Argentina / 4 de enero de 2018 / Autor: Fuente Externa / Fuente: Elige Educar
María Cristina Gómez enseña historia, formación ética y ciudadana y sociología. Por su capacidad para innovar en contextos desfavorables, fue una de las seleccionadas entre los más de 10 mil que se postularon para el Global Teacher Prize.
En la última semana a María Cristina Gómez no le paró de sonar el teléfono celular. Mientras sobrelleva días agitados, con viajes a Buenos Aires desde su Rosario natal, reuniones con funcionarios políticos y entrevistas con la prensa que -dice jocosamente- la hacen sentir una “rockstar”, recibió cientos de mensajes y una “avalancha” de mails con saludos y felicitaciones de parte de familiares, alumnos y ex alumnos.
Durante la tarde del pasado 13 de diciembre, a Gómez le notificaron que fue seleccionada entre más de 10 mil postulantes para competir por el Global Teacher Prize, el “premio Nobel de la enseñanza”. Había salido de trabajar y estaba en un supermercado, en “la vorágine de las compras”, cuando la llamaron desde la Fundación Varkey para informarle la novedad.
“En ese momento me olvidé de lo que estaba haciendo. No podía creer lo que pasaba y mi marido, que estaba al lado de mí, no entendía nada”, recordó la profesora en diálogo con Infobae. Y agregó: “Fue inesperado. Es una gran emoción y honor porque con tantos maestros del mundo participando para mí era una posibilidad remota”.
Casada y con tres hijos -la menor tiene apenas meses de vida-, es docente de Historia, Formación Etica y Ciudadana y Sociología. Estudió hasta finalizar el secundario en Rosario. Luego se recibió en la Universidad Católica Argentina (UCA). Vivió nueve años en España. Y desde hace siete está nuevamente radicada en la ciudad santafesina. Dicta clases en el instituto Santa Margarita N° 8185 y la Escuela N°572 El Ceibo.
“Es un reconocimiento a la carrera, a lo que venimos haciendo hace tiempo”, sostuvo la docente a este medio, subrayando la clave de su nominación: trabajar en contextos desfavorables implementando desarrollando proyectos y programas educativos innovadores en pos de quebrar el fracaso escolar.
Excepto en el inicial, Gómez enseñó en todos los niveles. Hoy está al frente de aulas de adolescentes de barrios vulnerables del cordón industrial de Rosario. Se desempeña en zonas donde, por ejemplo, prevalece la guerra entre pandillas ligadas al narcotráfico.
Como en las escuelas parroquiales en las que imparte conocimientos no abundan los recursos didácticos, proyectó entonces incorporar paulatinamente contenidos a través de la tecnología, permitiendo el uso de los teléfonos celulares como recurso.
Los progresos tardaron en llegar porque recién este año las escuelas cuentan con internet, pero el interés creció rápidamente a partir de la creación del blog Profe Cristina, una herramienta de trabajo que agilizó sus clases y puso a disposición material educativo adicional.
En el sitio web “hay videos, películas, análisis y contenido audiovisual” que forman parte central de tareas que más tarde los alumnos retoman en clase, apuntalando lo visto y estudiado con bibliografía. “Eso va generando un aprendizaje diferente. Es lo que llamamos ‘aula invertida’. La idea surgió al advertir las dificultades que en la comprensión de texto”, explicó Gómez.
Desde este año también emplea aplicaciones de juegos como Kahoot, con contenidos que produce ella misma para sus distintas materias de enseñanza. Son “ejercicios de historias, matemática, de ciencias” que se practican en “una especie de Preguntados (el juego de preguntas y respuestas)”, con imágenes y sonidos. La modalidad, consideró la docente, invita a “solucionar el tema de celulares en clase, que ha sido un tema tan disruptivo y ha generado mucha controversia”.
Además de su labor educativa, la profesora participa en otras iniciativas con la Asociación Conciencia Rosario, organización a la cual llevó el Modelo de Naciones Unidas que dirigió en Buenos Aires 20 años atrás. En su currículum también figura la colaboración con educadores del grupo Mundo de la Educación para promover programas de Educación por la Paz.
Gómez también trabaja con la Fundación Fonbec (Fondo de Becas para Estudiantes) que otorga becas para primaria y secundaria, y con el Programa Escalar, que se ocupa de transición de los estudiantes entre la universidad y el mundo del trabajo.
