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Venezuela: Investigaciones Lugarizadas – Universidad Nacional Experimental del Magisterio Mérida y Monagas

Investigaciones Lugarizadas – Universidad Nacional Experimental del Magisterio Mérida y Monagas

«La participación activa del colectivo pedagógico del PNFA Dirección y Supervisión Educativa, ha garantizado que el programa continúe dando sus aportes en cada uno de los espacios de formación donde ha sido necesario su apoyo. Durante este periodo ha sido motivante en virtud de que en ocasiones anteriores los participantes consideraban que no era necesario fortalecer estos aspectos, sin embargo cuando se efectúa el llamado para la inscripción del curso nacional multimodal retorno seguro a clases, despertó el interés siendo uno de los curso con mayor participación, en cuanto a los congresos pedagógicos por la dinámica presentada de la medida de bioseguridad solo se reportó 21 participantes.» (Cuadernillo de Monagas, p. 8)

 

«Durante el transitar de la formación de educación primaria, hemos observado los avances que se han reflejado en nuestra área, este programa se inicia un 10 de diciembre del año 2016, con el desarrollo del Congreso Pedagógico Circuital, es a partir de allí que vemos la necesidad de dar a conocer a nuestras maestras ymaestros la importancia de hacer investigaciones desde nuestras realidades, lo importante de sistematizar las experiencias que vivimos en nuestro quehacer educativo.» (Cuadernillo de Monagas, p.16)

Descargar los cuadernillos completos  en los siguientes enlaces con doble clips:

CUADERNILLO MERIDA

 

CUADERNILLO Nº 1 ESTADO MONAGAS

 

Fuente de la Información: Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación CII OVE

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Chile: ¿Qué es la metodología Scrum? Estudiantes de Ingeniería USS se capacitan en técnica líder en los mercados e industrias

¿Qué es la metodología Scrum? Estudiantes de Ingeniería USS se capacitan en técnica líder en los mercados e industrias

Conectar a los estudiantes con las últimas tendencias del mundo laboral es uno de los objetivos principales de la Universidad San Sebastián a la hora de formar a sus alumnos. ¿Cómo hacerlo? En esta nota te contamos sobre la implementación de la metodología Scrum, que facilita realizar proyectos ágiles, flexibles y acordes a las expectativas de las empresas del siglo XXI.

Formar ingenieros en estos días es muy diferente a lo que era hace unos años. La exigencia de un desempeño estructurado, pero aterrizado y flexible en el proceso de ejecución de un proyecto, ha ido cambiando y la Universidad San Sebastián (USS) lo ha entendido así, por lo que no ha dudado en implementar herramientas que sirvan a los estudiantes a mejorar su inserción en el mundo laboral y los prepare para adaptarse a todos los cambios que seguirán ocurriendo.

Así lo ratifica Cristián Valdés, director de la carrera de Ingeniería Civil Industrial de esta casa de estudios: “Esta generación aprende de manera diferente y nos ha obligado a repensar la forma en que enseñamos y cómo preparamos a nuestros alumnos y alumnas para que salgan al mundo laboral fortalecidos, que también es distinto al que nosotros partimos trabajando”.

Una manera de hacerlo ha sido a través de la implementación de un plan piloto de la Metodología Scrum. Se trata de un sistema de gestión de proyectos que asegura que el equipo implicado en su desarrollo conozca sus tareas y plazos de tiempo de entrega. Y lo más importante, los ayude a cumplir con los objetivos.

La idea es implementarlo en estudiantes desde primer año para mantener un orden en los proyectos y familiarizarlos con distintas formas de trabajar en equipo.

¿De qué se trata y por qué su éxito a la hora de enfrentar proyectos?

-Es una metodología muy estructurada -dice Federico Casanello, decano de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la USS-, la cual permite que los proyectos no solo sean eficientes en el proceso, sino que también sean flexibles; es decir, adaptables a los cambios en que pueda hacer el cliente o la empresa durante su ejecución”.

Para que estas dos cosas se cumplan, la metodología funciona de la siguiente manera:

1.- Se definen los participantes y sus respectivos roles. El primero, es el product owner (dueño del producto), que es el que transmite los objetivos y requerimientos del proyecto.

2.- El segundo, es el scrum master, quien lidera el proyecto y guía a todos los involucrados a cumplir con lo estipulado;

3.- Tercero, están los miembros del equipo scrum, quienes son los que ejecutan diariamente lo previamente programado por ellos mismos para cumplir con el objetivo del proyecto.

Casanello explica que “el proyecto sobre la base de Scrum se divide en diferentes entregas, llamadas sprints, las cuales duran normalmente dos semanas. Se comienza con una reunión de planificación, donde se reparten responsabilidades”.

Valdés complementa, “luego de eso, diariamente, se reúnen con el scrum master, y en un tablero visual van exponiendo sus avances comprometidos. Son reuniones muy cortas, de 10 o 15 minutos, donde no se rinden cuentas de lo que pudiste hacer o no, ni por qué, si no que es muy práctico en determinar avances. De hecho, se llama “reunión de a pie” (no permite sentarte)”.

Una vez concluidos los períodos de trabajo o los sprints se hace una revisión más extensa y se cuestionan los avances con el fin de evaluar el desempeño y hacer mejoras continuas en el proceso.

Es lo que se llama, el análisis retrospectivo del trabajo, donde se solucionan muchas dudas, como qué se puede mejorar o qué se hizo mal para no repetirlo en el próximo sprint. El monitoreo diario permite la flexibilidad, tan importante en los proyectos, y hace más eficiente el avance, pues puede ir tomando rumbos diferentes en el proceso, no al final del proyecto.

Fomentar el trabajo en equipo

Pero esto no es el objetivo único de la metodología scrum para la USS, pues una de sus grandes fortalezas es la formación y funcionamiento óptimo de los equipos de trabajo.

Mauricio Hidalgo, director de la carrera de Ingeniería Civil Informática USS, comenta que “no les podemos pedir a nuestros alumnos que hagan un trabajo en equipo si no les hemos dado las herramientas para hacerlo; en ese sentido, la metodología Scrum como tal es un marco y guía que permite a las personas organizar su trabajo sobre la base de entregables que generan valor en el corto plazo, con mejor distribución de roles y responsabilidades”. Ante esto último, agrega que “muchas veces se asigna una carga de trabajo excesiva a una sola persona, pero gracias a las reuniones periódicas con los equipos de trabajo, se pueden ir ajustando las actividades para equilibrar y apoyar a quien se encuentra en déficit”.

