España – OCDE: eliminar a los pobres, no la pobreza

OCDE: eliminar a los pobres, no la pobreza

Eduardo Luque

La falta de empatía y coherencia son algunas de las constantes en multitud de figuras públicas. En una sociedad donde el espectáculo como diría Guy Debord lo es todo, el político neoliberal o el populista de turno muestra, en época electoral. un rostro bondadoso besando niños y haciendo como que escucha las demandas de sus posibles votantes. Una vez conseguido el objetivo se transmuta y como en la novela de Stevenson, deja de ser el doctor Jekyll y asume el papel del señor Hyde. Es, en ese momento post-electoral, cuando conocemos realmente a esas figuras públicas.  Dan Patrick (72 años) es uno de estos personajes. El vice-Gobernador del Estado de Texas declaró que: “los abuelos deberían sacrificarse para salvar la economía y no paralizar al país norteamericano. Deben morir”. Anteriormente, Christine Lagarde (66 años) presidenta del Banco Central Europeo y ex gobernadora del Fondo Monetario Internacional (FMI) suscribía un documento donde se podía leer: “los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global”. El señor Taro Aso, (81 años), ex Ministro de Finanzas japonés afirmaba: “Pido a los ancianos que se den prisa en morir para que el Estado no tenga que pagar su atención”. Las expresiones hacia este nuevo fascismo gerontológico se multiplican, si otro día comentábamos la modificación de las leyes canadienses que permitían la eugenesia a los pobres, ahora es la todopoderosa Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la que en su último informe parece desear el exterminio de las personas de edad.

Para este organismo internacional el reto futuro es el envejecimiento de la población. La causa de los grandes males de la humanidad, no son las guerras, que propicia el capitalismo neoliberal, no son las enfermedades perfectamente curables que matan a millones, ni la crisis financieras que extienden un manto de pobreza sobre las poblaciones. No es la especulación sobre los alimentos que se hace en las bolsas de Amberes o Chicago. Para la OCDE la causa son los ancianos que viven demasiado.

El sistema capitalista acuciado por sus crisis recurrentes pretende aplicar teorías eugenésicas que pensábamos superadas. El gran teórico de la eugenesia fue, como todos sabemos, Thomas Robert Malthus (1766-1834). Aunque fue un hombre muy longevo para su tiempo (vivió 80 años) jamás pensó en aplicar sus tesis sobre el exceso de población a él o los suyos. Sus pronósticos sobre la imposibilidad de alimentar a una población que crecía de forma geométrica, mientras los recursos lo hacían de forma aritmética, estaban basados en cálculos matemáticos supuestamente irrefutables. Para controlar la población propuso varias vías. Proponía el retraso del matrimonio, el celibato y la continencia conyugal. las llamadas Prudential restraints (restricciones con prudencia); evidentemente estas propuestas iban dirigidas sobre todo a las clases pudientes: para los pobres proponía la supresión de las ayudas sociales como La Ley sobre la Pobreza (Poor Law) y la eliminación física por hambre de los hijos de los sectores más pobres de la sociedad. Esta ideas fundidas con el Darwinismo social han sustentado la consideración de “parásitos sociales” a los débiles o menos productivos.

Estas tesis ahora encuentran un buen momento para salir de nuevo a la luz. En este caso no se trata de un problema demográfico como sostenía Paul Ejrlich en ”La bomba de la población” (1968) o como el estudio clásico de Dennis L. Meadows y su libro “Los límites del crecimiento” (1970). No se trata de reducir la población porque haya un exceso, se busca la expropiación y posterior concentración de la riqueza social en manos privadas por el método maltusiano de reducir la población “pasiva”. Detrás de las propuestas de la OCDE oímos los ecos ahora disfrazados con guarismos matemáticos de las tesis de Maltus y su Prudential restraints[1] . El dia 30 de agosto este organismo hizo público su último informe sobre pensiones: “Funding The Future: The Impact of Population Ageing on revenues across levels of government” e insiste en el camino iniciado por el Banco Mundial en 1994. Esa institución proponía la privatización de las pensiones, la educación y la sanidad. Fue la base para impulsar la ola de privatización que nos asola en este momento. Ahora, cuando Europa sufre las consecuencias de la guerra en Ucrania, y está en una situación que será aún más angustiosa, la OCDE pretende aprovechar el miedo y el marasmo económico y dar una vuelta de tuerca.

