Entrevista a Antoinette Kankindi: «La mujer no tiene que convertirse en hombre porque perdemos todos»

Africa/19 Marzo 2017/Fuente: opusdei/Revista de Prensa

Antoinette Kankindi, filósofa y profesora congoleña, premio Harambee 2017: «Necesito 50.000 euros para formar a empresarias que contraten a jóvenes sin recursos. Evitaríamos que miles de ellas tuvieran que emigrar».

Acaba de recoger el premio Harambee 2017 de manos de la presidenta de honor de la ONG, Teresa de Borbón. Y lleva recorrido medio país con su charla ‘Liderazgo de las Mujeres en África’. La que la filósofa congoleña y profesora de ética Antoinette Kankindi impartirá esta tarde en Gijón. A partir de las 19.30, el Palacio de Congresos escuchará su demanda de fondos para lograr la emancipación de la mujer africana.

Lleva un maratón de charlas.

(Risas) Sí, he estado en Madrid, en Barcelona, en Sevilla, en Córdoba, hoy (por ayer) en Vigo. Ahora toca Gijón. Es una gran oportunidad para que la gente sepa lo que hago y para qué necesito apoyo económico.

¿Y qué hace y para qué necesita apoyo económico?

Doy clases de ética y filosofía política en la Universidad de Strathmore, en Kenia. Pero, en 2012 empecé con otros cursos de formación corta, para promocionar una cultura de integración que pueda ayudar al liderazgo de la mujer africana.

¿No tiene liderazgo?

Lo tiene dentro de nuestra cultura, de acuerdo a nuestros valores de familia, comunidad, hospitalidad… Valores que se enfrentan a los desafíos de la cultura moderna.

¿La mujer africana no ha estado tradicionalmente sometida?

Eso se dice, pero es una visión parcial del papel de la mujer africana.

¿Estamos equivocados?

Un poco. El tipo de liderazgo de la mujer en la sociedad africana no es un liderazgo de candelero, sino que es interno. Siempre se dice que hasta los sabios líderes de la comunidad, cuando no podían resolver problemas decían: ‘Vamos a pensar sobre ello en casa’. Ahí consultaban a su mujer y traían la solución.

¿La solución era cosa de ellas?

Sí (Risas) Le decía ella ‘ni se te ocurra hacer eso’. Es como en la cultura occidental: los hijos piden algo al padre y él siempre pregunta: ‘¿Qué dice mamá?’. Pero ahora la mujer tiene que superar más problemas.

¿Cuáles?

El acceso a los recursos estaban muy definidos en nuestras tradiciones. Pero ahora solo se accede con educación. Y la escolarización comenzó con los niños y luego con las niñas. Ahora puedo decir que tengo tantas alumnas como alumnos, pero hay muchas personas sin recursos que se quedan fuera.

¿Y a ellas va su programa?

Sí. En 2012 trabajé con 28 mujeres de siete países. Así hasta 2016, cuando no logré fondos.

¿No pueden llegar con el premio?

El premio es testimonial, pero sí me ayudará a dar a conocer el programa. Necesito 50.000 euros y sé que la ONG Harambee tiene abierta una cuenta. La idea es formar a 22 empresarias para que contraten a jóvenes que viven en las chabolas. Con 50.000 euros al año, en cinco años evitaríamos que miles de mujeres tuvieran que emigrar. Ninguna quiere hacerlo. Es una independencia que ayuda a la comunidad.

¿En igualdad con los hombres?

Exacto. La mujer no tiene que convertirse en hombre. Salimos perdiendo todos. No se trata de competir entre nosotros.

