Page 4 of 4
1 2 3 4

Reforma del SNI

por: Roberto Rodríguez

El pasado 27 de enero se publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo que emite el nuevo reglamento del Sistema Nacional de Investigadores, instrumento firmado por el director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Enrique Cabrero Mendoza. El nuevo marco regulatorio del SNI regirá la operación del sistema a partir de la convocatoria del año en curso e incluye varias modificaciones importantes.

Creado en 1984, el SNI ha desarrollado una incesante pauta de crecimiento. Inició con apenas 1,396 investigadores, en 1990 había 5,704, en el 2000 se contaba con 7,466, en 2010 con 16,598, y la cifra actual se aproxima a 25 mil integrantes en total. En este lapso (1984-2017) las reglas del sistema se han modificado repetidamente. Además de estar prevista la revisión sistemática del reglamento cada dos años, en varias ocasiones la directiva de CONACYT ha emitido versiones renovadas del instrumento.

¿Qué cambia con el reglamento 2017? Algunos cambios están relacionados con la estructura normativa del sistema. Por ejemplo, la norma vigente hasta el año pasado incluía disposiciones específicas sobre la integración y funcionamiento de las comisiones dictaminadoras y revisoras (artículos 14 a 19 y artículos 23 a 25 respectivamente), que el nuevo reglamento deriva hacia “los lineamientos que al efecto emita el Consejo de Aprobación”.

Otro grupo de cambios está relacionado con la especificación de los productos de investigación sujetos a la evaluación de las comisiones. El reglamento previo se limitaba a una enumeración simple de productos: artículos, libros, capítulos, patentes, desarrollos tecnológicos, innovaciones y transferencias tecnológicas. La nueva norma califica cada uno de ellos: artículos sujetos a un arbitraje riguroso, libros dictaminados y publicados por editoriales de reconocido prestigio en el ámbito de la investigación, desarrollos tecnológicos con base científica o innovaciones con impacto demostrado.

Se modifica el perfil para la categoría de “Candidato a Investigador Nacional”. Originalmente esta categoría estaba limitada a menores de 40 años de edad. A partir del reglamento de 2008 el límite de edad se reemplazó por la condición de “no haber transcurrido más de quince años después de haber concluido la licenciatura, al cierre de la convocatoria respectiva, quedando a juicio de las comisiones dictaminadoras los casos de excepción.” Este requisito tuvo vigencia hasta 2016.

El nuevo reglamento la suprime, de manera que la categoría de candidato queda abierta a todos los aspirantes que satisfacen las condiciones de adscripción institucional contempladas en la norma. Con esta modificación, puede anticiparse, crecerá el número de académicos en la categoría de candidato. En contraste, la opción que antes permitía conceder una prórroga de hasta dos años al término de la candidatura, queda ahora limitada a un año máximo.

Hay otros cambios menores. Pero el más importante, por sus efectos en la retribución que reciben los miembros del Sistema, radica en el tabulador para cada categoría y nivel. Hasta 2016 se contemplaban los siguientes montos relativos: Candidato, tres salarios mínimos, nivel uno, seis sala-rios; nivel dos, ocho salarios; y nivel tres y eméritos, catorce.

Queda ahora así: Candidato 6,800 pesos, nivel uno 13,600 pesos; nivel dos 18,200; nivel tres y eméritos 31,900 pesos. Hecha la transformación entre salarios mínimos y montos nominales, resulta que el incremento entre 2016 y 2017 promedia cuatro por ciento (el nivel de la inflación) pero queda por debajo del 9.5 por ciento de aumento al salario mínimo vigente autorizado para 2017.

Además, según el nuevo reglamento, “a partir del 1ro. de enero de cada año, los estímulos económicos observarán un incremento anual de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor, pero nunca superior al del 3 por ciento, el cual se dará a conocer a través del portal del Conacyt” (Artículo 57 del Reglamento 2017).

¿Los nuevos criterios van a afectar a quienes ya forman parte del sistema? Depende de cómo se vaya a interpretar la disposición contenida en el segundo transitorio de la norma, que señala: “Las presentes disposiciones tendrán efectos retroactivos siempre y cuando sea en beneficio de los investigadores.”

Fuente: http://www.educacionfutura.org/reforma-del-sni/

Imagen: www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2017/02/Logo_sni.jpg

Comparte este contenido:

Proyectos científicos avalados por CONACYT bajaron de 481 a 32 en el gobierno de Peña

América del Norte/México/24 de enero de 2017/Fuente y autor/la jornada/Laura Poy Solano. 

