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México: Incidencia Civil en la Educación y CLADE condenan la Represión y el Uso Excesivo de Fuerza del Gobierno contra Docentes

En el posicionamiento público abajo, ICE y CLADE exigen que el Estado mexicano detenga toda acción represiva en contra de las y los integrantes del magisterio y sus simpatizantes; y que respete en todo momento su derecho a manifestarse y expresar libremente sus opiniones.

México/21 de Junio 2016/Fuente: Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación

 

selodemocraciaactiva finalLa Red Nacional Incidencia Civil en la Educación (ICE) en México y la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) expresan su rotundo rechazo y condena a la represión y el uso excesivo de fuerza del gobierno mexicano contra integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ocurrida el domingo 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca. En los últimos años, el uso de la fuerza y la represión por parte de las autoridades federales, estatales y locales se ha incrementado en México, ello como respuesta a las expresiones de protesta ciudadana ante la actuación de los poderes públicos, contraria a las demandas e intereses colectivos.

El pasado 19 de junio, una vez más el Estado mexicano hizo uso de la fuerza extrema para reprimir a integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y a ciudadanos y ciudadanas de diversas zonas del estado de Oaxaca, que se manifestaban en contra de la implementación de la Reforma Educativa. En Nochixtlán, Oaxaca, 8 personas perdieron la vida y más de 100, entre ciudadanas/os y policías, resultaron heridas y otras tantas han sido detenidas.

La actual confrontación del gobierno con el movimiento magisterial obedece al complejo y cuestionable proceso de elaboración y aprobación de la Reforma Educativa, ocurrida sin debate público. Bajo la premisa de promover calidad educativa, esa Reforma plantea la evaluación obligatoria para que los y las docentes ingresen y se mantengan en el sistema educativo, y accedan a mejores sueldos y cargos. Está centrada en aspectos administrativos y laborales que legitiman mecanismos de evaluaciones estandarizadas desde una lógica individualizada, competitiva y punitiva y deja de lado un abordaje sistémico e integral de la educación en el país, favoreciendo con ello una lucha de poderes que afecta la calidad de la educación que queremos, desde una perspectiva holística y fundamentada en los derechos humanos.

La criminalización de la protesta magisterial en el estado de Oaxaca, no es reciente; hay antecedentes de la represión magisterial y violaciones a los derechos humanos, particularmente de las y los integrantes de la Sección 22 de la CNTE. En julio del 2015, el gobierno estatal con el apoyo del gobierno federal desmanteló el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) precedido por una serie de detenciones de las y los principales líderes magisteriales, buscando con ello la desarticulación del movimiento magisterial y por consiguiente del movimiento social oaxaqueño e incluso nacional.

Hoy es Oaxaca, pero desafortunadamente situación similar enfrenta el movimiento magisterial en los estados de Chiapas, Guerrero y Michoacán, entre otros, donde los cuerpos policíacos cada día actúan con mayor represión; represión que va desde descuentos económicos, la suspensión de pagos, la cárcel a maestras/os y la detención de líderes y exlíderes de la CNTE.

Es clara la intransigencia del gobierno federal y la actitud impositiva y provocadora del actual Secretario de Educación Aurelio Nuño Mayer, al negarse a establecer un espacio de diálogo con integrantes de la CNTE y buscar soluciones viables y expeditas al actual conflicto magisterial.

Es imperativo que como ciudadanos y ciudadanas expresemos nuestro total rechazo ante cualquier tipo de autoritarismo y violencia de estado, y reconozcamos la crisis de derechos humanos que se vive actualmente en nuestro país, ya que sólo así se podrá avanzar en la solución pacífica de éste y los otros tantos conflictos que aquejan a México.

Expresamos nuestra solidaridad con el movimiento magisterial y con las/os familiares de las personas que desafortunadamente perdieron la vida y de las/os heridas/os y detenidas/os.

Exigimos al Estado mexicano:

• Que detenga toda acción represiva en contra de las y los integrantes del magisterio y sus simpatizantes; que respete en todo momento su derecho a manifestarse y expresar libremente sus opiniones.

• Que instale a la brevedad un espacio de diálogo entre el gobierno federal, los gobiernos estatales e integrantes de la CNTE para identificar e impulsar soluciones viables al conflicto. Se debe terminar con la confrontación e ir configurando la educación que necesitamos para vivir en democracia y convivencia en todos los rincones del país.

