El jueves 30 de noviembre, Ticmas organiza un evento en el Centro Cultural de la Ciencia donde pensar hacia dónde va el futuro de la educación. Están invitados Diego Golombek, Melina Masnatta y Federico Del Carpio.
Llegando al final del ciclo lectivo 2023 en la Argentina, la reconocida plataforma educativa Ticmas ha previsto una serie de eventos con el objetivo de anticipar su propuesta para el próximo año. Noviembre, entonces, es un mes con una agenda cargada de actividades donde se destaca un evento en el Centro Cultural de la Ciencia con presentaciones que abarcan diversos aspectos del ámbito educativo, desde recursos innovadores hasta proyectos clave para el desarrollo integral de los estudiantes.
Entre las grandes iniciativas del próximo año se destaca el proyecto “Ticmas Lee”, que se ocupa de la fluidez y comprensión lectora. Esta propuesta no solo busca fortalecer la alfabetización, sino también potenciar las funciones cognitivas necesarias para la construcción de un sentido en la lectura.
Ticmas también propone un modelo de enseñanza con enfoque en aprendizaje de las matemáticas y el modelo STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas, por sus siglas en inglés), que busca fomentar el pensamiento crítico y la resolución de problemas desde una perspectiva multidisciplinaria.
El tercer proyecto que se destaca es la creación de una colección de contenidos sobre Aprendizaje Socioemocional (ASE), donde se exploran las competencias fundamentales para la vida de los estudiantes, destacando la importancia de abordar no solo el conocimiento académico, sino también el desarrollo emocional y social.
“Transformando el presente, construyendo futuro”
El escenario educativo desafía a docentes y directivos a pensar nuevas y mejores formas de promover el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes. Con ese espíritu, Ticmas abre una jornada de reflexión para imaginar líneas de acción e innovación, que transformen la educación desde el 2024. Con el título “Transformando el presente, construyendo futuro”, el encuentro será en el Centro Cultural de la Ciencia (Godoy Cruz 2270) el 30 de noviembre desde las 16 horas.
Participan, entre otros, Diego Golombek, doctor en Biología y divulgador científico, que hablará de “La ciencia, esa gran aliada de los estudiantes”; Federico del Carpio, jefe de proyectos de Argentinos por la Educación, que contará la “Campaña nacional de alfabetización desde adentro”; y Melina Masnatta, referente de educación en América Latina, quien explorará el impacto de la inteligencia artificial en la transformación de la escuela, bajo el título “La nueva educación: cómo la inteligencia artificial transforma la escuela”.
La diversidad de perspectivas incluye también la participación de Silvana Cataldo, que dará la charla “Leer para ser feliz”, y María Cristina Kanobel, doctora en enseñanza de la matemática, hablará de “Aprender haciendo: STEAM en las aulas”. Además habrá una zona expo con robótica, STEAM, formación y comprensión lectora, y aprendizaje servicio.
Cuando uno se acerca, desde fuera, a la radio o al podcast en las aulas suele estar relacionado con los contenidos y competencias de las clases de Lengua y Literatura, centrados en las habilidad de redactar un guión, de locutarlo después, de utilizar un lenguaje adecuado… Pero este medio de comunicación puede ser una herramienta para cualquier materia, solo hay que echarle un poco de imaginación.
Es el caso de Alberto Medina quien, el curso pasado, realizó una experiencia con su alumnado de 1º de bachillerato en la materia de Biología y Geología en la que hicieron uso del podcast para hablar desde los ecosistemas hasta los sistemas de nutrición de las plantas.
“El mundo de la radio siempre me ha interesado y empecé gracias a un curso en el CEP de Málaga”, explica Medina. Eso sí, no quiere “engañar” a nadie, “hago un poco de trampa”, comenta. El curso en el que desarrolló la actuación fue el pasado, en un centro malagueño en el que tenía un aula de siete estudiantes “que son muy buenas y les gustan las nuevas tecnologías”.
En cualquier caso y, aunque admite, era “comenzar sobre seguro”, utilizó el podcast como una manera “de que el alumnado expusiera lo que estaba aprendiendo, de que pudiera afianzar el contenido”. Durante el curso pudieron realizar programas en los que hablaron de fechas importantes, del papel de la mujer en la ciencia o de la importancia de la dieta saludable (Medina era también el coordinador del programa de hábitos de vida saludable en el centro).
Más allá de los aprendizajes estrictamente curriculares, este docente de ciencias “lucha” contra esa sensación de que son solo quienes dan Lengua y literatura quienes pueden hacer uso de este instrumento, “que parece que los científicos ni leemos ni escuchamos la radio”, bromea. Para él y su alumnado supuso una buena manera de ejercitar la expresión oral, además, “se hace un trabajo de autoaceptación” cuanto chicas y chicos se graban y se escuchan después. “Es una manera de hacer que los más tímidos se expresen”.
Todo esto fue evaluado gracias a una rúbrica que Antonio Medina había desarrollado para medir el desenvolvimiento del alumnado en el uso del podcast. La rúbrica, además, era conocida por chicas y chicos “con la idea de que supieran cuáles eran los ítems que iba a utilizar durante la evaluación”, explica el profesor. Para él, el uso de este tipo de evaluación es interesante porque “cuantas más herramientas, mejor”.
Medina está contento con el resultado del trabajo de su alumnado que realizaron un programa de podcast cada mes. Durante el curso todos han ido cambiando de responsabilidad: buscar información, locutar, editar… para aprender los diferentes pasos que hay que hacer. Y, aunque al principio, él se encargó del montaje del sonido, al final, chicas y chicos se responsabilizaron de todo el proceso.
