Educación, unión y disciplina, bases de crecimiento japonés

Japón/20 febrero 2017/Fuente: El Universal

La economía japonesa es la tercera más grande del mundo. De acuerdo a información emanada de la Oficina de Gabinete de ese país, de octubre a diciembre del año pasado, este sector se expandió por cuarto trimestre consecutivo.

 “Una firme demanda comercial, y un incremento en el gasto de capital acentuaron una sostenida recuperación del país liderada por las exportaciones”, refiere la información. “La demanda externa contribuyó con 0.2 puntos porcentuales al PIB, debido a un incremento de los despachos por una mayor demanda de automóviles desde China y Estados Unidos y de partes electrónicas desde Asia”, completa la nota.

Pero esa no fue siempre la historia de este archipiélago en el que habitan 126,3 millones de personas. El crecimiento económico boyante que hoy exhibe al mundo es producto de un profundo, persistente, sacrificado e incansable trabajo, que se extiende desde la postguerra, luego de la Segunda Guerra Mundial, hasta la fecha, afirmó el excelentísimo Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Japón en Venezuela, Kenji Okada, quien recibió a El Universal en la sede oficial de su despacho en Caracas.

“En 1945, Japón fue derrotado. Cerca de 3 millones de japoneses murieron y el 44% del territorio fue devastado por los ataques aéreos. A pesar de no poseer recursos naturales, después de la guerra, Japón logró un crecimiento económico hasta convertirse en una gran potencia mundial”.

Destacó que fueron principalmente ocho los bastiones para semejante logro, en este sentido resaltó la educación, la disciplina, la unión de la población, la armonía, el estímulo a la cordialidad y el respeto del otro, el amor al trabajo, y la austeridad en el gasto público, estableció el Diplomático.

“Entre las razones antes expuestas, quisiera explicar tres puntos en específico. El primero, por ser un pueblo fuertemente unido, que le da gran importancia a la disciplina y al trabajo. El segundo punto, el alto nivel de educación del pueblo japonés, es decir, poseíamos abundantes recursos humanos de alta calidad y el tercer punto, cumplir con la renuncia a la guerra, decretada en la nueva constitución de la paz luego de la guerra, y de esta manera, no aumentaron los gastos destinados a la defensa de la nación”, decantó Okada

 Relató que su país estuvo aislado del mundo hasta mediados del Siglo XIX, y que la apertura de la nación se inició en 1868 con la Restauración Meiji, punto que marcó como determinante para el inicio de la modernización, especificó.

“La idea de ese momento está representada por la palabra compuesta “Wakonyosai”, que significa “espíritu japonés con aprendizaje occidental”. “Wakon” representa el alma del japonés, es decir, su espíritu, específicamente el espíritu tradicional japonés que se fundamenta en respetar la disciplina, valorar la cortesía, la laboriosidad y la armonía”.

–“Yosai” se refiere a la introducción agresiva de la sobresaliente tecnología y el conocimiento académico de Europa. Bajo la filosofía de “Yosai”, Japón, luego de la Restauración Meiji, fortaleció la educación, instalando universidades, escuelas secundarias y primarias por todo el país, esforzándose en la educación obligatoria de la sociedad. Ya para el año 1900, el porcentaje de matrícula aumentó hasta el 90%, dando como resultado la existencia de gran cantidad de recurso humano de alta calidad en Japón.

El enfoque nipón en la educación data de la “era Edo”, antes de la apertura del país en el Siglo XIX, relata.

“Vale destacar que en el siglo XVIII, la tasa de alfabetización en las principales ciudades era, Londres 20%, París 10%, Edo (Tokio) 70%. Además, como parte del “Yosai”, desde la era Meiji, Japón toma como referencia el sistema jurídico de Alemania y Francia y se estableció la constitución, el derecho penal, el derecho civil y un sistema legal de código de comercio, todos ellos necesarios para el funcionamiento del sistema económico”, explicó.

Riqueza por Guerra

La Nación absorbió enseñanzas del continente europeo, las aplicó y perfeccionó con éxito. Después de la segunda conflagración mundial, optaron por trasladar las prioridades de enaltecer el poder militar a privilegiar la riqueza como pueblo en el provecho de cada uno de sus habitantes. En el Artículo 9 de la Constitución de Paz de Japón, “el país renuncia al derecho a la guerra y por lo tanto a la fuerza militar”.

“En la posguerra, Japón decidió abandonar “la fuerza militar” y se centró en “la riqueza”, buscando el crecimiento económico. Fue así como bajo la coordinación de la comunidad internacional, se llevó a cabo la prosperidad del país. Ciertamente, después de la guerra, Japón ha sido una nación pacífica y no se ha involucrado en guerras. La supresión de los gastos para la defensa de la nación, contribuyeron en gran medida al desarrollo económico del Japón de la posguerra”.

Resaltó el Embajador Okada, que los japoneses se caracterizan por mantener una alta tasa de ahorro, lo que hizo que muchos se convirtieran en inversionistas. La integración de la nación a sistemas económicos internacionales como el FMI y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), fue también un impulso importante, afirmó.

Fuente: http://www.eluniversal.com/noticias/economia/educacion-union-disciplina-bases-crecimiento-japones_640355

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