Los tres académicos concuerdan que la implementación de la metodología Scrum es un activo para los estudiantes, no solo porque se pueden certificar, sino que los prepara para trabajar de la misma manera que se trabaja hoy en día en las diferentes industrias globales y locales.

“En ese sentido -comenta Hidalgo-, uno de los desafíos que hemos enfrentado ha sido que los estudiantes entendieran que esto es un proyecto en su propio beneficio, que no significaba más carga si no menos, y que es una forma simple para trabajar en equipo porque al dar orden nos ayuda a controlar nuestros tiempos, dando espacio para tener otras actividades y elimina la presión de entregar el trabajo a última hora”.

El decano Federico Casanello, agrega que “si bien estamos en una primera etapa, podemos decir que nuestras experiencias en la implementación de esta metodología con Arauco, hace un año, fue muy exitosa. La empresa nos dio un desafío, que era planificación de la producción de una de las plantas. Al final del trabajo nos dimos cuenta de que nuestros alumnos y alumnas estaban en muy alto nivel. “¡Parecían ingenieros con cinco años de experiencia! Esto fue lo que motivó que fuéramos un paso adelante e implementamos esto en alumnos de primer año”.

“No hay duda, sostiene Cristián Valdés, de que hay herramientas que están entrando en el mundo del trabajo y son las que nosotros hoy día tenemos que mirar y preparar a los alumnos para que no sea tan tarde. Scrum es una herramienta que aborda conceptos como el de la flexibilidad en general, el de agregar valor de cara al cliente, y el de agilizar sus procesos. Estamos viviendo un tiempo de cambios demasiado vertiginosos que nos obliga a estar a la vanguardia siempre”.

Fuente de la Información: https://www.latercera.com/laboratoriodecontenidos/noticia/que-es-la-metodologia-scrum-estudiantes-de-ingenieria-uss-se-capacitan-en-tecnica-lider-en-los-mercados-e-industrias/YWCVR5FOJBBCFNC6LHSIMFZHJU/

 

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El debate académico como herramienta pedagógica en Secundaria

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Fomenta el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y el alumnado desarrolla habilidades como la oratoria o la investigación. Te contamos en qué consiste el debate académico y qué beneficios aporta.

Saber hablar en público, transmitir ideas y opiniones, escuchar a los demás, compartir posturas, rebatirlas y estar preparados para defender un cambio de opinión son algunas de las habilidades que se ponen en práctica al participar en un debate académico. Se trata de una actividad formativa que permite a los jóvenes conocer, analizar y reflexionar acerca del mundo que les rodea, lo que resultará muy beneficioso para su futuro académico, profesional y personal.

El debate en las aulas tiene una larga tradición en el mundo educativo anglosajón, pero cada vez más docentes españoles se animan a ponerla en práctica con su alumnado. Es el caso de José Enrique Celador, subdirector del Colegio Inmaculada Concepción (Madrid) y creador del club de debate en su centro. “Es una práctica que funciona muy bien en el 2º ciclo de ESO y Bachillerato, especialmente si ya se ha trabajado previamente con ellos sesiones de oratoria como iniciación a la comunicación pública y argumentativa de sus ideas”, señala.

El debate académico

El debate es en realidad una competición entre al menos dos equipos (normalmente de 4 o 5 personas) que se alternan para intervenir en las distintas fases, que duran entre tres y cinco minutos cada una: discurso, refutación 1ª, refutación 2ª y conclusión. El formato del debate puede variar dependiendo de cómo se desarrollen las fases de refutación. Pueden ser más cortas e intensas, por lo que los ponentes tendrán que ser más ágiles, o pueden tener una duración parecida al resto de las fases.

debate académico

Además, se suelen establecer los siguientes roles: introductor, refutador 1, refutador 2, ponente de la conclusión y, si fuera necesario, un secretario. Generalmente, antes de comenzar el debate se decide por sorteo la postura que cada uno de los equipos debe defender sobre un tema previamente acordado. De este modo, ambos equipos habrán tenido que preparar la defensa de los dos bandos.

Tras participar varios años con su alumnado de 4º ESO y 2º de Bachillerato en el torneo anual de debate escolar en la Comunidad de Madrid, Luis Miguel Carpio, profesor de Lengua en Secundaria y Bachillerato en el IES Las Lagunas (Rivas-Vaciamadrid) explica que, en el torneo, cada integrante del grupo interviene en una de las partes que ha preparado a conciencia con anterioridad. “En las intervenciones del discurso y la conclusión suelen intervenir alumnos que puedan memorizar y desarrollar una kinésica más convincente, mientras que en las refutaciones, el rol del alumno se acerca a una improvisación mayor”, aclara. Asimismo, recuerda: “el objetivo no es ganar o perder, es aprender a escuchar y respetar las opiniones ajenas, y tener la capacidad de contraargumentar con las opiniones propias”.

Por su parte, Celador (Colegio Inmaculada Concepción) añade que antes del día del debate “es fundamental que todos los alumnos participen en la fase de búsqueda y organización de la información para elaborar los razonamientos en equipo, los argumentos y las evidencias que se van a plantear”.

Según los docentes consultados, una vez desarrollada esa fase previa de preparación, que puede durar cuatro o cinco sesiones (en tutorías, recreos, después de clase…), dedican otras dos a la elaboración de los discursos iniciales, a esquematizar las refutaciones y a dejar perfilada la conclusión. Finalmente, se cierran estas sesiones con la puesta en práctica de los debates en el aula.

Habilidades y competencias

El debate es una herramienta pedagógica de carácter transversal que se suele emplear en el ámbito lingüístico, pero también implica que los alumnos pongan en práctica herramientas científico-técnicas, como la investigación y búsqueda de evidencias. Son muchos los beneficios que aporta a los estudiantes: “Les ayuda en diferentes ámbitos como la comunicación oral, valores de respeto, oratoria, dicción, trabajo en equipo y cooperación, investigación y organización discursiva, entre otros. Además, favorece a que el alumno se informe sobre determinado tema que es motivo de controversia moral o ética”, apunta Carpio (IES Las Lagunas).

