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Colombia, entre países de A. Latina con más niños pobres estudiando

Autor: Simón Granja Matías/El Tiempo

Después de Uruguay y México, es el país que tiene mayor proporción en este ítem, según el BID.

Uruguay, México y Colombia son los países que tienen la mayor proporción de niños pobres que asisten a educación preescolar (88 por ciento, 78 por ciento y 74 por ciento, respectivamente), según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Centro de información para la mejora de los aprendizajes (Cima) con el que se busca responder a la pregunta: ¿Se han cerrado las brechas educativas en América Latina?

En el análisis, Colombia destaca en varios puntos además del anterior. Uno particularmente interesante es que junto con Chile y Perú son los países que muestran una mayor disminución de la proporción de ‘ninis’ con 21 por ciento, 19 por ciento y 17 por ciento, respectivamente. Es decir, Colombia es el país de la región que más ha reducido el número de jóvenes que ni estudian ni trabajan, de ahí el término ‘nini’.

La proporción de estos es más alta entre los jóvenes de hogares más vulnerables en todos los países. Aunque Colombia es el que más ha logrado reducir esta población, Bolivia y Perú tienen la menor proporción de jóvenes en esta condición.

¿Por qué preocupan los ‘ninis’ en América Latina? Porque uno de cada cinco jóvenes del continente, que representan más de 20 millones de personas entre 15 y 24 años de edad, vive esta situación, según otro informe del Banco Mundial. Además, los ninis contribuyen a la transmisión intergeneracional de la desigualdad y en algunos contextos está vinculado a la delincuencia y a la violencia.

Otro punto en el que destaca, pero en un sentido negativo, es en la brecha entre el acceso a la educación entre las zonas urbanas y las rurales. Según el documento del BID, Colombia, Perú y Bolivia son los países que tuvieron la mayor brecha educativa urbano-rural. La diferencia en la proporción de la población mayor a 25 años con más de 13 años de educación entre zona urbana y rural es de alrededor 25 puntos porcentuales (p. p).

Además, dice el informe, esta brecha urbano-rural se sigue acentuando. Ejemplo de ello es Brasil, que pasó de tener una diferencia en este indicador de 2 p. p. en el 2006 a 6 p. p. en el 2015.

Y, ¿América Latina?

La expansión del acceso educativo en la región ha estado marcada por una mayor inclusión: la población pobre y en zonas rurales tiene mayor asistencia hoy en todos los niveles. Sin embargo, en preescolar y secundaria la brecha educativa entre ricos y pobres es aún muy grande, según recoge el informe del BID.

Para el 2015, fecha hasta la que el informe recogió información y que, aunque parece lejana, en educación resulta una fecha adecuada para hacer análisis de progreso, cerca del 95 por ciento de los niños de América Latina asistía a educación primaria, tanto los más ricos como los más pobres. Sin embargo, dice el texto, en los niveles de preescolar y secundaria, la asistencia varía ampliamente entre ambos sectores. 

En promedio, la asistencia a educación preescolar alcanzó el 75 por ciento para la población más pobre y el 82 por ciento para la más rica.

Además, en los últimos 10 años se puede observar que las brechas se han cerrado. En promedio, la brecha entre ricos y pobres en asistencia a educación preescolar y primaria disminuyó de 14 a 3 puntos porcentuales entre 2006 y 2015.

Así mismo, en secundaria la brecha tuvo una reducción de 12 puntos porcentuales, a pesar de que se mantiene alta, explica el informe. En el 2015, 65 por ciento de los jóvenes más pobres asistieron a secundaria; esto es 13 puntos porcentuales más que en el 2006 en toda la región.

Educación rural avanza

La educación rural sin dudas es donde se evidencian la mayoría de desigualdades en los países latinoamericanos sin embargo, según el informe del BID, se están generando mejoras.

Por ejemplo, la asistencia en primaria es alta, inclusive en zonas rurales. En el 2015, la proporción de estudiantes que asistieron al nivel primario en zonas rurales y urbanas fue de 94 por ciento y 96 por ciento, respectivamente.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/colombia-entre-los-paises-de-america-latina-con-mas-ninos-pobres-estudiando-235270

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Colombia: Los retos de la educación en Antioquia para el próximo año

Colomia/12 de Diciembre de 2017/El Tiempo

Según la fundación Proantioquia, cobertura, permanencia y calidad son algunos de los desafíos.

El año escolar que cierra deja logros para Antioquia, pero también retos importantes que deben ser tenidos en cuenta para el nuevo calendario educativo que comienza en enero de 2018.

Los desafíos persisten en materia de cobertura, permanencia y calidad educativa, de acuerdo con la fundación Proantioquia, que presentó en días pasados su más reciente informe sobre el tema.

Respecto a la cobertura, el documento da cuenta de que en el departamento aún no hay un porcentaje significativo de estudiantes en los grados escolares en los que tiene oferta, sin contar los que están en extraedad. El vacío más grande en este sentido está en la educación media, pero también el nivel de cobertura en primera infancia (0 a 6 años) es mucho menor que el de la primaria.

Mientras que la tasa de cobertura en preescolar fue de 73,35 en 2014 y de 68,99 en 2015, para la primaria fue de 90,81 en 2014 y de 88,11 en 2015, según datos recopilados en el informe.

Otra de las preocupaciones, explicó David Bojanini, presidente del Grupo Sura y del Consejo Directivo de Proantioquia, es la deserción escolar, pues solo uno de cada tres estudiantes que están en primaria termina la secundaria.

De hecho, una cobertura del 100 por ciento en el grado primero pasa al 34 por ciento en el grado once, sin contar que solo el 33 por ciento logra graduarse del bachillerato.

Los expertos determinaron en el documento que la gran brecha de deserción se da entre los grados sexto y séptimo grado, lo que “puede estar relacionado con la mayor dificultad académica de la básica secundaria, el acompañamiento menos personalizado en este nivel y los bajos preconceptos obtenidos en primaria que dificultan el aprendizaje”.

