América del Sur/Venezuela/24-05-2020/Autor(a):Basyl Macías/Fuente: www.el-carabobeno.com
El informe analiza los asesinatos de mujeres registrados por medios de comunicación digitales, en el período comprendido entre el primero de enero y el 13 de abril de 2020, tiempo en el que se recolectó la evidencia de los femicidios.
Según un estudio realizado por el Centro de Justicia y Paz (Cepaz), correspondiente al primer trimestre de 2020, al menos 19 mujeres asesinadas en Venezuela, durante el primer mes de la cuarentena decretada por el Ejecutivo Nacional.
El informe analiza los asesinatos de mujeres registrados por medios de comunicación digitales, en el período comprendido entre el primero de enero y el 13 de abril de 2020, tiempo en el que se recolectó la evidencia de los femicidios.
El análisis inidica que durante el primer mes de cuarentena, ocurrieron 19 femicidios. “Esto es, cada 36 horas una mujer fue asesinada en Venezuela. De estas 19 mujeres, dos eran niñas y dos adolescentes”.
Al evaluar las cifras se puede observar que en 31,5% de los casos seis de 19 de estos casos el móvil fue la venganza; en 10,5% de los casos el móvil del crimen fue por violencia sexual.
Uno de estos ataques sexuales fue contra una niña menor de 10 años.De los 19 femicidios, el 42%, o sea ocho casos sufrieron múltiples lesiones, acuchillamiento, golpes y asfixias.
En 26,1% de los femicidios el crimen fue perpetrado con armas de fuego mientras que en dos casos arrojaron el cuerpo en la vía pública y Uno de los agresores se suicidó.
En el 64% de los casos los culpables no han sido capturados por las autoridades.Un dato importante es que cinco niños quedaron huérfanos durante el primer mes de la cuarentena al ser asesinadas sus madres y dos de estos pequeños presenciaron el asesinato de sus madres y el suicidio de sus padre.
En el 42% de los casos, ocho de 19 asesinatos hubo arma de fuego. Uno de los casos fue el de un funcionario activo de las FAES quien asesinó a su pareja y luego se suicidó. Al investigar el lugar donde ocurrieron los crímenes el 42% de estos casos ocurrieron en la casa de la mujer mientras que en 26,3% ocurrió en la vía pública.
Vale destacar que el Monitor de Femicidios registró 167 asesinatos de mujeres durante el año 2019, el año pasado el estado más proclive a la violencia contra las mujeres fue Zulia con 25 casos, seguido por Miranda con 22 asesinatos.
Ese año 52 de las 167 víctimas fueron abandonadas en la vía pública, 18 casos de violación, en 12 casos las mujeres fueron quemadas y en seis casos fueron mutiladas.
En el año 2018 en América Latina se produjeron 3 mil 287 femicidios, según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe.
La punta del iceberg
Magdimar León, coordinadora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), señala que la impunidad es uno de los graves problemas en la lucha contra la violencia sexista.
“En el informe Violencia sin Límites correspondiente al año 2017, en el que manejamos las últimas cifras del Ministerio Público que salieron a la luz pública, se pudo observar que apenas el 1% de los casos de denuncias de violencia contra mujeres llegaban a juicio”, subrayó.
Encerradas con sus agresores
A ese problema hay que agregar el contexto de crisis que vive Venezuela que sumada a la del COVID-19, deja a las mujeres en condición de vulnerabilidad.“La crisis humanitaria aumenta la brecha de género en cuanto al acceso a alimentos, mejoras y seguridad y a eso debe sumarse que la cuarentena impuesta ante el COVID-19 que implica encerrar a muchas mujeres con sus agresores”.
“Si estamos obligados a permanecer en un solo espacio en el que debemos convivir, no podemos salir a drenar, entonces cualquier diferencia puede generar violencia.
”Dictar medidas de confinamiento genera más presión en los hogares, facilitan episodios de violencia y la no haber lugares a dónde acudir, las mujeres quedan atrapadas con sus agresores y si el contexto no la ayuda muchos de esos casos terminan en homicidios.
Prevenir la violencia
León asegura que es necesario identificar la situación de violencia, luego de identificado el riesgo debe informar a personas del entorno sobre lo que está viviendo, debe pedir ayuda y buscar información sobre instituciones que brindan apoyo, hay líneas de atención telefónica que pueden brindar asesoría ante casos de violencia contra la mujer.
La víctima debe tratar de permanecer en otro lugar, uno que sea más seguro, o estar en contacto con otras personas que sepan lo que ocurre y puedan brindarle protección y seguridad, tener el teléfono con saldo, así como números de teléfonos de ayuda, llamar a personas cercanas cuando se presenten situaciones de violencia.
“La comunidad familiares y amigos pueden hacer cosas, cuando las víctimas no pueden poner límites, otros deben intervenir, se debe reconocer la violencia y actuar la violencia de género es delito, no un problema privado”, señaló finalmente la activista por los derechos de la mujer.
