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El Principito ahora hablará tsotsil

América del Norte/México/Global Voice/ Escrito por Gabriela García Calderón

Casi tres años después del lanzamiento de “El Principito” en aymara, por medio del proyecto Los Injunables, el editor argentino Javier Merás publicó la historia de Antoine de Saint-Exupéry en tsotsil, una lengua originaria que cuenta con 400 000 hablantes en el centro y centro norte del estado de Chiapas, en el sureste mexicano.

Esta versión de la inmortal historia del pequeño príncipe que llegó del asteroide B-612 cuenta con dibujos inspirados en la civilización maya. La traducción ha estado a cargo del poeta Xun Betan. Bajo el nombre tsotsil de “Ch’in Ajvalil”, el libro está compuesto con una tipografía especial para textos en ese idioma.

Poeta Xun Betan, encargado de la traducción de “Ch’in Ajvalil” al tsotsil, con un ejemplar del libro. Imagen usada con autorización.

Global Voices conversó brevemente con Javier Merás, el artífice de esta nueva versión del clásico libro infantil.

Global Voices (GV): Cuéntanos cómo se gestó la traducción del libro al tsotsil.

Javier Merás (JM): Xun Betán, el traductor de esta edición, se acercó a la lectura a los nueve años con El Principito. No solamente fue su primer contacto con la lectura, también lo usó para aprender castellano. Más adelante, tuvo la iniciativa de traducir el libro al tsotsil, iniciativa que emprendió con sus propios medios y fondos. Su intención era que más personas en su comunidad pudieran leer la obra.

GV: Imaginamos que no fue un camino fácil.

JM: En realidad, no. La traducción estaba lista para salir a imprenta, pero las editoriales a las que Xun contactó no acababan de asimilar los dibujos de Héctor Morales Urbina, tan diferentes a los de todas las versiones clásicas. En 2016, a través de Los Injunables, tienda de libros virtual que administro, lo contactamos, después de dos años de rechazos, Xun nos hizo llegar un ejemplar del libro, y nosotros lo trabajamos y le dimos forma.

Los Injunables, la editora a cargo de esta versión, es un proyecto de salvación personal, donde cabe de todo. Su faceta como editora surge por necesidad. Tenemos libros en braille salidos de las cárceles, tipógrafos que rescatan fuentes coloniales y hasta traducción de clásicos de la literatura realizadas por hablantes de lenguas mestizas, como ha ocurrido con El Principito en tsotsil.

Esta versión del clásico de Saint-Exupéry salió a la venta en noviembre de 2018.

GV: Llama mucho la atención justamente eso, que la versión en tsotsil tiene sus propias ilustraciones, aunque conservan la esencia de las tradicionales que todos conocemos.

JM: Efectivamente, las ilustraciones son completamente de inspiración maya. Fue un ofrecimiento del traductor, Xun Betán. Los dibujos son de Héctor Morales Urbina y tienen una evidente influencia maya. La contraportada y otros detalles los aportó Alejandro Fiadone, experto en iconografía indígena argentina, especialmente para Ch’in Ajvalil.

También se usaron números mayas para numerar los capítulos.

GV: ¿Qué te ha enseñado traducir “El Principito” a estas lenguas indígenas?

JM: Podría decir que aprender a relacionarme con esta historia se ha convertido en lo que podría llamar una especialidad. También es un pretexto por el que tengo que estar agradecido. Me he encontrado con muchísimas personas valiosas que me brindaron su amistad, inspiración y apoyo a lo largo de este hermoso viaje.

GV: ¿Cómo le va a la edición de El Principito en aymara?

JM: Pirinsipi Wawa tuvo mucha demanda entre coleccionistas y la sigue teniendo. Un grupo peruano vinculado a la educación mandó a comprar un lote grande para un trabajo en colegios bilingües. La idea original era donar libros para que se usaran como material escolar. Sin embargo, debo destacar que nuestro rol no es benéfico. Asumimos que nuestro ciclo ya concluyó, y en breve cederemos los derechos de esa edición al traductor, Roger Gonzalo Segura, para que el texto se pueda publicar en el Perú y que siga su camino. ¿Qué más puede soñar un editor?

Encuentra más información en la página de Facebook de Los Injunables, donde también hay un video que presenta la obra:

Fuente: https://es.globalvoices.org/2018/11/30/el-principito-ahora-hablara-tsotsil/
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Corea del Sur: donde la educación sobrepasa los límites

Corea del Sur / 2 de diciembre de 2018 / Autor: Carmen García / Fuente: El Economista

  • Es uno de los países con más éxito en el sistema educativo

La educación es entendida por cada país y continente de forma diferente. Uno de los casos más llamativos es Corea del Sur, donde los profesores se encuentran entre los miembros más respetados de la sociedad e incluso los estudiantes más talentosos se fijan como meta ser seleccionados por las facultades de educación más conocidas. Gran parte de los docentes tienen multitud de admiradores hasta el punto de ganar auténticas fortunas, lo comparable con una estrella de pop o actores y actrices en España.

