunas, desprotegiendo sanitaria y socialmente a la población, obtuvo siete millones de votos más que en 2016.

Aún después del impeachment y de meses de escandalosa y criminal gestión de la pandemia Trump seguía teniendo sorprendentes índices de popularidad y lograba arrastrar aún en sus locuras a todo el Partido Republicano.

Pero Biden al final vio su oportunidad. El narcisismo y  omnipotencia le terminó haciendo una mala jugada a Trump; tiró de la cuerda hasta que la rompió.

El número de muertos aumentaba y aumentaba, la situación de la pandemia se descontroló totalmente, vio que perdía terreno, intentó atrasar las elecciones y al no lograrlo denunció que habría fraude, todo se precipitó.

Los últimos meses del Gobierno de Trump fueron patéticos.

El presidente se quedó cada vez más solo, fue perdiendo apoyos en su propio gobierno, en su Administración, en el Tribunal Supremo cuya mayoría conservadora fortaleció, y se hicieron ya visibles las fisuras internas en el Partido Republicano.

El no reconocer los resultados electorales y obstaculizar la transmisión de poder mostraban un descontrol político y personal inédito en un presidente derrotado en las urnas.

Muchos como el fiel y servil vicepresidente Mike Pence terminaron saltando a último momento del barco antes de que se hundiera, intentando poner a salvo su propio futuro político.

Biden tuvo así su oportunidad de oro, su táctica de ver pasar el cadáver de su adversario ante su puerta, como decíamos en estas páginas finalmente funcionó.

Trump se suicidó y su cadáver político pasó efectivamente ante la puerta de Biden.

Su último acto fue negar el triunfo electoral al punto de convocar a las milicias supremacistas y ultraderechistas a tomar por asalto el Capitolio en plena sesión.

Pero aunque Trump quede fuera de la gran escena política definitivamente, si hipotéticamente prospera el nuevo impeachment demócrata contra él y queda inhabilitado de por vida para cargo público, difícilmente el trumpismo desaparezca.

¿Será capaz un presidente como Joe Biden de adoptar medidas concretas que minen el apoyo que tiene el trumpismo en amplios sectores de la sociedad?

No es fácil ser optimista al respecto. Joe Biden no es Bernie Sanders y no está claro que este último, su gente y la presión de los movimientos sociales, aunque creciente estos últimos años, puedan influir realmente en la política del nuevo presidente.

Biden es un hombre del establishment de toda la vida, claro representante de ese modelo neoliberal con el que tanto gobiernos demócratas como republicanos han contribuido a acentuar cada vez más las desigualdades sociales en EEUU, convirtiéndolo en un imperio con pies de barro.

Trump supo pescar en el caladero de las víctimas de ese modelo y puso en marcha un movimiento que seguramente seguirá teniendo peso en el seno del Partido Republicano como lo tuvo en su momento el Tea Party. O él y sus seguidores terminarán provocando un cisma en el partido.

Biden y el Partido Demócrata tienen dos opciones:

Una, sacar lecciones del fenómeno Trump, rectificar, no repetir el modelo de Clinton u Obama, asumir de una vez que las estructuras fundamentales del sistema actual se han agotado y aceptar al menos parcialmente algunas de las reformas más importantes fiscales, laborales, medioambientales y sociales esbozadas por Sanders y el equipo de jóvenes congresistas que lo apoyan.

Dos, seguir intentando navegar a dos aguas como durante la campaña electoral. Asumiendo solo superficialmente, cara a la galería, algunas de las reformas propuestas por el ala de izquierda demócrata y los movimientos sociales, al tiempo que se hacen constantes guiños al sector más “moderado” del Partido Republicano y a disidentes del PR como el Lincoln Project y otros colectivos de la familia conservadora.

En el entorno de Biden no son pocos los que en los últimos días se inclinan por esta última opción porque argumentan que el Partido Republicano va hacia una fractura y que escorando el Gobierno hacia la derecha se podría debilitarlo aún más, facilitando así importantes acuerdos de Estado bipartitos. Sería seguir una estrategia como la que intentó en varias ocasiones durante su gobierno Obama y que fracasó.

De esa forma, dicen, se podría llegar en mejores condiciones a 2022 para lograr en las legislativas de medio mandato aumentar la mayoría demócrata en las dos Cámaras.

El hecho de que el gran capital haya votado mayoritariamente a Biden en esta ocasión no augura precisamente que pueda definirse por la primera opción, y tampoco lo augura la relación de fuerzas que sigue imperando en el seno de un anquilosado Partido Demócrata.

Los primeros 100 días de gracia para el nuevo gobierno

En cualquier caso, por el momento Biden tendrá su periodo de gracia, podrá mantener cierta ambigüedad. Trump se lo puso fácil para que el cambio de gobierno se note rápidamente.

Una nueva política firme y coherente para enfrentar la crisis sanitaria, con una coordinación federal de los 50 estados que hoy día no existe, y la aprobación de un paquete de medidas sociales para paliar las consecuencias que los estragos del Covid-19 ha provocado en millones de personas, serán seguramente algunas de las primeras medidas que le permitirán a Biden iniciar con buen pie su mandato y marcar la diferencia.

Entre sus primeras órdenes ejecutivas ya figura el uso obligatorio de mascarillas en los edificios públicos federales y el regreso a la Organización Mundial de la Salud, lo que apunta en esa dirección. También ha decidido congelar la construcción del muro en la frontera con México -una de las promesas estrella de Trump inconclusa-; acabar con la criminal política de separar a padres e hijos inmigrantes que intentan entrar a EEUU, y ha reiterado su promesa de regularizar la situación de 11 millones de sin papeles a través de la Ley de Ciudadanía de los Estados Unidos.

