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Estudio en provincia canadiense permite tantear sexualidad de jóvenes

América del norte/Canadá/02 Agosto 2018/Fuente: Prensa Latina

La mayoría de los jóvenes de ambos sexos en New Brunswick sufren hoy una vida sexual »decepcionante», según sugirió un estudio de la universidad de esa provincia canadiense.
El tanteo, que permitió entrevistar a más de 400 jóvenes de 16 a 21 años en ese territorio, encontró que el 79 por ciento de los varones y el 84 por ciento de las hembras confesaron haber tenido problemas sexuales durante un período de dos años como mínimo.

La profesora de psicología Lucia O’Sullivan, quien dirigió la investigación, advirtió que gran parte de las personas asocian ‘la vida sexual de los jóvenes, especialmente al principio, con diversión, placer y hedonismo’; sin embargo, es una percepción errónea.

El rastreo arrojó que muchos jóvenes tuvieron una disfunción ‘persistente y molesta’ y en sentido general enfrentan problemas sexuales.

Las dificultades más comunes en los del sexo masculino incluyeron la baja satisfacción sexual, poco deseo y problemas de erección, mientras que las féminas mostraron una incapacidad para alcanzar el orgasmo, así como escasa satisfacción sexual y dolor.

Para O’Sullivan, cuya pesquisa se centra en la sexualidad y las relaciones íntimas, son preocupantes las altas tasas de desinterés, la poca excitación y la escasa satisfacción.

En ese sentido, planteó que la educación sexual en Canadá, debe poner más énfasis en el placer.

‘Es extremadamente común que los jóvenes tengan relaciones sexuales muy decepcionantes, dolorosas y no deseadas’, subrayó la experta al insistir que en ocasiones mantienen contactos íntimos aunque no les guste porque sienten que ‘deberían hacerlo’.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=200135&SEO=estudio-en-provincia-canadiense-permite-tantear-sexualidad-de-jovenes
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Campaña en El Líbano para sensibilizar jóvenes con temas sociales

Asia/Líbano/26 Abril 2018/Fuente: Prensa Latina

Una campaña para sensibilizar con temas sociales a jóvenes, arrancó hoy en dos universidades capitalinas mediante una feria que involucra a unas 200 organizaciones no gubernamentales.
En declaraciones a Prensa Latina, el secretario general del rectorado de la Universidad de Saint Joseph, Fouad Maroun, expresó que los dos centros docentes acompañan una iniciativa para atraer estudiantes a la dinámica ciudadana.

Así, continuó, se han desplegado unos 200 pabellones en los campus para que los educandos perciban temas presentes en la sociedad que casi no reciben visibilidad por los medios.

En la facultad de medicina de la Saint Joseph, las ong dispusieron de espacio para mostrar cuánto se hace por personas con necesidades especiales, pacientes de cáncer, víctimas de violencia de género y mujeres inmigrantes, entre otras.

El representante de Include Club, Balil Sanak, dijo a Prensa Latina que resulta delicado en la sociedad libanesa una persona con necesidades especiales, aunque hay carencias en todos los seres humanos en algún momento.

Con el lema ser discapacitado no es contagioso, Include trata de cambiar hábitos y costumbres que marginan a personas con defectos físicos o perdieron algún órgano por diversas razones, explicó.

La Asociación Bárbara Nassar ofrece atención a enfermos de cáncer que van desde apoyo sicológico hasta ayuda económica, refiere a Prensa Latina Maha Haddad.

Muchas de las personas con diagnóstico de cáncer, indicó, caen en depresiones y nosotros organizamos actividades sociales y consultas de especialistas para que mejoren en su estado moral y emotivo y recuperen fe por la vida.

Esa ONG surgió a partir del episodio de Bárbara Nassar, quien murió en sus cuarentas, pero antes y junto a su esposo e hijos, Hany, recorrió todo el país para encorajar a las que sufrían de igual enfermedad.

La organización no gubernamental Dar el Amal se ocupa de rehabilitar a presas, a las que ofrece cursos de capacitación y educación para que puedan recuperar sus vidas, relata su representante en la feria de la Saint Joseph, Salla Mougrabi.

Tenemos dos escuelas, una en Naba y otra en Sabra, precisó, que reciben a niños con muy bajos recursos, analfabetos muchos de los cuales, a quienes ayudamos a incorporarse a la enseñanza normal.