El instituto en que realizó la experiencia es un centro de compensatoria en el que no hay grandes instalaciones de radio, pero esto no fue un freno. “El único desembolso que hice fue la compra de un micro de segunda mano”, explica Medina. El alumnado participante grababa el contenido o en clase o en sus casas con sus teléfonos móviles y luego, al principio de curso esto lo hacía Medina, se realizaba la mezcla del audio con el programa gratuito Audacity.
Los programas trataban de diferentes asuntos mediambientales y se planteaban, prácticamente, como un corto informativo radiofónico. El hecho de que el trabajo con el podcast tuviera una temporalidad mensual hacía interesante poner la mirada de los temas fuera del centro, de lo que pasa en el día a día en él, para que lo que contasen chicas y chicos no caducase tan fácilmente.
Medina comenta que en el encuentro de Teachers en el que participará pretende explicar, además de los rudimentos para organizar un podcast, que pueden tratarse temas muy variados: “sostenibilidad, animalismo, feminismo… Prácticamente es un un telediario, los temas son infinitos”.
Uno de los problemas mayores que se encontró Alberto Medina cuando comenzó a pensar en el podcast como herramienta educativa fue que no existe información específica sobre cómo utilizarlo con adolescentes, sino que suelen ser contenidos muy generales.
Dio sus primeros pasitos hace tres o cuatro curso durante la celebración del EABE en Andalucía. Se trata de un encuentro de docente surgido hace más de una década a raíz del boom del uso de los blogs en las aulas. En una de sus ediciones, comenta Medina, pudo escuchar un taller sobre podcast y algún tiempo después dio con el curso del centro del profesorado de Málaga sobre ya recibió una formación algo más específica con la que ponerse en marcha.
Gracias a ambos hitos, más allá de la formación, pudo tejer una red más o menos pequeña de docentes interesados en el tema. Una red en la que se comparten saberes y trucos de manera informal, tanto en Twitter como en Telegram.
“Al final, las aulas son nuestras trincheras del conocimiento. Teniendo un móvil y el Audacity, nadie puede ponerte barreras para hacer lo que quieras”. Se trata “de tener imaginación”, explica este docente que, además de tener un micrófono, trabaja con móviles y con programas gratuitos que hay en internet.
El último paso es el de la distribución del contenido. En el caso de este docente y sus alumnos, eligieron iVoox y Spotify para hacerlo. Y aunque parece lo menos importante de todo el proceso, para Medina es también clave “para que el alumnado viera que lo que hace tiene un impacto, aunque fuera mínimo”.
En el marco del acto de presentación de la oferta de actividades y recursos de Educaixa para el nuevo curso y en pleno debate sobre el uso de los móviles en el aula, Liarte apuesta por aprovechar la personalización que dan las tecnologías y por tener cuidado con las distracciones y el mal uso de los dispositivos. Afirma que la tecnología debe ir acompañada de pedagogía y, prueba de ello es su podcast Café con Rosa Liarte, así como las webs Academia para Profes y Lecciones de Historia.
Defiendes que el móvil puede ser un aliado en la educación. ¿Cómo puede ayudar en el aula?
La competencia digital ha venido para quedarse, creo que debemos formarnos y que el problema viene cuando hacemos un mal uso o abuso de los dispositivos. Hoy en día todo el mundo lleva un dispositivo en el bolsillo y muchos centros tienen ordenadores, si bien es cierto que otros no tienen dotación para utilizar la tecnología y muchas veces es el propio alumnado quien tiene el dispositivo. Esto nos puede servir de ayuda para trabajar la competencia digital, siempre con una educación adecuada, con una duración, con sus normas y pautas porque puede ser una herramienta muy poderosa en el aula que nos ayuda a aprender. Con un clic puedo aprender desde cualquier sitio, buscar información y verificarla.
Una de las competencias que tenemos es la de discernir si es cierta o no cualquier información y debemos educar también a nuestro alumnado para que no crean lo primero que leen, sino que contrasten y verifiquen. Si no los educamos, al final lo que tenemos son personas analfabetas digitales. Se habla de los nativos digitales, pero si no se educa, al final creo que tienen un arma muy poderosa que no saben utilizar.
¿A partir de qué edades estaríamos hablando?
Soy la primera que dice que de pequeños no se les debe acostumbrar al móvil. Como dice la pedagoga María Couso, no debe ponerse el móvil como chupete. Esto no lo puedo defender. Yo hablo de alumnado de secundaria, con quien tengo muy buenas prácticas, sobre todo de tercero y cuarto de ESO, ya estaríamos hablando de 15-16 años, y también de primero y segundo de ESO con algunos dispositivos, por ejemplo que sepan buscar en Google y que sepan adjunto un archivo en el correo, que después son especialistas en bailar en TikTok, pero no saben hacer cosas tan básicas como buscar información.
Otro melón que se abre es el de la Inteligencia Artificial. Mucha gente cree que nos lo da todo, y la Inteligencia Artificial también se equivoca. Hay que buscar información y saber contrastar porque si no, no tendremos personas competentes digitalmente.
¿Qué aplicaciones están en auge? ¿Flipped classroom para aprender haciendo y no memorizando, ABS (aprendizaje basado en proyectos), Mobile Learning con apps educativas en el aula…?
La mayoría de las herramientas educativas han incorporado esta inteligencia artificial para el profesorado. Esto no quiere decir que el profe trabaje más, sino que me hace ser más eficaz porque si antes tardaba tres horas en lo que ahora hago en media hora, puedo dedicar más tiempo de calidad docente para mi alumnado y no dedicar tanto tiempo a la burocracia.
