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Yemen: Para un niño, la educación es la solución a la violencia de Yemen

Para un niño, la educación es la solución a la violencia de Yemen

El conflicto de Yemen ha obligado a más de dos millones de niños a abandonar la escuela

SAADA, Yemen, 5 de enero de 2017 – Antes de la escalada del conflicto de Yemen, Fahd, de 10 años, vivía tranquilamente con su familia en la ciudad de Saada, al norte del país. Sus costumbres consistían en levantarse cada mañana, ir a la escuela, jugar con sus amigos por las tardes y regresar a casa para cenar y hacer los deberes de la escuela.

La familia de Fahd vivía una vida decente en un acogedor apartamento de tres habitaciones. Su madre, Om Fahd, siempre se esforzaba para que la casa y la habitación del niño estuviesen bien ordenadas. “Siempre tenía las mismas ganas tanto de ir a la escuela por las mañanas como de regresar a casa por las tardes. La vida era cómoda”, relata Fahd.

Todo esto cambió en marzo de 2015 con la escalada del conflicto de Yemen, que arrasó las calles del barrio de Fahd. Él recuerda que se despertó con el ruido de las bombas y las balas. De inmediato, su padre les ordenó a todos que se metieran en el coche para huir a su casa del pueblo.

Fahd recuerda el caos que había en la carretera, donde montones de civiles trataban de escapar en mitad de un bombardeo mortal. Cuando ya habían recorrido una distancia considerable, el padre de Fahd decidió que no era seguro seguir conduciendo; abandonaron el coche y comenzaron a caminar hacia el pueblo.

“Después de caminar durante una hora, mis pies estaban hinchados. Pedí que volviéramos, pero mi padre dijo que nos podían matar”, cuenta Fahd.

Dos días después, llegaron al pueblo. No había espacio suficiente para acomodarlos a todos, de modo que los hombres, incluido Fahd, tuvieron que dormir al aire libre. “No podía dormir por la noche. No dejaba de preguntarme qué sería de nuestra casa, de nuestra escuela y de mis amigos”, explica.

Fahd pensó que se trataría de una estancia breve en el pueblo y que después podrían regresar a Saada para reanudar su vida normal. Ya ha pasado un año y medio y la guerra continúa, sin un final a la vista.

Unas semanas después de marcharse, el padre de Fahd regresó a Saad para recoger algunas de sus pertenencias. Se quedó impactado al ver que su casa estaba destrozada. Habían perdido todo lo que tenían. Las pertenencias de toda su vida estaban entre las ruinas.

Fahd le había pedido a su padre que le trajera algunos libros de la escuela, juguetes y su bicicleta. No pudo ser. El padre, desolado, regresó al pueblo el mismo día para darles la terrible noticia. “Me fui a la parte trasera de nuestra vivienda improvisada del pueblo y lloré en silencio. Mi padre vino para ver cómo estaba y se puso a llorar también”, recuerda Fahd.

La educación es la solución

Fahd mantiene viva la esperanza. Sueña con llegar a ser ingeniero civil porque quiere reconstruir su ciudad y el país.

Tiene la esperanza de regresar a Saada cuando la situación mejore para continuar su educación.

“Quiero volver a encontrarme con mis amigos, poder jugar con ellos otra vez. Deseo que la guerra termine y todo vuelva a ser como era antes”, es el mensaje de Fahd al mundo.

Fahd cree que la educación es la solución a los conflictos constantes de Yemen. “Las personas con una educación deberían entender que las guerras son malas”, sostiene.

Cuando le dijeron que algunos de los dirigentes de las partes beligerantes cuentan han recibido una educación, se apresuró a responder: “Pero la mayoría de los combatientes, no”.

Fahd es uno de los 1,4 millones de niños que han sido desplazados por el conflicto existente en Yemen y que luchan por sobrevivir lejos de su hogar. Con el fin de garantizar que esos niños no se queden atrás en su educación, UNICEF está colaborando con la campaña de Regreso a la Escuela, que incluye la renovación de cerca de 700 escuelas dañadas, la provisión de material escolar y la movilización de padres y comunidades para enviar a sus hijos a la escuela. Los profesores están recibiendo formación en asistencia psicosocial para ayudar a los estudiantes a abordar los horrores del conflicto.