Corea del Sur es uno de los países asiáticos que suele encabezar las listas globales de educación, como los informes PISA. Tiene uno de los sistemas educativos más exitosos del mundo en cuanto a resultados, pero es uno de los más duros. En esta región la mayoría de los jóvenes estudian desde las 8 de la mañana hasta las 11 de la noche y los padres invierten toda una fortuna en la educación privada de sus hijos. Las familias consideran esta obligación el eje principal de la vida de los más jóvenes y están dispuestos a hacer enormes sacrificios.

Una jornada escolar en Corea del Sur dura alrededor de 7 horas, pero normalmente los alumnos van a estudiar durante varias horas adicionales a bibliotecas y academias privadas nocturnas llamadas Hagwons, que constituyen una parte fundamental de la gigantesca industria educativa del país. Estos centros deben su éxito a los tutores estrella que utilizan para atraer a más estudiantes. El Gobierno se vio obligado a intervenir legislando que estas escuelas debían cerrar a las 10 de la noche, no obstante, muchos jóvenes continúan estudiando al llegar a casa. En total los alumnos podrían mantener rutinas diarias de hasta 16 horas vinculadas a sus actividades escolares. Sin embargo, si esto no era suficiente, todavía en algunos Hagwons se utiliza la práctica «palo del amor», un eufemismo referido a las varas de madera que utilizaban antiguamente los profesores para castigar a los que no mostraban las correctas aptitudes. Esta técnica no se prohibió hasta 2010 y pese a ello, todavía hay padres que llaman a los profesores e instan a utilizar castigos corporales.

Las obligaciones escolares impiden que los jóvenes socialicen, jueguen y duerman. En este país está muy interiorizada la idea de que si no se tiene éxito en la escuela, tampoco se tendrá en la vida, lo que supone una enorme presión en los estudiantes. Además, según los resultados de las pruebas PISA, estos alumnos son los más infelices. Uno de estos resultados se refleja en la alta tasa de suicidios. El Ministerio de Educación reconoció en 2015 que la presión escolar que afrontan los jóvenes ha desembocado en un problema social.

Los docentes más destacados

Uno de los profesores que vive en primera persona las condiciones de una vida respetada y muy cómoda económicamente es Cha Kil-yong, conocido como Mr. Cha. Es el responsable de «SevenEdu», una escuela online de preparación a la Selectividad con más de 300.000 alumnos. Utiliza su condición para usar disfraces, pelucas y caretas para enseñar complicadas ecuaciones matemáticas y así entretener y motivar a sus estudiantes. Este docente hizo fortuna en apenas seis años. Cuando no se encuentra dando clase, se codea con otros ídolos de los jóvenes surcoreanos, como una cantante de pop con la que grabó una canción animando a los alumnos a sonreír mientras preparan el gran examen de sus vidas: el CSAT, la puerta hacia la universidad.

Kim Ki-hoon, es otro docente pero experto en la materia de inglés. Obtuvo 3,5 millones de euros sólo por sus clases online, cifra a la que habría que sumar los más de ocho millones que le reporta su editorial de material educativo. Kwon Kyu-ho, es un profesor cotizado de Literatura y suele aparecer en público con estrellas locales y recluta celebridades para respaldar su trabajo.

Fuente de la Noticia:

https://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/9543388/11/18/Corea-del-Sur-donde-la-educacion-sobrepasa-los-limites.html

ove/mahv

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Entrevista a Raül V. Rey: “La sociedad consumista también consume literatura y la convierte en un bien de usar y tirar”

Redacción: Rebelión

Considera que la literatura actual le resulta a menudo un tanto anodina, “pues está más centrada en contar una historia para el gran público que en innovar en la Literatura”, pero también es consciente de que muchas veces el público no asume bien estas innovaciones.

Es esta concepción sobre el proceso creativo lo que le atrae de autores como los integrantes de la Generación Beat (Kerouac, Ginsberg, Burroughs), o de Ray Loriga (con obras como Héroes o Tokio ya no nos quiere), o incluso de Lucía Etxebarría y su primera novela, Amor, curiosidad, prozac y dudas. Quienes “trataron de alejarse de lo establecido para crear obras bellas y rompedoras, capaces de reflejar y analizar la sociedad moderna occidental. Y además les acompañó el éxito”.

“Si algo me llevó a escribir Keith Landdon, memorias no autorizadas fue la necesidad de crear un personaje que mostrara su mundo interior sin tabúes”, explica. “Vivimos en un mundo mediático donde creemos que ya hemos sido testigo de todo: no hay más que poner la televisión o consultar Internet para ver matanzas, sexo explícito y otros hechos que han menoscabado nuestra inocencia como espectadores. Sin embargo, no estamos acostumbrados a mirar y tratar de comprender el universo humano en toda su magnitud, sin juzgar al prójimo y tratando de entender sus virtudes y miserias. Eso es lo que hace Keith Landdon, mostrarnos sin medias tintas toda su propia destrucción como primer paso para reconstruirse”.

¿A quién va dirigida entonces la novela? Parece tenerlo claro, el potencial lector es alguien que busca “no solo que le cuenten una historia, sino que se la cuenten de manera diferente y que le remuevan por dentro. Un público joven y de mediana edad, urbano, acostumbrado a la lectura y, quizá, a las series actuales como The Affair o películas valientes y honestas como Carmen y Lola, es decir, gente que sea capaz de resistir una historia de amor poco habitual y transgresora”.

