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La odisea de volver a clase o el espejismo de la educación en Venezuela

Por: El País

Crumilka Curvelo saca unos muñecos artesanales, varias carpetas con afiches didácticos, folletos de Romeo y Julieta y Un tranvía llamado deseo dramatizados por sus alumnos y una colección de cartas de restaurant hechas con materiales de desecho. Los muestra con orgullo. La maestra, de 52 años, usaba estos recursos para mantener la atención de sus alumnos en una escuela pública en el barrio 23 de Enero, en el centro de Caracas. Eran sus armas en la difícil batalla por retener a los estudiantes en el aula en un país que atraviesa una profunda crisis humanitaria y donde la falta de comida, agua, electricidad, transporte o gasolina son razones frecuentes para faltar a clases.

Un nuevo año escolar comenzó esta semana a distancia en Venezuela y uno de los principales temores se ha confirmado. La pandemia se ha convertido en un colador por el que escapan alumnos y también maestros, que además se han declarado en conflicto en reclamo por mejores salarios. Crumilka tiene razones para protestar. Varios días en la semana tiene la nevera vacía. Logra comer cuando alguien le regala un kilo de arroz o de harina. El teléfono con el que puede comunicarse se lo regaló un exalumno que emigró del país. En el colegio en el que trabaja, de 39 profesores del bachillerato solo se han reincorporado cinco. En la primara ha faltado la mitad. Al menos 55 alumnos se han retirado, una parte de ellos para seguir sumando al goteo migratorio de venezolanos, en medio del agravamiento de la crisis económica por la pandemia.

La profesora de inglés Crumilka Curvelo.
La profesora de inglés Crumilka Curvelo.ANDREA HERNÁNDEZ

La maestra tiene a cargo más de 300 alumnos de diez secciones de bachillerato a los que enseña inglés. Su sueldo no supera los 2 dólares mensuales, el salario mínimo en Venezuela. “Ahora haré una suplencia en Química porque el profesor consiguió trabajo en una tienda en la que le pagan 8 dólares al mes y se retiró”, dice. En los primeros meses de la cuarentena también perdió a uno de sus alumnos porque se fue a trabajar con el papá en un mercado de la ciudad. “Les pagaban con restos de verdura o pescado”, cuenta Crumilka.

Los tres meses que transcurrieron entre marzo y junio las clases fueron a distancia, con todas las dificultades que eso significa para un país que ostenta la Internet más lenta de la región y en el que solo cuatro de cada 10 venezolanos tiene una línea de teléfono móvil activa, según las estadísticas oficiales de 2019. Crumilka recuerda que un día pasó 16 horas intentando revisar un correo con tareas adjuntas de sus alumnos. “Es demasiado frustrante”, dice, sobre todo porque su chistera de trucos educativos debe quedarse guardada. Las condiciones no mejoraron durante el receso de agosto. Se enseñará a través de guías que los padres deben recoger cada 15 días y algunos mensajes de WhatSapp que llegan a destiempo.

Para los sindicatos, que agrupan a 430.000 docentes de la educación pública en el país, no hay condiciones para volver a clases. Pidieron aplazar el inicio a clases, pero no fueron escuchados por el gobierno de Nicolás Maduro. En un sondeo que hizo la Fundación para el Desarrollo Integral Docente sobre el impacto del coronavirus en Venezuela se recoge que solo 10% de los alumnos reporta tener una conexión estable, 67% no dispone de recursos materiales para el trabajo en casa y 94% de los docentes opina que la mayoría no tienen buen servicio de electricidad, ni capacitación digital para cumplir con el programa educativo.

El conflicto sindical de calle se ha trasladado al mundo virtual. Solo los colegios privados, que representan solo 15% de la matrícula escolar, han comenzado clases en línea con los vaivenes de la luz y el internet. El resto acumula días sin recibir educación y la brecha de la desigualdad crece. Aunque es un año atípico para la educación en casi todo el mundo, en las fragilidades de Venezuela la pandemia supone un enorme retroceso.

El aula en casa

Iris Pellicer dice que muchos de los niños del barrio José Félix Ribas, en el populoso Petare, al este de Caracas, no volvieron a recibir clases después de que se decretó la cuarentena por la covid-19 en marzo pasado. Por eso decidió abrir una especie de escuela en su casa, donde recibe a los alumnos del vecindario en grupos de cinco. “Eso de tener tanto tiempo a los niños sin hacer nada me preocupa”, dice, “¿Qué va a ser de Venezuela en cinco años si esta es la educación que vamos a tener?”

