Por: María Magdalena Sarraute R.
En la carrera docente, el amor, es un principio esencial para el desarrollo de la pedagogía y más aún en la pedagógica de los niños y niñas. Es por ello, que yo describo a la maestra Liseth Jara, como una pedagoga desde el amor, ese amor que significa, amistad, ayuda, ánimo, acompañamiento, aliento, asombro, atención, aceptación de las diferencias, aceptación de la individualidad y del colectivo de cada uno de “sus niños y niñas”, como ella dice.
Mi experiencia como madre de Mia Isabella en su segundo grado fue extraordinaria, me sentí apoyada, orientada, en confianza y con seguridad desde el inicio de que mi hija iba a contar con la maestra pertinente para la construcción de su identidad y ciudadanía. Así transcurrió el año escolar pasado experienciado por Mia en la Unidad Educativa “Los Proceres” en Maracay, a cargo de la querida maestra Liseth.
Un poco del cuento, yo venía sin confianza de la situación vivida por Mia en su primer grado en la misma institución, no me sentía conforme con la evolución de mi hija, por esa razón, cuando la inscribí para el año siguiente, me puse a investigar cada maestro y maestra que podía enseñarle en ese siguiente año escolar y para mi sorpresa me topé con la maestra que todos los padres y madres querían que le diera clase a sus hijos e hijas, la maestra Liseth y después de una lucha fuerte, logré que me inscribirán a mi hija en esa sección.
Liseth, es una extraordinaria mujer de 45 años, que ya tiene ejerciendo la docencia más de 14 años, no siendo ésta su profesión inicial. Ella es Licenciada en Planificación con Especialidad en Cultura y Documentación y se dedicaba a eso, pero ella me cuenta que “inicié dando unas horas de clases y he estado en diferentes especialidades, le agarre amor al trabajo que hacía como docente y el que aún quiero seguir haciendo”, “ver a mis niños y niñas como aprenden y como se superan”, es por eso, que “hice un componente docente y actualmente estudio educación”.
La maestra Liseth, es de esas maestras que deja huella en la vida de nuestros hijos e hijas, dándole confianza y seguridad. Es maestra que potencia otras significaciones, que genera un ambiente de tranquilidad, paz, alegría, motivación, sensibilidad, seguridad y valoración entre todos y todas. Hace de la educación, un acto de amor mutuo, respetando los ritmos y modos de aprender de cada niño y niña, siempre en disposición de brindar nuevas oportunidades para educar, hasta de las situaciones conflictivas.
Es por ello, que con éste Abriendo el Aula, quiero agradecer a Liseth Jara, por ser maestra del futuro, ayudando a los padres y madres abrir las alas de sus hijos para su libertad.
Sí. Siempre es, fue y será el amor el que contruya, sume, elve y amplie el verdadero progreso: el del alma.
Es muy importante realzar estos conocimientos ,la esencia se ha perdido , el amor se ha enfriado , y este tema es muy importante en este preciso momento , felicitaciones lo están haciendo muy bien