Fuente de la entrevista: http://opusdei.es/es-es/article/antoinette-kankindi-premio-harambee-africa-mujer-el-comercio/

Fuente de la imagen:https://odnmedia.s3.amazonaws.com/image/Kankindi-Liderazgo-de-la-mujer-en-Africa-Harambee-Opus-Dei_20170316120009554132.jpg

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11F: Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia

12 Febrero 2017/Fuente:one.elpais. /Autor: Malu Barnuevo

La película de Theodore Melfi Figuras ocultas, una de las candidatas a ganar el Oscar el próximo 26 de febrero, rinde homenaje a tres mujeres excepcionales: Mary Jackson, Dorothy Vaughan y Katherine Johnson. Lo extraordinario de sus vidas es que consiguieron abrirse camino en un mundo, el de la tecnología, vetado a las mujeres y en una época, los años cincuenta del pasado siglo, en el que los prejuicios raciales (las tres eran negras) y la desigualdad sexual eran todavía más groseros que en la actualidad. Nunca está de más que una narración -cinematográfica o novelada- reivindique el papel que las mujeres han jugado en muchos de los momentos claves de la ciencia durante el siglo XX.

La historia de Jackson, Vaughan y Johnson, ahora aplaudida en las pantallas, es sintómatica de este injusto olvido, porque sin estas tres matemáticas y la labor que desarrollaron en la NACA (agencia antecesora de la NASA), el astronauta John Glenn no se habría convertido en el primer ser humano en orbitar alrededor de la Tierra. Y la carrera espacial estadounidense habría perdido -o al menos demorado- uno de sus grandes logros. Ejemplos como el suyo hay muchos más, también oscurecidos por quienes cuentan la historia oficial.

El nombre de Joan Clarke, la mujer que ayudó a descifrar el código secreto de los nazis y que fue esencial para su derrota en la Segunda Guerra Mundial, nunca vio su nombre escrito junto al de Alan Turing. Aunque ella, al menos, sí que sale representada en el biopic del genio matemático (Descifrando Enigma), un reconocimiento (menor) que no tuvieron las 8.000 mujeres que formaban parte de aquel proyecto.

Mencionar ejemplos de películas con grandes presupuestos y realizadas por la mayor industria audiovisual del mundo no es secundario cuando hablamos de mujeres y tecnología. La producción cultural es una herramienta poderosa para la construcción y reivindicación de modelos sociales, de ahí la necesidad de que las mujeres no sólo sean representadas, sino que se haga con justicia y sin ocultar sus méritos. La fría evidencia de los datos indica que hoy por hoy los hombres son mayoría en los estudios de ingeniería y en todas las ramas técnicas; y también en los trabajos relacionados con estas áreas (ni mencionar siquiera en los puestos directivos). Pero eso solo demuestra un arrastre histórico, no una supuesta “predisposición natural” hacia una rama del conocimiento, una concepción simplista que algunos han tratado de demostrar echando mano a las estadísticas.

Cristina Aranda, directora de Mujeres Tech (organización que busca despertar y potenciar el talento femenino en el mundo digital), cree que “la tecnología no es masculina ni femenina, la tecnología es divertida”. E incide en la necesidad de dar visibilidad a mujeres que sirvan como modelos para las niñas “los referentes que tenemos en los medios de comunicación de un hacker o de un programador no son atractivos para las niñas. Ellas no quieren parecerse a esos señores”. Como Aranda son ya muchas las mujeres -y afortunadamente también hombres-  que impulsan un tipo de sociedad capaz de hacer autocrítica, de replantearse los roles establecidos y dejar atrás los conceptos monolíticos del masculino y el femenino. El impulso digital de las nuevas generaciones puede ser una excelente oportunidad para ello porque, como afirmaba Eduardo Galeano en una frase que sirve como lema a Mujeres Tech, “Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.

Fuente de la noticia: http://one.elpais.com/11f-dia-internacional-de-la-mujer-y-la-nina-en-la-ciencia/?id_externo_rsoc=TW_CM

Fuente de la imagen:http://one.elpais.com/wp-content/uploads/2017/02/1200×600-01-3-480×250.jpg

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Munira Ahmed: la mujer convertida en el rostro de la resistencia contra Trump

29 Enero 2017/Fuente: Eldiario/Autor:

Munira Ahmed, una fotógrafa freelance de 32 años, se convirtió en el rostro de la resistencia contra el Gobierno de Donald Trump cuando su imagen fue enarbolada por  miles de personas el sábado pasado en las manifestaciones masivas contra el nuevo presidente.

