Senado brasileño aprueba propuesta que hace Paulo Freire, Uno de de los héroes de la Patria

La Comisión de Educación (CE) del Senado Federal de Brasil registró este último jueves (25) el nombre del educador en el Libro de Héroes y Heroínas de la Patria.
El proyecto de ley (PLS) 148/2017, que inscribe el nombre del Patrón de la Educación Brasileña, Paulo Freire (1921-2021), como uno de los Héroes de la Patria, en el año del centenario de su nacimiento, fue aprobado el jueves pasado. 25, por la Comisión de Educación (CE) del Senado Federal Brasileño.
El texto fue votado a favor por el relator, senador Paulo Rocha (PT-PA), y fue aprobado por unanimidad por la Comisión de Educación, Cultura y Deportes del Senado. La iniciativa fue presentada en 2017 por la entonces senadora, Fátima Bezerra (PT-RN), y fue propuesta por Lídice da Mata (PSB-BA), ahora diputada federal, como autora de la propuesta. Si no hay recurso de votación en pleno, el asunto pasa a la Cámara de Diputados de Brasil.
El honor de estar inscrito en el Libro de los Héroes y Heroínas de la Patria, contempla a los ciudadanos brasileños que han ofrecido su vida al país, para su defensa y construcción, con excepcional dedicación y heroísmo. El honor es otorgado por ley y 10 años después de la muerte del laureado.
En 2012 se promulgó la Ley 12.612, que declaró a Paulo Freire Patrón de la Educación Brasileña, por la relevancia de su desempeño y legado para la educación.
Vía: Agência Senado
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Clade. Ola conservadora: Género, educación y censura en Brasil

América del Sur/ Brasil/ 17.09.2019/ Fuente: redclade.org.

La educación brasileña ha sido objeto de medidas conservadoras y fundamentalistas de gobernantes que buscan sacarle su rol más importante: el desarrollo del pensamiento crítico y la promoción de emancipación e igualdad

Beso entre dos hombres: una de las imágenes de la revista que el alcalde de Rio de Janeiro censuró en la Bienal

En los últimos días, la educación brasileña se ha enfrentado a nuevas manifestaciones de censura al libre pensamiento y a la diversidad en los espacios educativos.

Durante la “Bienal do Livro”, evento y feria de promoción a la literatura realizado del 30 de agosto al 8 de septiembre en Rio de Janeiro, el alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, ordenó que se retiraran del evento ejemplares del libro “Vengadores, la cruzada de niñas y niños” (traducción libre de “Vingadores, a cruzada das crianças”). El motivo: la publicación contiene una ilustración que representa un beso entre dos hombres. De autoría de Allan Heinberg y Jim Cheng, la obra presenta el equipo de los “Jóvenes Vengadores”, figurando entre ellos los personajes Wiccano y Hulkling, que son novios. La orden de censura del alcalde incluyó también otros libros, que tratan temas relacionados a género y sexualidad, y fueron considerados “impropios” por la municipalidad.

Fueron necesarios 3 días de amplia presión de la sociedad civil y organizaciones y movimientos sociales, para que la Justicia brasileña se manifestara contra las medidas de censura por parte del gobierno de la ciudad de Rio de Janeiro. En un fallo contrario a la acción de Crivella, el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Dias Toffoli, afirmó que: “el régimen democrático presupone un ambiente libre de tráfego de ideas, en el cual todos tengan derecho a la voz. De hecho, la democracia solamente se sostiene y mejora en un ambiente en que diferentes convicciones y visiones de mundo puedan ser expuestas, defendidas y confrontadas, en un debate rico, plural y resolutivo”.

La clara manifestación de homofobia y censura por parte de la alcaldía de Rio de Janeiro se enmarca en un contexto político y social de ascensión del conservadurismo y de la influencia de grupos confesionales fundamentalistas en el debate y las decisiones sobre las políticas públicas en el país, a distintos niveles, desde las localidades hasta el gobierno nacional, donde representa esta tendencia la gestión de Jair Bolsonaro, fuertemente apoyado por líderes evangélicos. A su vez, antes de que fuera electo alcalde, Marcelo Crivella actuaba como pastor de la Iglesia Universal.

Origen del término ‘ideología de género’

Esta ola conservadora de base confesional fundamentalista no se restringe al contexto brasileño: más de 50 países del mundo presentan movimientos similares, que en base al argumento de que se oponen a la “ideología de género”, buscan impedir el diálogo sobre igualdad de género, sexualidad y la pluralidad de ideas y debates políticos en las escuelas y otros espacios de la sociedad.