El informe parte de una premisa falaz: las jubilaciones son un gasto y por tanto se han de recortar al mismo tiempo que aumentamos los años de cotización y reducimos, encareciéndolas, las prestaciones en sanidad. El objetivo subyacente promueve de hecho una reducción intensa de la población jubilada. El razonamiento es tan falso como perverso. La premisa es que las personas mayores son las que más se van a beneficiar del estado del bienestar e incrementan por tanto el gasto público. “El grupo que soporta la carga fiscal más alta, los trabajadores, es diferente del grupo que más se beneficia del estado de bienestar, los pensionistas”; en consecuencia se recomienda incentivar “una mayor dependencia de los impuestos sobre el capital, los ingresos de la propiedad y de las pensiones”. Para equilibrar la balanza, la OCDE promueve que los jubilados paguen más por los servicios que reciben. Evidentemente este Think Thank del pensamiento neoliberal olvida que los ingresos de los pensionistas son en general muy inferiores a la media y que las tasas de reposición, precisamente por las recomendaciones de la OCDE, van a la baja. Se sugiere también como vía de estabilizar el supuesto “déficit”, que las pensiones han de ser gravadas con nuevos impuestos o reducidas sus cuantías; en definitiva, que los mayores tarden más en acogerse a la jubilación y que paguen más por la sanidad: “El cuidado de la salud se ve particularmente afectado por el envejecimiento de la población, ya que los adultos mayores tienden a consumir más servicios de salud que la población activa”. En la misma línea propone la subida del IVA, uno de los impuestos indirectos  que más afectan a las clases humildes, eliminando los tipos reducidos y superreducidos. Por otra parte se propone un incremento en el IRPFM; en general se pretende que: “Todos los tipos de impuestos pueden volverse más eficientes ampliando su base imponible y reduciendo excepciones”

Es una propuesta sencillamente criminal que pretende endurecer los impuestos al consumo. Se quiere teóricamente compensar la caída de ingresos por impuestos producidos por la jubilación. La OCDE sabe que el IVA es uno de los impuestos que influyen sobre la presión demográfica. En nuestro país los grandes grupos de presión a través de las escuelas de negocio pretendían incrementar el IVA farmacéutico al 23%. Fue el gobierno Rajoy quien subió este impuesto del 10 al 21%, los centenares de defunciones evitables a causa del alto costo de los medicamentos contra la hepatitis C en 2015 fue una de las consecuencias más evidentes.

La lección extraída es clara; al incrementar los impuestos indirectos que tienen un fuerte impacto en la población de edad avanzada se promueve la reducción de la esperanza de vida y el incremento de la mortandad.

La OCDE establece una justificación que carece de base analítica: supone que “en países donde el consumo aún no está sujeto a impuestos elevados, las tasas podrían incrementarse para impulsar la resiliencia al envejecimiento”. Nadie se explica cómo los mayores impuestos sobre productos básicos puedan disuadir de acogerse a la jubilación, a no ser evidentemente que hayamos bajado tanto las pensiones que obliguemos a la gente a trabajar hasta edades avanzadas para poder sobrevivir. Norteamérica es el ejemplo a seguir. La esperanza de vida en EEUU sigue descendiendo año tras año, en estos momentos China con 1.400 millones de habitantes tiene casi la misma esperanza (77,1 años) de vida que los norteamericanos, (77,28 años) mientras que países como el nuestro los supera por  cinco años  de promedio.

