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Unicef: Niños de este de Ucrania estudian en medio de fuego cruzado

Por: http://spanish.xinhuanet.com

Más de cuatro años de conflicto en el este de Ucrania han devastado el sistema educativo, han destruido o dañado cientos de escuelas y han forzado a 200.000 niños y niñas a estudiar en un ambiente militarizado, dijo hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

«Los niños estudian en escuelas con agujeros de bala en las paredes, costales de arena en las ventanas, refugios antibombas en los sótanos y metralla en los patios», dijo la representante de Unicef para Ucrania, Giovanna Barberis, en una conferencia de prensa en la sede de la ONU en Ginebra.

«El sistema educativo en el este de Ucrania ha estado en medio del fuego cruzado durante más de cuatro años. Todas las partes en conflicto deben respetar el derecho humanitario internacional y asegurarse de que las escuelas sean sitios seguros en donde los niños puedan aprender».

Su educación se lleva a cabo en medio de combates volátiles y se enfrentan al peligro de armas sin estallar y de la proximidad de sitios militares como bases, instalaciones de almacenaje y puestos de control, dijo Barberis.

Unicef y sus socios señalaron que hay al menos ocho casos en los que sitios militares o de grupos armados se encuentran a 500 metros de un jardín de niños o de una escuela y dos sitios en los que las escuelas se encuentran a apenas unos metros de este tipo de instalaciones.

Desde que comenzó el actual año escolar, Unicef ha monitoreado seis edificios de antiguas escuelas que han sido ocupados o utilizados por el ejército o grupos armados.

Al menos 45 escuelas han sido dañadas o destruidas en los últimos 16 meses, además de las más de 700 dañadas desde que comenzó el conflicto.

Unicef dijo que este año pidió 23,6 millones de dólares para brindar asistencia humanitaria urgente a los niños y las familias afectados por el conflicto en el este de Ucrania.

Hasta la fecha se h cubierto menos del 15 por ciento de la cifra.

*Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2018-05/05/c_137156809.htm

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La educación en el este de Ucrania, una víctima más del «fuego cruzado»

Ucrania/05 de Mayo de 2018/Europa Press

Cientos de escuelas están destruidas o dañadas y unos 200.000 niños se ven obligados a aprender en ambientes militarizados en la zona este de Ucrania, escenario de un conflicto desde hace cuatro años, ha advertido el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que señala al sistema educativo como una víctima más del «fuego cruzado».

El riesgo derivado de los enfrentamientos esporádicos y los artefactos de guerra sin estallar marca el día a día de unos menores que «aprenden en escuelas con agujeros de bala en las paredes y sacos de arena en las ventanas, refugios antiaéreos en los sótanos y metralla en sus patios», ha explicado la representante de UNICEF en Ucrania, Giovanna Barberis, en un comunicado.

Al menos 45 escuelas han sufrido daños en los últimos 16 meses, lo que se sumaría a las más de 700 que ya se habían visto afectadas por el conflicto desde abril de 2014. UNICEF y sus aliados han registrado ocho casos de zonas militares y asentamientos milicianos a 500 metros de jardines de infancia o escuelas y otras dos ubicaciones donde la distancia es de apenas unos metros.

Desde el comienzo del actual curso escolar, la agencia de la ONU ha supervisado seis antiguos centros educativos que han sido ocupados o utilizados por grupos militares o armados. «Todas las partes en conflicto deben respetar el Derecho Internacional Humanitario y garantizar que las escuelas sean lugares seguros para que los niños aprendan», ha recordado Barberis.

Los peligros se suceden a ambos lados de la ‘línea de contacto’ que separa el territorio controlado por los rebeldes separatistas del dominado por el Ejército leal a Kiev, pero es en las inmediaciones de dicha división donde los choques son más intensos y el peligro, mayor.

AYUDA ESCASA

La sucesión de bombardeos mantiene a los niños «extremadamente nerviosos» y es precisamente el apoyo psicosicial uno de los enfoques clave de la ayuda que brinda UNICEF en el este de Ucrania, donde también apoya la rehabilitación de escuelas y jardines de infancia dañados y distribuye suministros educativos vitales como kits educativos, mobiliario y equipamiento deportivo.

