Por Darío Balvidares
No es casual que en medio del shock económico que estamos atravesando; la inflación; los aumentos de precios, la suba imparable del dólar, la consecuente devaluación de nuestra moneda; la nueva sujeción al Fondo Monetario Internacional; las políticas de ajuste que implementa el gobierno de manera incesante; sumadas a los obscenos aumentos de tarifas de los servicios públicos (privatizados); los combustibles y como consecuencia, el crecimiento de la pobreza (sobre todo en los menores de 17 años, que un estudio revela que 62.5 por ciento de ese grupo es pobre); el desempleo, producto de los despidos masivos de trabajadores del estado; el cierre de pequeñas y medianas empresas (pymes); el aumento de la represión a las protestas sociales con los dispositivos de “seguridad” del estado; no es casual que en este escenario la reforma mercantilista de la educación renueve y refuerce sus estrategias de avance.
Este es el escenario propicio para los reformadores, aunque aquí no hubo ningún Katrina, esto no es Nueva Orleans y Milton Friedman ha muerto.
Recordamos esto porque durante la tragedia de Nueva Orleans (2005), cuando el huracán se había llevado todo, el todavía vivo, Milton Friedman, uno de los padres del neoliberalismo y de los llamados “chicago boys, decía: “La mayor parte de las escuelas de Nueva Orleans están en ruinas, al igual que los hogares de los alumnos que asistían a clase. Los niños se ven obligados a ir a escuelas de otras zonas, y esto es una tragedia. También es una oportunidad para emprender una reforma radical del sistema educativo”. El oportunismo perverso de los neoliberales se manifiesta desde el accionar de la “rapiña”.
“Una red de think tanks y grupos estratégicos de derechas se abalanzaron sobre la propuesta de Friedman y cayeron sobre la ciudad después de la tormenta. La administración de George W. Bush apoyó sus planes con decenas de millones de dólares con el propósito de convertir las escuelas de Nueva Orleans en escuelas chárter, es decir, escuelas originalmente creadas y construidas por el Estado que pasarían a ser gestionadas por instituciones privadas según sus propias reglas”.
Y así fue. Lo que demuestra que el neoliberalismo como fiel expresión del capitalismo, no tiene territorio, su territorio es todo lo que existe y puede ser transformado en un jugoso negocio. El mundo, para el neoliberal, es el mercado de oportunidades multimillonarias globales o rapiñas locales y vernáculas.
Pero no es solo de dinero de lo que se trata. De lo que se trata es de imponer dominio sobre el sujeto social y qué mejor idea que subordinar los sistemas públicos de educación para implantar su doctrina fundamentalista de mercado, cuyo punto central es la competencia, el establecimiento de rankings, el culto al éxito individual y el aprendizaje de habilidades, sumando la descomposición de cualquier tipo de regulación del Estado, puesto que el propio Estado se privatiza.
La crisis como estrategia de acumulación
El fundamento de existencia del neoliberalismo es la “crisis”, es decir, aprovechar desastres naturales, como fue el caso del huracán Katrina, o crear un escenario de crisis para provocar la confrontación con el “otro” al que define como enemigo al que hay que derrotar. Sólo donde reina el neoliberalismo se puede “naturalizar” la denostación a los trabajadores en general y a los docentes en particular.
La estética neoliberal tiene la particularidad de trabajar con la simulación como presupuesto de “verdad”, que funciona en tándem con el presupuesto de “culpabilidad” del otro. La simulación es la esencia del capitalismo en general y del neoliberalismo en particular, donde no hay más posibilidad que la construcción simulada, ya ni siquiera de la “verdad” degradada de su propio discurso, sino del verosímil en el sentido de simulación, es decir, un uso, también degradado del simulacro como procedimiento de ficción.
Tal vez, por esa razón siempre el discurso neoliberal tenga un sustrato de eslogan publicitario o mejor, un discurso de la externalidad, un discurso de la ilusión, un discurso enrarecido que todo lo pone en los bordes de la “incertidumbre”, pero que tiene la virtud de colonizar y recolonizar la inteligencia social por su simpleza semántica, que es su estética global, contra cualquier forma de pensamiento crítico.
