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World: WHO, UNICEF urge safe school reopening in Africa

World/Africa/23-08-2020/Author and Source: www.kbc.co.ke

The unprecedented and prolonged school closures aimed at keeping students safe from COVID-19 are harming them in other ways, World Health Organization (WHO) and UNICEF said Thursday, urging governments in Africa to promote the safe reopening of schools while taking measures to limit the spread of the virus.

A WHO survey of 39 countries in sub-Saharan Africa found that schools are fully open in only six countries. They are closed in 14 countries and partially open (exam classes) in 19 others. Around a dozen countries are planning to resume classroom learning in September, which is the start of the academic year in some countries.

However, the impact of extended education disruption is significant. It includes among others: poor nutrition, stress, increased exposure to violence and exploitation, childhood pregnancies, and overall challenges in mental development of children due to reduced interaction related to school closures.

In Eastern and Southern Africa, UNICEF finds that violence rates against children are up, while nutrition rates are down with more than 10 million children missing school meals. For girls, especially those who are displaced or living in low-income households, the risks are even higher. For example, following school closures triggered by the 2014 West Africa Ebola outbreak, pregnancy rates among teenagers in Sierra Leone doubled and many girls were unable to continue their education when schools reopened.

The long-term social and economic impact of extended school shutdown is also concerning. According to a World Bank modelling, school closures in sub-Saharan Africa could result in lifetime earning losses of US$ 4500 per child.

This may also be worsened by reduced earning of the parents who are forced to stay at home to take care of the children especially in households that cannot afford child care services.

“Schools have paved the way to success for many Africans. They also provide a safe haven for many children in challenging circumstances to develop and thrive,” said Dr Matshidiso Moeti, WHO Regional Director for Africa. “We must not be blind-sided by our efforts to contain COVID-19 and end up with a lost generation. Just as countries are opening businesses safely, we can reopen schools. This decision must be guided by a thorough risk analysis to ensure the safety of children, teachers and parents and with key measures like physical distancing put in place.”

WHO, UNICEF and the International Federation of Red Cross have issued guidance on COVID-19 prevention and control in schools. The guidance includes recommendations for physical distancing measures such as staggering the beginning and end of the school day, cancelling school events that create crowding, spacing desks when possible, providing handwashing facilities, wearing masks, discouraging unnecessary touching and ensuring that sick students and teachers stay at home.

“The long-term impact of extending the school shutdown risks ever greater harm to children, their future and their communities,” said UNICEF Regional Director for Eastern & Southern Africa, Mohamed M. Malick Fall. “When we balance the harm being done to children locked out of schools, and if we follow the evidence, it leads children back into the classroom.”

WHO and UNICEF also recommend a range of hygiene and disinfection measures for schools to reopen and operate safely, including regular handwashing, daily disinfection and cleaning of surfaces, basic water, sanitation and waste management facilities, and environmental cleaning and decontamination.

However, millions of children attend schools that lack water, sanitation and hygiene services. In sub-Saharan Africa, only a quarter of schools have basic hygiene services, 44% of them have basic drinking water and 47% cent have basic sanitation services, according to a WHO and UNICEF report assessing progress on drinking water, sanitation and hygiene in schools between 2000 and 2019.

As such, this is the moment to take an opportunity from a crisis, and for investment and innovative thinking. As we seek to get children back into school, WHO and UNICEF stress that there are quick solutions to handwashing in schools, such as a tap, bucket and soap.

Source WHO 

Source and Image: https://www.kbc.co.ke/who-unicef-urge-safe-school-reopening-in-africa/

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Argentina cerrará el 2020 con casi 63% de niños pobres

América del Sur/Argentina/09-08-2020/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Unicef indicó que al culminar el año, el país tendrá 1,2 millones de niños en situación de pobreza.

Al finalizar 2020 habrá 1,2 millones de pobres más entre los niños, niñas y adolescentes de Argentina que el año anterior, según un informe de Unicef elaborado en base a las nuevas proyecciones de caída del PBI que actualizó el que la organización realizó en mayo, que pronosticaba que 750 mil NNYA caerían en situación de pobreza para la misma época, números afectados por la pandemia de coronavirus.

Las nuevas estimaciones presentadas hoy alertan que entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020, la cantidad chicas y chicos pobres pasaría de 7 a 8,3 millones, con lo cual el porcentaje NNYA pobres alcanzaría casi el 63% (62,9%) al final de este año.

