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Alemania: Escuelas bávaras con sanitario para tercer género

Europa/Alemania/31 Enero 2019/Fuente: Ansa latina

Tres escuelas primarias de los alrededores de Munich, Baviera, planifican sanitarios para el tercer género, informó hoy el diario alemán Muenchner Merkur.

En el futuro los niños en estos establecimientos podrán ir al baño de varones, mujeres o de tercer género.

En la escuela de Pullach la idea fue promovida por una consejera escolar, en la de Garching el baño innovador ya figuraba en los planos de la construcción, mientras que en Taufkirchen, el proyecto aún se encuentra en verificación por parte de un estudio de arquitectura.

Desde diciembre pasado el parlamento alemán aprobó la propuesta que prevé el reconocimiento de la opción de un tercer género, junto a «masculino» y «femenino»: «diferente».

La ley, solicitada por la Corte constitucional, reconoce a 160 mil personas intersexuales que viven en Alemania el derecho de no ser inscriptas en los registros civiles como hombres o mujeres, sino en la categoría «intersexual» o «diferente».

Fuente: http://www.ansalatina.com/americalatina/noticia/sociedad/2019/01/29/escuelas-bavaras-con-sanitario-para-tercer-genero_8d7ec88f-5bb0-45de-973d-b3f81e9d03e1.html

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México: Reflexiones sobre la comparecencia del Secretario de Educación Pública

Por: Miguel Ángel Gallegos Cárdenas

Las Comisiones Unidas de Educación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados tuvieron una cita el día lunes 28 de enero del presente año, en el Salón de los Legisladores, a fin de llevar a cabo una reunión de trabajo con el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán. El fin, fué analizar y discutir el proyecto de dictamen correspondiente a la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, presentada al legislativo por el Presidente de la República.

Como parte del orden del día, la Secretaria de la Comisión de Educación, Diputada Adela Piña, dio la bienvenida al secretario, además de agradecer la asistencia de todos los diputados integrantes de ambas comisiones. Asimismo, se dio lectura del formato de trabajo de dicha reunión, en el que se acordaron dos rondas de participación de cada uno de los diputados de los grupos parlamentarios, así como la respuesta directa por parte del secretario a las intervenciones de cada legislador.

Cabe destacar que la Diputada Piña, recalcó que esta Cámara, tiene el compromiso de mejorar lo hecho por legislaturas pasadas, donde se pretende escuchar las voces de todos en un parlamento abierto, para marcar la diferencia en la atención a las demandas ciudadanas y de manera particular en el ámbito educativo.

Así, el secretario dio inicio a su participación agradeciendo a sus anfitriones, para enseguida manifestar el origen y motivo de la iniciativa de reforma constitucional en materia educativa, presentada por parte del ejecutivo a dicho congreso, el pasado 12 de diciembre de 2018, para su análisis y dictaminación correspondiente.

Para contextualizar a la audiencia, el secretario puso sus cartas sobre la mesa, es decir, recordó el trabajo realizado en la Consulta Nacional por una Educación de Calidad con Equidad, llevada a cabo entre agosto y octubre del año pasado. En dichos foros estatales, se buscó escuchar las voces de los diversos actores de la educación, para principalmente dar voz a los maestros ¾tan olvidados y lastimados en el sexenio pasado¾ a fin de construir junto con ellos el llamado acuerdo nacional educativo.

Justo en ese momento, recordó que el pasado 6 de diciembre, presentó el informe de resultados de dicha consulta, con números y estadísticas de participación en las cuatro diferentes estrategias implementadas (Consulta digital, foros participativos, diálogos educativos con ciudadanos, y opiniones a directivos y maestros por medio de cuestionarios aplicados en los Consejos Técnicos Escolares) que permitieron escuchar y conocer a las diversas voces. Cosa que había quedado olvidada en las gestiones pasadas.

Precisamente el 6 de diciembre, justo siete días antes de que el Presidente enviará la iniciativa en comento, fueron presentados aquellos resultados. Es decir, se argumentó que el proyecto de reforma educativa tiene un trabajo y consenso previo, tiene sustento, ya que contiene la voz del pueblo, la voz de los actores educativos y sobre todo la voz de las maestras y maestros de México. Ello es plausible por muchos especialistas, colegas, amigos y profesores del sistema educativo. ¡Bien por eso !

En ese momento, Moctezuma Barragán hizo una pausa en su discurso para entregar a las presidentas de las Comisiones Unidas ahí presentes, un compendio impreso de los resultados preliminares de la consulta realizada en sus 4 modalidades, el cual por cierto está abierto al público en el portal www.porunacuerdoeducativo.com

Todo ello, dijo, enmarca un diagnóstico de necesidades, retos y expectativas, además de dar sustento a la iniciativa del proyecto educativo del presidente. El Maestro Moctezuma recordó que no es una iniciativa centralista, sino que, por el contrario proviene de un ejercicio democrático, incluyente y participativo. A lo que Guy Peters denomina en la construcción de las políticas públicas, modelo de abajo hacia arriba (bottom up), el cual busca ajustarse a las realidades locales; lo cual genera una cierta confianza en los diversos actores, sobre todo en los de abajo, en las bases.

Entonces la iniciativa del presidente, propone enmendar los errores del pasado inmediato; cero consensos con las bases y prisas con intereses distintos a mejorar las condiciones ¾laborales, educativas, sociales y económicas¾ de los actores de la educación pública.

Además, el Secretario de Educación, manifestó su interés en intercambiar propuestas con el legislativo, mencionó que asistía con la intención de invitarles a “juntos edificar una nueva era en la educación pública… para revalorar al magisterio nacional y poner al centro el aprendizaje de niñas y niños, así como crear un sistema educativo con equidad y calidad”.

El Secretario puso en marcha la reunión, brindó su mensaje, sustentando con documentos, datos, cifras y argumentos convincentes. Recordó el sometimiento al que se vieron expuestos los maestros de educación básica en el gobierno pasado. Puso en contexto sobre el escenario actual, tomando como punto de partida algunas de las gestiones y acciones pasadas. El reto fue pues, atreverse a cambiar o, a quedarnos con las políticas públicas que nos legaron las agendas del pasado. El amable lector emitirá su apreciable juicio y reflexión.

Así, en un ambiente cordial y de respeto las diversas fracciones parlamentarias manifestaron sus diversas posturas en torno a la iniciativa y a las palabras del titular de la educación en México.

Algunas y algunos diputados, se quejaron, criticaron las medidas que el gobierno a puesto en marcha en el terreno educativo y sobre todo las acciones que están por realizar. Entre dimes y diretes se cuestionó la cancelación del Instituto Nacional de la Evaluación Educativa (INEE) ¾es un tema que está a debate, unos están a favor y otros en contra, lo importante es que se abordó en la reunión¾. El secretario presentó evidencias donde entre deja ver que no ha sido del todo benéfico para el Sistema Educativo la existencia del INEE. Parece que poco aportó.