“Procuramos que los alumnos lleguen a la meta. Y la meta es llegar al final de la secundaria, seguir en la universidad y alcanzar un trabajo acorde a su preparación. Ese es el hilo conductor de lo que hago”, comentó.
Los esquemas de trabajos ya comenzaron a dar frutos. “Es lo que veo en resultados en chicos que empezaron hace seis o siete años con este planteo pedagógico y ahora están terminando su carrera o trabajando en su profesión. Esa es la mayor satisfacción para mí. Pensar en abrirles las puertas de otro mundo, de conocimientos, de superación”, expresó orgullosa.
Al margen de sus actividades y analizando el sistema educativo actual, Gómez consideró que debe que cambiar radicalmente. “Tenemos una estructura burocrática que ya no sirve. Es importante apostar a la capacitación docente en cuanto a la profesionalización. Y generar otra mentalidad muy distinta a la que se percibe en estos momentos. Hay muchos docentes capacitados y están sin trabajo”.
También subrayó la importancia de la tecnología, que “llegó para quedarse” de manera que “se incorpore como algo natural y cotidiano”.
“Nunca hay que dejar de prepararse, de capacitarse, de seguir estudiando”, piensa Gómez. Así lo hace desde que empezó a desempeñarse como docente en 1985, siendo maestra de grado en la escuela San Casimiro, en el inicio de una carrera que en la actualidad la llevó a estar entre los 50 mejores docentes del mundo.
España / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Paula Clemente / Fuente: El Mundo
El debate sobre la entrada de los dispositivos tecnológicos en el aula está más vivo que nunca, tanto, que ya se discuten ramificaciones del mismo: ¿Inteligencia Artificial en la gestión de contenidos? ¿Tienen sentido los métodos clásicos de enseñanza? ¿Cuáles son las claves para sobrevivir?
Francia. Diciembre del año pasado. Se anuncia la prohibición del teléfono móvil en el colegio. Incluso en el recreo. 2018. Empieza el nuevo curso. La prohibición se hace efectiva. Y el debate, consecuentemente, estalla. ¿Es lógico apartar a los adolescentes de la que hoy es su mano derecha? ¿No estábamos hablando de introducir tecnología en el aula como nueva fuente de aprendizaje?
Una investigación llevada a cabo por encargo de Norton by Symantec revela que casi la mitad (49%) de los padres españoles considera que la tecnología y los dispositivos móviles pueden ayudar a reforzar las capacidades de aprendizaje y resolución de problemas de sus hijos, pero que el 53% piensa que el tiempo frente a la pantalla del móvil afecta la calidad del sueño de sus hijos.
Si se mira hacia Europa, el planteamiento es parecido: gran parte de los padres creen que las tecnologías llevadas al aula fomentan la creatividad y la felicidad de los niños y, al mismo tiempo, se manifiestan preocupados por el impacto perjudicial de los dispositivos sobre sus niveles de energía, sus habilidades sociales y su salud mental.
«Vamos a poner sentido común: el dispositivo móvil se ha convertido en la pantalla que concentra todas las demás pantallas», expone el fundador y Director General de Outliers School (escuela de ideación ágil para resolver retos de cultura digital), Hugo Pardo. «Hace diez años que decimos que tenemos que incorporar las TIC al aula y hemos acabado pasando de un extremo a otro».
Según el mismo, existe un punto intermedio que tiene que ver con que el móvil es a veces una herramienta súper apropiada para resolver algunas didácticas y, a la vez, completamente inapropiado para trabajar con otras, porque puede ser distractiva. «Si entendemos que todo espacio es un aula, que cualquier espacio es un espacio de aprendizaje, entonces el móvil también ayuda», prosigue. «También es una cuestión de empatía: entender que el nivel de atención se ha reducido, y que si el nivel de atención baja, es el momento de pasar a otro tipo de dinámicas».
Hugo Pardo es uno de los ponentes en Edutec 2018, un encuentro celebrado en Lleida esta semana y dirigido a profesores cuyo ámbito de interés es la tecnología educativa o investigadores que saquen partido de las tecnologías digitales en educación. Un evento que quiere, precisamente, poner luz sobre todas estas nuevas dinámicas en las que, inevitablemente, la tecnología es factor clave.
