7 técnicas educativas que son un completo error

Por: El País

Olvide la disciplina castrense: castigarle en su habitación no sirve para nada.

  • cachetes niños
    1. Nada de cachetes La literatura científica los desaconseja con contundencia, catalogando a los tirones de orejas y palmadas en el trasero como recursos contraproducentes. “Los padres, ante conductas no deseables, deben montar su enfado y rechazo, pero el azote esporádico no servirá para cambiar el comportamiento del pequeño”, explica la psicóloga Ollero. Es más, la experta afirma que estas prácticas únicamente conseguirán viciar la relación entre ambos a largo plazo y, si bien quizá atajen en el momento la situación, configurará una personalidad más difícil de encauzar.
  • disciplina niños
    2. Las fórmulas ‘Antonio Alcántara’ no son las ideales Numerosos estudios han demostrado que la mayoría de técnicas disciplinarias clásicas, las que pasan por el arresto domiciliario o por los sistemas de recompensa son, a la larga, inservibles y contraproducentes. “En el papel de los padres como modelos de los hijos, la conexión emocional debe jugar un papel fundamental, estableciendo vínculos de confianza y seguridad para fomentar el desarrollo correcto, marcando los límites con firmeza pero también con amabilidad”, explica Andrea Ollero, psicóloga educativa. En este sentido, Ángela Pulido, también psicóloga y directora del centro El Árbol del Patio, apuesta implementar el modelo de Disciplina Positiva ideado por el psiquiatra y educador Rudolf Dreikurs, basado en “implicar al pequeño en su contexto, motivándolo desde los sentimientos positivos que le permiten saber que su papel también es importante”. Por eso, muchas de las técnicas clásicas se entienden, hoy, obsoletas. Esto es lo que no debe hacer con su pequeño, según la ciencia, y las alternativas para criarle con inteligencia emocional.
  • castigos niños
    3. Nada de castigos sin razonamiento En la misma línea, la imposición de sanciones en forma de actividades desagradables quizá corte de raíz la mala conducta, pero sólo momentáneamente. “Hacer sentir mal al niño no significará, necesariamente, que este entienda el verdadero motivo de nuestro malestar”, asegura Pulido, que apuesta más bien por tratar de razonar con él, usando un lenguaje en positivo, y exponerle las razones por las que su comportamiento no es el adecuado. Poner de relieve, al final, por qué sus actos no están construyendo un buen clima en el núcleo del que él debe sentirse partícipe, en el que él tiene que estar implicado.
  • chantaje niños
    4. Nada de dejarles sin postre Técnica basada en el chantaje y en la manipulación, según numerosos estudios, pero no en la explicación razonada que sí llevará al niño a entender por qué no debe hacer esto o lo otro. “De nuevo, esta práctica no hace pensar ni reflexionar al niño, y sólo le llevará a hacer determinadas cosas para contentarnos”, explica Pulido, que se pregunta si nuestra voluntad es que nos obedezca únicamente movido por el miedo a la prohibición o si realmente buscamos que entienda por qué debe comportarse correctamente.
  • premios niños
    5.  Nada de prometerle ración doble de postre Otra técnica basada en el chantaje: “Si vinculamos las educaciones con premios, igual que si lo hacemos con castigos, estamos dejando a un lado las emociones profundas”, repasa la psicóloga Ollero. Explica además que “la necesidad de conocerse, de entrar en comunión, es fundamental para que los actos estén ben encauzados y motivados por una decisión íntima y real que busca lo mejor para todos”.
  • rincon pensar niños
    6. Nada de mandarlo ‘al rincón de pensar’ ¿Para qué? “En el momento de enfado y frustración, ambos estarán dominados por el cerebro reptiliano, al que corresponden las funciones básicas. Los dos estarán bloqueados por el grado de tensión del contexto, y pedir al niño que reflexione no hará sino llevarle a pensar que su padre y su madre son seres horribles y mezquinos”, afirma Pulido. Además, y como explican los expertos en educación infantil Tina Payne Bryson y Daniel J. Siegel en su libro No-Drama Disciplineobligándoles a encontrarse con sus pensamientos en esa situación hará que se pierda la oportunidad de establecer un diálogo comprensivo, explicativo y que busque, realmente, lo que se pretende: hacerle reflexionar para que no repita sus actos.
  • prohibido llorar niños
    7. Nada de coartar sus sentimientos “Sobre todo si se trata de niños, muchos padres piensan que pidiéndoles que endurezcan su carácter le están ayudando a fortalecerse, pero eso no es así”, asegura Ollero, en la misma línea de numerosas investigaciones. Durante décadas, explica, la educación se ha basado en la ocultación de emociones, en la prohibición de llorar o mostrarse triste, pero es preferible “dejar que se expresen y enseñarles a entender lo que les ocurre para que aprendan a gestionarlo”, concluye.
  • culpabilidad niños
    8. Nada de educar en la culpabilidad “Vivimos en la era del buenismo.”, comenta la psicóloga Pulido, que añade: “Esto no es en absoluto positivo porque, ante situaciones realmente límite, esos padres colegas terminan por pasarse al otro lado y recurrir a gritos y broncas, descolocando al pequeño que no entiende esos estallidos de ira”. Por eso, ella apuesta por implementar las herramientas adecuadas para que el niño entienda que sus actos tienen consecuencias, y que de ellos depende también la buena marcha del grupo. “Hay que enfocarles hacia las soluciones, y no educarles en la culpabilidad”, confirma. Pero hay casos difíciles. “En situaciones ingestionables, lo más recomendable es buscar ayuda”, aconseja Ollero. Cuando todas las técnicas fallan, sólo un profesional puede detectar dónde está el desajuste en la relación entre padres e hijos y buscar soluciones.

    Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/12/12/album/1513081412_992481.html#foto_gal_8

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