Chile: Casen revela que gasto de los hogares por educación es de entre $20 mil y $300 mil al mes

América del Sur/Chile/04 de noviembre de 2016/www.economiaynegocios.cl

Los montos más altos corresponden a las carreras universitarias y a los colegios particulares pagados. Según expertos, representan una proporción importante de los ingresos de los hogares, pero también muestran el valor que se le da a la educación en el país.

Una de las primeras preguntas de la encuesta Casen 2015 fue: «¿Sabe leer y escribir?». Y el 96,9% de los mayores de 15 años declaró que sí sabía, dos puntos más que lo registrado en 1990.

Pero otra de las interrogantes del estudio, que hace el Ministerio de Desarrollo Social, es si asiste a algún tipo de establecimiento educacional y si paga alguna mensualidad por esto.

Y según un análisis del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), sobre la base de los datos de la encuesta -que aún no han sido publicados para el sector educación-, un 31,2% de los hogares que tienen al menos a un miembro inscrito en el nivel escolar destina recursos a una colegiatura o financiamiento compartido. De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Educación, en Chile hay cerca de 3,5 millones de escolares.

El pago de colegiatura, eso sí, varía fuertemente según los quintiles de ingreso. Mientras el 12,6% de los más vulnerables declara que costea una mensualidad, el 76,2% de los más ricos también invierte mensualmente en educación (ver infografía).

En ese contexto, el asesor de LyD Jorge Avilés sostiene que «las familias, mientras tienen más disponibilidad de dinero, están más dispuestas a invertir en educación». A su juicio, cuando comience a aplicarse el término del financiamiento compartido -con la Ley de Inclusión-, «las familias van a comenzar a invertir esos recursos por fuera. Entonces, esas platas que benefician a todo tipo de estudiantes que conviven en una misma sala de clases ahora van a empezar a beneficiar individualmente».

Según el abogado, «todos los recursos que el Estado inyecte para aumentar la subvención (por el término del financiamiento compartido) van a ir para sustituir los montos que hoy invierten las familias; entonces, no van a ser recursos frescos para que los colegios inviertan en calidad».

Redestinar recursos

Ernesto Treviño, experto en educación de la U. Católica, introduce un matiz en este punto. «Los recursos que las familias invierten en educación, especialmente en sectores de clase media y alta, probablemente se destinarán a actividades educativas y culturales. En el caso de las familias de menores recursos, la eliminación del financiamiento compartido será un alivio que permitirá solventar de mejor manera otras necesidades vitales».

Otra pregunta de la Casen fue cuánto paga mensualmente por el recinto al que asiste. Así, según los datos que analizó LyD, en promedio un hogar puede destinar desde $20 mil mensuales por un colegio municipal (en la cuota del centro de padres, por ejemplo) hasta $300 mil en una universidad tradicional.

Avilés dice que los últimos estudios internacionales han demostrado que Chile es uno de los países donde el gasto privado es de los más importantes entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Y en ese sentido, esta información se condice con que «uno tiene en consideración que el Estado no es capaz de poner todos los recursos necesarios para alcanzar una educación de calidad, o al menos dentro del promedio de la OCDE».

Para Treviño, los montos que se destinan a la educación «son altos en relación con el ingreso de los hogares y representan una importante carga económica».

No obstante, puntualiza que «son un indicador del valor que las familias le otorgan a la educación. Estos recursos son importantes para la calidad, siempre y cuando se inviertan en las instituciones y no se transformen en ganancias para los dueños». Al respecto, recuerda que en el caso de las colegiaturas promedio -que van desde los $20 mil a los $225 mil- «no necesariamente lleva a un mejor desempeño. En Chile esto actúa como mecanismo de selección».

El economista Ricardo Paredes también sostiene que «no cabe duda que las familias gastan en educación superior, en comparación a los colegios, donde es una realidad pequeña». Y agrega que en la enseñanza terciaria «el peso es alto en relación al ingreso (…). Los aranceles reales son altos, aunque no todos salen de los bolsillos de las familias: las que tienen el Crédito con Aval del Estado (CAE) los pueden devolver».

Tomado de: http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=304493

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