«Es importante ver la tecnología como un elemento que favorece la inclusión y que facilita que la educación llegue a cuanta más gente mejor: la tecnología de la que hablamos no es una herramienta con una mirada elitista o hecha solo para algunos, sino que esté inmersa en un contexto social«, señala el responsable de la organización del evento, Xavier Carrera. «La tecnología permite, además, que haya espacios abiertos a coste reducido o incluso cero en cuanto a oferta formativa».
Si permanece el debate en el campo de la educación infantil y juvenil, todo eso se traduce en mucha más flexibilidad a la hora de encontrar momentos para el aprendizaje y un importantísimo avance en la personalización de la educación: «estamos empezando a ver que estos sistemas de plataformas de Inteligencia Artificial pueden ser capaces de avanzar en este sentido, no estamos en el momento óptimo, ni aun hemos llegado, pero es una línea emergente que hay que vigilar y ver cómo se desarrolla en los próximos años», añade Carrera.
El futuro, coincide Rafael Villalón, se deriva cada vez más hacia la búsqueda de la formación personalizada. Este es el CEO de la start up de desarrollo de metodologías y creación de contenido, Didáctica Digital. Empresa hoy significada por la herramienta digital Supertics para apoyar la comprensión lectora y el aprendizaje de matemáticas.
Se trata de una herramienta que evalúa si un niño está preparado física e intelectualmente para empezar a aprender el proceso lector, que propone ejercicios para realizar el aprendizaje, que mediante Inteligencia Artificial adapta el contenido que le muestra al niño al ritmo que la máquina percibe que tiene y que comparte con el docente toda la estadística que genera el alumno con su actividad. Sobre todo, para que él conforme así toda la serie de dinámicas que propondrá en clase.
«No todo es tecnología, la tecnología apoya la tarea de los docentes, que reciben información individualizada para luego realizar sus actividades en el aula», señala Rafael Villalón. «Muchas personas dicen que se tienen que eliminar los libros en papel, y yo no lo creo: son un recurso más y cada recurso tiene su momento».
Misma perspectiva que secunda Babble, una plataforma para aprender idiomas, cuyo sistema de aprendizaje combina métodos de educación que se han probado efectivos con la tecnologías más puntera en el sector y que lleva ya más de diez años en el mercado. «Nadie aprende un idioma solo con un libro o una App, la gente usa la App, escucha podcasts, lee libros… por eso creemos que la clave es integrarlo todo para que las experiencias combinen bien unas con otras«, plantea el cofundador y CTO de la compañía, Thomas Holl. «Lo bueno es que por primera vez tenemos datos para ver cómo y a qué ritmo está aprendiendo la gente y adaptar el currículum a cómo lo está haciendo».
La clave de futuro, coincide Holl, es combinar la tecnología con la interacción humana, por eso tienen claro que la Inteligencia Artificial debe introducirse gradualmente y siempre apoyada por un laborioso trabajo de investigación, sobre todo en una herramienta online pensada para usarse en casa.
Lingokids, otra plataforma de aprendizaje de inglés, en este caso para niños, y que acaba de recibir premio a la start up con mayor impacto social en educación en los enlightED Awards 2018, otorgados por Fundación Telefónica, IE University y South Summit, parte del mismo objetivo.
«Hay padres que llevan a los hijos a academias de idiomas, pero eso no quita que muchas veces estén en casa y le pongan un rato nuestros contenidos en el móvil; tampoco queremos que el niño se enganche al móvil, pero si está 15 o 30 minutos al día, mejor que sea con contenido didáctico», reflexiona el cofundador y CEO de la empresa, Cristóbal Viedma.
«El tema es encontrar el equilibro», apoya la investigadora principal del grupo de investigación consolidado de la EMA, Begoña Gros. «De hecho, aunque se hable mucho de la digitalización de las escuelas, esto es un poco falso en el sentido de que no hay escuelas en las que un niño esté todo el día en frente de la pantalla«,
Y se ha demostrado que con poco, ya se puede disponer de información de seguimiento que se ha tornado imprescindible para el profesor. Siempre y cuando (y ahí otro gran debate) la tecnología permanezca subyugada al humano. Porque la Inteligencia Artificial en este campo también ha sido colocada en pleno centro de discusión: ¿qué ocurre si, dejando en manos de robots inteligentes el contenido, la atribución de notas y la decisiones importantes respecto a su avance, se perpetúan sesgos?
