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Los últimos de la fila

Por Carlos Laorden

La necesidad ahoga a campos como el de Dzaleka (Malawi), lejos del centro de atención y los fondos

“Aquí también hay una crisis, aunque sea prolongada. Lo estamos gritando: estamos en un grave estado de necesidad”. Enid Ochieng habla muy suave. La responsable de protección de Acnur (el alto comisionado de la ONU para los refugiados) en Malawi no chilla, pero sus palabras y las cifras que expone sí que lo hacen. La situación en un campo de refugiados siempre es desesperada. Pero el último de la fila es siempre el que peor lo pasa. Y ese último lugar es para los campos que ni están a las puertas de Europa, ni tienen una emergencia declarada, ni muestran unos números especialmente escandalosos. Todos esos van antes. Y después, solo después, van lugares como Dzaleka.

Más de 25.000 refugiados y solicitantes de asilo se apiñan como pueden en este recinto de poco más de 200 hectáreas de tierra rojiza cedido por el Gobierno de Malawi en 1994. Se trata de una antigua cárcel a 40 kilómetros al norte de Lilongüe, la capital de este país del sudeste de África, pequeño para los estándares del continente, con graves problemas de seguridad alimentaria y a la cola en casi todos los indicadores de desarrollo.

Cada mes, una media de 400 personas que llegan al país en busca de refugio o asilo son dirigidas a Dzaleka. Vienen o vinieron huyendo del horror o la persecución desde lugares como República Democrática del Congo, Burundi, Somalia o Ruanda. Pero en ninguno de esos países hay emergencias novedosas o de actualidad que atraigan atención (y fondos). Desde hace más de 20 años, el campo recibe un goteo constante y olvidado que desborda por todas partes, aunque también hay un cierto número de salidas que evita que la cifra total se dispare del todo. Pero hay demasiada gente en un emplazamiento ideado para acoger a menos de la mitad de habitantes. “Antes nos centrábamos en cubrir las necesidades más básicas”, explica Ochieng. “Ahora, ni siquiera llegamos a eso”.

Dany, un chico de 16 años de República Democrática del Congo que lleva dos años y medio en Dzaleka, no sabe qué fue de su familia. CARLOS MARTÍNEZ

Francine, 23 años, mirada dura y madre soltera de dos niños, lo confirma. “La comida no llega, el centro médico no es adecuado, no tengo ni jabón para lavar la ropa y, con el frío que hace [en la presente época invernal las temperaturas bajan hasta los 8º] no tenemos mantas”. Esta burundesa tiene referencias para comparar. No guarda recuerdos de su país de origen era un bebé cuando sus padres huyeron a Tanzania pero sí muchos de otros lugares como este, el tercer campo de refugiados que sirve de escenario a su vida. “En los otros sitios cubrían nuestras necesidades. Aquí la vida es muy difícil y nadie viene a ver cómo estamos”, afirma. Dany, un chico de 16 años de la República Democrática del Congo que destila tristeza, no sabe qué fue de su familia. Calza unas chancletas polvorientas y aprovecha la charla para preguntar cómo podría conseguir unos zapatos. «Para los huérfanos es complicado conseguir cosas», lamenta.

Aunque el esmerado acabado en ladrillo de algunos refugios y el movimiento en los mercados organizados en el campo pudieran sugerir cierta normalidad, realmente solo dicen que hay gente que lleva aquí mucho tiempo. Demasiado. Son casos como el de Raheem, que llegó de Somalia con 16 años y hoy tiene 35. Pero con un simple vistazo a las cifras, la necesidad canta. Hay un pozo de agua para cada 1.000 habitantes, un profesor para cada 80 alumnos de Primaria y un centro médico pensado para 10.000 personas que atiende a más de 60.000, entre los habitantes del campo y los de las poblaciones cercanas. Por ejemplo. Los recién llegados prácticamente no tienen con qué levantarse un techo y Acnur tiene problemas para darles lonas de plástico.