• Que se investigue, de acuerdo a Derecho y al debido proceso, los acontecimientos y se castigue a las/os responsables de las muertes, detenciones arbitrarias, tortura y otras violaciones a derechos humanos cometidas contra las/os integrantes del magisterio oaxaqueño.

• La liberación de las personas que fueron detenidas injusta e ilegalmente por el sólo hecho de apoyar al movimiento magisterial.

• Detener la campaña mediática en contra del movimiento magisterial que influye de manera decisiva en la opinión de la mayoría de la sociedad mexicana.

Hacemos un exhorto a la sociedad civil para que se mantenga informada y dé seguimiento al desarrollo de los acontecimientos, y que de manera pacífica demande al gobierno federal y a los gobiernos estatales el urgente cese de hostilidades al movimiento magisterial y la instalación a la brevedad de un espacio de diálogo horizontal y constructivo con el magisterio.

Fuente de la Noticia:

http://www.campanaderechoeducacion.org/v2/es/noticias/643-mexico-incidencia-civil-en-la-educacion-y-clade-expresan-su-rotundo-rechazo-y-condena-a-la-represion-y-el-uso-excesivo-de-fuerza-del-gobierno-mexicano-contra-docentes-movilizadasos.html

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ONU: Acciones para proteger la vida en México son insuficientes

México/21 de junio de 2016/ Fuente: telesur
La ONU señala que México debe hacer mayores esfuerzos para garantizar de mejor forma el derecho a la vida.

El relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias, Christof Heyns, resaltó que en México se mantiene el uso desmesurado de la fuerza pública.

«Las ejecuciones extrajudiciales y el uso excesivo de la fuerza por los agentes de seguridad persisten», plasmó Heyns en su informe de seguimiento al Consejo de Derechos Humanos (DDHH) de la ONU.

>>Maestros mexicanos marcharán contra la violencia en Oaxaca

«Las medidas de protección siguen siendo insuficientes e ineficaces; la impunidad y la falta de rendición de cuentas en relación a violaciones al derecho a la vida se mantienen como serios desafíos, al igual que la ausencia de reparación para las víctimas», dijo Heyns.

El experto en DDHH divulgó su análisis basado en la visita oficial que realizó a México, del 22 de abril al 2 de mayo de 2013. El objetivo era ofrecer recomendaciones para mejorar la protección del derecho a la vida y fortalecer la rendición de cuentas.

Urgió a aprobar una ley general sobre el uso de la fuerza, crear una institución nacional autónoma de servicios forenses y, garantizar «de manera inmediata que la seguridad pública esté a cargo de civiles y no de las fuerzas armadas».

Estas declaraciones se producen en medio del gran escándalo que se vive en la nación norteamericana a causa del brutal asesinato de 8 personas durante el violento desalojo de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en el sureño estado mexicano de Oaxaca, por parte de la policía.

El hecho ocurrió el domingo 19 de junio y tras el suceso decenas de personas resultaron heridas y otras 22 se encuntran desaparecidas.

Fuente: http://www.telesurtv.net/news/ONU-Acciones-para-proteger-la-vida-en-Mexico-son-insuficientes-20160620-0040.html

Imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1466461142743/sites/telesur/img/news/2016/06/20/violencia_mxxico.jpg_1718483346.jpg

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Los últimos de la fila

Por Carlos Laorden

La necesidad ahoga a campos como el de Dzaleka (Malawi), lejos del centro de atención y los fondos

“Aquí también hay una crisis, aunque sea prolongada. Lo estamos gritando: estamos en un grave estado de necesidad”. Enid Ochieng habla muy suave. La responsable de protección de Acnur (el alto comisionado de la ONU para los refugiados) en Malawi no chilla, pero sus palabras y las cifras que expone sí que lo hacen. La situación en un campo de refugiados siempre es desesperada. Pero el último de la fila es siempre el que peor lo pasa. Y ese último lugar es para los campos que ni están a las puertas de Europa, ni tienen una emergencia declarada, ni muestran unos números especialmente escandalosos. Todos esos van antes. Y después, solo después, van lugares como Dzaleka.