Según los organizadores, hubo una encuesta entre los estudiantes para conocer cuáles temas cubrirían sus intereses y la feria de dos días recibe una asistencia numerosa que al parecer cumple sus objetivos de apoyar a los menos favorecidos.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=172747&SEO=campana-en-el-libano-para-sensibilizar-jovenes-con-temas-sociales
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¿Por qué los jóvenes están de acuerdo con los dictadores y la corrupción?

Por: Julián de Zubiría

Julián De Zubiria analiza los preocupantes resultados de los estudiantes colombianos alcanzados en la Encuesta Internacional de Cívica de 2016. Allí los jóvenes se muestran partidarios de las dictaduras y benévolos con los actos de corrupción.

Se han divulgado los resultados del Estudio internacional de Cívica en el que participaron 24 países, entre ellos Colombia. Es un estudio realizado con jóvenes de 14 años que cursan el grado octavo. Algo tenemos que estar haciendo muy mal en el continente porque nuevamente los últimos cinco lugares son ocupados por los países latinoamericanos.

Los resultados han generado gran discusión en el país, ya que el 73% de los jóvenes colombianos estuvo de acuerdo con los gobiernos autoritarios, pues suponen que generan un impacto positivo en el orden y la seguridad. La mitad de ellos también se declararon partidarios de “cerrar los medios de comunicación que critiquen al presidente”. Así mismo, un porcentaje similar está de acuerdo con pagar un soborno para agilizar un trámite y vieron como conveniente que “un funcionario público apoye a sus amigos consiguiéndoles empleos en su oficina” (53 %).

Estas respuestas hablan muy mal del proceso educativo que como sociedad hemos llevado a cabo para formar a los futuros ciudadanos tanto en términos de la defensa de la libertad de pensamiento, prensa y opinión, como de la independencia de poderes y del sagrado cuidado que deberíamos tener sobre los bienes públicos.

Lo que ven los jóvenes en Colombia es que existe una total impunidad en torno a los líderes políticos que delinquen y roban el erario público. Los jóvenes ven que los líderes políticos actúan como si estuvieran por encima de la ley. Por esta razón, pueden estar acusados de asesinatos, violaciones o calumnias. En general los procesos no avanzan y finalmente, no les pasa nada a los inculpados. Incluso, es algo trágico y frecuente que los testigos sean asesinados, como acaba de suceder esta misma semana con uno de los testigos estrella en el proceso que le lleva la Corte Suprema de Justicia al expresidente Álvaro Uribe. En este contexto, los jóvenes no se forman en valores democráticos de respeto a la ley, a la diferencia de criterios, la libertad de opinión y la independencia de poderes.

Cuando les permiten alcanzar mayor número de votos, los partidos políticos han avalado a mafiosos, ladrones, parapolíticos y narcotraficantes. Por ello, es comprensible que los jóvenes consideren a los partidos políticos como la institución en la que menos confían (28%). Tenía toda la razón el ex magistrado de la Corte Constitucional Carlos Gaviria cuando decía que “El que paga para llegar, llega para robar”. En Colombia, los partidos pagan para llegar y eso lo saben los jóvenes.

Fueron los partidos políticos los que llevaron a Carlos Leder, Kiko Gómez y Pablo Escobar al Congreso. Hace muy pocos años, el 35% del Congreso fue investigado por nexos con la parapolítica y en el mismo periodo 5.300 militares han sido investigados por asesinatos conocidos por la prensa como “falsos positivos”. Es triste que los medios de comunicación denominen a las ejecuciones extrajudiciales con este eufemismo. En realidad, son asesinatos realizados con el único fin de que algunos militares asciendan en el escalafón. Los jóvenes también saben que la mayoría de magnicidios en Colombia han quedado en la impunidad. Así ha pasado desde Gaitán, pasando por Galán y Garzón, para mencionar tan solo unos pocos.

Hemos constituido una sociedad que aprendió a resolver los problemas a machete y a bala. De allí que no es de extrañar que la mitad de los jóvenes afirmen que “El que me la haga, la paga”. Cuando se les pregunta ¿por qué dicen eso? La respuesta es la misma: Eso es lo que hemos visto hacer a los mayores en Colombia. Estamos formando a las nuevas generaciones en valores antidemocráticos.