Porque de donde no hay, no se puede sacar, vienen a coincidir las agencias presentes en el lugar. “Esta es una historia casi olvidada, y no conseguimos más apoyo de los donantes”, insiste Mietek Maj, subdirector del Programa Mundial de Alimentos —el encargado de distribuir comida en Dzaleka en Malawi. De junio a diciembre del año pasado, las raciones ya limitadas solo a los básicos: maíz, legumbres y aceite vegetal tuvieron que reducirse a la mitad. Y ahora mismo las reservas solo cubren hasta agosto. Esa falta de fondos se siente en todos los ámbitos. “Los donantes llevan muchos años prestando ayuda aquí. Y hay otras crisis [incluso en el propio Malawi, por cuya frontera sur entran miles de mozambiqueños huyendo de la violencia] lo que hace que ahora mismo no sea tan fácil volver a vender Dzaleka al mundo”, apunta Kelvin S. Sentala, asistente de campo de Acnur, que gestiona el campo junto con el Ejecutivo y coordina la actuación de todas las agencias y organizaciones participantes.

Este es el tercer campo de refugiados por el que pasa Francine, madre soltera de 23 años. CARLOS MARTÍNEZ

El cuello de botella está claro. La gente no para de llegar, y los que no consiguen ser reasentados en otros países —los Estados que suelen aceptar recibirlos también han dirigido el foco a otros lugares en detrimento de este tienen que seguir allí. Este año se planea solicitar el reasentamiento de hasta 1.200 personas, pero el éxito de la operación está por ver. El Gobierno malauí, que abre sus puertas a refugiados y solicitantes de asilo pese a sus propias dificultades, circunscribe su hospitalidad a los límites del recinto y no les permite obtener un empleo. De hecho, tienen prohibido salir de la antigua prisión. Y si lo hacen, como los que pagan el pasaje de una furgoneta para acercarse a Lilongüe e intentar ganar algo de dinero, se arriesgan a ser arrestados.

Como, por desgracia, no hay recursos adicionales y de momento, no se los espera las agencias y ONG que trabajan en Dzaleka suspiran por una flexibilización de la ley que permita a los habitantes del campo trabajar para obtener recursos por sí mismos. En estos momentos, parece la única forma de aliviar la situación, coinciden Ochieng y Maj. Y también una vía para que los refugiados puedan realizarse y empezar a recuperar una vida que muchos, como Raheem, ya no recuerdan cómo era fuera del campo. «Intento hacer cosas por mí mismo que me den algo de comer», como cargar ladrillos o ayudar en otras tareas, cuenta el somalí, padre de una hija que nació hace dos años aquí. «No puedes estar siempre dependiendo de Acnur o de quien sea». Pero tampoco hay tantas opciones.

Aunque hubo un momento prometedor, por ahora el cambio legal está estancado. El Gobierno ha decidido fundir a reforma de esta normativa con la de las políticas de inmigración (como la recepción y tránsito de migrantes con destino a Sudáfrica) y otros temas en un solo proceso, dejándola por ahora empantanada en el Parlamento. De nuevo, Dzaleka debe esperar su turno.

Raheem, somalí de 35 años, lleva en Dzaleka desde los 16. Allí ha conocido a su mujer y ha nacido su hija. CARLOS MARTÍNEZ

Y eso que, pese a todas las dificultades, en el campo hay oportunidades para formarse. Es cierto que las escuelas están saturadas. Faltan aulas, material y personal, se quejan los profesores. En primaria hay dos turnos de clases y el absentismo, muchas veces forzado por las circunstancias, es un problema. Pero el trabajo de la organización jesuita JRS culmina con sendos proyectos de formación profesional y una universidad online en colaboración con centros estadounidenses como el de Regis. Aunque solo unas 30 personas acceden cada año a los grados de tres años en educación, negocios o trabajo social.

En esa educación es en la que pone sus esperanzas el joven Dany, que lleva en el campo desde hace casi tres años. Estaba en el colegio cuando estallaron los enfrentamientos y huyó con su tío, al que ha perdido de vista. Nunca más supo qué fue de sus padres ni de sus cinco hermanos. En Dzaleka vive con una familia que le acogió, y la mirada, apagada y triste, solo se le ilumina al hablar de los estudios, pese a que a su edad aún sigue en Primaria por los años perdidos. Le gustan el inglés, las matemáticas y la ciencia. Sonríe al contar que suele ser el primero de la clase y le ilusiona poder construirse un futuro.