La imagen, que muestra a la mujer estadounidense de origen bangladesí con una mirada desafiante y un hijab estampado con la bandera de su país, es una ilustración de Shepard Fairey, artista conocido por su retrato de Barack Obama, que se convirtió en el símbolo del mensaje de esperanza del expresidente de Estado Unidos.

“La idea es decir ‘soy estadounidense, igual que vosotros’”, señala Ahmed a the Guardian al regresar a Nueva York desde Washington, donde participó en las protestas. “Soy estadounidense y soy musulmana, y estoy muy orgullosa de ambas cosas”.

El trabajo de Fairey forma parte de un proyecto colectivo coordinado por la Amplifier Foundation bajo el título We the People. También se han presentado trabajos de Ernesto Yerena y Jessica Sabogal.

Las colaboraciones de Fairey están hechas en el mismo estilo de estarcido que su retrato de Obama e incluyen además un niño negro y una mujer de origen latinoamericano con las frases “las mujeres son perfectas” y “defendemos la dignidad”. Sin embargo, el retrato de Ahmed fue el que tuvo mayor impacto cultural.

En todas las manifestaciones realizadas el sábado en las principales ciudades de Estados Unidos, destacaron los carteles con la imagen de Ahmed. La ilustración de Fairey también apareció a página completa en varios periódicos, incluyendo el New York Times y el Washington Post, en el mismo día de la investidura.

“Para mí es un honor, por lo que representa la imagen,” asegura Ahmed. “No es antinada. Representa la inclusión. La idea es decir ‘soy estadounidense, igual que vosotros’. Una congresista se me acercó [durante las protestas del sábado] y me dijo que me reconoció inmediatamente. Me sorprendí porque pensé que la gente creería que la mujer de la imagen iría cubierta [con un hijab] y la verdad es que yo no me cubro. Unas chavalas me preguntaron cuándo dejé de cubrirme y les expliqué que en realidad nunca lo he hecho”, cuenta.

Ahmed señala que la fotografía que Fairey utilizó para la ilustración tiene 10 años. Se la hizo Ridwan Adhami, un fotógrafo de Nueva York, que es también de Queens. Fueron a la Bolsa de Nueva York a hacer la fotografía, anticipando que estar cerca del sitio que fue epicentro de los ataques terroristas del 11-S le daría más intensidad al mensaje de la imagen.

“Esta foto ha tenido dos y tres vidas”, indica Ahmed, fotógrafa de viajes. “Se viralizó antes de que existiera el concepto de ser viral, cuando la gente la subió a muchos blogs musulmanes porque les pareció que molaba. Ahora tiene una tercera vida, que es mucho más masiva que las anteriores”, añade.

La ilustración de Fairey y la fotografía de Adhami plantean la misma pregunta: ¿qué significa ser musulmán y estadounidense en un momento de la historia en que Estados Unidos participa en conflictos en países musulmanes?

“La intención fue hacer una declaración firme –cuenta–. Por eso hicimos la fotografía en la Zona Cero, para remarcar el sentido: ‘Estamos aquí, somos neoyorquinos y pertenecemos a este país’”. Ahmed añade que ahora le suma significado el hecho de que en el fondo se vea un edificio que es propiedad de Trump, el número 40 de Wall Street.

Vecina de Trump

Ahmed creció en el barrio de Jamaica, en Queens, cerca de la urbanización cerrada Jamaica Estates, donde vivió Trump de niño. Los padres de Ahmed fijaron su residencia en Queens después de abandonar Bangladesh a fines de los años 70. Munira nació allí. Otros familiares suyos se instalaron en Michigan. Tanto Ahmed como Adhami se han interesado por la cuestión de la identidad racial estadounidense y los desafíos que surgieron tras los atentados del 11 de septiembre.

“Me decepcionan mucho las personas que están de acuerdo con la retórica que logró que este hombre, Donald Trump, fuera elegido presidente,” señala Ahmed, añadiendo que el viernes pasado evitó deliberadamente ver la investidura de Trump.