Más de 25.000 refugiados y solicitantes de asilo se apiñan como pueden en este recinto de poco más de 200 hectáreas de tierra rojiza cedido por el Gobierno de Malawi en 1994. Se trata de una antigua cárcel a 40 kilómetros al norte de Lilongüe, la capital de este país del sudeste de África, pequeño para los estándares del continente, con graves problemas de seguridad alimentaria y a la cola en casi todos los indicadores de desarrollo.

Cada mes, una media de 400 personas que llegan al país en busca de refugio o asilo son dirigidas a Dzaleka. Vienen o vinieron huyendo del horror o la persecución desde lugares como República Democrática del Congo, Burundi, Somalia o Ruanda. Pero en ninguno de esos países hay emergencias novedosas o de actualidad que atraigan atención (y fondos). Desde hace más de 20 años, el campo recibe un goteo constante y olvidado que desborda por todas partes, aunque también hay un cierto número de salidas que evita que la cifra total se dispare del todo. Pero hay demasiada gente en un emplazamiento ideado para acoger a menos de la mitad de habitantes. “Antes nos centrábamos en cubrir las necesidades más básicas”, explica Ochieng. “Ahora, ni siquiera llegamos a eso”.

Dany, un chico de 16 años de República Democrática del Congo que lleva dos años y medio en Dzaleka, no sabe qué fue de su familia. CARLOS MARTÍNEZ

Francine, 23 años, mirada dura y madre soltera de dos niños, lo confirma. “La comida no llega, el centro médico no es adecuado, no tengo ni jabón para lavar la ropa y, con el frío que hace [en la presente época invernal las temperaturas bajan hasta los 8º] no tenemos mantas”. Esta burundesa tiene referencias para comparar. No guarda recuerdos de su país de origen era un bebé cuando sus padres huyeron a Tanzania pero sí muchos de otros lugares como este, el tercer campo de refugiados que sirve de escenario a su vida. “En los otros sitios cubrían nuestras necesidades. Aquí la vida es muy difícil y nadie viene a ver cómo estamos”, afirma. Dany, un chico de 16 años de la República Democrática del Congo que destila tristeza, no sabe qué fue de su familia. Calza unas chancletas polvorientas y aprovecha la charla para preguntar cómo podría conseguir unos zapatos. «Para los huérfanos es complicado conseguir cosas», lamenta.

Aunque el esmerado acabado en ladrillo de algunos refugios y el movimiento en los mercados organizados en el campo pudieran sugerir cierta normalidad, realmente solo dicen que hay gente que lleva aquí mucho tiempo. Demasiado. Son casos como el de Raheem, que llegó de Somalia con 16 años y hoy tiene 35. Pero con un simple vistazo a las cifras, la necesidad canta. Hay un pozo de agua para cada 1.000 habitantes, un profesor para cada 80 alumnos de Primaria y un centro médico pensado para 10.000 personas que atiende a más de 60.000, entre los habitantes del campo y los de las poblaciones cercanas. Por ejemplo. Los recién llegados prácticamente no tienen con qué levantarse un techo y Acnur tiene problemas para darles lonas de plástico.

Porque de donde no hay, no se puede sacar, vienen a coincidir las agencias presentes en el lugar. “Esta es una historia casi olvidada, y no conseguimos más apoyo de los donantes”, insiste Mietek Maj, subdirector del Programa Mundial de Alimentos —el encargado de distribuir comida en Dzaleka en Malawi. De junio a diciembre del año pasado, las raciones ya limitadas solo a los básicos: maíz, legumbres y aceite vegetal tuvieron que reducirse a la mitad. Y ahora mismo las reservas solo cubren hasta agosto. Esa falta de fondos se siente en todos los ámbitos. “Los donantes llevan muchos años prestando ayuda aquí. Y hay otras crisis [incluso en el propio Malawi, por cuya frontera sur entran miles de mozambiqueños huyendo de la violencia] lo que hace que ahora mismo no sea tan fácil volver a vender Dzaleka al mundo”, apunta Kelvin S. Sentala, asistente de campo de Acnur, que gestiona el campo junto con el Ejecutivo y coordina la actuación de todas las agencias y organizaciones participantes.