Una promesa similar es la que hizo también Obama en 2009 al llegar al poder -con Biden como vicepresidente- y que dejó sin cumplir tras ocho años de mandato.

Entre la primera quincena de decretos presidenciales firmados ya por Biden está también el anuncio del regreso de EEUU al Acuerdo de París contra el cambio climático y la revocación del permiso concedido para la construcción del oleoducto  Keystone XL entre EEUU y Canadá.

Es de esperar que en los próximos días y semanas Biden anuncie otras medidas internas de contenido social para tranquilizar a la población, y que también lo haga en temas de política exterior para mostrar a sus aliados y al mundo entero que “Estados Unidos vuelve a la normalidad” o, como dijo en su discurso inaugural, “para dirigir el bien en el mundo”.

A Biden y al Partido Demócrata le conviene que el impeachment a Trump fructifique y este quede inhabilitado para ejercer cargo público de por vida.

Sin embargo no les conviene que el juicio político al ex presidente se solape en el tiempo y quite impacto político y mediático a este primer periodo de grandes anuncios del nuevo gobierno.

A pesar de que no se pueden esperar grandes sorpresas de un gobierno con un hombre del establishment como Biden a la cabeza, solo tras ese periodo de gracia se podrá confirmar cuál será el perfil definitivo del nuevo gobierno.

(Tomado de Público)

Fuente de la Información: http://www.cubadebate.cu/opinion/2021/01/22/ya-esta-trump-se-fue-y-ahora-que/

 

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La demonio-cracia de Trump

Por: Hedelberto López Blanch

La demonio-cracia estadounidense se ha caracterizado desde siglos por una política nacional represiva hacia cualquier movimiento o individuo que vaya en contra de la supremacía blanca en el poder y en la que el racismo visceral forma parte intrínseca de su accionar.

Tras el asesinato el pasado 25 de mayo en Minesota del afroamericano George Floyd cuando en plena vía pública un agente policial le presionó el cuello con su rodilla durante ocho minutos pese a que el detenido clamaba que no podía respirar, las manifestaciones y protestas se extendieron como pólvora por todo el territorio norteamericano.

Más de 150 ciudades han reportado protestas, saqueos, enfrentamientos con la policía, quema de autos, actos violentos e incendios, mientras las autoridades han decretado toques de queda y el despliegue de la Guardia Nacional (fuerza militar de reserva que Estados Unidos utiliza para situaciones de emergencia).

De un extremo a otro, de Nueva York a Los Ángeles, de Miami a Seattle, las protestas han sido multitudinarias. Y es que son siglos de ignominia racista y de desprecio a los millones de desfavorecidos de ese sistema capitalista que ha erosionado la vida de muchas generaciones y hoy se levantan ante el desprecio de los poderosos.

Pero en vez de buscar la vía pacífica como sucede en cualquier democracia que se respete, el presidente Donald Trump arremetió verbalmente contra los manifestantes y gobernadores de los Estados, mientras el 31 de mayo corría al lado de sus guardaespaldas a guarecerse en el búnker subterráneo de la Casa Blanca porque las protestas llegaron a las afueras de esa instalación, según reportó The New York Times.

El diario informó que Trump habría permanecido menos de una hora en la instalación, diseñada para ser utilizada en caso de una amenaza física a los altos funcionarios ejecutivos.

«La mayoría de ustedes son débiles y los gobernadores deben dominar a los manifestantes violentos», fueron las primeras declaraciones del magnate, y los conminó a sacar a las calles a la Guardia Nacional.

Al siguiente día declaró públicamente: «Hay que arrestar a las personas, hay que rastrear a las personas, hay que ponerlos en la cárcel durante 10 años y nunca volverán a ver estas cosas. Lo estamos haciendo en Washington. Vamos a hacer algo que la gente no ha visto antes».

Seguidamente Trump volvió a la carga sobre los sucesos cercanos a la Casa Blanca y escribió en un twitter:

Fue «una gran multitud, profesionalmente organizada, pero nadie se acercó a atravesar la valla. Si lo hubieran hecho, habrían sido recibidos por los perros más feroces y las armas más amenazantes que he visto jamás. Ahí es cuando la gente podría haber sido herida de gravedad, por lo menos. Muchos agentes del servicio secreto solo aguardaban para pasar a la acción», su hosquedad y prepotencia lo incitaban.

Para tratar de controlar esa enorme ola de protesta antiracial, muy superior a la ocurrida en 1968 cuando fue asesinado el luchador por los derechos humanos Martin Luther King, Trump lanzó a los efectivos de la Guardia Nacional y solo en Washington fueron desplegados 1 600 efectivos.

Ante la represión que ha provocado varios muertos, numerosos heridos y cerca de 5 000 detenidos, nada más contundente para caracterizar la situación que las declaraciones de la vocera de la cancillería rusa, María Zajárova, que puntualizó; Estados Unidos ha perdido el derecho de «hacer comentarios a cualquiera sobre derechos humanos».

Desplegar a la Guardia Nacional, usar balas de goma, gases lacrimógenos y gas pimienta, son las soluciones y las tácticas que ofrece Trump a su población, las que pueden exacerbar aun más la tensa situación.