Estudiantes investigan y preparan información antes del debate académico

De este modo, no solo permite el desarrollo personal y social y promueve la capacidad de aprender a aprender, sino que también es clave para fomentar el pensamiento crítico. Belén Sánchez participó en debates escolares durante varios cursos como alumna del Colegio Nuestra Señora de la Providencia (Pinto, Madrid). En 2013, su equipo participó en el torneo de debates de la Comunidad de Madrid y en la liga de debate preuniversitario Versus, organizado por la Universidad Nebrija. Para ella, supuso el comienzo de una reflexión personal y un despertar de inquietudes: “Cuando empecé tenía 16 años, aún no votaba, la política no me importaba pero, gracias a los debates, conocí diferentes partidos, aprendí a identificar qué valores defendían y cuáles eran los míos, para ver con cuáles estaba de acuerdo”, cuenta. En su caso, la experiencia le permitió aprender a improvisar y a moverse por el espacio siendo más consciente de su comunicación no verbal así como a recibir y hacer críticas constructivas entre sus compañeros, mejorando así su comunicación asertiva.

Otros beneficios

Al tratarse de una actividad que implica mucho trabajo en equipo, las ventajas van más allá del desarrollo académico de los jóvenes. Según Carpio, “con esta actividad los chicos estrechan lazos entre sí, ya sea con los compañeros de equipo, con otros alumnos contra los que compiten de otros centros o con los propios profesores que los forman”.

Además, la intensidad de los debates puede provocar que los participantes terminen en discusiones y enfados, por lo que es es necesario contar con herramientas de autorregulación emocional para recordar que es un ‘juego’ y no una discusión personal: “Aprendimos técnicas de relajación y de gestión emocional, lo cual fue muy útil y más siendo adolescente, que éramos auténticas bombas de emociones”, explica Sánchez.

Para Celador, el debate y la preparación del mismo tanto en el aula como en torneos es una de las mayores experiencias personales y de aprendizaje que ha vivido con los alumnos. “No sólo es una herramienta educativa excepcional para trabajar en el aula el pensamiento crítico, sino también para desarrollar la educación integral de los alumnos pues les pone en contextos y situaciones para defender sus ideas de una forma objetiva y plausible”. Además, recuerda que, con todo lo que aprenden, adquieren habilidades útiles para los trabajos del futuro, como la capacidad de trabajar en equipo o saber transmitir en contextos públicos sus ideas y conocimientos.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/debate-academico/

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Colombia: Espacios de aprendizaje en contextos reales: procesos de formación más allá de las aulas

Espacios de aprendizaje en contextos reales: procesos de formación más allá de las aulas

Trabajo en equipo, entorno competitivo y colaborativo y el hacer para aprender, son solo algunos de los valores de los estudiantes del Politécnico Grancolombiano, una universidad que crea e impulsa a su comunidad, para que haga parte encuentros de formación, en contextos reales, y de esta forma, además de representar a la institución, lograr que desde temprana edad en sus carreras, los estudiantes se entrenen y fortalezcan como profesionales y tengan oportunidades de construir su hoja de vida.

El apoyo no se basa meramente en una colaboración financiera como podría ser el caso para alguno de los concursos, sino en el seguimiento y construcción en conjunto que hay con la academia durante todo el proceso de participación. Esto logra que se construya una relación única entre estudiante y profesor, donde se fortalecen vínculos colaborativos y se fomenta la competencia sana y los objetivos de desarrollo profesional.

Estos espacios, además, son claves para el futuro laboral en donde siempre se habla de las escasas oportunidades que tienen los recién graduados por falta de experiencia, pues además de fortalecer los saberes en sus áreas profesionales, les permite desarrollar otras habilidades comunicativas y de liderazgo que también se traduce en experiencia.

Asimismo, hay que resaltar que el Poli también cuenta con premios internos que logran fortalecer las diferentes habilidades de los estudiantes, tanto propios como externos, con iniciativas como los premios Persepoli, muestras audiovisuales como: Cortos que van pa´ largo, Pilotos que van pa´l aire o las reconocidas Maratones de Matemáticas, entre otros.

Oro, plata y bronce, en los Effie College 2020

A pesar del difícil año que ha atravesado la educación y en general todos los sectores del mundo por la pandemia y las cuarentenas, los objetivos de fortalecer la educación y contribuir con el desarrollo profesional de los estudiantes sigue siendo un compromiso clave en los procesos de formación del Politécnico Grancolombiano, muestra de eso, son los premios y reconocimientos que no dejan de llegar.

La capacidad resolutiva ante retos de mercadeo y publicidad de estudiantes de instituciones universitarias de Colombia se vio ampliamente reflejado en los Effie College Awards 2020, en el que el Poli fue premiada en varias categorías, como prueba del talento académico y efectividad de las propuestas gestadas en el aula.

Estudiantes de la Escuela de Marketing y Branding y de Formación por Retos fueron los grandes ganadores de estos premios, en la categoría que involucra a las universidades: Effie College, que promueve y reconoce las habilidades de los estudiantes a nivel comercial, comunicacional y publicitario con clientes reales en una competencia a nivel nacional.

Estudiantes del Poli, protagonistas de los premios de publicidad Effie Colombia 2020.

Estudiantes del Poli, protagonistas de los premios de publicidad Effie Colombia 2020. / Cortesía

Desde 2016, la Escuela de Marketing y Branding del Politécnico Grancolombiano ha participado en estos premios, y cada vez con mayor aportación, “por ejemplo, este año fuimos la única institución de educación superior que se presentó en todas las categorías, cuya actividad pedagógica fue liderada por Iván Ruiz, Julián Arias, Julián Bucheli, Julián Perea y Katherine Rozo, docentes encargados de orientar a los diferentes grupos de estudiantes, demostrando así la consolidación del modelo de formación impartido”, explicó Cesar Atehortúa, director de la Escuela de Marketing y Branding del Poli.

