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Ucrania: Casi 1.000 niños muertos o heridos en 6 meses

Al menos 972 niños en Ucrania han muerto o han resultado heridos por la violencia desde que la guerra se intensificó hace seis meses, una media de más de cinco niños muertos o heridos cada día.

La guerra en Ucrania ha dejado casi 1.000 niños muertos o heridos. Y estas son solo las cifras que la ONU ha podido verificar. Creemos que el número real es mucho mayor.

El uso de armas explosivas ha causado la mayoría de las víctimas infantiles. Estas armas no discriminan entre civiles y combatientes, especialmente cuando se utilizan en zonas pobladas, como ha ocurrido en Ucrania: en MariupolLuhanskKremenchuk y Vinnytsia. La lista es interminable.

«Una vez más, como en todas las guerras, las decisiones imprudentes de los adultos están poniendo a los niños en un riesgo extremo. No hay ninguna operación armada de este tipo que no provoque daños a los niños», ha explicado nuestra directora ejecutiva global, Catherine Russell.

No hay ninguna operación armada que no provoque daños a los niños

«Mientras tanto, más allá del horror de los niños que mueren o resultan heridos físicamente en los ataques, casi todos los niños de Ucrania han estado expuestos a acontecimientos profundamente angustiosos, y los que huyen de la violencia corren un riesgo considerable de separación familiarviolenciaabusosexplotación sexual y tráfico de personas«, ha añadido.

Nuestra directora también ha querido recordar que el inicio del curso escolar dentro de poco más de una semana será un duro recordatorio de lo mucho que han perdido los niños en Ucrania.

El sistema educativo ucraniano, devastado

«El sistema educativo ucraniano ha sido devastado por la escalada de las hostilidades en todo el país. Las escuelas han sido objeto de ataques o han sido utilizadas por las partes, por lo que las familias no se sienten seguras para enviar a sus hijos a la escuela. Calculamos que 1 de cada 10 escuelas ha sido dañada o destruida. Todos los niños deben ir a la escuela y aprender, incluidos los niños atrapados en situaciones de emergencia. Los niños de Ucrania y los desplazados por esta guerra no son una excepción», ha afirmado Russell.

El trabajo de UNICEF para apoyar a los niños de Ucrania

Paloma Escudero en el almacén de suministros de UNICEF

Como explica nuestra directora de Comunicación a nivel global, Paloma Escudero, en UNICEF trabajamos sin descanso con nuestros aliados para ampliar los programas que salvan vidas de niños y niñas de Ucrania dentro y fuera del país.

Dentro de Ucrania, hemos:

  • Proporcionado material didáctico a cerca de 290.000 niños y niñas, e involucrado a más de 402.000 en la educación formal y no formal.
  • Llegado a más de 1,4 millones de niños y cuidadores con salud mental y apoyo psicosocial.
  • Llegado a más de 52.000 mujeres y niños con servicios de respuesta a la violencia de género.
  • Facilitado el acceso al agua potable a más de 3,4 millones de personas en Ucrania que viven en zonas donde las redes han sido dañadas o destruidas.
  • Proporcionado suministros de saneamiento e higiene a casi 455.000 personas.
  • Distribuido suministros sanitarios y médicos para salvar vidas a casi 4 millones de personas en las zonas afectadas por la guerra.
  • Llegado a más de 422.000 personas con ayuda monetaria polivalente dentro de Ucrania.

Desde UNICEF seguimos pidiendo un alto el fuego inmediato en Ucrania y que se proteja a todos los niños de cualquier daño. Esto incluye poner fin al uso brutal de armas explosivas en zonas pobladas y a los ataques contra instalaciones e infraestructuras civiles.

Los niños de Ucrania necesitan urgentemente seguridad, estabilidad, acceso a un aprendizaje seguro, servicios de protección infantil y apoyo psicosocial. Pero más que nada, los niños de Ucrania necesitan paz.

Fuente de la información e imagen: https://www.unicef.es

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UNICEF denuncia que el uso de armas explosivas en Ucrania está matando y mutilando a niños

 

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado este martes que el uso de armas explosivas en Ucrania está matando y mutilando a niños e impidiéndoles regresar «a cualquier tipo de vida normal». Según las últimas cifras de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), desde el inicio de la guerra un total de 277 niños han muerto y otros 456 han resultado heridos, en su mayoría debido al uso de explosivos en zonas urbanas edificadas.