El aumento de la esperanza de vida es una de las obsesiones de los técnicos de la OCDE. Periódicamente se hacen predicciones catastrofistas que irremediablemente se demuestran falsas.  Para justificar su objetivo (reducir las pensiones y reducir los pensionistas) no dudan en utilizar una única variable como eje de estudio: la esperanza de vida. Se olvidan interesadamente de la actividad económica generada a partir de la jubilación, se olvidan de las aportaciones hechas por parte de los jubilados al erario público y de cómo los superávits en las cotizaciones sociales han alimentado los presupuestos generales, los miles de puestos de trabajo que se precisan y como ese factor es un activo económicamente clave en nuestro país, por ejemplo.

El informe es de una calidad técnica tan discutible que pretende convencernos de obviedades que no requieren de analistas. Que los ingresos de las naciones avancen a diferentes velocidades teniendo en cuenta los cambios demográficos en cada país es una afirmación que cualquiera, sin conocimientos económicos, puede entender; que el efecto demográfico está relacionado con los salarios o el cambio en los patrones de consumo es una verdad de Perogrullo que se pretende presentar como una suerte de descubrimiento de la piedra filosofal.

El Neoliberalismo intentará exportar su crisis nuevamente a las clases populares. Invocarán una vez más la imposibilidad de cambiar las cosas y se ampararán en un montón de guarismos que como hemos visto una y otra vez son falsos. No se trata ya de una ley mejor o peor, el capitalismo Neoliberal pretende ampliar sus ganancias a costa de la vida de los jubilados. En esta tesitura de nuevo las palabras de Eduardo Galeano retumban cuando habla de los Nadie: ”que valen menos que la bala que los mata”.

Nota
[1] hrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.mundosigloxxi.ipn.mx/pdf/v05/20/04.pdf

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/ocde-eliminar-a-los-pobres-no-la-pobreza/

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Neofascismo y coronavirus en Nuestra América

Por: Cristóbal León Campos

La avanzada de la pandemia del COVID-19 ocultó hasta cierto punto y retrasó una serie de procesos sociales que venían pujando con fuerza por transformaciones sociales urgentes, pero también, dejó a la vista de todos, la razón de muchas de las demandas exigidas en el contexto justo de esos procesos sociales referidos. Para el caso de Chile, la violencia del régimen neofascista de Sebastián Piñera y el proceso constituyente abierto por la fuerza popular prosigue, aunque como es natural, las condiciones del cuidado de la salud han modificado formas de protesta o la magnitud de ellas, pero el pueblo chileno no ha renunciado a la lucha, sigue la demanda por la instauración de una constituyente real que garantice las reformas sociales del pliego petitorio popular. Piñera a su vez, a quedado en evidencia por su incapacidad y desinterés por ejercer medidas reales para combatir la pandemia, siendo precisamente Chile, el país experimental de origen de las políticas neoliberales que desmantelaron en América Latina y el mundo los sistemas de salud pública y los derechos laborales hoy tan abatidos en el marco la de crisis sanitaria que vivimos.

En Brasil, Jair Bolsonaro ha demostrado inutilidad absoluta, burlándose de la magnitud de la pandemia, distorsionando información y quedando relegado de última hora del poder por sectores militares que mediante un golpe blando lo desplazan para entre otras cosas evitar mayores manifestaciones de inconformidad al menos por el momento, aunque se sabe que esos desplazamientos suelen ser antesala de mayores imposiciones y limitaciones en términos democráticos y de las garantías individuales de los pobladores, pues desde los primeros días de la llegada del COVID-19 a Brasil, la sociedad adoptó medidas de cuarentena sin la dirección gubernamental y organizó la resistencia efectuando cacerolazos diarios por la noche, Bolsonaro, más ocupado en servir a los grupos ultraconservadores evangélicos ha declarado sin pena, que es posible equiparar las muertes por el coronavirus con accidentes de autos, a decir del neofascista, son hechos inevitables lavándose las manos del asunto, siendo el primer gran resultado de esa actitud su alejamiento del poder.