Cabe resaltar, que para esta oportunidad los docentes guiaron equipos interdisciplinarios, en el que participan estudiantes del Programa de Mercadeo y Publicidad, y alumnos de otros programas de la Institución como: psicología, sociología y diseño gráfico.

Categorías y premiación:

1. Primer puesto (Oro) por la campaña: Juntos transformamos lo inquebrantable

Equipo: Valentina Obando, Gina Gómez, Danna Arévalo, Paula Torres y Juanita Baquero, con la tutoría de la docente Katherine Rozo.

Cliente: Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer

La agencia de este equipo fue llamada ONEY, en homenaje a una estudiante del Poli de la sede Medellín llamada Oneida (fallecida). Su vida y ejemplo de superación, inspiró al equipo a proponer una estrategia encaminada a transformar los estereotipos de género para la equidad.

“Siento que este oro es honrar la historia de Oneida y de muchas mujeres que quieren transformar su historia y los estereotipos”, dijo, Katherine Rozo, docente de la Escuela de Marketing y Branding del Politécnico Grancolombiano.

2. Segundo puesto (Plata) por la campaña: Cultura de vida con Cristal

Equipo: Valentina Álvarez, Felipe Gaitán, María Fernanda Ramírez, Daniela Rodríguez, Gabriel Sanabria y Laura Zapata, con la tutoría del docente Julián Perea.

Cliente: Postobón – Agua cristal

RETOS fue llamada la agencia de este equipo, cuyo desafío fue crear una campaña efectiva que ayudara a cambiar un hábito en cuanto al reciclaje de la botella de agua, para ser llevada a los puntos de acopio. Entender la cadena de valor fue la clave para el análisis y la creación de mecanismos de medición de la campaña.

“Fue un proceso interdisciplinar en el que intervinieron estudiantes de Ingeniería Industrial, Diseño Gráfico, Mercadeo, Publicidad y Negocios Internacionales”, dijo Julián Perea, docente de la Escuela de Marketing y Branding del Politécnico Grancolombiano.

Y añadió que “los estudiantes han realizado un proceso de aprendizaje cada vez más riguroso, generando propuestas exigentes, acordes a las necesidades del sector; este tipo de experiencias les da el fogueo necesario para aplicarlo en su profesional”.

3. Tercer puesto (Bronce) por la campaña: Unidos para crecer

Equipo: Steffi Viviana Solano Hernández, Luisa Fernanda Guacarí Barrios, Nelson Alejandro Romero Cruz, Santiago Castaño Martínez y Andrés Felipe Prieto Monguí, con la tutoría de Julián Eduardo Bucheli Sandoval y Julián Andrés Arias Salazar.

Cliente: Cámara de Comercio de Bogotá

BONDING fue llamada la agencia de este equipo, cuyo desafío fue presentar una campaña con elementos estratégicos, creativos y conceptuales que permitiera comunicar mejor las iniciativas clúster de la Cámara de Comercio en beneficio de los empresarios.

“La clave fue el proceso de investigación que hicimos para apropiarnos mejor de la problemática y con base en esta información fortalecer una muy buena estrategia”, explicó el profesor Julián Arias, coordinador académico de Publicidad.

Además de estos equipos, también destacamos la labor del grupo a cargo del docente Iván Ruiz, el cual quedó como finalista con su campaña ‘Llenando pancitas’, que fue entregada al grupo Éxito.

Más casos de éxito

Entre muchos otros logros y participaciones en espacios de aprendizaje en contextos reales, que mantienen el objetivo de fortalecer el desarrollo profesional de los estudiantes, recientemente el Politécnico Grancolombiano también creó un semillero de sostenibilidad de moda para avanzar en investigaciones que aporten a la industria.

Sus ideas fueron presentadas en el Primer Encuentro Interdisciplinar en Investigación – Creación de la Universidad El Bosque con el eje temático: ambiente, biodiversidad, desarrollo sostenible y biotecnología, en el que el Poli participó con el proyecto denominado: La Sostenibilidad en el Sistema Moda, una mirada desde el diseñador de moda.

Las autoras fueron Ángela Ramos, Bárbara Días y Julieth Ávila, pertenecientes a la Escuela de Diseño de la Facultad de Ingeniería, Diseño e Innovación.

Por otro lado, por su capacidad de innovación estudiantes del Politécnico Grancolombiano ocuparon el primer lugar en varias categorías del VII Congreso Internacional de Ingeniería.

Los reconocimientos al primer lugar fueron otorgados a un Proyecto de Investigación de tres equipos pertenecientes a la Escuela Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Facultad de Ingeniería, Diseño e Innovación, los cuales tuvieron la visión de mejorar la calidad de vida de las personas, al resolver problemas frecuentes en las telecomunicaciones, entre otros aspectos.

Los equipos galardonados fueron Juan Pablo Iván Pineda, Mónica Julieth Rodríguez Sarmiento, y Orlando Rubio Rivas, estudiantes de Ingeniería de Sistemas; con el apoyo de los docentes: Gabriel Eduardo Ávila y Francisco Javier González.

Asimismo, Gabriel Sanabria Mahecha y Santiago Mateo Betancourth Chaparro, estudiantes de Ingeniería Industrial vinculados al proyecto de Formación por Retos, participaron con éxito en el reto “Herramientas de gestión empresarial para el sector turismo en tiempos de crisis” (UCV).

Mientras que Lizeth Andrea Noguera Chaparro, Juan David Guerrero Pérez y Nicolás Santiago Fernández Restrepo, estudiantes de Ingeniería de Sistemas e Ingeniería en Telecomunicaciones, participaron en el Reto FESTO.

Cada día más encuentros, logros y participaciones que fortalezca la profesionalización y las capacidades humanas y técnicas de los estudiantes del PoliEspacios de aprendizaje en contextos reales que se convierten en procesos de formación más allá de las aulas universitarias.