Las revueltas callejeras junto a su incapacidad para controlar la pandemia del coronavirus, que ha dejado ya más de 6 000 000 de contagiados y 110 000 fallecidos, están sumando obstáculos a la reelección de Trump, catalogado por muchos como uno de los mayores mentirosos que ha ocupado la Casa blanch.

Fuente: https://www.aporrea.org/internacionales/a291353.html

Imagen:  https://pixabay.com/

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Conoce al estudiante de Universidad de Carolina del Norte cuya protesta derrocó un monumento racista

América del NOrte/EEUU/BY Amy Goodman/Truthout

Terminamos el programa de hoy en Carolina del Norte, donde cientos de manifestantes estudiantes en Chapel Hill derrocaron la estatua de la Confederación «Silent Sam» en la Universidad de Carolina del Norte el lunes por la noche, en vísperas del primer día de clases. La estatua fue erigida en 1913 para honrar a los soldados confederados, y ha sido blanco de repetidas protestas. Para más, hablamos con Maya Little, estudiante de doctorado de la UNC , que enfrenta cargos por destrucción de propiedad y posible expulsión por verter tinta roja y su propia sangre en la estatua durante una protesta anterior en abril.

Transcripción

AMY GOODMAN : Terminamos el programa de hoy en Carolina del Norte, donde cientos de manifestantes estudiantes en Chapel Hill derrocaron a laestatua de la Confederación Silent Sam en la Universidad de Carolina del Norte el lunes por la noche, en vísperas del primer día de clases. La estatua fue erigida en 1913 para honrar a los soldados confederados. Ha sido el blanco de repetidas protestas. Las imágenes de video muestran a los manifestantes que rodean la estatua con pancartas altas. Entonces la estatua fue derribada.

Esta es la UNC , Universidad de Carolina del Norte, la estudiante de doctorado Maya Little hablando en la protesta del lunes. Ella misma enfrenta cargos de destrucción de propiedad y posible expulsión por derramar tinta roja y su propia sangre sobre la estatua durante una protesta anterior en abril. Pero esta es Maya el lunes por la noche.

MAYA LITTLE Una estatua que defiende la violencia contra nosotros, que honra a los dueños de esclavos. En esta estatua me he sentido degradado, y también he sido acosado. He sido vigilado por la policía. Me han llamado negro. Me han dicho que me colgarán del árbol justo encima de Silent Sam .

AMY GOODMAN : Los manifestantes trataron más tarde de enterrar la cabeza de la estatua derribada, pero los oficiales se la llevaron. Silent Sam, como se llama a la estatua, es el monumento confederado más reciente en Carolina del Norte, en los Estados Unidos. En los últimos meses, un Monumento a los Soldados confederados en Durham fue derrocado en agosto pasado, dos días después del mitin de Unite the Right en Charlottesville, Virginia, donde una mujer fue asesinada en protesta por los supremacistas blancos. En diciembre, los equipos de trabajo eliminaron dos estatuas confederadas de parques en Memphis, Tennessee. Los monumentos de la época de la Guerra Civil y los monumentos confederados también llegaron a Nueva Orleans y Baltimore.

Para más información, vamos a Durham, Carolina del Norte, a hablar con Maya Little, la activista y estudiante de doctorado de la Universidad de Carolina del Norte a la que acabas de escuchar hablando el lunes por la noche.

Maya, habla sobre la importancia del derrocamiento de esta estatua.

MAYA LITTLE : Para mí, es muy significativo. Esta ha sido una batalla muy larga con la universidad. La primera vez que la estatua fue destrozada o pintada fue en 1968, un día después de que Martin Luther King fuera asesinado. Cincuenta años después, los miembros de nuestra comunidad -estudiantes, trabajadores y personas de nuestra comunidad- se encargaron de hacer lo que la UNC no haría, y quitaron la estatua y conmemoraron a aquellos que perdieron sus vidas por la supremacía blanca.

AMY GOODMAN : Entonces, habla de lo que hiciste en abril y de lo que te han encargado.

MAYA LITTLE : En abril, hice lo que he estado haciendo este año pasado, lo que está agregando contexto histórico al monumento a la supremacía blanca conocido como Silent Sam . Vertí mi sangre y tinta roja en la estatua, porque está desinfectada, y sin embargo se basa en esta idea de violencia hacia las personas negras. Fue dedicado, durante el discurso de dedicación, Julian Carr habló sobre azotar a una mujer negra hasta que su falda quedó hecha trizas, en los terrenos de la universidad. Fue bautizado por esta noción de violencia hacia los negros. Y que se siente en la universidad sin ese contexto es históricamente incorrecto.

AMY GOODMAN : ¿Puedes hablar sobre los cargos que estás enfrentando ahora?

MAYA LITTLE : En este momento estoy enfrentando cargos criminales por vandalismo. Seré juzgado en el Condado de Orange, que es muy histórico en muchos aspectos. El condado de Orange es el mismo lugar donde los asesinos de James Lewis Cates fueron juzgados en 1973. También es el mismo lugar donde Bayard Rustin y muchos de los primeros Freedom Riders fueron juzgados, después de ser detenidos en Chapel Hill. Mi cita en la corte es el 15 de octubre a las 9 a.m.

AMY GOODMAN : Y habla de lo que hiciste en abril.

MAYA LITTLE : Una vez más, arrojé mi sangre y tinta roja sobre la estatua. Estaba brindando el contexto en el que yo, como persona negra, y los otros estudiantes negros, trabajadores y miembros de la comunidad que tienen que caminar por allí, que tenían que pasar por esa estatua y degradarse todos los días tenían que ver, que es un lazo colgado en nuestro campus, que es un monumento a la violencia hacia los negros, a las personas que esclavizaron a mis antepasados ​​y vendieron a sus hijos. Al verter mi sangre y tinta roja sobre la estatua, esperaba contextualizarla.

