Uruguay / 9 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: República.com.uy
Las actividades educativas en el Instituto Nacional de Rehabilitación incluyen a unas 3.000 personas, de las cuales 1.942 cursan en programas de educación formal y 1.006 en educación no formal. Por ejemplo, 45 personas privadas de libertad estudian carreras de nivel terciario. La educación y el trabajo constituyen el pilar de rehabilitación, asevera el Ministerio del Interior.
Dentro de los centros de rehabilitación se desarrollan cursos de acreditación de saberes para culminar la escuela, así como talleres dedicados a actividades artísticas u oficios, a cargo de la División Sectorial de Jóvenes y Adultos del Consejo de Educación Primaria.
Secundaria cuenta con un programa específico para la educación en centros de rehabilitación, denominado Programa de Educación en Contexto de Encierro. Por su parte, el Consejo de Educación Técnico Profesional diseña y ejecuta propuestas educativas de corta duración, flexibles y diferenciadas, como capacitaciones de cocina familiar, huerta familiar, vestimenta, panadería, entre otros.
La Universidad de la República abrió espacios formativos terciarios en la modalidad de tutorías, videoconferencia y a través de salidas transitorias. En el momento, 45 personas cursan carreras como Antropología, Ciencias Políticas, Economía, Educación Social, Deporte, Derecho, Ingeniería, Ingeniería en Riego, Licenciatura en Enfermería, Licenciatura en Nutrición, Licenciatura en Turismo, Medicina, Profesorado de Dibujo, Psicología, Relaciones Internacionales, Veterinaria, Tecnicatura en Carnes, Deporte y Mecánica.
En lo que respecta a la educación no formal, 1.006 internos participan de distintas propuestas desarrolladas por las Usinas Culturales, dependientes de la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura, en las que participan de talleres audiovisuales. El Programa Aprender Siempre (PAS) de la Dirección de Educación de este ministerio desarrolla desde 2008 talleres de periodismo, animación a la lectura, entre otros. Asimismo, las Fábricas de Cultura dictan talleres de joyería, cerámica y serigrafía y los Centros MEC abren la posibilidad de ingresar a la tecnología de la comunicación.
Según la secretaría de Estado, además de los cursos formales y las propuestas no formales del MEC, se implementan una serie de propuestas de carácter educativo, cultural y laboral gestionadas por Organizaciones No Gubernamentales, distintos organismos del Estado y voluntarios. También generan proyectos funcionarios penitenciarios y personas privadas de libertad.
Por otra parte, 4.090 internos, que representan el 37 % de la población privada de libertad, realizan alguna actividad laboral.
Fuente de la Noticia:
http://www.republica.com.uy/6-14/