Como ejemplo de aula invertida, existe una herramienta muy interesante llamada EdPuzzle que inventó un profe de Badalona que te permite saber si el alumnado ha visualizado el vídeo y, además, puedes incorporar preguntas dentro del vídeo y obtener notas. Esto te da una información que es increíble porque sabes en qué lugar exacto del vídeo el estudiante ha ido atrás, lo que te permite conocer las dificultades del alumnado a la hora de entender un contenido. Esto, en una clase de toda la vida, sólo tendrías a alguien afirmando con la cabeza o no. La tecnología me permite ir más allá como docente, no me quita el trabajo, sino que me da una información que yo, como docente, no tenía antes.
También existen metodologías activas como el ABP y muchas herramientas digitales que nos ayudan a trabajar, como el Book Creator o creador de libros, que te permite hacer libros digitales interactivos y que el alumnado cree material accesible para cualquier persona, incluso por a alumnado con discapacidad auditiva o visual. Trabaja mucho la creatividad y permite realizar unas creaciones increíbles.
¿Se trataría de hacer un libro desde cero sobre alguna materia, como historia o literatura?
Sí, nosotros, por ejemplo, hicimos un proyecto de guía turística interactiva de la Alhambra y trabajamos todo con Book Creator. También puedes hacer cosas en papel, tomar fotos y subirlas al libro. Yo no descarto, por así decirlo, el 1.0, sino que la tecnología es un medio más, también deben hacerse cosas a mano, pero la tecnología me permite hacer cosas que antes eran inviables. Ahora, mi alumnado ha pasado de ser un mero consumidor a ser un proconsumidor de contenido. Lo que busco es que ellos sean los creadores de contenido y que busquen información, y si además pueden beneficiar a otras personas, muchísimo mejor.
Después, también se pueden realizar vídeos con stop motion o podcast. Yo tengo un podcast como docente, pero también trabajo el podcast con mi alumnado. Trabajo muchas competencias, la idea es buscar un enlace al mundo digital, pero sin sacar el anterior, y que el alumnado trabaje muchas competencias, muchas materias, y que desarrolle habilidades del siglo XXI.
Como profesora de historia de instituto, en el debate entre entender o memorizar, ¿hay fechas históricas que deberían conocerse por cultura general o esto es un método antiguo porque lo pueden encontrar por Internet?
Hay muchas personas detractoras de la metodología activa que dice que el alumnado aprende menos o tiene menos contenido. No estoy de acuerdo en que yo no puedo ser competente si no tengo contenidos previos, y creo que es muy importante también la memoria; o sea, la memoria debe trabajarse, pero no se puede memorizar todo porque la memorización no me lleva a nada, sino que quizás me interesa más tener habilidades para saber encontrar información y ya después memorizar lo que necesite.
Cuando tú estás haciendo un aprendizaje memorable, acabas recordándolo
No descarto la memoria activa, mi alumno hace exámenes porque la vida pide exámenes y yo si quiero hacer una oposición tendré que hacer un examen. Todavía existe una parte de la sociedad que pide la memorística, pero si lo haces a través de un proceso que sea memorable para que lo recuerdes mejor. Así me decanté por la historia, porque mi profesor de historia me motivó y me hizo abrir algo que yo no sabía ni me gustaba. Hoy en día, se me considera especialista en tecnología educativa y yo, realmente, soy historiadora.
Cuando te emocionas, al final acabas recordando, y esto va muy enlazado al aprendizaje: cuando tú estás haciendo un aprendizaje memorable, acabas recordándolo; es lo que se conoce como aprendizaje significativo, un aprendizaje que llegue para el resto de la vida.
Tener cierta formación digital, ¿crea proximidad entre alumnado y profesorado?
La competencia digital ya es obligatoria. Los docentes deben certificarse en competencia digital, funciona como con los idiomas: B1, B2, C1, C2, ver marcado por la normativa europea. La competencia digital necesita una actualización constante, esto va a un ritmo frenético y esto también hace necesario descartar que depende de la edad, porque yo me he encontrado docentes una semana antes de jubilarse en una formación y con una competencia digital increíble , y también me he encontrado a docentes muy jóvenes que acaban de entrar y saben poco.
Lo mismo ocurre con el alumnado, pensamos que todo nuestro alumnado es nativo digital, cierto es que se han criado con pantalla, pero una cosa es tener competencia digital y otra saber utilizarla con destreza. Las habilidades deben saberse impulsar al alumnado, no a todo el mundo se le da bien la tecnología.
La Covid puso en evidencia la necesidad de adquirir esta competencia digital. La cóvido trajo cosas malas y buenas. Malas, porque existía una brecha digital, no todas las familias sabían conectarse y eso puso en evidencia muchos problemas. Algo bueno que trajo fue la digitalización de muchos centros, se avanzó mucho en tecnología educativa. Dimos un salto increíble en el uso de la tecnología educativa y se ha avanzado mucho en este aspecto tecnológico.
Dices que la tecnología ayuda al docente a organizarse y tener más tiempo para la tarea educativa, pero en tu caso, entre el podcast, las diferentes webs, las redes sociales… ¿De dónde sacas el tiempo para preparar las clases?
Yo me he dedicado al patinaje artístico sobre ruedas. Competía en altas competiciones e iba a los centros de gran rendimiento. Además, he sido siempre una persona activa. Esto me ha hecho terminar como docente, porque tengo esa actitud de querer aprender siempre. Creo que es una cuestión de actitud, si te apasiona y te gusta lo que haces, pues a mí no me duele estar un sábado editando un vídeo para mis redes sociales. No lo he buscado, ha ido surgiendo, en la vida imaginé que sería, como dicen ahora, creadora de contenido. Me lo dicen hace cinco años y me parece impensable, y ahora tenga que gestionar redes, blog, podcast y un montón de contenido que, la verdad, los profes agradecen. Que tu comunidad te anime, está muy bien. Después, también están las formaciones, los congresos y lo que tenga que llegar.