También se discutió la autonomía de las universidades, la evaluación magisterial, el cese a profesores, el modelo educativo, el uso desmedido de recursos en la pasada administración educativa, entre muchos otros temas. De eso se trataba la reunión, de comentar, discutir y expresar las diversas posturas. En lo personal vi bien el debate, fue una reunión de trabajo exitosa, creo que gana la sociedad y el futuro de la educación.

Por otro lado, el secretario propuso regresar el Civismo a la educación básica, aumentar la cobertura, abatir el rezago escolar, crear el Instituto Nacional para la Revaloración del Magisterio, rescatar y fomentar los valores, impulsar la obligatoriedad de la educación superior y apoyo a las normales, hacer énfasis en educación indígena, el fomento a becas, construir una educación con equidad y calidad, impulsar las escuelas de tiempo completo, y realizar una evaluación diagnóstica para rediseñar la capacitación docente, entre muchas otras proposiciones. Me parecen atinadas, necesarias y oportunas las propuestas. Estoy de acuerdo y espero que el legislativo haga su parte para construir mejores políticas educativas. Hacen falta.

Para concluir, me permito señalar que me dio mucho gusto escuchar que el Secretario de Educación mencionó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es solo un asesor del gobierno mexicano. Afirmó que no es un organismo que dicte al gobierno lo que se tiene que hacer ¾al menos ahora, ya que hasta el 30 de noviembre pasado así sucedio¾. Me agrado escuchar ello, espero y deseo que así sea, que solo sean asesores, orientadores y que proporcionen diagnósticos, solo eso. Considero que las decisiones las deben tomar en consideración de las maestras y maestros. El legado de los proyectos neoliberales no ha sido nada sano para nuestra sociedad.

Finalmente, destacar que la diputada Adela Piña, señaló que durante todo febrero se tendrán audiencias públicas en común acuerdo de la mesa directiva de las Comisiones Unidas para generar un mejor dictamen en beneficio y fortalecimiento del Sistema Educativo Nacional. Bien por ello.

Estaremos atentos a la continuidad del dictamen del proyecto de decreto por el que se reforman los artículos en materia educativa. Hay mucho por seguir reflexionando en torno a los diversos temas que se abordaron.

Tengo fé en el proyecto educativo que viene.

*Artículo enviado por el autor a OVE 

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Venezuela: Aristóbulo Istúriz presentó nuevo tabulador salarial del sector Educación

Por: El Nacional/23-01-2019

Istúriz aseguró que los docentes con jornadas de 40 horas tendrán salarios entre Bs.S 28.638,67 y 51.470,28

Este martes Aristóbulo Istúriz presentó las tablas salariales actualizadas de los docentes, personal administrativo y obrero del Ministerio, luego del incremento del salario mínimo integral anunciado por Nicolás Maduro.

Istúriz destacó que en esta tabla salarial se aplicaron mecanismos de ajustes importantes, como la intercategoría, además del incremento de 300% decretado por Maduro y los Bs. 1.800 de los tickets de alimentación.

«A partir de allí nosotros en la educación comenzamos a trabajar las tablas y a hacer los ajustes en las tablas requeridas», precisó desde el alón Simón Bolívar del Ministerio para la Educación.

De esta manera, los docentes con jornadas de 40 horas tendrán salarios entre Bs.S 28.638,67 y 51.470,28 (de Docente I a Docente VI).

Con el mismo esquema, los docentes con jornadas de 53 horas, quedan con salarios entre Bs.S 37.582, 93 y 64.009,39.

Respecto al personal administrativo, de Bachiller a Profesional III, en sus pasos uno al siete, los salarios se fijan entre Bs.S 18.000 y 27.900; con el mismo esquema, entre Obrero No Calificado Grado I y Obrero Supevisor Grado X el salario se establece entre Bs.S 18.000 y 23.130.

Istúriz precisó que las zonas educativas en su totalidad recibieron la información, para que cada maestro calcule y verifique su salario.

Agregó que este martes a toda la administración pública le será abonada la segunda quincena del mes con base en el incremento salarial anunciado por Maduro.

*Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/economia/aristobulo-isturiz-presento-nuevo-tabulador-salarial-del-sector-educacion_267560

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Colombia: Los niños wayuu aprenden inglés para no perder su idioma

América del sur/Colombia/17 Enero 2019/Fuente: Semana Educación

Un profesor de la Alta Guajira se dio cuenta de que al enseñar inglés evitaría la muerte de su lengua madre. En el proceso ha tenido que sortear muchas barreras. Esta es su historia.

En una región en la que la gente trata de encontrar agua y comida para sobrevivir, Leonidas buscó la forma de salvar la lengua de su pueblo. Por su profunda preocupación, sus profesores aprobaron su idea a pesar de lo quijotesca que parecía.

“Me dijeron que estaba iniciando un proyecto de investigación muy duro; sin embargo, si eso podía contribuir a la preservación de la lengua, me iban a apoyar”,  contó Leonidas en el marco de la pasada Cumbre Líderes por la Educación.

Aunque todavía los mayores se expresan en wayuunaiki, los más jóvenes son quienes han tenido más contacto con la cultura occidental, por lo que empezaron a usar el castellano para no sentirse avergonzados y poco a poco fueron olvidando palabras en su lengua.

Según la Unesco, la desaparición de lenguas nativas ocurre de manera más acelerada que la de especies de plantas o animales. Por ejemplo, antes se documentaban alrededor de 7.106 lenguas en el mundo y actualmente se registran 6.000, y se espera que para finales de este siglo desaparezcan 3.000.

Como docente de lenguas modernas, Leonidas sentía que tenía una deuda con su pueblo, pues se había dedicado a resguardar una lengua ajena durante sus clases. Hace nueve años como profesor de matemáticas y español, y luego, hace dos años, como maestro de inglés. Sin embargo, cuando empezó a dar clases de inglés no pudo seguir ignorando que sus alumnos no entendían el wayuunaiki.

Vi que nuestra lengua estaba en proceso de extinción. Los mismos estudiantes me dicen que para qué estudiaban wayuunaiki si no les iba a servir en el futuro. Me decían que necesitaban estudiar una lengua que realmente les sirviera afuera. Ahí comenzó mi reflexión”, recordó Leonidas.

Marshall Suárez es una de sus estudiantes. Tiene 15 años y está en grado décimo. Asegura que para ella es muy importante volver a su lengua madre, porque no quiere sentir vergüenza el día en que ingrese a la universidad y le pregunten si sabe hablar wayuunaiki. “Mi lengua materna fue el español, porque muy pequeña mis padres me llevaron a vivir a Venezuela. Cuando mis papás se separaron, regresé a Uribia con mi papá. Tenía 6 años cuando mis abuelos me empezaron a enseñar wayuunaiki”.