“Es lamentable que haya personas que todavía piensen que Estados Unidos debería excluir a personas de otro origen. En mi opinión, los valores fundamentales de Estados Unidos están muy lejos de eso. Gran parte del progreso de este país se debe a los inmigrantes, así que la idea [sugerida por Trump durante la campaña] de  prohibirles la entrada a los musulmanes o crear un registro de musulmanes es absurda. Lo que hace grande a este país es el pluralismo. Nuestra diversidad es la envidia del mundo”, explica.

Adhami asegura que él, igual que Ahmed, ha sentido la necesidad de formar parte de la resistencia contra ese sentimiento antimusulmán que apareció tras los atentados del 11-S. Explica que más de una vez le han culpado por los ataques terroristas por ser musulmán y ha participado en fuertes discusiones dentro de la comunidad musulmana.

“Por eso comencé a trabajar con muchos otros artistas musulmanes que estaban creando obras que nos representaban y nos interpelaban como artistas y musulmanes a la vez”, afirma. Adhami cuenta que cada vez que surge la cuestión del patriotismo de los musulmanes, él ha subido la fotografía de su amiga. Cada vez, la imagen se volvió más compartida, incrustada y reenviada. Ese mismo año, Adhami fue contactado por la Amplifier Foundation.

Al hacer público el Proyecto We the People,  Fairey declaró a la web Middle East Eye que era importante crear imágenes que mostraran a personas de comunidades atacadas y excluidas, especialmente sobre ideas de Trump, que “en mi opinión, sólo pretenden sembrar miedo y son totalmente indignas de un americano”.

“La imagen del hijab con el estampado de la bandera estadounidense es muy poderosa”, señala Fairey, “porque le recuerda a la gente que la libertad de culto es un principio fundacional de este país, y a lo largo de nuestra historia hemos dado la bienvenida a personas que estaban sufriendo persecuciones en sus países de origen”.

Para Adhami, su imagen de Ahmed está asociada a cierta frustración. “Ya estaba cansado de la imagen y de tener que aclararle al mundo ‘soy estadounidense,’” confiesa. “Me ponía muy triste que siempre surgiera la misma conversación. Pero cuando apareció Donald Trump, durante la campaña, lamentablemente se volvió relevante y necesaria otra vez”.

Ahmed afirma que la oleada de racismo que acompañó al ascenso de Trump no le ha hecho perder de vista lo que sucede en otros sitios, que es mucho peor. Por ejemplo, la persecución de musulmanes en Myanmar. “Por mucho que me pueda concentrar en lo que está sucediendo aquí, en Estados Unidos, tengo una visión más global. Sé que vamos a superar esto. Hemos pasado momentos difíciles en el pasado y [las manifestaciones del sábado] son un testimonio de que las cosas no son tan desalentadoras como parecen”.

Ahmed asegura que los recuerdos de la manifestación estarán siempre con ella. “Sentí amor. Sentí inclusión”, señala. “Me llevará un tiempo darme cuenta de lo que realmente significa, una vez se hayan calmado las aguas”.

Al regresar a Nueva York, encontró algo que no había llevado a Washington, y no porque se lo hubiera olvidado. “Tenía una entrada para la ceremonia de investidura”, afirma. “Me dijeron que si la quería, era mía. Pero yo no quería ir. Dejé el sobre de la entrada en la encimera de la cocina para usarla de posavasos”.

Fuente de la noticia: http://www.eldiario.es/theguardian/Munira-Ahmed-convertida-resistencia-Trump_0_605090503.html

Fuente de la imagen: http://images.eldiario.es/fotos/Ilustracion-Shepard-Fairey-Munira-Ahmed_EDIIMA20170124_0865_20.jpg

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El gran negocio de la belleza

Alba Carosio

Para muchas personas en el mundo, Venezuela es conocida por ser un país de donde provienen frecuentemente las ganadoras de concursos de belleza. Jóvenes venezolanas han ganado siete veces el Miss Universo, apenas una vez menos que Estados Unidos, que es el país creador de esta competencia. La usina en la que se preparan las futuras reinas es la Organización Miss Venezuela. Las misses venezolanas se presentan también, como una especie de Producto Interior Bruto (PIB) del país, un bien exportable vinculado a una nación y una etnia.