 En tu novela desmontas la almibarada imagen de Hollywood, que todo lo envuelve de glamour, ¿que buscas con ello?

Vivimos en una sociedad cada vez más centrada, enfocada y preocupada por la imagen exterior que transmite. Ahora la vida privada se ha convertido en pública a través de las redes sociales. Proyectar una vida llena de éxito y felicidad parece un fin en sí mismo, como vemos, por ejemplo en la serie de culto Black Mirror, en sus capítulos Caída en picado 15 millones de méritos. Hollywood, hasta la fecha, había sido el mayor estandarte de esa metarrealidad. Quizá ahora está siendo sustituido por las redes sociales, que han democratizado la falacia de una existencia exenta de problemas y preocupaciones. Pero estamos olvidando lo esencial, lo que nos define como seres humanos, la autenticidad.

Mi principal intención era adentrarme en la mente de una persona de alto éxito social para explorarla sin tapujos ni cortapisas, sin estrecheces, sin hipocresías, sin caer en lo políticamente correcto ni en las buenas intenciones. ¿Qué nos queda del ser humano cuando todo es honestidad? ¿Seríamos capaces de seguir admirando a una persona si supiéramos todos sus pensamientos, todas sus miserias, todas aquellas imperfecciones que la hacen profundamente humana? Esas preguntas me impulsaron a escribir esta historia sobre un triunfador que en realidad es tan perdedor como los protagonistas de Charles Bukowski o de Henry Miller.

– Supongo que las recientes denuncias de abusos sexuales y los escándalos sobre los excesos de todo tipo de algunos de sus miembros habrán tenido también influencia a la hora de escribir la novela.

Escribí esta novela hace siete u ocho años, así que el movimiento Me too aún no había aparecido. Sin embargo, la situación de la mujer, de los miembros LGTB+ y de los más desfavorecidos me han preocupado desde que tengo uso de razón. Vivimos en una sociedad insufriblemente consumista: acumulamos objetos sin ton ni son, nos sentimos esclavizados por la publicidad y la imagen de satisfacción con que nos bombardea, adoptamos hábitos automatizados de consumo (como comprar en las rebajas, aunque no necesitemos nada; o renovar nuestro móvil, aunque el nuestro aún funcione perfectamente), permitimos que existan fábricas de trabajo esclavo en la otra parte del mundo para que podamos seguir consumiendo bienes baratos y de pésima calidad… El siguiente paso de esta sociedad que no reflexiona sobre sus actitudes consumistas y las repercusiones que estas tienen sobre otros seres humanos o sobre el medioambiente, no podía ser otro que el de consumir personas.

Keith Landdon vive profundamente insatisfecho, porque ha cumplido con todo lo que la sociedad le había exigido: tiene éxito social, económico y laboral, tiene un físico portentoso y aún es joven. Pero es víctima de una gran sensación de vacío que lo lleva a una ansiedad brutal. La necesidad de huir de esa ansiedad lo conduce al deporte extremo, al alcohol, a la cocaína, a los ansiolíticos, a la prostitución. Consume sin control hasta que empieza a consumir a Josh Crawford por algo que podríamos llamar amor. Ahí sus convicciones se tambalean y encuentra una posible salida a su angustia.

– Tu protagonista, Keith Landdon, tiene que esconder bajo la rígida dictadura de sus productores y su millonaria asignación sus deseos, excesos y aventuras ¿en una situación así, qué grado de libertad tiene, si podemos decirlo así?

Su libertad es mínima, porque no se puede escalar a lo más alto sin transigir con las decisiones que otros toman por él desde las sombras y el anonimato. Él ni siquiera elige sus dientes. Otros deciden cómo debe sonreír, cómo debe moverse, cómo debe peinarse, cómo debe vestirse, qué papeles debe escoger, le gusten o no. La plenitud se nos escapa cuando no somos totalmente libres para escoger nuestro camino, y cuando vivimos subyugados por la tiranía de la imagen pública: en su caso esa tiranía la experimenta desde medios de comunicación que podemos llamar tradicionales (cine, televisión, revistas…). Lo peor de hoy en día es que millones de personas deciden libremente esclavizarse en las redes sociales para transmitir una imagen de sí mismos que quizá dista mucho de la auténtica realidad.

– ¿El dinero lo compra todo? ¿Es ese el mensaje que nos traslada Keith?

El dinero debería ser un medio para lograr un bienestar que nos permita desarrollarnos ampliamente como personas, por ejemplo que nos permita acceder a una educación o una sanidad de calidad, que nos permita viajar y conocer otras culturas, que nos asegure un techo y comida para preservar nuestra salud. Pero en la actualidad el dinero se ha convertido en un fin per se. Grandes multimillonarios empeoran las condiciones salariales de sus empleados para acumular más riqueza aún y lo permitimos; gran parte de la sociedad respeta a Donald Trump porque es rico y lo votamos; aceptamos el comportamiento desmedido de muchas celebridades y las respetamos porque tienen dinero: ¿qué aportan a nuestra sociedad las Kardashian, muchas estrellas del deporte, los concursantes de Gran Hermano y de otros tantos reality shows…? Todos tenemos cabida, pero parece que algunas personas son relevantes por el único mérito de obtener dinero (y despilfarrarlo) de una forma fácil y simplona, no como resultado de una profesión y de un esfuerzo.