Pellicer solo tiene una tablet, un móvil con el que tiene que pescar señal y los libros que dejaron sus hijos. Pero eso es mucho más de lo que tienen algunos de los alumnos que recibe, que ya han pasado seis meses sin estudiar. La escuelita, como la llama, es un paliativo a sus angustias. “Imagínate a un muchacho que le envíen unos polinomios por WhatsApp. Acá tienen un profesor al que le pueden preguntar”, dice la mujer de 56 años, que también intenta culminar la carrera de Derecho de forma online.

La pequeña contención que hace Pellicer en su barrio no altera los tristes indicadores que mostraba Venezuela previo a la pandemia. La Encuesta de Condiciones de Vida del Venezolano, realizada por tres universidades del país, reveló que entre 2019 y 2020 se reportaron 1,7 millón menos alumnos en todo el sistema escolar, desde la educación inicial hasta el nivel universitario. También aumentó el rezago. Casi un 20% de los estudiantes entre 12 y 17 años tiene dos años de atraso y un 18% va retrasado un año. La cobertura educativa en Venezuela tocó techo y retrocedió, de acuerdo al informe. El año pasado, un 40% de los alumnos faltaba con con frecuencia a clases.

Niños en una clase en la escuela improvisada por Iris Pellicer.
Niños en una clase en la escuela improvisada por Iris Pellicer.ANDREA HERNÁNDEZ

Fausto Romeo representa a una asociación de colegios privados en Venezuela. En algunos de estas instituciones han grabado clases en video, usan plataformas digitales y han intentado cumplir con un horario y actividades escolares desde casa. “No es solo el tema educativo, es también la psicoafectividad que proporciona la escuela. Los alumnos necesitan ver a sus maestros y a sus compañeros. Mi mayor preocupación es que con esto estaremos perdiendo muchachos”, dice.

En los colegios privados un maestro puede ganar entre 80 y 100 dólares al mes. Es una diferencia enorme con respecto a las tablas salariales del sector público, pero tampoco es suficiente. Luis Martínez Vera, de 63 años, es profesor de ciencias sociales en los dos sectores. Está en la bisagra de la desigualdad. Con los alumnos del colegio privado interactúa a través de una plataforma digital, con los del público solo intercambia correos electrónicos. Pese a los dos ingresos salariales, el docente, que tiene dos carreras universitarias y maestrías, trabaja como jardinero cerca de su casa para poder hacer ahorros. También siembra tomates, pimentones o papayas en su casa en Caracas, para poder comer «lo que es prohibitivo comprar en un supermercado.

https://elpais.com/internacional/2020-09-27/la-odisea-de-volver-a-clase-o-el-espejismo-de-la-educacion-en-venezuela.html

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Venezuela: Más de 200 jóvenes indígenas cursarán estudios en la Unes

América del Sur/27-09-2020/Venezuela/Autora: /Fuente: ultimasnoticias.com.ve

Más de 200 jóvenes indígenas ingresarán a la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) para cursar estudios de Invetigación Penal y Criminalística, así lo informó César Carías, viceministro para la Formación, Educación Intercultural y el Saber Ancestral de los Pueblos Indígenas.

Destacó que, por instrucciones de la ministra Yamilet Mirabal, sostuvo una reunión con representantes de esta casa de estudios, con el objetivo de coordinar todos los asuntos referentes a la formalización e ingreso de los aspirantes indígenas en la Universidad de la Seguridad, centro que elaborará para el mes de octubre un cronograma especial de atención en cada uno de los centros de formación respetando las medidas de bioseguridad por el covid-19.

Agregó que en esta reunión también se discutió la propuesta de un convenio para impulsar el ingreso de jóvenes indígenas en programas de formación en el área de seguridad.

Municipio Jesús Maria Semprúm

Más de 50 jóvenes del municipio Jesús María Semprúm en el estado Zulia iniciaron actividades en la Academia de Capacitación y Actualización Policial.

Este órgano adscrito al Instituto Autónomo de la Policía Bolivariana está encargado del diseño curricular y acciones definidas por la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) para formar a los funcionarios responsables de garantizar la seguridad a la población general.

Keyrineth Fernández, alcaldesa del municipio, expresó «desde la Alcaldía de Semprúm le prestamos todo nuestro apoyo a esta academia para que estén en la capacidad de entrenar a nivel físico y táctico policial, capacitar e instruir a los funcionarios y funcionarias, con el objetivo de mejorar la practica profesional al fortalecer sus destrezas; por nuestra condición de municipio fronterizo debemos contar con los mejores hombres y mujeres que garanticen la paz y la seguridad en nuestro territorio».

