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Libro: Articulaciones sobre la violencia contra las mujeres

Esta compilación nace de un doble interés. Por un lado, en el marco del convenio de cooperación de la Universidad Nacional de La Plata con la Universidad del Zulia, profundizar las investigaciones sobre teoría y filosofía de género, con especial acento en la producción de Iberoamérica. Por otro, reunir un conjunto de trabajos que sobre violencia contra las mujeres y desde diversas disciplinas constituyen un aporte al problema, tanto por la fundamentación teórica de sus causas como por los desarrollos en teoría del Derecho y la puesta en evidencia de las dificultades cotidianas para la aplicación y el cumplimiento de las leyes

  • Información

      • Élida Aponte Sánchez

        Universidad Nacional del Zulia (Venezuela), Abogada, Doctora en Derecho, Licenciada en Filosofía. Doctora en Estudios de La Mujer, Universidad de Granada (España). Directora del Instituto de Filosofía del Derecho, Coordinadora de los Estudios de Género del I.F.D., Jefa de la Sección de Antropología Jurídica del I.F.D; Jefa de la Cátedra Derecho Agrario, Departamen- to de Derecho Público. Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia. Coordinadora de la Red Universitaria Vene- zolana de Estudios de Género (REUVEM); Coordinadora General de la Red Venezolana sobre la Violencia contra la Mujer (REVIMU); Editora Responsable de Frónesis, I.F.D.-L.U.Z. Editora Responsable del Boletín, I.F.D.-L.U.Z. Cuenta con numerosas publicaciones sobre temas de su especialidad, entre las que destacamos «Prueba genética e impunidad en el delito de violencia sexual». Capítulo Criminológico. Vol. 31, No. 3, 2003; «Mujer, Mito y Ciencia, la explicación posible», Revista Venezolana de Trabajo Social, Universidad del Zulia, Vol. 1, No. III., 2003; «La violación en los consorcios sexuales. Tratamien- to jurídico en España y Venezuela». Lex Nova No. 239, 2002, «Las mujeres reclusas de la Cárcel Nacional de Maracaibo y la violencia». La Ventana, 2002. Haydée Birgin, Abogada, feminista, Presidenta de ELA –

    María Luisa Femenías

    Doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Profesora de Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Titular Ordinaria de Antropología Filosófica en el De- partamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata. Dirige proyectos de investigación y seminarios de grado y posgrado. Profesora visitante en numerosas Universidades del país y del exterior, se ha beneficiado también con pasantías y estadías de investigación en Alemania, Francia, España y EEUU. Es autora de varios libros y compilaciones sobre Filosofía Feminista y de Género. Entre ellos, destacamos Inferioridad y Exclusión (1996); Sobre Sujeto y Género (2000), Judith Butler: Introducción a su lectura (2003), Perfiles del Feminismo Iberoamericano vol. 1 (2002) traducido al inglés por Rodopi (2007), Perfiles del Feminismo Iberoamericano vol. I1 (2005) y vol. III (2007); Feminismos de París a La Plata (2006), El Género del multiculturalismo (2007) y numerosos artículos sobre Filosofía de Género y Filosofía Clásica en revistas especializadas. Co- editoria de Mora (F.F. y L., UBA).

    Fuente: https://libros.unlp.edu.ar/index.php/unlp/catalog/book/215

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Educación Sexual: No más tapujos (Corto Documental)

Colombia / 10 de junio de 2018 / Autor: Oscar Garcia / Fuente: Vimeo

Luis Miguel Bermúdez, profesor del colegio distrital Gerardo Paredes, ubicado en la localidad 11 de Suba, ha venido erradicando el embarazo adolescente, las violencias de género y las enfermedades de transmisión sexual dentro de una institución que se encuentra en el foco del problema. Por simple que parezca, lo hizo a través de la enseñanza de una educación sexual constante y pertinente. Este proyecto, un corto documental, sigue su historia mientras evidencia la importancia de este componente en los colegios del país.

Fuente: https://vimeo.com/272287032
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México: Facultad de la UNAM dejará salir más temprano a alumnos para no exponerlos a violencia de CdMx

México / 10 de junio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Sin Embargo

La Facultad informó que la medida tiene como objetivo principal evitar que los alumnos se expongan a la violencia e inseguridad urbana.

