De 2020 a 2021: Educación en el contexto de pandemia y derechos digitales. CLADE

Según Nelsy Lizarazo, coordinadora general de la CLADE, con el contexto de pandemia y el cierre de las escuelas, hubo en la región la demanda más rápida y amplia ya vista de tecnologías para la enseñanza a distancia y también para la comunicación entre estudiantes y docentes, lo que ha generado una profundización de las desigualdades educativas y sociales, con el refinamiento de la estratificación entre estudiantes: con posibilidades de acceso y conectividad y acompañamiento de sus familias en casa; con posibilidades de acceso y conectividad, no de acompañamiento; con poco acceso y conectividad y sin acompañamiento; sin acceso, sin conectividad (comunidades indígenas y rurales).

“Los Estados al no estar preparados para este paso a la virtualidad generaron alianzas con grandes compañías como Zoom, Facebook, Google for Education, YouTube, entre otras. Estas organizaciones inversoras en educación se aproximan al Estado como si brindaran un servicio filantrópico. El Estado le abre las puertas y le facilita la base de datos de prácticamente todos los trabajadores y trabajadoras de la educación, o sea lo primero que entregó el Estado son los datos de los profesores y profesoras, de los y las estudiantes y de las familias”, destacó Nelsy Lizarazo durante el lanzamiento de la Campaña Mil Millones de Voces por la Educación.

>> Lee nuestro especial temático – Capitulo 4: Educación en el contexto de pandemia y derechos digitales

El derecho a la privacidad


Otra cuestión que trajo a debate la demanda por nuevas tecnologías es el derecho a la privacidad. Fernanda Campagnucci, en su artículo “Tras la pandemia: La encrucijada de derechos digitales en la educación” analiza que, al mismo tiempo en que es necesario reafirmar el derecho y contener retrocesos acerca de la privacidad, también es necesario abogar por el rescate de la noción de datos públicos como un bien común.

“La realización de esta idea depende de una gobernanza pública de la infraestructura digital, en la que el Estado se coloque como garante de estos derechos digitales”, dice en su artículo.

Diversos usos del software libre
Falta de condiciones dignas de trabajo
a los y las docentes

Falta de contrato fijo, más de un empleador, trabajo pago por horas, inestabilidad y sobrecarga laboral, baja salarial. Estos son algunos de los retos que los y las docentes en América Latina y el Caribe ya venían enfrentando y con la pandemia se profundizaron.

Omar Orlando Pulido Chaves, investigador de la Universidad Nacional de Colombia, en su artículo “En tiempo de pandemia: precarización de la labor docente”, afirma que el acto pedagógico, la materialización del trabajo docente, se vio fuertemente impactado por la educación a distancia, pues la premura generada por la emergencia limitó el alcance de la “virtualidad”.

Añadió que, con la educación a distancia se profundizó la segmentación educativa. “En algunos casos no se tenía acceso al computador y en otros al celular o al plan de datos. En otros casos se tuvo que trabajar con guías físicas que había que hacer llegar a los estudiantes como fuera. Las condiciones materiales ofrecidas por la escuela para el trabajo de los maestros, una de las obligaciones del Estado para garantizar el derecho a la educación, se trasladaron al cuerpo docente: tuvo que usar sus equipos, la electricidad de sus casas, y pagar los planes de datos. A esto se agregan la desaparición de la jornada laboral, la sobrecarga, el desdibujamiento del fin de semana y del tiempo de descanso”.

Para Jesús Juárez, da la Campaña por el Derecho a la Educación en México (CADEM), es fundamental que haya una “actualización sistemática, continua y permanente de los docentes no solamente en competencias digitales, sino también para adaptar las estrategias educativas a los nuevos escenarios que se han producido con la pandemia, en los diversos contextos sociales”.

Fuente: CLADE

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