También en América Latina el apoyo de los adultos al autoritarismo es alto y creciente, lo cual refuerza la tesis de que estamos ante un proceso de aprendizaje de los jóvenes de los valores antidemocráticos. El propio informe de cívica que estamos analizando, informa que en 2014 el 56% de los adultos de América Latina consideraban la democracia como la mejor forma de gobierno; para el 2016, este porcentaje había bajado al 49%.

Los hijos ven a sus padres comprando productos robados, de contrabando, sobornando a la policía y evadiendo impuestos. Es el mundo de los “vivos” y la “cultura del atajo” que se expresa en el mensaje que se les da a las niñas en los barrios populares de que “Sin tetas no hay paraíso”. Por ello, la prioridad son las cirugías estéticas de levantamiento de cola y de engrandecimiento de los senos.  Tenemos muy seguramente uno de los mejores ciclistas del mundo y los periodistas deportivos se refieren a él como al “capo del equipo”. Es una cultura heredada de las mafias y cuya estructura valorativa también proviene de allí. Por eso “todo vale” y “hay que ponerle zancadilla a quien se atraviese”.

Al mismo tiempo, lo que se enseña en la escuela por lo general no sirve en la vida y lo que necesitan los jóvenes no se enseña en la escuela. Se siguen abordando contenidos totalmente impertinentes. A nivel universitario el problema es todavía más grave ya que hay un profundo descuido de la formación ética, la educación ciudadana y el conocimiento de sí mismo.  No se tienen en cuenta criterios éticos en las evaluaciones ni en la promoción de un estudiante. El proyecto de vida queda a merced del joven, sin que prácticamente intervenga ningún mediador cultural: la escuela, la familia o la universidad.

Para complejizar, se expulsa a niñas embarazadas de los colegios porque supuestamente dan “mal ejemplo” y no se autorizan las formas personales para vestir, violando en ambos casos la Constitución de 1991. Las instituciones educativas no son ejemplo de participación. Debido a ello, en general, los profesores y los jóvenes no participan en el diseño y ajustes del Proyecto Educativo Institucional, ni en el currículo, ni en el diseño y enfoque de las actividades extracurriculares.

Este es el contexto en el que los jóvenes colombianos concluyen que un mesías les va a resolver los problemas. No saben que estos remedios siempre resultan peores que la enfermedad. Las dictaduras necesariamente se convierten en los gobiernos más corruptos posibles, porque desaparece el control que ejerce la oposición, la ciudadanía y la prensa. En la historia lo hemos visto una y otra vez. Todos los dictadores, sin excepción, terminan restringiendo las libertades y prohibiendo el pensamiento crítico. Para poder hacerlo tienen que espiar y asesinar la oposición, disolver las cortes judiciales y el Congreso, para concentrar el poder. Eso mismo lo han hecho una y otra vez los dictadores de izquierda y de derecha. En corrupción y en violación de derechos humanos, son mayores sus semejanzas que sus diferencias.

Para resolver un problema, la primera condición es reconocerlo. La extensa convivencia que hemos tenido como sociedad con la guerra y las mafias, han afectado de manera significativa nuestra estructura ética y valorativa y han generado buena parte de los problemas de los que estamos hablando y que se pueden englobar en el término de la “cultura del atajo”, para la cual, “todo vale”. En Colombia la guerra destruyó el tejido social. Es por ello que casi no confiamos en nadie, tal como sucede en los países que continúan en guerra. Mientras que en Suecia y en China confían en más del 70% de las personas que conocen, en Colombia, tan solo confiamos en el 4% de las personas que están a nuestro alrededor. De esta manera es inviable el trabajo en equipo y mucho menos un proyecto nacional. Los jóvenes tampoco confían en el congreso (46%), y casi nada en los partidos políticos (28%). Por eso, no votan: El 81% de los jóvenes no salió a votar en el plebiscito del 2 de octubre del 2016. Un plebiscito decisivo para la historia del país, el cual, tristemente, casi no contó con el voto juvenil.

La mejor noticia de la encuesta es cuando nos informa que los estudiantes que alcanzan mayores conocimientos cívicos, presentan actitudes más democráticas y están más propensos a obedecer la ley y a no caer en actos de corrupción. También la Encuesta de Cívica nos indica que, si los padres cuentan con títulos universitarios, sus hijos presentan actitudes más democráticas. Ambos resultados, ratifican una derivada esencial: la única posibilidad que tenemos para fortalecer las actitudes favorables ante la democracia y la convivencia proviene de que fortalezcamos los procesos de formación a cargo de las familias, las instituciones educativas, los medios masivos de comunicación y la sociedad en su conjunto. La educación está llamada a ser el proyecto nacional que hoy debe convocar al país. En el largo plazo, no hay ninguna otra opción para garantizar el desarrollo integral y sostenido de los individuos y de la sociedad.