¿Cuántos seguidores tienes en las redes?
En Instagram, 30.000. En Twitter, otros 30.000. El blog tiene millones de visitas. En Youtube tengo dos canales y entre ambos hay unos 50.000. Al final, sí, soy gestora de contenido o también, como dicen, “Edu-Influencer”. Esto supone una responsabilidad y cuidar lo que se publica. El podcast ya va por las 150.000 descargas, recordemos que es un podcast de educación.
La mayoría de los seguidores son docentes y familias. En ocasiones, me escriben familias preocupadas sobre el uso de las tecnologías. Existe un discurso sobre la demonización de la tecnología muy negativo. Yo me he creado entre pantallas y no quiero decir que sea una adicta, me pongo límites. Tengo mis límites en el móvil, y aquí es donde quiero llegar con esa educación de la tecnología. Me han escrito familias preocupadas porque a su hijo le motiva muchísimo la tecnología y justamente en el centro se la prohíben, algo que para mí no tiene mucho sentido porque prohibirlo no lleva a ninguna parte, lleva a sacar un problema durante media hora , pero lo tendrás más adelante.
En una misma aula, con o sin tecnología, hay alumnado que se distrae, que está más concentrado, que le gusta una u otra materia… ¿Adaptar las tecnologías a las diferentes casuísticas es más fácil, menos o igual de complicado?
Aquí es donde está la clave para mí. La tecnología me permite adaptarme al alumnado porque me permite accesibilidad y adaptarme a los distintos ritmos de aprendizaje. Antes ponía el ejemplo del vídeo que podían repetir cuantas veces quisieran y, con ello, yo puedo detectar quién tiene dificultades, quién lo ha repetido, cuántas veces necesitan… La tecnología lo que me brinda es la personalización del aprendizaje.
La tecnología lo que me brinda es la personalización del aprendizaje
Si tengo una clase con 30 alumnos, yo hablo y ellos me escuchan, no estoy personalizando nada, lo que estoy haciendo es un discurso. Si alguien no lo entiende, me pregunta y vuelvo a repetirlo, pero muchos no volverán a repetir por vergüenza porque no quieren interrumpir más. Para mí, la potencialidad de la tecnología es que me permite llegar a todo mi alumnado. Ahora que se diagnostican más casos, por ejemplo, de hiperactividad, puedo adaptarme, y lo mismo con alumnado con sobredotación, al que no siempre se le ha dado la importancia que merecía, y ahora la tecnología me permite investigar y personalizar mucho más el trabajo, puedo prestar atención a la diversidad gracias a la tecnología. Esto para mí es la apuesta del uso de la tecnología en el aula.
¿Sería ésta la principal ventaja? ¿La posibilidad de adaptarte más y mejor al aprendizaje de cada alumno y alumna?
Totalmente. He tenido alumnado invidente, hiperactivo, disruptivo… Con alumnos invidentes, me he preguntado cómo podía ayudarle, y con el alumnado disruptivo también me he preguntado qué le motiva o qué le gusta y cómo usar la tecnología. Esto no quiere decir que todo sea tecnología y no utilicen la libreta y el boli, pero la tecnología me sirve como motivadora y personalización del aprendizaje, y a mí me ayuda a ser más eficaz como docente. Para mí, estas tres claves son lo principal.
¿Y cuáles serían las principales desventajas? ¿En qué debería mejorarse?
La primera sobre todo es la distracción. La tecnología distrae mucho, es complicado que no entre en WhatsApp o no me ponga a mirar un Reel de Instagram. Por eso hablo de educar en el uso de la tecnología. Y la segunda, en educación, sería la formación constante, que puede ser agotadora. A mí, porque me gusta, pero también entiendo cuándo me dicen que una u otra herramienta ya la conté el año pasado y ahora ha cambiado completamente. También hay cierto miedo a las actualizaciones, que se estropee algo con las actualizaciones. Muchas veces se ve como un impedimento, o como un “y ahora tengo que aprenderlo otra vez”. A esto se suma una nueva ley educativa, una nueva burocracia, y un agotamiento que también viene de una cóvida y de dar clases con mascarillas, con exposición… Por eso, intento ayudar a los docentes a ver el uso fácil, con tutoriales rápidas , para que se puedan actualizar de la mejor forma posible.
Has presentado la oferta de actividades y recursos de Educaixa para el nuevo curso. ¿Crees que se está formando una nueva comunidad de docentes y centros que defienden que tecnología y pedagogía no están reñidas?
No pueden estar reñidas porque sin pedagogía no se puede utilizar la tecnología. No defiendo la tecnología de subir un PDF o hacer un clic. La tecnología debe ir acompañada de pedagogía y creo que es por eso que la gente me sigue, porque explico cómo hacerlo para aplicarlo en el aula. Hay mucha gente a la que ya le ha despertado esta curiosidad y ha visto que es necesario llevarla de la mano, ya no sólo si tienes alumnado más pequeño, sino que también tú como docente puedes utilizarla para ayudarte en tu trabajo. No pondrás toda tecnología a niños tan pequeños, pero puede ir de la mano para ayudarte a ti con toda la gestión.
Sin pedagogía no se puede usar la tecnología
Creo que sí que hay una nueva generación de profesores que son conscientes de que esto es necesario. Todo esto se ha despertado a raíz de la Covid. Aquellos tres meses confinados y conectados hizo abrir a muchos profes los ojos en el sentido de que no tiene sentido conectarse sin más, sino que es necesario ayudar al alumnado para que comprenda mejor las cosas y hay herramientas que pueden facilitarlo. Esto lleva a un cambio de chip de muchos docentes, que se les ha abierto la chispa de la curiosidad, de investigar y cambiar un poco la dinámica. No se trata de sacar lo que había antes, porque yo no digo que una clase magistral sea mala, yo también las hago, pero es necesario ir incorporando cambios en las clases.