Con jóvenes como Marshall, empezó su proyecto. Antes de que sospecharan sus verdaderas intenciones en sus clases de inglés, les hablaba a sus estudiantes del orgullo que se siente al ir a otras regiones e incluso a otros países y hablar en wayuunaiki. Decía: “Te preguntan que si sabes wayuunaiki y si no sabes, no te van a creer que eres wayuu”.

Luego, durante las clases, Leonidas dejaba talleres en los que los estudiantes no solo debían traducir una oración de español a inglés, sino de inglés a wayuunaiki. “Un ejemplo, una vez les hablé del tiempo en inglés. Luego les pregunté cómo sería esa traducción en wayuunaiki. Ellos se reunían, pensaban y no encontraban la forma de expresar la hora tradicionalmente y vieron que era necesario investigar”, explicó.

Pero se dieron cuenta de que muchas de las palabras en inglés no se pueden traducir al wayuunaiki. En el caso del tiempo, los wayuu no hablan de horas; ellos tienen una medición natural. “La sombra de un árbol y los astros sirve para medir el tiempo. Esto no se puede traducir al inglés”.

Entonces, junto con sus estudiantes, tuvo que encontrar un concepto wayuu que se asemejara al tiempo occidental. Con estos ejercicios, Leonidas no solo les enseñó a sus alumnos las horas en inglés, también logró que volvieran a usar esas palabras que habían olvidado.

Mientras más trabajaba, más comprendía el lío en el que estaba metido. En otro caso, sus estudiantes descubrieron que su lengua materna no tenía las palabras para nombrar los descubrimientos e inventos recientes del hombre occidental. “La palabra ‘celular’ no está en nuestra lengua, y el estudiante me preguntaba ¿cómo podemos encontrarle un nombre? Yo les decía que eso no es fácil, que necesitaría la ayuda de académicos porque no se pueden crear palabras de la nada”.

Sin embargo, como un pequeño acto de rebelión, se está creando un neologismo, es decir, una palabra nueva que aparece en una lengua. “Los mismos estudiantes inventaron una palabra para decir ‘avión’ en wayuunaiki. Pero la creación se dio por imitación, como ‘pájaro que vuela’. Entonces la gente pensó en ponerle un nombre que significara ‘algo que vuela’, pero eso no es específico”.

Mientras Leonidas encuentra el grupo de académicos que le ayude a crear esas nuevas palabras en wayuunaiki con un sustento teórico, espera que más compañeros puedan replicar su proyecto, ya que en el momento solo da sus clases en la sede central a 28 estudiantes. “Tenemos ocho sedes satélites en donde los niños siguen sin aprender wayuunaiki. Tienen una materia de relleno en la que les enseñan sobre la cultura wayuu, pero solo a través de cuentos”.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/ninos-wayuu-aprenden-ingles-para-que-su-lengua-madre-no-muera/597960

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Kenia: Todos los libros del cole en el móvil

África/Kenia/17 Enero 2019/Fuente: El país

Tonee Ndungu llega con una chaqueta de chandal morada con el logo de Kytabu, la aplicación que creó hace seis años en Kenia. Recién llegado de Barcelona de participar en el V Ship2B Impact Forum, un evento donde se presentan start-ups de impacto social. En la sede de la Fundación Open Value, centrada en la filantropía y la inversión de impacto, explica cómo llevó a cabo Kytabu —que en suajili significa libro— y que ha permitido que más de 12.700 estudiantes kenianos hasta el momento puedan tener disponibles en su dispositivo móvil todos los de texto que necesitan en la escuela a un precio muy bajo.

“Un libro puede costar unos seis dólares pero para un curso escolar un estudiante necesita siete manuales de media. Si eso lo multiplicas por los cuatro hijos e hijas que puede tener una familia el precio aumenta muchísimo. Además, a eso hay que sumarle las matriculas de la escuela y los uniformes, por lo que para muchas familias se convierte en una cifra inasumible”, comenta Ndungu.

Este emprendedor nació y creció en Nairobi. Con 13 años, se dio cuenta de que sus problemas de aprendizaje se agudizaban con el paso de los cursos escolares y años más tarde supo que sufría dislexia. “Fui un buen alumno en primaria, cuando había imágenes en los libros y todo se explicaba a través de ellas, pero cuando pasé al instituto se acabaron y todo era texto y más texto. Ahí fue cuando empezaron mis problemas. La dislexia significa que tu puedes leer pero tu mente no sabe ni entiende lo que lees”, explica. Para él, lograr graduarse en la universidad fue un gran reto. Lo hizo en relaciones internacionales y periodismo.

En 2008 creó una techub, un espacio para lanzar al mercado negocios emergentes relacionados con la tecnología. “Ese tipo de negocios eran muy nuevos en África en ese momento y en Kenia estaban empezando a surgir. Logramos crear algo fantástico y en pocos años ganamos cinco millones de euros. Conocí muchos proyectos y me di cuenta que con pequeños avances tecnológicos puedes impactar positivamente en mucha gente”.

Gracias a la aplicación móvil que creó, tanto los escolares en cuyo centro esté implementado el sistema como aquellos que simplemente se descarguen la aplicación, pueden alquilar durante días, semanas o todo un curso escolar, un libro por tan solo unos 0,018 céntimos. “La conversión es ridícula y además no tienes la copia física con los problemas que tiene, por ejemplo, para el transporte”, comenta Tonee y añade que esto permite evitar la obsolescencia del papel que deja los manuales desactualizados.

La aplicación permite que los estudiantes tengan acceso a los libros en suajilii y en inglés, gracias al acuerdo que sustentan con diez editoriales que les han permitido digitalizar mas de 1.700 ejemplares. Además, los profesores suben videos explicativos, gráficos, imágenes y simulacros de exámenes para que los alumnos tengan más herramientas. Los padres también forman parte de este sistema y en las escuelas donde está implantado —174 en la actualidad— pueden seguir la evolución académica de sus hijos, conocer los días que han faltado a clase durante el año y participar en las decisiones del centro. “Queríamos una plataforma en la que estuvieran implicados profesores, alumnos, padres y madres y escuelas, para que pudieran interactuar juntos”, recalca Ndungu.

Para Tonee los principales retos de la educación en Kenia son que, a pesar de que en 2003 se introdujo la educación primaria gratuita en el país, un millón de niños y niñas siguen sin poder acceder a la escuela debido a la distancia entre sus casas y los centros educativos, la baja calidad de la enseñanza y que la educación sigue siendo cara en el país. “Esta aplicación puede ser una herramienta para llegar a esos lugares donde los menores no pueden acceder a la educación por diferentes motivos pero quizás sí dispongan de un teléfono móvil básico”. Según las últimas cifras del gobierno keniano, en 2012 alrededor del 70% de la población ya disponía de un teléfono móvil.