Fuente e Imagen: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/general/mas-de-200-jovenes-indigenas-cursaran-estudios-en-la-unes/

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Educación Mediada por TIC sin caer en la tentación de la “Nueva Normalidad Educativa”

Por: Oswaldo Espinoza

Aparentemente fuimos sorprendidos, o al menos es lo que muchos comentan sobre la situación extraordinaria que vive la humanidad en el marco de la pandemia por la Covid-19, incluso algunos colegas aun no salen de la sorpresa de ver rota la presencialidad que dábamos por segura en el proceso educativo universitario; no obstante esto no es así, cómo podemos hablar de sorpresa y endilgar a la pandemia la culpa del rompimiento de la burbuja de espejismos que conocemos como normalidad, sustentada sobre los mitos de la modernidad. La pandemia no es causa sino manifestación y consecuencia de un sistema que está en crisis, un sistema que se sustenta en la racionalización de sus propios mitos, en la naturalización de las diferencias como jerarquías y en una relación parasitaria con el medio natural, las cuales justifican la explotación de una minoría global privilegiada sobre las inmensas mayorías excluidas del mundo, al igual que la destrucción suicida de la naturaleza y de las condiciones necesarias para la reproducción de la vida; una crisis que en esta etapa nos confina en nuestros hogares para salvarnos, y nos distancia de los lugares de trabajo y los espacios de aprendizaje para cuidarnos; en este marco, las TICs se presentan no solo como una alternativa que ha estado disponible desde hace mucho tiempo, sino como la única alternativa posible para la continuidad del proceso formativo.

La educación asistida por tecnologías de la información y comunicación (TIC), ya se ha establecido en el mundo como una forma de desarrollar el proceso educativo, bien como complemento del insustituible encuentro presencial en el espacio de aprendizaje, agregando medios, herramientas, recursos, procesos y productos  que potencian los objetivos formativos; o bien como alternativa cuando las distancias, la salud, la seguridad o razones de fuerza mayor compliquen o impidan la interacción directa con el grupo educativo; el problema ahora es que para que disponer de los beneficios de esta alternativa se requieren una serie de condiciones sociales, políticas, económicas y por supuesto tecnológicas, como la disponibilidad de la infraestructura pública y los dispositivos de acceso, condiciones que se fueron creando en el marco del proceso político bolivariano, pero que luego han sido seriamente golpeadas por la guerra imperial contra nuestra nación, a la que se suman los errores, omisiones y connivencias propias, como gobierno y como sociedad. De igual forma, las instituciones educativas, incluyendo las universidades, deben contar con las plataformas, propias o de terceros, en las que la comunidad educativa pueda interactuar y cubrir al menos un porcentaje del contenido curricular; lamentablemente pocas universidades cuentan con esa plataforma, que en circunstancias extraordinarias, como la presente, podrían servir para garantizar la continuidad del proceso educativo; de hecho es aquí donde podemos afirmar que fuimos sorprendidos sin estar preparados.

La situación descrita requiere adaptarse rápidamente para preservar el sagrado derecho a la educación; aquí las TICs se convierten en la tabla de salvación pero es necesario hacer advertencias y evitar caer en tentaciones, como la de convertir esta “normalidad relativa educativa” en la “nueva normalidad educativa” del proyecto globalista neoliberal del que nos advierte nuestro colega Luis Bonilla en su más reciente artículo dedicado al tema de la universidad en casa; me refiero a la intención descarada de eliminar progresivamente al Estado de su responsabilidad educativa, trasladando esa labor a la familia en los hogares a través de prestadores privados del servicio; en el camino también se borra la interacción social directa y se sustituye con más individualismo. Resulta fundamental abrazar las TICs como alternativa y complemento extraordinario al proceso educativo, sin olvidar que el mismo tiene una dimensión sociopolítica que sólo es posible con el encuentro directo en los espacios de aprendizaje.

Con el fin de responder a la situación actual de la mano de las TICs, resulta necesario asumir importantes desafíos como Estado, como institución y como comunidad educativa, y aún más específicamente como docentes. Al Estado bolivariano de Venezuela la corresponde hacer los mayores esfuerzos para superar las adversidades y garantizar a la población venezolana el acceso a la red que permita la interacción efectiva y oportuna en el ambiente virtual de aprendizaje; esto va desde el servicio eléctrico hasta los dispositivos personales de acceso. Las universidades tienen el deber inaplazable de crear o afiliarse a las plataformas de educación virtual, las cuales permitan el cumplimiento de un porcentaje del contenido en circunstancias regulares o la totalidad del currículo en circunstancias extraordinarias. Por otro lado, para la comunidad estudiantil resulta vital asumir el desafío que implica esta modalidad de aprendizaje, pues como saben todos los que han tenido experiencia con la educación a distancia, se requiere una importante dosis de autodisciplina, voluntad y compromiso. Finalmente para los docentes los desafíos son múltiples, por ejemplo para aquellos que se asuman como migrantes digitales, un proceso de actualización y adaptación resulta imprescindible, y en este aspecto la institución tiene un papel que jugar; otros retos para los educadores universitarios los presenta la profesora Katerina Barrios (2015), que quien escribe podría agrupar básicamente en tres grandes desafíos: Lo desafíos onto-epistemológicos, los académicos y finalmente los de interacción humana con los participantes.