AMY GOODMAN : Su canciller, la canciller de la Universidad de Carolina del Norte, Carol Folt, calificó la remoción de laestatua de Silent Sam ellunes por la noche como «ilegal y peligrosa». Pero reconoció el martes, en una carta abierta , que la estatua, cita, «ha sido divisivo durante años, y su presencia ha sido una fuente de frustración para muchas personas, no solo en nuestro campus, sino en toda la comunidad». ¿Cuál es su respuesta a lo que ha dicho?

MAYA LITTLE : Oh, bueno, de hecho, creo que lo realmente ilegal y peligroso fue la decisión de la canciller de no actuar, de hecho solo actuar en torno a Silent Sam para hostigar y utilizar a la policía universitaria para espiar a manifestantes estudiantiles y activistas antirracistas . Lo que en realidad es ilegal e irrespetuoso es obligar a los estudiantes negros a estudiar en un campus con edificios que llevan el nombre de dueños de esclavos, para estudiar en un campus en el que la vanguardia era un monumento a las personas que esclavizaron a sus antepasados, quienes continuaron privando de derechos, asesinando y cometiendo violencia hacia ellos en la década de 1920 y durante Jim Crow.

AMY GOODMAN : Yo quería-

MAYA LITTLE : Debo decir, de hecho, que la respuesta de la Canciller Folt y la respuesta de la universidad, que era castigar y apuntar a activistas antirracistas, era mucho más ilegal, mucho más irrespetuoso, que lo que muchos miembros de la comunidad hicieron, que era valientemente quite la estatua.

AMY GOODMAN : Quería volver a la historia que usted contó sobre el empresario de la supremacía blanca Julian Carr en la presentación de laestatuadel Silent Sam en 1913en la UNC. campus, un ex alumno, también fue un veterano de la Guerra Civil. Habló acerca de cómo, a solo cien metros de la estatua, en las semanas inmediatamente posteriores al final de la Guerra Civil, había azotado personalmente a una mujer negra, cito, «hasta que sus faldas quedaron hechas jirones, porque en las calles de esta tranquila aldea ella había insultado públicamente y calumniado a una dama sureña, y luego se apresuró a proteger a estos edificios de la Universidad donde estaba estacionada una guarnición de 100 soldados federales. … Realicé el grato deber en presencia inmediata de toda la guarnición, y durante treinta noches después dormí con una escopeta de doble cañón bajo mi cabeza «, dijo. Así que describe tus sentimientos, Maya, el lunes por la noche cuando la estatua de Silent Sam fue derrocada, unos meses después de haber arrojado tu propia sangre sobre la estatua.

MAYA LITTLE : Fue una de las cosas más bellas que he visto en la UNC: estudiantes, trabajadores y miembros de la comunidad se unieron para conmemorar, tomar las calles de racistas, con insignias y sin distintivos, y derrocar esa estatua.

AMY GOODMAN : ¿ Y puedes describir exactamente cómo sucedió el lunes por la noche?

MAYA LITTLE : No estoy seguro, en realidad.

AMY GOODMAN : ¿Y qué harías-

MAYA LITTLE : Vimos que todo se vino abajo.

AMY GOODMAN : Adelante.

MAYA LITTLE : Hizo un sonido realmente poderoso, cayó al suelo y todos vitoreamos.

AMY GOODMAN : ¿ Querían enterrar la cabeza?

MAYA LITTLE : Creo que mucha gente arrojó tierra sobre la cabeza. Quiero decir, una vez más, hemos estado luchando contra esta estatua, contra la supremacía blanca institucional en la UNC , durante tanto tiempo, ya que los estudiantes negros han estado en esta universidad. Y la comunidad en esta área también ha luchado con la supremacía blanca en la UNC . Fue un momento feliz para los estudiantes y para los trabajadores y para los miembros de la comunidad saber que somos capaces de defendernos y proteger a nuestra comunidad y detener el racismo y la supremacía blanca dentro de ella.

AMY GOODMAN : Maya Little, ¿qué te gustaría que reemplazara la estatua?

MAYA LITTLE : Creo que la UNC tiene la oportunidad de honrar la resistencia a la supremacía blanca en la UNC al erigir estatuas para las personas que han luchado contra esta supremacía blanca, y también para aquellos que han sido asesinados por ella. Sería bueno ver un monumento a James Lewis Cates, quien fue asesinado en el Foso de la UNC en 1970 por una pandilla de motociclistas de supremacía blanca. Sería hermoso ver un monumento conmemorativo a Jesús Huerta, quien fue asesinado por la policía en Durham. Sería hermoso ver un monumento conmemorativo a esa mujer negra sin nombre que corrió al campus universitario en busca de seguridad y fue golpeada por Julian Carr.

AMY GOODMAN : Tal vez habrá una estatua para ti, Maya Little. ¿Qué mensaje tienes para el presidente Trump hoy?

MAYA LITTLE : Creo que el mismo mensaje que hemos tenido para la Canciller Folt y otros: cuando no hacen nada para protegernos, cuando no hacen nada para proteger a las personas negras y marrones en este país, contraatacamos. Tomamos las cosas en nuestras manos, y nos protegemos y luchamos contra el racismo. Y eso es lo que continuaremos haciendo.