En Ecuador, al parecer la situación ha alcanzado niveles realmente trágicos, denuncias por las redes sociales muestran videos de personas muertas en las calles, sumando según algunas fuentes miles de pérdidas humanas, ante lo cual y si bien mediante un video, el presidente Lenin Moreno, pretendió dar la imagen de estar actuando y preocuparse por los hechos sin que nada mejore, ahora, su figura pasa desapercibida en medio de la catástrofe, además, al igual que Bolsonaro, se muestra más preocupado por satisfacer las demandas de la oligarquía ecuatoriana, al procurar que Rafael Correa, sea sentenciado a ocho años de cárcel por presunta vinculación delictiva, queriendo con ello, dejarlo fuera de los comicios que deben celebrarse en el 2021 para la presidencia ecuatoriana.

En Colombia, la situación no es diferente, mientras la pandemia avanza, Iván Duque se presta al juego del imperialismo estadounidense y se convierte en agente abiertamente participe de las agresiones contra la República Bolivariana de Venezuela, apoyando la llegada de buques militares postrados frente a Venezuela, simulando desconocimiento de que es Colombia el país con mayor tráfico de drogas a los Estados Unidos y no Venezuela como se quiere hacer creer. Duque ha permitido la violación de la soberanía colombiana al dejar sus fronteras como campo estratégico de batalla para la preparación de la agresión militar que están fraguando, ya semanas atrás, Juan Guaidó y otros sátrapas del imperialismo, fuero descubiertos y denunciados por el tráficos de armas con fines golpistas, siendo Colombia su protector y proveedor paramilitar, Duque sometido a Donald Trump, se ocupa más de ser el fiel lacayo imperialista que en salvaguardar la salud de sus pobladores.

En el Salvador una serie de protestas han desnudado el carácter del régimen de Nayib Bukele, quien en un principio, quiso jugar al héroe anunciando la suspensión de pagos de impuestos y otros cobros por tres meses, pero en realidad, buscaba lavar su imagen sobre sus actos en la asamblea salvadoreña a la cual asaltó para lograr sus objetivos económicos y políticos semanas antes de la llegada del coronavirus y, después, en medio de sus anuncios simulados, endeudó a el Salvador con un millonario préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que como sabemos, pasada la cuarentena, se encargará de comenzar a saquear al país centroamericano ante lo que el gobierno actuará como se han hecho otros a lo largo de la historia latinoamericana, permitiendo el robo a su nación y cargando sobre la espalda del pueblo salvadoreño la deuda que no les venefició y por la que tampoco fueron consultados a la hora de ser adquirida, al igual que como pensó Bukele que la entrega de subsidios familiares sería una medida popular y resultó ser la causa desencadénate del malestar social, de la misma forma ocurrirá cuando los efectos del préstamo comiencen a caer sobre los salvadoreños.

En países como Haití que han entrado a la fase de transmisión comunitaria, las medidas tratan de ser reforzadas, enfrentándose a la cruda realidad de que el desmantelamiento continuo de los servicios de salud pública, junto a la grave crisis social y económica que vive desde hace muchos años, y que de manera particular en el último año y medio ha mantenido protestas regulares contra el gobierno, crean un panorama un difícil por vencer. En Bolivia, las imágenes hablan del incremento de la represión militar golpista para tratar de calmar los reclamos socuelas de apoyo económico por la aguda situación de pobreza que ha regresado justamente desde que aconteció el golpe neofascista contra Evo Morales, además, hay que recordar que estaban programadas para mayo las elecciones presidenciales cuya tendencia electoral encabeza el Movimientos al Socialismo (MAS). Por su parte en México, el gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, ha ido implementando las medidas conforme los resultados van avanzando, apunto de entrar a la tercera etapa de la pandémica según los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), parece es posible evitar una catástrofe como ha ocurrido en países europeos, pero, lamentablemente, sabiendo la difícil situación por la que se pasa, grupos ultraconservadores con rasgos neofascistas, se lanzan con ataques y descalificaciones, generando desinformación con el fin de manipular la opinión pública y así buscar mermar la imagen gubernamental. Estos grupos herederos de las formas del viejo régimen, desearían que el gobierno federal endeudase a la nación con un nuevo préstamo al FMI como lo hicieron los anteriores gobiernos, y frente a la negativa de endeudar al país, se muestran hambrientos de tragedia sin importarles realmente el bienestar colectivo y social, quieren a todas luces utilizar los acontecimientos de la pandemia para desestabilizar y dar un golpe neofascista.