La organización ha lanzado un llamamiento de casi 20 millones de euros para proporcionar asistencia humanitaria urgente a las víctimas del conflicto en el este de Ucrania este año, pero por ahora solo se han cubierto un 15 por ciento de dichas necesidades.

Fuente: http://www.europapress.es/internacional/noticia-educacion-ucrania-victima-mas-fuego-cruzado-20180504123700.html

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Por una infancia que juegue y que sueñe

Dos menores juegan en un campo para refugiadas y refugiados en Pakistán. Foto: AP. Tomada de Noticias Caracol.

Por: Eugenia Gutiérrez, Colectivo RZ.

Sus ojos desconciertan. Brillan y se apagan al mismo tiempo. Sostienen firmes una mirada que está y luego no está. Es una niña más en una ciudad cualquiera de un país lleno de desigualdades. Desconocemos su nombre. La vemos en la serie El comienzo de la vida que dirige Estela Renner. El capítulo se titula “Infancia negada”. En pobreza total, se le ve cuidar a su hermanito de seis años y a una hermanita incluso menor. Su madre trabaja. Su padre no está. Ella tiene diez años y no puede jugar. Por las tardes y noches es madre y padre en un entorno de techo frágil, sin tierra, sin salud ni alimentación, sin tranquilidad. Como estrellas lejanas, sus ojos titilan ante las preguntas de una entrevistadora. Brillan, se apagan, brillan. La niña dice que lo que más le gusta del día es ir a la escuela. Cuando la entrevistadora le pregunta “¿cuál es tu mayor sueño?”, la niña se emociona. Sus ojos brillan y brillan mientras la pequeña responde sonriendo: “Yo no tengo sueños”. Después de un silencio breve, sus ojos intensos se apagan otra vez.

Los reportes más recientes de organismos financieros internacionales como la UNICEF y el Banco Mundial, muy preocupados por la rentabilidad, advierten sobre el incremento de la pobreza en poblaciones infantiles a nivel global. En estos días de celebración de la infancia hay unos 400 millones de niñas y niños en pobreza extrema, de los cuales, la mitad padece hambre. Más de 50 millones de niñas y niños han sido desplazados por guerras y han perdido su arraigo. Hay más de 20 millones de infantes que no reciben ningún tipo de educación y que no tienen acceso a servicios de salud de ningún tipo. Se calcula que, cada día, mueren 15 mil niñas y niños menores de cinco años por causas asociadas a la pobreza, unos cinco y medio millones cada año. Si seguimos con este ritmo, para el año 2030 habremos dejado morir de hambre y enfermedades asociadas a 70 millones de niñas y niños más, antes de que cumplieran cinco años.

En contraste, la adicción al azúcar y a los carbohidratos que las sociedades de consumo provocan en sus hijas y sus hijos, ha conseguido que el número de niñas y niños obesos supere al número de niñas y niños desnutridos y se acerque al de niñas y niños en situación de hambruna. Los reportes más recientes de la Organización Mundial de la Salud informan que hay 124 millones de personas entre los 5 y los 19 años que padecen obesidad y que difícilmente lograrán tener una vida sana. Estamos, pues, frente a la primera generación infantil que oscila entre el hambre y el hartazgo.

La organización Humanium, especializada en el combate a la trata infantil, calcula en 4 mil el número de niñas y niños que ingresan, cada día, al mundo de la trata. Un millón y medio cada año. El comercio infantil es uno de los más lucrativos del mundo ya que, junto con la trata de mujeres, genera ganancias por unos 10 mil millones de dólares anuales. Decenas de organizaciones han documentado que este comercio infantil se da con fines de explotación sexual, tráfico de órganos y esclavitud.

