Centro América/30 Agosto 2018/Fuente: Prensa Latina
Antes, leyeron sus peticiones frente al Ministerio de Educación, al no estar presentes sus máximas autoridades.
Para garantizar el cumplimiento del pacto colectivo, que incluye un incremento salarial de forma escalonada del cinco por ciento anual durante tres años, se necesitarían más de 961 millones de quetzales (128,38 millones de dólares), un presupuesto que el Estado no podrá sufragar por el momento, según estudios fiscales.
El plan del ejecutivo contemplaba obtener el financiamiento del excedente de recaudación tributaria de este año, no obstante se le solicitó al Congreso aprobar el incremento para poder cubrir las demandas de los maestros.
El monto incluiría, además, el pago de un bono navideño y otro por tener título universitario.
En abril último, el Steg realizó un paro como medida de presión que se extendió por 21 días y afectó a más de un millón de escolares en todo el país.
Guatemala tiene 134 mil docentes en el sector público, donde existen más carencias educativas y de infraestructura, sobre todo, en el sector rural.
Otra marcha de maestros en mayo volvió a recordar al gobierno de Jimmy Morales que su promesa no se había cumplido a pesar de dar su palabra a finales de 2017.
Paralelas a la manifestación docente, se mantienen este miércoles las medidas de presión del gremio médico en busca de una dignificación salarial.
Las consultas externas de los hospitales continúan brindando atención irregular, solo para casos de emergencia, en tanto no hay avances en la mesa de diálogo instalada con el Ministerio de Salud y Finanzas para buscar una solución que sea viable para todos.
El titular de Salud, Carlos Soto, propuso un bono único este año que los médicos rechazaron y mantienen su propuesta de un salario de hasta 23 mil quetzales mensuales (un poco más de tres mil dólares), en dependencia de las escalas profesionales.
Actualmente devengan entre nueve mil y 15 mil quetzales (entre mil 193 y 1 989 dólares), una suma que consideran poco digna.
La víspera, los alumnos residentes se sumaron a las demandas del sector, que lleva más de 10 días de protesta.