Fuente e Imagen: https://www.el-carabobeno.com/al-menos-19-venezolanas-han-sido-asesinadas-en-el-primer-mes-de-cuarentena-segun-cepaz/
El modelo tiránico del régimen asedia a los venezolanos con violencia, colapso, crisis hiperinflacionaria y escasez casi total de combustible. La coyuntura de la cuarentena preventiva mundial para frenar el contagio del covid-19 ha sido instrumentalizada por la dictadura para reforzar sus sistemas de control y censura mediática, así como para invisibilizar el descontento y la protesta.
La sociedad es desbordada por la situación. Ante la orfandad de instituciones públicas, coaptadas por el poder, la labor de ONG y redes de apoyo civiles representa la única opción de solidaridad y ayuda para la inmensa mayoría. Aunque estas organizaciones y redes tienen capacidades materiales y logísticas limitadas, de igual forma tienen un papel fundamental para la gente, ya que muchas veces son las únicas instituciones que visibilizan y reconocen a la persona y su situación.
Así lo expresa uno de nuestros líderes del Movimiento Caracas Mi Convive: “El saber que cuento con un equipo que me oye en un momento duro, el recibir un mensaje por parte de ustedes preguntando cómo estoy, cómo me siento… Eso tiene más significado para mí…”.
Esta labor toma un mayor sentido en el actual contexto de libertades cercenadas y violencia promovidas desde el Estado. En días recientes la comunidad de Petare ha vivido enfrentamientos entre bandas armadas, derivados de las nefastas políticas de “zonas de paz” propiciadas por la dictadura. Muchos han tenido que huir de sus hogares, como si fueran refugiados de sus propios barrios. El silencio y la inacción oficial de los primeros días ha dado paso, el viernes 8 de mayo en la madrugada, a la intervención de grupos del Cicpc y las FAES, que nuevamente han actuado violando derechos humanos, en medio de denuncias de detenciones ilegales y ajusticiamientos.
En este sentido, desde Alimenta la Solidaridad, hemos alertado sobre estos hechos, en particular la detención ilegal de Junior Pantoja, un líder social de la comunidad de José Félix Ribas, con una reconocida labor de ayuda en el barrio, en el que participa en el funcionamiento y coordinación de los comedores de nuestro emprendimiento en esa zona.
La detención de Junior repite el patrón de persecución y criminalización de activistas de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, en una política análoga a los sistemas totalitarios.
Esta es otra expresión del cerco de violencia que, desde el régimen opresor, busca arropar a todos los ciudadanos para generar conflicto, rabia, impotencia, anomia. Desde Caracas Mi Convive reiteramos la necesidad de contrarrestar estas políticas inhumanas y crueles desde los valores convivenciales. Por ello utilizamos nuestra plataforma para visibilizar la situación de personas que, como Junior, son agredidos y violentados desde el poder.
Nuestro llamado es a tomar conciencia de la gravísima realidad de represión y violaciones de los derechos humanos que se ha agudizado bajo el manto de la cuarentena. Debemos sumar voces de denuncia y demanda que deben elevarse por sobre la violencia que el régimen ha establecido como única vía para mantenerse en el poder.
🔊️ Como parte de las actividades en pro del fortalecimiento de la *Educación Pública,* invitamos al webinar del *Foro Venezolano por el Derecho a la Educación (FOVEDE)* , atendiendo a: » *El derecho a la educación en la Venezuela del 2020: realidad, retos y desafíos»*
Evento auspiciado por CLACSO
En este encuentro de miradas y posiciones argumentadas, nos acompañarán:
A medida que las muertes causadas por el coronavirus en todo el mundo continúan aumentando, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió que el mundo enfrenta una posible «pandemia de hambre», ya que la cantidad de personas que más necesitan alimentos podría casi duplicarse este año.
A finales de 2019, 135 millones de personas vivían con «hambre aguda». Pero con muchos países de todo el mundo aplicando cuarentena, es probable que ese número aumente a 265 millones, dice el PMA.
«Antes de que el coronavirus se convirtiera en un problema, decía que 2020 enfrentaría la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial por varias razones», dijo el martes el director ejecutivo del PMA, David Beasley.
La organización, que recibió $ 8,3 mil millones (£ 6,7 mil millones) en 2019, ahora necesita entre $ 10-12 mil millones para mantener sus operaciones para este año.
Entonces, ¿qué países están en mayor riesgo?
Yemen
Incluso antes de que comenzara la guerra en Yemen, el país era el más pobre del mundo árabe.
Pero desde que una coalición liderada por Arabia Saudita intervino en el conflicto contra los rebeldes hutíes de Yemen en 2015, la situación humanitaria del país se ha deteriorado aún más.