Estamos a puertas de una nueva elección presidencial, ojalá sea una oportunidad para promover un voto más libre, más reflexivo y más independiente. Al fin y al cabo, sin ello no es posible hablar de democracia. Es un buen momento para recordar a Ortega y Gasset cuando decía: “Jóvenes, haced política. Porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros. Y probablemente, contra vosotros”.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/segun-la-encuesta-internacional-de-civica-los-jovenes-estan-de-acuerdo-con-los-dictadores/564020

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España: La escuela empieza a perder jóvenes atraídos por los trabajos precarios

España/24 diciembre 2017/Fuente: La Vanguardia

  • La Fundació Bofill asegura que ha detectado ya los primeros signos del fenómeno.

La precarización laboral está lastrando a la población juvenil, sean buenos o malos estudiantes, adolescentes o jóvenes. Con los primeros signos de la recuperación económica se está viendo que el tipo de oferta laboral low cost afecta tanto al comportamiento de los estudiantes más jóvenes poco motivados, que se desenganchan de la formación para ganar algo de dinero ocupando puestos de baja cualificación, como al de aquellos jóvenes altamente formados, que a falta de ocupaciones de su nivel, trabajan en puestos para los que no se requieren altos estudios.

“Durante la crisis, muchos jóvenes vulnerables buscaron refugio en el sistema educativo porque no tenían oportunidades de encontrar trabajo”, explica Francesc Pedró, analista superior de políticas en el Centro de la OCDE para la Innovación e Investigación Educativa (CERI). “Su permanencia en la escuela era una oportunidad para que el sistema educativo los retuviera –continúa–. Por tanto, cabría preguntarse qué pasaría si el mercado laboral mejoraba”. ¿Ofrecería la escuela suficiente atractivo para que los chavales resistieran la tentación de marcharse por ganar algo de dinero?

“Vemos que aún hay un alto porcentaje de estudiantes que abandonan (el 18,1%), un indicador que ha dejado de mejorar en los últimos años, y aquellos que abandonaron hace cuatro años ya no retornan”, señala el coautor del Anuario de educación de la Fundació Jaume Bofill.

En los últimos diez años ha mejorado notablemente la participación de los jóvenes en la educación. En el 2008, sólo el 51% de los chavales de 16 a 24 años estudiaba (la otra mitad trabajaba, buscaba empleo o estaba inactiva). Esta cifra ascendió hasta el 64% en el 2014 pero, pese a los intentos de nivelarse con las medias europeas, apenas se ha movido de esos dígitos en el 2015 y 2016.

La tasa de abandono prematuro (antes de terminar la ESO) también presenta estancamiento. Las políticas educativas, junto con la falta de trabajo durante la crisis, lograron que el abandono cayera desde un 33% en el 2008 al 18% actual. Pero hace dos años que apenas registra mejora y aún se sitúa lejos del 11% de la media europea.

El Anuario 2016 señala que la reducción de la tasa de abandono se ha debido, principalmente, al deterioro laboral, pero también a la mejora del sistema de educación, que ha logrado tasas de graduación de la ESO de más de 15 puntos en la última década.

Según el informe, la relación de los niños con la escuela es más positiva, las escuelas han logrado mejorar competencias clave en el aprendizaje, como la comprensión lectora, y se han creado nueva oferta de grados de formación profesional. Aun así, las experiencias de fracaso, como las repeticiones, siguen empujando a los chavales fuera de las escuelas.

El mercado laboral no ha sido capaz de crear suficientes empleos para los licenciados con alta cualificación

El tercer factor inquietante, señala Francesc Pedró, es la disminución del retorno a la escuela de alumnos que la abandonaron en la ESO y que a los 20 años se matriculan en algún ciclo de grado medio de formación profesional (CFGM). En el gráfico adjunto se observa como a medida que aumenta la tasa de ocupación disminuyen los estudiantes de formación profesional mayores de 20 años. “Un trabajo presumiblemente precario ha logrado desengancharlos del mundo de la formación”, indica Bernat Albaigés, el otro autor del anuario.