Si la generación actual de Yemen se queda atrás en su educación, las consecuencias a largo plazo serán terribles. Invertir en educación y protección debe ser una prioridad para que niños como Fahd puedan cumplir su sueño de un Yemen mejor ahora y en el futuro.

UNICEF y la educación durante las situaciones de emergencia

En la actualidad, uno de cada cuatro niños de todo el mundo en edad escolar vive en países afectados por una crisis. UNICEF está trabajando para asegurar el acceso de los niños a la escolarización durante y después de las crisis, así como aumentar la resiliencia de los sistemas educativos para prepararlos para las crisis y poder responder a ellas.

UNICEF es anfitrión provisional de La Educación No Puede Esperar, un nuevo fondo mundial dedicado a transformar la forma en que se imparte la educación durante las situaciones de emergencia. El propósito del fondo consiste en proporcionar una respuesta más rápida y colaborativa a las necesidades educativas de 75 millones de niños y jóvenes cuya educación se ha visto interrumpida por crisis.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/historias/para-un-nino-la-educacion-es-la-solucion-la-violencia-de-yemen

 

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Uruguay primer país de América Latina en reanudar a clases

América del Sur/Uruguay/Eltiempo,com

La baja incidencia del covid-19 en Uruguay y el estricto protocolo sanitario aprobado llevaron a este país a convertirse en el primero de Latinoamérica en retomar la presencialidad en la educación, después de más de tres meses en los que las plataformas virtuales fueron su principal aliado.

El uso de mascarilla al llegar, la limpieza del calzado en una alfombra sanitaria, la desinfección de manos y dar respuestas a un breve cuestionario son algunos de los pasos que los estudiantes deben afrontar antes de acceder al aula.(Lea también: ‘Jardines infantiles del ICBF seguirán cerrados’)

Tras un proceso gradual, en la última semana los centros públicos y privados de educación primaria, secundaria y técnica quedaron abiertos para recibir a unos 700.000 jóvenes, algo que tiene felices a las principales autoridades de la materia.

Decisiones “pensadas, coordinadas y planificadas”, según explica a Efe el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, permitieron completar este “articulado” proceso que llevaron a cabo junto al poder Ejecutivo, el Ministerio de Salud Pública y el Sistema Nacional de Emergencias.

El retorno

Tras una vuelta que se dio en tandas y que comenzó por las zonas rurales “más alejadas” y en las que se encuentra “la población más vulnerable”, Silva asegura que Uruguay tiene que acostumbrarse a saber y a convivir con que “el riesgo cero ya no existe”.

(Lea también: ¿Qué consecuencias traería la deserción en las universidades?)

Además, subraya la importancia del encuentro cara a cara entre educandos y educadores, quienes para él nunca van a ser reemplazados. “El vernos a los ojos, el tener un contacto fluido, el apretón de manos, el abrazo, la charla sincera en soledad, quizás con el afecto que da la presencialidad es insustituible”, apostilla.

Sin embargo, Silva sabe de los problemas que genera esta pandemia y deja algo muy claro: “Si hay que retroceder se va a hacer a paso firme”.

El trabajo en la pandemia

Si bien para el presidente de la ANEP la llegada del covid-19 afectó “bastante” la educación en el país, remarca que la “política nacional” que tiene que ver con el uso de la tecnología “como un asociado al proceso de enseñar y de aprender” fue fundamental ya que permitió mantener conectados a cerca del 75 por ciento de los jóvenes.

No obstante, Silva señala que los sectores más vulnerables fueron golpeados, algo que, desde su punto de vista, no es “nada nuevo”.

(Lea también: ¿Llegó la hora de regresar a las clases presenciales?)

Pese a esto, destaca la “alianza estratégica” que se logró con las familias para generar “el acompañamiento” en las tareas de los estudiantes y la responsabilidad del “cumplimiento” de las mismas.

Como ejemplo de esto, explica que en situaciones en las que no hubo conectividad mediante las plataformas educativas, sí la hubo en redes sociales o Whatsapp, medios utilizados para responder las tareas. Estas se entregaban a los adultos cuando iban a retirar la comida escolar para sus hijos- repartida en 780 centros que se mantuvieron abiertos con este fin-.

Más allá de esto, Silva asegura que “siempre” le queda la sensación de que se pudo hacer “mucho más”, aunque reconoce el gran trabajo de los docentes, quienes “salieron a pelearla, a encontrar estrategias diferentes para sustituir a la presencialidad en la medida que ello fuera posible y en su enorme mayoría lo lograron”.