Fuente de la Información: https://www.elespectador.com/noticias/actualidad/espacios-de-aprendizaje-en-contextos-reales-procesos-de-formacion-mas-alla-de-las-aulas/

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UNESCO: La educación emocional, clave para la enseñanza-aprendizaje en tiempos de coronavirus

La educación emocional, clave para la enseñanza-aprendizaje en tiempos de coronavirus

La pandemia del COVID-19 ha causado un fuerte impacto psicológico en la comunidad educativa y la sociedad en general. El cierre de los centros educativos, la necesidad del distanciamiento físico, la pérdida de seres queridos, del trabajo y la privación de los métodos de aprendizaje convencionales han generado estrés, presión y ansiedad, especialmente entre los docentes, el alumnado y sus familias, asegura la UNESCO en su informe Promoción del bienestar socioemocional de los niños y los jóvenes durante las crisis (2020).

Para abordar y contrarrestar la ansiedad social y la carga emocional que ha desatado el COVID-19 en la comunidad educativa es más necesario que nunca desarrollar habilidades socioemocionales entre el profesorado, las familias y sobre todo los y las estudiantes, afirman diversos organismos internacionales. Pero ¿cómo conseguir que la educación emocional sea una realidad tanto en tiempos de coronavirus como en circunstancias normales? En este monográfico, expertos y fuentes consultadas aportan propuestas para facilitar que la educación emocional esté cada vez más presente y se incluya de forma explícita en el currículum educativo.

La importancia de la educación emocional antes, durante y después del coronavirus

La educación emocional «es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo humano, con objeto de capacitar para la vida y con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social«, según la definen Rafael Bisquerra y Nuria Pérez, investigadores de la Universitat de Barcelona.

Toda crisis, desde guerras hasta pandemias como la que se vive actualmente por el COVID-19, conlleva fuertes respuestas emocionales negativas, como pánico, estrés ansiedad, rabia y miedo. Desarrollar en las personas habilidades de aprendizaje socioemocional ayuda a que las situaciones estresantes se aborden con calma y con respuestas emocionales equilibradas. Además, estas competencias permiten fortalecer el pensamiento crítico para tomar decisiones mejor informadas en la vida, señala la UNESCO.

«Si no se atiende al desarrollo emocional de forma apropiada, lo más probable es que haya un incremento de ansiedad, estrés, depresión, consumo de sustancias, comportamiento sexual de riesgo, impulsividad descontrolada, violencia, etc. Hay estudios que señalan esto desde antes del coronavirus, y en el contexto actual hay elementos que lo van a incrementar. La conclusión sería tomar conciencia de la importancia de la prevención. Lo cual pasa por una educación emocional que cumpla con los requisitos mínimos señalados por las investigaciones«, afirma por su parte Bisquerra, presidente de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB) en entrevista a Educaweb.

Asimismo, otros expertos en educación emocional coinciden en que las situaciones de miedo y estrés tienen un impacto negativo en la salud y la habilidad para aprender de todas y todos los estudiantes. Por ello, la Asociación Española de Educación Emocional advierte que el sistema educativo y todos los profesionales de la educación deben ser conscientes de que la enseñanza-aprendizaje solo podrá ser efectiva a partir de un equilibrio emocional y una salud mental adecuada del alumnado. De ahí la importancia de la educación emocional.

La educación emocional, ausente del currículum de todas las etapas

La educación emocional no figura en el currículum de ninguna etapa educativa en España. «La implantación de la educación emocional es claramente insuficiente, cuando no totalmente ausente, tanto en cantidad como en calidad», asegura Bisquerra.

Diversas investigaciones revelan que introducir explícitamente en el currículum la impartición de las habilidades socioemocionales tiene una fuerte correlación con un mejor desempeño académico. Además, la falta de educación emocional en los sistemas educativos puede dar como resultado pérdidas en la productividad de hasta un 29% del Producto Interior Bruto, advierte la UNESCO.

Por todo ello el organismo insta a los gobiernos a integrar el aprendizaje de competencias socioemocionales en toda la educación, formal, no formal e informal, y en todos los niveles, implantándolas como una necesidad en los objetivos fundamentales de la enseñanza-aprendizaje, y asignando tiempo suficiente en el currículum para su desarrollo. También recuerda que los programas de educación emocional eficaces deben ser científicamente rigurosos y empíricos, así como participativos e inclusivos.

En el proyecto de ley de la LOMLOE se menciona de forma explícita la necesidad de trabajarla en todas las áreas de la Educación Primaria y Secundaria. ¿Será este un indicador de que la educación emocional podría cobrar más protagonismo en el currículum?

Formación en educación emocional, necesaria para toda la comunidad educativa

Más allá de que la educación emocional forme o no parte del currículum, un factor esencial para que esta se desarrolle en el contexto educativo es contar con un profesorado bien formado, que sepa gestionar sus propias emociones y que esté preparado para que los y las estudiantes adquieran las habilidades socioemocionales necesarias para afrontar diversas situaciones.

No obstante, más del 90% de los y las docentes no han recibido nunca formación en educación emocional «de forma sistemática, fundamentada en las investigaciones científicas y suficiente en cantidad (tiempo) y calidad», asegura Bisquerra. «El profesorado que sí se ha formado, en general, lo ha hecho por su cuenta y riesgo, dedicándole tiempo, esfuerzos y presupuestos».

En ello coinciden también Xavi Corbella y Martín Merlo, docentes de la Fundació Siuriana, en su artículo para Educaweb, y señalan que, a diferencia de lo que sucede con las asignaturas ya existentes en el currículum, «la educación emocional implica más que un manejo teórico, involucra el manejo de las propias emociones y este punto no es trabajado en la formación curricular del docente».

Para mejorar la formación de los docentes en el ámbito socioemocional, la UNESCO hace las siguientes recomendaciones en su informe Promoción del bienestar socioemocional de los niños y los jóvenes durante las crisis (2020).

  • Incluir las habilidades socioemocionales en los programas de formación docente, tanto en la formación inicial como en la práctica de la docencia, y en programas de desarrollo profesional, a fin de abordar el estrés e impulsar las competencias emocionales y sociales en el aula.
  • Garantizar que los directores de los centros educativos asignen tiempo a los docentes para su formación socioemocional y les den la oportunidad de adquirir estas habilidades.
  • Promover la comunicación y la creación de redes entre docentes. Es decir, crear comunidades de prácticas entre el profesorado dentro de los centros educativos y entre escuelas distintas para fomentar el aprendizaje de las habilidades socioemocionales, el apoyo mutuo y el bienestar continuos.