El verdadero mensaje de Keith Landdon, memorias no autorizadas es que somos libres para escoger. Quizá tendremos que renunciar a muchas cosas altamente valoradas por la sociedad, como la fama o la riqueza, pero seremos más plenos y felices.

– Llama la atención en algunos pasajes de la novela las descripciones sobre cuestiones técnicas del cine o apuntes en situaciones de carácter profesional ¿de dónde te vienen esos conocimientos?

Estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Ahí estudié cine, televisión, radio y prensa, y tuve la suerte de que me diera clases Mirito Torreiro, un gran crítico de cine que aumentó aún más mi pasión por este arte. Además he tomado clases de interpretación con Josep Costa y he aprendido muchísimo de compañeros míos de teatro, como de Asunción Peña o mis compañeros del grupo Kaddish y de mi grupo actual, Autoscopia teatro. La interpretación siempre me ha parecido fascinante. La primera vez que me subí a un escenario tenía catorce años. Y he escrito varias obras teatrales. Además colaboro con www.andaluciaaldia.com como crítico teatral.

– A pesar de la crudeza de algunos fragmentos, y de ese perfil ‘amoral’ y tan poco empático de Keith, el desarrollo de la trama no resulta forzado y es creible y fácil de seguir una vez inmersos en ella ¿te resultó difícil construir unos personajes de estas características? ¿qué referencias usaste?

A mí siempre me resulta complicado construir los personajes. Me adentro en ellos como mucho tiento, con mucho cuidado, con mucho respeto. Cuando empiezo a escribir solo conozco el principio y el final de la historia, lo demás lo voy descubriendo al mismo tiempo que lo hacen los propios personajes. Tampoco sé cómo son exactamente esos personajes, sino que los escucho y los veo actuar. Trato de no juzgarlos, de dejarles libertad para decir lo que quieran y decidir lo que quieran. Me siento como una antena de radio, que capta señales y las pone sobre el papel, pero tengo la sensación de que intervengo poco.

Esta novela la escribí con poco más de treinta años. Puedo decir que es una novela de juventud, una especie de grito rebelde. En aquella época leía mucho a la generación Beat, que me fascina: Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William S. Burroughs, también, como he dicho antes, Charles Bukowski (aunque no siempre lo encasillan en esta generación) y Henry Miller con su Trópico de cáncer El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger. Pero otros autores españoles también me han inspirado: Ray Loriga, especialmente con Tokio ya no nos quiere (Landdon sufre un percance en esta misma ciudad); Amor, curiosidad, prozac y dudas, de Lucía Etxebarría; o poetas como Jaime Gil de Biedma, tan transgresor.

– Hace poco leí un artículo de un escritor con varios libros publicados, por tanto supongo que conocedor de la mercado editorial, en el que equiparaba empezar desde cero una novela con la vista puesta en las modas literarias que mejor se venden, o hacerlo teniendo en cuenta únicamente las inclinaciones y preferencia del autor. ¿Cómo entiendes el proceso creativo en una situación tan hipermercantilizada como la actual? ¿Valen igual unas novelas y las otras, son todas ‘literatura’?

Como he dicho antes, el dinero parece hoy en día un fin en sí mismo. Internet ha democratizado el acceso a la literatura, lo cual a priori está muy bien, porque ha permitido que cualquier persona pueda leer y pueda escribir. Lo malo es que ahora se publica indiscriminadamente. Antes los editores eran un filtro fiable, apostaban por autores por su calidad literaria. Así surgieron escritores como Vargas Llosa, a quien apoyó Carme Balcells después de haber publicado sin éxito una primera novela; o Roberto Bolaño, quien tuvo muchas más dificultades para publicar, pero que acabó contando con el respaldo de editores que creían en su trabajo. Actualmente cualquier persona autoedita un libro y lo vende por Internet. Ya digo que es muy positivo, porque tenemos más posibilidades para elegir, pero es mucho más difícil discernir lo bueno de lo que no lo es. La capacidad de crítica ha decaído. Escucho a muchos lectores que solo buscan una historia entretenida, no la calidad literaria. Me pregunto si escritores como Carpentier disfrutarían de reconocimiento si empezaran a publicar ahora. La vanidad nos lleva a juzgar una obra solamente por el éxito de ventas que tiene. La sociedad consumista de la que hablaba anteriormente también consume literatura y la convierte en un bien de usar y tirar.

Personalmente he dejado de preocuparme en exceso por la repercusión de mi literatura. Soy consciente de lo difícil de la situación en el mercado actual y no me interesa escribir una saga para adolescentes o una novela de aventuras donde lo único interesante sea la trama. La verdadera satisfacción es disfrutar con aquello que haces. Y yo me lo paso muy bien escribiendo mis libros.

Gracias

Keith Landdon, memorias no autorizadas

Raül V. Rey

Edición 1.0. septiembre 2018

Prólogo de Patricia Terino

ISBN ebook: 978-84-09-05176-2

epub: 642 Kb.

mobi: 767 Kb.

pdf: 199 pág.