Un año que no se perdió

En su misma línea, el director del Colegio Español Cervantes, Carlos Cambón, destaca a Efe el trabajo de su centro durante este tiempo. Para él, 2020 no es “para nada” un año perdido, porque los métodos utilizados para sustituir las clases presenciales dieron “mucho resultado”.

(Lea también: ¿Cuánto costaría cubrir las matrículas de universidades públicas?)

“Vinieron con sus cuadernos y sus conocimientos muy afinados así que creemos que el 2020, para lo que creímos que iba a ser, no va a ser tan bravo”, puntualiza.

Además, Cambón señala que está “feliz” de reencontrarse con los alumnos y con los docentes y “orgulloso” de la labor llevada a cabo por las autoridades nacionales a nivel sanitario y por las de la educación con Silva “como líder”.

Finalmente, el director cuenta que, desde el retorno, los cambios “más importantes” que llevaron a cabo fueron la subdivisión de los grupos, la reducción de horas de clase, el uso de tapabocas por parte del cuerpo docente y de los alumnos al ingresar y en los recreos, no así en clase donde mantienen un metro y medio de distancia.

Intenso trabajo

Elbia Pereira, secretaria general de la FUM, asegura que durante este tiempo desde el sindicato se ha hecho un “intenso trabajo” acerca de los protocolos para cuidar a los alumnos y a los trabajadores.

“Trabajamos mucho desde la primera etapa”, dice sobre la apertura de la 460 escuelas rurales en abril en un momento en que, en su opinión, “no estaban dadas las condiciones adecuadas para un reintegro presencial”.

(Lea también: ¿Estamos educando para atender los retos del futuro?)

“Para nosotros fue apresurada la convocatoria al reingreso a clases. Igualmente el compromiso de los docentes y los funcionarios siempre está”, asevera Pereira.

Por otro lado, destaca las fortalezas del Plan Ceibal, creado en 2007 y mediante el cual Uruguay puso en práctica el programa ‘One Laptop Per Child’ (Un portátil por niño), para poder trabajar durante este tiempo, aunque asegura que “ninguna herramienta, por más moderna que sea” sustituye a la presencialidad del maestro.

Uruguay mantiene hasta el momento un buen control sobre la pandemia, ya que, desde el 13 de marzo, cuando se decretó la emergencia sanitaria por los 4 primeros positivos, se registran 955 casos (87 en curso) y 28 fallecidos.

Fuente: https://noticias-antioquia.co/2020/07/07/uruguay-primer-pais-de-latinoamerica-en-volver-a-clases-presenciales-educacion-vida/

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Los avances en la erradicación del trabajo infantil, en peligro por la pandemia

Redacción: Notimérica

UNICEF y OIT alertan de que incluso cuando las escuelas reabran muchos niños no volverán a clase y podrían empezar a trabajar.

En los últimos 20 años, la cifra de niños víctimas de trabajo infantil se ha reducido en 94 millones, un importante logro que podría revertirse como consecuencia de la crisis provocada a nivel mundial por la pandemia de COVID-19 y que podría empujar a millones de niños a tener que trabajar, según alertan el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Ambas agencias han presentado un informe conjunto «COVID-19 y trabajo infantil: Un tiempo de crisis, un tiempo de actuar» con motivo de que el 12 de junio se celebra el día mundial contra esta práctica.

En él, alertan de que no solo la crisis por la pandemia podría obligar a empezar a trabajar a millones de niños sino que los que ya trabajan podrían tener que hacerlo durante más horas, o en peores condiciones. Muchos de ellos podrían verse obligados a realizar las peores formas de trabajo, lo que causaría un daño significativo a su salud y a su seguridad.

«Habida cuenta de las graves consecuencias de la pandemia en los ingresos de las familias, muchas de estas, al no tener apoyo alguno, podrían recurrir al trabajo infantil», previene el director general de la OIT, Guy Ryder. «La protección social es fundamental en épocas de crisis, puesto que permite brindar asistencia a los más vulnerables», sostiene.

En opinión del máximo responsable de la OIT, «tener en cuenta los problemas asociados al trabajo infantil en el marco de políticas de mayor alcance sobre educación, protección social, justicia, mercados de trabajo y Derechos Humanos y laborales a escala internacional supone una diferencia fundamental».