De acuerdo con cifras del Secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Ciudad de México mantiene un incremento constante en el número de delitos contra la vida y la integridad personal con 18 mil 947 casos en total.

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recorrió los horarios de clases del turno vespertino para proteger a sus alumnos de la inseguridad.

A través de un comunicado, la FCPyS dio a conocer que programará sus clases de lunes de viernes en un horario de 15:00 a 17:00, de 17:00 a 19:00 y de 19:00 a 21:00 para evitar que los alumnos salgan de las aulas a las 22:00 como estaba establecido de manera original.

La Facultad informó que la medida tiene como objetivo principal evitar que los alumnos se expongan a la violencia e inseguridad urbana.

La FCPyS indicó que los alumnos que no puedan tomar clases en los horarios sugeridos o tengan algún tipo de dificultad podrán resolver la situación con el Consejo Técnic y asegurar que se cursen las materias.

En los últimos meses alumnos de la UNAM han sido blanco de ataques, uno de los casos más sonados es el Mariela Vanessa Díaz Valverde, estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras, quien desapareció el 27 de abril en la delegación Iztapalapa. A un mes de distancia, no se sabe nada de ella.

La joven tiene 21 años. Ya fue buscada en hospitales, albergues y sitios que frecuentaba pero no hay rastro, de acuerdo con la Procuraduría General de Justicia (PGJ-CdMx).

Días después de su desaparición, representantes de la Facultad de Filosofía y Letras emitieron un comunicado en el que mostraron preocupación por lo ocurrido.

“La comunidad de la Facultad demanda la aparición inmediata de Mariela Vanessa y exige a las autoridades competentes de la Ciudad de México que realicen las investigaciones conducentes para encontrar a nuestra estudiante”, indicaron.

Los últimos datos de geolocalización indican que estuvo en uno de los accesos al Cerro de la Estrella, dice su familia, pero los binomios caninos de la policía capitalina no encontraron ningún rastro.

MUEJERES BLANCO DE ATAQUES

Los delitos relacionados con violencia de género en México, en los primeros cuatro meses de 2018, fueron en aumento en un 40.8 por ciento, en promedio, según cifras oficiales.

Cada hora, en nuestro país, se habrían cometido cinco delitos de violencia de género, refieren cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Mientras que en enero pasado se registraron 2 mil 656 carpetas de investigación por algún tipo de delito, en abril fueron registradas 3 mil 739.

La violencia de género “encuentra su origen o razón de persistencia en el conjunto de normas y valores sociales que sustentan una prevalencia o dominación masculina y una asimetría institucionalizada del poder entre hombres y mujeres”, señala un estudio de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim).

Entre enero y abril de 2018, los feminicidios aumentaron en 11.1 por ciento; los delitos de abuso, acoso y hostigamiento sexual en 50, 96.6 y 23.4 por ciento, cada uno, y las violaciones simple y equiparada en 33.6 y 46.8 por ciento.

VIOLENCIA E INSEGURIDAD A LA ALZA

De acuerdo con cifras del Secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Ciudad de México mantiene un incremento constante en el número de delitos contra la vida y la integridad personal con 18 mil 947 casos en total.

Según los datos del mes de abril, en la capital se contabilizaron 174 homicidios dolosos, cuatro más que en marzo. Además, de 542 incidentes de lesiones dolosas.

Los casos de abuso sexual también registraron un incremento con 210 casos en abril y 31 de acoso sexual. Un incremento de 30 incidentes respecto marzo.

La Ciudad de México también se encuentra entre los primeros lugares de entidades con mayor incidencia delictiva con 18 mil 947 percances sólo detrás del Estado de México con 21 mil 153 casos.

Fuente de la Noticia:

http://www.sinembargo.mx/03-06-2018/3425182

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Libro Feminismo para principiantes

Varela, Nuria, Barcelona, Ediciones B., 2005, 410 pp.