Comentabas que los proyectos deben tener un sentido. ¿Cómo se traduce ese aprendizaje en proyectos más palpables y sociales?
Yo hice un proyecto con mi alumnado que se hizo viral y que ya se ha repetido en cientos de centros. Está vinculado al tema de la igualdad de género. Empezamos a mirar cuántas calles había con nombre de hombres y cuántas con nombre de mujeres en Cártama (Málaga), donde estaba destinada. Fue en el curso 2016-17. Los resultados fueron abrumadores: más del 80% de las calles tenían nombre de hombre y menos del 20%, de mujer.
Fue el propio alumnado quien pidió llamar al alcalde y darle a conocer el proyecto, que se llama #Merezcounacalle, y propuso que, si se abrían calles nuevas, que por favor contemplaran que hubiera nombres de mujeres. El Ayuntamiento nos pidió una propuesta de mujeres que merecían una calle, y meses después le propusimos un libro digital con 300 propuestas de mujeres que merecían una calle. Meses después se abrieron cuatro calles con nombre de mujeres en el municipio, imagínate la emoción de realizar este cambio para mejorar tu entorno. Todo un Aprendizaje Servicio. Imagínate al alumnado ya mí abren las placas en las calles.
Cuando lo colgué en las redes, tuvo mucha repercusión. Google me nombró a Google Innovator como proyecto innovador, porque lo hicimos con Google Maps. El proyecto se ha replicado por muchos centros, se han unido más de 300 centros educativos y se han abierto decenas de calles con nombre de mujer en muchas ciudades, mejorando el entorno y trabajando en algo tan bonito como la igualdad, no sólo en España, me han llamado de Inglaterra, Francia, Panamá, Costa Rica… Hemos sido invisibilizadas a lo largo de la historia y, gracias a la educación, podemos hacer visible lo invisible durante años.
RedeSTEAM es el concurso de Redeia para aumentar la presencia femenina en las carreras científicas y tecnológicas
Un total de 149 alumnas de 3º y 4º de ESO o FP Equivalente compiten por crear un mundo más sostenible gracias a la ciencia, la tecnología, la ingeniería, el arte y las matemáticas en la segunda edición de RedeSTEAM, el concurso creado por Redeia para despertar las vocaciones científicas y tecnológicas entre las más jóvenes y aumentar la presencia femenina en las carreras STEAM, donde las mujeres solo suponen el 13% del alumnado.
«Es imposible alcanzar el desarrollo sostenible si las mujeres seguimos infrarrepresentadas en sectores esenciales como el tecnológico y el científico. Para romper este desequilibrio hay que ir a la raíz: es fundamental una educación en igualdad y libre de sesgos y estereotipos de género que fomente el estudio de carreras STEAM en las estudiantes de hoy, profesionales de mañana, y vincule estas disciplinas a la solución de los grandes retos actuales», expresa Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, y añade: «Porque las niñas se sienten atraídas por las STEAM cuando descubren que con ellas pueden combatir el cambio climático, mejorar la vida de las personas y hacer de este mundo un lugar más sostenible, justo e inclusivo».
En RedeSTEAM, las participantes proponen soluciones a los desafíos que plantean la agenda 2030 -en especial, en ámbitos relativos a la pobreza, la desigualdad de género y el medioambiente- y los sectores de la electricidad y de las telecomunicaciones.
En esta edición participan 31 centros educativos de 13 comunidades autónomas (ver listado más abajo) y entre los proyectos que compiten hay iniciativas para generar energías limpias a partir de materiales reciclados, descontaminar el agua empleada en las viviendas con nanotecnología, mejorar la calidad del aire en espacios urbanos o reducir el riesgo de incendios forestales gracias a robots con sensores de humedad y temperatura, entre otros.
Las ganadoras recogerán su premio durante las Jornadas de Sostenibilidad que Redeia celebrará el 17 y 18 de octubre en Madrid, donde además participarán en talleres que seguirán despertando sus vocaciones STEAM. Por su parte, los centros ganadores recibirán equipos y materiales para laboratorios y aulas de temática STEAM.
Los centros participantes pertenecen a Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Foral de Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura, Canarias, Euskadi, Principado de Asturias, Región de Murcia y Galicia, y la ciudad autónoma de Ceuta.
RedeSTEAM forma parte de las iniciativas nacidas en el marco de la ‘Alianza STEAM por el talento femenino. Niñas en pie de ciencia’, del Ministerio de Educación y Formación Profesional, a la que Redeia está adherida. Mediante este certamen, la compañía suma esfuerzos para configurar un sistema educativo y formativo sin estereotipos de género, que impulse el empoderamiento femenino en las disciplinas STEAM desde el sistema educativo y que contribuya a eliminar la brecha de género en el acceso a dichas disciplinas, tal como ocurre en el contexto internacional.
«La IA es un potenciador de la creatividad y la capacidad humanas» / «Más que una herramienta, es una solución en potencia a muchos de nuestros problemas» / «Debemos centrarnos en desarrollos de impacto social y científico para evolucionar hacia una sociedad más humana y segura».
La inteligencia artificial aspira a revolucionar el mundo. Herramientas conversacionales como ChatGPT de OpenAI y Bard de Google han llevado esta tecnología al gran público. Sin embargo, su uso se extiende en sectores tan amplios como la salud o defensa, de ahí que se haya visto con urgencia la necesidad de regular estas herramientas. España también participa en esta revolución, bien a través de proyectos patrios u ocupando puestos de responsabilidad en gigantes multinacionales, como el caso de Pilar Manchón, sevillana que dirige el área de Estrategia de Investigación en Inteligencia Artificial en Google.