Este punto también está ligado a la inequidad educativa, es decir, las brechas entre grupos poblacionales claramente determinados. Por ejemplo, al comparar el desempeño de estudiantes de escuelas rurales (que corresponden al 52 por ciento de las instituciones educativas de Antioquia) y las sedes urbanas se nota que en “todos los casos, el porcentaje de estudiantes con desempeños deficientes es mayor en la ruralidad”.

Lo mismo, añadió Bojanini, sucede entre los colegios públicos y privados, en tanto que estos últimos siempre muestran mejores desempeños académicos.
El informe va un poco más allá y compara la calidad del sector en Antioquia con la de otros departamentos de Colombia. La conclusión es que aunque aquí se han hecho grandes inversiones , los desempeños siguen en niveles intermedios o bajos frente al resto del país.

Prueba de ello es que en el 2016, en los resultados de las Pruebas Saber, Antioquia ocupó el puesto 10, debajo de otros departamentos como Santander, Cundinamarca, Boyacá, Norte de Santander, Huila, Nariño, Casanare, Meta y Quindío.

Algo similar sucede con Medellín, que ocupó el puesto ocho en 2016 en dichas pruebas, después de ciudades como Bucaramanga, Tunja, Pasto, Bogotá, Neiva, Yopal y Manizales.

Solo uno de cada tres estudiantes que están en primaria termina la secundaria

Diana Basto, directora de Educación de Proantioquia, explicó que el informe es el insumo que se analiza con las fundaciones que cumplen labor educativa en el departamento para tomar mejores decisiones en las líneas estratégicas. Dijo que todavía hay municipios a los que no llega ninguna intervención privada o social en materia de educación. Por ello, añadió, también proponen seis líneas estratégicas para mejorar dichas intervenciones.

Educación en Antioquia

Cerrar las brechas educativas y mejorar el desempeño de los estudiantes es uno de los retos en Antioquia.

Foto:

Cortesía Fundación Proantioquia

Entre las propuestas a corto plazo están que el 100 por ciento de las instituciones educativas cuenten con métricas para medir el clima escolar y que los colegios se pongan la meta de que 5.000 estudiantes de los 117 municipios no certificado culminen sus estudios de la media.

También buscan que a cinco años la cobertura neta de la media aumente del 42 por ciento actual a 50 por ciento, y que el 100 por ciento de colegios que tienen media cuenten con acompañamiento en el diseño o actualización de los programas de orientación vocacional.

Una de las grandes metas de Proantioquia es construir “una política pública regional que regule las especialidades y titulaciones de la media, explicitando los enfoques priorizados con la educación terciaria”, puntualizaron en el informe.

Fuente: http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/los-retos-de-la-educacion-en-antioquia-para-el-proximo-ano-160372

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Yaneth Giha: «Solo la educación es capaz de cerrar las brechas»

Colombia/24 Septiembre 2017/Fuente y Autor: caracol

La ministra de Educación, Yaneth Giha, fue la encargada de dar apertura a la Cumbre Líderes por la Educación 2017. En su intervención, presentó el panorama de cómo dice el Gobierno, está el país en materia de educación.

Así, la ministra resaltó el incremento en más del 50% de los recursos que destina la Nación al sector, el acompañamiento y la formación de los maestros del país y la ejecución del plan nacional de infraestructura educativa.

Sin embargo, también manifestó que el desafío más importante de Colombia es el cierre de brechas entre zonas rurales y urbanas. «Solo la educación es capaz de cerrar estas brechas, que todos tengan las mismas oportunidades, ya que esto permitirá fortalecer la formación de los niños y jóvenes del país», añadió.

 Finalmente, la ministra Giha cerró su presentación citando la frase: «Nuestro país será completamente libre con una educación de calidad para todos, con la que los niños y jóvenes puedan hacer realidad sus sueños».

Fuente de la noticia: http://caracol.com.co/radio/2017/09/20/nacional/1505927528_622556.html

Fuente de la imagen: http://cr00.epimg.net/radio/imagenes/2017/09/20/nacional/1

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Menos igualdad. La privatización de la educación en América Latina

Por: Antoni Verger, Clara Fontdevila, Mauro Moschetti

Latinoamérica avanza en la privatización escolar. Se amplían las brechas educativas entre los más ricos y los más pobres, las desigualdades aumentan y se vuelve más frágil el derechos de todos a una educación de calidad.

La privatización de la educación es un fenómeno de alcance global.

Numerosos países, tanto del Norte como del Sur, han promovido medidas de privatización educativa en los últimos años. Como consecuencia, cada vez hay más niños y niñas están siendo escolarizados en instituciones privadas. En el campo educativo, la privatización no se desarrolla del mismo modo que en ciertos sectores de la economía, como la provisión de agua, de energía, en las telecomunicaciones. En efecto, la privatización educativa no supone transferir la propiedad de las escuelas públicas a manos privadas, sino en la mayor participación de agentes privados en la provisión y el financiamiento de servicios educativos. Así, la privatización en el campo de la educación es el resultado de la implementación de diversos y complejos esquemas de provisión y financiamiento mixtos que tienden a integrar al sector privado y al público, y que conllevan la redefinición de las funciones y responsabilidades tradicionalmente asumidas por el Estado.

Las acciones más habituales para promover la privatización educativa son: la creación de escuelas charter (instituciones de titularidad pública gestionadas por una entidad privada y que cuentan con financiamiento estatal); los esquemas de vouchers o bonos educativos (que se transfieren a las familias para que elijan la escuela privada o pública que más se adapte a sus preferencias educativas y que tienen como objetivo fomentar la competición entre escuelas); las subvenciones o la contratación externa de escuelas privadas por parte de los gobiernos (como las escuelas públicas de gestión privada en Argentina o las escuelas concertadas en España); los incentivos fiscales al consumo y/o la provisión de educación privada; y, en sentido más amplio, la promoción de la libre elección escolar de las familias (entre las que se encontrarían medidas de supresión de las zonas educativas como la que aprobó el gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid en el año 2013).

