Es necesario definir qué se espera de los maestros

Por: El Clarín

La escuela y el maestro hace tiempo que no están más allá de toda sospecha, como solían estarlo en otras épocas históricas. Hoy todos quieren reformar la educación y la formación docente. Si nos atenemos a lo que se espera de los enseñantes desde diversos ámbitos (periodístico, técnico, pedagógico, político, etcétera) podríamos imaginar que el maestro debería ser una especie de «mezcla» un tanto improbable y hasta «monstruosa» de apóstol, sacerdote, sabio, científico, profesional, mago, héroe, funcionario y trabajador, entre otras cosas.

Debe ser un apóstol y santo, porque para muchos es una verdadera vocación, en la medida que se asocia con una función social trascendente que exige mucho compromiso emocional y afectivo, entrega muchas veces incondicional, desinterés personal e interés en el bien general y la felicidad de las nuevas generaciones; un mago, porque muchas veces se le exige hacer mucho con poco, multiplicando los pocos recursos de que dispone; un héroe, pues muchas veces debe luchar contra obstáculos y peligros varios. También debe ser un profesional y científico, pues se le exige dominar conocimientos cada vez más complejos, pero no solo eso, se espera de él que sea un investigador y que «construya conocimientos» (cosa que no se les exige a los médicos o los ingenieros, por ejemplo).

Para cualquier sistema de formación resulta una misión imposible producir docentes que satisfagan estas expectativas tan irrealistas y hasta contradictorias. El trabajo real que realizan los docentes se aleja considerablemente de estas prescripciones. Por otra parte, las condiciones en que lo realizan distan mucho de ser las ideales.

Antes de ponerse a prescribir cómo debe ser formado un docente, es preciso preguntarse qué es lo que la sociedad puede y debe esperar de la escuela y los maestros. No basta con un listado de contenidos o con especificar competencias, conocimientos y valores. Es preciso establecer prioridades y no pedirle todo a la educación general básica. En la sociedad actual hay que discutir y establecer una nueva división del trabajo de socialización de las nuevas generaciones entre familia, maestros, medios masivos de comunicación, iglesias, aparatos de producción y difusión de bienes culturales y otras instituciones que acompañan el desarrollo de la infancia y la adolescencia.

Habrá que pedirle a la escuela que haga lo que es importante y lo que solo ella puede hacer en mejores condiciones y en forma masiva. Solo a partir de esta definición se podrán diseñar políticas de formación docente realistas, efectivas y pertinentes.

Fuentes: http://www.entornointeligente.com/articulo/8917077/Es-necesario-definir-queacute;-se-espera-de-los-maestros-09092016

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=el+clarin&hl=es-419&biw=1024&bih=445&site=webhp&source=lnms&tbm=isch&sa=X&sqi=2&ved=0ahUKEwi2kon56YPPAhWDWh4KHUsOBNsQ_AUIBygC#hl=es-419&tbm=isch&q=Es+necesario+definir+qu%C3%A9+se+espera+de+los+maestros+&imgrc=ve5f8qCfihfJlM%3A

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