La tendencia en el número de proyectos científicos aprobados por los fondos mixtos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) –cuyo objetivo es impulsar la descentralización de las actividades científicas y tecnológicas en el país– disminuyó en lo que va de la administración peñista de 481 en 2012 a 32 en 2016.

De acuerdo con un reporte sobre el avance en el número de iniciativas aprobadas y el monto destinado, de 2012 a septiembre de 2016, los recursos públicos canalizados para su financiamiento pasaron de mil 162 a 707 millones de pesos.

El Conacyt reporta que de los 5 mil 812 proyectos científicos y tecnológicos aprobados para recibir recursos de los fondos mixtos entre 2002 y 2016, sólo 9.2 por ciento se destinaron a creación y fortalecimiento de infraestructura en los estados; 6.7 por ciento a la generación y consolidación de redes científicas, y 23.2 por ciento al desarrollo tecnológico, mientras los proyectos aprobados para la investigación científica representan 51.7 por ciento.

La caída más alta desde 2012

Si bien en el informe elaborado por el organismo autónomo se afirma que en los pasados nueve años se buscó aprobar proyectos de más impacto, por lo que hay tendencia a tener menos, pero con más recursos aprobados, la caída en el número de los proyectos que fueron financiados desde que se inició la actual administración es la más alta de 2002 a la fecha.

De 2001 a 2006, durante el sexenio foxista, destaca que se invirtieron mil 828.3 millones de pesos, y se aprobaron 550 proyectos en el último año de gobierno del presidente Vicente Fox.

En el periodo 2007-2012, en el gobierno del presidente Felipe Calderón, se invirtieron 6 mil millones de pesos, y en 2009 se alcanzó el mayor número de proyectos aprobados, con mil 351. En contraste, en lo que va del sexenio de Peña Nieto, hasta septiembre de 2016 se habían invertido sólo 4 mil 433.6 millones de pesos.

Pese a que de 2001 a 2016 el Conacyt reporta inversión pública de 12 mil 268 millones de pesos para los fondos mixtos, los estados y municipios son lo que menos recursos aportan, con 41.4 por ciento; es decir, 5 mil 83.6 millones, mientras la Federación, por conducto del Conacyt, aporta 58.5 por ciento de los fondos, con 7 mil 185 millones de pesos.

El consejo destaca de las 16 mil 125 propuestas de financiamiento presentadas en 14 años (2002-2016), 5 mil 812 fueron aprobadas; es decir, en promedio sólo 36 por ciento de las peticiones recibidas fueron aprobadas por los comités de evaluación, y contaron con recursos por 10 mil 440.4 millones de pesos, tan sólo de 2007 a septiembre de 2016.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/01/11/sociedad/031n2soc

Fotografía: lanoticiaenconcreto

Comparte este contenido:

Promueven universidades en México la educación espacial

América del Norte/México/03 de enero de 2017/Fuente: el mañana

Universidades Mexicanas promueven programas y actividades del universo a través de la University Space Engineering Consortium (Unisec).

La alianza de instituciones mexicanas dentro de la red de universidades que promueven el desarrollo espacial en el mundo, le permitió crear el primer bloque llamado Unisec México en Latinoamérica.

“Nuestro papel en Unisec México es la de mostrar que, como capítulo internacional, estamos evolucionando mediante colaboraciones, investigaciones y actividades, no solamente en el ámbito nacional sino internacional”, señaló la doctora e integrante Bárbara Bermúdez Reyes.

En un comunicado de la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) la investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) explicó que los programas y actividades que promueven radican en cursos de tecnología presenciales y a distancia.

“Éstos se han llevado a cabo con miembros y no miembros de Unisec. Además, se realizó el Primer Concurso Nacional de Satélites Educativos Cansat en Tijuana, Baja California, en 2015”, agregó.

Destacó que Unisec, dirigida por la secretaria general japonesa, Rei Kawashima, conjunta a estudiantes, profesores y empresarios del ramo espacial mediante colaboraciones, cursos, concursos, estancias, congresos y competencias.

