07 de diciembre de 2016 / Fuente: http://www.unesco.org/
Después de Siria, Irak cuenta con la tercera población de desplazados internos (IDP) más numerosa del mundo: 4.4 millones de personas (según la publicación Tendencias mundiales de 2015, del ACNUR) y la mayoría de los IDP en edad escolar carecen de acceso a la enseñanza. Se espera que, a consecuencia de las operaciones militares que se realizan actualmente en Mosul, hasta un millón más de personas podrían ser desplazadas por la violencia y el conflicto.
La UNESCO, con la financiación del gobierno del Japón, ha venido apoyando el acceso de los IDP a la educación y mejorando la calidad de la instrucción que reciben, con especial atención a que los adolescentes de ambos sexos reanuden los estudios. Como parte de esta labor, la UNESCO inició dos proyectos para dar apoyo educativo de urgencia a jóvenes de las comunidades de IDP y a refugiados sirios que viven actualmente en la región del Kurdistán iraquí, con el fin de asegurarse de que no pierden los conocimientos adquiridos. Además, en época de conflicto, la enseñanza secundaria también previene los abusos y la violencia contra los jóvenes de ambos sexos.
El primer proyecto, titulado Bridging urgently the gaps in secondary schooling for girls of IDP communities in Iraq [Colmar urgentemente las lagunas de escolaridad secundaria entre las muchachas de las comunidades IDP en Irak] se ha propuesto garantizar el acceso de más de 5.000 estudiantes de comunidades IDP a la educación secundaria y mejorar la calidad de ésta, mediante actividades entre las que figura la preparación para los exámenes y las técnicas didácticas de participación. El proyecto también les facilitó espacios de aprendizaje seguros, alicientes, transporte y material didáctico para docentes y alumnos, así como equipamiento y suministros para las escuelas.
Ampliar la educación secundaria para los refugiados sirios en Irak
El segundo proyecto, titulado Expanding secondary education for Syrian refugees in Iraq [Ampliar la educación secundaria para los refugiados sirios en Irak], alcanzó a más de 1.000 adolescentes sirios de ambos sexos que vivían en campamentos en la región del Kurdistán iraquí. Este proyecto aprovechó la educación para contribuir a la estabilidad y la seguridad y promover la prevención de conflictos, la cultura de paz y la cohesión social entre los refugiados y las comunidades anfitrionas.
La región del Kurdistán iraquí acoge actualmente a casi un cuarto de millón de sirios, de los cuales 75.000 son niños y jóvenes menores de 18 años, y gran parte de ellos carecen de acceso a la educación.
Mejorar el futuro de los niños desplazados
Como parte de un proyecto previo titulado Providing access to quality education to adolescents and young adults in conflict-affected areas in Iraq [Facilitar el acceso a una educación de calidad a los adolescentes y adultos jóvenes en las zonas de Irak afectadas por conflictos] y mediante el uso de fondos donados por el Reino de Arabia Saudita, se inauguraron cinco nuevas escuelas para alumnos de las comunidades de IDP.
Con el fin de aumentar y mejorar el espacio de calidad para los estudiantes, se utilizaron aulas de prefabricado y la comunidad participó en la renovación de las escuelas existentes, incluso mediante la fabricación de pupitres (video). Los docentes y los miembros de las asociaciones de padres y alumnos recibieron cursillos de capacitación sobre las normas mínimas para la educación en situaciones de emergencia (INEE) y se facilitaron manuales escolares, material didáctico, equipos y papelería, así como fondos para cubrir los costos operativos.
Ahmad Yousef fue uno de los 18 IDP contratados por la UNESCO para fabricar 450 pupitres, una actividad que contribuirá a garantizar la educación de su hijo y que forma parte del trayecto educativo de la comunidad en su conjunto.
“Me alegra poder contribuir a la educación de mi hijo mediante la fabricación de los pupitres que la escuela necesita para acoger a más alumnos”, dijo Yousef.
La fabricación de los pupitres no sólo ayudó a que los 1.000 estudiantes recibieran una educación mejor, sino que también representó un ingreso considerable para numerosas familias.
“Queremos que nuestros hijos reciban educación, a pesar de las circunstancias en las que se encuentran. Los pupitres permitirán que un número mayor de niños puedan ir a la escuela”, afirmó Zainab, una madre que trabaja en la fabricación de los muebles.
El hacinamiento sigue siendo un problema y se espera que antes de diciembre se hayan terminado de montar los módulos de prefabricado adicionales.
La UNESCO va a ampliar en 2017 la asistencia que presta a la educación de los IDB, con el fin de satisfacer las necesidades de cientos de miles de niños y adolescentes desplazados en Irak, aprovechando la labor ya realizada. “A medida que Irak entra en una nueva situación de emergencia humanitaria, la tarea de colmar las lagunas en materia de aprendizaje es decisiva para aportar estabilidad, sentido de normalidad y esperanza en el futuro a miles de niños y jóvenes desplazados. Por eso la UNESCO da prioridad máxima a la educación de los IDP en el marco de su trabajo en Irak”, declaró Louise Haxthausen, Directora interina de la Oficina de la UNESCO en Bagdad.
Fuente noticia: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/unesco_works_to_meet_huge_education_needs_of_displaced_stude/