«Solo pido quedarme y tratar de sobrevivir a los retos», ruega Francine. Pero para que pueda haber futuro en Dzaleka, antes hay que garantizar el presente. Y eso, de momento, no está nada claro. «Los más vulnerables entre los vulnerables», en palabras de Ochieng, esperan. Y esperan. No queda otra cuando tus gritos de auxilio tienen que ponerse a la cola.

EL MOMENTO DE ACTUAR

Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, es la principal agencia que coordina las actividades humanitarias en Dzaleka. Colabora en www.eacnur.org o en el tfno.: 902 218 218

Se han atribuido nombres ficticios a los refugiados entrevistados para proteger su identidad y garantizar su seguridad.

Este reportaje se ha realizado con la colaboración del Comité Español de Acnur (www.eacnur.org).

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/06/20/planeta_futuro/1466377890_424690.html

Imagen: http://ep02.epimg.net/elpais/imagenes/2016/06/20/planeta_futuro/1466377890_424690_1466386619_noticia_fotograma.jpg

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UNRISD ONU / Ending Violence Against Women in Asia: International Norm Diffusion and Global Opportunity Structures for Policy Change

Fuente UNRISD / 20 de junio de 2016

Violence against women (VAW) is only beginning to be recognized as a major societal problem within and across Asia. This is evidenced by the high level of self-reporting by men and women of sexual violence and domestic violence in recent UN surveys; the extremely low conviction rates for these forms of violence; the slow, partial or non-adoption of anti-VAW laws; and the lack of a regional anti-VAW Convention in Asia.

This UNRISD working paper explores how the global context of norm diffusion, state ranking, conflict and advocacy networking affects societal and policy change in the region to strengthen women’s rights. It highlights the increased visibility and reporting of VAW as a result of international norm diffusion particularly via the UN Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women (CEDAW) and the pressure exerted by intergovernmental organizations on governments to address VAW. It argues that non-state actors, especially global media and regional advocacy networks, have energized the push to end the culture of impunity for VAW. In combination, these transnational forces are radically altering the policy environment in Asia, making it non-negotiable for governments to respond to VAW and halt the slow progress to date in achieving women’s rights to bodily integrity.

Jacqui True is Professor of Politics and International Relations and an Australian Research Council Future Fellow at Monash University, Australia.

 

Ending Violence Against Women in Asia: International Norm Diffusion and Global Opportunity Structures for Policy Change

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México: Violenta represión por parte de los policías federales contra los maestros y pobladores de Nochixtlán, Oaxaca. (audio)

 Fuente: transcripción del audio enviado a la redacción de otrasvoceseneducaion.org por maestros que participan en la marcha de defensa de la educación pública y contra el encarcelamiento de dirigentes del magisterio que se oponen a la reforma educativa  / 19 de junio de 2016
«Compañeros y compañeras, renvìen este mensaje. Les informamos desde Hacienda Blanca donde estamos reagrupàndonos porque los federales traen la consigna de exterminar cualquier punto de reistencia. Por eso el dìa de hoy desde este punto de bloqueo pedimos para que nos apoyen toas las organizaciones sociales, padres de familia, a todos los compañeros maestros a las maestras, todos necesitamos el apoyo, los convocamos a los compañeros y compañeras que no tengan posibilidad de venir a las barricadas y de hacer frente a estos perros los convocamos para que vayan al Zócalo, necesitamos la agitación política de forma inmediata, no podemos permitir que nos estén exterminando. Están asesinando a compañeros maestros y padres de familia y nosotros no podemos quedarnos en casa. Reenvíen esta información por favor para que llegue en todos lados y en todas partes del estado de Oaxaca en México porque hoy la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación aguantaremos hasta el ùltimo segundo. ¡Gracias camaradas! (transcripción del audio original)
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Manifestación en Swazilandia pide detener asesinato de albinos

Africa /Mbabane,  Prensa Latina

El gobierno de Swazilandia debe poner fin a los asesinatos de albinos, reclamaron aquí durante una manifestación en esta capital un grupo de personas que vive con ese padecimiento, según informan hoy medios locales.

