Ecuador: Ministro de Educación dirige carta a autoridades educativas para incentivar protección de estudiantes

América del Sur/Ecuador/25 Junio 2017/Fuente y Autor: ecuadorinmediato

Asimismo, expidió el acuerdo ministerial que contiene el instructivo de actuación para la atención de niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual

A través de una carta dirigida las autoridades educativas (rectores, vicerrectores y directores de planteles), Fander Falconí, ministro de Educación, exhorta a comprometerse en una cruzada ética en defensa de la seguridad y protección de los estudiantes que asisten a los establecimientos educativos. Esto se da días después de que la Academia Naval Pedro Traversari se negó a pedir disculpas a 41 jóvenes que fueron víctimas de acoso e intimidación sexual, por parte de su maestro

Falconí aseguró que como autoridades del sistema educativo no pueden permanecer impávidos frente a esta situación, y deben ser conscientes que son los primeros llamados a proteger y a defender la integridad física y emocional de los estudiantes, por lo que es su obligación prevenir, denunciar y actuar judicial y administrativamente frente a estos hechos, sancionando con el mayor peso de la ley a los infractores.

En ese sentido, con el objetivo de potenciar la corresponsabilidad ciudadana y trabajar en la erradicación del silencio en contextos de vulnerabilidad, el ministro de Educación remitió el 22 de junio a las autoridades de los establecimientos educativos de todo el país, así como a los Coordinadores Zonales y Directores Distritales, el Acuerdo Ministerial 2017-00052, que expide “el instructivo de actuación para la atención de niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual cometidas o detectadas en los establecimientos educativos del sistema educativo nacional y los procesos para la investigación y sanación”.

El objetivo del instructivo es regular los procedimientos para la prevención, atención y acompañamiento a los niños, niñas y adolescentes de las instituciones educativas (fiscales, fiscomisionales, particulares y municipales) que se vean afectados por infracciones de tipo sexual; así como orientar respecto a la actuación administrativa y judicial frente a este tipo de infracciones.

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Violencia marca el universo infantil

Keila E. Rojas L

Panamá está entre los diez países a nivel mundial con la tasa más alta de homicidio infantil, según el informe ‘En deuda con la niñez’

Los diez países, de 172 a nivel mundial, con las tasas más altas de homicidios infantiles son todos de América Latina y el Caribe, entre ellos Panamá, de acuerdo con las conclusiones de un nuevo informe de Save the Children, sobre la niñez en el mudo.

El informe ‘En deuda con la niñez’ concluye que al menos para 30 millones de niños y niñas -y probablemente para millones más- la promesa del disfrute de una niñez plena se ha desvanecido antes de tiempo.

De acuerdo con el informe, América Latina y El Caribe es la región con las tasas de homicidio infantil más altas del mundo como consecuencia del aumento de los niveles de violencia. La probabilidad de ser matado es al menos 2.5 veces más alta para un niño, niña en América Latina y El Caribe que en cualquier otra región.

Panamá ocupa la posición novena de acuerdo al documento. Honduras, Venezuela y El Salvador son los tres primeros puestos seguidos por Colombia, Brasil y Guatemala. Trinidad y Tobago y República Dominicana ocupan el séptimo y octavo lugar del ranking de los diez países con las tasas más altas de homicidios infantiles, mientras que Belice se ubica en la última posición (ver gráfica).

Sufrir la violencia, presenciar la violencia o temer la violencia no debería formar parte de la etapa del crecimiento. ‘Esto (la violencia) no solo marca de manera negativa la vida del infante, si no también la de los adultos en su entorno y de la sociedad en general’, apunta la psicóloga Nilka Magallón.

Según el documento solo en 2015, más de 75 mil niños y niñas menores de 20 años fueron asesinados, el 59% de los cuales eran adolescentes de entre 15 y 19 años. Cada una de estas muertes representa a otros cientos o incluso miles de niños y niñas que viven en entornos de violencia o abuso, donde enfrentan constantes amenazas a su supervivencia y desarrollo sano.

Aunque cualquier persona puede cometer actos de violencia física contra los niños y las niñas, con frecuencia se cita como culpables a adultos en posiciones de confianza y autoridad.

En cuanto al tema, Magallón, psicóloga de niños y adolescente, afirma que ‘como el infante confía en que quienes tiene a su alrededor lo protegerán, regularmente su inocencia no los lleva a pensar que lo que le irán hacer o están haciendo es algo malo para el, hasta cuando ya tienen conciencia de lo que está pasando’.