El documento refiere que México formó el primer capítulo formal en 2013 como Unisec North Mexico, con la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Universidad Autónoma de Chihuahua, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

De manera reciente, el capítulo fue renombrado como Unisec México, a partir de la conformación de nuevas instituciones educativas de distintas partes del país y se espera que cada estado que cuente con una universidad en el programa de Unisec tenga un representante estudiantil para realizar investigación espacial de alto nivel.

Fuente: http://www.elmanana.com/promuevenuniversidadesenmexicolaeducacionespacial-3555859.html

Imagen: manana.blob.core.windows.net.optimalcdn.com/images/2016/12/28/crop_w0_h0_cntx161004033-focus-0-0-628-524.jpg

Comparte este contenido:

México tiene la inversión más baja en educación por alumno: UNAM

México/14 de Noviembre de 2016/Alcaldes

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, afirmó que México tiene el gasto por alumno más bajo de todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pese a que una educación de alta calidad necesita de un financiamiento sostenible.

Por ejemplo, en 2013 Luxemburgo y Suiza invirtieron 21 mil 320 y 19 mil 52 dólares, respectivamente, para brindar desde educación primaria hasta superior a sus alumnos; en tanto, México destinó tres mil 387 dólares, que representan apenas la tercera parte del gasto promedio por estudiante de los países miembros de la OCDE, que fue de 10 mil 493 dólares.

Al participar en el foro Tijuana Innovadora, el rector planteó la necesidad de ampliar la cobertura en educación superior, pues actualmente sólo se atiende a una tercera parte de la población en edad de cursar estos estudios.

Graue señaló que la educación promueve el desarrollo social, pues a mayor nivel educativo, las personas obtienen mejores ingresos. Además, favorece la seguridad y permite que haya más posibilidades de tener un futuro más equitativo y justo.

Sin embargo, dijo el rector, el panorama es poco alentador, pues en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2017, instituciones educativas como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y diversas universidades estatales han sufrido recortes.

Sobre el escenario de la investigación en México, dijo que también es complicado, pues el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) sufrió una disminución del 23.2 por ciento y hay compromisos que no puede dejar de atender, como preservar y promover el crecimiento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), las becas a estudiantes de programas reconocidos, las cátedras Conacyt, así como la contratación de jóvenes investigadores.

Ante empresarios y emprendedores de Tijuana, Baja California y San Diego, California, Graue Wiechers insistió en la necesidad de impulsar la investigación encaminada a resolver los complejos problemas de la sociedad, los cuales deben ser atendidos de manera multidisciplinaria, además de impulsar la innovación y la obtención de patentes.

Finalmente, expuso que menos del 10 por ciento de las patentes que se otorgan en el país son para investigadores nacionales, mientras que en otras naciones como la India o Brasil los científicos obtienen el 22 y 18 por ciento, respectivamente.

Fuente: http://www.alcaldesdemexico.com/notas-principales/mexico-tiene-la-inversion-mas-baja-en-educacion-por-alumno-unam/

 

Comparte este contenido:

¿Debemos pagar por leer ciencia?

Por: CONACYT

Las primeras revistas científicas comenzaron a publicarse en Europa a mediados de 1600. Antes de esto, los científicos no podían beneficiarse fácilmente de los resultados de los avances de sus colegas, pues existía una «secrecía» que se daba entre la mayoría de los investigadores. Incluso grandes personajes como Isaac Newton y Galileo Galilei enviaban sus descubrimientos codificados a sus colegas y no revelaban el contenido hasta asegurarse que podrían obtener un beneficio de ellos. Esta falta de colaboración hacía el avance científico mucho más lento.

Pero hoy en día, cuando gran parte de la ciencia se produce con dinero público —sobre todo en América Latina— y existen mecanismos para reconocer debidamente la autoría de un trabajo científico, ha nacido un movimiento internacional denominado Ciencia Abierta (conocido también como Open Science) que busca convertir la ciencia en una práctica basada en la colaboración.

Este movimiento se pregunta por qué la ciencia sigue siendo inaccesible para la mayoría de la población, y si debemos pagar por tener acceso a algo generado mediante los impuestos de los ciudadanos, refiriéndose a la necesidad de pagar por leer algunos artículos científicos publicados en las editoriales internacionales.

400 Dr. Jesus Rogel Salazar.68Doctor Jesús Rogel Salazar.Hasta qué punto debe ser abierta la ciencia y las ventajas de tener una Ciencia Abierta fueron temas tratados en la mesa Ciencia abierta. Datos abiertos de investigación, presentada en el evento Entre Pares, organizado por el Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica (Conricyt).