Al respecto, Susanna Arjona BorregoMiembro de la Red de Expert@s del Col·legi de Pedagogs de Catalunya, señala en su artículo para Educaweb que «el momento nos reclama flexibilidad y creatividad. También la necesidad de crear red, cooperar entre todos los agentes educativos. Hoy, la gestión de cada centro, el equipo directivo y el director o directora como líder y gestor emocional de su equipo, es básico».

Asimismo, conseguir que el alumnado y el profesorado adquieran competencias socioemocionales no pasa solo por facilitar la formación docente en educación emocional, «y su consiguiente abordaje transversal en el currículo, sino que es igualmente necesario formar a las familias«, propone la orientadora educativa Laura Carpintero en su artículo para Educaweb.

De hecho, la evidencia obtenida en países afectados por crisis similares a la pandemia del COVID-19 indica que se pueden mitigar los efectos adversos del estrés y la ansiedad provocada por esta situación si los niños y las niñas tienen relaciones positivas con sus familias y con docentes que hayan logrado un buen manejo de las habilidades socioemocionales y que desarrollen actividades explícitas de aprendizaje socioemocional. «Esto facilita a los y las estudiantes sanar experiencias traumáticas y regresar a una vida normal», advierte la UNESCO. De ahí la importancia de que la formación en habilidades socioemocionales llegue a toda la comunidad educativa.

La alerta sanitaria, ¿una oportunidad para potenciar la educación emocional?

La alerta sanitaria constituye una oportunidad para que la educación emocional cobre importancia entre la comunidad educativa y las administraciones, coinciden los expertos. De hecho, diversas AMPAS, colectivos de docentes y grupos políticos han propuesto que en el próximo curso escolar se le dé más relevancia y se incluya en el currículum de todas las etapas educativas para que se imparta de forma sistemática y transversal lo antes posible.

La educación emocional está más presente a raíz de la pandemia, según las fuentes consultadas. Así lo indica que durante la crisis sanitaria se haya hecho hincapié, incluso desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional, en la necesidad de proporcionar herramientas de educación emocional a la comunidad educativa.

Por lo anterior, se han lanzado diferentes recursos y apoyo, entre ellos el proyecto Emocrea en casa, desarrollado por docentes de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna. Emocrea (Educación emocional y creatividad) es la asignatura obligatoria que se ha establecido en Canarias desde 2014, y que a raíz de la pandemia ha tenido que desarrollarse a distancia creando materiales didácticos para trabajar las competencias emocionales desde los hogares, «para dar una respuesta inmediata a la necesidad de las familias y los y las docentes de paliar los efectos emocionales dañinos del confinamiento», señalan sus creadores.

La oferta formativa al respecto crece en formatos de programas de posgrados i másteres en el país y fuera, y se han organizado eventos virtuales alrededor de esta materia en tiempos de coronavirus. Como ejemplo se encuentra el ciclo de seminarios sobre inteligencia emocional en crisis que ofrece la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB), a los que se puede acceder a través de la página web de esta entidad.

Asimismo, existen diferentes proyectos educativos, iniciativas y redes de centros que, más allá de la pandemia, promueven la educación emocional. Se trata de proyectos de centro o incluso de comunidades autónomas.  Es el caso del programa Educación responsable de la Fundación Botín y la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria; o bien la Red Extremeña de Escuelas de Inteligencia Emocional. También existen recopilaciones de buenas prácticas de educación emocional en los centros escolares, como las de la Generalitat de Catalunya.

No obstante, hay que tener presente que, si bien se hacen esfuerzos por llevar la educación emocional a los centros educativos, esta solo será efectiva si cumple ciertas pautas. «Cuando se analizan con un poco de profundidad las prácticas reales se observa que no tienen la efectividad esperada. Muchas veces esto es debido a que no se cumplen los requisitos necesarios y a que todavía hay gente que cree que a cualquier cosa se la puede denominar educación emocional. Pero esto no es así», afirma Bisquerra.

Recomendaciones para que la educación emocional sea efectiva

Para una educación emocional efectiva, sea en un contexto de crisis o no, se necesitan los siguientes ingredientes, según los expertos y fuentes consultadas:

  1. Implantar la educación emocional explícitamente en el currículum de todas las etapas educativas y como parte de los objetivos fundamentales de la enseñanza-aprendizaje.
  2. Determinar las competencias socioemocionales a desarrollar en cada nivel educativo.
  3. Formar al profesorado en educación emocional, tanto en su formación inicial como en la permanente. Para que la formación tenga garantías de éxito es necesario que los y las docentes estén sensibilizados sobre la importancia de la educación emocional, además de aprender a gestionar sus emociones y así alcanzar también una salud emocional.
  4. Desarrollar actividades de educación emocional cuya eficiencia haya sido comprobada.
  5. Coordinar al profesorado para que la educación emocional sea un trabajo en equipo por parte de la comunidad educativa, incluyendo a las familias.
  6. Adoptar un modelo de educación emocional que sea a largo plazo y que cubra toda la escolarización, con técnicas activas, participativas y experienciales.
  7. Llevar a cabo un plan de evaluación de estos programas que permita analizar el impacto de su realización y obtener la información necesaria para la mejora de estos.

Fuente de la Información: https://www.educaweb.com/noticia/2020/05/27/educacion-emocional-clave-ensenanza-aprendizaje-tiempos-coronavirus-19205/

 

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Perú, UNI: conoce su proyecto premiado por la NASA para facilitar exploración de la Luna o Marte

América del Sur/Perú/23-08-2020/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

Estudiantes liderados por docente investigador diseñaron rueda que se adapta al suelo de la Luna o Marte.

La Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) acaba de repetir el plato como ganador en el NASA Rover Challenge, una competencia mundial que busca involucrar a estudiantes de ingeniería en la construcción de vehículos a ser usados por los astronautas cuando exploren la Luna o Marte.