Una de cada seis niñas o niños habita zonas de guerra, afectadas por conflictos armados o amenazadas por violencia militar. La organización Save the Children publicó recientemente un reporte que calcula en 357 millones el número de menores que viven en guerra, un incremento de 75% con respecto a los años noventa. A pesar de todos los tratados internacionales, la infancia sigue siendo víctima de ataques químicos, bombardeos, francotiradores, tortura y otras atrocidades.

Casi todas las niñas y los niños que viven en zonas de guerra están expuestos a las llamadas minas antipersonales, o bombas que se entierran someramente, así como a las bombas de racimo. Los datos más recientes hablan de la existencia de cien millones de minas antipersonales enterradas en más de sesenta países. Por número de bombas enterradas, encabezan la lista Afganistán, Colombia, Myanmar, Pakistán y Siria, pero es África el continente más afectado, pues la mitad de sus países cuenta con zonas minadas. La gran mayoría de estas minas antipersonales llevan décadas enterradas en campos que quedan inhabilitados para el cultivo, incluso cuando las guerras parecen haber terminado. Cada día mueren aproximadamente diez personas por pisar o intentar desactivar una mina (unas cuatro mil cada año), mientras que otras diez personas quedan mutiladas y gravemente heridas. El 40% de esas personas son niñas y niños.

La organización ICBL (especializada en desactivar minas y bombas racimo desde hace 25 años) reporta que el número de minas plantadas y de bombas racimo almacenadas se duplicó en 2016, en el marco de las guerras civiles que padecen Siria y Yemen. Los esfuerzos por desactivar las minas son intensos, pero su número es tal que los cálculos de la Cruz Roja Internacional no son alentadores. Si dejaran de plantarse minas en este momento y si fuera posible seguirlas desactivando al ritmo actual, lograrlo nos tomaría unos mil cien años de trabajo ininterrumpido. Más de un milenio para limpiar nuestro planeta.

Hay otros contextos de guerra, inasibles todavía, que afectan a la infancia, contextos cuyas cifras reales o aproximadas no están documentadas en ningún lado. En México, por ejemplo, no se ha elaborado ningún cálculo del número de niñas y niños que, a lo largo de toda su vida, se han visto afectados directa o indirectamente por la desaparición repentina de más de 30 mil personas, por el asesinato de más de 300 mil (ocurridos en la última década) o por la indiferencia del estado frente al robo incontrolable de infantes o frente a eventos donde se pierden masivamente vidas de niñas y niños, como ocurrió en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora (2009) o en el colegio Rébsamen en Coapa, Ciudad de México (2017).

Sobre la afectación que viven niñas y niños cercanos a las decenas de estudiantes normalistas de Ayotzinapa que fueron secuestrados o asesinados en septiembre de 2014 durante la noche terrible de Iguala, Guerrero, la organización Fundar, A.C., ha realizado un estudio detallado en su trabajo Yo sólo quería que amaneciera. Impactos Psicosociales del Caso Ayotzinapa. El estudio consigna los efectos que causa en la infancia cada pérdida, cada ausencia, cada acto de violencia inexplicable. Pero esta búsqueda de sentido frente a lo incierto y lo irracional sucede en todo nuestro país, sin que ningún organismo internacional nos coloque en sus recuentos estadísticos de zonas de guerra.

En días pasados, del 15 al 25 de abril, decenas de representantes de comunidades zapatistas y de pueblos originarios de México se reunieron en el CIDECI-Unitierra de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para conversar con una amplia gama de personas acerca de los alcances de su propuesta de visibilizar los dolores más profundos de nuestro país en la voz de María de Jesús Patricio Martínez. La necesidad urgente de hacer comunidad hilvanó cada participación, mientras que el razonamiento en común apuntó claramente hacia la lucha por la vida como táctica y estrategia. En el encuentro se pudo observar a niñas y niños cuya ancestría inmediata no parecía tener como destino el juego ni el sueño y que hoy, gracias al esfuerzo organizado de sus comunidades, puede verles jugar y soñar.

El sistema en que vivimos es inhumano y brutal. Es un sistema infanticida, un campo minado que debemos desactivar.