¿Quiénes eran las sufragistas? ¿De dónde sale el feminismo radical? ¿Por qué se habla de marxismo y feminismo como de un matrimonio mal avenido? ¿Por qué el feminismo ha sido vilipendiado y ridiculizado? ¿Por qué las feministas han sido tratadas de «marimachos», feas o mujeres insatisfechas sexualmente? ¿Cómo y dónde surge la expresión «violencia de género»? ¿Qué relación existe entre el feminismo y los accidentes de tráfico?¿En qué consiste la masculinidad? A partir de estos interrogantes, y otros muchos, la autora repasa tres siglos de hacer y deshacer el mundo y de alumbrar líderes fascinantes, y narra la aventura de una agitación social que ningún otro movimiento ha conseguido mantener durante tanto tiempo.

El principal aporte de “Feminismo para Principiantes” es que su lectura amplía la comprensión de muchos aspectos históricos que dan contexto a las acciones que realizamos hoy en el movimiento feminista. Como la misma Nuria lo introduce: «El feminismo es la linterna que revela las sombras de todas las grandes ideas gestadas y desarrolladas sin las mujeres y, en ocasiones, a costa de ellas […] Las feministas empuñamos esa linterna con orgullo por ser la herencia de millones de mujeres que, partiendo de la sumisión forzada y mientras eran atacadas, ridiculizadas y vilipendiadas, supieron construir una cultura, una ética y una ideología nuevas y revolucionarias para enriquecer y democratizar el mundo»

Es un libro no sólo para conocer y recibir información, sino además para hermanarse, solidarizarse y rendir tributo a tantas mujeres que a costa de su propia vida lucharon por todas nosotras, con una visión de vanguardia y mucha valentía al enfrentarse a un entramado patriarcal que lucía incólume e imbatible. Si es difícil ahora no me quiero imaginar cómo fue en siglos pasados.

Descargar aqui; Varela-Nuria—Feminismo-Para-Principiantes

Fuente: https://mujerfariana.org/images/pdf/Varela-Nuria—Feminismo-Para-Principiantes.pdf

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Financiar la escuela que segrega por razón de sexo

Por: Pedro Uruñuela

Si en lugar de separar a los chicos y a las chicas, propusiéramos una separación del alumnado en función de su rendimiento o de su origen social o su nacionalidad, pondríamos el grito en el cielo.

La violencia de género es un tema que crea gran preocupación en nuestra sociedad a todos los niveles. Recientemente, y con independencia de la valoración que nos merezca, se ha firmado un pacto entre partidos políticos para hacer frente a este tipo de violencia. Como educadores y educadoras, nos preocupa especialmente su incidencia y presencia en la escuela, así como las formas de abordar su prevención y erradicación. Por eso no acabamos de entender la reciente sentencia del Tribunal Constitucional declarando conforme con los mandatos de la Constitución la “enseñanza diferenciada” que separa a los chicos y a las chicas, reconociendo además su derecho a ser financiada por el Estado.

Son numerosos los estudios que analizan la incidencia de la violencia de género en la adolescencia, de los que sólo podemos recoger algunos datos. Llama la atención, en concreto, los casos de violencia de género en menores de 18 años investigados por la Fiscalía, apenas conocidos: en el año 2016, los casos de violencia de género investigados pasaron de 433 a 543, un 25% más, y los de agresiones y abusos sexuales de 1.081 a 1.271, un 17% de incremento. Todo esto sin contar los casos de ciberacoso, de amenazas y extorsiones sexuales a través de las nuevas tecnologías, exigiendo fotografías y amenazando con su exhibición cuando finalizan la relación. Un modo de violencia de la que muchas chicas no acaban de ser conscientes.

A su vez, es en la etapa de la adolescencia cuando se consolidan y arraigan determinados estereotipos de género, reflejo de las ideas y prejuicios presentes en la sociedad. Estas ideas simplificadas sobre las características y papeles sociales de los hombres y mujeres impregnan el tejido social, se concretan en mitos, valores y creencias, y apenas son visibles dada su normalización y universalización. Es una tarea educativa identificarlos, analizarlos críticamente, mostrar sus consecuencias y trabajar por su sustitución desde otras ideas, valores y creencias basadas en la igualdad hombre y mujer.