«La idea no es automatizar nuestra imparcialidad, nosotros queremos usarla para entender patrones, y ver qué puede hacer exitoso a un alumno para introducir esa información en el sistema», responde la máxima responsable de ventas en Salesforce.org, Allyson Fryhoff. «Puede facilitar a los humanos su trabajo: si un tutor tiene 100 alumnos, es muy difícil estar al 100% para ellos, y ahí es donde Einstein [la propuesta tecnológica en este campo de Salesforce] puede ayudar».
Salesforce.org ha organizado, también esta semana, el evento Horizons 2018 con la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona como partner y anfitriona, para reflexionar en torno a la transformación educativa.
«Piensa en padres con hijos de cinco, diez o 15 años: estos quieren interacciones con la escuela del mismo modo que las tienen con Amazon», prosigue la misma. «Hoy todos estamos muy ocupados, padres y estudiantes, y la tecnología está ahí para dejar que esta interacción ocurra de forma sencilla«. De hecho, en su portfolio de soluciones tecnológicas para el entorno de la educación, confluyen tanto herramientas relacionadas con el contenido y el progreso formativo tipo Einstein, como soluciones para hacer mucho más ágil la gestión documental referente a admisiones escolares, pagos y relaciones entre padres y docentes.
En base a toda su experiencia, Allyson Fryhoff plantea tres retos: introducir la tecnología en el aula de forma beneficiosa para todos, usar la tecnología para que gente con menos recursos no se quede fuera del radar de la educación y fomentar la formación en pequeñas piezas para facilitar que la gente pueda aprender nuevas profesiones de forma fácil.
Y es que, de hecho, el otro gran tema (si se traslada el foco a la formación adulta) es el amplio abanico que abren las nuevas tecnologías. Un informe de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) comparte que, desde el año 2000, la formación por Internet ha crecido un 900% a nivel mundial.
«Hoy existe la necesidad de formarse a lo largo de toda la vida, y en un mundo tan competitivo, dicha formación constante ha sido durante años un privilegio que no todos se han podido permitir, pero las tecnologías están democratizando el acceso a la formación». Quien reflexiona, en este caso, es Llibert Argerich, el Vicepresidente de Marketing de Udemy: un Marketplace global de enseñanza online donde más de 24 millones de estudiantes aprenden de unos 80.000 cursos impartidos por instructores expertos.
«Uno de los puntos por el que más nos preguntan es por si la educación online ha venido a sustituir a los sistemas de educación tradicional, y no es así: la formación online es un complemento que busca facilitar que una persona pueda formarse en lo que desee a lo largo de toda su vida«, argumenta Argerich. «La educación tradicional y las nuevas metodologías de enseñanza deben ir de la mano para adaptarse a la velocidad de los cambios del mercado laboral y de la sociedad y conseguir así la máxima efectividad».
La clave, coinciden todos, es que se forme a los docentes para que entiendan el potencial (y riesgos) de la tecnología. Que comprendan que es una herramienta más que no pueden obviar, siempre y cuando sepan sacarle el máximo partido sin que se convierta en una fuente de distracción más en el aula. Y que abrir semejante cuestión, desemboca en otras, como que quizás ciertas dinámicas han quedado obsoletas.
«Evidentemente, cuantas más interfaces tengas compitiendo por su atención, mayor esfuerzo deberás hacer para lograr el interés del otro: si eres una interfaz monopólica, hagas lo que hagas vas a tener la atención de la audiencia, que es un poco lo que les pasaba a los profesores de antes», concluye Hugo Pardo. «Si el profesor hoy juega a ser el más inteligente del aula, siempre va a tener el mismo problema: hoy hay un profesor que lo es más, que es el teléfono móvil, así que lo que debe lograr es que el aula sea un espacio de interacción y de creación de equipos y redes».
Perú / 30 de septiembre de 2018 / Autor: Ana Bazo Reisman / Fuente: RPP Noticias
Limitan su uso solo a actividades académicas y dejan que los profesores vean en ellos una oportunidad para renovar el método de enseñanza. Perú, por su parte, aún no lo discute.