Unicef basa sus cálculos en datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y los pronósticos del Producto Bruto Interno (PIB) provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo multilateral que el pasado 24 de junio presentó las nuevas proyecciones por países que en el caso de Argentina dan cuenta de un incremento de la pobreza infantil de 4,3 puntos porcentuales en junio en relación a la estimación de mayo, pasando del 58,6% al 62,9% actual.

Estos datos forman parte del informe “Actualización de la estimación de pobreza infantil” que presentó Unicef junto a los resultados de la “Segunda Encuesta de Percepción y Actitudes de la Población. Impacto de la pandemia y las medidas adoptadas por el Gobierno sobre la vida cotidiana de niñas, niños y adolescentes”.

La encuesta Unicef muestra que, más allá de la apertura de actividades, de la flexibilización de la cuarentena en parte del país y del programa de asistencia al trabajo y a la producción, aún hay 2,6 millones de hogares que tienen sus ingresos laborales reducidos, lo que representa 45% del total.

La representante de Unicef Argentina, Luisa Brumana, destacó que -en este contexto- el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) alcanza al 47% de los hogares, frente al 22% que lo recibía en abril.

“Son 13 millones de personas que habitan en 2,8 millones de hogares donde al menos un miembro recibe el IFE”, dijo Brumana y señaló que la continuidad de los programas de protección social “es clave para evitar que más hogares caigan en la pobreza extrema”.

“Deben redoblarse los esfuerzos para que ninguna familia en condiciones de vulnerabilidad se quede por fuera de estos beneficios”, agregó.

Una de las variables en las que impacta con más fuerza la disminución de los ingresos en los sectores vulnerables, es en el consumo de alimentos.

Los programas alimentarios como la Tarjeta Alimentar alcanzan al 36% de los hogares (frente al 19% en abril); el porcentaje de hogares encuestados que dejó de comprar algún alimento por no tener dinero disminuyó levemente del 28 al 26% de acuerdo al informe.

No obstante, la concurrencia a comedores populares aumentó (pasó del 8% al 10%) y mejoró notablemente el acceso: en abril el 8% de las personas que concurrieron a un comedor reportaron problemas para acceder o retirar viandas; en julio este porcentaje se redujo al 1%.

Fuente: https://www.diariodecuyo.com.ar/argentina/Argentina-cerrara-el-2020-con-casi-63-de-ninos-pobres-20200805-0054.html

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Entrevista a Pressia Arifin-Cabo: “Los indicadores en educación y pobreza en México van a ser peores tras la pandemia”

Entrevista/06 Agosto 2020/Autora: Belén Hernández/elpais.com

Pressia Arifin-Cabo, representante adjunta de Unicef México, habla de los desafíos que afronta la infancia en el país latinoamericano, uno de los más castigados por la covid-19

Uno de los sismos más importantes que ha vivido México hasta ahora no ha sido provocado por un temblor de tierra. El coronavirus ha azotado al país latinoamericano y con 439.046 positivos y 47.746 muertos, hasta la fecha, lo ha convertido en el tercer país con más número de fallecidos por la covid-19 en todo el mundo. México, que vio cómo los primeros casos entraron por la capital por los barrios más acomodados, ahora se enfrenta a la cruda realidad de cómo el virus se está ensañando con las clases trabajadoras y las familias con menos recursos.

Sobre las consecuencias que sufrirá la infancia en México por la pandemia hablamos con Pressia Arifin-Cabo, representante adjunta de Unicef México, quien cuenta con más de 15 años de experiencia en gestión de programas de desarrollo y respuesta humanitaria en situaciones de conflicto y desastres. Fue la Especialista Regional de Emergencias para Unicef en Asia del Sur, donde trabajó en la respuesta tras el terremoto de Nepal en 2015 y en la crisis migratoria en Afganistán, en 2016. Esto nos respondía, al teléfono, el pasado 30 de julio.

Pregunta. México ha confirmado hoy —30 de julio— que ha sobrepasado los 45.000 muertos por la covid-19 y más de 400.000 positivos. ¿Cómo está viviendo la población esta situación?