En Venezuela el concurso de Miss Venezuela y sus participantes, las “misses” como se las llama popularmente, son un ícono nacional y representan un modelo a imitar. El concurso, que se realiza desde 1955, llegó a convertirse en un gran evento nacional, a partir de los años 80, teniendo su máximo esplendor en los años 90. A partir del cambio social que significó el proceso bolivariano comenzado en 1999 ha perdido algo de su centralidad en la vida nacional, aunque continúa siendo un objetivo de vida para muchas mujeres venezolanas, y desde luego un gran negocio para sus organizadores.

En todo el despliegue que se genera en torno al Miss Venezuela, se mueve dinero, publicidad, eventos, etc. Se trata una franquicia de la empresa de Donald Trump que otorga derechos para mandar una concursante bajo reglas que Miss Universo impone.

La belleza física es una mercancía mas de consumo, creada en sociedades opulentas donde una vez satisfechas las necesidades primarias se impuso la “obligación” de ser bellas según criterios fijados en forma impositiva. Se trasladó al Tercer Mundo creando procesos aberrantes, por las contradicciones que significan que en sociedades con tanta desigualdad se inviertan recursos en banalidades misóginas, que invisibilizan y desvalorizan a las mujeres reales, a las trabajadoras, a las indígenas y todas las otras pobres del mundo. Y además las encierran en los parámetros patriarcales, sometiéndolas a la doble realidad: lucha por la sobrevivencia pero también objeto para los varones, “muñequitas” que aspiran a ratificar el estereotipo femenino de la bonita tonta y superficial.

Sabido es que en Venezuela la búsqueda de un cuerpo ajustado a las preferencias impuestas por la publicidad y el consumo de “misses” ha llevado a la muerte a muchas muchachas pobres, sometidas a cirugías y prácticas estéticas en condiciones de bajo costo e inseguridad. Lo superficial y lo banal, sigue ocupando un lugar destacado impuesto por la civilización hedonista a cualquier precio, que promueve el capitalismo.

Fuente del articulo:  http://www.correodelorinoco.gob.ve/opinion-libre/gran-negocio-belleza-opinion/

Fuente de la imagen: https://pixabay.com/p-1643887/?no_redirect

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Google presenta nuevos emojis de mujeres trabajadoras para perseguir la igualdad

17 Julio /Fuente: Wwwhatsnew /Autor:Google

Tal y como afirman desde Google, más del 90% de los usuarios de Internet utilizan los conocidos como emojis de forma habitual para comunicarse. A pesar de que actualmente encontramos un amplio número de emojis, no hay demasiados que muestren a mujeres desempeñando sus profesiones. Con el objetivo de terminar con esta situación y luchar por la igualdad entre hombres y mujeres, Google ha anunciado nuevos emojis de mujeres trabajadoras desempeñando todo tipo de profesiones distintas.

Se trata de un movimiento del que oímos hablar por primera vez en mayo de este mismo año, cuando el gigante tecnológico propuso una serie de nuevos emoji al conocido como Unicode Technical Committee. El objetivo de la iniciativa era reflejar todas las funciones que las mujeres desempeñan en el mundo laboral.

Después de varias semanas de trabajo, el Unicode Technical Committee ha acordado añadir 11 nuevos emojis, tanto en versión masculina como en femenina y en varios tonos de piel. Por supuesto, las medidas no terminan aquí, ya que Unicode también ha actualizado 33 emojis distintos añadiendo versiones para ambos géneros, lo que significa que de ahora en adelante podremos, por ejemplo, decidir si utilizamos el emoji de un hombre o de una mujer corriendo, montando en bici o cortándose el pelo. Los nuevos emojis estarán disponibles en futuras versiones de Android y otras plataformas.

Fuente de la noticia: http://wwwhatsnew.com/2016/07/15/google-presenta-nuevos-emojis-de-mujeres-trabajadoras-para-perseguir-la-igualdad/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+WwwhatsNew+%28Wwwhat%27s+new%3F+-+Aplicaciones+Web+gratuitas%29

Fuente de la imagen: http://wwwhatsnew.com/wp-content/uploads/2016/07/Imagen7-730×548.jpg

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Drunkorexia: la nueva moda de beber alcohol y no comer nada

Mundo / 10 de julio de 2016 / Por: Terra.cl
Se trata de un trastorno relacionado con la alta preocupación por la estética.