AMY GOODMAN : ¿En qué te especializas? ¿En qué está tu doctorado?

MAYA LITTLE : estudio la historia reciente de China.

AMY GOODMAN : Bueno, quiero agradecerle mucho por estar con nosotros, la estudiante de doctorado de la Universidad de Carolina del Norte Maya Little, arrestada a principios de este año por rociar elmonumentoconfederado Silent Sam con pintura roja y su propia sangre. Esa estatua fue derrocada el lunes por la noche.

Fuente: https://truthout.org/video/meet-the-unc-student-whose-protest-toppled-a-racist-monument/

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Entrevista con George Ciccariello-Maher y Trevor Aaronson: La supremacía blanca, el patriarcado y las armas de fuego

Entrevista con George Ciccariello-Maher y Trevor Aaronson
Por: Amy Goodman
El atacante de Florida tenía antecedentes de amenazas de muerte y violencia contra mujeres.

Diecisiete personas fueron asesinadas y al menos otras quince resultaron heridas el pasado miércoles en la Escuela Secundaria Stoneman Douglas del condado de Broward, Florida, en uno de los ataques con armas de fuego en escuelas más trágicos de la historia estadounidense. Nuevas pruebas indican que el atacante, un joven de 19 años de edad ex estudiante de la escuela llamado Nikolas Cruz, tenía un rasgo en común con muchos otros hombres que perpetraron ataques masivos con armas de fuego: antecedentes de maltrato y amenazas a mujeres.

El jueves, miembros del grupo de odio del nacionalismo blanco Milicia de la República de Florida también declararon que el atacante era un miembro de esa organización y que se había entrenado con la milicia. Más tarde, sin embargo, el líder del grupo desmintió los dichos. Los ex compañeros de Cruz sí lo describieron como alguien políticamente extremo que manifestaba posturas racistas.

Para saber más de este tema, hablamos con George Ciccariello-Maher y Trevor Aaronson. Ciccariello-Maher es profesor visitante de Hemispheric Institute en la Universidad de New York y autor del libro “Decolonizing Dialectics” (La descolonización de la dialéctica). Aaronson es director ejecutivo y cofundador del Centro para un Periodismo de Investigación de Florida y escribe para el sitio de noticias The Intercept.


Transcripción: Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN : El jueves el FBI confirmó que había recibido una advertencia sobre los comentarios en Internet de alguien que decía llamarse Nikolas Cruz. Se trata del nombre Nikolas escrito con K, N-I-K-O-L-A-S, algo inusual. El FBI fue notificado por un usuario de YouTube después de que Cruz dejara un comentario amenazante en un video. Este al agente especial del FBI Robert Lasky.

ROBERT LASKY : En 2017, el FBI recibió información sobre un comentario hecho en un canal del sitio YouTube. El comentario simplemente decía: “Voy a ser un tirador escolar profesional”. El comentario no incluía ninguna otra información que indique el tiempo, la ubicación o la verdadera identidad de la persona que hizo el comentario. El FBI realizó revisiones de bases de datos y chequeos pero no pudo identificar a la persona que realmente hizo el comentario.

AMY GOODMAN : Mientras tanto, han surgido nuevas pruebas que demuestran que el autor del tiroteo en la escuela de Florida, Nikolas Cruz, compartía un rasgo común con muchos otros hombres que han llevado a cabo tiroteos masivos: tenía un historial de abusos y amenazas hacia mujeres. Un estudiante le dijo al periódico The New York Times que Nikolas Cruz fue abusivo con su ex novia y que fue expulsado después de tener una pelea con el nuevo novio de ella. Otro estudiante le dijo a The New York Times que había sido amigo íntimo de Cruz hasta que Nikolas empezó a perseguir y amenazar a una amiga suya. Y el exprofesor de matemáticas de Cruz le dijo al Times que se sentía atraído por otra estudiante a la que había llegado a acosar.

Otros compañeros de la escuela también dijeron que Cruz era conocido por tener opiniones políticas extremas. El jueves, un grupo nacionalista blanco llamado La Milicia de la República de Florida afirmó que el autor del tiroteo era miembro del grupo y que se había entrenado con su milicia. Aunque después el líder del grupo negó esa afirmación. Los ex compañeros de clase de Cruz lo describieron como políticamente extremista. Un joven de 17 años llamado Ocean Parodie le dijo a The Daily Beast que Cruz “degradaba a las personas de religion islámica llamándolos terroristas”, además de afirmar que lo había visto vistiendo una gorra en apoyo a Trump.

Cruz una vez publicó una fotografía en Instagram usando una máscara y una gorra roja con la consigna “Make America Great Again” (Hagamos a EE.UU. grande de nuevo). CNN también transmitió imágenes que muestran a Cruz sin camisa, usando la misma gorra y disparando un arma en el patio de su casa. El video fue grabado por un vecino. Un joven de 16 años llamado Josh Charo que estuvo con Cruz en el JROTC, el programa de entrenamiento militar para niños de escuelas secundarias, dijo que Cruz solía expresar creencias racistas. Charo le dijo a The Daily Beast: “Siempre hablaba de cómo sentía que los blancos eran algo superiores que el resto, diciendo cosas como: ‘Mi gente está aquí industrializando el mundo y comenzando cosas nuevas, mientras tu gente [es decir, negros y latinos] simplemente están ocupando espacio’”. En un comentario que publicó en un video de YouTube, Nikolas Cruz también se refirió a los manifestantes antifascistas, conocidos como Antifa, y amenazó con asesinarlos en masa. Su comentario decía: “Voy a ver cómo caen las ovejas, f****** antifa, quiero matar a todos los que pueda”.