Personas que estudian el tema están de acuerdo en que el término “ideología de género”, con sus flexiones, es una invención católica, cuya configuración y emergencia tuvo lugar entre mitad de los años 1990 y el inicio de la década siguiente, resultado de articulaciones entre episcopados, asociaciones pro-vida y pro-familia, y otros sectores conservadores de la sociedad.

Frente a las discusiones y avances para la igualdad de género que se anunciaban de cara a la Conferencia Internacional sobre Población de Cairo (ONU, 1994) y la Conferencia Mundial sobre las Mujeres en Beijing (ONU, 1995), el Vaticano convocó a “especialistas” para poner en marcha una contra-ofensiva y reafirmar la doctrina católica y la naturalización del orden social y moral patriarcal y heteronormativo, contra la lucha por el reconocimiento de la igualdad de género, el derecho a la identidad de género y el respeto a las diferentes orientaciones sexuales.

El término “ideología de género” fue citado por primera vez en un documento eclesiástico en el 1998: aparece en una nota de la Conferencia Episcopal de Perú, intitulada “La ideología de género: sus peligros y alcances”. En el 2000, el término fue citado en un documento del Vaticano llamado “Familia, Matrimonio y Uniones de Hecho”. Trés años después, la iglesia católica publicó su texto más amplio sobre el tema, el cual busca limitar la educación sexual y afirma que el feminismo es problemático [lee más – en portugués].

Ideología de género en Brasil

En el 2004, en Brasil, se fundó el movimiento “Escola Sem Partido”, con el objetivo de impulsar la prohibición del abordaje sobre temas relacionados a género, diversidad, sexualidad y debates sobre diferentes corrientes políticas e ideológicas en la educación. Gracias a la presión y campañas de desinformación puestas en marcha por este movimiento, se logró retirar del Plan Nacional de Educación (PNE), de la Base Nacional Común Curricular (BNCC) y de planes locales de educación, la referencia a género.

Tienen presencia en otros países de América Latina y el Caribe movimientos similares al “Escola sem Partido”, que se reúnen bajo la consigna “Con mis hijos no te metas”. Hay evidencias de la actuación de este movimiento en países como Perú, Bolivia, Costa Rica, Colombia, Brasil, Argentina, Ecuador, Paraguay, Uruguay y República Dominicana.

Denuncias ante espacios internacionales

Desde el 2016, la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación (CNDE) de Brasil viene denunciando a instancias internacionales de derechos humanos la gravedad del proyecto “Escola Sem Partido” y sus impactos negativos para la libertad pedagógica de profesionales de la educación y la realización del derecho a la educación de todas las personas en condiciones de igualdad.

En noviembre de aquel año, la Campaña entregó a la relatora especial de la ONU sobre el Derecho a la Educación, Koumbou Boly Barry, un dossier que exponía las violaciones al derecho humano a la educación en el país y retrocesos para la igualdad de género en el Plan Nacional de Educación y planes locales de educación.

En el mes siguiente, la CNDE denunció a la Organización de los Estados Americanos (OEA) los riesgos de proyectos de ley que eran discutidos en el Congreso Nacional, con el propósito de integrar las propuestas del movimiento “Escola Sem Partido” a la Ley de Directrices y Bases de la Educación brasileña. Así mismo, llamó la atención para proyectos de ley similares con trámite en los parlamentos estaduales y municipales del país.

Estas y otras amenazas para el derecho a la educación y la igualdad de género, igualmente, fueron denunciadas por la CNDE, ante el Examen Periódico Universal (EPU) de la ONU al Estado Brasileño en el 2017.

Tras las denuncias presentadas, la ONU y la OEA se manifestaron contra el proyecto de ley “Escola Sem Partido”, reiterando la importancia de la educación para la igualdad de género y recomendando a Brasil que tome medidas para enfrentar las violencias y discriminaciones por razón de género y orientación sexual.

El gobierno brasileño no contestó de manera favorable a las recomendaciones. Por lo contrario, ha profundizado medidas en el sentido de prohibir y censurar el diálogo sobre género y sexualidad en la educación. Semana pasada, el presidente Jair Bolsonaro se manifestó en su cuenta en Twitter, solicitando al Ministerio de Educación la elaboración de un proyecto de ley que prohíba la “ideología de género”.