No es objeto de este breve y discreto artículo debatir el apasionante problema de la verdad, tema histórico y actual de la filosofía; pero sí señalar, algunas de las especificidades de la construcción discursiva (capitalista) neoliberal en la llamada reforma educativa a la que agrego, de acumulación por desposesión. Categoría que tan bien explicó David Harvey.
El alucinatorio educativo
Podemos ilustrar con construcciones enunciativas que naturalizan los reformadores. Para el ejemplo vamos a ver cuáles ideas se imponen como “verosímiles” durante una entrevista realizada por un diario de la provincia de Salta a un consultor, asesor, innovador educativo. Y cómo funciona todo el andamiaje, es decir, en función de qué intereses.
Cuando repasamos los discursos de los reformadores, tenemos la sensación de que existe una construcción discursiva con más de 30 o 35 años en la que los enunciados se repiten y se repiten y se repiten… para dar verosimilitud a la falacia.
“…los chicos aprenden mal y egresan mal preparados…” // “…El mundo se transformó en los últimos 20 años de una manera radical y es la propia transformación del mundo que dejó desactualizado el diseño que tiene el sistema educativo…” // “…Esto que se está discutiendo en la Argentina se está discutiendo en Chile, Perú, Colombia, Brasil, Francia y Finlandia… //… “El sistema educativo se maneja desde el poder político y éste debe entender que el sistema debe ser reformado íntegramente y, por supuesto, que las reformas no ocurren de un día para el otro…” // “…. Al chico nativo digital no le gusta la escuela, pero le encanta aprender…” // “…El Estado ha tenido que colonizar territorios que hace 100 o 150 años estaban despoblados y ha tenido que crear ciudadanos para que lo protejan de ataques externos. Hoy ya no hace falta eso porque no tenés problemas limítrofes en el mundo…” // “Hay tres revoluciones en los últimos 20 años que alteraron la forma en la cual la información fluye: internet, wikipedia y los smartphone. Estas tres revoluciones nos fuerzan a pensar en el sistema educativo de nuevo, cómo no va a haber que reformar, hay que reformarlo todo…”
Todo buen reformador que se precie de tal debe, en principio, hacer una generalización peyorativa: “aprenden mal…”; de lo que se desprende la responsabilidad docente, figura atacada sistemáticamente en el contexto de la reforma o porque pretende tener un sueldo por encima de la canasta básica de alimentos o porque no está suficientemente “capacitado”, para los reformadores que pagan sus “magister” en universidades privadas.
El canto de la sirena: “…El mundo se transformó…”. El producto hipnótico de la transformación del mundo lo venimos escuchando desde los inicios de la reforma, de hecho es el principal justificativo de la reforma desde los ’90, cuando en este país se votaba la inefable Ley Federal de Educación, que complementó el desguace del sistema nacional, que había comenzado durante la última dictadura genocida cívico-clerical-militar, con la transferencia de las escuelas primarias a las provincias. Lo que los reformadores llamaron descentralización, fue el desguace liso y llano que promovió la crisis anunciada y el desfinanciamiento nacional de la educación pública y promovió la educación privada y la creación de universidades privadas.
Sucede que las transformaciones, que obviamente se fueron dando con el avance tecnológico, redundaron más en pingües ganancias corporativas, en mayor concentración de la riqueza, que en la solución de los problemas sociales.
¿O acaso no estamos diciendo que el mercado educativo está valuado en 3 trillones de dólares?
¡Vaya, que la transformación del mundo ha multiplicado millonariamente los dineros para las minorías que traman nuestro destino!
Luego la cita de referencia: “… esto que se está discutiendo en Argentina, se está discutiendo en el mundo…” Lo que se está discutiendo es cómo el proceso de estandarización de la producción educativa se acelera en función de los intereses de la optimización de ganancias de esas minorías. Lo que hacen es legitimar con un discurso de tono futurista y apologético, la apropiación de los sistemas públicos de educación, en todas sus dimensiones, o lo que queda de ellos.