*Fuente: https://radiozapatista.org/?p=27076

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España: Banco Santander y UNICEF, por la educación inclusiva

España/01 de mayo de 2018/Fuente: La Razón de España

Las dos entidades se unen para fomentar una enseñanza que respete la diversidad.

Banco Santander y UNICEF Comité Español han renovado el convenio de colaboración que ambas entidades mantenían desde 2013, y que recoge el compromiso del banco de entregar a UNICEF el 0,5% del importe de los saldos medios acreedores que arrojen las «Cuenta Mini 123». En estos cinco años, Banco Santander ha entregado mas de un millón de euros a UNICEF para sus proyectos de educación a la infancia en España y México.

El acuerdo fue firmado por el vicepresidente primero de UNICEF Comité Español, Juan Ramón García-Secades, y Rami Aboukhair, consejero delegado de Santander España. También asistió Héctor Grisi, consejero delegado en México. En España, la aportación respaldará el programa educativo «UNICEF Educación», iniciativa dirigida a los centros de enseñanza para promover el conocimiento de los Derechos de la Infancia y el ejercicio de la ciudadanía global solidaria y responsable.

En México el apoyo se dedica a «Educación inclusiva y atención a la diversidad», de ámbito nacional con el objetivo de contribuir a la escolarización y mejora de la calidad de la educación de niños, niñas y adolescentes indígenas como fórmula para combatir las desigualdades. Según su censo de 2015, éstos representan un tercio de la población total del país, de los cuales, el 53,9% se encontraba en situación de pobreza.

Banco Santander mantiene un firme compromiso con las comunidades en las que opera y, en 2017, dedicó 183 millones de euros a inversión social. La entidad renovó el pasado año su presencia en el Dow Jones Sustainability, situándose por segundo año consecutivo como uno de los 10 bancos mejor valorados del mundo por su gestión sostenible.

Fuente de la Noticia:

https://www.larazon.es/sociedad/banco-santander-y-unicef-por-la-educacion-inclusiva-HO18073646

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2,8 Millones de menores llevan 7 años sin escolarizar por la guerra en Siria

Siria / 29 de abril de 2018  /Autor: EFE / Fuente: La Vanguardia

Al menos 2,8 millones de menores no han sido escolarizados en los siete años de conflicto en Siria, según los datos publicados hoy por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) antes del inicio, mañana, de una conferencia de apoyo a este país en Bruselas.

Unicef destacó en un comunicado que desde 2011 algunos menores no han ido nunca al colegio, mientras que otros han suspendido su educación todo este tiempo, con lo que va a ser «extremadamente difícil» que se pongan al día cuando puedan regresar a las aulas.

La nota subrayó que ir a clase puede ser «cuestión de vida o muerte» debido a la violencia.

Unas 309 instalaciones educativas han sido blanco de ataques, mientras que una de cada tres escuelas en Siria ha quedado completamente fuera de funcionamiento por haber sido destruidas, dañadas o usadas con propósitos militares o para acoger a familias de desplazados.

Según los datos de Unicef, el 40 % de los menores sin escolarizar tienen entre 15 y 17 años, con lo que sufren el riesgo de ser reclutados para combatir o ser obligados a casarse o a trabajar.

La agencia de la ONU explicó que estos problemas se están volviendo prevalentes conforme las familias recurren cada vez más a «medidas extremas de supervivencia».

Pese a estas dificultades, Unicef afirmó que 4,9 millones de menores siguen teniendo acceso a la educación dentro de Siria.

En los países vecinos, que acogen a refugiados sirios, los Gobiernos están abrumados por los casi dos millones de menores sirios que tienen que ser absorbidos por sus sistemas educativos en mitad de una situación económica inestable, indicó.

De los menores que están escolarizados tanto en Siria como en los Estados vecinos, el 90 % asisten a clase en colegios públicos e incluso comparten aula con los niños de esos países, como es el caso del Líbano y Jordania.

El director regional de Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, Geert Cappelaere, alabó los esfuerzos de distintas partes para ayudar a los niños y adolescentes sirios.

