Por: Ana Torres Manárguez
Los expertos señalan que para acceder al mercado laboral hay que destinar el 80% del tiempo a hacer contactos
Los españoles no saben buscar trabajo. El sistema de mandar currículums a diferentes empresas y esperar a que alguna responda es desde hace tiempo ineficaz. Aún así, los graduados siguen haciendo lo mismo que se hacía hace 20 años. La clave está, según los expertos, en crear una buena red de contactos y a partir de ahí intentar acceder a las empresas que interesan. “La mayoría dedica el 80% de su tiempo a buscar ofertas de empleo y a enviar su currículum y el 20% restante a hacer contactos. Lo que funciona es justamente lo contrario”, asegura Carolyn Magnani, asesora de carreras profesionales en la Universidad de Lausana, en Suiza.
La fórmula que propone Magnani es identificar a través de plataformas como Linkedin a empleados de las compañías que interesan y tratar de establecer comunicación con ellos, no solo para conocer detalles de los procesos de selección, sino para compartir contenidos interesantes. “No se trata de abordar al CEO, sino a perfiles similares al del recién graduado, con edad parecida. Si contactas a 10, al menos dos responderán”, señala Magnani, que además asesora a estudiantes por Skype a través de la empresa estadounidense Ivy Educational Services. El networking se debe entender casi como un trabajo diario, en el que el candidato tiene que trasladar su marca personal con informaciones y recomendaciones en la Red, y también con encuentros cara a cara en diferentes eventos relacionados con su especialidad.
“No les tiene que dar vergüenza decir abiertamente que están buscando trabajo. Al contrario de lo que piensan, cuanta más lo gente lo sepa mejor, más se asegurarán de que en algún momento alguien les recomiende”, añade Magnani. Las recomendaciones son hoy imprescindibles para acceder a un mercado laboral saturado de licenciados, explica en un post de Linkedin Rich Grant, asesor de carreras en la Southern New Hampshire University, en Estados Unidos. “El trabajo está ahí, conoces la descripción del puesto, tienes un email al que mandar tu currículum y casi puedes oler la oficina, pero hoy el mercado laboral tiene unas puertas que se abren con un código. ¿Cuál es el código? La gente, tu red de contactos, tienes que encontrar a alguien detrás del muro. Las empresas contratan a personas, no a un papel”.
Preparación personal
Los deberes no terminan ahí. Para cuando alguna puerta se abra, el candidato tendrá que haber trabajado en su perfil personal, en las habilidades no técnicas que se aprenden fuera de la universidad. “Son responsables en un 90% de lo que suceda en una entrevista de trabajo. No importa lo que les pregunten, tienen que saber proyectar quiénes son”, indica Magnani. Lo más complicado para los recién graduados es responder a preguntas sin respuesta, como por ejemplo, ¿qué te preocupa?. “No se conocen a sí mismos porque el sistema educativo no les ha enseñado y no saben cómo construir su discurso”. Presentar un buen currículum, redactar cartas de motivación o saber contestar a un email son algunos de los puntos que entrena el llamado coaching educativo, sesiones personalizadas que se centran en reforzar la personalidad y autoestima.
Desde hace unos cinco años en países como Estados Unidos se han multiplicado el número de empresas que ofrecen estos servicios, con un coste que ronda los 200 dólares la hora (178 euros). “Los estudiantes están más confusos que nunca sobre cuál es el siguiente paso”, cuenta Nicole Oringer, copropietaria de Ivy Educational Services, una compañía de coaching educativo que comenzó hace cuatro años en Nueva Jersey. “Les ayudamos a detectar sus fortalezas, a que crean en ellos mismos y a descubrir qué tipo de trabajo encaja con sus valores. También estrategias de búsqueda de empleo y técnicas para saber afrontar una entrevista”.