Ciencia para pocos

Como miembro de la mesa, el doctor en física experimental Jesús Rogel Salazar afirma que comunicar la ciencia es importante, pero no solo para anunciar los logros personales, sino para ayudar a que los otros avancen o no repitan los errores pasados.


Pero comenta que en la actualidad se publican miles de artículos científicos que requieren de un pago para ser leídos, pero además solo pueden reproducirse si se cuenta con unsoftware secreto, por lo tanto es difícil comprobar los resultados o que la comunidad científica pueda basarse en ellos para desarrollar alguna innovación. Por lo que abrir la ciencia a la sociedad es un tema imperante.

¿Debemos pagar por leer ciencia?

El 14 de febrero de 2002, se firma en Hungría la Iniciativa Budapest para el Acceso Abierto, con la cual comienza formalmente una campaña mundial para lograr el acceso abierto a la literatura científica revisada por pares.

Desde entonces, gobiernos de todo el mundo han puesto en marcha políticas para que los ciudadanos logren acceder a artículos científicos sin necesidad de pagar por ello. Sobre todo si en el desarrollo de la investigación hubo recursos públicos involucrados.

Pero las editoriales de contenido científico se han mantenido gracias a las suscripciones que las universidades o los pagos que los individuos realizan para poder leer las publicaciones que ellas han trabajado. Por lo que hay diferencias entre los que abogan por un acceso abierto a las publicaciones y los que obtienen el sustento realizando el trabajo editorial.

Tony Roche, director editorial de grupo Emerald, empresa que se especializa en la publicación de contenido científico y de divulgación para la industria y los encargados de la política pública, presenta cómo se vive el movimiento del acceso abierto desde el punto de vista de las editoriales y las empresas que se dedican a la publicación científica.

Tony Roche74Tony Roche.Las editoriales como Emerald deben anticiparse a la inminente llegada del acceso abierto, como comenta el editor y maestro en estudios del clima. El ecosistema de publicación científica está cambiando y las empresas quieren seguir formando parte de él; para ello deben evolucionar a tiempo.

Tony Roche opina que en el futuro se tendrá un mercado mixto que combine el acceso abierto y el método de pagar por leer, en donde el financiamiento público apoye cierta cantidad de publicaciones, además de los nuevos modelos que se vayan generando dependiendo del origen de los recursos que financien las investigaciones científicas.

“Creemos que gracias a la colaboración con las instituciones y el gobierno generaremos soluciones correctas para hacer el acceso abierto sostenible. Además permitirá que se aproveche toda la experiencia que las editoriales hemos ganado con nuestro trabajo a través de los años”.

¿Debe el gobierno pagar a las editoriales?

Pero para el físico Jesús Rogel, que los gobiernos paguen a las editoriales es una de las formas para lograr la ciencia abierta, pero definitivamente no es ni la única ni la mejor. Existen otras opciones que permiten compartir el conocimiento y los avances en la investigación.

Con el desarrollo del Internet ahora se puede divulgar la información por medio de blogs, de sitios web, se pueden publicar borradores de los artículos o versiones modificadas, o de manera más cercana generar comunidades de investigación que se sientan libres de compartir información.

“Es importante que los científicos enganchemos a más personas a este movimiento, pero no solo a nuestros colegas investigadores, porque ellos en realidad ya saben sobre esta filosofía”, recalca Jesús Rogel.

¿Cómo lograr el acceso y la ciencia abierta? Alternativas personales

Jesús Rogel considera que la solución vendrá junto con un cambio personal en la forma de ver la ciencia. Se necesita de gente que esté convencida de los beneficios de la ciencia abierta, gente en la investigación, en la política y en la sociedad en general.

“Una manera mediante la cual podemos iniciar es hacerlo entre los colegas, dentro de la universidad hacer un Conricyt chiquito. Existe una fragmentación muy fuerte entre los científicos, incluso de la misma universidad. Es común el que yo tenga un programa, pero si los del departamento de economía no lo tienen y lo necesitan, igual no se los comparto, pues yo lo pagué de mis fondos”.