Es de notarse que en los países cuyos gobiernos se han mostrado tendientes al neofascismo la pandemia de COVI-19 causa mayor daño a la población y sus regímenes son repudiados por la sociedad, ese es el caso de Brasil, Ecuador, Bolivia, Chile y Colombia, tendiendo estos gobiernos a la militarización, la represión, el endeudamiento y el apoyo a las agresiones imperialistas sobre países como Cuba y Venezuela, quienes por su parte, ponen el ejemplo de humanismo en la región y el mundo controlando la pandemia al interior de sus naciones, brindando apoyo a otros países con brigadas médicas, recursos económicos y resistiendo la continua agresión imperialista a través de los bloqueos económicos que les han impuesto, la guerra mediática incesante y las amenazas y agresiones militares con cercos e invasiones perpetradas con la ayuda de las oligarquías neofascistas de la región.

Los neofascistas fieles al imperialismo estadounidense, quieren aprovechar el contexto de la pandemia del coronavirus para avanzar estratégicamente e imponer con mayor fuerza su brutalidad, pero los pueblos latinoamericanos reconocen en el ejemplo de Cuba y Venezuela el verdadero rostro del humanismo, de la solidaridad internacionalista, la defensa de la soberanía y autodeterminación, la resistencia popular y proletaria sigue su curso, aunque por ahora no sea posible ocupar las calles en su totalidad, la conciencia no disminuye, muy al contrario, la cara neofascista y proimperialista de los regímenes mencionados queda desnuda y será combatida con la organización y la fuerza popular de Nuestra América.

Fuente: https://rebelion.org/neofascismo-y-coronavirus-en-nuestra-america/

Imagen: https://pixabay.com/vectors/nazism-fascism-discrimination-144975/

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Washington quiere haitinizar la región, tras los fracasos de su estrategia… y de Guaidó

Por: 

En unas declaraciones hechas desde el sector más proestadounidense de la derecha venezolana, Julio Borges señaló que “los miembros de la oposición sabemos que ninguna salida que propongamos a Maduro será viable mientras no recuperemos la libertad de Cuba”, en un intento de regionalizar el conflicto, “haitinizar” la región, que es lo que, en definitiva, quiere Washington.

Borges fue quien, por órdenes de EEUU, se negó a firmar un acuerdo entre la oposición y el gobierno, en Santo Domingo, en 2017, y sigue a pie juntilla el libreto escrito en Washington.

Este sábado 23 de marzo, se cumplieron dos meses de la autoproclamación como presidente interino de Venezuela del diputado a la Asamblea Nacional en desacato, Juan Guaidó, y ante el fracaso de esta jugada pergeñada por la diplomacia estadounidense, ahora sus partidarios buscan convertirlo en mártir.

Cuatro días antes, el dirigente de Voluntad Popular (al que pertenece Guaidó), Carlos Vecchio, afirmó durante la toma forzada (asalto) de una sede diplomática venezolana en Nueva York que una eventual detención de Juan Guaidó tendría “un impacto positivo” y “aceleraría” un cambio de gobierno en la República Bolivariana.

Mientras, el abogado Roberto Eugenio Marrero, jefe de despacho de Guaidó, fue detenido la madrugada del jueves 21 por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) acusado de integrar una “célula terrorista” que planeaba ataques en el país con la intención de “crear caos”:.