En España el llamado coaching educativo se está instalando en el sector público y en el privado. El Ayuntamiento de Las Rozas, en Madrid, fue pionero hace cuatro años en incluir esta herramienta dentro de su servicio de orientación laboral, que ofrecen de forma gratuita sin necesidad de estar empadronado en el municipio. “La actitud es lo que más cuenta. La sobreprotección de los padres es, en muchos casos, tan fuerte que los chicos no saben afrontar los retos de fuera. Tienen un problema de autoestima brutal, miedo a comunicar”, explica María Martínez, técnica del servicio de coaching de Las Rozas y ex profesora de la Universidad Carlos III. De su experiencia como docente, recuerda casos de alumnos a los que sus padres les hacían la matrícula. “No les hemos enseñado a tomar las riendas de su vida y eso es lo que hacemos aquí, les insuflamos energía y motivación para la búsqueda de empleo”.
En 2014, una encuesta de la California State University realizada a 482 estudiantes mostró que cuanto mayor es la sobreprotección de los padres, menos capaces se sienten los graduados a la hora de tomar decisiones. Uno de los puntos subrayados por el equipo de investigadores fue la mala adaptación de esos jóvenes al entorno laboral. Para evitar ese tipo de situaciones, la Fundación Junior Achievement, surgida en 1919 en Estados Unidos y con sede en España desde 2001, organiza talleres en los que se simulan escenarios de trabajo. “Están muy desvinculados de la realidad del mundo laboral. La formación universitaria deja esa parcela de lado”, puntualiza Laura González, psicopedagoga de la fundación, que ya ha colaborado con 492 centros educativos españoles.
¿Soy lo suficientemente bueno en lo que hago para destacar? ¿Estarán tomando otros una ruta mejor? Para resolver este tipo de dudas la Universidad Complutense también cuenta con un servicio de coaching orientado a carreras, al menos en algunas facultades como la de Educación. “Nunca les han preguntado qué talento tienen y tal vez el servicio de orientación de los institutos sea poco efectivo. Tienen que trabajar su marca personal porque en las entrevistas de trabajo se ve a la legua”, apunta Cristina Jardón, coordinadora del curso Especialista universitario en coaching y educación emocional, lanzado hace un año por la Complutense y dirigido a docentes en activo y estudiantes de Magisterio con el objetivo de dar un giro a la metodología de enseñanza para incluir la vertiente emocional. Su misión en conseguir que graduarse no sea un salto al vacío.
5 pasos para encontrar trabajo
1- Decide adónde quieres ir. Haz una lista de trabajos a los que podrías dedicarte de acuerdo con tu formación y experiencia.
2- Informa a todos los que te rodean de que estás buscando empleo. Seguramente, te cueste exponerte, pero las oportunidades pueden surgirte en cualquier momento y lugar. Explica lo que podrías aportar a una empresa concreta y cómo lo harías. Aprovecha cualquier oportunidad para hacer networking.
3- Haz una búsqueda de empresas. No esperes a que te lleguen las oportunidades, ve a buscarlas. Identifica en Internet las compañías más relevantes para tu perfil. En webs como Glassdoor puedes recopilar información sobre nuevas tendencias en el mercado laboral. Averigua cuál es el valor de lo que ofreces e identifica qué oportunidades reales hay para ti.
4- Impacta con el currículum. Reflexiona antes de ponerte a escribir. El CV no es una vida laboral: debes plasmas tus logros y destacar la experiencia laboral que sea relevante. No todo vale. Los voluntariados o estancias en el extranjero aportan información sobre tu independencia, capacidad de autogestión y responsabilidad.
5- Prepara la entrevista de trabajo. No tengas miedo de comunicar quién eres. Identifica cuáles son tus fortalezas y pon el foco en contar a la empresa en qué le beneficiaría tu contratación.
Estas recomendaciones son de María Martínez, técnico del servicio de orientación laboral del Ayuntamiento de Las Rozas.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2016/09/11/actualidad/1473600854_705151.html