Segundo informe de la Internacional de la Educacion sobre «la enseñanza y formación técnica y profesional como marco para la justicia social»

Prensa IE

El  informe elaborado por la Internacional de la Educación (IE) sobre «la enseñanza y formación técnica y profesional como marco para la justicia social» traza un nuevo camino para contribuir a la justicia social a través de la enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP).

Se trata del segundo informe que la IE encarga sobre la función que la EFPT desempeña en la consecución de la justicia social. El primero, Tendencias mundiales en EFP: un marco para la justicia social, publicado en 2016, presentaba la noción de “capacidades productivas”. El segundo informe amplía ese trabajo a través de siete estudios de caso nacionales en los que se examinan los diferentes tipos de sistemas de EFPT y la naturaleza de las sociedades y las economías en las que están integrados: Argentina, Australia, Costa de Marfil, Inglaterra, Etiopía, Alemania y Taiwán.

El informe (en inglés) propone que la EFPT potencie las capacidades productivas, es decir, lo que las personas son capaces de “ser y hacer” en el trabajo y a través del mismo para realizarse y lograr sus objetivos. Las capacidades productivas amplían el enfoque de las capacidades humanas desarrollado por el ganador del Premio Nobel de Economía Amartya Sen y la filósofa Martha Nussbaum para reforzar el diseño y la financiación del sistema de EFPT, la función de los/las docentes y las instituciones de EFPT y el plan de estudios de la EFPT.

La noción de capacidades productivas hace referencia a los recursos y los acuerdos de trabajo, así como los vastos conocimientos, competencias y atributos que las personas necesitan para

ser productivas en el trabajo, progresar en sus carreras y participar en la toma de decisiones acerca del trabajo. Los/las estudiantes de EFPT deben comprender el lugar que ocupa su campo profesional dentro de sus comunidades y sociedades y tienen que tener la capacidad de ser “ciudadanos/as” en el mismo para poder ayudar a configurar su futuro.

Las capacidades productivas se sitúan y se concentran en un nivel de especialización intermedio: la rama de formación profesional. Una rama de formación profesional agrupa a profesiones que comparten prácticas, conocimientos, competencias y atributos personales comunes. Las ramas de formación profesional aumentan la flexibilidad horizontal y la transferabilidad en el trabajo al agrupar profesiones de un campo profesional amplio. Asimismo, aumentan la flexibilidad vertical y la progresión al respaldar la enseñanza y el desarrollo profesional en un campo profesional amplio.

El informe de la IE propone las capacidades productivas como alternativa a la teoría del capital humano, que continúa determinando la EFPT a pesar de carecer de fundamentos empíricos y de normativas.

Las investigaciones realizadas para el informe revelaron que las capacidades productivas dependen de recursos sociales, económicos, culturales y físicos más amplios. La EFPT también depende de la “infraestructura inmaterial”, es decir, instituciones que permiten a las sociedades funcionar, como el sistema educativo general, los servicios sociales y de salud, el sistema jurídico y el sistema financiero.

El informe sostiene que todas las titulaciones de enseñanza superior deberían cumplir estas tres funciones, aunque el énfasis en cada una de ellas puede variar dependiendo de cada titulación:

  1. Mercado de trabajo. Las titulaciones deberían facilitar la entrada y el progreso en la fuerza de trabajo.
  2. Formación. Las titulaciones deberían proporcionar a los/las estudiantes los conocimientos y las competencias que necesitan para estudiar en un nivel superior en su campo o un campo estrechamente relacionado.
  3. Sociedad. Las titulaciones deberían contribuir a la sociedad mediante el desarrollo de la apreciación de la cultura y la sociedad por los/las estudiantes y su contribución a las mismas. Deberían desarrollar la capacidad de los individuos de contribuir a sus familias, comunidades y profesiones. Las titulaciones también contribuyen a la inclusión social mediante la inclusión en la educación y el mercado de trabajo y la contribución a una sociedad más tolerante e incluyente.

Una EFPT enfocada hacia el desarrollo de las capacidades productivas desarrollaría las capacidades de los individuos en tres esferas:

  1. La base de conocimientos del campo profesional. Se trata de los conocimientos teóricos necesarios para el campo profesional, así como para estudios superiores en la profesión. Asimismo, incluye los conocimientos sobre la historia y la trayectoria de su campo profesional, los dilemas y debates éticos y prácticas sostenibles.
  2. La base técnica del campo profesional. Esto abarca los conocimientos y las competencias de la industria o la capacidad de desempeñar funciones y tareas específicas que van más allá de lugares de trabajo determinados.
  3. Los atributos que la persona necesita para esa profesión. Esto incluye atributos como la deontología, pero también buenas dotes de comunicación, la capacidad de trabajar de manera autónoma y en equipo, la creatividad o la gestión de la información, entre otros. Aunque a menudo se describen como algo general o genérico, se interpretan de manera diferente en distintos campos profesionales y tienen que desarrollarse en disciplinas y profesiones específicas. Dado que las capacidades están integradas en su contexto, las capacidades productivas exigen una comprensión de la naturaleza del trabajo, la relación entre la formación y el trabajo y el tipo de persona cualificada que queremos lograr.

El informe sostiene que las instituciones de EFPT desempeñan un papel importante como pilar de sus comunidades, ya que:

  • trabajan activamente con los interlocutores sociales de la región y el país (cuando proceda) para apoyar un desarrollo social y económico sostenible e incluyente;
  • prevén, elaboran, codifican e institucionalizan la base de conocimientos del campo profesional para el futuro y el presente, y examinan la forma en que evoluciona el trabajo, así como sus repercusiones en el plan de estudios para el futuro. Se trata de una función crucial que favorece la innovación y exige contar con docentes con la formación y el apoyo adecuados que se dediquen al estudio de la enseñanza y el aprendizaje y a la investigación sobre la evolución de su campo;
  • ofrecen a los/las estudiantes un abanico lo suficientemente amplio de programas que les permiten hacer realidad sus aspiraciones y proporcionan a los/las estudiantes una gama extensa de servicios y ayudas necesarios para lograr sus objetivos, y
  • crean titulaciones que responden a las necesidades de los/las estudiantes, las comunidades, las industrias locales y las regiones.

La EFPT también desempeña una función importante en el desarrollo de profesiones y sectores:

  1. Es una fuente de conocimientos especializados y recursos acumulados;
  2. Se especializa en la organización de conocimientos, su reestructuración para nuevos fines y su presentación a nuevos públicos (enseñanza);
  3. Transfiere nuevas ideas del exterior a la profesión y la industria local, y
  4. Desempeña un papel potencialmente valioso en la codificación, la reestructuración y la sistematización de las normas y procedimientos profesionales, no solo para configurar planes de estudios, sino también para establecer normas de evaluación que pueden constituir normas importantes de la industria.

El informe sostiene que, para cumplir estas funciones, la EFPT debe disponer de instituciones sólidas con docentes, personal de apoyo educativo y personal administrativo especializados y que cuenten con el apoyo adecuado. La EFPT también debe institucionalizarse, en el sentido sociológico de ser generalmente comprendido por el público y contar con normas establecidas y formas de organización que estén reforzadas por las expectativas y el comportamiento de otras instituciones, organizaciones y actores.

El informe completo de la IE elaborado por Gavin Moodie, Leesa Wheelahan y Eric Lavigne se puede descargar aquí (en inglés).

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