Uno de los desafíos representa tanto una invitación como un reto, aunque yo agregaría también una advertencia; se trata de estar dispuesto a aprender, desaprender y reaprender, más no sólo de aprender y reaprender nuevas estrategias o el uso de nuevas tecnologías, también de aprender  de los saberes y experiencias de los participantes, sujetos cognoscentes, educandos-educadores en el espíritu de Freire; sobre el desaprender hay que tener en cuenta la aclaratoria que nos hace Santos Boaventura (2010), sobre las diferentes implicaciones del desaprender entre el norte y el sur global, pues mientras para el norte despensar y desaprender se propone sobre todo aprender a ignorar, dejar de lado, olvidar o producir como inexistente (como cuando nos hacen olvidar nuestra identidad y el amor a la patria), en el sur, se trata de despensar y desaprender la razón indolente como pensamiento hegemónico, y reinventar o rehabilitar como sabios y válidos los saberes y experiencias propios que la razón indolente declaró como ignorantes o ausentes.

Finalmente se plantean los desafíos académicos que implican una preocupación por la formación permanente del educador, consolidando el conocimiento de los temas a abordar, lo cual exige constituirse en un lector asiduo y un investigador constante, que produce y divulga, crea y recrea saberes, labor para la cual la institución debe brindar todos los medios posibles. Por último, están los desafíos de interacción personal del docente con los participantes, que van desde la capacidad de comunicarse hasta el acompañamiento personalizado de cada miembro del grupo educativo, un reto en las circunstancias vigentes, en la que muchos estudiantes, y algunos docentes, han declarado la imposibilidad de mayor interacción por no contar con los medios y dispositivos de acceso, o con los servicios mínimos  (electricidad y/o internet) para establecer contacto con sus compañeros y docentes, además de agregar, justificadamente, las difíciles condiciones socioeconómicas que viven en sus núcleos familiares por la precarización del salario y la despiadada guerra económica.

Universidad en casa mediada por las TICs constituye una respuesta valiosa para garantizar el derecho a la educación universitaria a los venezolanos; una oportunidad que se debe aprovechar asumiendo los desafíos que plantea y evitando las tentaciones y trampas de una “nueva realidad educativa” distante, individualista, privada, excluyente y deshumanizada.

LEER EL ARTÍCULO ORIGINAL PULSANDO AQUÍ.

Fotografía: poresto.net

Fuente e Imagen: https://insurgenciamagisterial.com/educacion-mediada-por-tic-sin-caer-en-la-tentacion-de-la-nueva-normalidad-educativa/

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Continuar respondiendo ante la crisis alimentaria

Por: Roberto Patiño

La crisis alimentaria sigue siendo una de las principales emergencias que vivimos los venezolanos, ahora profundizada en la coyuntura inédita de la pandemia del covid-19.

Todos los vectores del problema del acceso a alimentos se han agravado. La crisis hiperinflacionaria, la escasez de combustible, el colapso de servicios, además del decrecimiento en la producción agrícola, convergen para continuar poniendo a un número cada vez mayor de venezolanos en situaciones de riesgo y emergencia alimentaria. Se afectan de manera significativa poblaciones tan vulnerables como la infantil y la de la tercera edad.

El Banco Central de Venezuela reconoce variación de precios acumulada en 7 meses (enero-julio) de 505,74% y en un año 2.239%, mientras que Fedeagro señala que esta es la peor situación de la agroindustria en 50 años. Esto significa que en medio de una brutal crisis económica (ahora global a causa de la pandemia) los venezolanos tienen menos dinero con el que comprar alimentos en una oferta aún más limitada.

Esta situación es más extrema en el interior del país, como reportan líderes de Alimenta la Solidaridad en estados como Falcón y Zulia, en los que el acceso a alimentos se ha restringido sustancialmente en mercados y cadenas de distribución. De igual forma, la crisis de combustible y servicios básicos dificultan el transporte, preparación y preservación de la comida. En las comunidades del país se está cocinando con leña ante la falta de gas y los constantes cortes y fallos del sistema eléctrico afectan el uso de refrigeradores y neveras.

En el movimiento Caracas Mi Convive hemos estado enfocados en enfrentar la crisis alimentaria desde sus primeros momentos, a través de iniciativas como Alimenta la Solidaridad, en la que los más afectados tiene un rol protagónico en el funcionamiento y sostenibilidad de las soluciones a la emergencia.