Censura a libros didácticos en São Paulo

El gobernador de la provincia de São Paulo, João Doria, ordenó recientemente la retirada de 330 mil publicaciones sobre ciencias de la red estadual de educación porque abordaban cuestiones sobre la identidad de género y la orientación sexual. Doria buscó justificar su actitud con la alegación de que el material didáctico “es contrario a la Base Nacional Común Curricular (BNCC)”. El término “género” fue excluído de la BNCC en el 2017, por presión de grupos conservadores y fundamentalistas, contrariando orientaciones de las Naciones Unidas sobre esta temática. En guía técnica sobre la educación sexual, lanzada el año pasado, la UNESCO dedica todo un capítulo a la construcción social del género y a su abordaje desde la educación.

Según Andressa Pellanda, coordinadora ejecutiva de la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación, “la retirada de los libros didácticos no apenas es un acto de censura, sino que además se origina en un pensamiento retrógrado, de tono moralista y fundamentalista, sobre un asunto que es también de salud pública”.

“Pese a lo que afirman la amplia literatura sobre pedagogía y salud pública, y las recomendaciones de órganos internacionales a Brasil, el país sigue en un camino obscuro. Así mismo, el debate sobre igualdad de género y orientación sexual va mucho más allá de las cuestiones pedagógicas o de salud, se trata del respeto a la identidad y a las libertades individuales, y de una agenda para superar la discriminación. Este gobierno está en contra de estos principios”, añadió.

El último martes (10 de septiembre), luego de protestas de la sociedad civil organizada y de la presentación de una Acción Popular (demanda judicial) contra la decisión del gobernador de São Paulo, por parte de integrantes de la CNDE y aliados, la Justicia determinó que se retome la distribución de los libros que se habían censurado, en un plazo de 48 horas a partir del fallo.

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/ola-conservadora-genero-educacion-y-censura-en-brasil/

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Las ‘enseñanzas’ de Humanidades en la era de Jair Bolsonaro

Por: Vanessa Barbara. 

 

De acuerdo con el presidente Jair Bolsonaro, la educación brasileña deja mucho que desear. “Todo va cada vez más cuesta abajo”, dijo el mes pasado a periodistas durante un viaje a Dallas. “Queremos salvar la educación”.

Este parecería un argumento razonable si Bolsonaro anunciara, por ejemplo, un nuevo plan de educación o un aumento sustancial en el gasto dirigido a las escuelas públicas. Sin embargo, por el contrario, el mandatario estaba aludiendo a un “congelamiento” de 1500 millones de dólares al presupuesto para la educación en Brasil —el gobierno insiste en llamarlo así, en vez del recorte que es; esto se debe, en teoría, a que los fondos quedarán disponibles cuando mejore la situación económica—. Estos recortes representan un 30 por ciento de los presupuestos discrecionales —los cuales cubren los pagos de los servicios, las becas, la limpieza, el mantenimiento y la seguridad, entre otras cosas— para todas las universidades federales.

Los recortes podrían tener impactos concretos muy pronto. Una de las universidades más antiguas del país, la Universidad Federal de Paraná, tiene tan solo cien días antes de verse obligada a cerrar sus puertas porque no puede pagar el agua ni la electricidad. El gobierno también ha suspendido todas las becas futuras para investigación en maestría y doctorado.

El recorte no se ha limitado a la educación superior: el financiamiento de bachilleratos, de la educación primaria e incluso de las guarderías también se ha visto muy afectado.

No obstante, la situación es más extrema para las universidades federales, escuelas que en las últimas décadas se han ganado un lugar respetable dentro de la educación brasileña, pues ofrecen cursos de alta calidad sin pagos de colegiatura para más de un millón de estudiantes. En otras palabras, el primer paso en el plan de rescate de Bolsonaro es lanzar a unos pocos sobrevivientes por la borda.

Sin embargo, ese es tan solo un ejemplo de la lógica absurda de nuestro presidente. En esa misma ocasión en Dallas, a Bolsonaro le preguntaron sobre las decenas de miles de brasileños, muchos de ellos estudiantes, que se han reunido para protestar en contra de los recortes a la educación. Los llamó “imbéciles e idiotas inútiles”, y agregó que no tenían nada en la cabeza. “Si les preguntan cuál es la fórmula del agua, no la saben”.