Atraída hace años por la lingüística computacional, el área que estudia y desarrolla los modelos de lenguaje natural que han servido para dar vida a los chatbots y asistentes virtuales, ahora es una de las grandes impulsoras de la inteligencia artificial del gigante de Internet. «Siempre he pensado que la Inteligencia Artificial necesita un enfoque multidisciplinar que nos permita avanzar tecnológicamente, pero sin olvidarnos de proteger la esencia de la naturaleza humana y aprender de ella al mismo tiempo», explica a EL ESPAÑOL-Omicrono.
Hace 10 años que Manchón se mudó a Estados Unidos, donde se sorprendió al ver el escaso número de mujeres que había en puestos de responsabilidad. Una infrarrepresentación que también sufre la comunidad hispana, a pesar de ser una de las más grandes entre la población del país. «Poco a poco vamos avanzando, pero aún queda mucho por hacer», asegura.
Pilar Manchón, Directora Sénior de Estrategia de Investigación en GoogleGoogleOmicrono
En 1999, llegó a la Universidad de Stanford con una beca Fullbright. Acabó fundando su propia empresa, que vendió años después a Intel, donde paso cinco años trabajando. Antes de incorporarse a Google, en su currículum también figuran compañías como Amazon o Roku, siempre centrada en la creación de inteligencias artificiales.
Con esta amplia trayectoria en Silicon Valley, esta española tiene claro que en España «pecamos de humildad y pensamos en impacto local y crecimiento lineal», aunque de nuestro país exportaría a su actual entorno la calidad de vida y las relaciones familiares y con amigos: «me parece que juegan un papel más importante en nuestra filosofía de vida».
¿Se imaginaba cuando empezó su carrera en este ámbito el salto que han dado los modelos de lenguaje natural hasta ahora?
La verdad es que a todos los investigadores nos ha cogido por sorpresa la aceleración de lo últimos meses. Pero, hace ya algunos años, recuerdo haber utilizado en alguna charla una analogía con el principio de la palanca de Arquímedes para lanzar la siguiente predicción: «Dada la suficiente cantidad de datos y la suficiente capacidad computacional, moveremos el mundo».
Creo que todavía nos queda mucho por hacer y descubrir. Solo estamos viendo los primeros destellos de una explosión de conocimiento y avances tecnológicos como nunca antes habíamos experimentado. La IA es un potenciador de la creatividad y la capacidad humana. Conforme aprendamos a optimizar su uso, su impacto se irá incrementando vertiginosamente.
La IA es un potenciador de la creatividad y la capacidad humana. Conforme aprendamos a optimizar su uso, su impacto se irá incrementando vertiginosamente.
¿Qué objetivos debe marcarse la industria tecnológica a la hora de desarrollar inteligencia artificial?
Lo primordial, en mi opinión, es centrarnos en desarrollos de impacto social y científico que nos ayuden a evolucionar hacia una sociedad más humana y segura para todos. Tenemos grandes retos frente a nosotros como el cambio climático, la cura de enfermedades o el acceso a la información y a servicios básicos en muchas partes del mundo.
La IA, más que una herramienta, es una solución en potencia a muchos de nuestros problemas. No debemos olvidar sin embargo que tanto potencial conlleva también un cierto nivel de riesgo, por lo que es fundamental ser prudentes para avanzar de manera segura.
Los chatbots basados en los nuevos modelos de lenguaje natural han sido los grandes protagonistas este año, sobre todo por su llegada a los grandes buscadores de internet. ¿Cómo usa usted Bard de Google en su día a día?
La idea de Bard es que te ayude a explorar curiosidades o poner en marcha tus ideas. El otro día, por ejemplo, estaba buscando algún sitio nuevo para llevar a mis perros a dar un paseo, y Bard me dió ideas de parques y rutas cerca de casa que permiten perros. Incluso me dió detalles sobre sitios para una caminata más larga, con espacio para que puedan correr y cansarse, rutas más difíciles…
Pilar Manchón en su presentación de Outhink de Google MadridGoogleOmicrono
Estas IA generativas siguen cometiendo errores en los datos o la información que aportan. ¿Veremos algún día a una IA conversacional que no tenga alucinaciones?
Creo firmemente que vamos a ir viendo como estos modelos mejorarán en calidad gradualmente y las alucinaciones irán decreciendo. No es realista pensar que estas tecnologías van a ser perfectas, pero sí alcanzar niveles de fiabilidad suficientes para ser cada vez más útiles y funcionales.
Actualmente, hay muchos equipos de investigación, tanto en la industria como en el mundo académico, que estudian diversas aproximaciones para evitar las alucinaciones. En algunos casos se aboga por comprobar las fuentes originales o la veracidad de la información, en otros se apuesta por reentrenamiento de los modelos con nuevos datos, o datos sintéticos, el aprendizaje por refuerzo con la retroalimentación humana (RLHF), la integración con fuentes de información fidedignas o la combinación de varias técnicas.
Su uso a gran escala ha acelerado el debate sobre la necesidad de control y legislación de esta tecnología. ¿Qué aspectos de la IA es más urgente regular?
En mi opinión, lo más importante es regular las aplicaciones específicas que entrañan mayor riesgo para la vida y la integridad física, el daño a la propiedad, el acceso a servicios esenciales o el impacto en los derechos fundamentales, y no la tecnología en sí. Por ejemplo, la IA que se usa para detectar el cáncer de mama en las mamografías probablemente necesite un enfoque diferente a la IA que ayuda a las personas a encontrar una ruta más ecológica para llegar a casa.