VIOLENCIA ENTRE MENORES DE EDAD

El informe señala que los actos de violencia física contra la infancia también son comunes entre los mismos niños, niñas y jóvenes. ‘Lo que en ocasiones puede empezar con bromas si no es controlado sea en un ambiente escolar o lugar donde residen, puede convertirse en actos de violencia’, dice Magallón.

Agrega que las consecuencias de la violencia son ‘muchas’ las cuales, ‘si no son tratadas a tiempo afectarán la vida adulta de la personas’.

Según el informe publicado a nivel mundial ayer 31 de mayo, a razón del Día del Niño, la exposición a la violencia puede trastornar el desarrollo normal de un niño o una niña y afecta el bienestar tanto a corto como a largo plazo. Las consecuencias a veces incluyen trastornos del comportamiento, como la agresividad y la incapacidad de relacionarse con los demás; trastornos emocionales, como la depresión y la ansiedad; y trastornos relacionados con la salud, como el trastorno del sueño y las pesadillas.

En todos los países, tanto ricos como pobres, se producen homicidios infantiles y abuso infantil, pero las tasas más altas de homicidios infantiles se concentran en América Latina y el Caribe, donde los actos delictivos violentos han aumentado durante la pasada década.

En las comunidades donde la actividad de pandillas es frecuente, el temor a las pandillas a veces impide a los estudiantes ir a la escuela y a los jóvenes trabajar.

NIÑOS CON MAYOR RIESGO DE MORIR

En todas las regiones del mundo, las tasas de homicidio entre los niños son más altas que entre las niñas. La diferencia entre ambos sexos es especialmente chocante en América Latina y el Caribe, donde los niños tienen casi siete veces más probabilidades de morir asesinados que las niñas.

La violencia contra la infancia también provoca daños en toda la sociedad, incluidos los costos directos e indirectos que implica el aumento de los gastos sociales y la pérdida de productividad económica.

Otro de los peligros que enfrentan la niñez, sobre todo las niñas, en la región es la maternidad adolescente. Según el informe, la tasa de natalidad entre las adolescentes es la segunda más alta de todas las regiones, después de África: 1 de cada 13 niñas entre 15 y 19 años dan a luz anualmente. República Dominicana, Nicaragua, Guyana y Guatemala son los países con las tasas más altas.

A pesar de que la tasa de natalidad entre las adolescentes ha disminuido desde fines de la década de los 90, esta permanece alta en zonas pobres y desfavorecidas. Según informes de Naciones Unidas, los índices de embarazos son de 3 a 5 veces mayores entre adolescentes de recursos limitados que entre adolescentes que cuentan con recursos económicos.

A pesar de estos hallazgos, se han registrado ciertos progresos en la región. La tasa de matrícula en la escuela primaria aumentó de 87% en 1990 a 94% en 2015 y se redujo la tasa de mortalidad de menores de cinco años en un 69% en el mismo período.

Sin embargo, el progreso no se ha dado de manera equitativa y millones de niños y niñas todavía ven interrumpida su niñez debido a quienes son o donde viven.

AMÉRICA LATINA

A pesar de las desfavorables cifras, hay aspectos positivos en la región

Chile, Costa Rica, Argentina y Cuba son algunos de los países con mejor desempeño en el índice

Estos cuatros países tienen tasas de violencia mucho más bajas que el resto de la región.

Cuba también tiene una de las tasas más bajas de mortalidad de niños y niñas menores de 5 años en el mundo.

Save the Children promueve la campaña Hasta el Último Niño y Niña a favor de los infantes.

Fuente del articulo: http://laestrella.com.pa/vida-de-hoy/familia/violencia-marca-universo-infantil/24004784

Fuente de la imagen: http://laestrella.com.pa/media/news/image/323840_800x600_crop_592f66218d3c2.jpg

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El cortijo de los desheredados

Por Ana Pérez Bryan

Esta es la historia de un cortijo. De los años 50, amplio y luminoso, un edificio sólido que se alza en medio de un jardín rodeado de palmeras. Una joya donde retirarse a disfrutar si no fuera porque los que lo habitan ya no tienen nada que heredar. Allí no hay fortuna. Bueno sí, de la mala. Ni caballos. Bueno sí, están los restos de ese otro del que nadie habla pero que en la mayoría de los casos ha corrido por las venas de este puñado de desgraciados que consumieron sus vidas a pinchazos. Porque entrar en la Finca Colichet de Churriana es acceder a las entrañas de una realidad paralela que aún hoy existe pero de la que poco se habla: la de los enfermos de sida desahuciados, hombres y mujeres que lo perdieron todo y que por sus circunstancias terminaron entre las cuatro paredes de esta casa de acogida que pertenece a Cáritas y que gestionan las Hijas de la Caridad.