“Cuanto más tiempo pase, más difícil resultará un posible retorno”, añade, por lo que cabe esperar que una parte de la población juvenil no tenga más formación que la obligatoria.

Los empleos de camarero, aunque hayan crecido, son escasos y se los disputan también los universitarios para quienes no se ha creado ocupaciones adecuadas a sus cualificaciones.

“Después del esfuerzo que ha realizado el país en formación universitaria (en 10 años se ha incrementado en dos dígitos el porcentaje de jóvenes con niveles de formación superior), estos no encuentran trabajo de lo suyo, por lo que puede ocurrir que los estudiantes valoren que invertir en la universidad no sale a cuenta para terminar sirviendo en un bar”, indica Albaigés.

La investigadora Queralt Capsada es especialista en sobrecualificación. Después de una estancia en la UPF se ha marchado a la Universidad de Glasgow como investigadora posdoctoral. Precisamente la fuga de jóvenes a otros países es una de las salidas a la falta de trabajo cualificado. Otra menos estimulante es la aceptación de trabajos por debajo del nivel.

“Frente a la creencia de que hay un exceso de universitarios en España, cabe señalar que lo que hay es una falta de empleos cualificados para ellos, por lo que aceptan empleos low cost que deberían ocupar gente con otro tipo de formación”, indica Capsada.

Según un estudio del Observatorio Social de La Caixa, en septiembre del 2016 había casi 11 millones de titulados superiores y sólo cerca de seis millones de puestos ajustados a esta cualifi­cación

El fenómeno de la sobreeducación ha crecido en todas las franjas de edad desde el año 2005, pero incide especialmente en los trabajadores situados entre los 20 y 34 años, entre los que casi tres de cada diez están en empleos por debajo de su formación. Este fenómeno es más grave entre las mujeres, que han acusado más la crisis que los hombres, con una diferencia de 10 puntos.

Actualmente la precariedad afecta también a aquellos trabajadores con título universitario que están a mitad o al final de su carrera laboral (26% y 17%, respectivamente).

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20171220/433769364964/escuela-jovenes-trabajo-precario.html

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Una novela para adolescentes que mira al autismo de frente

América del norte/Canadá/12 Agosto 2017/Fuente: Infobae

La escritora canadiense Victoria Grondin imagina en Diferente un mundo donde la norma es el autismo y no hay lugar para personas «normales».

La OMS estima que uno de cada 160 niños tiene algún trastorno del espectro autista. Siguiendo esa lógica, en el planeta habría aproximadamente 46 millones de jóvenes que padecen este tipo de trastornos.

Sin embargo, el mundo todavía no encuentra la forma de moldearse para terminar de aceptar e incluirlos en los puestos de trabajo, en la educación, en la política y en la vida diaria. Muchos padres de niños autistas los someten a decenas de tratamientos experimentales para curar una enfermedad incurable y no comprenden que lo que tienen que cambiar es el mundo, no a sus hijos.

Imagínense, entonces, un mundo en donde la gran mayoría de la población es y siempre fue autista, donde la educación y el mercado laboral están hechos para aprovechar y entrenar el «don» u «obsesión» que caracteriza a cada uno de sus habitantes (quienes padecen este trastorno), donde todos están acostumbrados a los ataques de pánico por ciertas imágenes o sonidos y sepan cómo ayudar a quienes los están sufriendo, un mundo donde cada minuto de cada hora de la jornada de una persona esté calculado desde antes de despertarse.

Eso mismo se imaginó Victoria Grondin (Quebec, 1997) mientras estudiaba el autismo como parte de su programa educativo. Victoria, entonces, escribió Diferente (Planeta, 2017), una novela corta situada en una Canadá de dichas características, y la presentó como trabajo final de la secundaria.

Una novela donde lo “anormal” es lo “normal”

Una novela donde lo “anormal” es lo “normal”

Diferente tiene como protagonista a Guillaume, un adolescente que padece el Síndrome de Wing, un trastorno cerebral que sólamente padecen otras 8 personas en el mundo y que lo hace significativamente distinto a los demás. Para decirlo más claramente, él no es autista y, en su realidad, eso es catalogado como una enfermedad. Este síndrome hace que Guillaume, a diferencia de la gente «normal», no sufra ningún tipo de ansiedad provocada por estímulos sensoriales. Sus cinco pulseras verdes, que debe llevar obligatoriamente, indican que no sufre ningún tipo de alteración en ninguno de sus cinco sentidos. También suele hablar usando excesivamente metáforas y figuras retóricas, lo que desconcierta a los demás. Y, fundamentalmente, no tiene ningún don en particular. Mientras su hermano gemelo, William, es dotado en neurociencia, Guillaume no tiene ninguna especialización en particular, lo que hace que otros y él mismo piensen que es tonto.

