Singapur/23 marzo 2017/Fuente: La Razón
En Singapur, el de mejores resultados en el mundo, cambió su sistema desde 1982 y lo volvió una política de Estado; esperan que nuestro país repunte en 2021.
Impulsado en los primeros 20 países que llevan la delantera en los resultados de la prueba PISA que realiza cada tres años la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el modelo de enseñanza Aprender a aprender, que comenzará a aplicarse en el ciclo escolar 2018-2019, se verá reflejado en los resultados de este examen en 2018 y en 2021.
“No podemos esperar que en unos cuantos meses haya cambios, aunque yo creo que se verán mejores resultados en PISA (Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos) en sus próximas ediciones”, aseguró Juan Alfonso Mejía, director ejecutivo de la organización civil Mexicanos Primero.
Explicó que este nuevo esquema no sólo implica darle la vuelta a la enseñanza a través de la memorización, sino también trabajar en equipo y entre pares, solidaridad.
De los 72 países que integran la OCDE, los estudiantes de Singapur encabezan la lista de los mejores evaluados en PISA.
Esta nación, agregó Mejía, implementó este nuevo modelo en 1982 y le tomó alrededor de 15 años ver reflejados los resultados de estas nuevas prácticas y desempeños de enseñanza en la prueba PISA.
“Singapur estableció desde esa década que sus reformas educativas fueran una política de Estado. Es decir, que no importando qué gobierno llegara al poder la conservaría, lo que permitió seguir adelante con estas reformas a pesar de los vaivenes políticos.
Tal como se pretende hacer en México, en Singapur con estos cambios a la educación se estableció el plurilingüismo, principalmente el inglés. Actualmente, todas las materias se imparten en este idioma”, detalló.
En 2000 esta nación aún no figuraba entre los países con mayor puntaje y es en 2009 que empieza a perfilarse ocupando, por ejemplo, el sitio 12 en ciencias.
En 2015 este país alcanzó 585 puntos, seguido por Japón, Estonia, China, Finlandia, Canadá, Vietnam, Corea, Nueva Zelanda, Eslovenia, Australia, Reino Unido, Alemania, Holanda, Suiza, Irlanda, Bélgica Dinamarca, Polonia y Portugal, donde desde hace por lo menos dos décadas se implementó esta técnica de aprendizaje.
México, sin embargo, ocupa el sitio 58 y desde la aplicación de PISA, en 2000, los resultados no han sido satisfactorios.
Durante los 15 años en los que los estudiantes mexicanos han participado en este examen que aplica la OCDE, se siguen obteniendo los mismos resultados en ciencias, matemáticas y comprensión de lectura.
En 2009, por ejemplo, 39 por ciento de los estudiantes se ubicó en los niveles inferiores (nivel 1), 54 por ciento en los intermedios (nivel 2) y sólo 6 por ciento en los superiores.
En 2012 el país se colocó en el lugar número 60 con 413 puntos, mientras los estudiantes de Shanghai, China y Singapur se ubicaron en los dos primeros sitios, con 613 y 573 puntos, respectivamente, en matemáticas, lectura y ciencias.
“Nuestro país no ha tenido buenos resultados desde que inició esta prueba, precisamente porque había mantenido un modelo educativo deficiente y debido a las inercias que aún persisten por parte de los maestros que integran la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación”, señaló Mejía.
En 2015 los resultados de esta prueba arrojaron que los estudiantes de 15 años tienen un bajo rendimiento en las materias de ciencias, lectura y matemáticas, muy por debajo del promedio de los países de la OCDE.
En ciencias nuestros alumnos son incapaces de usar conocimientos básicos de esta materia, interpretar datos e identificar las preguntas que emergen de un simple experimento.
En lectura no tienen capacidad de localizar información en textos que no les son familiares, ya sea en forma o en contenido; no comprenden lo que leen, no evalúan críticamente los textos ni construyen hipótesis acerca de ellos.
En matemáticas apenas pueden realizar operaciones simples y son incapaces de comparar la distancia total entre dos rutas alternativas o convertir precios a una moneda.
Mejía señaló que éste es el momento “para definir qué tipo de país queremos. ¿Seguirá habiendo resistencias? Por supuesto, todo proyecto de transformación las presenta. Pero quienes creemos que ésta es una buena opción para salir como país, debemos defender este tipo de proyecto. El país ya no podía seguir con una educación de hace 58 años, desde los tiempos de Jaime Torres Bodet”.
Fuente: http://www.razon.com.mx/spip.php?article341754 |