Asia/Japón/09 Agosto 2018/Fuente: Prensa Latina
El ex presidente de la TMU dio las órdenes para que los puntajes fueran modificados en beneficio de ciertos estudiantes y mantener alejados a los demás, incluidas muchas damas, señaló la investigación.
También adulteraron los de los hombres que no hubieran superado los test por cuatro años consecutivos o más.
El informe fue presentado este martes al Ministerio de Educación nipón por un comité de abogados contratado por la TMU para investigar las irregularidades en los exámenes de ingreso.
Lo que hacía la TMU solo puede describirse como discriminación severa contra las mujeres, aseguró un miembro del equipo de juristas en conferencia de prensa citado por el diario The Asahi Shimbun.
La revelación de la universidad de Tokio se destapó hace unos meses, cuando una investigación sobre actividades corruptas que involucró a los principales ejecutivos de la casa de altos estudios y un alto funcionario de la cartera de Educación, halló lo que había venido siendo durante años una política discriminatoria contra las mujeres.
Todavía está determinado cuántas damas se vieron afectadas por esta práctica fraudulenta, aunque el rastro de la manipulación se remonta al menos a una década.
La TMU buscaba mantener la proporción de estudiantes femeninas en torno al 30 por ciento con la justificación de que las doctoras a menudo renuncian o toman largas vacaciones después de casarse o tener hijos.
Según una encuesta del Ministerio de Salud japonés, muchas mujeres abandonan el trabajo tras la maternidad debido a factores socioculturales y a las dificultades para conciliar vida familiar y profesional en este país asiático, refiere la cadena NHK.
La aparición de las primeras noticias sobre el escándalo de discriminación contra las mujeres desató una ola de malestar en las redes sociales, donde se generalizaron los mensajes contra el machismo.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, se comprometió a promover una nación ‘donde las mujeres puedan brillar’, pero en la práctica la sociedad japonesa sigue lastrada por la desigualdad de género, también en ámbitos laborales y educativos.