Allí están los que nadie quiere, salvo estas valientes de bata blanca: los que llegan de la calle comidos por la enfermedad, los que deriva el hospital una vez desconectados, los que ya no pueden ser atendidos por sus familias en el caso de que aún la tengan… Los que van a morir, en fin. «Al buen morir», susurra sin embargo en una de las salas Paqui Cabello, la enfermera que desde hace 14 años dirige esta casa de juguetes rotos y que entrega su vida –literal– por ellos acompañada de cuatro monjas voluntarias –tres son enfermeras y una médico– y cuatro auxiliares de enfermería, los cuatro varones y por cuyos brazos ha pasado de todo.

Colichet está a punto de cumplir las bodas de plata desde que el 21 de abril de 1992 abriera sus puertas reconvertido en casa de acogida para los desahuciados del sida. Antes de todo aquello era un lugar dedicado a colonias infantiles, un nido de jolgorio despreocupado que cambió de banda sonora cuando comenzaron a llegar ellos. Los otros. Por eso no se sabe bien si hay algo que celebrar en este aniversario. Bueno sí. Al menos están los brazos menudos de Paqui y sus incondicionales, que al principio recogían a los enfermos «tirados de las calles». Corrían los primeros noventa y los estragos de la enfermedad eran desoladores: los médicos no sabían qué hacer con semejante avalancha en los hospitales y pidieron ayuda a Cáritas, que inmediatamente cambió la colonia infantil por el macabro campamento. Ahora tienen capacidad para doce plazas. Son trece, en realidad: una está guardada para casos extremos. «Créeme que aún los hay», lamenta Paqui, incapaz de olvidar que en aquellos años de plomo y jeringuilla «se nos llegaban a morir hasta tres en el mismo turno». Uno. Dos. Tres. En doce horas. Y así.

¿Y ahora qué?

La buena noticia es que hoy muchos no se mueren. La mala, que hoy muchos no se mueren. Que se convierten en crónicos pero con una mochila tan pesada de secuelas y dependencia que es difícil que sean aceptados incluso en sus propias familias. Porque el tratamiento del sida ha avanzado a una velocidad muy diferente a la de la conciencia colectiva, que aún conserva en lo más profundo el estigma de la enfermedad. Sí, no se contagia con las medidas adecuadas, pero ¿y si….?

Colgados de ese ¿y si…? viven hoy Loli, Jimmy, Rafael, Isabel, Eva, Manuel, Casilda y Juan. También Juanlu, 47 años y 27 de enfermedad, que ahora está apartado del grupo y que consume en su silla de ruedas el tic-tac ése del que nadie escapa. Puede que el suyo llegue la semana que viene, porque desde hace días se niega a alimentarse y se arranca las sondas. Está de espaldas a la tele, que no ve porque además es ciego desde que intentó suicidarse con ácido. Suena a extraterrestre la boda de Rociíto de fondo. Paqui tuvo que ir a por él a su casa de Arroyo de la Miel porque su madre «no podía más» y porque a Juanlu, entonces, aún le quedaban fuerzas para maltratarla.

El caso de Loli es a la inversa. Ella fue el saco de boxeo de su pareja, a quien no importó mucho que tuviera cuatro hijos y una enfermedad cuando la arrojó desde un quinto piso en calle Mármoles. Aquel caso, hace casi 18 años, fue uno de los primeros que despertó la conciencia colectiva en la ciudad sobre la lacra de los malos tratos. Ojalá hubiera la misma con «lo otro» que la consume desde hace 12 años en Colichet, además de la traqueotomía y las secuelas neurológicas que quedaron del golpe. Loli nació en Zurich, estudió solfeo y sus hijos llevan nombres de la mitología porque es una apasionada de la historia, aunque la vida perra los terminó igualando a todos por abajo. Lo que ocurrió antes parece que ya no va con ella, porque es de las que mata fantasmas a carcajadas.