Kytabu utiliza un servicio de suscripción que se basa en el dinero móvil para alquilar los libros y pagar solo por la cantidad de tiempo que quieras utilizarlo. “En Kenia tenemos un sistema muy avanzado de pago a través del móvil por lo que se convierte en tu cartera y en el lugar donde tienes todas tus aplicaciones relacionadas con la salud, financieras, educativas o de ocio. Además, la gente cada vez tiene teléfonos mejores con baterías mas duraderas. Con la entrada de China, ahora puedes encontrar en el mercado móviles a precios muy accesibles, por unos 30 dólares por lo que cada vez más gente dispone de uno”, explica Ndungu. El país ha vivido en la última década una gran revolución tecnológica y el dinero móvil se ha convertido en la lógica financiera de la mayoría de personas en el país. Los pagos móviles se han convertido en la manera de pago más común, porque el acceso a la banca tradicional es más complicado y costoso. Según el GSMA, asociación de operadores móviles y empresas, en 2015, el 59% de la población adulta de Kenia utilizaba algún servicio de dinero móvil.

“El futuro de la educación es conectarla a los trabajos del futuro. Hay que educar a los africanos y africanas para que sean participes de estos nuevos empleos que están surgiendo. Somos el continente con mayor número de gente joven”, una generación que para Tonee va a cambiar su realidad y la del mundo.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/01/04/planeta_futuro/1546621535_929098.html

Imagen: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/01/04/planeta_futuro/1546621535_929098_1546621926_noticia_normal.jpg

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La Escuela de los Colores

Por: Tamara Smerling

En el partido de La Matanza, a solo treinta kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, funciona la Escuela Especial N° 516 de Villa Scasso que se erige, desde hace quince años, en una de las barriadas más pobres y olvidadas en el Conurbano de la provincia. En un territorio donde opera una doble exclusión –la discapacidad y la pobreza– sus maestros lograron romper con algunos estigmas, se propusieron resignificar los diagnósticos de sus alumnos y reinventar la vieja tradición de la escuela especial con ritmos propios, escenas inéditas y una gran participación popular.

En otros tiempos, cuando despuntaba el nuevo siglo y la crisis de 2001 estaba en carne viva, la Escuela N° 516 de Villa Scasso, en el partido de La Matanza –una de las barriadas más pobladas y pobres del Conurbano de la provincia de Buenos Aires– era conocida como La Escuela de los Locos. Sin embargo, después de quince años, hoy, se la nombra de otro modo: La Escuela de los Colores. “Nosotros trabajamos en una barrio muy vulnerable, en una región muy compleja, donde todo el tiempo se presentan situaciones que exceden la educación especial. Nos propusimos ampliar esas relaciones educativas con la comunidad, porque si solo alojábamos a los chicos con una discapacidad, un montón de otros niños del barrio se iban a quedar afuera. Fueron varios movimientos, como docentes y trabajadores, que se produjeron hasta lograr asir a esta escuela dentro de la comunidad. Lo que buscábamos, en definitiva, era que fuera una escuela abierta”.

El director, Sebastián Urquiza, habla pausado y seguro. Dice que antes de llegar a Villa Scasso, se abotonaba su guardapolvo blanco, tomaba exámenes, llenaba formularios. Sus veinte años como maestro de escuelas especiales lo llevaban, sin embargo, a hacerse ciertas preguntas. Un quiebre en su recorrido permitió cambiar de rumbo y dejar lugar a las discusiones o las dudas. “Las biografías se van construyendo, también, de acuerdo a los contextos, el encuentro con los otros, los propios recorridos. Me acuerdo que pensaba, sí, en qué escuela me gustaría trabajar. No sé, bien idealista. Eso empezó por guiar muchas de las prácticas en esta escuela, desde su propio surgimiento, por eso no se trata de una experiencia o una fórmula extrapolable. En la matrícula se puede ver que hay chicos que tienen alguna discapacidad pero que eso excede para lo que fue creada esta escuela. No es que lo pensamos de antemano, el contexto fue presentando ciertas situaciones: o acatábamos lo que dicen las normativas o nos dábamos permiso para pensar nuevas formas posibles”.

Ese pensamiento de otras formas posibles fue, en definitiva, lo que produjo una de las primeras marcas de esta escuela: no solo diferenciarse por los rojos, azules, amarillos, negros y blancos –que recuerdan la obra del artista plástico Piet Mondrian–, si no la posibilidad que permite, desde unas cuadras antes, cuando el campo gris, el olor de los basurales y las calles de la tierra ralean, asomarse a la puerta abierta y colorida de esta escuela. “Esta escuela es especial por la experiencia igualitaria que construye, no por el hecho de pertenecer a la educación especial. La clave es el movimiento: no hay una receta, no hay un modo de hacer escrito, no hay ninguna fórmula. Es un modo de habitar la educación, de preguntarse por los sentidos y por el hacer, todo el tiempo”, dice Patricia Redondo, doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad de La Plata, pedagoga e investigadora del área de Educación de FLACSO Argentina y co-directora de “Infancia, Educación y Pedagogía”, que realizó su trabajo de investigación sobre esta escuela y, ahora, publicó un libro que recoge esta experiencia: La escuela con los pies en el aire. Hacer escuela, entre la desigualdad y la emancipación, editado por el Núcleo de Estudos de Filosofias e Infâncias (NEFI), de la Universidad Federal de Río de Janeiro, que coordina Walter Kohen.

¿En qué consiste una escuela con niños y niñas sin diagnósticos?

(Urquiza) No existe una formación específica ni un manual de cómo comportarse dentro de la escuela: somos maestros de educación especial. Si, por ejemplo, llega alguien nuevo a la escuela, lo que buscamos es que se deje llevar por la experiencia, por ver cómo funcionan las clases, cómo son las prácticas del equipo de trabajo. Algunos docentes entran, ven esta modalidad y, directamente, se van. Otros, en cambio, se enamoran de la experiencia y cuando los convocan de otras escuelas eligen quedarse acá. —(Redondo) Esta escuela tiene unos efectos educativos inéditos. Es decir, en vez de patologizar a la infancia, la ubica en una posición de igualdad. Se desplazan las miradas.

En esta escuela se habla de los niños y las niñas, los adolescentes y los jóvenes en pie de igualdad. De hecho, en un simposio de Filosofía e Infancia al que fueron invitados hace unos años no solo viajaron cinco o seis adolescentes y cinco o seis maestros: entre los elegidos para narrar la experiencia estaba también la cocinera. En esta escuela todos ocupan una posición educadora, todos amarran y filian a estas infancias populares, desde quien cocina o amasa el pan hasta quien prepara un taller de arte.

¿Cómo se forma el resto del personal que concurre a la escuela: auxiliares, porteros, cocineros, que se relacionan con los niños?