La marcha pacífica trató además de sensibilizar a la nación contra la falacia de los presuntos poderes de las partes del cuerpo de los albinos, las cuales son vendidas a altos precios en el mercado ilegal para cuestiones de hechicería.

Oliver Museka, director de una campaña en solidaridad con los albinos, dijo que la esencia de movilizar la conciencia en Swazilandia es parar algo «francamente brutal».

Pese a que la mayoría de los ataques se concentran en Tanzania -el país africano con mayor índice de albinismo-, el drama se está extendiendo a otras naciones como Malawi, Burundi y Kenya.

El albinismo es una anomalía de naturaleza genética que causa la ausencia de pigmentación de ojos, piel y pelo.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4986801&Itemid=1

Imagen tomada de: https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/736x/38/0e/6a/380e6ad493b411d959804abf56cd6b77.jpg

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Un llamado a atrevernos a volver a ser humanos

Blanca Heredia

En esta ocasión quiero utilizar este espacio para compartirles un relato doloroso y un texto que obliga a mirar y a sentir lo que ya no queremos ver ni sentir, que me compartió mi querido amigo Antonio Cervantes.

En Toluca, el miércoles 17 de febrero unos sujetos entraron a robar en la casa de Elena Mireles, de 42 años, y terminaron matándola a ella, a su hermana y a su madre. Aquí el texto que Antonio escribió y circuló en redes sociales la madrugada del día siguiente.

Hoy la tragedia me ha tocado cerca. A una cuadra de la casa en la que crecí, en la colonia Américas, en Toluca, Estado de México. Hoy dejó de existir Elenita, una niña hermosa que fue mi compañera en la Secundaria 7. Siempre sonreía.

Siempre. A veces caminábamos juntos a la escuela, porque era amiga de mi hermana mayor. Alguna vez su papá me regañó en plena calle porque me cachó tocando los timbres de los vecinos y echándome a correr antes de que abrieran.

Hoy robaron y mataron, en su casa, a Elenita, a su hermana y a su mamá. A su papá, el señor que me regañó, simplemente lo tiraron al piso porque hace tiempo está inmóvil por un ataque cerebral.

Quien descubrió la terrible escena, manos amarradas, bolsas en la cabeza, etcétera, fue Emanuel. El hijo de nueve años de Elenita que venía llegando de la escuela y que corrió a buscar a su mamá. Como pudo les quitó las bolsas de la cara y trató de reanimarlas. Nada pudo hacer.

Acabo de colgar con mi madre, quien me contó esta historia y sabe todo esto porque cuando vio todas las patrullas y el alboroto se acercó a ver qué pasaba en casa de nuestros vecinos. Y pasado un rato, vio y abrazó a Emanuel y se lo llevó a su casa para consolarlo y ofrecerle algo de comer.

Dice que el niño lloraba mucho y le preguntaba que ahora quién lo iba a cuidar, que quién lo iba a atender si se enfermaba. Y al mismo tiempo se lamentaba por haber ido a la escuela hoy, “porque soy bien bueno para esconderme y me hubiera escondido y cuando se fueran los malos yo hubiera salido a quitarles las bolsas y ellas estarían vivas”, eso le decía a mi mamá.

Antes de irse con su papá, Emanuel le pidió a mi jefa que ella fuera a hablar con su maestra a la escuela, porque él no iba a saber explicar lo que pasó. “¿Qué les voy a decir en la escuela? ¿Que mi mamá ya no viene porque se murió? ¿Porque la mataron ayer?”.

También le preguntó si sabía jugar al trompo, o que le dijera quién sabe, porque su mamá le había regalado uno y quería aprender a echarlo.

Emanuel significa ‘Dios con nosotros’, ¿no? Pero yo creo que Dios no está con nosotros.

Sólo nosotros estamos con nosotros y tenemos que empezar a cuidarnos.

No hay político, Papa o superhéroe que vaya a venir a salvarnos.

En honor a Elenita escribo esto con lágrimas de rabia que se me escurren y con el deseo profundo de lograr mover alguna o algunas conciencias por esta vía, para que nos veamos como personas unos a otros y nos tratemos bien todos los días, especialmente a los niños, y que nos ayudemos y procuremos, y siempre que veamos a alguien en problemas le tendamos la mano como podamos.