Abriéndose aún más

Pero Jesús Rogel, quien actualmente trabaja como Lead Data Scientist en IBM, aclara que la ciencia abierta es mucho más que poder leer artículos científicos gratis. La ciencia abierta se refiere a abrir el proceso de creación científica para permitir su análisis y reproducibilidad. Es decir, tener acceso a todos los datos, la metodología y el software que llevaron a la conclusión de la investigación.

cuad 1609 edPara que la ciencia se comparta de manera abierta es necesario trabajar sobre los principios que incluyen las metodologías abiertas, el código,software y hardware abierto, los datos abiertos, la revisión por pares abierta, los recursos educativos abiertos —como los cursos masivos en línea (Mooc)— y claro, como una de las partes, el acceso abierto.

La ciencia abierta puede ser usada, reproducida y distribuida por cualquiera. Esto permite verificar la reproducibilidad, acelerar la investigación, los descubrimientos y puede ayudar a identificar el fraude.

Jesús Rogel pone de ejemplo el caso de un artículo de ciencias económicas, publicado por Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, en el que concluían que los países que acumulaban una deuda mayor a 90 por ciento de su producto interno bruto tendrían tasas de crecimiento muy bajas, incluso negativas.

Este artículo fue utilizado por varios gobiernos europeos para tomar decisiones de política pública, para recortar gastos sociales, que afectaron a gente real. Pero después de varias dudas que surgieron ante la comunidad científica, se pidió acceso a sus datos y a la metodología que utilizaron para obtener los resultados, y se descubrieron errores básicos en la programación del sistema que realizaba los cálculos. Esto después de que las decisiones políticas ya habían sido tomadas.

Es por ello que Jesús Rogel insiste en que la «secrecía» nunca ha sido parte de las buenas prácticas científicas, y recalca: “Por favor, por favor, por favor, piensen en la necesidad de tener datos abiertos y no solo en tener artículos gratis”. Recordando la necesidad de tener accesos al software, la metodología y los recursos educativos para lograr un avance más universal de la ciencia.

¿Por qué compartir mis datos?

Jesús Rogel opina que es necesario que se reconozcan las labores completas de los científicos y no solo se analice si han realizado publicaciones en revistas de cierto prestigio, pues esto último ocasiona que la comunidad se cierre a la posibilidad de compartir datos,software o metodología, y se acostumbre a actitudes poco cooperativas.

Tony Roche comenta que, según un estudio realizado por la empresa, los autores que mandan sus artículos a Emerald no manifiestan haber tenido presión alguna por publicar sus datos en formato abierto, y muy pocos manifiestan la intención de hacerlo.

Afortunadamente la ciencia abierta ya es parte de la agenda de los gobiernos y es considerada como necesaria por muchos organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), concuerdan Jesús Rogel y Tony Roche. Esto ocasionará que en algún momento se encuentren soluciones sostenibles para generarla.

El caso del repositorio nacional de México

VIctor Carreon 1609Víctor Carreón.En México, desde mayo de 2014 se han iniciado esfuerzos para lograr avanzar hacia la ciencia abierta. Fue en esta fecha cuando se establece, por mandato de ley, desarrollar estrategias nacionales para lograr un mayor acceso a las publicaciones financiadas científicas —mediante el Conricyt—, generar repositorios de calidad y lograr la difusión pública de la ciencia, señala el director adjunto de Planeación y Evaluación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Víctor Gerardo Carreón Rodríguez.

En el encuentro Entre Pares 2016, explicó cómo los repositorios institucionales y el repositorio nacional tienen como objetivo alentar a los científicos a que compartan sus publicaciones, ya sean artículos, libros, tesis y demás documentos.

Tener esta información disponible para los investigadores mexicanos permitirá acortar el tiempo de espera necesario para enterarse de avances y desarrollos científicos, lo cual resultará en una mayor socialización de la ciencia, la generación de redes de investigación y la vinculación con la sociedad.

Este es un primer paso para seguir hacia la publicación de bases de datos y otros elementos de la ciencia abierta, comenta el doctor en economía. El trabajo debe continuar, pues aún falta por resolver algunos detalles, como la metodología y la tecnología necesaria para compartir bases de datos, o generar incentivos adecuados para que los científicos compartan sus conocimientos.

Tanto Víctor Carreón como Jesús Rogel consideran que es necesario generar una cultura de la ciencia abierta, pues introducir información a los repositorios o compartir datos ysoftware no es un requisito obligatorio.

Fuente: http://www.conacytprensa.mx/index.php/sociedad/politica-cientifica/10234-debemos-pagar-por-leer-ciencia

Comparte este contenido:
Page 4 of 4
1 2 3 4