(Urquiza) Tenemos, en todo caso, algunos supuestos que son irrenunciables, pero que tienen una relación directa con la práctica, con unas ganas de contagiar o compartir. Existe una ‘bajada de línea’ pero es colectiva. Aunque me propusiera, como director, dejarlo anotado en un cuaderno, no necesariamente eso después será tomado al pie de la letra. Digamos que la coordinación general de la escuela intenta tener sus funciones repartidas, ser compartida y horizontal, es un producto de largas discusiones, aunque conozca bien cuáles son mis funciones como director. Hay algo en la trama vincular donde la escuela se asienta y que no es mágico o tiene una receta: hubo muchas discusiones entre nosotros, por años, de pensar la escuela como un espacio público.

(Redondo) La escuela creó su propia panadería en 2003 o 2004, en plena crisis, porque era necesario para el barrio: el que abre la escuela bien temprano es, hoy, el mismo panadero y se puede ver cómo los vecinos llegan solo para comprar el pan recién horneado. La cocina además está al lado del comedor: los chicos acceden todo el tiempo. No es un lugar que está vedado, es un espacio por donde circula la escuela. Yo creo que hay un proceso de formación propio que se da en el trabajo de la escuela y en tomar los saberes populares: es un pensar, todo el tiempo, colectivo, sin distinciones jerárquicas. No conozco otra escuela igual.

La Educación Normal / La Educación Especial

El Sistema de Educación Especial, en la provincia de Buenos Aires, tiene determinadas características: los centros son diferenciados por las discapacidades de los niños y las niñas: motrices, auditivas, cognitivas, visuales. Funcionan como sede y también una parte de su tarea se organiza en el trabajo compartido con otras instituciones de diferentes niveles, donde los alumnos se integran en los jardines de infantes, las escuelas primarias, secundarias o de adultos. Solo en el partido de La Matanza existen, hoy, 23 escuelas especiales. Los chicos que no logran ser “integrados” en las escuelas comunes recalan en las especiales. La Escuela de Villa Scasso responde a este sistema y fue creada, formalmente, para atender las necesidades de los chicos con alguna discapacidad cognitiva o intelectual: en la carta de creación figura como “retraso mental”. Solo que sus maestros se propusieron desarmar esas formas escolares tradicionales, instituidas por la modalidad de la educación especial y, en cambio, interrumpir y pensar en otros espacios que dialogan con una nueva intencionalidad.

En la escuela, cada grupo de alumnos está a cargo de una pareja pedagógica. Funciona en dos turnos, mañana y tarde, en seis grupos de alumnos. Una parte de los docentes trabaja también en el territorio o junto a otras instituciones en las integraciones de los chicos en las escuelas “comunes”. La labor le permitió a Patricia Redondo interpelar sobre las tensiones entre educación e infancias, exclusión y pobreza, inclusión y discapacidad, en una indagación casi etnográfica, y que rememora, también, los modos de nombrar la escuela en otros tiempos: “La escuela del fondo del fondo”, como un modo de imaginar otros modos posibles en estos barrios “desheredados de derechos” para referirse a los territorios que suelen calificarse comúnmente como “marginales” o “peligrosos”.

Uno de los casos más emblemáticos quizás fue el de un niño, sordo, que era conocido por todo el barrio. La escuela donde estaba matriculado, dedicada a los niños con dificultades auditivas, quedaba a doce kilómetros de su casa. El chico deambulaba por el barrio, sin ir a la escuela –que abandonó finalmente por la distancia— hasta que en la 516 encontró su propio espacio. “Si hay un chico sordo que vive a cuatro cuadras de la escuela y le corresponde ir a una que queda a doce kilómetros, lo alojamos en la nuestra porque estaba sin escolaridad porque no podía viajar tan lejos”, dice Urquiza, quien contó que el joven formó parte, incluso, de una orquesta que, una década después, lo llevó a conocer Corea.

¿Cómo funciona una escuela especial con niños sin diagnósticos en una sociedad que segrega o divide? ¿En qué se manifiesta esa “no” calificación de la discapacidad donde ser nombrado o categorizado solo por la diferencia?

(Urquiza) Nuestra formación es muy específica, en este sentido, porque la discapacidad se relaciona siempre con cuestiones médicas. Lo que buscamos fue desarmar esos diagnósticos y no propiciar una pedagogía especial si no que los chicos con una discapacidad pudieran aprender como cualquier otro niño. Si bien convivimos con situaciones muy complejas, no quisimos ver las limitaciones. Una maestra, por ejemplo, con un niño que no lee, o tiene TGD o TDA, o cualquier de esas siglas, podría desistir de su propósito por solo ver las limitaciones. En cambio, si lo que la mueve es el deseo quizás encuentre cuál es el modo. Si solo veo las limitaciones físicas o neurológicas y pongo ese filtro entonces me pierdo del resto. No nos interesa poner el diagnóstico –tiene tal síndrome o este déficit—por delante. No porque un chico, necesariamente, no sepa leer entonces no podrá disfrutar de la escucha de un poema.

Lo mismo ocurre en el caso de la música ¿no?

(Urquiza) Claro. Tenemos, por ejemplo, una orquesta donde participan alumnos de nuestra escuela, madres y padres de la comunidad o chicos de otras escuelas comunes del barrio. También llegan chicos que no van más a la escuela y que están deambulando por la calle, y en la orquesta encuentran un espacio que les permite expresar algo que quizás en otro sitio no sale. Nos pasó también que chicos que no saben leer, aquí, miran las partituras y tocan sus instrumentos. En un momento, cuando armamos la orquesta, le avisamos al Ministerio para que nos enviaran los instrumentos: al ser una escuela especial solo llegaron elementos de percusión. No sé, simplemente asociaron la discapacidad con lo básico o lo simple. Después, insistimos, les dijimos que queríamos todos los instrumentos, y llegaron oboes, violines, cellos. Es impresionante ver como los chicos los cuidan, nunca tuvieron una rotura, quizás hasta valen más que la casa donde viven.

La disputa por la exclusión y la igualdad

“Una abuela se acercó, durante las celebraciones por los quince años, y dijo que su nieto no hablaba cuando entró a la escuela y que ahora está por egresar del secundario. Eso para un barrio donde todo es muy difícil alcanzar es muy fuerte. Esta escuela propulsa la posibilidad de una pedagogía que interrumpe la lógica de a mayor desigualdad, mayor empobrecimiento –dice Redondo—. Es decir, que disputa la igualdad al mismo tiempo que produce actos de verificación de la igualdad. Esto es, al menos en el campo educativo, lo que planteo: uno puede disputar los sentidos de la igualdad, al denunciar los efectos traumáticos en la vida de los niños (más los niños de la educación especial donde la exclusión es doble o donde el límite entre pobreza y discapacidad se torna complicado porque hacen derivaciones de otras escuelas). El trabajo es uno solo pero el tema es reconocer la igualdad de las mentes, como dice Jacques Rancière”.