Este es el tercer campo de refugiados por el que pasa Francine, madre soltera de 23 años. CARLOS MARTÍNEZ

El cuello de botella está claro. La gente no para de llegar, y los que no consiguen ser reasentados en otros países —los Estados que suelen aceptar recibirlos también han dirigido el foco a otros lugares en detrimento de este tienen que seguir allí. Este año se planea solicitar el reasentamiento de hasta 1.200 personas, pero el éxito de la operación está por ver. El Gobierno malauí, que abre sus puertas a refugiados y solicitantes de asilo pese a sus propias dificultades, circunscribe su hospitalidad a los límites del recinto y no les permite obtener un empleo. De hecho, tienen prohibido salir de la antigua prisión. Y si lo hacen, como los que pagan el pasaje de una furgoneta para acercarse a Lilongüe e intentar ganar algo de dinero, se arriesgan a ser arrestados.

Como, por desgracia, no hay recursos adicionales y de momento, no se los espera las agencias y ONG que trabajan en Dzaleka suspiran por una flexibilización de la ley que permita a los habitantes del campo trabajar para obtener recursos por sí mismos. En estos momentos, parece la única forma de aliviar la situación, coinciden Ochieng y Maj. Y también una vía para que los refugiados puedan realizarse y empezar a recuperar una vida que muchos, como Raheem, ya no recuerdan cómo era fuera del campo. «Intento hacer cosas por mí mismo que me den algo de comer», como cargar ladrillos o ayudar en otras tareas, cuenta el somalí, padre de una hija que nació hace dos años aquí. «No puedes estar siempre dependiendo de Acnur o de quien sea». Pero tampoco hay tantas opciones.

Aunque hubo un momento prometedor, por ahora el cambio legal está estancado. El Gobierno ha decidido fundir a reforma de esta normativa con la de las políticas de inmigración (como la recepción y tránsito de migrantes con destino a Sudáfrica) y otros temas en un solo proceso, dejándola por ahora empantanada en el Parlamento. De nuevo, Dzaleka debe esperar su turno.

Raheem, somalí de 35 años, lleva en Dzaleka desde los 16. Allí ha conocido a su mujer y ha nacido su hija. CARLOS MARTÍNEZ

Y eso que, pese a todas las dificultades, en el campo hay oportunidades para formarse. Es cierto que las escuelas están saturadas. Faltan aulas, material y personal, se quejan los profesores. En primaria hay dos turnos de clases y el absentismo, muchas veces forzado por las circunstancias, es un problema. Pero el trabajo de la organización jesuita JRS culmina con sendos proyectos de formación profesional y una universidad online en colaboración con centros estadounidenses como el de Regis. Aunque solo unas 30 personas acceden cada año a los grados de tres años en educación, negocios o trabajo social.

En esa educación es en la que pone sus esperanzas el joven Dany, que lleva en el campo desde hace casi tres años. Estaba en el colegio cuando estallaron los enfrentamientos y huyó con su tío, al que ha perdido de vista. Nunca más supo qué fue de sus padres ni de sus cinco hermanos. En Dzaleka vive con una familia que le acogió, y la mirada, apagada y triste, solo se le ilumina al hablar de los estudios, pese a que a su edad aún sigue en Primaria por los años perdidos. Le gustan el inglés, las matemáticas y la ciencia. Sonríe al contar que suele ser el primero de la clase y le ilusiona poder construirse un futuro.

«Solo pido quedarme y tratar de sobrevivir a los retos», ruega Francine. Pero para que pueda haber futuro en Dzaleka, antes hay que garantizar el presente. Y eso, de momento, no está nada claro. «Los más vulnerables entre los vulnerables», en palabras de Ochieng, esperan. Y esperan. No queda otra cuando tus gritos de auxilio tienen que ponerse a la cola.

EL MOMENTO DE ACTUAR

Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, es la principal agencia que coordina las actividades humanitarias en Dzaleka. Colabora en www.eacnur.org o en el tfno.: 902 218 218

Se han atribuido nombres ficticios a los refugiados entrevistados para proteger su identidad y garantizar su seguridad.

Este reportaje se ha realizado con la colaboración del Comité Español de Acnur (www.eacnur.org).