«La financiación masiva de los donantes, la generosidad sin precedentes de los Gobiernos y comunidades de acogida, el trabajo implacable de profesores heroicos y la determinación de los menores sirios y sus familias han ayudado a millones de niños sirios lograr educación», apuntó.

No obstante, agregó, «como los líderes mundiales se reúnen en Bruselas esta semana para la Conferencia de Apoyo al Futuro de Siria y la Región, les hacemos un llamamiento para que no abandonen a los niños y jóvenes que ya han pasado por mucho».

Recordó que se necesita una financiación «continua, flexible, incondicional y a largo plazo» en el sector educativo para mejorar los sistemas ya existentes y aumentar las alternativas en Siria y en los países que albergan refugiados sirios de la región.

Sin embargo, advirtió, «solo con la generosidad no se pondrá fin a la crisis Siria. La protección y las necesidades de los menores debería ser una prioridad para quienes toman decisiones y para aquellos que luchan sobre el terreno».

Fuente de la Noticia:

http://www.lavanguardia.com/internacional/20180423/442895485376/28-millones-de-menores-llevan-7-anos-sin-escolarizar-por-la-guerra-en-siria.html

Fuente de la Imagen:

https://www.hispantv.com/noticias/sociedad/57244/unicef-millones-ninos-sirios-escuela-conflicto

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¿Por qué hay 264 millones de niños que no van al colegio?

Por: El país/Tiziana Trotta

Casi un tercio de los menores sin escolarizar viven en 35 países afectados por distintos tipos de crisis y apenas el 2% de la ayuda humanitaria se destina a educación

Siria ha pasado de rozar una tasa del 100% de escolarización antes del conflicto a contar con 2,8 millones de niños fuera de las aulas. En Yemen, ya son dos millones. Sudán del Sur tiene la tasa más alta de abandono escolar en educación primaria con un 72% de la infancia fuera del sistema escolar. Y lo mismo sucede en Chad, Nigeria, Afganistán y muchos otros países asolados por conflictos u otros tipos de emergencia. Los menores de 18 años de todo el mundo sin escolarizar son 264 millones, según datos de Unicef. De ellos, 75 millones viven en 35 países afectados por distintos tipos de crisis. Sin embargo, desde 2010, menos del 2% de los fondos humanitarios se ha destinado a la educación.

La edición de este año de la Semana de Acción Mundial por la Educación, que se celebra del 23 al 29 de abril en 120 países, reivindica la importancia de que los menores acudan a la escuela incluso en las crisis y pide un incremento del presupuesto de ayuda humanitaria destinado a este fin hasta el 4%.

Uno de cada cuatro niños que no van a la escuela vive en un país asolado por conflicto y las niñas sumidas en estos contextos se enfrentan a una probabilidad 2,5 mayor de quedarse fuera del colegio en comparación con los varones. “Hay que prestar mayor atención a la educación desde el primer momento en el que se produce una emergencia”, sostiene Blanca Carazo, responsable de Programas para Unicef. “Cuando un niño deja de asistir a la escuela, se pone a riesgos a corto plazo como ser víctima de trata, explotación laboral, matrimonios precoces, reclutamiento en los combates. A largo plazo, está perdiendo una oportunidad para el futuro”, añade.

Volver a las aulas, además, contribuye a crear una rutina que puede ayudar a superar los traumas, agrega Emilia Sánchez, directora de Incidencia Política y Comunicación de Plan International. “El profesorado se convierte en un aliado clave para la protección ya que puede identificar casos más graves y derivarlos, al mismo tiempo que en las escuelas se atienden otras necesidades básicas como la alimentación, el higiene y el saneamiento”.

“Si la educación ya vive un momento difícil en general, cuando se produce un desastre natural, un conflicto como el de Siria o una crisis de tracto lento el riesgo es aún mayor para la infancia”, explica Alberto Casado, responsable de campañas de Ayuda en Acción. “Y si garantizar el derecho a la educación entre la población desplazada en asentamientos es complicado, hacerlo entre los que se encuentran en movimiento es prácticamente imposible”.