La verificación de esas prácticas –y esos saberes– esta investigadora se los topó un martes por la mañana, cuando en la escuela estaban desplegados los juegos de mesa. En una de las esquinas del comedor, dos adolescentes pintaban frente a sus atriles. Una de ellas dibujaba con trazos precisos y bellos. Patricia Redondo se acercó y les preguntó, sigilosa, si era posible tomar una foto. Una de las chicas giró la cabeza, la miró y le sonrió. La otra, en cambio, largó una carcajada estruendosa. Tomó la imagen cuando asintieron y dio vuelta su cámara para mostrarles la foto. Una de ellas le aclaró que la otra no escuchaba: era completamente sorda. Fue el modo que, de manera accidental, la docente reconoció la dificultad de estas alumnas: el resto de los maestros nunca comentó ni señaló los obstáculos de las chicas. Solo hicieron hincapié en sus logros. Esa observación, de repente, no solo le permitió indagar en las reflexiones sobre la construcción de la igualdad y la diferencia, también modificó su posición sobre la discapacidad.

¿Cómo es la relación de las familias con el colegio? ¿Y cómo trabajan en las admisiones de los alumnos que quieren ingresar a esta escuela?

(Urquiza) En las admisiones, logramos dar vuelta este punto. En lugar de mantener entrevistas, que suelen ser acartonadas o incómodas, vamos de visita a la casa de los alumnos que desean inscribirse en la escuela. Es muy interesante porque conocemos dónde viven, con quiénes, aparecen cosas muy diferentes a una entrevista dentro de la escuela. En algunas ocasiones son en barrios muy alejados o en asentamientos muy precarios. Lo hacemos, además, con algunos de los chicos más grandes, los jóvenes o adolescentes, para que les cuenten desde su experiencia de qué trata esta escuela y después, una vez que entran, ya conocen a alguien. En la escuela no agrupamos a los chicos por su discapacidad o por la edad, tratamos que haya un ordenamiento cronológico pero lo trabajamos por los intereses o sus afinidades, buscamos ser un poco más flexibles. En ese caso, hasta los chicos más grandes opinan en qué grupo o con qué docente se encontrarán más a gusto. Se horizontalizan las relaciones al interior de la escuela y los pibes están felices de formar parte de estas admisiones con los maestros.

(Redondo) Se modifican las categorizaciones de la discapacidad: los niños son quienes guían a sus maestros en la llegada a esas viviendas. Sin GPS ni mapas. Le otorgan la confianza a la capacidad de sus estudiantes: es un reto pedagógico importante, donde se piensa la relación educativa y se invierten los roles. Es el niño el que guía a su maestro: se divierten. Está muy presente el humor y el placer, no solo es sacrificio y esfuerzo. Además, las familias son interpeladas por esta escuela. No son alojadas desde la culpa o no se les reclama el pago de la cooperadora. Son recibidas en el sentido más profundo de la hospitalidad. En ese sentido, la experiencia de la igualdad creo que modifica.

¿De qué manera se desarma el estigma que cargan este tipo de escuelas y donde opera una doble exclusión entre los niños que tienen algún discapacidad y además viven en barrios muy vulnerables?

(Urquiza) Esta escuela cargó, desde sus inicios, con ese estigma: en el barrio era llamada “La escuela de los locos”. Ahora la llaman “La escuela de la orquesta” o “La escuela de los colores”. Es decir, a ninguna familia le gusta que su hijo asista a una escuela especial: quizás ya pasaron por la común y los echaron o los derivaron acá. No suele ser un lugar buscado o deseado por los padres y, además, está colmado de fantasías. Nadie habla de la “escuela especial”. Fue entonces que nos propusimos pensar en una escuela que fuera parte de la comunidad, en un espacio donde reparar ese dolor y ese orgullo de que el hijo esté dentro de esta escuela. Si bien existe una segregación (eso es indudable, porque aún permanecen las escuelas comunes y las especiales), por lo menos tratamos que lo que acontece en estas aulas los distienda o los relaje en relación al resto de las peregrinaciones que deben hacer las familias por los médicos, los hospitales, las obras sociales o las terapias para sus hijos. Nos propusimos, al menos, generar un circuito diferente, donde se pueda ver una escuela de la comunidad, del barrio, donde aprender, jugar, escuchar música, donde te llamen por tu nombre o te reciban con una sonrisa, donde las puertas permanezcan abiertas y los vecinos, aún los que no tienen hijos en esta escuela, se acerquen a comprar el pan recién horneado. La escuela como un espacio público, donde pueda ser disfrutado y compartido con otros.

(Redondo) Tengo muchos ejemplos. Hace poco fueron a la Catedral de La Plata y vieron que sobre la entrada había gárgolas. El profesor de Plástica les propuso ver cuáles serían las figuras de protección de la escuela y los chicos dijeron que los caballos (en los barrios populares los caballos sirven para el trabajo, el acarreo de basura, los traslados). Entonces, ahora, cuando entrás a la escuelas ves que hay dos cabezas de caballos hechas por los mismos niños en el Espacio de Pensamientos Indómitos. Esa apropiación cultural, poner en nombre propio, la vida de los chicos, los signos culturales, la identidad del barrio (cargado como peligroso, estigmatizado) y los aprendizajes de otros mundos posibles. Todo eso con algo que se pone en valor, se comparte y, además, se hace público, es un resumen educativo extraordinario.

¿En qué medida en este contexto de corrimiento del Estado de ciertas prácticas (salud, educación, discapacidad) incide en la escuela de las periferias de las grandes ciudades?

(Urquiza) Los docentes, en su mayor parte, vivimos en La Matanza, pero en barrios más alejados. La llegada a la escuela se hace desde unas treinta cuadras, desde la ruta. Es un paisaje que se pone hostil: se ven los carros, el gris, la gente que revuelve la basura, los caballos. Es un paisaje desolador. Si la escuela no estuviera pintada de colores creo que se mimetizaría con todo esto. Estoy convencido que la escuela, justamente, tiene que mostrar otro paisaje, tiene que poder viajar y mostrar otras realidades. Al menos, viajar dentro de la escuela. No erigirse como un espacio aislado pero si ofrecer otro modo de mirar el mundo, que deje un margen para bancar otras cuestiones porque los docentes, los chicos y las familias la están pasando mal. En ese sentido, creo que los adultos también tienen que ser cuidados, porque ellos después serán quienes cuiden a sus hijos y si no se arma un círculo muy hostil. La escuela, en cambio, puede ser diferente: estéticamente bella, donde circular palabras, música, libros, que pueda ser parte de la experiencia del barrio.