Fuente de la información e imagen: https://www.europapress.es

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UNICEF: Muertes infantiles por desnutrición

El alza de los precios de los alimentos por la guerra en Ucrania y los recortes presupuestarios de la pandemia, aumentan la necesidad de tratamientos alimentarios y disparan su coste.

La desnutrición aguda grave es la forma más letal de desnutrición y una de las principales amenazas para la supervivencia infantil.
Alrededor de 1 de cada 5 muertes entre los niños menores de 5 años se atribuyen a esta causa, provocada por la falta de alimentos nutritivos y episodios repetidos de enfermedades como la diarrea, el sarampión y la malaria que, a su vez, comprometen la inmunidad de un niño.
A diferencia de la hambruna o el hambre, relativamente pocas personas han oído hablar de la desnutrición aguda grave, a pesar de que afecta a alrededor de 13,6 millones de niños menores de 5 años en todo el mundo.
No hay una única razón que explique esta problemática. “Antes de la guerra en Ucrania, los conflictos, las crisis climáticas y la COVID-19 ya estaban causando estragos en la capacidad de las familias para alimentar a sus hijos”, explica la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “El mundo se está convirtiendo rápidamente en un polvorín de muertes infantiles evitables y de niños que sufren desnutrición aguda”.

Con tantos países que dependen en gran medida de las exportaciones de Ucrania y Rusia, la guerra amenaza con sumir al mundo aún más profundamente en una crisis alimentaria.

Mientras tanto, se proyecta que el precio de los alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF) aumentará en los próximos meses, poniendo en riesgo aún más vidas de niños. En la actualidad, al menos 10 millones de niños con desnutrición aguda grave (o 2 de cada 3) carecen de acceso al tratamiento más eficaz contra esta lacra.

Un problema cada vez mayor…

Un campo de desplazados internos en Etiopía.

©UNICEF/UN0631313/Sewunet

La desnutrición aguda no solo está aumentando en los países que enfrentan crisis humanitarias. Otras regiones, incluidas algunas relativamente estables, han visto un aumento en la desnutrición aguda infantil en más del 40%.

Por ejemplo, en Uganda ha aumentado en alrededor del 60% desde 2016.

Asia Meridional sigue siendo el “epicentro” de la desnutrición aguda grave, ya que aproximadamente 1 de cada 22 niños la sufre, el triple que en África Subsahariana. Y en el resto del mundo, los países afrontan tasas históricamente altas de este tipo de desnutrición.

En Afganistán, por ejemplo, se prevé que 1,1 millones de niños sufran desnutrición aguda grave este año, casi el doble que en 2018.

Por otro lado, la sequía en el Cuerno de África podría causar un rápido aumento de casos, pasando de 1,7 millones a 2 millones, mientras que en el Sahel se prevé un aumento del 26% en comparación con 2018.

… y en gran parte invisible

Una niña que sufre desnutrición aguda en Camboya.

©UNICEF/UN0403545/Raab

Alrededor de una cuarta parte de los niños que sufren desnutrición aguda grave viven en contextos de emergencia que generan titulares en los medios de comunicación, a menudo con imágenes de niños terriblemente demacrados.

Pero, desafortunadamente, esta situación se da en mayor medida entre los niños más pequeños de las zonas más desatendidas, tanto rurales como urbanas, lejos de las cámaras y las noticias.

9 de cada 10 niños y niñas que reciben tratamiento para recuperarse de la desnutrición, están atrapados en emergencias, a pesar de que tres cuartas partes de los niños que sufren desnutrición aguda grave viven en contextos que no lo son. Esto se debe, principalmente, a que los niños en emergencias complejas enfrentan el mayor riesgo de muerte, especialmente los niños desplazados y vulnerables que están más expuestos a enfermedades.

Pero es prevenible y tratable

Un niño recibe el alimento terapéutico listo para usar en Venezuela.

©UNICEF/UN0497049/Crespo

En 2020, alrededor de 5 millones de niños fueron tratados con alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF), que han demostrado salvar vidas.

Una inversión adicional, relativamente pequeña, reduciría drásticamente las tasas de mortalidad infantil. Y traería beneficios socioeconómicos irrevocables a los niños que necesitan ayuda desesperadamente. Sin embargo, a pesar de la magnitud del problema, la financiación está amenazada.

La ayuda para abordar la desnutrición aguda sigue siendo lamentablemente baja y se prevé que disminuya drásticamente en los próximos años, con pocas esperanzas de recuperar los niveles anteriores a la pandemia antes de 2028. La ayuda mundial destinada a acabar con esta lacra sólo representa el 2,8% del total de la Asistencia Oficial al Desarrollo (AOD) del sector sanitario y el 0,2% del gasto total en AOD.