Un fenómeno en expansión en América Latina

América Latina es la región del planeta donde la privatización educativa ha avanzado de forma más pronunciada y constante en las últimas décadas. Los países latinoamericanos se destacan no sólo por tener la tasa de escolarización primaria privada más elevada del mundo, sino por mostrar además un crecimiento sostenido excepcional de la oferta privada desde la década de 1990 (Gráfico 1). En el nivel de educación secundaria, América Latina también encabeza el ranking de regiones con mayor participación privada, pero en este caso comparte posición con los países del África Subsahariana (Gráfico 2).

GRÁFICO 1. Porcentaje de alumnos matriculados en instituciones privadas de nivel primario por regiones. 1990-2014

Menos igualdad. La privatización de la educación en América Latina

Fuente: Adaptado de la información del Instituto de Estadística de UNESCO (2016).

Nota: UNESCO considera instituciones privadas a aquellas que no son operadas por una agencia o autoridad pública sino que están controladas y gestionadas, ya sea con o sin fines de lucro, por alguna organización no gubernamental (por ejemplo, instituciones religiosas, sindicatos, empresas, fundaciones, o agencias extranjeras), o a aquellas cuya junta de gobierno está compuesta principalmente por miembros que no han sido seleccionados por un organismo público.

GRÁFICO 2. Porcentaje de alumnos matriculados en instituciones privadas de nivel secundario por regiones. 1998-2014

Menos igualdad. La privatización de la educación en América Latina

Fuente: Adaptado de la información del Instituto de Estadística de UNESCO (2016).

 

A pesar de su magnitud, el fenómeno de la privatización educativa en América Latina ha sido por lo general poco estudiado desde una perspectiva regional. Dicha aproximación es, sin embargo, relevante dado que los motivos y factores que desencadenan la privatización de los sistemas educativos varían ampliamente país por país. En un estudio reciente, hemos mapeado la distintas manifestaciones y procesos de privatización educativa que coexisten en la región, en base al análisis de la multiplicidad de condicionantes sociopolíticos, institucionales, demográficos e históricos que intervienen en cada caso. Concretamente, identificamos siete trayectorias muy diferentes hacia la privatización educativa que nos muestran que las tendencias a la privatización responden a causas, orígenes y mecanismos muy distintos.

1. Privatización educativa como parte de la reforma estructural del Estado.

Chile es el país de la región donde ha cristalizado de forma más clara un proceso de privatización educativa fuertemente imbricado en un proceso más amplio de reforma estructural del Estado bajo los preceptos del neoliberalismo. En este país, la reforma educativa de los años ochenta redefinió drásticamente el rol del Estado en materia educativa y fomentó la elección escolar y el rol del sector privado mediante un sistema universal de vouchers. Dicha reforma fue impulsada en el contexto de una dictadura militar, lo cual dificultó que se pudieran articular resistencias efectivas ante unos cambios educativos tan drásticos y controvertidos.

2. Privatización educativa como reforma incremental.

En cambio, en países con un sistema educativo muy descentralizado, como Colombia y Brasil, la privatización se ha producido de forma incremental y como resultado del efecto acumulativo de una serie de reformas educativas acotadas y aparentemente aisladas, típicamente adoptadas a nivel subnacional. La política de “Colegios en Concesión” en Colombia – una variante adaptada de la modalidad charter popularizada en Estados Unidos desde la década de 1990 – constituye un emergente paradigmático de este tipo de avance incremental. En ambos países, factores políticos y socio-económicos de carácter extraeducativo (como la emergencia de una nueva clase media con mayor capacidad de consumo de educación privada) también han alimentado dichos procesos incrementales de privatización educativa.

3. Privatización “por defecto”.

En países como Perú, República Dominicana y Jamaica, el crecimiento del sector privado se explica por la pasividad y/o por la limitada capacidad de respuesta del Estado ante una creciente demanda educativa. En estos casos, la privatización se produce, en cierta manera, “por defecto” más que como consecuencia de políticas proactivas, y se canaliza a menudo a través de la expansión de las llamadas “escuelas privadas de bajo coste”, que cuentan con condiciones educativas e infraestructurales muy precarias, y están dirigidas principalmente a familias de bajos ingresos.

4. Alianzas público-privadas históricas.

En Argentina y, en cierta manera, en República Dominicana, la creciente presencia de provisión educativa no-estatal es el resultado de una relación de cooperación estable y de carácter histórico entre el Estado y la Iglesia, de características similares a las que encontramos en países europeos como España, Holanda y Bélgica. Este tipo de alianzas entre el sector público y el privado – inicialmente religioso y crecientemente laico – se encuentran intrínsecamente vinculadas a la instauración de los sistemas educativos nacionales y a la necesidad de ampliar la cobertura escolar de la manera más económica posible.

5. Privatización por la vía del desastre.

Las situaciones de emergencia humanitaria y social, resultantes tanto de desastres naturales como de conflictos armados, constituyen un terreno fértil para la adopción de reformas educativas de naturaleza drástica, las cuales, en situación de estabilidad y deliberación democrática, encontrarían más dificultades para prosperar. Tales dinámicas de privatización por la vía del desastre se han dado en países afectados por conflictos armados – como ha sido el caso de numerosos países centroamericanos en las últimas décadas – o por desastres naturales. En Haití, por ejemplo, después del terremoto del año 2010, se consolidó y expandió la provisión educativa privada en el marco del proceso de reconstrucción del país y en un contexto de notable influencia de organismos internacionales y agentes externos.

6. Privatización latente.

Encontramos también países como Uruguay, en los que históricamente el sector privado ha jugado un rol marginal, pero en los que se identifica un proceso de privatización latente. En este país se detecta un giro discursivo políticamente transversal, y una incipiente cooperación público-privada en forma de propuestas legislativas e iniciativas experimentales (como, por ejemplo, mediante la adopción de un esquema de vouchers con carácter de prueba piloto) con las que se podría promover la expansión de la educativa privada en los próximos años.