Según el informe conjunto, la COVID-19 podría causar un aumento de la pobreza y, por tanto, un incremento del trabajo infantil, ya que los hogares utilizan todos los medios disponibles para sobrevivir. Algunos estudios aseguran que un aumento de un punto porcentual del nivel de pobreza conlleva un aumento del 0,7 por ciento, o más, del trabajo infantil.

En este sentido, la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, recuerda que «en tiempos de crisis, el trabajo infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para muchas familias». «A medida que la pobreza aumenta, las escuelas cierran y la disponibilidad de los servicios sociales disminuye, más niños se ven empujados a trabajar», añade.

Por ello, sostiene que «cuando imaginamos el mundo después de la COVID-19, debemos asegurarnos de que los niños y sus familias disponen de las herramientas necesarias para afrontar tormentas similares en el futuro». «Una educación de calidad, servicios de protección social y mejores oportunidades económicas pueden cambiar las cosas», defiende la jefa de UNICEF.

De acuerdo con ambas agencias, los grupos de población vulnerables, en particular los que trabajan en el sector informal y los trabajadores migrantes, serán los que más padezcan los efectos de la recesión económica, el aumento de la informalidad y el desempleo, así como el empeoramiento general de la calidad de vida, las crisis sanitarias y las deficiencias de los sistemas de protección social, entre otras consecuencias adversas de la crisis.

Asimismo, subrayan que hay cada vez más pruebas de que el trabajo infantil está aumentando a medida que las escuelas cierran durante la pandemia. El cierre temporal de escuelas afecta actualmente a más de 1.000 millones de alumnos en más de 130 países. Incluso cuando se reanuden las clases, previenen, es posible que algunos padres ya no puedan permitirse enviar a sus hijos a la escuela

El resultado de ello podría ser más niños forzados a realizar trabajos peligrosos y en condiciones de explotación. Además, advierten, la desigualdad de género puede agudizarse, puesto que las niñas son particularmente vulnerables a la explotación en el sector agrícola y en el trabajo informal o doméstico.

El informe propone un conjunto de medidas encaminadas a paliar el riesgo de que aumente el trabajo infantil, entre ellas, ampliar la protección social, facilitar la concesión de créditos a hogares en situación de pobreza, promover el trabajo decente para los adultos, facilitar el regreso de los niños a la escuela sin costos de escolaridad, y disponer de más recursos para realizar inspecciones laborales y hacer cumplir la ley.

Fuente: https://www.notimerica.com/politica/noticia-coronavirus-avances-erradicacion-trabajo-infantil-peligro-pandemia-20200612020528.html

 

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China: Estudiantes de tercer, cuarto y quinto grado de escuelas primarias de Shenyang regresan a la escuela

Asia/China/14-06-2020/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

Estudiantes mantienen una distancia segura entre ellos previo a ingresar a la Escuela Primaria de Tonghui en Shenyang, en la provincia de Liaoning, en el noreste de China, el 8 de junio de 2020. Estudiantes de tercer, cuarto y quinto grado de las escuelas primarias de Shenyang regresaron el lunes a la escuela. (Xinhua/Long Lei)

CHINA-LIAONING-SHENYANG-ESCUELA PRIMARIA-REAPERTURA

 SHENYANG, 8 junio, 2020 (Xinhua) — Estudiantes asisten a la primera clase del nuevo ciclo en la Escuela Primaria de Tonghui en Shenyang, en la provincia de Liaoning, en el noreste de China, el 8 de junio de 2020. Estudiantes de tercer, cuarto y quinto grado de las escuelas primarias de Shenyang regresaron el lunes a la escuela. (Xinhua/Long Lei)

CHINA-LIAONING-SHENYANG-ESCUELA PRIMARIA-REAPERTURA

SHENYANG, 8 junio, 2020 (Xinhua) — Estudiantes ingresan al campus de la Escuela Primaria de Tonghui en Shenyang, en la provincia de Liaoning, en el noreste de China, el 8 de junio de 2020. Estudiantes de tercer, cuarto y quinto grado de las escuelas primarias de Shenyang regresaron el lunes a la escuela. (Xinhua/Long Lei)

CHINA-LIAONING-SHENYANG-ESCUELA PRIMARIA-REAPERTURA

SHENYANG, 8 junio, 2020 (Xinhua) — Un estudiante recibe un control de temperatura en la Escuela Primaria de Tonghui en Shenyang, en la provincia de Liaoning, en el noreste de China, el 8 de junio de 2020. Estudiantes de tercer, cuarto y quinto grado de las escuelas primarias de Shenyang regresaron el lunes a la escuela. (Xinhua/Long Lei)

Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/2020-06/11/c_139125176.htm

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¿Escuela sin contagios? Salud, miedos, segregaciones…

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El nuevo curso que se acerca será especial; hoy por hoy lleno de interrogantes. La escuela es un servicio esencial y es imprescindible que sea presencial. Los miedos al contagio implicarán medidas adicionales. Habrá que pensar bien para atender adecuadamente lo que necesitan los niños y los adolescentes, sin menospreciar unas buenas condiciones higiénicas.

Diría que harán falta unos controles sanitarios previos a todas las personas que tienen que convivir en el centro escolar y vigilancia diaria de temperaturas, por ejemplo (algo parecido a como se hace con los deportistas de élite que compiten). De esta manera las actividades escolares podrían hacerse con más tranquilidad y facilitar las relaciones cercanas imprescindibles para una buena escolarización. Entiendo que no se contempla esta propuesta porque, de momento, es inalcanzable por el coste y la complejidad; del mismo modo que no se ha hecho obligatorio el uso de las mascarillas hasta que ha habido cantidades suficientes para todos.

Si se hace necesario utilizar todos los espacios existentes en los mismos centros habrá que contar también con los existentes en las proximidades, bibliotecas, centros cívicos, locales deportivos, equipamientos municipales… En otro orden de cosas, estas necesidades están haciendo visible la escasez histórica de inversiones en edificios y personal docente en todo el sistema escolar de nuestro país.

Temo que los miedos que se han generado debido a las contradicciones de los gobiernos y los protocolos establecidos, con sus lógicos errores, provocarán absentismo en septiembre próximo. Sobre todo por parte de las familias de los dos extremos de la escala social. Aquellas que disponen de tiempo o de ayuda pagada para cuidar a sus hijos e hijas, y aquellas que, en situación de riesgo social, desconfían de lo que les puede ofrecer el centro escolar. Paradójicamente, las criaturas que seguramente más necesitan asistir a las escuelas no lo harán. La enseñanza está inmersa en la realidad social: las mochilas de los niños y adolescentes están llenas con toda la realidad que viven. Las respuestas que necesitan implican a toda la sociedad.

Además, es probable que aumenten las bajas médicas entre el personal docente y no docente que trabaja en escuelas e institutos. Será importante generar confianza para intentar paliar un poco el miedo que se ha extendido. Es una tarea que corresponde a todos y en todas las instituciones.

El curso que viene nos encontraremos con un aumento de las segregaciones escolares; ya estaban, pero con la pandemia han crecido. Es un tema complejo: no es sólo responsabilidad del sistema de enseñanza. En parte sí, porque con la LEC (Ley de Educació de Cataluña), el falso derecho de las familias a escoger escuela y la triple red escolar es muy difícil evitar el aumento de las segregaciones escolares. Pero es más determinante el sistema socioeconómico donde estamos inmersos. Si están aumentando todas las segregaciones, si la desigualdad se hace cada día que pasa más grande, si crecen las distancias entre nivel de ingresos, si son más las familias que no llegan a fin de mes… sería casi imposible que en el ámbito de la enseñanza pasara lo contrario. Está muy bien y es necesario pedir y luchar para disminuir las segregaciones en las escuelas e institutos. Vale la pena el pacto contra la segregación firmado recientemente. Pero si no luchamos y denunciamos la segregación de base, la que es responsable porque es la causa de todas, estamos pidiendo al sistema de enseñanza y, sobre todo, a las comunidades escolares y/o a los ayuntamientos, algo imposible. Y podemos quemar las iniciativas de buena fe que se están haciendo. Las luchas de las PAH, las sindicales de base obrera, las luchas de barrios, los amplios movimientos sociales y feministas, las plataformas antirracistas, los que van en contra del cambio climático o en pro de la igualdad de género, las luchas por la dignidad, el pan, el techo y el trabajo son mucho más necesarias para frenar las segregaciones escolares.

La escuela sola no puede hacer frente a todos los retos que se le piden. Un ejemplo similar lo encontramos si pensamos con la conciliación familiar, con organizar horarios más saludables, veremos que no depende sólo de las escuelas. Si los horarios laborales y comerciales no cambian, si los espectáculos, los programas de televisión, no se modifican en la línea de ocupar franjas horarias más saludables, volvemos a quemar a la comunidad escolar si es la única que se preocupa por la conciliación familiar. Las administraciones con competencias en cada aspecto deben intervenir.