Atrevámonos a volver a ser humanos.

Ante la impresionante respuesta en Facebook a su texto, Antonio convocó a una ceremonia en honor de las muertas y en solidaridad con el pequeño Emanuel el domingo pasado. Acudieron decenas de personas al evento. En su mensaje, Antonio se preguntaba: ¿cómo pasamos de temer, hace 30 años, que se accidentaran nuestros hijos, a temer que entren a nuestra casa y nos maten? Invitó a los asistentes a empezar por cuidar a los niños –los propios y los ajenos–, a tratarlos y enseñarlos a tratar a otros como seres humanos. Un llamado que convierte el dolor punzante en posibilidad de esperanza; un llamado a atrevernos a volver a ser humanos, indispensable y urgente.

Los asistentes al evento del domingo en Toluca están convocando a una marcha ciudadana en esa ciudad el domingo 20 de marzo a las 4 de la tarde para protestar contra la violencia creciente en Toluca y para exigirle a las autoridades terminar con el cerco informativo que ha invisibilizado esta situación terrible.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/un-llamado-a-atrevernos-a-volver-a-ser-humanos.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2014/03/04/53160c6b498b5.jpg

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Violencia vincular: alertas a tener en cuenta

Argentina/ 02 de Junio de 2016/Los Andes

Por: Analía de la Llana

El tema es complejo y toma muchas aristas según cuál sea el caso y tipo de vínculo intrafamiliar. En esta nota algunos indicios que pueden emerger en determinadas relaciones, que rozan la violencia o en las que ésta forma parte de ellas.

Si bien cada pareja y familia es un mundo, con la violencia jamás se “tranza”. Pero para que eso suceda hay que discernir sus diversas aristas y manifestaciones (muchas veces sutiles y engañosas) que preservan en su instinto primario el control, el manejo y el ejercicio de la violencia pura en todas sus expresiones.

¿Qué tipos de violencias existen y cuáles son las alerta a tener en cuenta? Lo que tenés que saber desde la palabra de la psicopedagoga Mónica Coronado.

Círculos tóxicos

“La violencia intrafamiliar es aquella que tiene lugar dentro de la familia, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio y comprende, entre otros: violación, maltrato físico, psicológico y abuso sexual. La violencia doméstica es un modelo de conductas aprendidas, coercitivas, que involucran abuso físico o la amenaza de abuso él. También puede incluir el abuso psicológico repetido, el ataque sexual, el aislamiento social progresivo, el castigo, la intimidación y la coerción económica”, escriben los especialistas del sitio Psicología on line.

Según la página existen autores que señalan que la violencia intrafamiliar se da básicamente por tres factores; “uno de ellos es la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la incapacidad para resolver problemas adecuadamente; y además en algunas personas podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas”.

Más allá de la enumeración resulta fundamental poder resaltar determinados indicios  o manifestaciones para no pasar por alto.

Segúnla psicopedagoga Mónica Coronado, “en general hay que entender que la violencia se va gestando desde el inicio del vínculo con la pareja que dará luego origen a una familia. Ya desde esa instancia hay situaciones y alarmas que van dándose, ya sea del hombre hacia la mujer; o incluso, viceversa.

– ¿Cuáles son?

– Algunos pueden ser la tendencia a la posesividad, el control del otro, la restricción de amistades, el inmiscuirse en la privacidad de la pareja o interferir en ella. Se suman las amenazas y la descalificación como indicadores tempranos motivos de alarma. Por ello desde las escuelas se trabaja mucho con los adolescentes y jóvenes para que estén atentos a estos indicadores, ya que pueden llegar a ser precursores de la violencia familiar que se da en las primeras relaciones de pareja.

– ¿Qué sucede cuando tienen hijos?

– Cuando se configuran como familia existen diversos tipos de violencia que pueden darse. En muchos casos no hay violencia física, pero sí verbal, psicológica o de tipo económica; vinculada esta última a las restricciones y controles de gastos.

Las violencias se van dando y consolidando en la medida en que la pareja crece en la relación. Muchas veces siguen ese proceso hacia los hijos, ya que son los más vulnerables dentro del seno familiar; e incluso hacia los ancianos. Son muchos los casos que se ven del ejercicio de la violencia (cual fuere) de los hijos adultos hacia los padres mayores. Suelen verse muchas consultas de padres maltratados por sus hijos.