7. Contención de la privatización.

Finalmente, cabría destacar que, en contra de la tendencia generalizada en Latinoamérica, la matrícula privada ha experimentado un estancamiento y ligero retroceso en algunos países durante las últimas décadas. En Bolivia, por ejemplo, este proceso de contención de la privatización se explica por cambios en las dinámicas de oferta y demanda educativas. En este país andino, la relativa retracción de la provisión privada se da en un contexto de creciente regulación estatal sobre el sector, y una cierta pérdida de la ventaja comparativa de las instituciones privadas frente a la creciente inversión educativa y modernización del sector público.

La creciente presencia del sector privado en los sistemas educativos de Latinoamérica responde a una realidad muy diversa y con particularidades nacionales muy marcadas. El desarrollo de un amplio abanico de trayectorias de privatización educativa en la región se comprende sólo a la luz de una serie de especificidades (políticas, socioeconómicas e institucionales) que, en la mayoría de países, tienen un carácter marcadamente endógeno (es decir, que no se encuentra necesariamente vinculado a condicionalidades externas). Ahora bien, independientemente de sus causas y orígenes, ¿por qué debería de preocuparnos el fenómeno de la privatización educativa?

Los efectos de la privatización

Las políticas de privatización suelen generar fuertes controversias y disputas políticas.

Los defensores de la privatización educativa, sostienen que las políticas a favor de la privatización son una vía para extender la libertad de elección escolar de las familias, tornar más eficiente el sistema educativo, o incluso incrementar la equidad en educación. El ampliamente difundido documento El papel y el impacto de las asociaciones público-privadas en la educación (The Role and Impact of Public-Private Partnerships in Education) del Banco Mundial expresa de forma clara esta perspectiva. Sin embargo, un conjunto importante de actores, entre los que destacan organizaciones docentes y de la sociedad civil, plantea serios reparos a estas políticas, ya que suponen un desafío a la concepción de la educación como un derecho humano y un bien social. A su vez, la evidencia proveniente de la investigación académica muestra que los riesgos y efectos perversos ligados a la privatización superan ampliamente las virtudes que se le atribuyen y que, por lo demás, no han sido rigurosamente contrastadas.

La misma OCDE publicó en el año 2009 una revisión de la literatura académica sobre las políticas de mercado en educación en la que advierte que dichas políticas promueven mayores niveles de segregación escolar y de desigualdad educativa, mientras que los efectos sobre las mejoras en el aprendizaje no son para nada significativos. Similares resultados se desprenden de un análisis bibliométrico reciente sobre esta misma temática. Según pone de relieve este informe, los estudios académicos sobre los efectos de la privatización educativa publicados en las dos últimas décadas reportan con mucha más frecuencia efectos negativos que positivos. Ahora bien, el impacto de la privatización varía en función de diferentes dimensiones y aspectos del sistema educativo (satisfacción del profesorado, niveles de aprendizaje del alumnado, segregación escolar, eficiencia, etc.). La privatización educativa no es necesariamente negativa en relación a todos estos aspectos ni al mismo nivel. Como se refleja en el Gráfico 3, sus efectos son especialmente perjudiciales en relación a aspectos como la equidad educativa, la inclusión y la diversidad en la composición de las escuelas.

GRÁFICO 3

Menos igualdad. La privatización de la educación en América Latina

Fuente: Verger, A., Fontdevila, C., Rogan, R. & Gurney, T. Evidence-Based Policy and the Education Privatization Debate: Analysing the Politics of Knowledge Production and Mobilization through Bibliographic Coupling.

 

La competición entre escuelas impulsada por las políticas pro-privatización se traduce frecuentemente en un aumento de la discriminación educativa y de la segregación escolar. Esto se debe a que una práctica habitual – y casi naturalizada – en el sector educativo privado consiste en seleccionar al alumnado en base a criterios que no son precisamente de equidad. Así, las escuelas privadas, especialmente cuando están sujetas a presiones competitivas, tienden a “filtrar” a aquellos estudiantes percibidos como negativos para la imagen de la escuela o como menos hábiles académicamente (en general, estudiantes de clase trabajadora, minorías étnicas, o con necesidades educativas especiales). Asimismo, cuando se otorga mayor capacidad de elección a las familias, ésta deriva en muchas ocasiones en el abandono del sector público por parte de la clase media, lo cual pone en entredicho la diversidad socio-cultural de los centros educativos y amplifica las diferencias entre grupos sociales.

Además, y a pesar de que las políticas de privatización resultan en ocasiones en un aumento general del rendimiento educativo del alumnado en el sector privado respecto al público, estos resultados se tienden a neutralizar cuando la comparación se hace teniendo en cuenta el estatus socioeconómico del alumnado. Los grupos socialmente desfavorecidos se ven perjudicados por las políticas de privatización, especialmente a raíz de las dinámicas de discriminación y segregación escolar que se le asocian, o de la desigualdad de recursos de las escuelas en función del tipo de alumnado con el que cuentan (si bien es cierto que dinámicas de segmentación de la oferta escolar y de recursos educativos se pueden dar también en el seno del mismo sector público).

Adicionalmente, la privatización tiende a afectar directamente las condiciones laborales y los derechos del personal docente, lo cual se advierte especialmente en el caso de las llamadas “escuelas privadas de bajo coste” que crecen a un ritmo vertiginoso en países de Asia, África y América Latina, aunque no exclusivamente. Si bien los centros de gestión privada pueden resultar más eficientes en términos económicos en comparación con los centros públicos, la contrapartida de la eficiencia se encuentra a menudo en la precarización en las condiciones laborales del personal docente. Esta precarización, a su vez, repercute en mayores niveles de rotación del profesorado y en una menor autonomía de los docentes en el ámbito pedagógico y/o curricular, lo cual tiende a desincentivar la innovación a nivel de aula.