Y también, a raíz de la epidemia, se está diciendo que lo que hay que defender ante todo es la salud. Con este argumento se ha encerrado a los niños para protegerlos. ¿O para que no contagien (no sean vector de contagio) a los adultos?

Otra pregunta: ¿qué deberíamos entender por salud? No es la falta de enfermedades solamente. Salud es una posibilidad de vida gozosa, que implica salud física y mental, tener las necesidades básicas cubiertas, seguridad de recibir cariño y cuidado.

He encontrado dos definiciones. La clásica de la OMS de 1948: «Salud es un estado de completo bienestar físico, psíquico (mental) y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades «. Y otra, de 1976, de un congreso de médicos catalanes: «La salud es una manera de vivir autónoma, solidaria y gozosa» [1]. Para poder hacerlo posible hay que luchar contra las enfermedades, lógico, pero también contra la pobreza, contra las injustas desigualdades, contra el sufrimiento físico y emocional de tantas criaturas y adolescentes y de sus familiares.

Por eso vale la pena reflexionar si el largo cierre que han sufrido las criaturas ha sido beneficioso. Si ha sido acertado que para evitar supuestamente contagios haya perjudicado y hecho sufrir a los niños y a sus familias. Una reflexión adecuada para repensar el curso 2020-21. Las anunciadas medidas higiénicas ¿compensan los graves inconvenientes? Parece bastante cierto que las posibilidades de contagio entre criaturas y adolescentes son mínimas. No son suficiente argumento para frenar las necesarias relaciones cercanas que deben darse en una escuela que haga honor a su nombre.

Debemos proteger a los adultos, docentes y no docentes, pero no imposibilitar las actuaciones que faciliten los aprendizajes, los vínculos, los abrazos y los apoyos emocionales, más necesarios para nuestro alumnado, en septiembre de 2020, porque la mayoría habrán pasado seis meses desconectados de sus iguales.

[1] Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y de Baleares y Sociedad Catalana de Biología. X Congreso de Médicos y Biólogos de Lengua Catalana. Perpiñán, 23-26 de Septiembre de 1976. Libro de actas. (Barcelona, ​​1978)

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Sierra leona: Volver al cole después de que te hayan dejado embarazada en una epidemia

África/Sierra Leona/28 Mayo 2020/elpais.com

Sucedió tras el ébola en 2015 y puede volver a repetirse con el coronavirus. Entonces se detectó un aumento de madres adolescentes. Los expertos aplican las lecciones de esa crisis para garantizar que las niñas regresen a la escuela después de la pandemia

En abril de 2015, después de que el ébola asolara Sierra Leona y paralizara África Occidental, comenzaron a reabrir las escuelas. Miles de niños regresaron con ilusión al colegio tras nueve meses encerrados en sus casas. Pero Isatu, de 13 años, y sus hermanos no pudieron hacerlo. La adolescente, huérfana a causa del ébola, al igual que alrededor de 9.000 niños más, tenía que cuidar de un bebé recién nacido. Un hombre de veintitantos años que había ayudado a dar de comer a la hambrienta familia de Isatu durante el brote la había violado y dejado embarazada.

Al final del brote, Isatu se vio sola para cuidar de su hijo y de sus dos hermanos pequeños. En lugar de volver a sus clases de matemáticas, lectura y escritura, se pasaba el día vendiendo basura reciclada para sobrevivir. Durante el brote del ébola de 2014-2016, los embarazos de adolescentes se incrementaron nada menos que en un 65% en algunas comunidades de Sierra Leona. Hasta marzo de 2019, las escuelas en este país prohibían a las niñas embarazadas asistir a las clases. Miles de ellas abandonaron sus estudios o no recibieron escolarización en los años siguientes, según dicen los expertos, debido a la combinación de los embarazos de adolescentes, los matrimonios precoces, la pobreza, la pérdida de cuidadores, las actitudes negativas de los padres con respecto a la educación, así como la precaria calidad de la enseñanza.