Los estereotipos y expectativas sobre los roles de género afectan a la vida afectiva, familiar, laboral, al ocio y a la participación en la vida social o política de cada persona. Los hombres y las mujeres que se alejan del estereotipo se ven obligados a superar la reprobación social. Desde el modelo estereotipado de masculinidad se insta a los chicos a dominar y/o proteger a las mujeres, a no sentir miedo, a ser “malotes”… Y, a la vez, se les insta a las chicas a obedecer, les exige ser sumisas y buenas hijas, buenas esposas, buenas madres, a cuidar del hogar, de las personas dependientes, y se espera de ellas que sean conciliadoras, pacíficas, delicadas y débiles.

De particular interés para la etapa adolescente resulta la aparición de los mitos románticos que dibujan a ambos sexos como complementarios, medias naranjas, seres incompletos que sólo lograrán su plenitud si encuentran “al amor de su vida”. Simultáneamente plantea el antagonismo entre los sexos, con una concepción dual jerarquizada de la realidad, hombres y mujeres no pueden entenderse puesto que son opuestos, son “enemigos” a la vez que dependientes para ser completos, haciéndose así muy difícil el establecimiento de relaciones igualitarias y el desarrollo de una convivencia pacífica. Los estereotipos determinan una desigual distribución de las relaciones de poder, una concepción dual y jerarquizada de la realidad social.

Como respuesta a estas situaciones, muchos pensamos que la educación puede y debe jugar un papel fundamental para la erradicación de actitudes sexistas y la adquisición de las competencias necesarias para mantener una relación de igualdad desde el respeto a la dignidad, la paz positiva y los derechos humanos. Por ello, es necesario situar en primer plano de la institución escolar el desarrollo de una convivencia positiva entre hombres y mujeres y la erradicación de toda forma de violencia de género. El plan de igualdad hombre-mujer, las acciones para la coeducación deben ocupar un lugar destacado en los planes de convivencia y en las acciones educativas diarias de los centros.

Sin embargo, la sentencia del Tribunal Constitucional justifica la legitimidad de la educación diferenciada, que separa a los chicos y a las chicas considerándola conforme y ajustada a la Constitución, reconociendo además su derecho a ser financiada por el Estado. Supone una vuelta atrás, a años y planteamientos que ya creíamos superados, y aporta unos argumentos que no acabamos de comprender.

Sin ser expertos en derecho, nos llama la atención que se apoye en una Convención de la UNESCO del 14/12/1960, relativa a las discriminaciones en la esfera de la enseñanza. Con posterioridad, en el año 1979 se aprobó la Convención sobre eliminación de la discriminación a la mujer, ratificada por España en el año 1984 (BOE de 21 de marzo), que, entre otras disposiciones, recoge las medidas apropiadas que deben poner en marcha los Estados, entre ellas “el estímulo de la educación mixta”, algo que, además de derogar la Convención de 1960, difícilmente casa con la aceptación de la enseñanza diferenciada.

Es lo que señalan los tres votos particulares que ponen de manifiesto que la enseñanza diferenciada vulnera de manera frontal el artículo 27.2 de la Constitución, ya que la segregación por sexo impide “educar a partir de una percepción democrática de los acusados conflictos de género que en nuestra sociedad aún se mantienen”, así como el papel de la escuela “como espacio de excelencia de socialización y convivencia en la igualdad desde la infancia más temprana”. La educación diferenciada “lesiona el ideario educativo constitucional en uno de sus pilares: el de la igualdad”, “vulnera la prohibición constitucional de la discriminación por razón de sexo e identidad sexual” y carece de justificación por “basarse en el tópico de la diferencia de talento y capacidades entre los sexos”. Y es que la educación diferenciada es algo más que una mera opción pedagógica, tal y como nos la presenta la sentencia.

Desde un punto de vista estrictamente educativo, no podemos olvidar el doble papel que juega la organización: es una manera de conseguir los objetivos y, a la vez, es una potente transmisora de determinados valores. ¿Qué valores transmite este modo de organizar de forma separada a los chicos de las chicas? ¿Qué objetivos quiere conseguir con esta forma de organización del alumnado?

Intentar separar a los chicos de las chicas supone ‘querer poner puertas al campo’. Lejos de prejuicios de todo tipo, religiosos o antropológicos, sólo desde la convivencia de ambos sexos es posible superar los graves problemas de violencia de género que afectan a nuestra sociedad. No existen argumentos técnicos que justifiquen la idoneidad de la educación diferenciada y sus argumentos son sólo una burda tapadera para ocultar la realidad.