En 2016, los desplazamientos forzosos marcaron un nuevo récord con 65,6 millones de personas —la mitad de los cuales, menores— que abandonaron sus hogares, principalmente a causa de graves conflictos, pero también por otros motivos como el cambio climático, la situación económica de sus países de origen o por persecución política y religiosa.

Tan solo la mitad de la infancia refugiada o en situaciones de desplazamiento interno va a la escuela primaria y apenas un 25% de los menores asiste al primer ciclo de educación secundaria. Este porcentaje baja al 1% en el caso de los estudios universitarios, según datos de Unicef.

Alumnos de una escuela en Sudán del Sur.
Alumnos de una escuela en Sudán del Sur. PLAN INTERNATIONAL

El conflicto en Siria, que ha cumplido recientemente siete años y que en 2017 se cobró la vida de 910 niños y niñas, solo es la cara más visible de este problema. Un 43% de la llamada generación perdida no está escolarizada. Desde el principio de la guerra, más de 300 escuelas han sido blancos de ataques, mientras que se han perdido más de 180.000 docentes, que han muerto o han huido. Los que se han quedado, además de lidiar con la escasez de infraestructuras y la falta de seguridad, no siempre pueden prestar una enseñanza de calidad, al estar hacinados en clases abarrotadas con alumnos de distintas edades.

La situación no mejora entre los niños que llegan a Europa, donde sus necesidades educativas básicas chocan con barreras legales. Por ejemplo, apenas 10 países miembros de la Unión Europea reconocen el derecho de los menores indocumentados a los estudios, mientras que cinco les excluyen de manera explícita. Una vez dentro del sistema escolar del lugar de acogida, obstáculos culturales o de idioma frenan su integración, al mismo tiempo que a menudo tienen que lidiar con xenofobia y estigmatización.

Pese a las dificultades, la educación se mantiene arriba entre las preocupacionesde las familias desplazadas, pero no siempre recibe la atención adecuada en el marco de la ayuda humanitaria y se destinan fondos escasos y de corta duración. De media, menos del 2,7% de los llamamientos humanitarios globales se destina a la educación.

“Tradicionalmente, la educación se encuentra en un limbo entre ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo y no se considera como algo que salva vidas. Esta visión es muy limitada y poco a poco se está superando, porque las crisis son cada vez más complejas”, asegura Valeria Méndez de Vigo, responsable de Estudios e Incidencia de Entreculturas.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/04/23/planeta_futuro/1524501231_565813.html

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Colombia: El 68 por ciento de los niños cree estar inseguro en su propia escuela

América del sur/Colombia/26 abril 2018/Fuente: Semana

Un estudio realizado por UNICEF Colombia reveló la postura de los niños, niñas y adolescentes del país en diversos temas como la violencia intrafamiliar, las condiciones de sus colegios y su percepción frente al sistema de salud.

De manera preocupante ven los expertos los resultados que dio esta consulta realizada a 17.864 niños, niñas y adolescentes de todo del país. Cerca de 1000 niños consultados dijeron que van al colegio porque les toca, 6 de cada 10 dijeron que van porque aprenden y de manera recurrente respondían que “para ser alguien en la vida”. Además de esto, sus respuestas a la hora de hablar sobre violencia en sus hogares evidenciaron la difícil situación por las que tienen que pasar muchos de ellos.

En el marco del lanzamiento de la campaña ‘Y la Niñez Qué’, Unicef Colombia dio a conocer los resultados de la consulta que realizaron con menores entre los 4 y 17 años de edad de diferentes sectores urbanos y rurales en 32 departamentos.

Esta consulta desarrollada entre diciembre de 2017 y marzo de 2018 se hizo con el fin de poner en el tema del debate político las garantías de los derechos de la niñez del país.“La niñez y adolescencia tienen el potencial para enriquecer los procesos de toma de decisiones, compartir perspectivas y participar como ciudadanos y actores del cambio. Los niños tienen derecho a participar en procesos de toma de decisiones que pueden ser relevantes en sus vidas e influir en las decisiones tomadas que tengan que ver con la familia, la escuela o la comunidad”, afirmó Viviana Limpias, representante de Unicef Colombia.