(Redondo) Es una escuela que se sale de los recursos formales, se reinventa con lo que se tiene. Eso no significa que haga una apología de la falta de recursos: porque la biblioteca, que es uno de los pilares, todos los años recibió materiales del Plan Nacional de Lectura. La biblioteca es un espacio que se reinventa todo el tiempo, pero en relación con los libros pudo contar con la previsión de los años pasados por parte del Estado. En la celebración de los quince años, en diciembre pasado, por ejemplo, había un espacio de construcción de historias, donde se proyectaban imágenes de cuadros y, en un marco, las familias iban pasando y sacándose fotos, el equipo de docentes iba construyendo las narraciones junto a ellos. El fondo de la escuela, al principio, era un basural. Ahora se transformó, con los años, en un espacio verde y bello (el verde escasea en los barrios populares), donde los docentes crearon un espacio de pensamientos indómitos con poemas y palabras para armar en el aire. O un picnic para las familias bajo las estrellas. También se propuso otro espacio: un bosque de papel, donde uno podía ir colocando sus deseos y donde un padre escribió: “Hoy descubrí que el futuro existe”.

Patricia Redondo: “En esta escuela pasaba algo diferente y que yo buscaba desde hace mucho tiempo”

En el trabajo de campo, para la tesis de doctorado, Patricia Redondo realizó más de treinta entrevistas en profundidad y compartió las tareas de la escuela, como una observadora, silenciosa, por casi un año. A veces durante tres o cuatro jornadas por semana. En ocasiones, se subió también en los recorridos escolares para llegar a la escuela, desde el itinerario de la combi o una caminata a pie. También realizó las actividades de integración: un viaje a la República del Uruguay, donde un grupo de quince docentes narró la experiencia en primera persona y otro con los alumnos del grupo El Altillo, en 2016, hacia el Tríptico de la Infancia –La Isla de los Inventos, El Jardín de los Niños, La Granja de la Infancia—, en Rosario, Santa Fe, donde fueron recibidos por la ministra de Cultura de la provincia, María de los Ángeles “Chiqui” González.

Su libro La escuela con los pies en el aire. Hacer escuela, entre la desigualdad y la emancipación, editado por el Núcleo de Estudos de Filosofias e Infâncias da Universidade do Estado do Rio de Janeiro (NEFI/UERJ), reúne esta experiencia y lo presentó, como no podía ser de otra manera, en diciembre, para el quince aniversario de la Escuela de Villa Scasso. “La pregunta por la mirada ocupa un lugar primordial en la investigación: la mirada de los maestros y maestras sobre la discapacidad y la educación especial, sobre los alumnos y alumnas con los cuales trabajan, la escuela, las familias y el barrio. Sobre todo, en relación con la tensión entre la igualdad y la desigualdad”, se cuestiona Patricia Redondo.

En el prólogo de este trabajo, Myriam Southwell refiere: “Este modo de hacer escuela que Patricia Redondo nos hace vivir es una muestra potente de una escuela que trabaja –para desarmar- algunas de las expresiones más acuciantes y limitativas de la época que vivimos: el miedo, el desamparo y la soledad de niños, niñas, jóvenes y sus familias. El miedo a no saber, a no poder, a que nos miren y nos muestren nuestras limitaciones, a quedar en el camino; el miedo ha sido un rasgo de enorme presencia en la escuela desde su origen mismo. El miedo de los y las alumnos y alumnas, pero también las y los profesores tienen miedo de no ser buenos profesores, de no poder, de no “dar la talla”, de que no sirva lo que hacen. Y eso lo logra recorriendo un camino que no tiene fórmulas mágicas enlatadas, ni prescripciones que pongan la reflexión fuera de la escuela, ni a través de liderazgos individuales. La opción que pone en funcionamiento es la de desplegar proyectos colectivos”.

¿Cómo comenzó el trabajo con la escuela de Villa Scasso? ¿por qué esa escuela y no otra?

Mi trabajo como maestra rural, durante la dictadura, en Quilmes y Berazategui, me obligó a migrar y recalé en La Matanza. Fue allí donde trabajé como directora en los monoblocks de La Tablada, donde habitan miles de personas, centenares de familias, con un trabajo comunitario muy fuerte. La pregunta que nos atravesaba siempre fue: ¿Qué es lo que puede una escuela, en situaciones complejas o adversas, en territorios marcados por la desigualdad? Esa investigación me llevó a trabajar en estas villas donde el Estado desaparece como tal, claro, a excepción de las fuerzas policiales. En el recorrido por otras experiencias, en América latina y en Argentina, siempre tuve un contacto con escuelas y maestros de La Matanza. En el caso de esta escuela fue su director, en algún momento, quien me pidió si podía acompañar alguna reunión del colectivo de docentes y fue, de ese modo, como conocí la experiencia a partir de recorridos de formación, de experiencias de conversación, y que está escuela siempre tuvo a lo largo de su historia. Es decir, la elección de la escuela fue a partir de haber construido un vinculo a través de los años: yo tenía indicios que en esta escuela pasaba algo diferente y que yo buscaba desde hace mucho tiempo: algo que era del orden de la igualdad. No sabía bien exactamente qué, pero era algo que recogía desde el discurso, entendiéndolo también como una práctica.

¿Por qué en La Matanza, uno de los distritos más densamente poblados y excluidos –históricamente– de la Argentina?

Se trata de un partido muy popular en la provincia de Buenos Aires, donde existen asentamientos en su segundo y tercer cordón, y una población que equipara la de cualquier gran ciudad de la Argentina. Se trata, también, un municipio cargado de historias, memorias, donde los propios docentes han sido –son, históricamente— muy combativos, donde hay toda una disputa de los movimientos sociales y un trabajo sobre el territorio, donde se ocuparon rutas, asambleas, calles. En el mismo instituto, en el corazón de San Justo, estudiaron Mary Sánchez (primera Secretaria General del Sindicato de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires, SUTEBA) y Juan Carlos Tedesco (ex ministro de Educación de la Nación), por lo cual esa elección del municipio, de la escuela, del objeto de investigación, está connotada por una elección que tiene ciertas características en relación a por qué el Cordón 2 de La Matanza, por qué el fondo del fondo en la localización de la escuela. En la jerga de los docentes, hay escuelas del Conurbano que se denominan escuelas del fondo, pero además hay algunas escuelas que se encuentran en el fondo del fondo porque son difícil acceso. Aquí, en La Matanza, es esta escuela pasando la Ruta 3, en el kilómetro 29, en el límite con Cañuelas, donde tenés de la ruta hacia adentro, varios kilómetros para llegar a la institución. Por eso le decimos el fondo del fondo, porque ahora tienen asfalto pero siempre tuvieron calles de barro y cuarenta cuadras eran o para hacerlas caminando o en transportes que a veces entran y otras no. Hoy, la realidad es que tampoco llega el transporte público y los trabajadores deben hacerlo a pie. Son espacios segregados, en cruces, donde confluyen localidades muy populares: González Catán, Laferrere y Rafael Castillo.