Los altos índices de alcoholismo por parte de la juventud chilena están dando paso a un nuevo desorden alimenticio que puede generar problemas de salud en el futuro: se trata de la drunkorexia, donde los jóvenes reducen al mínimo la cantidad de alimentos que consumen para compensar así el alto contenido calórico del alcohol.

La drunkorexia es un desorden conductual que no ha sido reconocido aún como enfermedad por la Asociación de Psiquiatría Americana, pero que si no se trata podría transformarse en un problema mayor. Por un lado, tiene relación con el preocupante consumo de bebidas alcohólicas y también con la importancia que se le da a la apariencia física. Según explica el Dr. Gabriel Dukes, psiquíatra de Clínica Avansalud, “los jóvenes quieren verse bien y temen engordar, por eso compensan las calorías del alcohol consumiendo menos alimentos. Se trata de un trastorno relacionado con la alta preocupación por la estética”, explica.

La drunkorexia puede aumentar durante los meses de verano debido al periodo de vacaciones, donde hay mayor frecuencia de reuniones y ‘carretes’ con consumo de alcohol y quienes se ven más afectados son aquellos que con anterioridad han presentado trastornos alimenticios y señales de obsesión por la figura corporal.

El Dr. Dukes comenta que “el aumento de peso es visto como un posible rechazo por parte del sexo opuesto y por el grupo social, pero el gran problema es que puede que quienes sufren de drunkorexia tengan una apariencia física normal, pero en realidad no están sanos, ya que la falta de alimentos implica una deficiencia de vitaminas y proteínas, el ‘verse bien’ es sólo una apariencia que puede estar ocultando anemia, debilidad, etc.”, comenta el especialista.

Detectar las primeras señales de la drunkorexia es de suma importancia para los familiares y amigos de quienes la padecen, ya que no se presenta de forma solitaria y puede estar ocultando otros diagnósticos como una crisis severa de adolescencia o trastornos de personalidad. “Una de las razones por las que los jóvenes consumen alcohol es porque mejora el ánimo y genera desinhibición, efectos que son especialmente buscados por los tímidos y depresivos, ya que los ayuda a tener más personalidad y sentirse más alegres, pero hay que entender que estos efectos son transitorios y luego la persona vuelve a su estado normal”, acota el Dr. Dukes.

Otros de los síntomas que se puede reflejar en un joven drunkoréxico son  los problemas de salud, promiscuidad sexual, mal rendimiento escolar, cansancio, preocupación excesiva por el peso, ansiedad, insomnio, trastornos de ánimo, desgano y alto consumo de alcohol. “La conducta puede obedecer a muchas razones, por lo que el paciente requerirá de un tratamiento multidisciplinario compuesto por psicólogos, nutriólogos y psiquiatras con el fin de mejorar tanto la adicción del alcohol como los posibles problemas médicos que puedan existir por la falta de alimentos, como por ejemplo, la anemia”, afirma el Dr. Dukes.

¿Cómo reconocer la drunkorexia? A continuación algunos de los síntomas que revelan si alguien puede estar padeciendo este trastorno

:-Alto consumo de alcohol acompañado de desinterés por la comida o falta de apetito

-Preocupación excesiva por la imagen corporal

-Anemia, desnutrición, debilidad y somnolencia durante el día

-Ansiedad, cansancio, trastornos de ánimo

 Fuente: https://vidayestilo.terra.cl/mujer/drunkorexia-la-nueva-moda-de-beber-alcohol-y-no-comer-nada,b731baf7b0d55310VgnVCM5000009cf154d0RCRD.html
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El problema de la imagen de las mujeres y la prensa seria

ADRIA ARMBRISTER

Inspirada por un vídeo que revela la imagen unidimensional que da de las mujeres un famoso periódico británico, quise aplicar el mismo método a una premiada revista colombiana. Así que compré dos copias del ejemplar del 21 de diciembre de 2014 al 4 de enero 2015 y, a falta de un equipo con seis meses libres para cortar y pegar, yo misma recorté todas las imágenes de hombres y mujeres que encontré.