Cansado de la incompresión de su familia, de ser constantemente apabullado por los médicos que quieren estudiar su condición y de tener que vivir en un mundo que no está hecho para él, Guillaume termina encontrando apoyo en una chica nueva en su escuela que es como él y parece tener todas las características del Síndrome de Wing excepto una, es dotada en Jazz.

Debo decir que esta novela me sorprendió gratamente. Mientras esperaba la clásica historia del joven diferente e incomprendido que encuentra a una chica como él que lo entiende, se enamoran y, entonces, o hay un final feliz o al final se muere uno, me encontré con una historia atípica, profunda y de gran valor literario. Además de ser una novela juvenil entretenida, es un rico estudio sobre la sociedad humana y los trastornos autistas.

La prosa (juvenil pero correcta) de Grondin nos mete con la historia y nos invita a que nos identifiquemos con su protagonista porque, por esta vez, él es diferente, pero igual a nosotros. La narración es muy dinámica y no se estanca en descripciones. Novela breve, dura lo justo y necesario; puede leerse tranquilamente de un tirón en una tarde. Diferente es una nueva joyita de la literatura de y para jóvenes que sabe abrirse paso.

Imagen: http://www.infobae.com/new-resizer/aCRoZBZ6VWXMl9Ae62q7d7QSTvo=/600×0/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2017/08/08160911/Victoria-Grondin-%C2%A9-Francois-Couture.jpg?token=bar

Fuente: http://www.infobae.com/grandes-libros/2017/08/09/una-novela-para-adolescentes-que-mira-al-autismo-de-frente/

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España: Los menores de 30 años tendrán una nueva oportunidad de formación y prácticas

Europa/España/06 Agosto 2017/Fuente:elcorreogallego /Autor:elcorreogallego

La Diputación de A Coruña destina 30 millones de euros para el programa Estratexia de Inserción Xove (EIXO), destinado a todos los jóvenes de la provincia

La Diputación de A Coruña ha puesto en marcha un programa de formación y prácticas para personas menores de 30 años de los ayuntamientos de la provincia de menos de 50.000 habitantes, según informa.

Este proyecto, que ha sido aprobado por el Fondo Social Europeo, tiene como objetivo «incrementar la inserción laboral de los jóvenes de la provincia, aumentando su capacitación en los sectores con más demanda de profesionales cualificados», explica.

Denominado Estratexia de Inserción Xove, esta actuación se desarrollará dentro del Plan de Emprego Local (PEL) de la Diputación de A Coruña. Según la institución provincial, se trata de una iniciativa que recoge «todos los recursos y actuaciones destinados a fomentar la creación de empleo en el sector público y privado».

El proyecto ofrecerá nueve itinerarios distintos que, además de formación profesional y prácticas específicas de cada sector, contarán con módulos transversales de sensibilización a la igualdad, tecnologías de la información y de la comunicación, redes sociales e inglés profesional.

Todas las formaciones serán acreditables y homologadas. Además contarán con una bolsa para cada participante de arrededor de 2 euros por cada hora, con el objetivo de fomentar la participación y permanencia en los cursos.

Fuente de la noticia: http://www.elcorreogallego.es/galicia/ecg/menores-30-anos-tendran-nueva-oportunidad-formacion-practicas/idEdicion-2017-08-03/idNoticia-1067525/

Fuente de la imagen: http://fundacion.unirioja.es/uploads/Texto/17/4b791309-35dc-4968-9ee5-5cf80ac00114-1024_768.jpg

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El estudiante del siglo XXI

Por: Eduardo Andere

Estudiar más horas no se traduce en mejores calificaciones para el promedio de los jóvenes de la OCDE, según PISA; excepto para los asiáticos, latinoamericanos y estadounidenses. Los asiáticos entre más estudian más aprenden; los latinoamericanos, entre más estudian aprenden lo mismo, al igual que los estadounidenses, pero los canadienses y los europeos entre más estudian menos aprenden. Tres patrones diferentes. Lo anterior parece indicar que no existe tal cosa como escuela de clase mundial, si lo que entendemos como eso son altos resultados.

