La inteligencia artificial en la docencia: Tecnología con sentido humano

Por: Luz Palomino/CII-OVE

La incorporación de la inteligencia artificial (IA) en los entornos educativos ha transformado la manera en que se enseña y se aprende. En América Latina, donde la educación enfrenta desafíos estructurales y sociales, la IA representa una oportunidad para ampliar el acceso al conocimiento y personalizar la enseñanza. Sin embargo, también plantea preguntas éticas y pedagógicas: ¿cómo integrar la tecnología sin perder el pensamiento crítico, la reflexión y la dimensión humana de la educación?

La IA como herramienta pedagógica, no como sustituto

La IA puede facilitar el trabajo docente, pero nunca debería reemplazarlo. El educador sigue siendo quien interpreta, orienta y genera el diálogo. Como señala Freire (1970), “enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su producción o construcción”. En ese sentido, el uso de la IA debe orientarse a crear espacios de aprendizaje donde l@s estudiantes analicen, cuestionen y produzcan conocimiento propio.

Por ejemplo, en una clase de historia, l@S participantes pueden utilizar una herramienta de IA para elaborar una línea de tiempo sobre la independencia latinoamericana y, posteriormente, debatir sobre los sesgos o vacíos presentes en la información obtenida. Esta práctica no solo fomenta la alfabetización digital, sino también la conciencia crítica ante las fuentes tecnológicas.

Reflexión ética y alfabetización digital crítica

El uso de la IA en el aula exige una formación ética tanto en docentes como en estudiantes. Comprender el funcionamiento de los algoritmos, la protección de datos y la autoría de los textos son competencias necesarias en el siglo XXI. En una clase de lengua, por ejemplo, l@s estudiantes podrían comparar un texto generado por una IA con otro escrito por ellos mismos, analizando diferencias en estilo, creatividad y profundidad. De esta manera, se promueve la reflexión sobre lo humano en el acto de escribir.

Inclusión y personalización del aprendizaje

Uno de los aportes más valiosos de la IA es su capacidad para ofrecer apoyo individualizado. En contextos latinoamericanos, donde existen desigualdades significativas, estas herramientas pueden ayudar a nivelar oportunidades. Plataformas como Khanmigo de Khan Academy permiten acompañar a los estudiantes según su ritmo y necesidades, siempre bajo la guía del docente, quien interpreta las emociones, motiva y contextualiza el aprendizaje.

El valor insustituible de la dimensión humana

Aunque la IA puede generar actividades, ejercicios o materiales didácticos, no puede reemplazar el encuentro humano ni la empatía que se produce en el aula. El vínculo afectivo entre docente y estudiante sigue siendo el eje de toda práctica educativa. Un profesor puede utilizar la IA para crear dilemas éticos o casos sociales y, luego, abrir un debate donde los alumnos argumenten, escuchen y reflexionen colectivamente. Así, la tecnología actúa como disparador del pensamiento crítico, no como su reemplazo.

Imagen creada con IA

Hacia una pedagogía crítica con tecnología

El desafío para los docentes del siglo XXI consiste en integrar la IA dentro de un marco de pedagogía crítica y humanista. Esto implica utilizar la tecnología como medio para potenciar el juicio, la creatividad y la capacidad de análisis. Dussel (2023) recuerda que “las tecnologías no reemplazan el juicio pedagógico ni el encuentro educativo”; solo lo amplían si se usan con sentido ético y reflexión.

Educar con IA, por tanto, no significa delegar el aprendizaje en una máquina, sino enseñar a los estudiantes a pensar, cuestionar y decidir en un entorno cada vez más automatizado. La tarea del docente consiste en mantener viva la dimensión humana del aprendizaje: el diálogo, la empatía, la cooperación y el pensamiento crítico.

La inteligencia artificial puede ser una aliada de la docencia si se emplea con criterio pedagógico. Lejos de deshumanizar la educación, puede liberar tiempo para que los docentes se centren en el acompañamiento emocional y en la formación ética de sus alumnos. La clave está en que la tecnología no sustituya la reflexión, sino que la potencie. En palabras de Freire (1970), el objetivo de educar sigue siendo el mismo: formar seres humanos capaces de transformar su realidad a través del pensamiento y la acción.

Algunas inteligencias artificiales gratuitas que se pueden usar en el aula

En la actualidad, existen diversas herramientas de inteligencia artificial que los docentes pueden integrar en el aula de forma gratuita y segura, siempre bajo criterios pedagógicos y éticos. Estas plataformas permiten diseñar materiales, fomentar la creatividad y personalizar la enseñanza, sin sustituir el rol del educador. A continuación, se mencionan algunas de las más útiles:

  1. Khan Academy (Khanmigo) – Tutor virtual gratuito que utiliza IA para acompañar a estudiantes en diversas asignaturas, especialmente matemáticas, ciencias y comprensión lectora. Promueve el aprendizaje autónomo y el pensamiento crítico.
  2.  Google Gemini (antes Bard) – Herramienta de conversación y generación de ideas que puede emplearse para crear actividades, textos o proyectos. Útil para que los alumnos investiguen y contrasten información de manera crítica.
  3.  ChatGPT (versión gratuita) – Recurso versátil para formular preguntas, generar ejemplos o simular diálogos educativos. El docente puede usarlo como base para ejercicios de análisis, redacción o debate.
  4.  Teachable Machine (Google) – Plataforma que permite a los estudiantes crear modelos de IA simples (como reconocimiento de imágenes o sonidos) de forma visual y sin necesidad de programar. Ideal para introducir el pensamiento computacional.
  5.  Canva for Education – Aunque no es exclusivamente de IA, incluye funciones de generación automática de textos e imágenes. Permite crear presentaciones, carteles y recursos didácticos colaborativos.
  6.  QuillBot y Grammarly – Herramientas gratuitas que ayudan a mejorar la escritura en inglés y español, promoviendo la revisión crítica y la corrección autónoma del lenguaje.
  7.  Diffit y MagicSchool AI – Plataformas dirigidas a docentes que generan fichas, preguntas y materiales personalizados según el nivel del estudiante, útiles para adaptar la enseñanza a distintas capacidades.

Estas herramientas, utilizadas con criterio pedagógico, pueden favorecer la motivación, el debate y la construcción de conocimientos significativos, especialmente cuando se combinan con metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos o el aula invertida. No obstante, su eficacia depende del acompañamiento reflexivo del docente, quien debe orientar el uso de la IA hacia el desarrollo del pensamiento crítico, la ética digital y la autonomía intelectual.

Referencias

Dussel, I. (2023). Educación, tecnología y desigualdad. Universidad Nacional de San Martín.
Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores.
García, M., & Sanz, L. (2022). Educación y pensamiento crítico en tiempos de IA. Revista Iberoamericana de Educación.
Nussbaum, M. (2010). Sin fines de lucro: Por qué la democracia necesita de las humanidades. Katz Editores.
UNESCO. (2023). Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial. París: UNESCO.

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Luz D Palomino M

Licenciada en comunicación social, Esp. en gerencias de los procesos educativos y politicas del cuidado con perspectiva de generó. Magister en Asesoramiento y Desarrollo Humano; estudiante de la mestria en comunicación audivisual digital. Profesora universitaria e investigadora del Centro Internacional Investigaciones Otras Voces en Educación. ORCID: 0000-0001-5874-3593 Curriculo lattes: https://lattes.cnpq.br/4034817753682415

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