La regla básica que seguí en la creación de mi tablón de imágenes mujeres vs. hombres fue utilizar todas las fotos individuales de mujeres y hombres y las de grupos del mismo sexo. Después añadí fotos de grupos mixtos si estaba claro (para mí) que uno de los géneros era el centro de la foto. Finalmente, para complementar (y continuar con mi increíble sesión de vuelta al jardín de infancia), creé un tablón separado con las fotos descartadas.

¿Qué encontré con mi pequeño experimento?

Semana WomenComo ves, el número de imágenes a cada lado del tablón es muy diferente. Las de mujeres son aproximadamente un tercio de las de los hombres en este número de la revista.

Aunque hay algunas fotos con glamour, no hay desnudos o casi desnudez entre las mujeres (sí entre los hombres). Las mujeres participan en una gran variedad de actividades diarias, desde ir de tiendas, cuidar niños y ancianos y trabajar en asistencia sanitaria a la representación política, el trabajo científico o la construcción.

Los resultados más decepcionantes del tablón de imágenes mujeres vs. hombres son l0s siguientes:

  • Las mujeres son menos propensas a aparecer solas, sólo lo hacen en el 17% de las fotos, mientras que los hombres están solos en casi el 50% de las imágenes.
  • Las mujeres tienen más probabilidades de ser fotografiadas en compañía de niños o mascotas (un 8% de las fotos en comparación con un 3% de las fotos de hombres).
  • Los hombres casi nunca son fotografiados en actividades tradicionalmente femeninas(0,01%) o relacionadas con el hogar (0%).
  • Aunque los niños no aparecen demasiado, los que lo hacen son en su mayoría varones (63% de las fotos de menores).
  • Las fotos de las mujeres no muestran que puedan ser fuente de información. No hay una sola foto de una mujer hablando, mientras que el 8% de las del lado masculino sí incluye a hombres haciéndolo. Esto es así incluso en la fotografía de una mujer con la boca cerrada posando en un podio (lado izquierdo, arriba a la izquierda).
  • Mientras que algunos jefes de estado aparecían repetidos en varias fotos, ninguna de las personalidades femeninas sale más de una vez.
  • Del 4% de las fotos que incluyen a personas afrocolombianas o afrodescendientes (y eso incluyendo las fotos del presidente estadounidense Barak Obama), ninguna es de una mujer.

¿Qué hay en una imagen?

En las últimas décadas hemos descubierto que las imágenes de los medios pueden causar estragos no sólo en la imagen corporal de mujeres y niñas, sino también en sus percepciones sobre sus capacidades profesionales y académicas. Por otra parte, estas imágenes perpetúan el ideal femenino y los roles tradicionales de las mujeres en las mentes y hábitos de niños y hombres. Al subrepresentar la imagen de mujeres en los medios de comunicación serios, las publicaciones limitan a las niñas y las mujeres a roles silenciosos de apoyo, incluso cuando están en posiciones de poder.

La revista analizada y otras muchas han hecho importantes avances en la inclusión de una imagen de las mujeres en actividades tradicionales y no tradicionales y en la no publicación de anuncios que muestran a mujeres y hombres como objetos, algo digno de aplauso y aliento. El siguiente paso es fijar la cámara en las mujeres con mayor frecuencia mientras están en acción. No es necesario pedirles que posen y sonrían, sino capturar lo que están haciendo, porque estánhaciendo. Del mismo modo que los medios de comunicación les han quitado la palabra, se la pueden devolver, aunque sea sólo en el papel.

Te invito a hacer tu propio tablón de imágenes mujeres vs. hombres y compartirlo. ¿Qué crees que va a encontrar?

publicado primeramente en: http://blogs.iadb.org/y-si-hablamos-de-igualdad/2015/02/26/problema-imagen-de-las-mujeres-en-prensa-seria/

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