«A medida que los conflictos se hacen más largos, más y más personas se vuelven vulnerables», dijo a la BBC el economista jefe del PMA y director de la División de Investigación, Evaluación y Monitoreo, Arif Husain. «En 2016 en Yemen, tal vez estábamos ayudando a tres o cuatro millones de personas. Hoy ese número es de 12 millones».
Para empeorar las cosas, el PMA dijo a principios de este mes que reduciría a la mitad la ayuda a las zonas controladas por los hutíes, por las preocupaciones expresadas por algunos países de que los rebeldes estaban obstruyendo las entregas de ayuda.
Yemen informó su primer caso confirmado de coronavirus a principios de este mes, y las agencias de ayuda advirtieron que la enfermedad podría abrumar rápidamente los debilitados sistemas de salud del país.
República Democrática del Congo (RDC)
Después de más de un cuarto de siglo de conflicto armado en partes del país, la RDC es la segunda crisis de hambre más grande del mundo, según el PMA.
Derechos de autor de la imagenAFP
Más del 15% de la población del país está clasificada como «gravemente insegura de alimentos», lo que significa que se encuentran entre 30 millones de personas en zonas de guerra en todo el mundo que dependen casi por completo de la ayuda. Se necesitan casi $ 2 mil millones para asegurar el suministro de alimentos para estas poblaciones solo en los próximos tres meses, dijo Husain.
«Esas fueron las personas más afectadas y ahora están en más problemas», dijo.
La RDC también tiene 5 millones de desplazados internos y más de medio millón de refugiados de países vecinos.
Además del mayor riesgo que enfrentan las personas que viven en zonas de guerra, las personas desplazadas son aún más vulnerables durante el brote de coronavirus porque a menudo carecen de los servicios básicos de higiene necesarios para ayudar a detener la propagación de la enfermedad.
A principios de este mes, el portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, advirtió que la violencia en curso en la RDC amenazaba los esfuerzos para contener la propagación del coronavirus allí, que hasta ahora ha afectado principalmente a la capital, Kinshasa.
Venezuela
A diferencia de los otros países en la lista, el hambre de Venezuela no ha sido causada por conflictos o factores ambientales, sino por dificultades económicas.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionAlgunos venezolanos se han visto obligados a cruzar la frontera ilegalmente para poder comprar alimentos y medicinas.
Aunque Venezuela tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo, la hiperinflación en el país alcanzó el 200% en enero del año pasado, dejando a un tercio de su población necesitada de asistencia.
Las dificultades se han visto agravadas por un éxodo masivo de trabajadores de la salud, según el PMA.
Y los problemas no terminan ahí: alrededor de 4.8 millones de personas (o el 15% de la población) han abandonado Venezuela en los últimos años, y cientos de miles de estos migrantes enfrentan inseguridad alimentaria en los países vecinos.
Sudán del Sur
El país más joven del mundo solo se independizó de su vecino del norte, Sudán, en 2011. La medida estaba destinada a marcar el final de una guerra civil de larga duración, pero el país cayó en un conflicto violento después de solo dos años.
El PMA advierte que el hambre y la desnutrición en Sudán del Sur se encuentran en los niveles más extremos desde 2011, con casi el 60% de la población luchando por encontrar comida todos los días.
«Si Covid [-19] no fuera una historia en este momento, las langostas del desierto serían la historia más importante», según Husain.
Y como uno de los países más dependientes del petróleo del mundo, es probable que el país se vea muy afectado por la caída de los precios del petróleo.
El país ahora ha registrado cuatro casos de coronavirus, según la Universidad Johns Hopkins.
Afganistán
Otro país devastado por el conflicto, Afganistán había sufrido casi dos décadas de guerra cuando Estados Unidos invadió en 2001.
Derechos de autor de la imagenEPAImage captionEste soldado hace guardia en Herat mientras las mujeres hacen cola para recibir raciones.
Dieciocho años después, más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, y el PMA clasifica a más de 11 millones de personas como personas con inseguridad alimentaria severa.
Según las cifras del gobierno afgano, ha habido más de 1,000 casos confirmados de coronavirus.
Si bien los números parecen bajos, el país tiene acceso limitado a las pruebas y el sistema de salud ha sufrido décadas de conflicto.
Además de las áreas afectadas por la guerra, los problemas ambientales o las crisis económicas, es probable que muchos más países de ingresos bajos y medianos se vean afectados por la pérdida de empleos y otras dificultades económicas causadas por la propagación del coronavirus en los próximos meses.
El problema se agravará por presiones económicas similares en países de todo el mundo, lo que significa que las remesas, o el dinero enviado por familiares en el extranjero, caerán en estos países.
«Lo más importante es un tratamiento asequible que debe estar disponible para todos en todo el mundo», dijo Husain. «Pero hasta que lleguemos a ese punto, debemos asegurarnos de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para salvar vidas y proteger los medios de vida».
Fuente e Imagen: https://www.bbc.com/news/world-52379956
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