Estos emprendimientos cobran una nueva dimensión ante el contexto de imposición de un régimen dictatorial que estamos viviendo. El Estado no genera soluciones para la crisis, sino que por el contrario la instrumentaliza para fortalecer sistemas de control y represión, o la manipula con fines propagandísticos. Sin el apoyo de instituciones, y muchas veces bajo hostigamiento oficial, los ciudadanos buscan formas de vinculación y encuentro que les permitan dar respuesta a la emergencia diaria.

En el contexto del agravamiento de la crisis alimentaria que estamos viviendo en el país, el fortalecimiento y la ampliación de las redes de apoyo y de iniciativas autogestionadas desde la sociedad civil es de una importancia vital. En muchos casos, representan la única opción de acceso a comida para grupos familiares, así como la posibilidad de vinculación a agrupaciones y organizaciones de apoyo.

Nuestros comedores de Alimenta la Solidaridad Petare, por ejemplo, se han mantenido en funcionamiento no solo bajo las difíciles condiciones de la pandemia y la cuarentena general, sino también lidiando con la grave situación de violencia desbordada que vive la comunidad petareña desde hace varios meses.

Hace pocos días, Alimenta la Solidaridad Petare celebró 3 años de funcionamiento. Esta es solo una muestra de las difíciles condiciones que estamos viviendo, pero, también, de los logros y esfuerzos que las personas están realizando para continuar respondiendo a la crisis nacional desde el encuentro y la convivencia.

robertopatino.com

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/continuar-respondiendo-ante-la-crisis-alimentaria/

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Horizonte electoral en Latinoamérica: Unidad con contradicciones o derrota del campo popular.

Por: Javier Tolcachier

 

En los meses por venir tendrán lugar varias citas electorales en la región. En Octubre deberán celebrarse elecciones en Bolivia y un plebiscito en Chile sobre la posibilidad de cambiar la Constitución. En Noviembre, los ciento cincuenta millones de electores brasileños estarán llamados a designar autoridades municipales. En Diciembre, la cita electiva será en Venezuela para renovar la composición de la Asamblea Nacional y normalizar su funcionamiento. En Febrero de 2021 se votará para elegir un nuevo ejecutivo y cámara legislativa en Ecuador.

Si bien las preocupaciones cotidianas de los pueblos probablemente estén de momento mucho más centradas en las necesidades de supervivencia que en cuestiones de superestructura política, no será lo mismo cual sea el signo que resulte triunfante en esas contiendas.

En su costado aliciente, las experiencias recientes de Argentina y México han mostrado que para las poblaciones de dichos países, luego de la asfixia neoliberal de apenas un período en el primer caso y de una larga agonía de continuados sexenios en el segundo, los gobiernos de Fernández y López Obrador constituyen hoy un respiro y una apertura a mejores posibilidades para las mayorías.

En ambos casos, la vía que posibilitó la derrota de los candidatos de las finanzas corporativas y del sometimiento neocolonial fue el logro de una unidad con contradicciones, pero con el suficiente potencial para dar término a la catástrofe social anterior.

Mirado en perspectiva histórica, el fenómeno no es novedoso. Todas las revoluciones ocurridas en el primer decenio del siglo XXI tuvieron como común denominador la construcción de mayorías a través de la acumulación de sectores diversos alrededor de un programa alejado del yugo neoliberal.

Las derechas y el capital, por su parte, también buscan sumar. Toman para ello como eje la demonización de los gobiernos populares, siendo asistidos por el golpismo, la manipulación mediática y la corrupción del poder judicial, marionetas cuyos hilos se anudan en el deseo geopolítico de los Estados Unidos de retomar su preeminencia perdida en la región.

Bolivia, retomar el hilo constitucional y un renovado Proceso de Cambio

Luego de sucesivas postergaciones, la ley aprobada indica que deberá votarse el 18 de Octubre. La reedición  de una campaña sucia contra Evo aún sin ser candidato (idéntica a las usadas en todas las campañas anteriores) junto al recrudecimiento de las persecuciones a líderes sociales y personalidades del MAS indican que la campaña electoral de odio de la derecha ha comenzado.

Aún cuando en los recientes bloqueos se verificaron indicios de fisura en el consenso popular, aún cuando la candidatura de Luis Arce no haya conformado del todo al sentir indígena, es obvio que, dada la enorme polarización, el ex ministro de Evo contará con la mayoría de los votos en la elección.

La estrategia de los sectores reaccionarios estará, por tanto, puesta en maniobras de proscripción del masismo, de autoproscripción para favorecer la acumulación alrededor de un candidato o de aglutinar el voto antievo en una segunda vuelta. El primer caso producirá una oleada de indignación difícil de contener, salvo desatando una mortífera represión. Si la intención del imperialismo occidental (EEUU+Europa), enfocada en recuperar la explotación leonina de los recursos naturales del país, es guardar las formas, pondrán todos los recursos a su alcance para “bajar” algún candidato, fomentar el divisionismo en el seno del sector indígena-campesino-trabajador, apostar a sumar para una segunda vuelta o seguramente todas a la vez.