La realidad es que ya tenemos el conocimiento y las herramientas para salvar cientos de miles de vidas cada año de esta situación tan dolorosa. Acabar con el hambre y la malnutrición en el mundo no ocurrirá de la noche a la mañana. Pero hay mucho que podemos hacer en este momento para evitar que los niños mueran por desnutrición aguda grave.

Si no logramos reducir significativamente el número de niños afectados, la desnutrición aguda grave seguirá poniéndonos un límite en la reducción de las muertes infantiles por otras causas.

¿Qué está haciendo UNICEF?

Un niño en un centro de rehabilitación en Mauritania.

©UNICEF/UNI344662/Pouget

En el sur de Madagascar, UNICEF proporcionó tratamiento a más de 60.000 niños gravemente desnutridos en 2021, cuatro veces el número alcanzado en 2020.

Se llegó a más de 800.000 personas con agua potable, saneamiento y apoyo en materia de higiene. Y 5.000 de los hogares más vulnerables recibieron transferencias de efectivo para ayudar a satisfacer sus necesidades más urgentes.

En el Cuerno de África, estamos apoyando una respuesta integral que abarca la nutrición, agua potable, saneamiento e higiene, la prevención de enfermedades y la seguridad alimentaria.

En Afganistán, lanzamos nuestro mayor llamamiento para llegar a más de 15 millones de personas, incluidos 8 millones de niños y niñas, con asistencia humanitaria en 2022.

En Sudán del Sur, en 2021 tratamos a más de 240.000 niños gravemente desnutridos, el 80% de todos los niños que lo requerían. UNICEF también está llegando a un número récord de familias con medidas de prevención.

“Simplemente no hay ninguna razón para que un niño sufra de desnutrición aguda grave, y menos cuando tenemos la capacidad de prevenirla. Pero hay muy poco tiempo para reactivar un esfuerzo mundial de prevención, detección y tratamiento de la malnutrición antes de que esta situación sea muchísimo peor”, concluyó Russell.

Fuente de la información e imagen: https://www.unicef.es

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Las niñas y las mujeres viven su propia guerra en Ucrania

Por: Efeminista

Las niñas y las mujeres están viviendo su propia guerra en Ucrania, ya que muchas son víctimas de violencia sexual por parte de soldados rusos, según han confirmado las autoridades de ese país y de la ONU.

La defensora del Pueblo de Ucrania, Lyudmyla Denisova, ha asegurado a la BBC que han documentado varios casos desde que se inició la invasión rusa hasta el momento.

«Alrededor de 25 niñas y mujeres de 14 a 24 años fueron víctimas de violación sistemática durante la ocupación en el sótano de una casa en Bucha. Nueve de ellas están embarazadas», ha dicho. «Los soldados rusos les dijeron que las violarían hasta el punto de que no querrían contacto sexual con ningún hombre, para evitar que tuvieran hijos ucranianos».

Sin embargo, no es posible aún determinar una cifra real de víctimas. «Las mujeres tienen miedo de hablar de abuso sexual, por lo que no se puede determinar el número exacto de delitos», ha agregado Denisova.

En su cuenta de Facebook, la funcionaria también ha descrito varios casos que ha conocido. «Una chica de 14 años fue violada por 5 hombres en Bucha. Ella está embarazada ahora. Un niño de 11 años fue violado delante de su madre. Ella estaba atada a una silla para verla, también en Bucha. Una mujer de 20 años, violada por tres ocupantes de todas las formas posibles a la vez. En Irpen».

La guerra de niñas y mujeres en Ucrania

Agencias de Naciones Unidas también han denunciado estos hechos y ya hablan de un «creciente número de informes de violencia sexual» en Ucrania.

El director de Programas de Emergencia de Unicef, Manuel Fontaine, ha expresado especial preocupación por los menores que han tenido que salir de zonas de combates sin sus familias y que se enfrentan a un alto riesgo de «violencia, abuso, explotación o a ser víctima de tráfico».

«Las mujeres se enfrentan a riesgos similares. Estamos extremadamente preocupados por el creciente número de informes de violencia sexual y otras formas de violencia de género», ha agregado.

Al respecto, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, ha dicho que se están recibiendo cada vez más denuncias de violaciones y otros abusos.

«La combinación de desplazamientos masivos con una gran presencia de reclutas y mercenarios, y la brutalidad mostrada contra los civiles ucranianos, ha hecho saltar todas las alarmas», ha señalado Bahous.