También es importante regular aquellas cuyo riesgo es incierto a medio o largo plazo. Y esto es más complejo, porque no es obvio, y los beneficios sociales y económicos a corto plazo pueden sesgar nuestra capacidad de análisis. Yo abogo por investigar más en profundidad el impacto de la IA en nuestras capacidades cognitivas individuales y en los distintos colectivos sociales en función del uso que hagan de estas herramientas.
El lenguaje natural es nuestro sistema operativo y el impacto de tecnologías que pueden manejarlo, en algunos casos mejor que nosotros mismos, es aún una incógnita que debemos resolver.
Lo más importante es regular las aplicaciones específicas que entrañan mayor riesgo para la vida y la integridad física, el daño a la propiedad, el acceso a servicios esenciales o el impacto en los derechos fundamentales.
¿Cómo se afrontan en Google estos retos?
El objetivo principal de los desarrollos de Google es tener un impacto social beneficioso de forma segura y transparente para las personas, y prevenir usos inapropiados. A principios de julio, por ejemplo, anunciamos una alianza entre Anthropic, Google, Microsoft y OpenAI para promover la IA responsable.
Uno de los principios éticos fundamentales de amplio consenso es la necesidad de ser transparentes en el uso de la IA. Todo producto o servicio artificialmente generado debe ser identificado como tal. Por ejemplo, la IA generativa ha hecho más fácil que nunca crear nuevos contenidos, lo que también puede ser un problema si se crean, por ejemplo, imágenes para la desinformación.
Bard, el nuevo chatbot de Google.Mojahid Mottaki | UnsplashEl Androide Libre
En Google hemos anunciado una herramienta llamada «Acerca de esta imagen» para ayudar a las personas a verificar si una imágen es fiable. A medida que empecemos a implementar capacidades de imagen generativa, esas imágenes tendrán una marca en el archivo original para darle contexto incluso fuera de nuestras plataformas.
Antes de poner nuestros productos y servicios a disposición del público, la prioridad ha sido siempre hacerlas lo más seguras posible, prevenir errores o efectos colaterales indeseados y anticiparnos a las necesidades de las personas. También es fundamental proteger los datos de cada cliente y garantizar que su información y valor diferencial nunca saldrán de su control.
¿Qué opinión tiene de la ley que está elaborando la Unión Europea?
Es difícil predecir cuál será la versión final ya que aún está en fase de borrador. La propuesta de la Comisión Europea es, en general, proporcionada. Hay aspectos que me parecen muy razonables y otros que requieren, en mi opinión, una evaluación más exhaustiva. Estándares y mayor concreción en casos de uso, escenarios y reglas de aplicación, por ejemplo, son importantes para que la ley no sólo tenga buenas intenciones sino también aplicación práctica.
El programa de ‘sandbox’ que se está poniendo en marcha va a ser decisivo. También es fundamental garantizar que la IA se aplique de manera segura y que sea confiable, al mismo tiempo que apoye la innovación impulsada por la IA por parte de las empresas y el progreso científico de las universidades. El objetivo debería ser mantener la capacidad de la UE de optimizar la aplicación de IA en sectores críticos.
La inteligencia y la conciencia son conceptos que se entienden de manera sencilla en un contexto humano. Sin embargo, su definición desde el punto de vista artificial o abstracto es más compleja. La inteligencia artificial ya es superior a la humana en muchos aspectos, pero no en aquellos que nosotros mismos consideramos como fundamentales desde la perspectiva de una persona sin formación específica en la materia. Cuando hablamos por ejemplo de «sentido común», «libre albedrío» o de la «experiencia subjetiva de ser» como partes fundamentales de la inteligencia y la conciencia humana, todavía estamos muy lejos de eso.
La Organización de las Naciones Unidas afirmó que estar cerca de un smartphone se ha relacionado con la distracción de los estudiantes en el aula, lo que provoca en bajo rendimiento en el entorno escolar.
La agencia de la ONU afirma que incluso estar cerca de un smartphone se ha relacionado con la distracción de los alumnos en el aula, lo que a su vez provoca un peor rendimiento de los estudiantes.
Un nuevo informe de la UNESCO advierte contra el uso excesivo de tecnologías como smartphones en la educación, afirmando que los beneficios que aportan desaparecen cuando se utilizan en exceso o sin la orientación de un profesor.
«La revolución digital encierra un potencial inconmensurable pero, al igual que se ha advertido sobre cómo debe regularse en la sociedad, debe prestarse una atención similar a la forma en que se utiliza en la educación», afirma Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, en un comunicado de prensa compartido con Euronews.
«Su uso debe ser para mejorar las experiencias de aprendizaje y para el bienestar de estudiantes y profesores, no en su detrimento», destaca la directora.
El informe GEM 2023 de la UNESCO advierte de que, si bien las tecnologías en el aula pueden ser beneficiosas para el aprendizaje de los estudiantes, también pueden tener un impacto perjudicial si se utilizan de forma inadecuada o excesiva, como en el caso de los teléfonos inteligentes.
«Los datos de evaluaciones internacionales a gran escala, como los proporcionados por el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), sugieren una relación negativa entre el uso excesivo de las TIC y el rendimiento de los estudiantes», señala el informe.
Mientras que en 14 países la mera proximidad a un dispositivo móvil distrae a los estudiantes y tiene un impacto negativo en el aprendizaje, menos de uno de cada cuatro países de todo el mundo ha prohibido el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas.
Entre los que los han prohibido se encuentran Francia, que introdujo la medida en 2018, Italia, donde los profesores recogen los smartphones de los alumnos al comienzo de la jornada, Finlandia y los Países Bajos, que van a introducir la prohibición en 2024.
A raíz de sus conclusiones, la UNESCO recomienda una prohibición mundial de los teléfonos inteligentes en las aulas.
