Afganistán/ 01 de Mayo de 2016/ Hoy.es
En Afganistán, ese país sin escapatoria al mar y alojado en el corazón de Asia que identificamos con opio y bombas, solo dos de cada diez niñas terminan la escuela primaria. Las otras ocho lo dejan antes por la ausencia de maestros o para ser entregadas en matrimonio. Durante la Sharia, el salvaje régimen fundamentalista que los talibanes impusieron entre 1996 y 2001, el acceso femenino a la educación quedó prohibido. Ahora, una tímida luz ha empezado a filtrarse a través de los muros de su aislamiento. Una chispa, en realidad. Es lo que significa Zari -en dari y pastún, los dos idiomas oficiales de esa oscura república-, el nombre de una televisiva niña que también se cubre con un pañuelo pese a ser de trapo.
Se trata de la primera incorporación femenina al plantel de muñecos que protagonizan la versión afgana de ‘Barrio Sésamo’. La nueva marioneta, que en la imagen maneja Seema Sultani para una grabación en un estudio de Kabul, se dirige a sus homólogas humanas para recomendarles la práctica de deporte o para contarles cómo pueden llegar a ser médicos. Paradójicamente, hoy, cuando su tasa de alfabetización no llega al 25%, el país les permite formarse como maestras, doctores o pilotos.
Fuente: http://www.hoy.es/sociedad/201605/01/educacion-trapo-20160501002801-v.html