La opción del campo popular es clara: Unidad más allá de las contradicciones o legitimación del golpismo en las urnas.

Chile, nueva Constitución o nada

Una semana después de la cita electoral en Bolivia, tendrá lugar en Chile el plebiscito que abrirá el camino para desarmar la dictadura neoliberal impuesta a sangre y fuego por el poder corporativo y su sicario Pinochet.

A la pregunta ¿Quiere usted una Nueva Constitución?, los chilenos deberán responder con un claro Apruebo o Rechazo. Sin embargo, como continuidad de la tendencia tramposa instalada en la arquitectura de la vieja constitución, los herederos del viejo régimen instalaron una segunda pregunta mucho más confusa para el ciudadano de a pie.

Acerca del tipo de órgano que deberá redactar la Nueva Constitución, el elector tendrá como opciones “Convención Mixta Constitucional” o “Convención Constitucional”. El casi imperceptible “mixta” introduce la posibilidad de que integrantes del Congreso – considerado la “política de la cocina” (es decir, de las componendas) por la mayoría de los chilenos – conformen un 50% de la convención, fortaleciendo su carácter “reformista” y no refundante.

Otro truco formal es la cláusula de que dos tercios de los convencionales sean necesarios para aprobar el nuevo texto constitucional. Lejos de querer reflejar a una amplia mayoría de chilenos, como señalan sus defensores, la traba de los dos tercios fue una de los principales cerrojos de la constitución pinochetista para impedir su modificación.

A un año de la gesta de Octubre en la que “Chile despertó”, también aquí las opciones son nítidas: Apruebo y Convención Constitucional. La ahora impermitida aspiración de una Asamblea Constituyente Plurinacional, Soberana y Paritaria, como el reclamo de amplios sectores sociales, deberá constar en el reclamo “AC” con el que pueden ser refrendadas las papeletas. Esto quedará como horizonte real de lucha posterior para un pueblo endeudado, empobrecido y maltratado por treinta años de dictadura mercantil, para el cual será necesario seguir creando conciencia y consolidar un sujeto político popular decisivo.

Brasil, la necesidad de fortalecer el antifascismo desde abajo

En la actual tragedia sanitaria, social y política que atraviesa el Brasil, una elección municipal puede parecer un detalle sin importancia. Sin embargo, muchas de las decisiones cotidianas que afectan a la población son tomadas por gobiernos locales y autoridades federales. Al mismo tiempo, es precisamente desde las entidades municipales, desde los concejales y prefectos, más cercanos a la base social, desde donde debe erigirse la resistencia y alternativa a la monstruosidad hoy gobernante en los poderes ejecutivo y legislativo, siempre mucho más cercanos al poder económico concentrado.

El panorama de las municipales es diverso y todavía confuso. Bolsonaro no logró legalizar su nueva fuerza política (Alianza por el Brasil), cuya estructura reposa en el entramado de iglesias neopentecostales. Sin embargo, es obvio que la extrema derecha posicionará a sus candidatos en otras listas (Republicanos, PSL, etc.). La izquierda mantiene fuertes diferencias y, salvo en unas pocas ciudades, no ha logrado alianzas en la mayor parte de las grandes capitales. El cálculo de las fuerzas progresistas es lograr pactos en segunda vuelta para evitar que, como parece a priori, los partidos conservadores como el PSDB – golpeados en el ámbito nacional por sucesivos escándalos y la falta de figuras aglutinantes – retomen el control estratégico de los principales municipios.

Para no fracasar en el intento de retomar la senda de gobiernos soberanos y solidarios, es evidente la necesidad de un frente popular que nuclee a todas y todos, pero sobre todo, que retome una íntima ligazón con los sectores populares.

Venezuela, unidad en defensa de la autodeterminación

Las principales naciones protagonistas del régimen capitalista pro-occidental, los medios de confusión a su servicio, gobiernos súbditos y títeres locales advierten que no aceptarán el resultado de las elecciones legislativas en Venezuela por efectuarse en condiciones viciadas. No se refieren con ello a la situación de bloqueo financiero y comercial, las extendidas medidas coercitivas unilaterales del gobierno de Donald Trump, la demonización de la que ha sido objeto la revolución bolivariana durante más de 20 años, los ataques a la soberanía nacional mediante intrigas, las amenazas de invasión, el apoyo continuado al golpismo, la instalación fallida de un gobierno paralelo, entre otros factores, sino a supuestas irregularidades producidas por el gobierno en la composición del poder electoral o en las directivas de algunos de los partidos políticos contendientes en las presentes elecciones.