Los tiempos de la reforma: Aquí se hace referencia al poder político, pero en realidad, cabe preguntarse, dónde está el poder político cuando el gobierno ha sido privatizado. Un gobierno privatizado, funciona como una empresa privada que brinda servicios públicos, tiene la menor cantidad de trabajadores empleados y delega en otras empresas (por lo general de propios funcionarios o parientes o amigos) la inmensa mayoría de trabajos que le corresponden. ¿Por qué? Porque de esa manera utiliza el Estado para asegurar rentabilidades privadas. El ejemplo concreto es que “en los ocho años de gobierno de Mauricio Macri en la Capital Federal, SES S.A. (de su amigo Nicolás Caputo) obtuvo más de $ 1400 millones en licitaciones que van desde arreglos en escuelas y hospitales, hasta la limpieza y mantenimiento de las estaciones del metrobus de la 9 de Julio. En su último día como Jefe de Gobierno, le otorgó distintos obras por 94 millones de pesos”.
El otro formato que se viene imponiendo con la reforma, es el de la charterización de las escuelas, como proponía Milton Friedman, que es uno de los grandes logros corporativos, además de uno de los grandes negocios y uno de los ejemplos que ahora nos traen como novedad, lo que se dio en llamar, PPP, Participación Público Privada.
Este formato de negocio, en la reforma economicista de la educación es una constante, incluso desde ese documento fundacional de la reforma, “La educación encierra un tesoro” o informe Delors, publicado por la UNESCO en 1996, en el que se recomendaba la asociación público/privada, promocionando las intervenciones de ong y fundaciones. ¡Pues, ahora son una plaga!
Volvamos a la entrevista: “…. Al chico nativo digital no le gusta la escuela, pero le encanta aprender…” y con la irrupción futurista, internet, wikipedia y los Smartphone, entonces, dice el entrevistado: “…hay que reformarlo todo…”.
Hace, como mínimo, 30 años que pusieron en crisis el sistema educativo, 30 años de reformas, de experimentaciones organizativas de la escuela, de experimentaciones pedagógicas, de experimentaciones didácticas, de reformulaciones curriculares, de evaluaciones externas, de poner en crisis al conjunto del profesorado, del destrato permanente con el objetivo de poner a la población en contra de los docentes, de desfinanciar paulatinamente el sistema, etcétera, etcétera…
Todo para el avance en dos sentidos, el primero, el que corresponde a la endoprivatización, la expansión de la matrícula en escuelas privadas, producto del discurso de los funcionarios reformistas con intereses muy claros en esa línea.
Y lo que en los últimos años se ve con mayor claridad es el avance de la exoprivatización a cargo de fundaciones y ong. Con un doble interés, negocio y adoctrinamiento ideológico, todo de la mano del tecnicismo como idea central de la pedagogía instrumental aplicada.
Pero nos queda un poco más; dice el entrevistado: ““…El Estado ha tenido que colonizar territorios que hace 100 o 150 años estaban despoblados y ha tenido que crear ciudadanos para que lo protejan de ataques externos. Hoy ya no hace falta eso porque no tenés problemas limítrofes en el mundo…”
Obviamente el asesor, consultor e innovador carece de algunas informaciones que seguramente en Internet y en Wikipedia a través de su Smartphone, pudo haber consultado, seguramente consultó, pero dónde en el híper-territorio virtual. Porque llamó “colonización” al exterminio, al genocidio de hace 100 o 150 años y agrega “territorios despoblados”, es decir que su información niega la preexistencia de los Pueblos Originarios que allí habitaban. Y finalmente dice: “…no tenés problemas limítrofes en el mundo…”. No vamos a enumerar aquí los problemas limítrofes en el mundo, ni la temática de los ataques externos; pero sí, algo tenemos que decir: o el Smartphone del entrevistado no funciona y en cuyo caso no tuvo acceso ni a internet y como consecuencia no pudo consultar Wikipedia o las redes pudieron haberlo engañado.
Para que eso no suceda es necesario el pensamiento crítico y eso se aprende en la escuela y se profundiza en los estudios superiores, no me parece que se adquiera en los “juegos de las plataformas digitales”, diseñadas y difundidas por lo exoprivatizadores de las consultorías, asesorías y corporaciones ávidas del negocio.