Acciones de la comunidad internacional

Días antes, Naciones Unidas ya había señalado que iba a empezar a implementar medidas específicas de género para proteger a las mujeres y niñas desplazadas por la guerra en Ucrania

ONU Mujeres ha enviado expertos de su Comisión de Investigación establecida por el Consejo de Derechos Humanos para «investigar la violencia sexual, el abuso y la explotación de mujeres y niñas en el contexto de la guerra».

«Invertimos en esta labor porque nuestra experiencia nos muestra que para evitar la violencia sexual y de género es imperativo investigar estos crímenes y hacer que sus autores rindan cuentas a los autores por estos abusos fundamentales de los derechos» del colectivo femenino, dijo semanas atrás Bahous.

Fuente de la información e imagen:  https://efeminista.com

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3.000 menores ucranianos ya están escolarizados en España mientras las administraciones intentan organizarse

Por:

  • Poquísimo más de 3.000 chicas y chicos de Ucrania han sido escolarizados en España entre Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, las tres autonomías que más población de este país tenían antes del conflicto que cumple estos días un mes. Las administraciones intentan responder de manera rápida a las necesidades de escolarización y atención emocional de estos menores a la espera de conoceer la inversión desde Europa para hacer frente a esta situación.

Nos han llamado para preguntar si tenemos espacio para acoger alumnado ucraniano». Esta frase ha sido pronunciada en los últimos días por muchos equipos directivos de territorios que van desde Castellón hasta Leganés, pasando por media Cataluña. Las administraciones educativas andan en busca de centros para poder escolarizar alumnado provinientde Ucrania. No es tarea fácil. Recortes sobre recortes, aumento de ratios y restricciones pandémicas se lo han puesto muy complicado.

Desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid confirman que han pasado días haciendo «batidas» para conocer la capacidad de los centros de la región para escolarizar a estos menores. Hasta la fecha, según sus datos, hay 763 chicas y chicos. Buena parte, según parece, en el distrito obrero de Villaverde, en la capital.

En localidades como Torrevieja (Alicante), en la que hay varios miles de ucranianos residentes, llevan días preparando la llegada de decenas de chicas y chicos. La labor conjunta de la Conselleria de Educacación, el Ayundamiento, la Asociación local de ucranianos, los centros educativos y hasta las y los comerciantes ha hecho posible que esta llegada tenga cierto sentido. En la Comunitat Valenciana, según datos oficiales, se ha matriculado a 1.067 menores ucranianos hasta la fecha.

Horacio Antonio Moralejo es director del IES Las Lagunas. Explica a este periodista que el pasado viernes organizaron una suerte de jornada de puertas abiertas, de momento de presentación para las seis personas que han matriculado en su centro y para sus familias. Además de un acto por la paz en el que participaron, les enseñaron el centro, les explicaron qué harán durante las próximas semanas y les facilitaron material escolar para poder comenzar su escolarización en el centro.

El objetivo primero y primordial es que esas chicas y chicos aprendan lo antes posible el castellano. Lo harán, según explica, en grupo en los que estarán estos alumnos con docentes que se contratarán de manera específica del ámbito sociolingüístico y cientifico y que tengan, además, certificación en inglés para tener las mayores posibilidades de comunicación.

Mascarillas FFP2, mochilas, manuales de español o material de papelería es lo que entregaron en el IES La Laguna de Torrevieja a los chicos y chicas venidas de Ucrania. Imagen cedida

Les han preparado también, una especie de pack de bienvenida con todo el material de papelería que les pueda hacer falta, desde mochilas, cuadernos, bolígrafos o lápices (una papelería de la localidad ha donado la mitad del coste para hacerlo posible), y material para el aprendizaje del español.

Además de preparar el terreno en lo educativo, cuenta Moralejo, uno de los puntos clave será el acompañamiento socioecmocional. No dejan de ser chavales y chavalas venidos de un territorio en guerra. De momento no saben en qué condiciones les van a llegar estas chicas y chicos. Es algo que tendrán que ir gestionando con el paso de los días y de las semanas.

Álvaro Ferrer es especialista en Equidad Educativa de Educación en Save the Children. La organización no hace incidencia en relación a las personas que piden ayuda internacional, pero sí están haciendo trabajo en las fronteras de Ucrania con Rumanía y Polonia, además de tener proyectos en España que puedan ser utilizados para atender a quienes vienen desde el país eslavo.