Respuesta. Claramente se vive un problema de acceso a la salud pública y muchas personas que ni siquiera pueden acceder a la atención médica. Desde Unicef estamos muy preocupados por el impacto socioeconómico de la covid-19 en los niños, que parecen ser invisibles. Nadie habla del impacto mental, emocional que tendrán después de un año sin ir a la escuela. México tenía ya malos indicadores en educación y pobreza infantil y ahora con la covid-19 van a ser peores. En la encuesta a nivel nacional que realizamos el año pasado supimos que los hogares con ingresos reducidos en México son el 73,5%, mientras que los que no tienen hijos son el 57,9%. Además, el 48% de las familias del país están empleados en el sector informal, así que es fácil imaginar en qué situación se encuentran durante la cuarentena que no pueden salir ni trabajar. Solo tres de 10 hogares con niños reciben algún tipo de ayuda gubernamental,

P. Una amplía mayoría de la población mexicana vive de la economía formal y más de la mitad de los niños del país viven en situación de pobreza. A su vez, la ONU propone una renta básica temporal para 520 millones de latinoamericanos para frenar la pandemia, ¿qué supondría esto para las familias y sus hijos?

R. Es una buena medida y recomendación, pero va a depender de cada país y de su situación económica para poder implementarla. Lo que implicaría esta renta básica es que cada familia, independientemente de lo que ganen, van a poder comprar comida, medicinas y van a poder pagar su alquiler. Nos hemos dado cuenta a través de los sondeos que hacemos regularmente de que las familias se están adaptando a la pandemia a costa de dejar de pagar algunas obligaciones como la luz, el agua. También hacen frente a la situación suprimiendo las comidas diarias esenciales, o reduciendo las porciones. Al final están comprando comida más barata, y si se adaptan a las circunstancias de la covid-19 con estos métodos, podemos asegurar que van a empeorar las cifras de desnutrición infantil, particularmente las de sobrepeso y de obesidad, que ya sufren uno de cada tres niños en edad escolar en México. Esto es muy grave, porque según las estadísticas del número de niños que están afectados por el virus, los más vulnerables son aquellos afectados por esta dolencia.

P. De hecho, en junio se supo que en México la tasa de mortalidad infantil triplica a la de EE UU por la covid-19, y una de las causas era la obesidad…

R. Sí, esto es un problema muy grave en México y en Unicef estamos trabajando con el Gobierno para asegurar que hay medidas de prevención. Hemos conseguido que haya un etiquetado de los alimentos mucho más claro, y se está empezando a implementar, pero somos conscientes de que aún queda mucho trabajo por hacer.

P. En el informe anual de Unicef 2019 señalan que más del 63% de los niños han sufrido violencia en el hogar, ¿sospechan que esta cifra ha aumentado en la cuarentena?

R. Sí, claramente ha aumentado, aunque no tenemos aún cifras exactas, sabemos que las llamadas por violencia doméstica han crecido. El sondeo que hemos realizado durante la pandemia nos dice que los niños están sufriendo mucho estrés y el éste es uno de los indicadores que señalan que están viviendo violencia en sus hogares.

P. El 80% de los niños en sexto de primaria no han alcanzado los objetivos que se esperaban de ellos. Con el cierre de las escuelas esta situación se ha visto agravada ¿Hay ya medidas para parar esta brecha educativa?

R. Además de esta cifra anterior al covid-19, hemos averiguado que el 78,6% de los hogares con niños de edad escolar tuvieron dificultades para seguir la educación a distancia por falta de computadora o de Internet. Desde Unicef estamos trabajando junto a la Secretaría de Educación México para ver cómo se puede recuperar el aprendizaje que han perdido algunos niños. Estamos viendo cuáles son las alternativas para seguir estudiando, aunque resulta complicado. Sabemos que en el Estado de Chiapas ocho de cada 10 niños no tienen acceso a Internet. Estamos viendo como podemos ofrecer las llamadas low tech solution (soluciones de baja tecnología, en inglés) y así no solo dar cobertura educativa a quién tiene acceso a ella, sino especialmente a los que no.

P. En otros países se han puesto en marcha programas educativos a través de la radio o la televisión para hacer llegar este aprendizaje donde Internet no alcanza…

R. Sí, aunque estamos estudiando cómo de efectivo sería para la población en México. En un sondeo que realizamos a adolescentes nos arrojó datos de que la mayoría no escucha la radio, y la mayoría prefiere tener sus lecciones o su forma de comunicación con sus profesores sea por Whatsapp o Youtube o redes sociales, por lo que la radio es un medio muy marginal. Por otro lado, también tenemos que pensar si los docentes tienen acceso a estas herramientas. Hay personas en México que no pueden pagar el saldo de sus teléfonos para poder seguir comunicándose con sus alumnos y es un gran desafío.