«Tenemos que aprender de nuestros errores pasados al utilizar la tecnología en la educación para no repetirlos en el futuro», afirma Manos Antoninis, Director del Informe.
«Tenemos que enseñar a los niños a vivir tanto con la tecnología como sin ella», continúa, «a tomar lo que necesitan de la abundancia de información, pero a ignorar lo que no es necesario; a dejar que la tecnología apoye, pero nunca suplante las interacciones humanas en la enseñanza y el aprendizaje.»
Centrarse en la interacción humana
La UNESCO desconfía de los efectos beneficiosos de la tecnología en las aulas, ya que las pruebas a su favor proceden sobre todo de los países más ricos del mundo -como el Reino Unido- o de «quienes intentan venderla», afirma la agencia.
En lugar de depender de la tecnología para educar a los niños, la educación debería seguir centrándose en la interacción humana, afirma la agencia.
En los últimos 20 años, el papel ha sido sustituido por pantallas en muchas aulas, y los estudiantes han abandonado los pesados tomos de la enciclopedia por Wikipedia, que en 2021 tenía 244 millones de páginas vistas al día, según la UNESCO. La pandemia del COVID aceleró la revolución tecnológica en las aulas, obligando a millones de estudiantes de todo el mundo a pasar al aprendizaje en línea.
Según la UNESCO, alrededor del 50% de las escuelas secundarias de primer ciclo del mundo estaban conectadas a Internet con fines pedagógicos en 2022.
Pero si bien hay que aceptar algunos cambios, la UNESCO dijo que deberíamos debatir cuánto espacio queremos que ocupe la tecnología en el aula. «Prestar demasiada atención a la tecnología en la educación suele tener un alto coste», escribe el organismo en el informe.
Los recursos que se gastan en tecnología deberían destinarse a aulas, profesores y libros de texto para todos los niños de los países de renta baja y media-baja que carecen de acceso a estos recursos, para que ellos también puedan alcanzar la escolarización secundaria universal y unas competencias mínimas de aprendizaje».
Además, la agencia advierte de que los beneficios de la tecnología en la educación no se distribuyen de forma equitativa, ya que a los niños desfavorecidos se les suele negar la oportunidad de aprovecharla.
Una lectura arbórea, compleja de la dialéctica capitalista que introduce elementos reflexivos de mucha relevancia como la economía política del tiempo, la física cuántica, las ciencias cognitivas y de la vida y otros avances de la ciencia y la técnica.
Hace apenas unos días, con mis colegas de la FIM, José Sarrión y Francisco José Martínez, presentábamos en la librería Letras Corsarias de Salamanca el volumen preparado en Tirant lo Blanch sobre Adolfo Sánchez Vázquez y vindicábamos la filosofía de la praxis. El trabajo de Pepe Ródenas abunda en este empeño por transformar el mundo, empezando por lo más difícil, hacerlo comprensible en toda su complejidad.
Estos días que se publican los Cuadernos de la Cárcel, la edición del libro de Pepe Ródenas es una aportación más a la pedagogía del principio esperanza, hacer accesible el pensamiento materialista, desde una didáctica de la concepción materialista de la historia empezando por los fundamentos y rudimentos, desde lo dicho a la escucha, desde lo filosófico a lo instrumental, y desde los textos de Marx y Engels a los contextos actuales que nos ocupan y preocupan. Explorar las tensiones del pensamiento, la anatomía de la sociedad civil, la economía política del mundo que habitamos no es poca cosa en los tiempos que corren de guerra cultural. Quienes somos conscientes que la mayor dificultad de toda pedagogía democrática es buscar la sencillez sobre la complejidad de este mundo celebramos que El Viejo Topo y su autor se empeñen en, más allá de recetarios y formulaciones al uso, explicar la historia, relatar el sistema complejo, hacer didáctica de las mutaciones presentes y por venir dando cuenta de las formas de ensamblaje, articulación, reversibilidad, coocurrencia y transformaciones que la era digital proyecta en el capitalismo de plataformas. Y para ello se despliegan símiles como la liga, el fútbol, la física, con una prosa clara, legible, de código de banda ancha, con la experiencia de quien sabe divulgar en medios digitales como Rebelión o Nou Treball. Estamos pues ante un libro que opera como dispositivo o brújula con la que explorar la densidad selvática del patrimonio intelectual del materialismo.
A tal fin, la obra dialoga no solo con Marx sino con referentes del pensamiento marxista como David Harvey, Fernández Buey y los clásicos de Lenin a Gramsci. El objetivo: enseñar a aprender a pensar autónomamente, revisar las enmiendas a la teoría del materialismo histórico e incluso las imágenes o metáforas comúnmente usadas, transitando por los vacíos, dudas, interpretaciones y aplicabilidad del pensamiento materialista en nuestros días. Ante la pregunta “Marx para qué”, el autor es concluyente, “el marxismo nos aporta un punto de partida excelente, a partir del cual podríamos construir la nueva teoría que ahora nos urge (…) entre la agencia y la estructura, desde las condiciones de existencia y los nuevos factores estructurales.
Una lectura, en suma, arbórea, compleja de la dialéctica capitalista que puede y debe ser texto base para los procesos de formación de cuadros y la apropiación inicial del pensamiento marxista de las nuevas generaciones. Pero que introduce elementos reflexivos de mucha relevancia como la economía política del tiempo, la física cuántica, las ciencias cognitivas y de la vida y otros avances de la ciencia y la tecnología siempre procurando respetar el principio de la sencillez y la explicación didáctica. Este trabajo no es, en definitiva, solo un libro, más que eso se trata de una útil caja de herramientas para desentrañar y pensar desde la subalternidad y la autonomía. Es hora de leer y asumir que para ello debemos seguir siendo “el motor de la parte activa”, aprendiendo de la vida misma.
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