Página del libro: https://www.dyskolo.cc/cat%C3%A1logo/lib046/

Fuente:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=247719&titular=%93la-sociedad-consumista-tambi%E9n-consume-literatura-y-la-convierte-en-un-bien-de-usar-y-

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España: El maestro que hacía hablar a los mapas mudos

Redacción: Hoyesarte

La primera vez que me encontré ante un mapa mudo no supimos qué decirnos el uno al otro. Él estaba preso de su mutismo; yo, había enmudecido de forma repentina ante la sorprendente aparición de algo cuya existencia desconocía hasta ese momento. Fue en el examen de Geografía de España, asignatura de primer curso del Bachillerato elemental anterior a la famosa Ley de Educación General Básica, conocida popularmente como “Ley Villar Palasí” (1970). Es lo que tenía estudiar por libre en aquellos tiempos del “seillas”, las letras, el televisor y los primeros “yuspikinguilis” en las playas españolas, una vez hallada en el fondo del mar, “matarile-rile-ron”, la última bomba de Palomares. Podías encontrarte con imprevistos que dieran al traste en un instante con la concienzuda preparación llevada a cabo durante meses, como a veces sucedía con algunas de las sorpresivas preguntas que abatían las ilusiones de los equipos mejor preparados que acudían al popular concurso televisivo Cesta y Puntos.

Sin embargo, nada más iniciarse el curso siguiente, en el que se estudiaba la asignatura de Geografía Universal, el maestro nos comunicó a mis compañeros y a mí que había ideado un sistema con el que haríamos hablar a los mapas mudos o, al menos, parecer que hablaban, como sucedía con Harpo Marx, que, sin decir una sola palabra, mantenía las más divertidas conversaciones con sus hermanos. Y, ante nuestra cara de incredulidad, se dispuso a contarnos su invento pedagógico.

El método consistía en que, conforme fuéramos estudiando los distintos continentes, él nos iría contando una serie de historias relacionadas con el deporte, la literatura, la ciencia o el arte, que nos permitirían “viajar” hasta los lugares donde habían llegado algunos de los personajes más singulares de la Historia y proyectar en el viaje nuestra propia aventura. Al mismo tiempo, este insólito viaje nos facilitaría fijar en el mapa y en nuestra memoria ciudades, ríos, montañas, valles, desiertos, bosques, lagos, volcanes, mares, golfos, deltas, archipiélagos y cualquier otro accidente geográfico. Si desde San Francisco a París el mundo comenzaba a soñar que otro mundo era posible, ¿por qué no íbamos a ser capaces nosotros de idear otra forma de aprendizaje diferente? Sin duda, esta era una forma divertida de aprehender y aprender. Así, del desconcierto pasamos a la intriga, y de la intriga a la acción.

Cuando iniciamos el estudio del continente europeo, lo primero que hicimos fue localizar las 31 ciudades a las que pertenecían los equipos de fútbol que habían participado en la Copa de Europa del año anterior, ganada por el Real Madrid-yeyé. De esta manera aprendimos a señalar casi a ciegas en el mapa político europeo Róterdam, Bruselas, Turín o Belgrado, ciudades de otros tantos rivales derrotados por los Pirri, Zoco, Amancio y Velázquez hasta proclamarse campeones.

Asimismo conseguimos identificar rápidamente en el mapa físico los cursos de los grandes ríos europeos, las diferentes cordilleras o cadenas montañosas y los diferentes accidentes costeros (golfos, deltas, bahías, fiordos, etc.) asociándolos a algún personaje destacado, un acontecimiento histórico importante o una referencia literaria o artística previamente comentada por el maestro. Fue lo que sucedió con el Danubio azul, el famoso vals que Johan Strauus dedicó al río de color verde plateado a su paso por Viena, o con El maravilloso viaje de Nils Holgersson, el apasionante libro de aventuras que la pedagoga y escritora Selma Lagerlöf escribió para que los escolares suecos aprendieran la geografía del país escandinavo.

El continente americano lo exploramos de la mano de los grandes cronistas de Indias, pero también acompañando a las expediciones de Alexander von Humboldt por el “llano vacío”, la “montaña telúrica” y la “selva virgen”, o subidos a bordo del Beagle, el bergantín en el que Charles Darwin cruzó el Estrecho de Magallanes, llegó a las Isla Galápagos y pergeñó la teoría de la evolución.

Para conocer el continente africano, el maestro nos contó una serie de historias que atrajeron nuestra atención sobre el mapa de África como el imán atrae al hierro: las aventuras del controvertido Henry Morton Stanley a la busca del doctor Livingstone y las fuentes del Nilo, la expedición del cuevano Yuder Pachá hasta la mítica Tombuctú y las peripecias de Alí Bey por toda la cornisa norteafricana. El mapa de Asia lo fuimos dibujando con las descripciones del Libro de las maravillas, de Marco Polo y los relatos de Rudyard Kipling. Oceanía la recorrimos siguiendo las huellas del intrépido James Cook, las pinturas de Paul Gauguin y los relatos de Robert Louis Stevenson, a quien los aborígenes de Samoa llamaban Tusitalia, “el que cuenta historias”.

Conforme avanzaba el curso, nos aventuramos en viajes transcontinentales, como el realizado a imitación de La vuelta al mundo en ochenta días, de Julio Verne, para lo cual el maestro, que era aficionado a la papiroflexia, nos hizo construir pequeños vehículos en papel (un barco, un avión, un tren y un automóvil) con los que nos desplazábamos por el mapa. Moviéndonos de un lado a otro como auténticos vagamundos, visitamos todos los lugares que figuraban en el libro de texto oficial y muchos otros que no recogía, como la enigmática Thule, que nosotros relacionábamos con la patria de la princesa Sigrid, la eterna novia del Capitán Trueno.