P. ¿A qué otros retos se enfrenta la población mexicana ante la pandemia?

R. Antes de la pandemia, la inestabilidad económica también tenía consecuencias colaterales en la educación y en la violencia hacia la infancia. Ahora también nos preocupa mucho la inseguridad alimentaria, que ya existía y está muy presente en algunos hogares, pero con la covid-19, y según nuestro sondeo, uno de cada cuatro hogares con niños está afectado por falta de alimento. Unicef está trabajando en los cuatro Estados de México más vulnerables, entre ellos Tabasco, con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) para distribuir cestas de comida, y que así las familias tengan acceso a una buena dieta. Desgraciadamente, y al mismo tiempo, ha habido un terremoto en Guajaca que ha afectado a 15.000 familias, y allí también estamos apoyando la crisis con esta medida.

Otro de los desafíos es el educativo. Para antes de la vuelta al colegio estamos capacitando y construyendo infraestructuras suficientes para que los niños puedan lavarse las manos en la escuela, algo clave en esta pandemia. En México, desafortunadamente, hay muchas que no las tienen. También estamos repartiendo insumos escolares para las familias que no tienen recursos.

P. Otro de los departamentos en los que Unicef da respuesta en el país es en el de niños migrantes que llegan a México, ¿cuál es la situación actual?

R. De momento el flujo es menor, al menos, de manera oficial. La preocupación es que se hace con los que llegan y tienen covid-19. Con o sin enfermedad, hay que determinar el interés superior del niño porque uno que tiene el virus y llega a México, no debería ser devuelto solo por eso y en esas circunstancias. Lo que estamos haciendo es sensibilizando, junto al Instituto Nacional de Inmigración, además de preparar los albergues con insumos de higiene, y monitorear constantemente su situación. Sus circunstancias son muy excepcionales y deberían tener acceso a una protección especial.

P. Una de las consecuencias de que se prolongue el cierre de las escuelas es que aumente el trabajo infantil, ¿este asunto es vital en México?

R. El trabajo infantil es una de las vías con las que las familias intentan sobrevivir en este tipo de situaciones. No podemos hablar aún de si ha aumentado o no la cifra oficial del trabajo infantil, pero sabemos que prolongar el tiempo en que un niño pasa fuera de la escuela lo hace más vulnerable para que trabaje de manera prematura para apoyar a la familia.

P. Unicef ha renovado el programa de 2020-2025 para dar cobertura humanitaria en México. Suponemos que la covid-19 ha cambiado las prioridades en este programa…

R. Fue una larga discusión de nuestro equipo porque no sabemos cuándo acabará la pandemia. Pero no es cuestión de cambiar prioridades, por qué los indicadores de antes en México no eran diferentes, solo van a empeorar. Vamos a tener los mismos problemas en nutrición, en educación, en inmigración, en violencia… En definitiva, nuestro planteamiento ahora es más cómo duplicar los esfuerzos y cómo jalar el retraso que van a sufrir muchos indicadores por esta pandemia.

P. ¿Ha crecido la solidaridad en México tras la pandemia?

R. No tenemos esa sensación. Es una de las peores situaciones que he visto, porque la pandemia ha afectado a todo el mundo y es difícil que la ayuda humanitaria se focalice en otros países. Si lo comparamos con el sismo que sufrimos en 2017, casi no hay ayuda ni apoyo del exterior, entre otras cosas, porque todo el mundo está sufriendo la misma crisis, así que tenemos que trabajar con lo poco que hay. Nuestra oficina está apoyada financieramente por el sector privado y las empresas están viviendo un momento muy delicado también. El impacto socioeconómico que viene tras la pandemia va a ser gigantesco.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/30/planeta_futuro/1596129163_367135.html

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Unicef muestra inquietud por cierre del año escolar en Bolivia

América del sur/Bolivia/06 Agosto 2020/telesur.tv

Precisaron que esto representaría una terrible pérdida para los niños, niñas y adolescentes de Bolivia.

La dependencia de la Unicef en Bolivia manifestó este lunes su preocupación ante la clausura anticipada del año escolar anunciada por el Gobierno de facto ante la imposibilidad de que los alumnos puedan acceder a las clases de forma virtual.

La organización internacional destacó que «el derecho a la educación es universal, por lo que necesitamos actuar con urgencia y unidad para brindar alternativas formales de educación que aseguren su desarrollo emocional y cognitivo en este tiempo excepcional del Covid-19».