Dos principios básicos conforman hoy los planteamientos educativos: la inclusión y la igualdad. Si en lugar de separar a los chicos y a las chicas, propusiéramos una separación del alumnado en función de su rendimiento o de su origen social o su nacionalidad, pondríamos el grito en el cielo, denunciando esa situación. ¿Por qué no sucede lo mismo ante la educación segregada? Son muchos los intereses de todo tipo que existen en estos casos, intereses que, lamentablemente, siguen condicionando nuestro sistema educativo.

Desde el punto de vista de la convivencia, consideramos que esta sentencia es un claro paso atrás, que no va a beneficiar el desarrollo de la igualdad entre hombres y mujeres y que, aunque sea inconscientemente, va a contribuir a la permanencia de las actitudes, estereotipos y comportamientos sexistas. Se acata, pero no se comparte. Y nos reafirma en la necesidad de seguir trabajando por conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres y la desaparición de la violencia entre ambos sexos. Pero, para ello, es fundamental la coeducación en la escuela a lo largo de todo el proceso de escolarización, enseñando a convivir juntos a chicos y chicas.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2018/05/03/financiar-la-escuela-que-segrega-por-razon-de-sexo/

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España: IU reclama una educación afectivo-sexual “basada en la igualdad y la libertad” para prevenir las “agresiones sexuales que siguen siendo un grave problema social en pleno siglo XXI”

España/ 01 de mayo de 2018/Fuente: http://www.izquierda-unida.es

Enrique Díez, coordinador del Área Federal de Educación, señala que “son demasiadas las decisiones judiciales que estiman que una mujer miente al denunciar una violación o que incluyen interpretaciones ‘sui generis’ sobre cuándo existe disfrute, coacción, miedo o violencia, sin tener los conocimientos necesarios sobre relaciones entre los géneros”

Izquierda Unida, a través de su Área Federal de Educación, reclama una “educación afectivo-sexual basada en el respeto, la igualdad y la libertad” que sirva para prevenir de manera efectiva y evitar a través de la educación las “agresiones sexuales que en pleno siglo XXI siguen siendo un grave problema social”.

Enrique Díez, coordinador de este área federal, señala que “para las mujeres y los hombres que integramos Izquierda Unida la educación sexual  no puede entenderse al  margen de una concepción de los géneros que respete la  diversidad y cuestione la ideología patriarcal dominante, que ha impregnado también los programas de educación sexual”.

“Cualquier propuesta de educación afectivo-sexual ofrecida desde la perspectiva de género -señala- debe abordar las  relaciones de poder asimétricas, la división de los espacios público-privado en función del género, la construcción social del deseo o el aprendizaje de la masculinidad y la feminidad desde modelos de dominación-sumisión”.

La sentencia emitida la semana pasada por el tribunal de la Audiencia de Navarra que juzgó a los cinco hombres del grupo conocido como ‘La Manada’, que IU rechazó de forma contundente desde el primer momento, “no es un caso aislado”.

Enrique Díez explica que “son demasiadas las decisiones judiciales que estiman que una mujer miente al denunciar una violación, que incluyen interpretaciones ‘sui generis’ sobre cuándo existe disfrute, coacción, miedo o violencia, sin tener los conocimientos necesarios sobre relaciones entre los géneros o sobre cómo la pornografía es la verdadera escuela de sexualidad, desigualdad y dominación en la que se forma buena parte de la población joven y adulta en nuestro país, presentando como normales o deseados por las mujeres unos parámetros de actuación que están absolutamente lejos de la realidad”.

Considera que “la educación, en su más amplio sentido, no sólo se desarrolla en el ámbito escolar. Partimos del principio de que para educar se necesita a toda la sociedad, pero también nos reafirmarnos en el papel esencial que los centros educativos pueden y deben desempeñar en la construcción de unas relaciones afectivo-sexuales basadas en el respeto, la igualdad entre sexos y la libertad personal”.