El uso de los teléfonos inteligentes escala año a año a nivel global. El promedio de incremento, al menos desde 2015, ha sido de 30 millones de nuevos usuarios conectados. Estos, al mismo tiempo, son cada vez más jóvenes. Solo en Perú, el 73% de menores entre 13 y 16 años de edad ya cuenta con un celular propio. De ellos, más del 50% se conecta con el mundo desde su pantalla móvil, según estimó Ipsos el 2017 en su informe “Perfil del adolescente, joven y adulto peruano”. Además, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la edad más temprana en la que se accede a internet en Perú a través de un smartphone es de seis años.
Esta tendencia de conexión desde el inicio de la vida escolar se repite en la mayoría de países de Europa y América, principalmente. El 3 de agosto pasado, Francia oficializó reglas frente al uso masivo de dispositivos móviles en las aulas. Se trató de la Ley Nº 2018-698, aprobada días antes por el Parlamento, que modificó el Código de Educación en ese país para prohibir el uso del smartphone a todos los infantes de Inicial y estudiantes de Primaria y Secundaria hasta los 15 años. No obstante, la medida es flexible a la utilización para fines pedagógicos y sugiere que los centros educativos y jardines consideren aquella excepción en sus reglamentos internos.
La enseñanza desde la pantalla
Algunos países de América del Sur ya han entrado al mismo debate que Francia. En Bolivia, por ejemplo, rige desde enero de 2017 la Resolución Ministerial de Educación Nº 001, que restringe el “uso arbitrario” de los teléfonos celulares tanto a alumnos como a profesores. Sin embargo, establece la posibilidad de usarlos para “procesos formativos”, siempre que estos se planifiquen y consensúen previamente entre alumnos, profesores, directores y hasta padres de familia.
“El artículo 118 de las normas de planificación y organización de la gestión educativa nos invita a utilizar el celular, pero de manera previamente planificada, organizada, para el trabajo en el aula. No nos olvidemos que el celular, más allá de tener WhatsApp, tiene Google, diccionarios, información de mano”, explicó el viceministro de Educación Regular de Bolivia, Valentín Roca, a RPP Noticias.
Al ser consultado sobre algún plan de capacitación a los maestros para que conozcan cómo implementar el uso del móvil con internet en las aulas, Roca señaló que esa disposición depende de cada centro educativo y no del Estado. La situación es distinta en la provincia de Buenos Aires, Argentina, donde la estimulación -todavía en plan piloto- viene con smartphones de regalo. Esto, después de que en 2016 el Gobierno derogara la Resolución Nº 1728, que por una década prohibió el uso de los teléfonos móviles a todos los profesores y estudiantes de la provincia.
Agustina Blanco, directora provincial de Evaluación y Planeamiento del Ministerio de Educación de Buenos Aires, señala que para fines de 2018 se planea haber repartido un kit de 20 celulares con planes de datos a más de 400 escuelas. El objetivo es medir el aprovechamiento de estos equipos -que cuentan con aplicaciones educativas incorporadas- para luego generar un sistema integrado de colegios capacitados en la conexión con el móvil. “En este programa hemos empezado las capacitaciones en abril de este año y recién dentro de un tiempo van a llegar estos celulares para medir bien durante todo el año. Estamos incorporando Geogebra, GoogleMaps, lecturas autorizadas y YouTube con sugerencias de uso pedagógico”, cuenta Blanco.
El móvil como oportunidad
En Chile no existe aún una regulación, pero ya se ha planteado en el Parlamento. El Proyecto de Ley Nº 1728-04, presentado ante la Cámara de Diputados del Congreso Nacional el 10 de mayo de 2018, propone que las aulas de Primaria y Secundaria adapten un contenedor especial para la recolección de celulares de todos los estudiantes durante el horario de clases. Sin embargo, y en la misma línea que Bolivia, abre la posibilidad de que se utilicen para actividades lectivas bajo criterio del profesor.
El Ejecutivo no ha emitido una opinión al respecto, pero Jaime Veas, exjefe de la División de Educación General del Ministerio de Educación de Chile, nos cuenta su postura. “[El uso del celular] es una tremenda oportunidad, pero es una oportunidad que no es mecánica: hay que trabajarla pedagógicamente, generar capacidades en nuestros estudiantes y en nuestros propios profesores, incluso enseñar a discernir entre la información falsa y verdadera que existe en internet”. Veas concluye que una ley sobre esto debe incorporar capacitación ardua a los maestros.