¿De qué modo te parece que se avanzó, en este sentido, en la inclusión en los jardines y primarias de la provincia de Buenos Aires? En el libro mencionás, de modo muy interesante, en cómo se piensa la discapacidad, la igualdad y la desigualdad en una escuela especial del Conurbano más pobre y postergado de Buenos Aires. Me imagino que la universalización de la escolaridad, en la Argentina, debe jugar un rol importante en este contexto.

Sí, lo interesante también es que, por la universalización de la escolaridad, en la Argentina, hay escuelas donde no hay ni una sala de primeros auxilios, ni comisarias ni comedores escolares, pero hay escuelas. Está en un barrio históricamente postergado. Los niños salen caminando de la escuela y, a las pocas cuadras, hay residuos en cantidad. Las familias construyen estrategias para esto pero es cierto que el hábitat de los chicos está afectado por las condiciones de vida de la infancia y que inciden, de manera directa, en el derecho a la educación. Sin embargo, es muy importante señalar que los maestros llegan a dar clases todos los días, porque en la provincia de Buenos Aires nunca se ha reconocido lo suficiente a los docentes de las escuelas rurales. Entre 2003 y 2015 se mejoraron los accesos y las estructuras, se crearon hospitales más próximos, se creó la Ley de Asignación Universal por Hijo (AUH) y las cooperativas tuvieron una impronta muy fuerte. Eso se vio como incidencia en la vida cotidiana de los chicos y se ve cómo, ahora, está otra vez devastado.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/01/14/la-escuela-de-los-colores/

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Otro horizonte para la educación mexicana

Por: Juan Carlos Yáñez

México vivirá una etapa distinta en su sistema educativo, con un discurso transformador, pero perfiles difusos en la caracterización de lo que denominan la “nueva escuela mexicana”.

En su tercera campaña por la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tomó a la reforma educativa de Enrique Peña Nieto como uno de sus principales focos de cuestionamiento. Prometió que suprimiría lo que reiteradamente calificó como “mal llamada reforma educativa”. Con ese discurso acercó posiciones con el sector más radicalizado del magisterio, agrupado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); con un grupo numeroso de académicos críticos con el gobierno priista (del Partido Revolucionario Institucional), y con Elba Esther Gordillo, antigua y poderosa dirigente de la organización gremial más numerosa de Latinoamérica, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encarcelada apenas proclamarse la reforma, ahora libre. Por ello, al firmar la iniciativa entregada en los primeros días de diciembre al Congreso de la Unión, aseguró que cumplía su palabra.

La iniciativa será discutida en febrero en las cámaras de senadores y diputados, y luego, de aprobarse, deberá autorizarse por un mínimo de 17 de 32 congresos de los estados del país, para proceder a la reforma constitucional.

El origen

La iniciativa turnada para discusión tiene bases visibles, además de la promesa electoral: la consulta nacional, autocalificada como sin precedentes, con la cual recogieron más de un millón de “propuestas” (textos brevísimos que debían leerse en 3 minutos frente a 600 o más de 1000 personas en foros organizados en las universidades públicas estatales); la narrativa para colocar punto final y comenzar otro capítulo de la historia, ejemplificado en la declaración del coordinador de los diputados del partido gobernante, quien afirmó que, de la anterior reforma, “no quedaría ni una coma”, al mismo tiempo que se realizaban los foros de consulta y se recogían las expresiones sociales.

El contenido

La iniciativa de AMLO, concebida como “proyecto alterno”, ha sido aplaudida por preponderar el interés superior de niños y jóvenes. También, por el reconocimiento al magisterio y la necesidad de su revalorización (pretensión que ya estaba en el Acuerdo para la Modernización de la Educación Básica, signado a principios de la década de 1990 entre el PRI y el SNTE de Elba Esther Gordillo), así como un sistema de formación continua (contenido en la reforma en extinción, aunque débilmente articulado).

Una novedad y gran desafío: postula que la enseñanza superior será gratuita y obligatoria, para lo cual, se crearán 100 universidades pequeñas dentro de una red en ciudades medianas y donde no exista oferta universitaria; así como un amplio programa de becas a todos los estudiantes de educación media superior (15-17 años).

La pretensión de reforzar la enseñanza superior contrastó con el amago de desaparecer la educación inicial (0-3 años). Se contradice con el Presupuesto de Egresos entregada a la Cámara de Diputados el 15 de diciembre, documento que contiene el proyecto de gastos para 2019, en el cual sufrieron inicialmente recortes las grandes universidades nacionales (UNAM, Universidad Autónoma Metropolitana, Universidad Pedagógica Nacional e Instituto Politécnico Nacional), así como las universidades públicas estatales, que de inmediato expresaron su desacuerdo a través del órgano que las agrupa, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ante quienes AMLO había prometido no afectar presupuestos. Por la presión mediática e institucional, el gobierno reculó y les otorgó el mismo presupuesto que 2018, aunque con los efectos inflacionarios disminuirá en términos reales.

Fue el segundo desencuentro del nuevo gobierno con las universidades. El primero, el 12 de diciembre, cuando la iniciativa suprimía de la Constitución general el apartado que consagra la autonomía universitaria, larga conquista que ni los gobiernos más autoritarios se atrevieron a tocar por el enorme poder de movilización y conflictividad que les representaría un enfrentamiento con los universitarios. Ante el hecho, el gobierno rectificó y minimizó señalándolo como una errata.

Otra decisión que despertó polémica es la eliminación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), creado en 2002, y al que la reforma anterior concedió autonomía para desligarlo de la órbita de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y convertirlo en una entidad independiente en la evaluación de componentes, procesos y resultados del sistema educativo. En su lugar, se crearía una instancia subordinada a la SEP, lo que analistas políticos y educativos equiparan a que sea el gobierno quien organice y califique las elecciones. A pesar de sus aportes innegables en distintos campos (producción de información sólida, evaluaciones de estudiantes y condiciones, elaboración de indicadores y reportes, recomendaciones de política, entre otros), al INEE se le achacan, imprecisamente, las dificultades derivadas de la evaluación docente y su “carácter punitivo”.

Palabras finales

México vivirá una etapa distinta en su sistema educativo, con un discurso transformador, pero perfiles difusos en la caracterización de lo que denominan la “nueva escuela mexicana”, combinación de propuestas del pasado que dicen erradicar e intenciones retóricas vagas, con otros tantos lugares comunes, aderezados con desatinos como la afirmación del secretario de Educación, admitiendo que ahora no solo será válido sino que se deberá “copiar” en los exámenes; y lo más delicado, un presupuesto para 2019 que contradice las promesas de revalorar al magisterio y apostar a su formación, con recursos financieros recortados. Una nueva era plagada de buenas intenciones discursivas que pronto se convertirán en hechos o contradicciones.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/01/11/otro-horizonte-para-la-educacion-mexicana/

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