España/20 febrero 2017/Fuente: El Comercio
Varios colegios incluirán las tutorías entre iguales para niños de 3 y 5 años y el Sanatorio Marítimo se convertirá en un referente nacional.
Dijo -y mantiene- Andrés González Bellido que Gijón se había convertido en un «referente nacional en la lucha contra al acoso escolar». Lo era, lo es y lo seguirá siendo. Y ya no solo por el número de centros que se han sumado al programa Tutoría entre Iguales (TEI), del que es autor, ni por la implicación de colegios, institutos y de toda la ciudad. Sino también porque Gijón se va a convertir en una ciudad absolutamente pionera, por dos motivos. En primer lugar, por ser una de las primeras en España en aplicar el TEI a Educación Infantil, algo que se está haciendo de forma experimental en muy pocos lugares. Y, en segundo lugar, porque de aquí partirá la primera experiencia de adaptación del programa a la Educación Especial. Lo hará de la mano del Sanatorio Marítimo, cuyos responsables han asumido la tarea de adaptar todo el material a sus necesidades. Será «un referente a nivel nacional, haciendo constar su nombre en todas las formaciones TEI en centros de Educación Especial», dice Bellido. Y lo confirma el director del colegio, Lluis Cueto.
Son las dos principales novedades de un programa por el que la ciudad apostó hace un año y que llegó a los centros educativos en septiembre. Tras este primer trimestre del curso, 32 colegios (públicos, concertados y uno privado) e institutos de Secundaria han puesto en marcha ya las dinámicas TEI. Los docentes siguieron su propia formación y luego lo han hecho los alumnos, que en estos meses han comenzado con las pautas de trabajo que marca el programa. Tutores y tutorizados están elegidos, ‘emparejados’ y trabajando ya juntos.
La elección de ‘parejas’
Los propios centros (en ocasiones los de Primaria en coordinación con los de Secundaria, cuando se trata de alumnos que han realizado el cambio de ciclo) han elegido las ‘parejas’. Lo explica Raquel Álvarez, coordinadora TEI en el IES Rosario Acuña. Porque, aunque los alumnos creen que la elección se hace el azar, no es del todo cierto. Nada se puede dejar al azar. Los alumnos de primero de la ESO (tutorizados) son valorados en función de su necesidad (poca, regular o mucha) de contar con un tutor. Y los de tercero (tutores), en función de su capacidad para serlo. En Primaria, donde los de quinto tutorizan a los de tercero, se hace de igual forma. Así que, además de ofrecerles formación general sobre el TEI, el acoso escolar, la violencia y la convivencia, después hay que trabajar la cohesión de los grupos.
Dicen los responsables que el día que se conocieron todos estaban muy nerviosos. Era algo así como una cita a ciegas. Juegos y gymkanas han servido para perder el miedo y ganar confianza. Y, gracias a eso, los tutores ya han podido intervenir y solucionar pequeños conflictos. Y según cuenta Raquel Álvarez, también para que los más pequeños se hayan atrevido a ‘destapar’ situaciones no agradables que sufrieron en Primaria.
Ludivina López, del colegio Miguel de Cervantes, muestra la misma satisfacción con el programa y con los resultados, aunque aún sea pronto. En el centro de La Calzada han aprovechado el programa para trabajar muchos valores. Por ejemplo, han puesto en marcha el apadrinamiento lector. Ahora los de quinto están preparando una obra de teatro que representarán para sus ‘hermanos pequeños’, de tercero.
Pero nadie mejor que los propios alumnos para valorar el TEI. «Arreglar un problema que podría haber llegado a más me hizo sentir bien». Son palabras de Miranda Uría, de 14 años, alumna de tercero de la ESO en el colegio San Miguel. Es tutora de una alumna de primero de Secundaria. Otra niña insultó y amenazó a su tutorizada con pegarle fuera de clase. «Fui a hablar con ella y me lo negó, pero yo sabía que era verdad, porque la chica lloraba y estaba muy asustada. Le dije que, si no le caía bien, no tenían por qué ser amigas, pero que ésa no era razón para meterse con ella». Lo solucionó. Lo logró también cuando los insultos por parte de otra alumna llegaron a través del ‘whatsapp’. Y lo mismo hizo Nicolás Pérez, de tercero de la ESO, cuando otra compañera «se metió» con su tutorizada «a través de Instagram». Ese es el primer paso, que el tutor intervenga. Si no funciona, habla con el tutor del niño acosador. Si no es suficiente se recurre a los adultos.
Son ejemplos de problemas de convivencia que los jóvenes están resolviendo por sí mismos. «Los adolescentes tienen muy mala prensa y viene bien que demuestren al mundo que se puede creer en ellos. Porque son ellos los que están acabando con esta lacra. Tienen poder para ello», afirma la orientadora del centro, Lucía Morán Balán. «Desde la empatía, desde el conocimiento del otro, pueden terminar con el acoso escolar entre ellos. Porque tienen más confianza para contarle sus problemas a un igual y se crea un vínculo muy positivo entre ellos».
Ella fue la encargada de dirigir la primera sesión de formación del TEI a los alumnos. Les habló de la «importancia de encontrase con gente buena», de cómo los alumnos pueden ayudar a otros compañeros que lo necesitan. Al finalizar, cuando preguntó quién quería ser tutor, «todos levantaron la mano como un resorte. Fue una de las mejores experiencias en mi vida profesional», confiesa. «Los tutores no son guardaespaldas, pero sí sus guías y sus amigos», añade. «Yo ahora estoy más tranquila, mi tutora se porta muy bien conmigo y he aprendido a decir las cosas y no callármelas, porque así se evita llegar a casos más extremos», cuenta una de las tutorizadas de Secundaria.
Extensión con matices
Todo ello se extenderá ahora a Infantil, con matices. Confirma Andrés González Bellido, que en breve se elegirán unos pocos centros que, de forma experimental, lo llevarán a cabo. Los de 5 años tutorizarán a los de 3. Pero, en ese caso y por motivos evidentes, no se hablará de prevención del acoso, sino de «generación de conductas saludables». Y ahí, dice Bellido, se pondrán las bases para evitar conductas y situaciones no deseadas en Primaria.
En cuanto a Educación Especial, el Sanatorio Marítimo toma las riendas. Cuenta su director, Lluis Cueto, que no tienen problemas de acoso en el colegio, pero que sus alumnos sí lo sufren fuera de él, por ejemplo a través de las redes. Tampoco pueden, sistemáticamente, elegir tutores de determinada edad para los más pequeños, porque dependerá del déficit cognitivo que tengan. Tienen todo el curso por delante para trabajar en el nuevo material TEI que, como queda dicho, será referente nacional.
A todo ello se suma que Gijón hará de ‘punta de lanza’ del TEI en Asturias. Varios colegios de Oviedo se han sumado y Bellido prepara una presentación en Avilés.
Fuente: http://www.elcomercio.es/gijon/201702/19/programa-contra-acoso-escolar-20170219011253-v.html