Ferrer explica que lo idóneo sería agrupar a este alumnado dentro del grupo de referencia y no por separado porque el efecto protector del grupo puede llegar a ser muy importante. También lo sería el hecho de que, además de centrarse en la enseñanza del español, no se dejase a un lado el resto de las materias. Eso sí, haría falta personal suficiente para que las ratios previas no fueran un problema. A pesar de que el sistema elegido de esa especie de grupos de acogida que ya anunciara también Pilar Alegría hace unos días no es por el que apuestan desde Save the Children, ven que si la opción es esta por la altura del curso en la que están los centros y no se alargarse más allá del mes de septiembre, sería factible.

Desde Cataluña, según fuentes de la Conselleria de Educación, se está haciendo el esfuerzo de matricular a todo el alumnado independientemente de que no tenga toda la documentación que habitualmente es necesaria para hacerlo. Hasta ahora, según datos oficiales, hay 1.187 menores. La premisa es escolarizar a todo el mundo lo antes posible, no separar a las y los hermanos y favorecer en la medida de lo posible el reagrupamiento familiar.

También se quiere hacer el esfuerzo de que las y los niños sean escolarizados de la manera más equilibrada posible evitando que los posibles guetos urbanos se ceben en unos centros frente a otros. Desde Torrevieja, Horacio comenta que allí se ha hecho lo mismo, de manera que los centros de secundaria (cinco en la localidad) tengan un cierto equilibrio en la recepción de las y los chicos, para «evitar que uno tenga a 30 o otro a dos», comenta.

La dificultad de esas decisiones empieza ya a llegar al terreno. Ya hay varios miles de menores escolarizados, la mayor parte en centros públicos a pesar de las condiciones en las que muchos se encuentran. Entre los recortes de hace una década y las restricciones impuestas por la pandemia. Desde la patronal Escuelas Católicas aseguran que algunos territorios han publicado normativa para que estsa escolarización se haga en centros sostenidos con fondos públicos, aunque no pueden confirmar que se haya realizado ya alguna matriculación en centros concertados.

Se esperan semanas complicadas y un final de curso en el que presumiblemente, esta infancia, además de recibir formación en español, no tendrá un acceso especialmente normalizado al currículo escolar. Ferrer explica que Save the Children pone en marcha en zonas de conflicto, así como en campos de refugiados, modelos «acelerados» de enseñanza en los que se recorta el currículo con el objetivo de que chicas y chicos puedan alcanzar unos mínimos que les permitan estar con su grupo de iguales. Llevaron a cabo este tipo de experiencias en Ceuta con la entrada de decenas de menores hace unos meses y creen que sería interesante pensar en medidas similares ahora.

El próximo día 30, está prevista la celebración de una Conferencia Sectorial entre Ministerio y comunidades autónomas en la que se hablará de esta situación. Todo el mundo espera conocer entonces cuál es la cifra de inversión venida desde Europa, que ha destinado parte de los fondos no utilizados para la crisis causada por la pandemia. Hasta la fecha, solo la Comunitat Valenciana ha realizado contrataciones adicionales para dar apoyo a los centros educativos que escolarizan menres ucranianos. Desde Cataluña se estudiará en los casos en los que sea necesario, según fuentes de Educación. En Madrid no se sabe.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/03/28/3-000-menores-ucranianos-ya-estan-escolarizados-en-espana-mientras-las-administraciones-intentan-organizarse/

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Ucrania: ¿cómo y por qué se fabricó la guerra?

Por: Atilio A. Borón

Antes de ser elegido presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower fue el primer comandante de la OTAN. En febrero de 1951, pocos meses después de asumir sus funciones escribió textualmente lo siguiente: “Si en 10 años todas las tropas americanas estacionadas en Europa con el propósito de asegurar la defensa nacional no han regresado a Estados Unidos, entonces este proyecto, la OTAN, habrá fracasado.”

Las tropas no regresaron sino que su presencia en Europa no cesó de acrecentarse. No sólo eso sino que una vez desintegrada la Unión Soviética y contrariando las solemnes y huecas promesas de los principales líderes de los gobiernos occidentales (Clinton, Bush, Obama, Helmut Kohl en Alemania, Tony Blair en el Reino Unido, etcétera) en el sentido de que “la OTAN no se movería una pulgada hacia el Este” trasladaron pertrechos y efectivos hasta las fronteras mismas de Rusia. ¡Cómo! ¿No era que el enemigo era la Unión Soviética y el comunismo? No. El enemigo era, y es, Rusia, una país demasiado extenso y poderoso cuya sólo presencia, sea bajo un régimen comunista o capitalista, es un obstáculo a los planes de dominación mundial (Chomski dixit ) de Estados Unidos.