Nos acompañan ahora dos invitados. Desde Filadelfia, está con nosotros George Ciccariello-Maher, profesor visitante del Instituto Hemisférico de la Universidad de Nueva York, autor de “Decolonizing Dialectics” (Descolonizando la Dialéctica). Y desde Florida, nos acompaña Trevor Aaronson, el director ejecutivo y cofundador del Florida Center for Investigative Reporting, una organización de periodismo sin fines de lucro. Aaronson también colabora con The Intercept. Trevor, empecemos con usted. ¿Qué es lo que debemos entender en este momento sobre lo que ocurrió en Florida?

TREVOR AARONSON : Lo cierto es que hubiéramos tenido más información de la que hemos tenido hasta hoy si el nombre de Nikolas Cruz fuera Mohammed Mohammed.

En ese caso la pregunta hubieras sido: ¿Cuál fue la falla de inteligencia del FBI en esto?

Lo que quiero decir es que si recuerdas la respuesta de los medios y la protesta pública que siguió al tiroteo de Omar Mateen en Orlando, la gran pregunta entonces era: ¿cómo se nos pasó por alto esta amenaza? ¿Cómo pudo el FBI pasar esto por alto?

Y creo que lo que estamos viendo es que el FBI tiene ciertos mecanismos, a través de los procesos llamados evaluaciones de amenazas, para llevar a cabo investigaciones de amplio alcance sobre personas que puede representar una amenaza para la sociedad o la seguridad pública, y que en el caso de Omar Mateen vimos dos de esos mecanismos puestos en marcha porque alguien había mencionado al FBI que Omar Mateen conocía a los terroristas de la maratón de Boston.

Eso justificó una investigación en la cual el FBI entrevistó a Mateen y miró en detalle sus antecedentes. Por el contrario, en el caso de Nikolas Cruz, él hizo declaraciones amenazantes en Youtube. Dada la ortografía inusual de su nombre, y dado que él usó su nombre real en los comentarios de las redes sociales, es un poco difícil de creer que el FBI no logró encontrar algo de información en los registros, incluidos los registros de compra de armas. Eso les hubiera permitido al menos tener un motivo para continuar con la investigación.

Así que creo que lo que queda en este caso es realmente la pregunta de qué sabía el FBI y de si debería haber continuado con el caso de manera más agresiva. A partir de lo que hemos visto en otras investigaciones anteriores, creo que si ellos hubieran creído que Nikolas Cruz estaba involucrado en algún tipo de ideología radical, involucrando con el Islam, con ISIS o al-Qaeda, habrían hecho una investigación mucho más vigorosa de la que se hicieron, de acuerdo a lo que el FBI ha presentado hasta ahora sobre su investigación de Nikolas Cruz.

AMY GOODMAN : El sospechoso, Nikolas Cruz, según los informes, comentó en YouTube, “Voy a ser un tirador escolar profesional”, con su nombre, con la ortografía particular de su nombre. Y desde el año 2010, la policía local visitó 39 veces a su familia ante llamados por violencia doméstica o por tener a un individuo mentalmente enfermo en la casa, según CNN . Sus vecinos hablan de que la policía estaba constantemente en su casa. Eso es serio. Y, sin embargo, el FBI dice: “No podemos empezar una investigación con algo así”.

TREVOR AARONSON : Sí, creo que es importante recordar que después del 11 de septiembre de 2001 el gobierno creó una serie de entidades, o reforzó una serie de entidades, cuya labor era permitir un mayor intercambio de información e inteligencia entre los departamentos de policía y las agencias federales. Una gran parte de eso fue la creación de fuerzas de trabajo conjunto contra el terrorismo en todo el país. Y uno de los equipos más grandes de la nación está en el sur de Florida, y eso facilita el intercambio de información, de datos de inteligencia, entre la policía local y los oficiales de las fuerzas federales.

Hay una forma en la que se supone que el sistema debe funcionar. El sistema fue diseñado, en gran parte, para encontrar a los atacantes del siguiente 11-S, por así decirlo. Pero también fue diseñado para encontrar personas como Nikolas Cruz, quienes pueden ser una amenaza significativa a la seguridad pública. Y se supone que el sistema está diseñado para identificar amenazas, como el comentario de YouTube que hizo Cruz, con su propio nombre, sin usar un alias, y aparentemente sin usar una VPN para proteger su dirección IP.

Este tipo de información debería haberse procesado a través de algo así como estas JTTF (siglas de las fuerzas conjuntas contra el terrorismo), lo cual podría haberlo relacionado con las visitas de la policía a su casa en el condado de Broward. Creo que es importante reconocer eso. Por supuesto que es fácil juzgar a posteriori y decir: “Esto es lo que el FBI pasó por alto”. Pero también creo que es importante señalar que ese era realmente el trabajo del FBI . A partir del 11-S su objetivo principal ha sido encontrar amenazas antes de que sucedan.

Y eso no solo involucra a las personas que están inspirados por ISIS y al-Qaeda. También involucra a personas que están inspiradas por otras ideologías radicales, o quiénes son, francamente, como señaló Donald Trump, enfermos mentales. Es decir, el objetivo debe ser, sin importa cuál es la ideología o el propósito, que si alguien representa una amenaza significativa, se deben poner en marcha estos procesos de intercambio de información que se supone que pueden ayudar al FBI a identificar a la persona antes de que cometa un crimen.