En definitiva, mientras que los supuestos beneficios de la privatización educativa en términos de eficiencia y mejoras en el rendimiento educativo no han sido rigurosamente demostrados, la evidencia disponible pone de relieve que la privatización tiende a socavar la equidad educativa y la función de cohesión social que debería desempeñar la escuela. Comprender las causas de la privatización y sus diversas manifestaciones es un primer paso a la hora de articular respuestas y políticas con las que favorecer la mejora de la educación pública y el fortalecimiento de los sistemas educativos.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/05/31/contrapuntos/1496241832_077401.html

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Perú: Crecen las brechas de inequidad educativa

Aunque el aprendizaje en nuestro país mejoró en primaria, fue a costa del crecimiento de la desigualdad entre la educación urbana y la rural.

 

Lima, Perú/ 16 de abril de 2016/ Mariella Sausa/ Fuente: Diario Perú 21

Hace unas semanas, el Ministerio de Educación dio a conocer los resultados de la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) 2015. Aunque los logros obtenidos por los estudiantes de segundo grado de primaria mejoraron, pues casi el 50% comprende lo que lee y el 27% tiene un desempeño óptimo en matemática, la prueba reveló el desastroso estado de los aprendizajes en la educación secundaria, ya que apenas un 15% de los estudiantes de segundo grado alcanzó una nota aprobatoria en lectura y un alarmante 10%, en matemática.

calidad en educacion 1

Sin embargo, lo más preocupante del informe no fue eso. Según las cifras del ministerio, la brecha de los aprendizajes entre las escuelas rurales y urbanas en lectura se incrementó de 15.4% a 36.6% y en matemática de 4% a 16.8%. Esto quiere decir que, mientras en las ciudades la educación mejora, en el campo cada vez es de menor calidad.

De acuerdo con una investigación hecha el año pasado por el argentino Axel Rivas, el Perú ocupa el primer lugar en inequidad educativa en América Latina, pues es el único país que ha logrado mejorar los resultados de calidad a costa de aumentar la desigualdad.

El experto en temas educativos Idel Vexler lamentó la situación y recordó que aunque al inicio del gobierno de Ollanta Humala hubo un discurso a favor de la educación rural e intercultural e incluso se destinó un presupuesto para este sector y se ofreció construir 550 escuelas rurales dignas, casi al final de su gestión todo ha quedado en nada. “El dinero se devolvió al erario nacional por falta de gestión y una adecuada planificación y, mientras tanto, la brecha sigue creciendo”, comentó.

Hugo Díaz, presidente del Consejo Nacional de Educación (CNE), dijo que, aunque muchos de los factores que han permitido que se ensanche la brecha entre la educación urbana y la rural tienen relación con aspectos socioeconómicos, como la pobreza o la desnutrición, también hay variables que dependen del Estado.

Una de ellas es la falta de profesores especializados. En el país solo el 9% de las escuelas primarias de zonas rurales son polidocentes. Es decir que hay casi 10,000 escuelas rurales unidocentes, donde un solo profesor enseña a alumnos de diferentes grados educativos en una misma aula. Lo peor es que estos maestros no reciben una capacitación adecuada.

 

FALTAN ESCUELAS BILINGÜES

Pero esa no es la única dificultad. Los resultados de la ECE 2015 también dan cuenta de que en la selva el rendimiento de los escolares con el castellano como segunda lengua es mínimo y dramático. “Y eso es porque también hay mucha insuficiencia de maestros bilingües, maestros que conozcan el idioma local”, acotó Díaz.

En las zonas rurales aún es significativa la cantidad de profesores que enseñan en castellano a niños que no lo dominan. “Allí los chicos tienen un castellano tan insuficiente que no entienden a los maestros. Ese es un conflicto por superar y solo se logrará con mayor formación de maestros bilingües y con mayores incentivos para que los profesores vayan a trabajar a esas zonas alejadas”, manifestó.

Además, para Díaz, un tema importante es racionalizar la red de escuelas del Perú. En el país existen al menos 110,000 escuelas y poco más de 9’000,000 de estudiantes, mientras que Chile, por ejemplo, solo cuenta con la mitad de estudiantes que el Perú y tiene 20,000 escuelas. Lo mismo Colombia, que tiene 2’000,000 de alumnos y solo 30,000 escuelas.

“En el Perú, tener escuelas tan pequeñas hace que el número de alumnos por profesor sea muy bajo, pero además el esfuerzo de las autoridades por supervisar las escuelas, distribuir materiales y acompañar a los profesores se multiplica mucho y es costoso. Por eso hay escuelas donde nunca llega un profesor”, refirió.

 

TAMBIÉN EL CURRÍCULO

Pero como si no hubiera suficientes barreras para superar las brechas entre la educación urbana y rural, la falta de un currículo moderno que refuerce el desarrollo integral de los estudiantes también dificulta los procesos de aprendizaje. Idel Vexler refirió que en los últimos años el currículo ha tenido hasta 15 cambios, acentuando el atraso escolar.

De otro lado, el especialista consideró que hay programas focalizados a los cuales se les está dando mucho protagonismo, pero que no incluyen a la mayoría de estudiantes. Por ejemplo, mencionó los Colegios de Alto Rendimiento (COAR), en los cuales se invierten S/28,000 por alumno y se beneficia a unos 4,350 estudiantes. Empero, en la educación secundaria pública hay un 1’900,000 escolares en los cuales se invierten solo S/3,300 por alumno.

“El problema de la calidad educativa también pasa por analizar estas cifras educativas. Si bien estos programas están bien y deben continuar, los esfuerzos deben concentrarse en llegar a todos los estudiantes”, apuntó Vexler.

María Amelia Palacios, vicerrectora de la Facultad de Educación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, sostuvo que para mejorar en la calidad educativa es fundamental invertir en infraestructura y materiales educativos, pero sobre todo en la capacitación de los docentes.