Cuando en 1997 Bill Clinton da comienzo a la ampliación de la OTAN la nieta de Eisenhower, Susan, reunió las firmas de 49 renombrados especialistas (militares, diplomáticos y académicos) y publicó una carta abierta el 26 de Junio diciendo que el “plan para expandir la OTAN es un error político de proporciones históricas”. Susan tomó muy en cuenta la opinión que poco antes -el 5 de Febrero en un artículo publicado en el New York Times- había expresado nada menos que George Kennan, el diplomático que con su famoso “Long Telegram” del 22 de Febrero de 1946 enviado al presidente Harry Truman ( y firmado con el pseudónimo de Mister X) había sido el arquitecto de la política de la “contención” del expansionismo soviético que poco después daría lugar a la creación de la OTAN. Hondamente perturbado por las intenciones de Clinton, Kennan escribió en esa pieza que “la expansión de la OTAN sería el más trágico error de la política de Estados Unidos en toda la era de la post-guerra fría … porque impulsaría la política exterior de Rusia en una dirección que decididamente no sería la que deseamos.”

Clinton, y con él todo el complejo industrial-militar y financiero, desoyó las advertencias del veterano diplomático y siguió con su política. Estimular las guerras y el gasto militar era lo que se suponía debía hacer Washington, dado que sus políticos en la Administración y el Congreso financian sus carreras políticas con las contribuciones de las grandes empresas de aquel sector. No había terminado de derrumbarse la URSS cuando el Subsecretario de Defensa de George W. Bush padre, Paul Wolfowitz, produjo una “Guía para la Planificación de la Defensa” que se filtró a la prensa el 7 de Marzo de 1992 planteando en su primer acápite que “Nuestro primer objetivo es evitar la reaparición de un nuevo rival, ya sea en el territorio de la antigua Unión Soviética o en cualquier otro lugar, que suponga una amenaza … lo cual requiere que nos esforcemos por evitar que cualquier potencia hostil domine una región cuyos recursos, bajo un control consolidado, serían suficientes para generar un poder global.”

El escándalo fue mayúsculo y el unilateralismo extremo de su contenido dio pie a que fuera calificado, inclusive en ciertos medios del establishment , como imperialista. También causó zozobra que su autor planteara, sin mayores tapujos, la importancia de “intervenciones militares preventivas” para neutralizar las posibles amenazas de otras naciones y evitar que regímenes autocráticos se convirtieran en superpotencias. Por supuesto, el destinatario del documento es claramente la Rusia pos-soviética. Después que el documento se filtrara a la prensa el Pentágono publicó la versión edulcorada, en realidad, una mera tentativa de “reducción de daños” cubriendo, infructuosamente, sus expresiones más brutales con un lenguaje más diplomático pero sin abandonar en lo más mínimo las tesis centrales de la “Guía”. («U.S. Strategy Plan Calls For Insuring No Rivals Develop». The New York Times. , 8.3.1992)

La reconstrucción del poderío económico y militar de Rusia alentó la aparición de nuevas reflexiones y “policy papers” recomendando a la Casa Blanca diversos cursos de acción. Los avances militares de aquel país quedaron de manifiesto en su decisivo papel en la derrota de la insurgencia jihadista en Siria, pantano creado por la decisión de Washington de querer derrocar a Basher al Assad con la ayuda del Estado Islámico y sus decapitadores seriales. Lo mismo cuando después del golpe del 2014 en Ucrania, en una fulminante operación, Vladimir Putin reintegró Crimea a la jurisdicción rusa. Pero en 2019 aparece un documento fundamental publicado nada menos que por la Rand Corporation y cuyo título lo dice todo: “Sobreextendiendo y desbalanceando a Rusia.” Según sus autores en sus páginas se “enumeran opciones no violentas y de imposición de costos que Estados Unidos y sus aliados podrían promover en las áreas económica, política y militar para estresar a Rusia –sobreextendiendo y desbalanceando- su economía, sus fuerzas armadas y la estabilidad de su régimen político.” El documento examina prolijamente las diversas áreas para cada una de las cuales presenta varias opciones. Por ejemplo, en la economía imponer sanciones y trabas comerciales, acabar con la dependencia europea del gas ruso, favorecer las exportaciones norteamericanas de gas hacia Europa y fomentar la emigración de científicos y gentes con elevada formación técnica para privar a Rusia de este tipo de recurso humano. Para cada una de estas opciones se estimaba la probabilidad de éxito de la medida, sus beneficios y también sus costos y riesgos, y a partir de allí se formulaba una recomendación.