El ministro del Interior, Néstor Reverol, lo acusó de ser responsable directo de este grupo criminal, al que se le incautó un lote de armas de guerra y dinero en efectivo de divisas extranjeras. Según Reverol, el grupo había contratado a mercenarios colombianos y centroamericanos para atentar contra la vida de líderes políticos, militares, magistrados y efectuar actos de sabotaje a los servicios públicos.

Mike Pompeo, secretario estadounidense de Estado, condenó en Twitter la detención y exigió la “liberación inmediata” del abogado. En declaraciones a la cadena Fox News, aseguró: “Haremos todo lo posible para sancionar a quienes dirigieron y ordenaron el operativo”. ¿Una forma de responsabilizarse como autor intelectual?

Es obvio ya que la capacidad de Guaidó para dividir a las fuerzas armadas y producir un golpe militar, una invasión de sus vecinos o un levantamiento de masas en Venezuela no ha pasado del nivel de intento. Según la constitución venezolana un “presidente encargado” solo tiene como función convocar a elecciones en un plazo de 30 días, y él ya lleva 60 días desde que se autojuramentó. Ningún cuartel o juzgado lo ha reconocido,  no tiene capacidad administrativa alguna y ni siquiera tiene gabinete.

Distintos sectores de la variopinta oposición discuten sobre la estrategia dirigida al cambio de gobierno. La mayoría piensa que el intento realizado con la creación de una imagen de poder dual y la presión sobre los militares para que procedieran a una sublevación, una rebelión o un golpe ya fracasó. Y proponen otras opciones, que apuntan hacia un corto o un mediano plazo.

El Comandante General del Ejército ruso, General Vasily Tonkoshkurov, arribó al Aeropuerto de Maiquetía con una comitiva de 99 efectivos militares. Adicionalmente aterrizó en Maiquetía otro avión de la fuerza aérea rusa, de carga, siglas AH-124-100, con 35 toneladas de carga para la delegación rusa. Una advertencia a los halcones de Washington.

Mientras, surgió una disputa paralela por el control de las embajadas en los países que reconocen a Guaidó como presidente interino. Lo cierto es que Estados Unidos es el único país en el que controlan un edificio consular. En las demás naciones, los enviados de Guaidó no pueden desempeñar tareas básicas como emitir un pasaporte ya que el Registro Civil de Venezuela sigue bajo el control de las autoridades constitucionales.

Dentro de este panorama, pese a la histórica victoria ante Argentina en Madrid, el entrenador de la selección venezolana de fútbol, Rafael Dudamel anunció que ponía su cargo a disposición. “Hemos recibido la visita de un “embajador” de Juan Guaidó en España (Antonio Ecarri Bolívar). Han utilizado de manera muy pobre esa visita, la han politizado”, denunció.

La presión contra el país sigue siendo fuerte, dadas las amenazas de una intervención de fuerzas extranjeras y las sanciones que se han elevado al grado de embargo petrolero que busca cortar, junto con el bloqueo financiero y bancario, el aprovisionamiento del país en alimentos y medicinas y privar al aparato productivo de los insumos para su funcionamiento.

Sus concentraciones tienen cada vez menos concurrencia. La del jueves 21, que pedía la “inmediata liberación” de su brazo derecho, fue “escuálida”, al decir de Hugo Chávez. Su llamado al paro nacional y su intención de tomar el Palacio de Miraflores no tiene asidero en su capacidad de convocatoria, mientras su credibilidad sigue en descenso.

El problema es seguir guiones mal traducidos del inglés. Que lo han llevado por el camino de la autodestrucción al proponer más sanciones contra el pueblo venezolano e insistiendo en una invasión de EEUU o en su defecto de Colombia, su vecino del sur. Brasil, con temor a crear un caos regional, ha negado la participación de sus militares, el Grupo de Lima mira para otro lado tras el fracaso de la Operación Cúcuta.