Esto lo dijo un hombre que alguna vez confesó nunca haber leído una novela en su vida (para ser justos, esto lo comentó en una entrevista hace veintinueve años, después de ser elegido al congreso. Desde entonces, ha tenido tiempo para leer al menos a todos los rusos, y estoy segura de que lo ha hecho). Este mismo hombre también declaró, después de su visita al monumento conmemorativo oficial del Holocausto en Israel, que el nazismo era un movimiento de izquierda, pues el Partido Nazi tenía la palabra “socialista” en su nombre.

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Una mujer protestando el mes pasado en Río de Janeiro por los recortes al presupuesto de educaciónCreditMauro Pimentel/Agence France-Presse — Getty Images

Para Bolsonaro, como para muchos líderes políticos de la actualidad, un “imbécil” es cualquier pensador poco práctico. Dentro de este grupo se encuentran todas las clases de idealistas —socialistas, ambientalistas, pacifistas— y también las personas cuyos trabajos no produzcan nada tangible o rentable, como los profesores de Humanidades o los artistas. Como era de esperarse, en abril, Bolsonaro tuiteó que el gobierno estaba considerando retirar el financiamiento público de los cursos de Filosofía y Sociología. En cambio, iba a concentrar su gasto en áreas que crean “ganancias inmediatas para los contribuyentes”, como la Ciencia Veterinaria, la Ingeniería y la Medicina.

Tal desprecio por las humanidades es un error evidente. Si alguien necesita cursos básicos de retórica y filosofía, es nuestro presidente, quien, frente a los reporteros, parece incapaz de cumplir los más mínimos estándares de razonamiento. A menudo, responde sus preguntas con lugares comunes lanzados al azar, de una manera tan confusa como quien está leyendo un apuntador electrónico borroso y lejano. Luego, invoca un pasaje de la Biblia (“Y conocerán la verdad y la verdad los hará libres” es una de sus favoritas) o alguna trivia fuera del lugar que no tiene casi nada que ver con el tema por tratar (suele recurrir al hecho de que el estado de Texas no recauda un impuesto sobre la renta). Si todo lo demás no funciona, desacredita la pregunta, el medio informativo e incluso al periodista.

Uno se podría preguntar, ¿cuál es la formación de este hombre? En 1977, Bolsonaro se graduó de la Academia Militar das Agulhas Negras, la cual ofrece una “sólida formación en ciencias exactas, con un grado de complejidad similar al de un título de Ingeniería”, de acuerdo con una página de su biografía en el sitio oficial del gobierno. Sin embargo, el actual currículo de la academia, según una tesis reciente de maestría, no incluye cursos de Física ni Cálculo. Lo que sí incluye son muchas horas de Filosofía, Sociología, Derecho, Geopolítica, Psicología e Historia Militar. Cuando critica a las Humanidades, el presidente socava las disciplinas integrales de su propia educación en las ciencias militares.

Bolsonaro también obtuvo un título en Educación Física de la Escuela de Educación Física del Ejército y después se convirtió en un maestro en el salto de paracaídas, como parte de la brigada de paracaidismo de Río de Janeiro. “Se ganó el primer lugar en una clase de 45 estudiantes en la Escuela de Educación Física del Ejército, así como el primer lugar en el curso autónomo de buceo que ofrece el Grupo de Búsqueda y Rescate del Departamento de Bomberos de Río de Janeiro”, dice el sitio web del gobierno.

No obstante, el presidente prefiere realzar la capacitación práctica que recibió en la academia por encima de esas inútiles clases de Ética o todas esas tonterías del Derecho Penal Militar. En una transmisión de Facebook Live de abril, Bolsonaro alabó un curso de reparación de refrigeradores y televisores que tomó como teniente del ejército hace décadas. “Si practicara esa profesión en la actualidad, ganaría más, mucho más, que la gente con un título universitario”.

Y eso, después de todo, es crucial. El ministro de Educación estuvo de acuerdo y agregó que la meta principal del gobierno es enseñar las habilidades básicas a los niños, como leer, escribir y las matemáticas. Luego enseñarán una actividad que pueda generar ingresos para el estudiante y su familia.

Basta de Filosofía, Sociología, Literatura y las Humanidades. ¿Quién necesita el razonamiento cuando, sin él, nuestros hijos aún pueden crecer para ser los futuros presidentes de Brasil?

Fuente del artículo: https://www.nytimes.com/es/2019/06/15/recortes-educacion-brasil-bolsonaro/

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Brasil en el G20: “La educación como un derecho humano y uno de los vectores para la justicia social es innegociable”

Por: CLADE. 