En el terreno militar se contemplaba, en primer lugar, suministrar ayuda letal a Ucrania, acrecentar el apoyo a los rebeldes sirios, promover la liberalización en Bielorrusia, expandir los lazos entre Estados Unidos y los países del Sur del Cáucaso y reducir la influencia rusa en Asia Central. Nuevamente, cada una de estas alternativas es sopesada en términos de probabilidades de éxito, sus beneficios y sus costos. El informe puede consultarse aquí.

Conclusión: tal como lo dijimos antes de conocer este documento y como lo ratificamos aún con más fuerza, la de Ucrania es una guerra inmoralmente provocada por Estados Unidos y sus aliados europeos. Sin reparar en los terribles costos humanos de la guerra, que ahora las potencias occidentales lloran con lágrimas de cocodrilo, cerraron todas las opciones a Rusia, que inclusive en un momento, llegó a proponer iniciar conversaciones para ingresar a la OTAN, actitud que no suscitó en las muy democráticas y humanistas potencias occidentales la menor intención siquiera de comenzar a conversar sobre el tema. Ninguno de los justos reclamos rusos en materia de seguridad fue escuchado, como si pudiera construirse un orden mundial estable y seguro para todos menos para una superpotencia como Rusia, acosada desde el Báltico hasta el Mar Negro.

Los perversos planes de Wolfowitz y la Rand son de una elocuencia irrefutable. Es la hoja de ruta que ha diseñado Estados Unidos para, con la complicidad de los despreciables gobiernos europeos, destruir a Rusia como se hizo con Yugoslavia. Nadie puede predecir cómo terminará esta guerra, no obstante, conviene recordar con Clausewitz que durante siglos Rusia fue atacada, hostigada e invadida. En cada caso al principio parecía que la debacle sería inevitable, pero siempre supo revertir lo que parecía un resultado cantado y derrotar a sus agresores. ¿Será distinto esta vez?

Ucrania: ¿cómo y por qué se fabricó la guerra?

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¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Por: Boaventura de Sousa Santos

La respuesta a la pregunta radica fundamentalmente en un error estratégico de Estados Unidos y de la OTAN: el de no haber visto que nunca estuvieron en un mundo unipolar dominado por ellos.

La soberanía de Ucrania no puede cuestionarse. La invasión de Ucrania es ilegal y debe ser condenada. La movilización de civiles decretada por el presidente de Ucrania puede considerarse un acto desesperado, pero presagia una futura guerra de guerrillas. Putin debería tener en cuenta la experiencia de Estados Unidos en Vietnam: el ejército regular de un invasor, por poderoso que sea, acabará siendo derrotado si el pueblo en armas se moviliza contra él. Todo esto augura pérdidas incalculables de vidas humanas inocentes. Apenas recuperada de la pandemia, Europa se prepara para un nuevo desafío de proporciones desconocidas. La perplejidad ante ello no podría ser mayor.

 

La pregunta es: ¿cómo y por qué hemos llegado hasta aquí? Hace treinta años Rusia (entonces la Unión Soviética) salió derrotada de la Guerra Fría, se desmembró, abrió sus puertas a la inversión occidental, desmanteló el Pacto de Varsovia (el equivalente soviético de la OTAN), los países de Europa del Este se emanciparon de la subordinación soviética y prometieron democracias liberales en una amplia zona de Europa. ¿Qué ha pasado desde entonces para que Occidente vuelva a enfrentarse ahora a Rusia? Dada la diferencia de poder entre Rusia y las potencias occidentales en 1990, la respuesta más inmediata apunta a que esto se debe a la absoluta ineptitud de los líderes occidentales para capitalizar los dividendos del colapso de la Unión Soviética. Sin duda, la ineptitud es evidente y define bien el comportamiento de la Unión Europea a lo largo de estos años. Ha sido incapaz de construir una base sólida para la seguridad europea que obviamente tendría que construirse con Rusia, y no contra Rusia, aunque solo fuera para honrar la memoria de cerca de veinticuatro millones de muertos, el precio que Rusia pagó para liberarse y liberar a Europa del yugo nazi.