El año pasado, en el mismo concurso, la universidad obtuvo el premio de Telemetría y Electrónica y ayer viernes se alzó como ganador en la categoría Technology Challenge Award for Wheel Design and Fabrication.
El desafío planteado este año por la NASA fue elaborar el mejor diseño y fabricación de ruedas para vehículos de este tipo. Y así se hizo. El aporte de la UNI posibilita un gran desempeño sobre diferentes superficies simuladas y cumple los criterios de seguridad, estabilidad, durabilidad y maniobrabilidad, destacó Kristen Márquez, jefa de ingeniería de la NASA, al dar a conocer al ganador vía Twitter.
El jefe del proyecto, Manuel Luque Casanave, ingeniero mecánico-electricista y docente investigador de la UNI, explicó a la agencia Andina que las llantas permitirán al vehículo espacial circular con seguridad ante las dificultades que impone una superficie rocosa, arenosa o sinuosa como las que hay en la Luna y Marte. ¿Pero cuál fue el secreto?
«Hemos ampliado la superficie de rodadura de las ruedas para que, ante superficies irregulares, se activen mediante alerones laterales en un ligero ángulo por sobre la horizontal. Esos alerones y la pista central de rodadura están unidos por resortes de torsión, que son parecidos a los resortes de los ganchos de ropa. Al contacto con arena, rocas o protuberancias, dichos resortes se contraen, facilitando el desplazamiento», detalló.
Luque Casanave destacó que hasta el momento la NASA no había tenido claridad en la rodadura de llantas de los Rovers. «Sabemos que cuando hay un auto atorado en la arena es necesario bajar la presión de la llanta para que se amplíe la superficie de rodadura y superar esa dificultad. Basado en esa idea, hice la propuesta al equipo de trabajo», dijo este investigador con más de 30 años en la docencia universitaria.

UNI

Este fue el diseño ganador de la competencia de la NASA

Diseño completo de los Rovers con las ruedas de la UNI
 

Trabajo en equipo

El equipo de trabajo ganador estuvo conformado por 14 personas, entre estudiantes de ingeniería mecánica, mecánica-eléctrica, mecatrónica y naval, todos bajo la dirección de Luque Casanave. La labor comenzó en octubre del año pasado, con la conceptualización del diseño y el análisis de alternativas, entre otros aspectos.
Fueron meses de mucho trabajo, persistencia y disciplina, recuerda el ingeniero con postgrado en Inglaterra, Estados Unidos y Suecia. «Yo les digo a mis alumnos que todo proyecto requiere un 20% de inspiración y 80% de transpiración. Eso también lo aplicamos el año pasado cuando lideré el proyecto ganador en la categoría Telemetría y Electrónica».
Pero la pandemia del coronavirus paralizó el concurso. «Ya estábamos por armar las ruedas con un jebe especial sintético, resistente a las inclemencias climáticas, pero los talleres cerraron debido a la cuarentena y no se podían comprar los materiales». Sin embargo, las ganas de participar se mantenían inalterables. Por ese entonces, la NASA decidió que la competencia prevista para mediados de abril sería virtual.
«Nos entrevistaron, a través de su plataforma, para explicar nuestros procesos y diseños. Les enviamos videos, presentaciones en power point, gráficos de cómo trabajaría la rueda. En base a todo ese material y las entrevistas, quedamos tres finalistas. Y ahora estamos felices de ganar el primer puesto porque esto es como el Oscar de la Ingeniería
El docente detalló que en este concurso el Perú ha superado a estudiantes de países como la India, Estados Unidos, Colombia, Alemania, Brasil, México, entre otros; hubo más de 100 universidades participantes. «Fue muy alentador. Nos dijeron que les pareció genial e innovadora la idea, que eso no se les había ocurrido antes».

Talento humano

El ingeniero resaltó que ganar este concurso es «una buena noticia para el Perú», no solo por el prestigio que le da a la universidad y al país sino porque refuerza la idea de que hay potencial y talento humano en las universidades.
«Me gustaría que esto sirva para que las empresas privadas y públicas, así como las instituciones, confíen más en la capacidad de los estudiantes peruanos. Me da pena cuando los muchachos culminan su carrera y el país no usa esos conocimientos. Hay talento, podemos crear tecnología y exportarla».

UNI

Estudiantes en pleno desarrollo del proyecto
 

Dato:

El equipo de investigación está integrado por los estudiantes Alejandro Páucar de la Cruz, Martín Fuentes Valdivia, Guillermo Inglis Vidal, Luis Canchaya Moreno, Valeria Rodríguez Menacho, Luis de la Cruz Cornejo, Joel Santos Zevallos, Albet Calderón López, Jair Medina Espinoza, Pedro Beltrán Mendoza, Edgard Barazorda Rodríguez, José Huaroto Villavicencio, Jersson Morales Alvinagorta.
 (FIN) RRC
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-uni-conoce-su-proyecto-premiado-por-nasa-para-facilitar-exploracion-de-luna-o-marte-810871.aspx
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Cinco deportes para la equidad de género en educación física

Cinco deportes para la equidad de género en educación física

Estos deportes cuentan con reglas específicas para balancear el juego y que pueda ser jugado con base en una estrategia de cooperación entre todos los jugadores, sin importar su género.

Sofía García – Bullé

La educación física es uno de los pocos espacios dentro de las escuelas en el que no ha podido lograrse una integración entre estudiantes de ambos géneros. Entre los principales argumentos en contra de esta integración se encuentran las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres, así como las conductas sociales aprendidas asociadas al género.

En teoría, tendemos a pensar que en los deportes los hombres son inherentemente más competitivos y agresivos que las mujeres, y existe este reflejo de un potencial peligro al poner a niños y niñas dentro de una misma cancha. Si bien hay puntos válidos que respaldan por qué estas diferencias fisiológicas y sociales pudieran ser buenas razones para mantener los deportes como una actividad dividida por sexos, también hay argumentos para cuestionar cómo el deporte en sí se ha construido sobre una estructura con un serio desbalance de género, y que no estorbaría replantearnos la idea del deporte como una actividad que puede seguir siendo competitiva, pero también integradora.

Existen deportes cuyas reglas demandan una estrategia flexible que no se base únicamente en una superioridad física de fuerza o velocidad, por ejemplo, sino en un esfuerzo conjunto que haga uso de habilidades como el pensamiento rápido, el trabajo en equipo y la interacción social.

Este tipo de deportes son especialmente efectivos para que los y las estudiantes ejerciten frecuentemente la cooperación dentro de un contexto de competencia con sus compañeros sin importar su sexo, lo cual es crucial para crear instancias de convivencia que promuevan la equidad de género. Compartimos a continuación cinco ejemplos.