“Si una escuela no tiene buenos docentes, no puede avanzar. Por ello, es fundamental que el Estado trabaje para motivar al maestro frente al bajo sueldo y las malas condiciones en las que labora”, dijo.

En ese contexto, los expertos señalaron que el reto del próximo gobierno será elaborar un plan articulado de calidad educativa que permita mejorar la inversión y la intervención escolar, teniendo en cuenta el mejoramiento del currículo, los aprendizajes y la formación integral, así como la profundización y ampliación de la reforma magisterial.

 

TENGA EN CUENTA

  • Entre 1990 y el 2015 el Perú ha tenido 21 ministros de Educación, casi uno por año, lo que ha implicado cambios en la política pública del sector que han impactado en la calidad de la educación peruana.
  • Según la ECE 2015, las regiones con peores resultados son Loreto, Ucayali, Huánuco y Huancavelica, justo donde hay menor inversión educativa. Diversos especialistas de organizaciones públicas y privadas que trabajan en educación participaron en el Primer Congreso Educativo Nacional organizado por Ediciones Corefo para capacitar a los maestros en calidad educativa.
  • El segundo encuentro será el 26 de mayo en Chiclayo, donde se tratará la revalorización y el empoderamiento del docente.

propuesta educativa ppk keikp

 

SOLO TRES ACREDITADAS

Sineace estableció estándares de calidad para las escuelas del país

Aída Candiotti, directora de Evaluación y Acreditación para Educación Básica del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), indicó que en el Perú también hay una brecha muy grande entre el servicio que se ofrece en las escuelas, y no necesariamente por ser públicas y privadas, pues hay muchos colegios privados “de garaje” que tienen peor calidad que los públicos.

Para mejorar esa situación, Sineace ha planteado ciertos estándares de calidad con los cuales acredita a los colegios. “Aunque los estándares no son mínimos, sí son alcanzables con un poco de esfuerzo y han sido construidos de manera participativa para que puedan ser aplicados a todas las escuelas del país”, refirió.

Entre estos estándares de calidad figuran la conducción institucional, los procesos de enseñanza y aprendizaje, los recursos para el aprendizaje, la infraestructura, el clima educativo, entre otros.

En el Perú, hasta el momento, solo tres escuelas han sido acreditadas por el Sineace, aunque hay casi 600 colegios que están en proceso de mejora. Sin embargo, Candiotti advirtió que lograr la acreditación no es algo rápido. “Considerando el nivel en que se encuentran las escuelas, les podría tomar dos años”, anotó.

 

FUENTES DE LA NOTICIA:

http://peru21.pe/actualidad/crecen-brechas-inequidad-educativa-peru-2243974?utm_source=peru21&utm_medium=mailing&utm_campaign=newsletter_2016_04_16_1

 

FUENTE DE LA FOTO:

http://cde.peru21.pe/ima/0/0/3/6/6/366139.jpg

 

PROCESADO POR:

Hans Mejía Guerrero

hans_mguerrero@hotmail.com

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Perú. Ricardo Cuenca: Acortar las brechas de desigualdad es el reto

cuenca

 

Lima –Perú/ 07de marzo 2016/  Fuente: Inversión en la Infancia

 

Entrevista de Carlos Noriega 

 

Psicólogo social y doctor en educación, investigador principal y director general del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Ricardo Cuenca analiza las políticas públicas para la primera infancia, sus resultados y sus principales problemas. También comenta sobre la presencia de los temas de primera infancia en los planes de gobierno de los candidatos a la presidencia y se refiere a los principales retos que tendrá el próximo gobierno.

 

¿Cuál es su balance de las políticas para la primera infancia durante el actual gobierno, en temas como reducción de la desnutrición y anemia infantil, educación inicial? 

A pesar que los indicadores no son los mejores, que todavía, por ejemplo, seguimos teniendo desnutrición infantil y problemas en la infancia asociados a la pobreza, el tema de la primera infancia se ha puesto más en la agenda del país y eso es importante. Se han tomado algunas decisiones, que probablemente no van a solucionar de inmediato el problema, porque el descuido de la primera infancia en la política pública es un tema muy antiguo y no hay soluciones inmediatas. Creo que el tener el tema de la primera infancia más presente en la agenda, el haber discutido los temas relacionados a su desarrollo con mayor amplitud, es un avance positivo.

 

¿Este avance en poner en la agenda los temas de la primera infancia es producto de la voluntad política del gobierno o ha sido consecuencia de las acciones de la sociedad civil? 

Creo que la primera infancia se ha puesto en la agenda pública de los dos lados, con una prioridad de la sociedad civil, que felizmente ha estado en este asunto muy atenta. Por otro lado, sospecho que este gobierno en particular ha tenido una sensibilidad un poco mayor con el tema de primera infancia que los anteriores gobiernos, no solo con la instalación de Cuna Más o Qali Warma, como programas propios del MIDIS (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social), sino que también han habido iniciativas que no han logrado desarrollarse del todo pero que dan una señal de que el gobierno quiso hacer algo, como, por ejemplo, esta iniciativa multisectorial de Aprender Saludable, que intentó reunir salud y educación para tratar de asociar nutrición, salud y aprendizaje, que ha funcionado parcialmente pero que muestra una intencionalidad por parte del Estado.

 

Dice que este gobierno ha tenido una mayor voluntad para poner en la agenda los temas de la primera infancia, pero ¿cuáles son los resultados concretos de las políticas dirigidas a los niños durante este gobierno, que ha tenido, al menos en sus primeros cuatro años, importantes recursos económicos?

