Nacida en Altagracia de Orituco un 19 de Julio de 1922, Doña Alicia Nohemí Velásquez Requena, muy joven hacia finales del año 1936 llega a San Juan de los Morros con sus padres Don Rafael Velásquez Bustamante y Doña Beatriz Marcelina Requena Vargas, y sus hermanos, Lucrecia, Antonio, Rafael José, Esther, Sofía, Trina, Lino, Luis Rafael y José Andrés, todos Velásquez Requena.
Fue madre de Carlos Daniel, Antonio, Andrés Rafael, Lilian Yajaira (Fallecida a los 3 años) Xiomara Nohemí, Beatriz María, Pedro Rafael, Carlos Antonio y Mirla José; a los cuales formó y educó con grandes sacrificios con sus ingresos provenientes de lo que percibía por impartir enseñanzas y por las ventas de arepas y dulcería que eran vendidas en la bodega de Don José Esteban Castrillo ubicada en la Calle Infante haciendo esquina con la calle Lazo Martí.
Cuando en nuestro estado los centros de enseñanzas eran muy pocos; cuando en el medio rural para dar las clases había que impartirlas debajo de la sombra de algún árbol o en casas prestadas por algún vecino, en esa época hacia finales de los años 40, comenzó el periplo de nuestro personaje cruzando caminos y carreteras polvorientas de la parte occidental del estado, quien conjuntamente con señoras como Lilian de Valera, Irma Veroes de Echezuría, Josefa Tovar, María Elena Calles de Gil, Mercedes Guzmán de Capote, Josefina Veroes de Conde, Mercedes de Chávez e Isabel de Ruedas por mencionar algunas de las prominentes pioneras de la educación rural, se dieron a la loable tarea de formar a los hijos de nuestros paisanos habitantes de los campos guariqueños.
Fueron testigos de esta labor de enseñanza caseríos como Sabanota, Unión de Canuto, Versuga, La Florida, Paradero, Paso Pelao, Cantagallo, Camburito, El Castrero, Los Bagres, Garrapata, Flores y barrios periféricos de San Juan de los Morros como Camoruquito, Puerta Negra, La Enfermería, Pueblo Nuevo, Lucianero, El Mahomo, Los Aguacates, El Desecho, La Morera y Barrio Loco.
Eran los tiempos de las Escuelas Estadales y Concentradas, donde se enseñaba en un solo curso primer, segundo y tercer grado. Era la época de la emergencia de la educación en Venezuela. Había que incorporar al proceso de enseñanza del país a toda su población infantil, incluyendo a la rural.
Para cumplir con estos compromisos, las maestras rurales muchas veces debían abandonar sus familias con las cuales solo compartían los fines de semana. A pesar de que el pago no era bien remunerado en ese entonces, asumieron esta responsabilidad como un apostolado.
La Maestra Alicia comenzó a impartir sus enseñanzas en Puerta Negra, siguiendo en Garrapata, Flores, Los Bagres, fue enviada a la Misión de los Ángeles o Misión de Arriba en Calabozo, donde sufrió las terribles quemaduras que la aquejaron el resto de su vida.
De allí nuevamente vino Garrapata, concluyendo su misión en la Escuela Concentrada El Mahomo, la cual actualmente derivó hacia el Grupo Escolar Joaquín Crespo.
Ella sufrió las terribles quemaduras al estar preparando cera con esperma de velas en una cocina de kerosene, para mantener en óptimas condiciones de limpieza y aseo a la Escuela Estadal de la Misión de los Ángeles.
Estos educadores por lo general residían en vivienda anexa a la edificación de la escuela ya que estaban alejados de su residencia familiar, por lo que no solo impartían las enseñanzas a los escolares sino que cumplían con la función de bedeles y diariamente tenían que limpiar y asear las instalaciones educativas incluyendo sus baños.
En la oportunidad que el gobierno nacional conjuntamente con el gobierno estadal decidió profesionalizar a estos forjadores de la enseñanza rural, tuvieron que cumplir con un programa de estudio a distancia con material académico elaborado por el Ministerio de Educación, y las evaluaciones de estos cursos se hacían periódicamente en el Instituto de Mejoramiento Profesional Lino de Clemente ubicado en la Avenida Don Rómulo Gallegos en los Dos Caminos, Caracas. La Maestra Alicia al igual que todos los educadores rurales logró su profesionalización a finales de los años 50 y principios de los 60.
Fue Maestra Preceptora de la y los docentes que estuvieron bajo su responsabilidad la recuerdan con cariño y aprecio. Estando en estas funciones le llegó su jubilación. Ya jubilada trabajó en los programas de alfabetización.
En pago a sus sacrificios la Gobernación del Estado conjuntamente con el Concejo del Municipio Roscio por intermedio de Don Alejandro Tovar Bosch presidente de esa corporación, le donaron la residencia de lo que antiguamente fue la Escuela el Mahomo, luego de su jubilación.
Fue una persona muy querida y respetada por los pueblerinos con los cuales se relacionó en las comunidades que prestó sus servicios, sobre todo en el barrio El Mahomo donde vivió los últimos años de su vida, en el cual los vecinos le tenían especial aprecio por su conducta solidaria y caritativa que la hizo cumplir una labor social, desde atender enfermos hasta luchar para que las condiciones de vida de los pobladores del barrio mejoraran,
Muere el 5 de Marzo de 1990 en la que fue la morada de sus últimos alumnos, en la Escuela El Mahomo. Su sepelio fue una sentida y gran manifestación en asistencia de amigos y conocidos, los cuales reflejaban una profunda tristeza y un profundo dolor por tan irreparable pérdida.
Fuente de la reseña: https://www.eltubazodigital.com/gente-de-mi-pueblo/la-maestra-alicia-una-de-las-pioneras-de-la-educacion-rural-en-el-guarico/2018/07/28/