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/06/20/planeta_futuro/1466377890_424690.html

Imagen: http://ep02.epimg.net/elpais/imagenes/2016/06/20/planeta_futuro/1466377890_424690_1466386619_noticia_fotograma.jpg

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UNRISD ONU / Ending Violence Against Women in Asia: International Norm Diffusion and Global Opportunity Structures for Policy Change

Fuente UNRISD / 20 de junio de 2016

Violence against women (VAW) is only beginning to be recognized as a major societal problem within and across Asia. This is evidenced by the high level of self-reporting by men and women of sexual violence and domestic violence in recent UN surveys; the extremely low conviction rates for these forms of violence; the slow, partial or non-adoption of anti-VAW laws; and the lack of a regional anti-VAW Convention in Asia.

This UNRISD working paper explores how the global context of norm diffusion, state ranking, conflict and advocacy networking affects societal and policy change in the region to strengthen women’s rights. It highlights the increased visibility and reporting of VAW as a result of international norm diffusion particularly via the UN Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women (CEDAW) and the pressure exerted by intergovernmental organizations on governments to address VAW. It argues that non-state actors, especially global media and regional advocacy networks, have energized the push to end the culture of impunity for VAW. In combination, these transnational forces are radically altering the policy environment in Asia, making it non-negotiable for governments to respond to VAW and halt the slow progress to date in achieving women’s rights to bodily integrity.

Jacqui True is Professor of Politics and International Relations and an Australian Research Council Future Fellow at Monash University, Australia.

 

Ending Violence Against Women in Asia: International Norm Diffusion and Global Opportunity Structures for Policy Change

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México: Violenta represión por parte de los policías federales contra los maestros y pobladores de Nochixtlán, Oaxaca. (audio)

 Fuente: transcripción del audio enviado a la redacción de otrasvoceseneducaion.org por maestros que participan en la marcha de defensa de la educación pública y contra el encarcelamiento de dirigentes del magisterio que se oponen a la reforma educativa  / 19 de junio de 2016
«Compañeros y compañeras, renvìen este mensaje. Les informamos desde Hacienda Blanca donde estamos reagrupàndonos porque los federales traen la consigna de exterminar cualquier punto de reistencia. Por eso el dìa de hoy desde este punto de bloqueo pedimos para que nos apoyen toas las organizaciones sociales, padres de familia, a todos los compañeros maestros a las maestras, todos necesitamos el apoyo, los convocamos a los compañeros y compañeras que no tengan posibilidad de venir a las barricadas y de hacer frente a estos perros los convocamos para que vayan al Zócalo, necesitamos la agitación política de forma inmediata, no podemos permitir que nos estén exterminando. Están asesinando a compañeros maestros y padres de familia y nosotros no podemos quedarnos en casa. Reenvíen esta información por favor para que llegue en todos lados y en todas partes del estado de Oaxaca en México porque hoy la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación aguantaremos hasta el ùltimo segundo. ¡Gracias camaradas! (transcripción del audio original)
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Manifestación en Swazilandia pide detener asesinato de albinos

Africa /Mbabane,  Prensa Latina

El gobierno de Swazilandia debe poner fin a los asesinatos de albinos, reclamaron aquí durante una manifestación en esta capital un grupo de personas que vive con ese padecimiento, según informan hoy medios locales.

La marcha pacífica trató además de sensibilizar a la nación contra la falacia de los presuntos poderes de las partes del cuerpo de los albinos, las cuales son vendidas a altos precios en el mercado ilegal para cuestiones de hechicería.

Oliver Museka, director de una campaña en solidaridad con los albinos, dijo que la esencia de movilizar la conciencia en Swazilandia es parar algo «francamente brutal».

Pese a que la mayoría de los ataques se concentran en Tanzania -el país africano con mayor índice de albinismo-, el drama se está extendiendo a otras naciones como Malawi, Burundi y Kenya.

El albinismo es una anomalía de naturaleza genética que causa la ausencia de pigmentación de ojos, piel y pelo.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4986801&Itemid=1

Imagen tomada de: https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/736x/38/0e/6a/380e6ad493b411d959804abf56cd6b77.jpg

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Un llamado a atrevernos a volver a ser humanos

Blanca Heredia

En esta ocasión quiero utilizar este espacio para compartirles un relato doloroso y un texto que obliga a mirar y a sentir lo que ya no queremos ver ni sentir, que me compartió mi querido amigo Antonio Cervantes.