De igual forma, reiteraron su plena disposición a ayudar a las autoridades bolivianas en los esfuerzos para la continuidad de la educación en el país.

El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, anunció la clausura del año escolar debido al crecimiento de casos de coronavirus que arriesga la salud de los estudiantes y ante la falta de condiciones para la educación virtual.

Los magisterios rural y urbano expresaron su objeción al Decreto Supremo 4260 que fijó las modalidades de educación virtual y el cual, en su criterio, omitía condiciones para la educación virtual, especialmente en el campo.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/unicef-bolivia-muestra-preocupacion-clausura-actividad-escolar—20200803-0009.html
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Resulta indispensable volver a la escuela

Por: Gustavo Zorzoli.

 

l informe «Frecuencia y fines del vínculo pedagógico en cuarentena», elaborado recientemente por el Observatorio Argentinos por la Educación a partir del cuestionario que recabó información sobre las características de la escuela con relación a la jornada escolar y el vínculo pedagógico en el contexto del Covid-19 contiene las respuestas dadas por familias que tienen conexión a internet, aunque sea mínima o intermitente. Los resultados muestran que solo cerca de una de cada dos escuelas mantiene contacto diario con los alumnos durante la cuarentena, mientras que alrededor del 90% lo hace no más de una vez por semana. Además, solo el 8% de las escuelas se comunica con las familias y esto, cada dos semanas. Por otro lado, desde el punto de vista didáctico quedó expuesto que más del 80% de las actividades propuestas por los docentes son asincrónicas, es decir, consisten en descargar y enviar tareas, ver videos o consultar contenidos en la web; y que apenas un 17% de las escuelas hacen uso de herramientas de comunicación que permiten dar clases sincrónicas por videoconferencia.

Respecto de la respuesta de las escuelas públicas y privadas en relación con la situación planteada por la cuarentena vigente, el jueves pasado el Gobierno presentó los resultados preliminares de la «Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica»-una serie de encuestas a directivos y familias-, que contó con el apoyo de Unicef. El relevamiento mostró con claridad la inmensa brecha que existe entre ellas en lo referido a la intensidad del vínculo entre estudiantes y docentes. En el caso de las instituciones públicas, la disponibilidad de internet de calidad, que alcanza solo a la mitad de las familias, dificulta la comunicación efectiva entre docentes y alumnos; otra situación a considerar es que el 53% no tiene una computadora personal para uso educativo. Por ejemplo, mientras las clases sincrónicas por videoconferencia se desarrollaron en el 73% de las escuelas privadas, esta herramienta solo alcanzó el 17% en las escuelas públicas. Asimismo, apenas seis de cada diez estudiantes reconoce haber aprendido nuevos contenidos durante la cuarentena y solo uno de cada tres, que participó de una continuidad pedagógica de alta intensidad. Es más, casi el 60% de los estudiantes afirma que la cantidad de las tareas ha sido excesiva.

Mientras las clases sincrónicas por videoconferencia se desarrollaron en el 73% de las escuelas privadas, esta herramienta solo alcanzó el 17% en las escuelas públicas

Las diferencias entre una enseñanza presencial diaria y otra, de índole virtual o a distancia -que en el 75% de los casos se ha implementado un poco más de una vez por semana con los alumnos- son causas fundamentales de los magros resultados. Con este estado de situación no es difícil asegurar que el cuatrimestre pasado se ha perdido desde el punto de vista académico, más allá de la dedicación de los docentes -que han trabajado incansablemente- y el esfuerzo de estudiantes y sus familias. Lo cierto es que será imposible recuperar el tiempo escolar no cursado y se tendrán que planificar los ciclos 2021 y 2022, con el fin de que nuestros estudiantes se apropien de los conceptos esenciales que deberían haber adquirido en el actual ciclo; sobre todo, si el regreso a la escuela se sigue postergando. Un dato muy desolador es que entre los directivos encuestados se espera que un 10% de los 4 millones de estudiantes no regresen a la escuela.