Izquierda Unida reclama que “es  urgente dar un impulso decidido a los  programas de educación sexual en los centros escolares y abordar desde la educación todas estas cuestiones. Aún está pendiente que la legislación sobre violencia de género recoja las violaciones como una de sus manifestaciones habituales, aunque la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva de 2010 establece que la salud sexual requiere un entorno libre de coerción, discriminación y violencia, y establece en su capítulo III la responsabilidad del sistema educativo en la construcción de nuevos modelos de sexualidad”.

Desde el Área Federal de Educación de IU se destaca también que “la educación permanente se refiere al aprendizaje a lo largo de la vida. Los poderes públicos deben asegurar la formación necesaria para el cumplimiento de las normas que obligan a diferentes profesionales a formarse sobre cuestiones de género que afectan al ejercicio directo de sus tareas. Ello incluye al profesorado, la judicatura, administración, cuerpos de seguridad, personal sanitario, etc”.

Respecto al ámbito escolar, todas las leyes educativas han integrado con mayor o menor relevancia contenidos sobre educación sexual en los currículos de Educación Primaria y Secundaria. “Pero ha faltado y falta para su efectiva puesta en marcha -apunta Díez- el compromiso decidido de  las administraciones educativas para impulsar estos programas con la implicación de las  direcciones, los claustros  y el conjunto de  la  comunidad educativa. Los centros escolares necesitan contar con profesionales específicos en Educación para la Salud  (EpS), que de manera  permanente actúen en los colegios e institutos”.

El responsable del Área Federal de Educación de IU denuncia que todo lo anterior “supone un incremento de las plantillas y, por tanto, de la inversión educativa, al que a día de hoy es incompatible con la cicatera financiación pública educativa. Esto se vuelve a confirmar con los Presupuestos Generales del Estado para 2018 que el Gobierno del PP trata de sacar adelante en el Congreso, así como con los brutales recortes  presupuestarios que la Escuela Pública sufre en los últimos años”.

Fuente de la Noticia:

http://www.izquierda-unida.es/node/17138

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Femicidio vinculado

Por: Miguel Lorente Acosta

La violencia de género es el resultado de todo lo que no se puede negar ni ocultar, aquello que no queda más remedio que admitir ante la evidencia de los hechos y la tozuda objetividad de la realidad, porque si hay opción para esconder algunas de sus manifestaciones, sin duda se hará.

Es lo que comprobamos cuando los datos sobre los homicidios por violencia de género de la Fiscalía General del Estado no coinciden y son más altos que los del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, una situación similar a lo que ocurre con las estadísticas de las organizaciones de mujeres.También sucede cuando el año termina con una serie de casos oficiales en investigación que de pronto “desaparecen” y no se vuelve a saber nada más de ellos, o lo que ha pasado ante determinados homicidios de mujeres con indicios objetivos de haber sido cometidos en un contexto de violencia de género, pero ni siquiera fueron considerados “en investigación”. Esta situación no es ajena a la actitud adoptada la pasada semana por el Ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ante el caso de la mujer atropellada en la A-5. No le faltó tiempo para decir que la era víctima de un accidente de tráfico, cuando todo apuntaba por las declaraciones de las personas que presenciaron los hechos, que se trataba de un homicidio por violencia de género. Ni siquiera dijo lo de “no se descarta ninguna hipótesis”.

Como se puede ver, hay prisa para descartar la violencia de género y mucha lentitud para confirmarla.

Esta misma actitud también se aprecia con las personas del entorno de las mujeres que son asesinadas como consecuencia de la violencia de género. Ha ocurrido estos días en Castellón cuando el maltratador se ha dirigido a la casa de los padres de su expareja al no poder localizarla ella por estar en un centro de acogida, y ha asesinado al padre de la mujer. Pero sucedió también en Medina del Campo el pasado diciembre cuando su nueva pareja acompañó a la mujer al domicilio para recoger a la hija y fue asesinado. O como pasó en Cuenca con Laura del Hoyo, amiga de Marina Okarynska expareja de Sergio Morate, asesinada junto a ella al acompañarla a casa, sin embargo, nunca fue considerada víctima de la violencia de género, como si su homicidio hubiera sido consecuencia de un robo o por narcotráfico.

