Por: Eduardo Azumendi
El Fiscal Superior del País Vasco, Juan calparsoro, ha defendido la necesidad de instalar cámaras de vigilancia en los centros escolares para resolver determinados casos de acoso escolar, porque son conductas que «se producen a veces en ámbitos ajenos a otros compañeros o a testigos». Calparsoro hacía alusión así a un caso de acoso escolar especialmente violento registrado en un colegio vizcaíno. «Es importante contar con los medios necesarios, siempre respetando los derechos de terceros, claro», ha puntualizado.
La Fiscalía pide tres años de libertad vigilada para el supuesto autor, un menor que habría acosado a una compañera de bachiller durante el curso 2014-1015, según una información publicada por el diario El Correo. La Ertzaintza investigó durante diez meses la denuncia y para su resolución fue precisa la colocación de una cámara en el aula del centro educativo donde se producía el acoso.
Según Calparsoro, «llama la atención, como ha ocurrido con anterioridad con la violencia de género, que hasta la fecha este tipo de actividades delictivas no llegaban, más que en los casos extremos, a los juzgados y fiscalías. Hoy en día sí que llegan cuando tienen que llegar y, afortunadamente, hay medios y hay una respuesta».
El fiscal general recalcó la idea de que antes eran situaciones que «quedaban en un ámbito privado o entre compañeros», pero en la actualidad los centros escolares, las instituciones y la Administración de Justicia han asumido que este tipo de delitos «son hechos que tienen que ser investigados» y «tener la respuesta penal que merecen».
«Los casos de acoso escolar», ha añadido, «son más comunes de lo que desgraciadamente deberíamos pensar. No es ni un hecho aislado ni se puede decir que sea generalizado. Son hechos que ocurren, y se va recabando un número importante de denuncias que, desgraciadamente, denota que hay algo a lo que sí deberíamos responder».
Acoso más allá del aula
En la Memoria de la Fiscalía vasca correspondiente al ejercicio 2015, la fiscal de Álava asegura que el adjetivo «escolar» no es adecuado para englobar el fenómeno en su totalidad. «Sería escolar si realmente únicamente tuviera lugar dentro de las aulas, pero ello no es así. Las redes sociales hacen que este acoso se desarrolle fuera de este elementoy que pueden sumarse a él menores que no comparten aula o colegio con la víctima».
«Y es que las conductas de acoso», abunda la fiscal de Álava, «van más allá del recinto escolar, siendon internet y las redes sociales donde mejor se plasman las conductas insultantes o intimidatorias, sin perjuicio de que su origen sea el centro escolar».
El acoso escolar se ha convertido en una lacra, en uno de los problemas más serios e importantes a los que se enfrentan las escuelas en todo el mundo. Al bullying, tal y como se conoce a este fenómeno por su nombre en inglés, se ha sumado en los últimos años el ciberbullyin, que tiene las mismas características, pero que se hace a través de las nuevas tecnologías y las redes sociales, tal y como apunta la Fiscalía de Álava. Desde 2007, la iniciativa finlandesa Kiva, que en finlándes coloquial se usa para describir algo agradable y, al mismo tiempo, es el acrónimo de Kiusaamista Vastaan (contra el acoso escolar), ha triunfado en el país nórdico y ya se ha exportado a más de una decena de países. El objetivo de esta iniciativa desarrollada por la Universidad de Turku es disminuir y prevenir el acoso escolar y garantizar un ambiente de aprendizaje tranquilo y seguro para todos. Para los profesionales nórdicos, la excelencia educativa de su sistema escolar (reconocido habitualmente por los resultados de los exámenes PISA) pasa por una lucha eficaz para erradicar el acoso escolar. Y según los resultados, Kiva lo está consiguiendo. Varios colegios en Euskadi han implantado el modelo.
Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/Camaras-aulas-combatir-fracaso-escolar_0_567994014.html