Venezuela es una nación bajo asedio imperial y ese es el factor esencial que debería ser removido para garantizar circunstancias de relativa normalidad en el funcionamiento político del país.

Para reemplazar el actual legislativo, de mayoría opositora y de conducta de bloqueo interno durante los cinco años desde la peor derrota electoral del chavismo, se aprestan a participar, además del oficialista Gran Polo Patriótico (GPP), numerosos partidos opositores y organizaciones regionales.

También aquí hay fricciones internas en el universo de facciones que apoyan a la revolución y competencia entre los partidos opositores por ocupar los puestos con mayor proyección política en la futura Asamblea.

La mejor opción para los revolucionarios en la coyuntura sigue siendo la unidad en la diversidad, favoreciendo la participación popular, una distribución equilibrada de poder dentro de sus filas y valorando la existencia de un contrapoder democrático. De este modo, pueden fortalecerse los consensos en un proceso de diálogo participativo, debilitando así las opciones violentas y revanchistas locales y extranjeras.

Ecuador, separar la paja del trigo

Las elecciones presidenciales y legislativas están previstas en Ecuador para el 7 de Febrero de 2021. Si bien de acuerdo al cronograma dado a conocer por el CNE la inscripción de candidaturas recién procederá formalmente a partir del 18 de Septiembre, una veintena de candidatos ya han sido nominados por las más diversas agrupaciones.

La profusión de candidaturas, a las que se suman las de asambleístas y representantes al Parlamento Andino, hace, al menos en principio, poco inteligible el panorama. Sin embargo, es previsible que tan sólo tres fuerzas políticas concentren los votos en primera vuelta. Por el progresismo, Andrés Aráuz, joven ex ministro de Economía de la Revolución Ciudadana, respaldado por Rafael Correa; Guillermo Lasso, banquero representante del neoliberalismo salvaje y Cristina Pérez, la cara bonita – ex Miss Guayaquil y presentadora televisiva – del socialcristianismo manejado por Jaime Nebot.

Otras propuestas, como las del indigenismo, la socialdemocracia o las débiles continuidades del actual desgobierno (Construye – ex Ruptura o lo que queda del otrora mayoritario Alianza País) serán sin duda factores de dispersión del voto. Lo mismo, con expresiones menores de la derecha como el ex presidente derrocado Lucio Gutiérrez, el ex prefecto de Azuay Paul Carrasco, el Movimiento Suma o la Unión Ecuatoriana del ex fiscal del Estado Pesántez Muñoz.

Sorprendente, y con muchos interrogantes que se disiparán más adelante, fue la renuncia de Otto Sonnenholzner, ex vicepresidente de Moreno, a ser candidato, a quien los medios aliados habían posicionado con fuerza en la escena política. En realidad, éste representaba  una renovación generacional gatopardista, o vino viejo en odres nuevos, a la usanza de “Marito” en Paraguay, Carlos Alvarado en Costa Rica o Bukele en El Salvador.

De hecho, faltan aún muchos meses para la contienda y muchas cosas pueden ocurrir. Lo que es seguro para el campo popular es que, más allá de las contradicciones evidentes que pudiera suscitar el regreso de la Revolución Ciudadana al poder político, es la única opción no alineada con el sometimiento del Ecuador a los poderes del capital y del imperialismo. Facilitar una nueva unidad alrededor de esa candidatura para resistir la profundización del sometimiento a los dictados del gobierno estadounidense, aparece como la alternativa más coherente.

Un escenario social de fragmentación e incertidumbre

¿Por qué parece delinearse un horizonte de tintes grisáceos? ¿Adónde reside la dificultad para nuclear y organizar masivamente voluntades y cimentar mayorías consistentes? ¿Cuál es la lectura de trasfondo que, a primera vista, pareciera desteñir el futuro inmediato, invitando a sentidos pragmáticos más que a hondas transformaciones? ¿Dónde quedó el ímpetu emancipador y revolucionario? ¿Acaso estas líneas dejan translucir la derrota cultural de los proyectos populares de cambio emergidos en la primera década del siglo XXI? No es el caso.

Sin embargo, hay factores sicosociales que no son idénticos a los de finales del siglo pasado, a los que se debe prestar la debida atención en la coyuntura y que posiblemente no estén siendo suficientemente recogidos en el análisis.

Hay un avance momentáneo de las corrientes retrógradas en todo el mundo que no se debe, como habitualmente se cree, a particulares estrategias exitosas de recolonización, sino que éstas se aprovechan de tendencias en un marco de evidente decadencia sistémica que pueden resumirse en los siguientes factores:

1.     La vertiginosa aceleración del tempo histórico, que irrumpe como desestabilización de paisajes conocidos, superando a la capacidad de adaptación de amplias capas poblacionales.