De paso, conocimos, por boca del maestro, algunos de los primeros viajes a la luna en la historia de la literatura, supimos de las aventuras de Ibn Battuta, el legendario viajero bereber, e imaginamos lo que podían haber sido las andanzas por las Indias Occidentales de Don Quijote y Sancho de haberse llevado a efecto el ansiado viaje al Nuevo Mundo de Miguel de Cervantes. En lo que no nos pusimos de acuerdo mis compañeros y yo fue en la ubicación precisa de Liliput, la isla de los seres diminutos descrita por Jonathan Swift en Los viajes de Gulliver, pero el maestro zanjó la cuestión, asegurando que nadie nos suspendería si cada uno de nosotros situaba la isla en el lugar que le dictara su imaginación.

Al comienzo del mes de junio, ya en vísperas de los exámenes finales, comenzamos a notar que, cuando marcábamos muchos de los lugares del mapa, escuchábamos voces que nos susurraban historias acerca del sitio señalado. Entre otras, la del flemático Phileas Fogg conversando con su fiel criado Passepartout acerca de Londres y Nueva York, la del joven Kim, que nos hablaba de la India, la de Rodrigo de Triana gritando “¡tierra, tierra!”, cuando nos acercábamos a las costas caribeñas, o la de Pascual Artero, “el rey de Guam”, al adentrarnos por el laberinto de islas de la Micronesia. Cuando llegábamos a cualquiera de las selvas marcadas en el mapa, parecíamos oír el eco de Mowgli, y, si nos deteníamos en el Sáhara o en cualquier otro desierto creíamos escuchar la voz de El Principito.

Cuando el día del examen el profesor nos entregó los mapas mudos en los que consistía la prueba, comencé a charlar con ellos de forma espontánea, lo que sirvió para ganarme una buena reprimenda, ya que, al verme hablar con la cabeza agachada sobre el pupitre, el profesor sospechó que yo pudiera llevar un micrófono oculto para comunicarme con alguien en el exterior y hacer trampas en el examen. Afortunadamente, la cosa no pasó a mayores y, tras un breve cacheo para comprobar que no estaba tratando de imitar al Super agente 86 (“el operario más eficaz del recontraespionaje”, protagonista de una de las series televisivas más populares en aquel momento), todo quedó en una irónica sonrisa del profesor, que parecía espejar el pensamiento de que “este chaborro no anda bien de la chola”. Sin embargo, cuando un rato más tarde me lo encontré en la puerta del Instituto, me volvió a sonreír, esta vez de manera más abierta, y me dijo: “muy bien, chaval”, lo que interpreté como una señal de que el método del maestro había funcionado.

Fuente: https://www.hoyesarte.com/educacion/el-maestro-que-hacia-hablar-a-los-mapas-mudos_257782/

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Colombia: Convocatoria Nacional de Novela Breve

Redacción: El Espectador

La editorial Cuadernos Negros, en alianza con El Espectador, lanzó una Convocatoria nacional de Novela Breve que irá hasta el 09 de septiembre de 2018 a

Cuadernos Negros, editorial que fue creada en 2006 por los escritores Bibiana Bernal y Umberto Senegal, pertenece a la Fundación Pundarika, entidad sin ánimo de lucro que se fundó en 2003 en Calarcá, municipio del Departamento de Quindío, y que promueve la lectura y la escritura principalmente en la infancia y en poblaciones de escasos recursos que no cuenten con una educación gratuita y de calidad.

La editorial, que complementa el Proyecto de La literatura es nuestro cuento, está sustentada con más de 80 títulos en ediciones de formato y con un costo accesible para los lectores. Entre las obras publicadas se destacan los géneros de poesía, minificción, cuento y ensayo. Así, textos como Silencios de Hadaverde de Leidy Bernal, El boom de la minificción de Lauro Zavala, Concierto de Mayo de Javier Tafur y El escritor y Calarcá de Humberto Jaramillo sobresalen entre los títulos publicados.  La idea de la Convocatoria para este año es abrir la posibilidad para que escritores mayores de 25 años puedan presentar sus textos inéditos y participar por la publicación de su novela con el sello editorial de Cuadernos Negros y la correspondiente circulación del texto con El Espectador a nivel nacional.

Tanto la Fundación Pundarika como la Editorial Cuadernos Negros han logrado beneficiar a la población infantil de Calarcá mediante talleres y actividades que enlazan la literatura con el contexto geográfico, social, cultural y político de la región. De esa manera, alrededor de 12.000 personas se benefician no solamente se inculca el hábito de la lectura y la escritura en los menores, sino que también que promueve sentido de pertenencia y conocimiento por el territorio que habitan y las posibilidades que éste le ofrece al país.

Las bases para participar en la Convocatoria son las siguientes:

-Se podrán postular escritores de 25 años de edad en adelante, nacidos y radicados en Colombia.

-La obra debe ser inédita, de máximo 100 páginas tamaño carta, a espacio 1,5, letra calibri 12.