La fragmentación de la violencia de género es consecuencia de esa necesidad de restarle trascendencia para tranquilizar sobre las consecuencias, y pensar que no es una situación tan grave ni, sobre todo, producto de una decisión meditada y planificada por el agresor. De ese modo se hace valer el mito que la presenta como situaciones puntales producto de una “pérdida de control”propiciada por el alcohol, las drogas, la alteración psicológica o el resultado de una “fuerte discusión”. Y de alguna manera se logra ese efecto cuando los Barómetros del CIS recogen que sólo alrededor del 1% de la población considera esta violencia, con sus 60 homicidios de media al año, como un problema grave.

Y todo eso tiene sus consecuencias en el día a día, pues cuando la violencia de género se presenta como producto de las circunstancias, bien por el contexto de la relación o bien por las características del agresor, y se divide y separa entre cada uno de esos elementos, la respuesta se elabora sobre esos estereotipos que le restan gravedad y trascendencia. Es lo que sucedió con Andrea, asesinada en Benicàssim tras múltiples situaciones que reflejaban la grave violencia que sufría, y lo vemos cuando con frecuencia la primera referencia que se utiliza para ver lo ocurrido ante una denuncia es la sospecha. Se sospecha de la denuncia que hacen las mujeres y luego, cuando “aparecen muertas”, se llega a sospechar de que hayan sido asesinadas por violencia de género.

Y claro, si la situación es así con las mujeres que sufren esta violencia, con las personas de su entorno es mucho más grave.

¿Se imaginan que no se hubieran considerado víctimas de terrorismo de ETA a las personas civiles que murieron en atentados con coche bomba dirigidos a acabar con la vida de un militar o de un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado? Nadie lo habría aceptado, es más, a nadie se le habría ocurrido hacerlo, como tampoco se dudó en considerar a los padres y madres de los asesinados por ETA como víctimas del terrorismo, mientras que en violencia de género las madres y padres de las víctimas han pasado a considerarse como tales en el reciente Pacto de Estado que aún no se aplica.

Una de las características diferenciales de la violencia de género respeto a otras violencias interpersonales es que se trata de una “violencia extendida”, es decir, que el agresor utiliza de manera estructural la violencia contra otras personas para dañar a la mujer y facilitar su control y sometimiento. Y lo hacen durante la relación de forma habitual, y lo pueden hacer con el homicidio.Es lo que en algunas legislaciones latinoamericanas, de las que tenemos mucho que aprender, se denomina “femicidio vinculado” o “femicidio ampliado”  para referirse al homicidio de personas relacionadas con las mujeres que sufren la violencia de género, a quienes el agresor asesina bajo una doble referencia y buscando dos objetivos.

Las referencias que utilizan para llevar a cabo este “femicidio vinculado” son, por un lado, el lazo afectivo con la mujer, y por otro considerar que la “han ayudado” o “han intervenido” en el proceso de separación desde el ejercicio profesional o como apoyo emocional o material. Y el objetivo también es doble, por una parte, dañar a la mujer por la pérdida de ese ser querido y hacerla responsable de su muerte, y por otra, lanzar el mensaje de que las personas que “ayuden” o “intervengan” ante la violencia de género pueden ser también víctimas de ella.

Son homicidios que forman parte estructural de la violencia de género y, por tanto, deben ser considerados como parte de esta violencia, tanto por justicia como por el significado de una violencia que va dirigida contra las mujeres y su mundo. Y del mismo modo que esta violencia se inicia atacando ese mundo y rompiendo sus elementos de identidad y sus fuentes de apoyo externo (familia, amistades y trabajo), puede terminar acabando con esas otras vidas que toda persona vive junto a sus seres queridos. No son homicidios ajenos a la violencia de género, y en el momento actual son una posibilidad aún más cercana ante el cambio adoptado por los agresores para herir a las mujeres bajo estas nuevas referencias de extender la violencia asesina a otras personas de su entorno.

En violencia de género duelen más las cicatrices que los golpes, los maltratadores lo saben, el resto no podemos ignorarlo ni permitir que desde el machismo se continúe fragmentando y ocultando esta violencia.

*Fuente: Fuente:https://miguelorenteautopsia.wordpress.com/2018/03/29/femicidio-vinculado/amp/?__twitter_impression=true

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