Baseball5

El presidente de la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol (WBSC por sus siglas en inglés) Riccardo Fraccari, define el Baseball5 como una propuesta que tiene por objetivo sacar el béisbol de los campos grandes y localizados para llevarlos a cualquier lugar, donde todos, sin importar género, edad o dimensiones físicas, puedan jugarlo.

Versiones predecesoras de este juego ya existían en las calles de Cuba, Colombia, Venezuela y varios países tanto del área caribeña como del sudeste de Asia. Al ver su popularidad en estas regiones, la confederación realizó una homologación de las reglas del deporte y lo lanzó como una disciplina internacional.

A diferencia de todo el equipamiento necesario para jugar béisbol o sóftbol, el juego baseball5 solo requiere una pelota, 10 jugadores y un campo cuadrado con tres bases, las medidas del campo pueden modificarse de acuerdo al espacio disponible y las necesidades de quienes practicarán el juego.

https://youtu.be/s4-uZL02aGA

Ultimate frisbee

También llamado Ultimate, surgió en ambientes universitarios estadounidenses en los que buscaban un deporte de alta competitividad y ritmo rápido, pero sin contacto. Llegó a Europa en los 80 y hoy en día se practica también en Latinoamérica.

Este deporte se practica en un campo con medidas similares al de una cancha de fútbol, 100 x 37 metros aproximadamente. En vez de portería, se maneja una zona de ensayo en los extremos del campo. Los jugadores deben llevar el disco a la zona de ensayo del equipo contrario para anotar.

Los equipos son de siete contra siete. Cuando van a la ofensiva, los jugadores no pueden correr con el disco, solo pueden avanzar hacia la zona de ensayo contraria pasando el disco a sus compañeros. Si el pase no es completado o es interceptado, la posesión del mismo pasa al equipo contrario, que tendrá el turno de intentar alcanzar la zona de ensayo del oponente, y así progresa el juego.

El juego es autoarbitrado, se espera de los jugadores que sean capaces de detectar y admitir sus propias faltas e infracciones por sí mismos. Es mal visto y fuera del espíritu de juego cuando un participante no es proactivo para evitar un comportamiento innecesariamente agresivo con sus oponentes. Por eso, este juego en particular no solamente es un excelente auxiliar en la formación del concepto de la ética en el deporte sino que provee de un ambiente competitivo en el que puede fomentarse el balance de género.

https://youtu.be/vZQFgg3hsKc

Kin-Ball

La fuerza del Kin-Ball como deporte no es la competitividad ligada a una dinámica de confrontación directa, más bien es la estrategia y la cooperación. El juego fue inventado por el profesor canadiense Mario Demers en 1986.

Este deporte es único en su clase, ya que no se juega con la estructura tradicional de un equipo contra otro. Son tres equipos compitiendo al mismo tiempo. El objetivo es anotar más puntos que los otros dos equipos para ganar el juego. Esto solo se logra trabajando colaborativamente contra las otras dos facciones en el juego. Es una disciplina de ritmo rápido y demandante físicamente, pero balanceada para incluir personas de diferente género y dimensiones físicas.

El sistema de puntaje funciona así: si un equipo falla en mantener el control de su pelota y esta toca el suelo, los otros dos equipos ganan un punto. El equipo que tenga más puntos gana la partida. El Kinball se juega en un campo de 20 x 20, usando una pelota de 1.22 metros de diámetro para cada equipo.

Tchoukball

Creado en Suiza en la década de los 60, el Tchoukball es muy serio en su intención de balancear todos los valores claves que trabaja el deporte: habilidad, atletismo, concentración, respeto al rival y trabajo en equipo. Todo esto, en un deporte tan veloz y ágil como el balonmano, pero sustentado en una dinámica de no contacto y juego justo.

Con dos equipos de siete personas cada uno, los jugadores deben llevar el balón a la portería contraria, cada una colocada al extremo de un campo de 27 m × 17 metros. En el juego está prohibido tocar al jugador contrario mientras lanza el balón o bloquearlo directamente. De esta forma, el deporte es más amigable para personas de distintas dimensiones físicas y niveles de habilidad, así como más retador para la posición defensiva.

Korfball

El único deporte mixto por reglamento. La razón principal por la que fue creado a principios del siglo pasado, fue para ofrecer un deporte que pudiera combinar la participación de hombres y mujeres en condiciones de equidad. A diferencia de los demás deportes anteriormente mencionados, que podrían ser jugados sin problema entre participantes de un mismo sexo, el Korfball no puede jugarse sin equipos mixtos.

Los equipos son de cuatro personas, dos hombres y dos mujeres que juegan en un campo de 20 x 40 metros, tratando de introducir un balón en una cesta sin tablero a una altura de 3.5 metros. La dinámica del juego está diseñada para evitar el contacto y apoyarse en el trabajo en equipo. Por ejemplo, en un equipo de cuatro, los jugadores que defienden deben ser un hombre y una mujer, estos deben permanecer cerca de su propia canasta, mientras que los otros dos miembros del equipo deberán estar del otro lado, cerca del área de anotación. No se deben bloquear directamente los tiros ni buscar el contacto para detener a los jugadores contrarios.

Este tipo de reglas son cruciales para hacer de este deporte una disciplina altamente social y cooperativa en la que todos los que juegan tienen la misma oportunidad de tener la pelota y buscar la anotación.

El deporte como disciplina ha sido altamente enfocado desde sus inicios a destacar tanto la competitividad, el reto físico y la rivalidad como medio de superación. Es muy posible que a futuro, este siga siendo el motor principal de las actividades deportivas, pero no es necesariamente negativo. Sin embargo, en el ámbito educativo también es importante enseñar la utilidad del deporte como herramienta para desarrollar habilidades de índole cooperativa y empática. ¿Qué piensas de los deportes anteriormente mencionados? ¿Tienes en tu programa de educación física juegos o disciplinas que promuevan la equidad de género, la cooperación y el juego justo? Compártenos tu experiencia en los comentarios.

Fuente de la Información: https://observatorio.tec.mx/edu-news/deportes-mixtos-educacion

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