– La obra se enviará en un archivo PDF, con seudónimo. En un archivo PDF adicional se incluirán título, seudónimo, nombre, correo electrónico, teléfono y la cédula escaneada.

– El plazo máximo de envío será el 9 de septiembre, hasta las 11:00 p.m.

-El jurado estará conformado por tres escritores colombianos de reconocida trayectoria.

-La novela ganadora se publicará en el sello editorial Cuadernos Negros. Circularán 3.000 ejemplares a nivel nacional con El Espectador. El 10% de las ventas de dicho tiraje será para el ganador, además de 100 ejemplares del libro, como pago de derechos.

-La postulación de las obras equivale a la aceptación de los términos de la convocatoria.

Los interesados en participar en la Convocatoria deberán enviar sus textos al correo cuadernosnegroseditorial@gmail.com

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/cultura/convocatoria-nacional-de-novela-breve-articulo-806074

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El Mundial entra a las aulas y los educadores debemos aprovecharlo

Por: Gustavo Roberto Martínez

Como cada cuatro años, el Mundial de fútbol inunda todos los medios de comunicación y acapara la atención de gran parte de la sociedad. Las instituciones educativas, que son una caja de resonancia de lo que sucede en la comunidad, se ven inundadas por esa «ola» mundialista, que atraviesa todos los espacios escolares.

Ante esta realidad, a los educadores nos quedan dos opcionesesperamos el 15 de julio que el encuentro deportivo finalice, o tomamos la iniciativa y utilizamos todo lo que genera el Mundial, para motivar el aprendizaje de nuestros alumnos y optimizar el proceso educativo.

Estoy convencido que “el conocimiento tiene que ser significativo no solo en términos de inversión a futuro, sino también en la vida presente del alumno. Y esto sólo puede lograrse tendiendo puentes entre los intereses percibidos del alumno y el programa escolar. Es esta conexión la que permite dar sentido al aprendizaje. En una situación ideal, cuando uno siente verdadera pasión por aprender algo, el esfuerzo está garantizado hasta el punto que no llega a ser percibido como tal”. (Grimson Alejandro y Tenti Fanfani Emilio – “Mitomanías de la educación argentina” – Ed. Siglo XXI – Bs. As. – 2015). Creo humildemente, que el Mundial es una oportunidad única para motivarlos y optimizar nuestras clases.

Existen infinidad de actividades o proyectos para llevar al aula, en los distintos niveles del sistema educativo, que pueden atravesar tangencialmente todas las áreas. A modo de ejemplo y como un simple disparador, me gustaría enunciar algunas posibilidades:

– En las Ciencias Sociales, se puede investigar sobre la organización económica, social y política, de los países intervinientes, realizando una tabla de posiciones en cada una de las áreas trabajadas, para obtener el “campeón”.

– En literatura, se pueden abordar infinidad de bibliografías alusivas al fútbol; componer cuentos o poesías sobre algún suceso particular y luego compartirlos con toda la comunidad.

– En la parte artística, todas las producciones alusivas, pueden quedar plasmadas en dibujos, canciones o expresiones corporales.

– La tecnología siempre tiene un papel preponderante, pudiendo elaborar audiovisuales y hasta un “noticiero” diario o semanal, donde se puedan compartir las novedades deportivas y culturales.

Como se puede apreciar, hay actividades de distinta complejidad y que pueden adaptarse a las etapas evolutivas de nuestros alumnos. El desafío es poner toda nuestra capacidad y creatividad profesional, para que el mundial sea nuestro mejor aliado cada vez que ingresamos al aula.

Fuente: https://www.minutouno.com/notas/3076324-el-mundial-entra-las-aulas-y-los-educadores-debemos-aprovecharlo

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“La imagen se ha convertido en una obsesión, el contenido se ha quedado a un lado”

Por: Jorge A. Trujilla. La Marea. 30/05/2018

El escritor y músico Iñaki Domínguez lanza su nuevo libro sobre “visionarios, locos y criminales del siglo XX”.

Tras semanas de espera, por fin llamamos a Iñaki Domínguez (Barcelona, 1981) porque queríamos comentar sus dos libros. Este barcelonés criado en Madrid es filósofo y antropólogo cultural y nos sorprendió con Sociología del moderneo (Melusina, 2017), donde hace un análisis preciso del ‘moderneo’ en general y el ‘moderneo’ español en particular. “En términos ideológicos el moderno español no tiene ideología clara porque lo que busca es reconocimiento”, defiende el autor, quien ha lanzado su nuevo libro Signo de los tiempos. Visionarios, locos y criminales del siglo XX (Melusina, 2018).

Domínguez nos atiende por teléfono durante casi una hora y nos comenta sus dos ensayos sociológicos. Analizando con Domínguez el ‘moderneo’, nos comenta que “se pueden encontrar modernos progres y modernos conservadores”, por lo que la ideología política no es lo más importante, según el escritor. En su primer ensayo sobre los modernos defiende que antiguamente el hecho de serlo te hacía más progresista, pero en la actualidad, aunque se vincule a lo ‘progre’, porque “mola más ser ‘guay’ que pijo”, en el fondo lo que hay es sólo apariencia. “El ‘moderneo’ está vinculado al consumo, en especial al de identidades: autoimagen, barbas, gafapastas, cultureta, etc.”, describe Domínguez.