Es imprescindible atender al hecho de que mantener a los estudiantes fuera de la escuela no solo los priva de un derecho fundamental que es el de aprender, sino que pone en riesgo su salud; ya que han disminuido la actividad física y su posibilidad de recreación y juego, alterado su descanso (no duermen bien, por caso), presentan problemas nutricionales y hasta depresión y/o ansiedad. Es más, los chicos pueden sufrir estados de aislamiento social, que a su edad son difíciles de procesar. Adicionalmente, y a medida que el desempleo y el estrés en las familias aumentan, los casos de violencia doméstica pueden incrementarse tanto como la deserción escolar crecer exponencialmente -particularmente, entre los adolescentes. En este marco, el desaprendizaje -un concepto que estamos incorporando- se profundiza, ya que muy probablemente un alto porcentaje de quienes regresen a la escuela estarán en peores condiciones de cómo lo estaban en noviembre del año pasado; no menos importantes serán las secuelas a mediano plazo que se generarán por la falta de formación y contención en el ámbito escolar.

El desaprendizaje se profundiza, ya que muy probablemente un alto porcentaje de quienes regresen a la escuela estarán en peores condiciones de cómo lo estaban en noviembre del año pasado

Es por eso que resulta indispensable volver a la escuela y para ello no es posible esperar que el virus desaparezca, puesto que ya hemos visto en otras regiones del mundo que los rebrotes son posibles. Tampoco podemos aguardar la llegada de una o más vacunas -de las cuales no sabremos su grado de seguridad ni su eficacia, ya que no estarán disponibles por bastante tiempo para los niños y adolescentes, pues su producción seguramente apenas alcanzará para cubrir las necesidades del personal de salud, de los mayores adultos y de las otras personas de riesgo.

En este contexto, deberíamos hacer los mayores esfuerzos en dos direcciones. Primero, regresar a la escuela, en principio, con los niños más pequeños, que son por lejos los menos afectados por el virus, observando en las instituciones los parámetros de cuidados consabidos: distanciamiento social, uso de mascarillas, lavado de manos, limpieza de pupitres, bancos y material didáctico, limpieza y desinfección de lugares comunes, grupos reducidos con alternancia, incremento de las clases al aire libre, aulas ventiladas de forma permanente, control de temperatura, horarios de entrada y salida escalonados, y esquemas de horarios reducidos. En segundo lugar, proveer a los docentes y a los estudiantes de sectores vulnerables de internet para achicar la brecha digital y revertir la falta de conexión sincrónica. Ambas iniciativas tienden a que maestros y alumnos vuelvan a encontrarse cara a cara para que sea posible el acto educativo.

Porque tiene que quedar claro: enviar tareas no es enseñar y resolver tareas tampoco es aprender.

Fuente del artículo: https://www.lanacion.com.ar/opinion/resulta-indispensable-volver-escuela-nid2410802

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Mundo: 31 minutos y Unicef lanzan serie para explicar a niños y niñas todo sobre el COVID-19

Mundo/26-07-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Los títeres del famoso programa chileno 31 minutos se juntaron con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) con el fin de lanzar una serie de videos cortos para explicarles a niños y niñas todo lo que tiene que ver con el COVID-19.

El noticiero de más famoso de marionetas, 31 minutos, que fue ampliamente acogido en Latinoamérica a principios de los años 2.000, acaba de relanzarse con una importante noticia: se alió con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para realizar una serie de videos educativos con el fin de explicarles a niños y niñas todo lo relacionado con el virus que paraliza el mundo y la enfermedad que produce, COVID-19. (Le puede interesar: 31 minutos en Rock al Parque)

A través del humor, la ironía y la música, el programa conducido por el títere Tulio Triviño, que se convirtió en uno de los fenómenos mediáticos más fuertes para la generación de los noventa, ahora aprovecha su fama para ayudar a jóvenes a entender la situación por la que atraviesa la región, abordando temas que afectan la vida cotidiana de ellos y sus familias durante la pandemia.

El proyecto se llama Cuarentena 31, y a lo largo de sus cuatro capítulos desarrolla los desafíos de estudiar en casa, la existencia de las pandemias en la historia, los sentimientos y dificultades que provoca el distanciamiento físico y los miedos frente al COVID-19, informó la Unicef. Cada capítulo aborda un tema específico en donde identifica el problema que está impactando a niñas y niños, pero también les propone una solución o respuesta.

La especialista de UNICEF, Francisca Palma, explicó que desde UNICEF identificaron algunos temas que aparecían en diversos estudios como preocupaciones de parte de los niños y sus familias y que podrían estar afectando sus relaciones familiares y su salud mental. “Queremos acompañar a las familias en esta etapa difícil y sabemos que los personajes de 31 Minutos son muy queridos por los niños y niñas, por lo que esperamos que esta serie les permita abrir un espacio para compartir sus preocupaciones, conversar sobre sus miedos, darse cuenta que muchas personas están pasando por lo mismo y, sobre todo, que puedan tener un espacio de entretención y diversión juntos”, explicó.