En entrevista a la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), la coordinadora de Políticas Educativas de la Campanha Nacional pelo Direito à Educação, de Brasil, analiza el contexto de la educación pública en el país, así como los desafíos y amenazas que este derecho ha enfrentado en los últimos tiempos. Comenta, asimismo, lo que representa la cumbre del G20 para la educación brasileña.

Según Andressa Pellanda, “la educación debe mirarse como derecho y no un servicio. Necesita garantizarse con calidad, de manera pública y gratuita para todas y todos, desde un financiamiento adecuado”.

Lea la entrevista completa:

¿Cómo está la situación de la educación pública en Brasil?

Andressa Pellanda – Todavía tenemos en Brasil 2,8 millones de niñas, niños y adolescentes que no están en la escuela. Frente a esta situación, vemos que todavía tenemos un reto inmenso de acceso escolar. Para que se entienda la dimensión, esta cantidad de personas es más grande que toda la población de 59 países en el mundo.

Además, todavía tenemos el reto de la inclusión de todas y todos las/os niñas, niños y adolescentes, muchas y muchos de las/os cuales están en la escuela, pero no están efectivamente incluidas e incluidos, sufren discriminaciones por su raza, etnia, color, género, orientación sexual, discapacidad, etc.

Parte del desafío de la inclusión dice respecto a la falta de políticas anti-discriminatorias y también a la falta de calidad en la educación. La baja calidad está relacionada especialmente a la precaria infraestructura de las escuelas y a la casi inexistente valorización de las y los profesionales de la educación, que necesitan una buena formación inicial y contínua, buenas condiciones de trabajo y un salario que sea equivalente al de otras profesiones con la misma formación.

Todo eso está directamente relacionado al bajo nivel de financiamiento para el área y al hecho de que las políticas de educación no han tenido importancia central a mediano y largo plazo, como es el caso del Plan Nacional de Educación, que llegará a junio de 2019 en su 5º aniversario, probablemente, con el mismo diagnóstico de descumplimiento.


¿Cuáles son las principales amenazas que la educación brasileña enfrenta actualmente?

Andressa Pellanda – La educación en Brasil viene sufriendo una amenaza ultraconservadora, movilizada por grupos que defienden una educación acrítica, con censura, de pensamiento único y que no incluye las diversidades. Este movimiento tiene como principal bandera el proyecto de ley “Escuela sin Partido”. Frente a tales presiones, la dimensión de la inclusión y la libertad de enseñar y aprender están amenazadas.

Hay un movimiento de precarización de la educación pública, especialmente a través de recortes en el financiamiento de la educación, sintetizados por la Emenda Constitucional 95, que impone un límite de inversiones para el área hasta el 2036. En paralelo a este proceso de precarización, hay un avance de la privatización desde la gestión de las escuelas, lo que no garantiza el cumplimiento del derecho, por lo contrario, lo amenaza. De esta manera, las dimensiones del acceso y, especialmente, de la calidad, están perjudicadas.


¿Qué significa la cumbre del G20 para la educación brasileña? ¿Sobre cuáles aspectos de este encuentro el país debe estar atento?

Andressa Pellanda – El G20, como un foro de líderes que históricamente ha mirado hacia las economías de la región, así como sus retos comunes en términos políticos y sociales, representa un momento oportuno para analizar los impactos negativos que han traído las políticas de austeridad económica y de endeudamiento para los Estados como garantes de derechos.

Esperamos que los líderes reunidos puedan hacer este análisis y comprender la necesidad urgente de retomar las inversiones para las áreas sociales, ante el riesgo de haber un aumento brutal de las desigualdades, de la pobreza y de la disminución de los indicadores sociales en la región.


¿Qué se puede negociar en el G20 en términos de educación?

Andressa Pellanda – La educación debe mirarse desde la perspectiva de que es un derecho y no un servicio. Debe garantizarse con calidad, de manera pública y gratuita para todas y todos, con un financiamiento adecuado.

La educación no es solamente el aprendizaje de contenidos cognitivos. Es la formación integral y para la ciudadanía, dimensiones que muchas veces no pueden ser medidas por una política de evidencias y de evaluaciones estandarizadas. La educación como un derecho humano y uno de los vectores para la justicia social es innegociable.

Fuente de la entrevista: https://redclade.org/noticias/brasil-en-el-g20-la-educacion-como-un-derecho-humano-y-uno-de-los-vectores-para-la-justicia-social-es-innegociable/

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