Colombia mantiene una propuesta un tanto más radical. El congresista Rodrigo Rojas presentó el 16 de agosto de 2018 el Proyecto de Ley Nº 99, que prohíbe completamente el ingreso de dispositivos de telefonía móvil a los centros educativos desde la etapa preescolar hasta la Secundaria. En entrevista con RPP Noticias, Rojas refirió que “los celulares se han convertido en un agente distractor que afecta la concentración de los niños y, por ende, su rendimiento académico”. Además, sostuvo que afectan la salud mental y física de los menores, perjudican su comportamiento social, estimulan la depresión y generan dependencia. Sin embargo, no descartó debatir sobre la utilización para fines educativos.
“La tecnología es importante. Vivimos en una sociedad digital, pero hay que saber utilizar el celular. Todos los actores involucrados pueden participar [en el debate], siempre y cuando se proteja la seguridad y salud de los niños, desarrollo integral, en entornos educativos seguros”, estimó el parlamentario colombiano.
Perú desestimó la discusión
Hace cinco años, el Congreso de la República del Perú tuvo en sus manos el debate. El 18 de noviembre de 2013, el congresista Johnny Cárdenas Cerrón presentó el Proyecto de Ley Nº 2945, una versión modificada de una propuesta que ya había impulsado y retirado meses atrás. Su proyecto proponía “prohibir el uso de dispositivos móviles, teléfonos celulares y similares que causen distracción durante las horas de clase” e incluso ordenaba que el Ministerio de Educación exija a todos los colegios la colocación de anuncios que remarquen la prohibición.
Cárdenas sugería sanciones para quienes infringieran la norma: desde el decomiso del celular hasta una suspensión de tres días para los estudiantes y desde la amonestación hasta la destitución para los profesores reincidentes. También destacaba una excepción “para el proceso de enseñanza-aprendizaje que se da a través de las tecnologías de la información y comunicación (TICS)”, lo cual dejaba abierto a la interpretación que el celular o el dispositivo móvil sean incluidos. Pero el planteamiento quedó olvidado y no se retomó en las siguientes legislaturas. Al menos, hasta ahora.
Francia / 5 de agosto de 2018 / Autor: Redacción Digital / Fuente: Blu Radio
El embajador de Francia en Colombia explicó las razones que justifican la medida y abrieron el debate.
El parlamento francés prohibió teléfonos celulares en colegios de primaria y secundaria, una promesa de campaña del presidente Emmanuel Macron.
El embajador de Francia en Colombia, Gautier Mignot, explicó a BLU Radio que la iniciativa busca que los niños puedan desconectarse en el tiempo de la enseñanza.
“La idea es que el tiempo en el colegio sea reservado para la enseñanza y el recreo para el descanso y el intercambio entre los muchachos. En los colegios había inconvenientes por el uso de celulares”, señaló el embajador.
Asegura que no hubo oposición a la nueva ley y el Senado votó por unanimidad.
“No hubo votos en contra en el Senado y solo hubo uno en la Cámara. En realidad, la medida fue bien recibida incluso por parte de los padres de familia”, añadió.
Manifiesta que la idea es dejar un margen de maniobra para los rectores de los colegios en las modalidades de aplicación. Es decir, la nueva ley incluye dispositivos conectados como celulares y tabletas, pero con excepciones para casos de niños discapacitados y en actividades pedagógicas que requieran utilizarlos.
“Se permite a los colegios autorizar el celular para los niños más grandes, de 16 años en adelante. Aunque no tengo la cifra exacta, se estima que en Francia los niños a partir de los 13 años ya tienen celular y es un factor importante para comunicarse con sus padres, pero se estaba volviendo una situación crítica en los colegios donde todos usaban estos equipos en los recesos”, añadió Mignot.
Finalmente, señaló que cada rector debe fijar las sanciones correspondientes a cada incumplimiento de la medida.
Es una herramienta que acerca, comunica y mantiene a los seres humanos al día, pero dependiendo del uso que se les dé a estos dispositivos móviles, puede causar un impacto negativo sobre los estudiantes.
Todos deben tener claro que un celular es un aparato y como casi todas las cosas materiales, no son buenas ni malas si se les da el uso indicado. El uso de estos dispositivos ha causado dolores de cabeza en diferentes instituciones educativas, en las que se escuchan comentarios sobre que los chicos no saben distinguir sus tiempos para estudiar, chatear, prestar atención a clases, hacer tareas, escuchar música o ver videos.