La serie es protagonizada por Juan Carlos Bodoque, un conejo rojo que es el periodista estrella de 31 minutos y, también, el mejor amigo de Tulio Triviño. Estará siendo transmitida por las redes sociales de Unicef y de 31 minutos.

En el primer capítulo, Juan Carlos Bodoque cuenta cómo ha sido su experiencia con las clases virtuales. “Si en el salón era difícil concentrarse, en la sala es imposible”, dice la marioneta ante la cámara. Sin embargo, manda también un mensaje de aliento: “Este año puede ser un año distinto y difícil, pero no un año perdido. En estos días de guardar he aprendido a cocinar, a tocar la guitarra, he hablado horas con mi querida mamá y hasta he visto películas en blanco y negro”.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/31-minutos-y-unicef-lanzan-serie-para-explicar-a-ninos-y-ninas-todo-sobre-el-covid-19/

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UNICEF: Unos 40 millones de niños sin educación preescolar debido al coronavirus

El cierre de las guarderías y jardines de niños debido a la pandemia de COVID-19 ha dejado sin educación preescolar a 40 millones de niños, según datos de la agencia de la ONU dedicada a la infancia. Esta alteración del sistema educativo priva a los pequeños de los cimientos necesarios para su desarrollo social e intelectual.

Los cierres de centros de educación preescolar a causa de la pandemia de COVID-19 han privado al menos a 40 millones de niños de ese año crítico en su formación formal previo al ingreso a la educación primaria, revela un nuevo informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia publicado este martes.

La directora ejecutiva de UNICEF señaló que las alteraciones resultadas de la emergencia dejan a los niños sin poder comenzar su educación de la mejor manera posible.

“Los cuidados infantiles y la educación temprana sientan las bases de todos los aspecto del desarrollo de los niños. La pandemia amenaza esos cimientos”, recalcó Henrietta Fore.

Los cuidados infantiles son esenciales para que el niño tenga protección, afecto, estimulación y nutrición mientras desarrolla sus habilidades sociales, emocionales y cognoscitivas.

El estudio indica que el confinamiento ha colocado a los padres en una situación de estrés para combinar el cuidado de los hijos y su empleo, una ecuación en la que las mujeres llevan una carga desproporcionada, dedicando tres veces más tiempo que los hombres a los cuidados y el trabajo del hogar.

Crisis aún más profunda

El cierre de actividades también ha dejado al descubierto una crisis aún más profunda en las familias con niños pequeños en los países de renta baja y media donde de por sí carecían de servicios de protección social.

Desde antes de la aparición del coronavirus, la baja calidad, el alto precio o la falta de acceso a los cuidados infantiles y la educación temprana habían forzado a muchos padres en todo el mundo a dejar a los niños pequeños en ambientes inseguros o poco estimulantes en una etapa crítica de su desarrollo.

Peor todavía, más de 35 millones de niños menores de cinco años se quedaban a menudo si la supervisión de un adulto, además de que numerosos padres, y sobre todo madres, empleados en el sector informal tenían que llevar a sus hijos con ellos a trabajar.

La directora ejecutiva de UNICEF consideró que la pandemia agrava aún más la crisis mundial del rubro de los cuidados infantiles.

“Las familias necesitan el apoyo de sus gobiernos y sus empleadores para capear la tormenta y salvaguardar el aprendizaje y desarrollo de los niños”, afirmó.

Subrayó que es primordial que los niños tengan acceso a cuidados infantiles y educación preescolar de calidad no sólo para su crecimiento individual, sino para el desarrollo de sociedades cohesionadas.

El informe pugna por cuidados infantiles asequibles, accesibles y de calidad para todos los niños, desde su nacimiento hasta su ingreso a la escuela primaria.

Directrices

Con el propósito de  mejorar el bienestar de los niños y las familias, UNICEF emitió cuatro directrices para los gobiernos:

  • Licencia paternal pagada para ambos padres
  • Flexibilidad en el trabajo
  • Inversiones y capacitación en la fuerza laboral dedicada a cuidados infantiles
  • Sistemas de protección social que incluyan transferencias de efectivo para las familias trabajadoras con empleos informales

Fuente: https://news.un.org/es/story/2020/07/1477751

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