Los enunciados que siguen de esta entrevista al asesor, consultor, ya podrá imaginarlos el lector, que el docente no innova, que el ausentismo es pronunciado, etcétera, etcétera, etcétera. Claro todo esto, sin ningún argumento que lo pruebe.
En fin, el discurso vacío de la reforma ha impactado justamente por su liviandad y su agresividad constante, pero hasta cuándo podrá sostenerse la máscara que ocultan los intereses reales de los reformadores: la colonización del sistema educativo, previa destrucción de la resistencia docente y del estatuto que regula su actividad, construyendo aún más crisis para agravar potenciales conflictos,
El cierre de los profesorados, además de ser un hito histórico de los alcances de la pedagogía instrumental, es el hecho más aberrante de la historia de la educación argentina.
Pero esa estrategia es parte de la política de la privatización de la educación, porque genera conflictos y ya sabemos que los espasmos neoliberales funcionan a través del conflicto y la crisis.
El tiempo de los sponsors y la viralidad de las fundaciones
¿Qué relación existe entre lo que dijimos hasta aquí y lo que viene?
El entrevistado, Juan María Segura, especialista en innovación educativa es fundador y coordinador del IV Congreso de Educación y Desarrollo Económico; un foro para avanzar en el proceso de privatización de la educación y de la colonización de subjetividades.
Foro que se realizó este 28 de junio, que tuvo como uno de los objetivos: “Debatir evidencias de los sistemas educativos y productivos que permitan echar luz sobre la coordinación necesaria entre educación formal y productividad con miras a la competitividad de una Nación”. (Según su propia página web)
Es decir: “Alinear los currículos con el mercado laboral”, que en realidad es una de las principales “recomendaciones” de la OCDE, para Argentina.
Justamente este Congreso nucleó y potenció la marcha privatizadora y apropiadora de la educación pública.
Veamos, la Fundación Atlas es convocante del Congreso; ahora, cuál es la posición ideológica de esa fundación: “La misión de la Fundación Atlas para una Sociedad Libre es liderar el cambio hacia una sociedad abierta basada en la defensa de la libertad individual, la existencia de límites institucionales a la acción del gobierno, la economía de mercado, la propiedad privada, la libre empresa y el estado de derecho”. (Según su propia pág. Web) Es la declaración misma de la privatización gubernamental y el reinado corporativo.
Pero veamos también, quiénes son los sponsors del Congreso que nuclea a los que pretenden liderar la reforma educativa.
Entre otros, el Banco Santander Río; Itaú Fundación; Exxon Mobil; Shell; ICBC; Fundación Noble; Cimientos; Fundación Acindar; Enseña por Argentina; Universidad de Chicago; Fundación Varkey y otras tantas más, incluso la Fundación Atlas.
Justamente, la Fundación Varkey es la que está dando cursos (por los que cobra 150 mil dólares por mes) a Directores de escuela, según convenios firmados con el Ministerio de Educación de la Nación y los ministerios correspondientes a las provincias de Salta, Mendoza, Jujuy y Corrientes.
La vastedad del territorio público de la educación ha sido catalogada como mercado desde los albores de la llamada reforma.
La educación, justamente, es uno de los “tesoros” más preciados, un mercado que nace, incipiente en los años ’80 del siglo pasado y se consolida durante los ’90 abriendo un trillonario mundo de apropiación de lo público para las corporaciones “emprendedoras”. Porque esa es la nueva valuación del mercado educativo global, 3 trillones de dólares.
La voracidad corporativa no cesa porque los procesos de colonialidad del poder crecen, la burguesía corporativa se expande, por lo tanto debe generar crisis y alimentarse de ella.
La operación desposesión educativa puso en marcha una estrategia que han configurado, los reformadores: bajo la simulación de la crisis educativa, lo que imponen son los procesos de colonización política, social y económica. En síntesis, la apropiación del sistema público.
El pos-pensamiento tecnocrático está en el poder, desenmascararlo es una tarea pedagógica no instrumental, sino social.