– ¿Qué genera este tipo de conducta en una persona?

– Hay personas que a veces caen en el error de hablar de “genes violentos” y esto no es así. No hay una influencia genética, sino un aprendizaje de la violencia, que mucha veces se ha dado en el seno familiar; por ejemplo cuando una persona ha vivido en una familia en donde se ha descalificado al otro, o a la pareja, o en donde la violencia ha estado presente bajo diferentes formas. A veces tienden a repetir el patrón.

Muchas otras veces sucede todo lo contrario, y encontramos papás a los que les cuesta poner límites porque han sido maltratados en sus hogares de niños. Es como aquel sujeto que ha sido hijo de fumadores y odia el cigarrillo luego de adulto, y se mantiene en un hábito de vida opuesto. Vencer el aprendizaje naturalizado de la violencia, como una manera de resolver los conflictos, es una tarea de vida.

– ¿Qué tipos de violencias se tipifican?

–  Hay tipificaciones que hablan de muchas clases de violencia y que tienen que ver con restringir y limitar al otro, o someterlo al poder para lo que sea. Es decir usar la agresión como herramienta de someter y dominar. Obviamente la violencia más evidente es la física: se pueden ver chicos con golpes, empujones, pellizcos, por aludir sólo a algunos terribles ejemplos, apreciables desde los colegios mismos. Se suman los abusos.

Otro tipo es la verbal: insultos, agravios, descalificaciones, comentarios que lastiman o humillaciones orales forman parte de esta clase de violencia. Lo que se llama violencia psicológica, generando entornos de inseguridades, celos, posesividad, o miedo, en donde la otra persona termine siendo acosada, acorralada, lastimada, despreciada y con mella en su autoestima.

Por su lado, también aparecer la violencia sexual hacia la pareja, caracterizada por actos sexuales no consentidos por ella, en donde se puede hablar de “violación” ya que se llega al acto sexual sin consentimiento.

La violencia simbólica y a veces más útil, pero no menos dañina: como cuando por ejemplo los padres no pasan a sus hijos la cuota alimentaria, o realizan restricciones de gastos de la pareja,  por medio del control.

– Los hogares que no son violentos, ¿pueden ser escenario de algún episodio “humano” de cólera, sin por ello ser caracterizados como “violentos”?

– Uno puede tener un episodio de violencia aislado, muy diferente a tener un comportamiento persistente y repetitivo donde la relación con  los demás aparece  atravesada por el miedo y el temor. Allí sí hay violencia.

Un momento de “violencia aislado”, por ejemplo en donde un padre se enoja y le pega a su hijo un “chirlo” porque se le escapó a la calle y casi lo atropellan, es algo muy diferente a hacerlo todo el tiempo por cualquier razón. De hecho nunca el golpe es una respuesta adecuada.

Si fue algo aislado, y se asume el compromiso de la no repetición del mismo, para buscar otra manera de sanción y concientización es una actitud muy diferente a la repetición constante por todo motivo.

Otro ejemplo puede ser una pareja de novios que en un momento de celos se grita y se descalifica verbalmente. Una cosa es que ocurra una vez llevados por el fragor de la pelea y la inmadurez, y algo muy diferente es que sea algo que ocurra siempre, y no se haga un compromiso interno de no discutir más de esa forma.

Cuando algo ocurre una vez (hablamos de actitudes más viscerales, no de situaciones de abuso o maltrato físico que jamás deben ocurrir ni permitirse hacia nadie) hay que hacer un análisis introspectivo para tener el firme compromiso de que no vuelva a suceder.

– Si hablamos de la violencia repetitiva, y no de una situación de rabia momentánea, ¿cómo funciona?

– El problema del patrón de violencia familiar es que hay un episodio de violencia, seguido del pedido de disculpas, para que luego de un tiempo comience a generarse un período de irritabilidad (por lo que sea) hasta el nuevo estallido de violencia. Se da un patrón cíclico, sobre todo en lo concerniente a la pareja.