AMY GOODMAN : Quiero pasar por un momento a un invitado que tuvimos recientemente. Poco después del tiroteo en el club nocturno Pulse en Orlando, en junio de 2016, no muy lejos de donde el tiroteo de Parkland acaba de suceder. Democracy Now! habló con Soraya Chemaly, y le pregunté sobre esta conexión que usualmente es pasada por alto entre la violencia doméstica y los tiroteos masivos.

SORAYA CHEMALY : Lo que podemos ver repetidamente en estos casos de violencia masiva, cuando cuatro o más personas son asesinadas, es que el perpetrador tenía antecedentes de haber atacado a un compañero íntimo, a una pareja. Sucedió en la masacre de Boston. Sucedió en Sandy Hook.

Y entonces, para muchos de nosotros, cuando ocurren estos sucesos de alguna manera sabes que una información así va a salir a la luz. Así que nos preguntamos: ¿Por qué es que este tipo de comportamiento no es visto como un elemento esencial para comprender la mortalidad en la violencia pública? Si tienes una persona que vive en tu comunidad que es violentamente abusiva hacia su familia, eso es una preocupación para la comunidad en general.

En el caso de Orlando, parece que no hay ningún reporte hecho a la policía, algo que a menudo ocurre, lo cual significa que como sociedad estamos inhibidos de tomar medidas adicionales. Entonces, el atacante, por ejemplo, fue completamente capaz de ir y obtener armas legalmente. Tenemos una ley federal que debería haber prohibido eso siendo que, por ejemplo, él había tenido una orden de alejamiento en su contra. Pero más de 50 estados no tienen leyes que respalden eso.

AMY GOODMAN : Esa era la periodista Soraya Chemaly. Y nuevamente, solo para reiterar, un estudiante le dijo a The New York Times que Nikolas Cruz fue abusivo con su ex novia y que fue expulsado después de tener una pelea con el nuevo novio de ella. Otro estudiante le dijo al Times que había sido amigo íntimo de Cruz hasta que comenzó a perseguir y amenazar a una amiga suya. Un profesor de matemáticas dijo que estaba molestando a otra alumna hasta el punto de acosarla. George Ciccariello-Maher, dénos su opinión.

GEORGE CICCARIELLO – MAHER : Lo que sabemos es que este tirador, quien es aparentemente un supremacista blanco, también ha sido violento con las mujeres. Esto es algo que se sabía. Y no es una sorpresa. Estas cosas van de la mano porque la supremacía blanca y el patriarcado son estructuras violentas de poder que llevan a responder a una frustración u obstáculo con violencia. Y sin embargo, cada vez que hablamos de esto en los medios, una y otra vez, la situación es tratada como si fuera la primera vez que ocurre.

Y todos los datos y la información que tenemos a nuestra disposición nos están diciendo claramente que eso es lo que ocurre. Por ejemplo, se habló de este tema, de esa conexión, después del tiroteo en Las Vegas, cuando se dio a conocer que el tirador había sido, en público, violentamente agresivo hacia su propia pareja. Esto es algo que sucede repetidamente en casos como este. Y es realmente frustrante tener que decir una y otra vez que esta correlación existe, que esa violencia hacia las mujeres, y en ese caso también violencia hacia los animales, ese tipo de respuestas violentas y de agresiones a lo largo de la vida de la persona, tienen algo que ver con esos sentimientos de dominación expresados en lo que es aparentemente una ideología de supremacía blanca.

AMY GOODMAN : Para hablar más al respecto del tema de la conexión con la ideología de la supremacía blanca volvamos a escuchar a Trevor, y luego seguiremos con George. Trevor Aaronson, hablando de esta conexión, ¿hay una persona de un grupo de supremacía blanca de Florida que dijo que Nikolas Cruz se entrenó con ellos, pero ahora se retractó?

TREVOR AARONSON : Sí. Inicialmente, teníamos algunos informes que surgieron inicialmente de una investigación que hizo la Liga Anti-Difamación y que vinculaba a Nikolas Cruz a un grupo con base en Tallahassee llamado la República de Florida, un grupo nacionalista blanco que dice que está tratando de crear un estado de Florida solo para blancos. Y lo que dijo el líder de ese grupo, Jacob Jered, fue que Nikolas Cruz se había entrenado con ellos y que era un miembro de su grupo. Y, de hecho, en una entrevista posterior con The Daily Beast, Jacob Jered dijo que ellos habían comprado un arma para él y también que se entrenó con ellos en Tallahassee.

Luego, en Gab, que es una plataforma de redes sociales similar a Twitter hecha para proporcionar un hogar a los supremacistas blancos que han sido expulsados ​​de Twitter por sus puntos de vista odiosos, Jacob Jered, el líder de la República de Florida, se desdijo. Básicamente, él indicó: “Bueno, tenemos varias personas llamadas Nikolas, y me confundí”. Entonces, es difícil saber si Jacob Jered solo estaba usando este caso como una estrategia para dar a conocer el nombre de su organización. Y si ese es el caso, ciertamente funcionó. También es posible que Nikolas Cruz tuviera algunas ideas a favor de la supremacía blanca.

Las fuentes en este momento son un poco vacilantes y es difícil de saberlo con precisión. Basándome en algunos de los comentarios que hizo contra Antifa, por ejemplo, se puede decir que ciertamente tenía alguna ideología política de derecha, pero al mismo tiempo pienso que no es del todo claro si él fue realmente parte de un grupo de supremacía blanca o si se identificaba con una ideología de supremacía blanca.