Loli es una campanilla que regala besos húmedos y sonoros. Como los de las abuelas. Muackkkk. «¡Y otro, y otro más!», le pide al fotógrafo del reportaje. «¡Ayyyyy qué guapo, que m’enamorao!», dice tirándose sobre una silla con mucho teatro. Hay cosas que no se le entienden por culpa de la traqueotomía. Pero eso es cristalino. Del guapo y la silla de publicidad comida por el sol salta como puede hasta el caminito que lleva a la entrada porque acaba de llegar ‘su’ Juanito. Otro de sus guapos. Y tuvo que serlo este gitano «muy fino» al que Loli celebra con fiesta de tres días y que acaba de volver a esa heterogénea familia postiza después de echar el día con los suyos. Con los de verdad. «Mira, me he pelado y estoy muy fresquito», dice agarrado a su andador y soportando estoico el calor de este raro septiembre. Su caso es uno de esos éxitos íntimos que celebran los héroes del Colichet, ya que Juan llegó postrado en una silla de ruedas, con 54 kilos y haciendo unos gestos «raros con las manos, como si estuviera bailando». En apenas unos meses ha pasado de los 80, se ha levantado y además está en plena euforia porque hace 15 días recibió la notificación para ingresar en prisión y entre su abogado y este hogar de acogida le han resuelto la papeleta. No es difícil imaginar qué sería de gente como Juan si volvieran a la cárcel. Carne de cañón perfecta. «A veces, cuando vemos que se acercan las luces de la policía, los sacamos de la cama e intentamos arreglarlo de alguna manera», admite Paqui en una reflexión que rebosa humanidad. Que con la penitencia que tienen al verse así ya es bastante.

 Paqui ayuda a Loli a arreglarse el pelo. «¡Uy, uy, uy... qué fotógrafo guapo!», acierta a decir pese a su traqueotomía.

«GUAPA» PARA LA FOTO.

Paqui ayuda a Loli a arreglarse el pelo. «¡Uy, uy, uy… qué fotógrafo guapo!», acierta a decir pese a su traqueotomía. / Álvaro Cabrera

A su lado, y agarrada a ella como clavo que arde, está Eva (48). Ella también llegó en silla de ruedas: lo hizo hace tres años, desahuciada y enganchada a la morfina. Tardó meses en dejar de gritar por las noches. Hoy va y viene por su propio pie y se ha recuperado: podría decirse que es una enferma crónica de esas de libro capaz de llevar una vida normalizada en casa con su familia si no fuera porque allá afuera la cosa no es tan fácil. Si no fuera porque a veces las familias ponen todos los problemas del mundo para dar el paso, porque los aparcan en Churriana y si te he visto no me acuerdo. «Y yo quiero irme. Tengo fuera a mi hijo y a mi nuera», dice Eva abriendo mucho los ojos y tratando de ahogar la emoción cuando habla de Paqui: «Ella ha sido lo mejor que me ha pasado», dice deshecha en lágrimas y pasando su mano una y otra vez por el antebrazo de su ángel de la guarda.

El móvil como un salvavidas

Porque Paqui es enfermera pero hace de todo. Hace poco le ha regalado un móvil a Jimmy para que se comunique con sus hermanas. Las cuatro viven en Alemania desde que sus padres emigraron y le perdieron la pista al chico con 17 años. Su historia es confusa y está devorada por el exceso de la vida en la calle, pero hasta donde acierta a recordar Jimmy cree haber estado tirado a la intemperie casi 20 años. Su familia le daba por muerto hasta que un día con Paqui, «cotilleando en Facebook», encontraron el hilo del que tirar. Una, dos, tres… y cuatro hermanas, que se plantaron en Colichet tan pronto como supieron que el hijo pródigo estaba vivo.

«Buenos días, hermanito, te mando un beso enorme desde Gelsenkirchen», dice uno de los últimos wasap que ha recibido de esta mañana y que él festeja como maná caído del cielo. Esta semana podrá abrazar a las otras dos, que han hecho turnos para visitarlo y para celebrar de paso su 45 cumpleaños. Que Jimmy sople las velas, y que las sople así, roza la categoría de milagro. Seguro que los médicos que le atendían en Granada y que lo desenchufaron de la máquina antes de mandarlo a Colichet para que se muriera no se han enterado, pero aquel despojo humano que llegó a esta casa de acogida comido literalmente por larvas de mosca y con una luxación de cadera que ha colocado su pie derecho en el lado izquierdo y el izquierdo en el derecho y que ha dejado la parte inferior de su cuerpo al revés (imaginen cada cosa en el lado contrario) es hoy un tipo risueño que ha recuperado parte de la ilusión enganchado a un móvil. Hablar de enganchados en este contexto es hablar de a-b-c, pero para Jimmy no parece ser un problema haberse colgado de la tecnología. A él le ha salvado.