En Toluca, el miércoles 17 de febrero unos sujetos entraron a robar en la casa de Elena Mireles, de 42 años, y terminaron matándola a ella, a su hermana y a su madre. Aquí el texto que Antonio escribió y circuló en redes sociales la madrugada del día siguiente.

Hoy la tragedia me ha tocado cerca. A una cuadra de la casa en la que crecí, en la colonia Américas, en Toluca, Estado de México. Hoy dejó de existir Elenita, una niña hermosa que fue mi compañera en la Secundaria 7. Siempre sonreía.

Siempre. A veces caminábamos juntos a la escuela, porque era amiga de mi hermana mayor. Alguna vez su papá me regañó en plena calle porque me cachó tocando los timbres de los vecinos y echándome a correr antes de que abrieran.

Hoy robaron y mataron, en su casa, a Elenita, a su hermana y a su mamá. A su papá, el señor que me regañó, simplemente lo tiraron al piso porque hace tiempo está inmóvil por un ataque cerebral.

Quien descubrió la terrible escena, manos amarradas, bolsas en la cabeza, etcétera, fue Emanuel. El hijo de nueve años de Elenita que venía llegando de la escuela y que corrió a buscar a su mamá. Como pudo les quitó las bolsas de la cara y trató de reanimarlas. Nada pudo hacer.

Acabo de colgar con mi madre, quien me contó esta historia y sabe todo esto porque cuando vio todas las patrullas y el alboroto se acercó a ver qué pasaba en casa de nuestros vecinos. Y pasado un rato, vio y abrazó a Emanuel y se lo llevó a su casa para consolarlo y ofrecerle algo de comer.

Dice que el niño lloraba mucho y le preguntaba que ahora quién lo iba a cuidar, que quién lo iba a atender si se enfermaba. Y al mismo tiempo se lamentaba por haber ido a la escuela hoy, “porque soy bien bueno para esconderme y me hubiera escondido y cuando se fueran los malos yo hubiera salido a quitarles las bolsas y ellas estarían vivas”, eso le decía a mi mamá.

Antes de irse con su papá, Emanuel le pidió a mi jefa que ella fuera a hablar con su maestra a la escuela, porque él no iba a saber explicar lo que pasó. “¿Qué les voy a decir en la escuela? ¿Que mi mamá ya no viene porque se murió? ¿Porque la mataron ayer?”.

También le preguntó si sabía jugar al trompo, o que le dijera quién sabe, porque su mamá le había regalado uno y quería aprender a echarlo.

Emanuel significa ‘Dios con nosotros’, ¿no? Pero yo creo que Dios no está con nosotros.

Sólo nosotros estamos con nosotros y tenemos que empezar a cuidarnos.

No hay político, Papa o superhéroe que vaya a venir a salvarnos.

En honor a Elenita escribo esto con lágrimas de rabia que se me escurren y con el deseo profundo de lograr mover alguna o algunas conciencias por esta vía, para que nos veamos como personas unos a otros y nos tratemos bien todos los días, especialmente a los niños, y que nos ayudemos y procuremos, y siempre que veamos a alguien en problemas le tendamos la mano como podamos.

Atrevámonos a volver a ser humanos.

Ante la impresionante respuesta en Facebook a su texto, Antonio convocó a una ceremonia en honor de las muertas y en solidaridad con el pequeño Emanuel el domingo pasado. Acudieron decenas de personas al evento. En su mensaje, Antonio se preguntaba: ¿cómo pasamos de temer, hace 30 años, que se accidentaran nuestros hijos, a temer que entren a nuestra casa y nos maten? Invitó a los asistentes a empezar por cuidar a los niños –los propios y los ajenos–, a tratarlos y enseñarlos a tratar a otros como seres humanos. Un llamado que convierte el dolor punzante en posibilidad de esperanza; un llamado a atrevernos a volver a ser humanos, indispensable y urgente.

Los asistentes al evento del domingo en Toluca están convocando a una marcha ciudadana en esa ciudad el domingo 20 de marzo a las 4 de la tarde para protestar contra la violencia creciente en Toluca y para exigirle a las autoridades terminar con el cerco informativo que ha invisibilizado esta situación terrible.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/un-llamado-a-atrevernos-a-volver-a-ser-humanos.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2014/03/04/53160c6b498b5.jpg

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