Donald Trump sigue en su escalada de agresiones económicas, ocupando, secuestrando, pirateando los bienes de Venezuela en EEUU y adelanta sanciones a bancos  y empresas que comercien con Caracas.

La jugada de imponer en Venezuela un gobierno paralelo, y derrocar al legítimo mandatario, no dio los resultados esperados y mostró su fracaso estrepitoso con la Operación Cúcuta, con la que se intentó introducir por la fuerza “ayuda humanitaria” estadounidense (que nadie solicitó), en una operación conjunta con la presidencia de Colombia y el aval de otros presidentes, como Sebastián Piñera y Mario Abdo.

Sin embargo, ese intento de imponer un jefe paralelo de Estado, auspiciando simultánemente el desconocimiento de la práctica diplomática oficial, y violando los parámetros legales establecidos en el derecho internacional, no ha dado sus frutos, pese a que Guaidó vocifera que tiene el apoyo y reconocimiento de la comunidad internacional reducida a los cómplices de las políticas de Washington.

El respaldo de esa “comunidad” se reduce a un reconocimiento más político que jurídico a 43 gobiernos, de los cuales 14 son países de América, 28 son de la Unión Europea (no todos están de acuerdo con la decisión oficial), el 22,16% de los 194 estados nación que conforman la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Alemania, Francia y España, dejaron en claro que el liderazgo de Guiadó no termina de convencer a sus aliados. Los “embajadores” nombrados por él  no son reconocidos oficialmente, sino apenas como representantes del autoproclamado.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), conducido por el neoliberal colombiano  Ocampo anunció que el delegado nombrado por Guaidó, el economista Ricardo Hausman, representará a Venezuela en la asamblea anual del organismo la próxima semana en China. Pero debió suspender la asamblea tras la negativa de Pekín a otorgar una visa a Husman.

Pese al inusitado paso intentado por el BID, el Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció el jueves 21 de marzo que “aún no hay claridad” entre sus países miembros acerca del posible reconocimiento de Juan Guaidó como presidente de Venezuela y señaló que no hay un voto previsto sobre la cuestión en el Directorio Ejecutivo.

Mientras, Citigroup anunció que depositará poco más de 200 millones de dólares de Venezuela en una cuenta de Estados Unidos, monto que representa el excedente de un crédito otorgado al Banco Central de ese país en 2015

En Ginebra el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó por amplia mayoría una  resolución presentada por Venezuela en nombre del Movimiento de No Alineados sobre efectos negativos de las medidas coercitivas unilaterales (sanciones) en los DDHH.

En buena parte de la población se han instalado y fortalecido pasiones de odio, muerte y destrucción; una poderosa emocionalidad  ha invadido todas las esferas de la vida, ante la pasividad individual, social y cultural.  Papel primordial juega el poder transmedia, suerte de “maquina discursiva”, que intencionalmente alimenta tal subjetividad política, que desatan el miedo, el dolor, la insolidaridad, el odio, la envidia, el resentimiento, la venganza, la crueldad y la muerte.

Desde esa plataforma subjetiva, lanza Guaidó y la oposición su arenga sobre el costo político cuando, enfático, afirma “para nosotros no es costo (…) es inversión en futuro”.

Y, apelando  a las pasiones tristes, remata con una suerte de amenaza: “estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario por la libertad (…) No hay miedo”. En ese contexto, ¿Cómo derrotar la lógica de la guerra, cómo apartarnos de las prácticas violentas de representación y participación?  ¿Cómo reconstruir el tejido social?  ¿Cómo abrirse a nuevas miradas sobre la convivencia, el dialogo, la concertación?, se pregunta la socióloga Maryclén Stelling.

Fuente del artículo: https://www.politika.cl/2019/03/24/washington-quiere-haitinizar-la-region-tras-los-fracasos-de-su-estrategia-y-de-guaido/

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