El mismo efecto parecen haber tenido para Isabel los cuadernillos de sopas de letras, que se apilan roídos en su andador desde que hace dos meses llegara a este rincón desahuciada del hospital. Es de Valencia, lleva las uñas muy cuidadas pintadas en rosa y si no fuera porque su rostro devuelve los surcos del caos podría decirse que fue guapa. Comparte la fresca de la caída de la tarde con Rafael, que no tuvo tanta suerte como Juan, el gitano fino, porque él sí pasó por la cárcel. «Estuve allí pagando una multa», dice vagamente, mirando al suelo y sentado frente a una caseta de perro sin perro que regala otra historia coincidiendo que pasa por allí Manuel, que una vez, por Navidad, intentó escaparse subiéndose a ella y saltando el muro. Aquello no es una cárcel y pueden hacerlo, pero él volvió al día siguiente: sólo quería pasar la noche debajo de su puente.

«Es que salir, para ellos, es complicado», admite Paqui. «Desde hace algunos años sí los dejamos dar una vuelta los fines de semana y les damos dos euros y medio que tienen que traer justificados. Si quieren pipas tienen que ir a un sitio donde les den el tique». Parece exagerado, pero con esa cantidad evitan que compren chocolate, pero no del que se vende en los puestos de pipas. «Es que lo huelen… saben perfectamente dónde está», dice Paqui haciendo un gesto con su nariz. Lo único permitido es el tabaco: doce cigarrillos al día. Es curioso que casi todos han abandonado el hábito de la droga dura pero no el de la nicotina. Hay otros menos dañinos, como el café en el que la mayoría prefiere gastarse ese dinero cuando salen. A veces los invitan los voluntarios, pero la experiencia en una de las últimas cafeterías no fue buena: allí, al verlos llegar, les sirvieron la bebida en vasos de plástico. Porque la enfermedad no se contagia con las medidas adecuadas, pero ¿y si…? Y ése sigue siendo el problema, pero ahora ya no es de ellos: es del resto

Fuente: http://www.diariosur.es/malaga-capital/201609/12/cortijo-desheredados-20160911205633.html

Foto de Álvaro Cabrera

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Australia dará refugio a salvadoreños víctimas de violencia

Australia/22 septiembre 2016/Fuente: El Salvador

Australia dará refugio a víctimas de países plagados de violencia como los del «Triángulo Norte» de Centroamérica, conformado por El Salvador, Guatemala y Honduras, anunció hoy Malcolm Turnbull, Primer Ministro de ese país.

La iniciativa solamente incluirá a los refugiados centroamericanos actualmente establecidos en un centro de reasentamiento en Costa Rica.

«Esta crisis compleja requiere de un amplio espectro de respuestas», expresó Turnbull durante su discurso en la cumbre sobre refugiados que se realiza en la sede de la ONU en Nueva York, según cita el diario australiano The Sidney Morning Herald.

«Como líderes tenemos la responsabilidad de ayudar a aquellos que son más vulnerables, y a la restauración de la integridad de los sistemas de migración», acotó.

Esto es parte de un programa liderado por Estados Unidos, según agregó Turnbull durante un discurso en la cumbre.

La iniciativa fue revelada junto con un compromiso por parte de Australia para mantener su aumento de la ingesta de reasentamiento de refugiados en 18,750 para mediados de 2018, frente alrededor de 14,000 ahora.

El primer ministro de Australia explicó que destinarán $130 millones a la prestación de ayuda para las personas desplazadas en todo el mundo, y darán más recursos a las agencias de migración que enfrentan la incertidumbre de financiación.

«Puedo anunciar que Australia va a destinar un fondo adicional de $130 millones durante los próximos tres años para apoyar la consolidación de la paz y la asistencia a los refugiados, a las comunidades desplazadas por la fuerza y a los países receptores», externó, según cita The Sidney Morning Herald en su portal.

También: “Los países del Triángulo Norte están amenazados por el crimen organizado”

El primer ministro además elogió a Obama «por unirnos a prometer nuevos compromisos de apoyar a algunas de las personas más vulnerables del mundo».

En su discurso, Turnbull instó a los líderes mundiales a hacer más para abordar las causas subyacentes de los desplazamientos, que incluye proporcionar más ayuda en los países de origen, según informaron medios australianos.

 

 Fuente: http://www.elsalvador.com/articulo/internacional/australia-dara-refugio-salvadorenos-victimas-violencia-125950
 
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