Efectivamente, hubo importantes recursos económicos los primeros años de este gobierno, casi los mismos recursos que hubo en el gobierno anterior, sin embargo en este gobierno ha habido una orientación de política pública dirigida a la primera infancia mayor que en el gobierno anterior. Los resultados en las políticas para la primera infancia todavía son un reto enorme, y el próximo gobierno tiene que atender temas de desnutrición infantil, de vacunación, de escolaridad. Todavía tenemos indicadores bajísimos, pero a pesar de eso sí ha habido un avance, aunque mínimo pero ha habido un avance. Hubiésemos querido que en el tema de desnutrición infantil se hubiera avanzado muchísimos más de lo que se ha avanzado, eso es algo pendiente. Entonces, el balance, digamos, no es que sea totalmente positivo, pero tampoco es totalmente negativo.

 

En el caso de la anemia infantil, que en este gobierno ha aumentado, el balance es negativo. ¿Por qué se ha dado este retroceso en este tema específico?

Ha habido un problema de gestión, eso es lo primero, y lo segundo es que se ha cometido el error que se comete siempre: sectorializar las políticas. El combate a la anemia y la desnutrición va a funcionar si hay un trabajo intersectorial. Si asumimos que la nutrición es solamente problema de un sector o de un programa en particular, entonces no va a funcionar. Lo que hemos aprendido en la investigación es que el tema de la desnutrición y la anemia es un tema multifactorial.

 

En el caso de la educación inicial, si bien se ha avanzado en su cobertura, que ahora es 81 por ciento, se mantienen serios problemas y grandes brechas en la calidad de la educación inicial que reciben los niños. ¿Cómo ve este tema?

En el tema de la educación inicial es muy difícil hablar directamente de calidad, de indicadores en ese sentido, porque no hay ninguna medición sobre el tema. Lo que sí podemos decir es que todavía hay una brecha de algunos de los insumos para los servicios de la calidad de la educación inicial, como, por ejemplo, en infraestructura, material educativo, la falta de una estructura curricular más acorde a las pertenencias de grupos infantiles, hay una tendencia a lo urbano y todavía no hay una política diferencial entre lo rural y urbano en los temas educativos; además de este paquete de insumos, tenemos el déficit de profesores. Lo que tenemos ahora es una cosecha de una siembra de 20, 25 años, en los que la formación de docentes de educación inicial estuvo absolutamente marginalizada del imaginario de ser profesor…

 

¿No ha habido una formación del maestro pensada para la educación inicial?

No, no la ha habido. Eso ha sido producto del énfasis de atender la educación primaria. La urgencia que había de atender la educación primaria hizo que en los años ‘90 se tomen decisiones de poner todos los recursos y todos los esfuerzos en trabajar por la educación primaria, y hubo descuido con la educación inicial, lo mismo pasó con la educación secundaria, y ahora estamos viendo las consecuencias de eso.

 

¿Ese descuido de la educación inicial en los años ‘90 se ha superado?

No se ha superado, pero por lo menos en el tema de la formación de docentes se ha dado un pequeño paso. La ley de reforma magisterial aprobada en el 2012 ha ordenado un poco la idea del magisterio, ha tratado de marcar la pauta de por dónde debería ir la formación. Se ha hecho claro y evidente que tenemos un déficit de profesores de formación inicial. Lo que ha faltado es implementar medidas que estimulen que la formación de profesores para la educación inicial sea una prioridad y para eso se necesita incentivos, porque si ya la docencia en general está perdiendo profesionales porque hay menos gente que está estudiando educación, de todos los niveles -inicial, primaria y secundaria- probablemente para educación inicial habrá un porcentaje menor que quiera estudiar para ser maestro. Entonces, si no se hace un programa de estímulo directo para captar maestros para educación inicial, probablemente vamos a seguir arrastrando esta brecha y esta insuficiencia de profesores para inicial que tenemos ahora (según datos oficiales hacen falta 27 mil maestros debidamente preparados para enseñar en educación inicial). La buena noticia, para ponernos algo optimistas, es que en esta idea de que se ha puesto a la infancia en la agenda pública de discusión, probablemente vamos a tener mejores posibilidades de exigir, porque el tema de la infancia ya es más público, que este problema en la educación inicial sea atendido por el próximo gobierno.

 

¿Cuáles son los principales problemas que han impedido tener mejores resultados en las políticas para la primera infancia?

El principal problema es la falta de articulación. La articulación supone tener un trabajo intersectorial, pero un trabajo intersectorial en el Perú es un trabajo casi imposible de hacer si no se modifican algunas cosas, como, por ejemplo, la arquitectura institucional. Si yo quiero hacer, por ejemplo en esta iniciativa de Aprender Saludable que mencionaba anteriormente, un trabajo coordinado entre el Ministerio de Salud, Ministerio de Educación y Ministerio de Desarrollo Inclusión Social, la sola manera como están estructurados formalmente cada uno de estos sectores va hacer muy difícil los niveles de coordinación, y será más difícil cuando más se acerque a la población, es decir, probablemente al nivel de reuniones ministeriales va a ser más fácil que se puedan juntar los tres ministros del sector a conversar, pero a medida que esto baja a otros niveles van a empezar los problemas porque hay una cultura sectorial totalmente distinta, una arquitectura institucional totalmente distinta, y porque en el Estado quien tiene los recursos es quien manda. Atender a la primera infancia sin articulación intersectorial no va a funcionar.

 

Vayamos a las propuestas de los candidatos a la presidencia sobre las políticas para la primera infancia.  ¿Cómo ve la presencia de este tema en los planes de gobierno?

La consecuencia de haber puesto el tema de la infancia en la agenda pública de discusión ha generado que los temas de infancia estén mucho más presentes en los planes de gobierno de los candidatos de lo que han estado en elecciones anteriores. La educación, por ejemplo, ha ganado un espacio, está presente en todos los debates que se organizan, ahora es impensable que un candidato no hable de educación. En ese camino está el tema de la primera infancia, lo que pasa es que es más complicado porque es un tema intersectorial.

 

¿Y cómo es abordado el tema de la primera infancia en los planes de gobierno?