Ahora la comunidad internacional está lidiando con una nueva crisis sanitaria por la covid-19 que ha agudizado la inseguridad económica y alimentaria, ha cerrado escuelas y ha llevado a un aumento de la violencia de género en el mundo entero. Los expertos señalan que deberían extraerse lecciones de la crisis del ébola y que de inmediato deberían implementarse medidas de respuesta para garantizar que los niños, en especial las niñas, puedan regresar a la escuela una vez que remita la crisis.

Dado que la pandemia y los confinamientos tienen a millones de personas en sus casas, y que países como Sierra Leona ya viven una delicada economía post-ébola, algunas organizaciones en África Occidental como Plan International, Unicef y Street Child se apresuran para facilitar enseñanza suplementaria fuera de las aulas y asistencia económica, además de trabajar con los Gobiernos y los agentes educativos para garantizar que los niños puedan regresar a la escuela. “Creo que es crucial que todos trabajemos colectivamente con los Gobiernos y con todos los actores para planificar la reapertura de las escuelas con mucho cuidado y de un modo muy proactivo para llegar a los más vulnerables”, afirma Robert Jenkins, director de Educación de Unicef.

Se repite la historia

Algunos padres en Sierra Leona comenzaron a sacar a sus hijos de los centros educativos antes de que estas cerraran sus puertas en marzo debido al riesgo de infección por coronavirus. Hoy miles de niños en África Occidental están sin escolarizar, exactamente igual que durante el estallido del ébola. Las comunidades que todavía tienen que recuperarse económicamente de la anterior crisis temen no ser capaces de llegar a fin de mes y dar sustento a sus familias.

Las niñas como Isatu, que ya no tienen padres que las protejan y cuiden de ellas, son algunas de las más vulnerables. “Los hombres y los chicos se aprovechan de ellas ofreciéndoles, por ejemplo, sustento y ayuda a cambio de sexo y, durante ese proceso, muchas se quedan embarazadas”, asegura Sia Lajaku-Williams, nativa de Sierra Leona y directora de programas de Street Child, una organización internacional centrada en infancia y la educación.

Esta y otras entidades ofrecen educación sobre planificación familiar y salud reproductiva. Sin embargo, estos mensajes pueden ser difíciles de comunicar durante una crisis como la del ébola o la covid-19. “Lo que sucede es que las mujeres y las niñas no pueden acceder a los servicios de salud reproductiva”, explica Yeva Avakyan, vicepresidenta adjunta de igualdad de género en Save the Children. “Nosotros abogamos por que estos servicios sigan estando abiertos y siendo accesibles”, añade.

«Los hombres y los chicos se aprovechan de ellas ofreciéndoles, por ejemplo, sustento y ayuda a cambio de sexo y, durante ese proceso, muchas se quedan embarazadas»

Según los expertos, las organizaciones tienen que prestar apoyo a las poblaciones vulnerables ahora con el fin de abordar la salud, la educación y otras necesidades. Unicef y Save the Children están desarrollando planes de estudio alternativos en diferentes medios de comunicación, como la televisión y la radio, para que estos sean utilizados mientras las escuelas permanecen cerradas. Pero sin una escuela física a la que asistir, muchos niños no pueden cubrir sus necesidades básicas, como comer. Lajaku-Williams y su equipo de Street Child, por ejemplo, han respondido estableciendo programas de reparto de alimentos —para la comida y la cena— para unos 800 menores que, de otro modo, podrían pasar hambre mientras las escuelas están cerradas. El acceso a agua potable es otra de las prioridades según Unicef, que intensificará sus esfuerzos en la purificación del agua en África occidental mientras persista la pandemia.

La frágil coyuntura económica del país y la actitud subyacente ante la educación —la creencia de que ellas deberían consagrarse a casarse y tener hijos— también supusieron un desafío para que las niñas volvieran a las escuelas una vez que estas reabrieron. “Mandar a los hijos al colegio cuesta dinero”, explica Tessie San Martin, presidenta y directora ejecutiva de Plan International EE UU. “Hay que proporcionarles dinero para el transporte, el uniforme, los libros y demás. Si una familia no tiene recursos o si sus medios son limitados y tiene… varios hijos, le aseguro que no serán las niñas las que los recibirán”, remacha.