Además, los estudiantes de los países miembros de la OCDE, que tienen los peores resultados en PISA son quienes están más satisfechos con su vida, tal es el caso de los mexicanos. Corea del Sur, que es el país cuyos estudiantes muestran el nivel más bajo de “satisfacción con la vida”, tiene uno de los niveles más altos de desempeño en los resultados de PISA desde el año 2000.

Los estudiantes israelitas, que son los que dicen tener mayor motivación de logro (alcanzar una meta), están muy abajo, en los resultados de sus compañeros de otros 34 países de la OCDE. Los finlandeses que tienen el menor nivel de motivación de logro, se han ubicado por 15 años consecutivos, en los mejores niveles de desempeño. Los mexicanos tienen, en relación con el promedio de la OCDE, un nivel alto de motivación de logro, sin embargo, consistentemente, se ubican en el último lugar de PISA entre los países miembros de la OCDE. Una posible interpretación es que “la meta” (“obtener el más alto resultado”, o “ser el mejor estudiante”) responda más a un estímulo externo que a una razón interna de crecimiento. La meta se convierte en una obsesión; y el proceso para lograrla, un sufrimiento. Mucha motivación de logro puede provocar ansiedad excesiva.

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¿Es buena o mala la expectativa de una carrera universitaria para los jóvenes entre 15 y 16 años de edad? Bueno, la respuesta depende de su nacionalidad. No parece ser para neerlandeses, finlandeses, rusos, alemanes, austríacos, franceses, noruegos o suizos que menos del 30% espera terminar un grado universitario. Pero sí parece ser para los coreanos, chipriotas, canadienses, chilenos, griegos, israelitas, japoneses, checos, mexicanos, estadounidenses, colombianos, peruanos y singapurenses donde más del 55% espera completar un grado universitario. ¿Qué sucede? Más desarrollo parece estar negativamente relacionado con expectativa de formación universitaria. ¿Por qué? Por la percepción de movilidad social. Entre más se perciba al grado universitario como palanca de mayor ingreso esperado, mayor expectativa de lograrlo. La gran mayoría de estudiantes que no espera obtener un grado universitario, podría pensar que una formación práctica les otorgará un nivel de bienestar similar o superior al recibido por un título universitario.

¿Qué hacen los estudiantes fuera de la escuela? Una parte importante del día, navegar en internet. Los chilenos, entre 15 y 16 años de edad, son los estudiantes que más tiempo le dedican a la semana y durante el fin de semana a realizar actividades en internet: 195 minutos al día entre semana y 230 minutos al día en el fin de semana. Quienes menos tiempo están en internet, entre los países de la OCDE, son los coreanos: 55 y 107 minutos respectivamente. Los mexicanos le dedican 121 minutos o 136 minutos. El promedio de la OCDE se ubica en 146 y 184 minutos.

¿Es bueno o malo que los niños y jóvenes le dediquen tanto tiempo a internet o a los artilugios digitales? La respuesta no es universal. Depende, primero, de qué tanto tiempo el estar en internet les precluye de otras actividades como jugar, leer, tocar un instrumento, hacer ejercicio o deporte. La evidencia no es contundente y necesitamos más tiempo y estudios longitudinales, pero yo normalmente me alío con los psicólogos del desarrollo infantil que sugieren que el aprendizaje virtual no debe sustituir al aprendizaje obtenido a través de los sentidos. No se puede oler, tocar o palpar  por internet. Uno no puede andar en bicicleta, correr, oler, saltar, nadar por internet. Dicho eso, la revolución digital ayuda, junto con otros fenómenos de la era moderna, a la creación de un nuevo tipo de sociedad que se le ha denominado la sociedad o la economía de la creatividad.

¿Qué deben hacer los padres de familia y los maestros? Tratar al máximo las experiencias reales, la exploración, el contacto humano; limitar y orientar, no prohibir, el uso de los artilugios digitales; convivir con los hijos y estudiantes y acompañarlos en lo importante y en lo trivial, y procurar ambientes adecuados, poderosos y creativos de aprendizaje. DSCN1176¿Cómo? Cordialidad, interacción positiva, lectura, música, deporte, arte, alimentación sana, cooperación y, sobre todo, interés genuino por los intereses y gustos de los niños.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-estudiante-del-siglo-xxi/

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