Un sesgo particular que tienen, en general, los planes de gobierno, probablemente por el descrédito de la política, es que están tecnocratizados, y entonces lo que tenemos son planes de gobiernos muy cercanos a planes estratégicos, cosa que es muy saludable para muchos, pero también tiene su contrapeso preocupante porque les falta la visión política que finalmente siempre es lo que está detrás de las políticas públicas. Eso ocurre en casi todos los casos, salvo en Alianza Popular, Acción Popular y el Frente Amplio, donde hay una vieja tradición de partidos políticos y en sus planes de gobierno hay una visión política de las cosas. En los otros casos, se trata de documentos sin visión política y muy cercanos a la tecnocracia.

 

¿Esta visión tecnocrática en la mayor parte de los planes de gobierno es un error que afectará las políticas públicas por su falta de visión política?

Es positivo que se trabajen los asuntos en forma más técnica en los planes de gobierno, pero eso no significa que no tengan visión política. En lugar de complementar la visión política con una visión técnica, se está abandonando la visión política para trasladarse a una visión solamente técnica. Eso está mal.

 

¿Cuál es el riesgo de teconcratizar aún más las políticas públicas para la primera infancia?

El riesgo de tecnocratizar a altos niveles las políticas públicas es que terminan siendo mucho más cargadas a la entrega del servicio que al propio contenido de estas políticas. Eso pasó en los años ‘90 con las reformas liberales de la educación, que se centraron tanto en la entrega del servicio que el contenido empezó a perder peso. Ese es el primer riesgo de tecnocratizar sin visión política. Un segundo tema tiene que ver con que nos han dicho que una política pública debe ser una decisión totalmente racional, basada en evidencias, pero eso es solo una manera de ver las cosas. A veces se olvida que una política pública no es un plan estratégico, una política pública es una decisión política sobre un asunto de interés público. Por ejemplo, yo puedo, como está sucediendo ahora en educación, optar por poner todos los esfuerzos en aquellos estudiantes que sé que van a mejorar más rápido antes que en aquellos que están más atrás con la idea que los primeros son una locomotora que jalan a los que están más atrasados y que eso me va a dar mayor predictibilidad de mejorar los resultados en las pruebas de evaluación del Ministerio de Educación o en las pruebas PISA. Hacer eso, o atender también a los que no están tan bien y, por lo tanto, tener menos predictibilidad de mejorar los promedios de rendimiento pero dar también atención a los que no están tan bien y no dejarlos atrás, es una decisión política. Si esa visión política no está clara en los planes de gobierno, no sabemos qué va a hacer el próximo gobierno, porque todos dicen que quieren mejorar la educación.

 

En lo que se refiere a la primera infancia, en los planes de gobierno hay pocas metas, por ejemplo en reducción de la desnutrición o la anemia infantil, y en los que tienen metas no se dice cómo hacerlo. ¿Esa es la norma en los planes de gobierno?

Hay pocas metas, es cierto, pero también hay insuficiencia de visiones políticas para lograr esas metas. Además, a eso se suma, es verdad, que en muchos casos ni siquiera hay el cómo hacerlo. Y en el detalle es donde se esconde el diablo…

 

Terminan siendo, entonces, metas puramente declarativas?

Sí, de alguna manera así es, salvo que quien gane una vez en el gobierno diga cómo va a conseguir esas metas. En estas elecciones muy pocos candidatos están hablando de planes de gobierno, de programas, se habla solamente sobre imágenes, proyecciones de personas, y eso es grave. Eso es el resultado de la crisis de institucionalidad de los partidos políticos. Y la mayoría, salvo algunas excepciones, como Verónika Mendoza o Alfredo Barnechea, y en menor medida Julio Guzmán, proponen más o menos lo mismo, por eso no hay un debate programático.

 

¿Cuáles son los principales retos respecto a la primera infancia que tiene el próximo gobierno?

Acortar las brechas de desigualdad, ese es el reto central. Este país no puede seguir avanzando, no puede seguir creciendo, sin atender las brechas de desigualdad.

 

Reducir las brechas de desigualdad fue la principal bandera política de este gobierno. ¿Se ha avanzado en eso?

Se ha avanzado en cerrar algunas brechas. Las brechas de infraestructura física, como acceso a agua sana, electricidad, se han reducido enormemente…

 

¿Y en el caso de las brechas económicas y sociales?

En el tema de desigualdad económica hay una discusión de cómo se mide el asunto. Pero es cierto que se ha reducido la pobreza. Hay un problema con las brechas de desigualdades más complejas. En una misma región hay desigualdades inaceptables, por ejemplo la ciudad de Arequipa tiene indicadores sociales que están entre los mejores del país, pero las provincias altas de la región Arequipa tienen indicadores sociales que están entre los peores del país. Las desigualdades territoriales son fuertes. Hay desigualdades entre grupos semejantes. No todos los jóvenes que van a la universidad se insertan de la misma manera en el mercado laboral porque la idea de que la meritocracia es lo que ordena todo no termina siendo correcta. Las desigualdades se complejizan cada vez más y si no las atendemos se van a extender más, por eso la prioridad es atender esas desigualdades.

 

¿Cuáles son las políticas fundamentales que debería poner en marcha el próximo gobierno para cerrar las brechas de desigualdad?

Si hablamos de primera infancia, lo primero que deberíamos hacer es pensar en alguna estrategia efectiva desde el Estado para diseñar las políticas para la primera infancia en forma intersectorial. Lo segundo es ser muy claro en la distribución del Presupuesto. Si se quiere atender las brechas de desigualdad se tiene que tener un Presupuesto diferenciado, orientado a ese objetivo de cerrar las brechas de desigualdad.

 

Fuente de la entrevista :

http://inversionenlainfancia.net/blog/entrada/entrevista/290

Fuente de la foto:

http://www.educaccionperu.org/wp-content/uploads/2016/03/cuenca.jpg

 

Procesado por:

Hans Mejía Guerrero

hans_mguerrero@hotmail.com

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