Ofrecer a las familias los recursos para que puedan sustentar a todos sus hijos evita que sean ellas las que tengan que decidir, aseguran varias voces. Por otro lado, las actitudes que rodean la educación femenina están cambiando lentamente en Sierra Leona. Entre 2004 y 2018 la tasa de alfabetización de las chicas entre 15 y 24 años aumentó en más de un 25%, lo cual redujo las diferencias entre sexos en casi 15 puntos. Ese respaldo vital es lo que brindó a Isatu una segunda oportunidad. En 2016 pudo regresar a la escuela secundaria gracias a una ayuda económica y a la asistencia de Street Child. En 2017, sus hermanos también se matricularon.

Lajaku-Williams afirma que, mientras los colegios de todo el mundo permanecen cerrados debido al coronavirus y mientras pequeños como Isatu están de nuevo en sus hogares, lo esencial es apoyar ahora a las comunidades con el objetivo de garantizar que puedan regresar a las aulas cuando estas abran, lo mismo que después de la crisis del ébola. “Fuimos capaces de tener un efecto positivo en sus vidas y de invertir la situación”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/05/22/planeta_futuro/1590138973_509051.html

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Dinamarca: Los niños daneses vuelven a la escuela

Europa/Dinamarca/16 Abril 2020/semana.com

Los pequeños daneses se convirtieron este miércoles en los primeros alumnos de Europa afectados por semanas de confinamiento que regresaron a clase.

Niños encantados y padres aliviados a las puertas de una escuela en Copenhague. Los pequeños daneses se convirtieron este miércoles en los primeros alumnos de Europa afectados por semanas de confinamiento que regresaron a clase.

Después de un mes lejos de las aulas, los daneses son los primeros alumnos europeos afectados por las medidas de restricción relacionadas con el nuevo coronavirus en regresar a la escuela.

Bajo un cielo gris y ventoso, los aproximadamente 220 alumnos del primero al tercer grado fueron recibidos el miércoles por la mañana por sus profesores, provistos de pequeñas banderas danesas en la mano a modo de bienvenida, pero sin máscara ya que su utilización no es recomendada en el país nórdico.

Los escolares se trasladaron rápidamente al patio de recreo y a aulas especialmente acondicionadas para cumplir con las medidas sanitarias de rigor.

Sus compañeros de cuarto, quinto y sexto grado (un nivel aún primario en el sistema escolar danés) seguirán el jueves.

Para Caroline, madre de dos hijos, este día representa un verdadero respiro. «Me siento bien, realmente bien», dice a la AFP, después de haber asegurado durante un mes las clases desde su casa para su hija mayor de 7 años.

Foto: AFP

Abandonados desde el 12 de marzo después de que el gobierno impusiera restricciones para frenar la propagación del virus, los bancos de las escuelas danesas se llenarán progresivamente de nuevo.

Si bien las guarderías, los jardines de infancia y las escuelas primarias reabrieran sus puertas a partir del miércoles, los estudiantes de secundaria (con excepción de los grados primero y último) tendrán que esperar hasta el 10 de mayo.

– Medidas de precaución –

La primera ministra danesa anunció el 6 de abril un levantamiento gradual de las restricciones vigentes para luchar contra el nuevo coronavirus.

Si las escuelas se abren gradualmente, bares, restaurantes, peluquerías, centros comerciales y discotecas permanecen cerrados, y se prohíben las reuniones de más de 10 personas.

La reapertura de las escuelas fue anunciada por el gobierno «a condición de que cada uno mantenga su distancia y se lave las manos». 

Entre otras cosas, las escuelas deberán garantizar una distancia de dos metros entre las mesas de las clases y organizar recreaciones en pequeños grupos.

Para cumplir con los requisitos, «usamos las aulas utilizadas habitualmente por las clases mayores (del sexto grado de primera al tercero de secundaria), que actualmente siguen los cursos desde sus casas«, continúa.

En cada aula del edificio, los niños están sentados a dos metros unos de otros y las botellas de gel hidroalcohólico nunca están lejos para que las utilicen con regularidad.

El miércoles, los cursos se reanudaron en apenas la mitad de los municipios daneses y en 35% de los establecimientos en Copenhague, los demás han requerido más tiempo para adaptarse a las normas de seguridad sanitaria todavía en vigor.

Se espera que todos los establecimientos estén abiertos el 20 de abril. 

La reapertura de las escuelas también ha sido impugnada por algunos padres de alumnos preocupados por los problemas sanitarios.

Una petición llamada «mi hijo no es conejillo de indias», había reunido hasta el martes unas 18.000 firmas.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/coronavirus-los-ninos-daneses-vuelven-a-la-escuela/663563

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