El hipster tiene origen en la admiración por lo afro que huía de las etiquetas y optaba por una vida bohemia, “pero hubo una degeneración que lo llevó a lo que conocemos hoy como hipster: una etiqueta globalizada, ya que el sistema de mercado sabe cómo comercializarlo todo”, sostiene el ensayista. Y es que lo que antes eran mensajes contestatarios, actualmente son mensajes o actitudes estándares: looks desaliñados, camisas guays, etc. Los hipsters, según el análisis de Domínguez, “creen que están aportando algo individual y único”, pero sus propias actitudes y en sus enfoques al final reproducen algo muy estándar y globalizado. El filósofo también señala que hay otrohipster que es puro consumo, en especial de identidades y de imagen: el más superficial. En nuestros tiempos, donde parece que todo está inventado, es difícil tener un criterio propio y el moderneo al final acaba diciendo y reproduciendo lo mismo pero “piensan que es muy individual su visión del mundo”, recalca el escritor.

Los dos grandes focos de ‘moderneo’ español se centran en el barrio madrileño de Malasaña, que conoce muy bien el autor y al que dedica un capítulo en el libro, y por supuesto la Barcelona cool y la del diseño. Sin embargo, a estas alturas, estos elementos son una estandarización global de cualquier ciudad grande. Además, en la conversación nos comenta el contagio cultural que han invadido nuestro imaginario social y cultural, cuando tendemos a comprar ciertos recipientes para comer y beber, cuando dejamos de llamar a las magdalenas para llamarlas muffing o cambiamos los bizcochos de toda la vida por cakes. “Los medios e Internet ayudan a este contagio pero también lo hace la gentrificación de las ciudades”, describe Domínguez, y así los barrios más viejos o anteriormente más lumpen se ponen de moda y “donde antes nadie quería vivir, ahora es guay y otorga prestigio”. Esto provoca el aumento de los precios: Malasaña en Madrid o Ciutat Vella en Barcelona, por citar dos ejemplos.

La cultura del narcisismo, que es una de las bases del ‘hipsterismo’, invade la sociedad y cada vez vamos más hacia el individualismo que a lo colectivo. “Es un elemento de nuestra sociedad occidental, ya que hace décadas que no sufrimos guerras y que gozamos de cierto bienestar, aunque ahora algo más precarizado”, critica el antropólogo como explicación a nuestra sociedad individualista. “El consumismo y los medios, como Internet, se encargan de fortalecer el individualismo. Todos tenemos medios donde proyectamos una imagen y ésto se ha convertido una obsesión, dejando el contenido a un lado”, sostiene Iñaki Domínguez.

¿Y después de la generación hispter? El escritor cree que el relevo generacional será del ‘trap’, ese nuevo macarra o lumpen que el sistema de mercado ya está comercializando promoviendo una estilo de consumo en esa línea. Y el hipster ‘progre’… Se vieron en las campañas de Barcelona en Comú y en especial, en las de Ahora Madrid en las municipales del 2015. En la capital se trabajó con la idea de volver al Madrid de Tierno Galván. “Es una idea clara de siempre volver al pasado, porque el ‘moderneo’ de España tiene falta de ideas y hoy hay un agotamiento cultural que hace que tengamos que acudir siempre al pasado nostálgico”, explica el escritor.

De hipsters y modernos a locos y criminales: Signo de los tiempos. Visionarios, locos y criminales del siglo XX (Melusina, 2018) tiene elementos en común con los procesos de ruptura cultural de los años 60 y 70, que finalmente fueron absorbidos por el sistema. Desde actrices con problemas mentales, criminales y hasta pandillas, todos los personajes que son del siglo XX. “Ahora vivimos en un puritanismo muy radical”, critica el escritor, que defiende que hoy en día no encontraríamos personajes de esa talla tan transgresora. “Me da igual que sea un puritanismo de izquierdas o de derechas” que perjudica ciertas rupturas que este escritor considera interesante analizar, y lo hace muy bien explicando las vivencias, locuras y vida de personajes como el proxeneta Charles Manson, la periodista Meinhof, el fundador de los Ñetas Torres Irriarte, la actriz Frances Farmer o el criminal Edward Bunker. “La controversia de los iconos actuales es controlada y no es transgresora como la de estos personajes”, señala.

Iñaki Domínguez destaca a uno de los personajes importante de la pornografía de los años 60, el actor porno John Holmes. “Ahora es visto por el feminismo como opresión de la mujer por el patriarcado”, pero en ese contexto el porno chic era trasgresor y estaba prohibido porque “representaba un modelo contracultural que estaba hecho desde una visión progresista y rompedora”, defiende Domínguez. Todo un conjunto de investigaciones sobre vidas llevadas al límite que recoge este interesante libro tan bien documentado desde el punto de vista sociológico.

Finalmente, Domínguez nos sorprende con su otro nombre, Elipse Superestar, con el que edita su propio disco de funk Futuristic Retro Funk. Al escritor no le da miedo que le etiqueten porque es hijo de una generación, con gustos concretos pero con la capacidad de entender lo que le gusta y disfrutar de ello con una base muy sólida y argumentada.

*Fuente: https://www.lamarea.com/2018/05/07/inaki-dominguez/

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