Por esta razón y por las constantes quejas por parte de los padres de familia, la Fundación Universitaria del Área Andina realizó un importante estudio donde analizó la dependencia del uso del celular y su influencia en el rendimiento académico de jóvenes universitarios, mostrando que su creciente uso está desviando la atención y prioridad ante la preparación académica y también impacta el rendimiento estudiantil. Si considera que usted no hace parte de esos jóvenes que les afecta el uso del celular, no sobra preguntarse: ¿Siempre revisa su celular antes de dormir? ¿Constantemente desbloquea el dispositivo móvil mientras está en el colegio para ver algo? ¿Cuándo realiza sus tareas se demora más porque se distrae con el celular? o ¿Siempre está actualizando sus redes sociales y viendo lo que otros publicaron? Si en la gran mayoría de respuestas respondió de manera afirmativa, debe saber que usted ha generado una dependencia por este artefacto.
No es tarde para entrar y modificar su comportamiento, así que establezca horarios para tomar el celular, estudiar, ir a clase y estar en familia. Tenga presente que el celular en un futuro no hará nada por usted y que su éxito profesional depende del desempeño que tenga en el plantel educativo.
¿Cómo se logró la investigación?
Fue desarrollada por la Fundación Universitaria del Área Andina y tras consultar a 462 estudiantes, fue posible establecer que 62,1% de los jóvenes revisa siempre su teléfono móvil antes de ir a dormir, 42,6% lo hace mientras estudia o realiza tareas y 61,3% ignora a otras personas para concentrarse en el celular. Así mismo, evidenció que 112 de los consultados, 23,3%, revisan de manera obsesiva llamadas, correos, redes sociales y mensajes de texto.
La voz del experto: José Gerardo Cardona, Encargado de la Investigación de la Fundación Universitaria del Área Andina
“Actualmente el teléfono móvil ha modificado el estilo de vida de adultos, jóvenes y niños, cuyo fin es el de facilitarnos la vida. El problema actual que tenemos es que en lugar de tener contacto personal, este se realiza por medio de él, causando problemas adictivos y dependencia al uso del móvil llamado ‘nomofobia’”.
Preguntas y respuestas: José Gerardo Cardona Toro, Docente Fuaa UTP
¿Cómo influye el uso del celular en los jóvenes en su nivel académico?
“El mal uso del celular en los jóvenes influye mucho en el bajo nivel académico, la distracción en clase hace que él pierda la concentración y se pierda de la explicación del profesor. Además pierde la noción de las tareas y ejercicios propuestos. Cuando se hacen en grupos hay discordias con aquellos que han estado atentos”.
¿Cuál es el uso indicado que se le debe dar a estos dispositivos móviles?
“En clase este dispositivo es muy importante, para ello el docente debe estar preparado para el uso efectivo, pues debe conocer las aplicaciones, páginas apropiadas y saber con claridad el objetivo trazado con el uso del dispositivo. La institución debe garantizar una muy buena red de wifi. El docente debe establecer las reglas de uso con claridad y supervisar constantemente que el estudiante esté metido dentro del tema de clase, así evitará distracciones y mal uso del dispositivo”.
¿Se deben prohibir si no se saben usar?
“En clase deben establecerse unas reglas claras y el docente puede permitir el uso siempre que sea para algo con urgencia. Si no hay reglas claras el dispositivo debe estar apagado, pues se ha comprobado que es un enemigo, un “depredador del estudiante”. En los exámenes debe estar apagado, ya que se ha comprobado el tráfico de soluciones a exámenes, el joven toma una fotografía al examen y previamente ha pagado a alguien de afuera que le resolverá el examen y luego se lo enviará”.
¿Cómo se ha modificado el estilo de vida de los jóvenes después de la aparición de estos aparatos electrónicos?
“Demasiado, los jóvenes son otros por su mal uso, diría que son esclavos de este aparato, las reuniones familiares y académicas ya no son las mismas, antes se estudiaba en grupo y en las bibliotecas e incluso en las casas, hoy es más individual el trabajo, por el mal uso de estos aparatos de comunicación, que son extraordinarios pero mal usados. Por ello debe hacer un gran trabajo de concientización del manejo de este gran invento”.
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