Entre tanto, a los menores se les preguntó sobre el estado de la garantía de sus derechos y según Janeth Ávila, oficial de inclusión social de Unicef, los resultados son preocupantes.

3 de cada 10 niños y adolescentes cree que la atención que han recibido en salud es regular, según el estudio, la explicación que más recibían eran «el servicio es demorado, las citas las dan para muchos días después o los medicamentos no les hacen efecto. Los niños en zonas rurales apartadas y comunidades indígenas reportan no tener servicio de salud cerca a sus casas. Si se enferman tienen que viajar largas distancias a costo altísimos y sin garantía de servicio y atención adecuados». 6 de cada 10 no tiene acceso a baños limpios en sus instituciones educativas. Además, 5 de cada 10 niños y adolescentes considera que únicamente aprende lo suficiente o poco en su escuela y 1 de cada 4 creen que su institución no facilita el acceso a niños, niñas y adolescentes con discapacidad.

A la pregunta ¿En cuáles lugares se siente seguro? El 98% respondió que no creen tener seguridad en los parques y el 68% en sus propias escuelas. Además 4 de cada 10 adolescentes dijeron que no tienen con quien hablar de salud sexual.

De igual forma, también se les preguntó por las condiciones en las que estudian y el resultado dio que 1 de cada 4 considera que el colegio no está en buenas condiciones, 7 de cada 10 indicaron que nunca hay jabón en el baño y por las malas condiciones de estos, 1 de cada 4 niñas dicen no usar el baño. También, 6 de 10 niños señalaron que no tienen espacios para actividades culturales.

El estudio incluso resaltó algunas de las respuestas escritas en los talleres realizados con los menores, 2 de cada 10 niños y adolescentes se han sentido irrespetados, “a veces dicen que soy gorda y negra”, “me irrespetan por ser delgada”, “ya que soy indígena me discriminan por mi cultura”, “muchas veces suelen hacer comentarios de burla respecto a mis creencias”; “no me respetan por mi orientación sexual”, “mi edad es para los mayores un signo de ignorancia, pero considero que no es así”.

1 de cada 10 niños manifestaron que nunca hay alimentos en su casa para todos, “A los hombres de la casa se les da más comida que a las mujeres, aun siendo de la misma edad, así sean niños, adolescentes o adultos” escribió una de las niñas consultadas.

1 de cada 4 adolescentes creen que en su colegio hay violencia de los adultos hacia ellos, “me preocupa que las seños nos peguen».  De igual manera, 5 de cada 10 niños y adolescentes dijo que en su colegio hay bullying o matoneo.

Por último, también se les preguntó a los menores sobre la reacción de los adultos en sus casas cuando no se portaban bien y sus respuestas evidenciaron la violencia que sufren muchos de ellos por parte de sus cuidadores, estas son algunas de las respuestas: «nos pegan con un palo en la espalda», «nos pegan con un gancho», «nos pegan con la correa de cuero», “me mandan a acostar, o si no me revientan un palo en tres”; “el papá le estaba pegando a la mamá porque cogió rabia y la quemaron a la niña y le dan duro por las piernas y por los brazos”; “a Andrés le pegan feo… un pelaito se cayó y a él le dieron duro con un pedazo de varilla en la espalda, para que entendiera”, “la bebé va pa un añito y mi mamá le pega”, “ella me quemó la piel, yo tengo las quemadas“.

Con estos resultados, el programa de las Naciones Unidas pretende preguntar en estas elecciones ¿y la niñez qué? Esta iniciativa tiene como objetivo hacer conocer, tanto para los candidatos como para los colombianos, las opiniones y preocupaciones de los menores consultados y para que se hagan propuestas que garanticen sus derechos pues, 6 de cada 10 niños y adolescentes creen que no son importantes para el gobierno.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/estudio-revela-que-68-por-ciento-de-los-ninos-cree-estar-inseguro-en-su-propia-escuela/564212

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