Hay muchos prejuicios hacia las personas que sufren violencia familiar, como si hubiera un consentimiento o una aceptación en vivir este tipo de situaciones y esto no es así. Por lo contrario, quedan atrapados en una trama de esta circularidad oscura.

– ¿Cómo se sugiere “poner límites” a los chicos de una manera pedagógica?  

– Considero que hay que  educar en el amor, la firmeza y los valores. Si el chico se porta mal pues tendrá que tener una sanción, pero no a través de un “chirlo”, sino por ejemplo sacándole lo que le gusta como no ver tele, ayudar a limpiar el jardín o hacer tareas, analizando lo sucedido y pidiendo disculpas de ser necesario a quien corresponda.

Los padres tienen recursos para sancionar, lo que pasa es que lleva tiempo, compromiso y dedicación, y muchos prefieren acudir a la violencia de una cachetada o “chirlo”.

Se puede educar con firmeza, límites y autoridad sin llegar nunca al golpe.

Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/violencia-vincular-alertas-a-tener-en-cuenta?rv=1

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cooperación genuina, Nicaragua, castigo infantil

Nicaragua en Conferencia contra el castigo infantil

Nicaragua en Conferencia contra el castigo infantil

Por: Viena. Radio La Primerísima / Embanic

Fuente: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/general/204140/nicaragua-en-conferencia-contra-el-castigo-infantil

Más de 200 representantes gubernamentales de 70 naciones se dieron cita este martes y miércoles en la ciudad de Viena para participar en la Conferencia Mundial «Hacia una infancia libre de castigo corporal», cuyo objetivo principal fue servir de inspiración para colaborar de forma conjunta  en la construcción de un mundo donde el respeto por la dignidad humana de los niños y niñas sea la norma y no la excepción.

El evento fue inagurado por la Dra. Sophie Karmasin, Ministra Federal para la Familia y Juventud de Austria, quién hizo hincapié en que «La violencia no debe ser jamás parte de la educación y debe rechazarse categóricamente.»  Como invitada de honor del gobierno austríaco, estuvo presente  Su Majestad  Silvia Renate Sommerlath, Reina consorte de Suecia desde 1976. «Tengo grandes esperanzas de que en esta Conferencia podamos dar algunos pasos que nos acerquen a la meta de terminar con la violencia.», dijo la reina durante su discurso.  También asistió la  Presidenta de Malta, Sra.  Marie-Louise Coleiro Preca, quien abogó por el respeto a los derechos de los niños, niñas y adolecentes y una sociedad digna para la infancia.  Malta será el país anfitrión de la próxima Conferencia Mundial en el 2018.

El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional estuvo representado por Karla Beteta, Embajadora de Nicaragua en Alemania, quien destacó que en nuestro modelo de Fe, Familia y Comunidad las niñas,  niños y adolescentes son sujetos de derecho y protagonistas.  Asímismo se refirió al cuerpo jurídico y a los instrumentos normativos, que brindan protección especial a la infancia y adolescencia y prohíben el castigo físico o cualquier otro tipo de trato humillante.

Enfatizó  que además de contar con leyes completas e integrales con un espíritu e interés superior de proteger el desarrollo y fortalecimiento de las familias nicaragüense,  nuestros logros se basan en el proyecto Cristiano, Socialista y Solidario impulsado por el Presidente Daniel Ortega Saavedra. Compartió con la audiencia cómo  promovemos  los  valores y  el trato respetuoso, cariñosos y amoroso entre todos los integrantes de la familia, en  comunidad, desde los padres hasta educadores, casas maternas, CDI, Centros y Unidades de Salud; hasta los jóvenes de la Promotoría Solidaria que acompañan este hermoso proyecto en visitas casa a casa por todo el país.

Finalmente, reiteró la voluntad política del gobierno de Nicaragua de trabajar  arduamente y convocados a cuidar juntos la  convivencia en nuestros hogares, familias y comunidades para que prevalezca la cultura nicaragüense de respeto, solidaridad, de alegría por Vivir en Paz.

En el marco de la Conferencia se firmó una resolución que hace un llamado a todos los países del mundo a garantizar por medios de sus legislaciones una educación libre de todo tipo de violencia contra los niños y niñas.

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