 

Pero esta respuesta es insuficiente si tenemos en mente la política exterior de Estados Unidos en los últimos treinta años. Con el fin de la Guerra Fría, Estados Unidos sintió que era el dueño del mundo, un mundo que finalmente era unipolar. Las potencias nucleares que podían amenazarlo fueron neutralizadas o eran amigas. Las ideas de correlación de fuerzas y de equilibrio de poderes desaparecieron de su vocabulario. Esta tranquilidad incluso llevó a algunos a predecir el fin de la OTAN por falta de propósito. Pero estaba Yugoslavia, el país que, tras el fin de la ocupación nazi en 1945, el general Tito había transformado en una federación de regiones (Croacia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Serbia, Kosovo, Macedonia), un régimen que pretendía ser independiente tanto de la Unión Soviética como de Occidente.  Con el apoyo entusiasta de Alemania, Estados Unidos pensó que era hora de que Yugoslavia colapsara. Los graves conflictos internos y las crisis financieras de la década de 1980 se utilizaron para fomentar la división y el odio.  De ese modo, una región donde antes había florecido la convivencia interétnica e interreligiosa, se convirtió en un campo de odio. La nueva guerra de los Balcanes, a principios de la década de 1990, se convirtió así en la primera guerra en suelo europeo después de 1945. Todos los contendientes cometieron una violencia inaudita, pero para Occidente los villanos fueron solo los serbios, todos los demás pueblos eran heroicos nacionalistas. Los países occidentales (Alemania a la cabeza) se apresuraron a reconocer la independencia de las nuevas repúblicas en nombre de los derechos humanos y la protección de las minorías. En 1991, Kosovo exigió en referéndum su independencia de Serbia y ocho años más tarde la OTAN bombardeó Belgrado para imponer la voluntad de los kosovares.

 

¿Cuál es la diferencia entre Kosovo y Donbass, donde las repúblicas étnicamente rusas celebraron referéndums en los que se pronunciaron a favor de la independencia? Ninguna, excepto que Kosovo fue apoyado por la OTAN y las repúblicas de Donbass son apoyadas por Rusia. Los acuerdos de Minsk de 2014 y 2015 preveían la gran autonomía de estas regiones. Ucrania se negó a cumplirlos. Por lo tanto, tales acuerdos fueron rotos mucho antes de que Putin hiciera lo mismo. ¿Cuál es la diferencia entre la amenaza a su seguridad que siente Rusia ante el avance de la OTAN y la “crisis de los misiles” de 1962, cuando los soviéticos intentaron instalar misiles en Cuba y Estados Unidos, amenazado en su seguridad, prometió defenderse con todos los medios, incluida la guerra nuclear?

 

La respuesta a la pregunta de cómo y por qué hemos llegado hasta aquí radica fundamentalmente en un error estratégico de Estados Unidos y de la OTAN: el de no haber visto que nunca estuvieron en un mundo unipolar dominado por ellos. Cuando terminó la primera Guerra Fría, China estaba creciendo, con el apoyo entusiasta de las empresas estadounidenses en busca de salarios bajos. Así germinó el nuevo rival estadounidense, y con él la nueva guerra fría en la que estamos entrando, potencialmente más grave que la anterior. Apostados en no reconocer su declive, desde la caótica salida de Afganistán hasta el mediocre desempeño en la pandemia, Estados Unidos insiste en las escapadas hacia adelante, y en esa estrategia pretende arrastrar a Europa. Esta pagará una factura alta por lo que está pasando. La más alta de todas recaerá sobre Alemania, motor de la economía europea y único competidor verdadero de Estados Unidos. Es fácil concluir quién se beneficiará de la crisis que se avecina, y no me refiero solo a quién suministrará el petróleo y el gas. A su vez, el intento de aislar a Rusia, especialmente a partir de 2014, se dirige sobre todo a China. Será otro error estratégico pensar que de esa manera se debilita a China. China acaba de declarar que no hay comparación posible entre Ucrania y Taiwán porque, para ella, Taiwán es territorio chino. La implicación es clara: para China, Ucrania no es territorio ruso. Pero pensar que se está creando una división entre China y Rusia es puro autoengaño.

 

No tengo ninguna duda de que un mundo multipolar regido por reglas de convivencia pacífica entre las grandes potencias es mejor que un mundo dominado exclusivamente por un solo país, porque si eso llega a suceder, será a costa de mucho sufrimiento humano. La invasión de Ucrania es inaceptable. Lo que no se puede decir es que no fue provocada. Rusia, como gran potencia que es, no debió dejarse provocar. ¿Será que la invasión de Ucrania es más una muestra de debilidad que de fuerza? Los tiempos venideros lo dirán.

 

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez

 

– Boaventura de Sousa Santos, académico portugués, es catedrático de la Facultad de Economía y Director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal). Profesor distinguido de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU) y de diversos establecimientos académicos del mundo.

 

Fuente de la información: https://www.other-news

Imagen:  alainet

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