2.     La incertidumbre generalizada sobre la dirección de los acontecimientos, que genera la desgarradora necesidad de asideros estables, lo que supone ansiedades de regreso a mundos reconocibles, localizables idealmente en el pasado.

3.     La disolución de vínculos de contención y relación sociales, provocados por el desgaste de valores y hábitos que daban sustento a lazos anteriores, secundado por la difusión de ideologías individualistas. La soledad absoluta en un universo enrarecido es una sensación compartida por muchos seres humanos.

4.     La exclusión de una sociedad gobernada por la concentración económica, la angustia del éxito y la falta de alternativas suficientes para mayorías empobrecidas,  azotadas por la desigualdad y el fracaso individual como destino colectivo.

5.     La falta de sentido existencial en las propuestas de acumulación material propuestas incluso desde una redistribución más justa de los recursos comunes.

6.     La reacción pendular por los avances conseguidos en la igualdad de condiciones de la mujer, los negros, los indígenas, las disidencias sexuales y otros colectivos discriminados.

7.     La reacción de identidades culturales a un proceso de globalización dirigido por el poder multinacional.

Como correlato de la conjugación de estos vectores, sumados al desgaste por burocratización de los procesos de cambio y la permanente amenaza contrarrevolucionaria de ahogar en la nada a los derechos humanos de las mayorías, se ha producido cierto enlentecimiento o degradación en los proyectos de humanización o la franca reversión a cargo de fuerzas conservadoras en dirección política regresiva.

Hacia un nuevo sujeto cultural, social y político humanista

Más allá de la coyuntura presente, que presenta obstáculos a las aspiraciones comunes de felicidad, justicia, coherencia y unidad, entre otras, existen, como en cada bifurcación de la historia, opciones que recogen lo mejor del momento anterior y lo proyectan de manera renovada a la próxima fase de la evolución social.

Podría ocurrir que esas opciones fueran apenas un sustrato esencial a veces no reconocible en el fragor y la fanfarria de la confrontación con la injusticia y el difícil ascenso hacia una sociedad plenamente humana.

Podría ser que en los pliegues de las nuevas sensibilidades generacionales, en sus poderosas vertientes feministas, en las exigencias de cuidado medioambiental y de otras especies, en la utilización a escala y para beneficio humano de las posibilidades tecnológicas, anide parte de la respuesta.

Podría ser que en la sed de horizontalidad, de democratización real, de desconcentración del poder, de libertad, creatividad y buen trato, en un sutil clamor por un nuevo paradigma en el que la espiritualidad y la lucha por mejores condiciones objetivas de vida no sean términos excluyentes, esté parte del enigma futuro.

Podría ser que lo que hoy aparecen como verdades de identidad irreconciliables y definitivas exacerbando el racismo, la violencia, el secesionismo y el desencuentro, encontraran una luz de esperanza en un nuevo humanismo integrador de las diferencias. Si así fuera, estaríamos ante la presencia embrionaria de un nuevo sujeto cultural, social y político cuyo objetivo será, sin concesiones ni exclusión alguna, la superación revolucionaria del dolor y del sufrimiento que hoy padece la humanidad.

(*) Javier Tolcachier es investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en la agencia internacional de noticias Pressenza.

Fuente:  https://insurgenciamagisterial.com/horizonte-electoral-en-latinoamerica-unidad-con-contradicciones-o-derrota-del-campo-popular/

Fotografía: BBC

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Venezuela: Inicia en Portuguesa mantenimiento de planteles educativos

América del Sur/Venezuela/13-09-2020/Autora: /Fuente: ultimasnoticias.com.ve

La jornada de mantenimiento voluntario Esta es Mi Escuela se activó este jueves en Portuguesa con la limpieza de áreas verdes, salones, oficinas, reacondicionamiento de espacios y mantenimiento de conucos en escuelas, liceos y simoncitos.

Alexis Cedrés, autoridad Única de Educación en el estado, informó que el objetivo es preservar las condiciones de la infraestructura escolar, aun cuando los estudiantes no retornen este año a las aulas.

Indicó que en este primer día de labores se abordaron de manera simultánea 177 planteles y la meta es atender 100 % de los centros educativos, con el apoyo de directivos, obreros, cocineras de la Patria, misioneros y cuadrillas de limpieza del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) y de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (Fede).

“No estamos obligando a nadie a participar”, aseguró Cedrés, al precisar que la jornada es de carácter voluntario y se lleva a cabo con todas las medidas de protección y prevención para covid-19, a fin de cuidar la salud del personal y mantener operativas las instalaciones educativas, pese a que el año escolar 2020-2021 iniciará con clases a distancia.

Fuente e Imagen: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/pulso/inicia-en-portuguesa-mantenimiento-de-planteles-educativos/

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