AMY GOODMAN : Y, por supuesto, tienes a sus amigos afirmando que era islamofóbico, y que él decía que los blancos eran superiores a los negros y los latinos. Continuemos con este tema de la conexión entre este tipo de racismo y su misoginia.

TREVOR AARONSON : Sí, volvamos a ese punto que estaba señalando antes acerca de cómo el sistema de evaluación de amenazas del FBI está diseñado para establecer este tipo de señales de advertencia y reunirlas y armar un perfil de quién podría ser peligroso, y luego asignar recursos en consecuencia, ya sea para ir a la casa de Nikolas Cruz, entrevistarlo y tal vez asustarlo directamente, o para construir un caso, reunir toda la información que podría darte razones para sospechar que podría ser peligros en un futuro.

Sin duda, los comentarios que hizo en YouTube y sin duda el tipo de comentarios racistas que él había hecho, en una evaluación de amenazas, por ejemplo, podría llevar a entrevistar estudiantes y amigos. Ese es el tipo de proceso podría haber desenterrado las cosas que los medios de comunicación ya han desenterrado, que es que Nikolas Cruz parecía tener algunas creencias de derecha que pueden haberlo llevado a tomar acciones violentas. Si el FBI hubiera investigado esto, como los ves investigar casos de posible extremismo islámico, creo que es razonable pensar que lo que el FBI hubiera sabido sobre Nikolas Cruz hubiera sido mucho más de lo que ellos sabían cuando ocurrieron los disparos. Lo que básicamente sabían sobre Nikolas Cruz en el momento del ataque es muy poco, según el FBI ha admitido, o tal vez nada.

AMY GOODMAN : Nikolas Cruz estuvo involucrado con JROTC (los entrenamientos militares para niños en escuelas), George Ciccariello-Maher, ¿podría hablar sobre sus preocupaciones en cuanto a eso? También una de las mujeres jóvenes que fue asesinada había sido miembro de JROTC.

GEORGE CICCARIELLO – MAHER : Creo que deberíamos estar muy atentos a todos estos factores. Es difícil enfocarse en su participación en un programa de entrenamiento militar que en realidad está muy extendido en el país. Sin embargo, sí debemos ser conscientes, en realidad, de que estos son programas de entrenamiento militar para un gobierno de Estados Unidos que está involucrado en la violencia masiva en el exterior. Entonces, no siempre deberíamos sorprendernos de ver como esa violencia se ve reflejada en nuestro país.

Creo que en este caso deberíamos enfocarnos en cuanto a su participación en la organización de la supremacía blanca. Sé que hay muchos datos yendo y viniendo al respecto. No me sorprendería que el fundador de esta organización nacionalista blanca se retractara de sus comentarios por miedo al escrutinio público que iba a recibir. Como yo lo entiendo, también fue confirmado por ABC , a partir de testimonios de varios compañeros de clase, que él había estado involucrado en este grupo. Y creo que debemos ser conscientes de que el año pasado hemos visto un aumento dramático en las expresiones públicas de supremacía blanca, de violencia nacionalista blanca.

Sabemos que estas son organizaciones violentas. Sabemos que están generando violencia. Lo hemos visto en Charlottesville. Lo hemos visto cuando los partidarios de Milo Yiannopoulos abrieron fuego contra sus opositores, entre otros casos. Y partidarios de Richard Spencer han alentado la violencia en las protestas. Al mismo tiempo, nos dicen que estas son solo ideas en el gran mercado de las ideas para ser debatidas y discutidas. Pero lo que necesitamos es darnos cuenta de que uno no puede discutir la supremacía blanca. No la pones en debate. La destruyes. La desarmas. Y eso es algo que tenemos que hacer en un nivel mucho más amplio, mientras estamos tratando de lidiar con lo que está pasando en esta instancia, porque vemos que hay gente que se está volviendo radical.

Por supuesto, si fueran, por algún caso, musulmanes, la pregunta sobre dónde adoptaron esas ideas radicales se vuelve un meme, algo viral, y sin embargo, no nos hacemos esta pregunta cuando se trata de estos jóvenes blancos radicalizados, quiénes están involucrados en esta violencia masiva, están en grupos de discusión. Si es verdad que Cruz estaba vinculado con ideas de supremacía blanca, se trata del segundo tiroteo escolar de extrema derecha en dos meses. El último fue en Nuevo México, perpetrado por alguien que participó activamente en The Daily Stormer, uno de los sitios web de extrema derecha y antisemita más violentos.

Esta relación resulta directa. Sin embargo, Trump eliminó casi todo el escrutinio o el control hacia los grupos de supremacía blanca. Incluso Obama había estado recortando el financiamiento para este fin. Entonces, sabemos que el gobierno no tiene ningún interés en enjuiciar y socavar las organizaciones de supremacía blanca, y que las organizaciones en el terreno van a necesitar hacer eso ellos mismos.

AMY GOODMAN : Bueno, vamos a terminar aquí. Quiero agradecerles a los dos por estar con nosotros. A Trevor Aaronson, que nos acompañó desde San Petersburgo, y trabaja en Center for Investigative Reporting de Florida y en The Intercept. Y a George Ciccariello-Maher, académico visitante en el Instituto Hemisférico de la Universidad de Nueva York, que nos habló desde Filadelfia. Esto es Democracy Now! 

Fuente: http://www.democracynow.org/es/2018/2/16/white_supremacy_patriarchy_and_guns_fl

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=238317

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