Panamá debe invertir más en educación y ayudas sociales, para reducir brecha

Panamá/Enero de 2017/Fuente: E&N

La brecha social en Panamá tiene tendencia a agravarse. A diciembre de 2015, el 10% de la población más adinerada detentaba 37,3% más riqueza que el 10% de la población más pobre, con un incremento significativo respecto a un año atrás, cuando era del 33,9 %.

El economista Fernando Aramburú Porras, aunque destacó que las ganancias de las personas han estado mejorando de manera individual con el crecimiento económico del país, señaló que ‘la distribución de las riquezas se está quedando atrás por la falta de servicios básicos de calidad’.

‘En realidad, individualmente la gente está mejor que hace quince o diez años, lo que pasa es que la distribución pudo haberse quedado atrás, por los diferentes desniveles de acceso a capital y a educación. Tenemos el problema de las zonas rurales apartadas y comarcas, que no tienen acceso a infraestructuras ni tampoco a servicios básicos, como educación, salud, transporte y agua potable’.

El economista apuntó que ‘en la medida en que le demos una buena educación a la gente y le demos los accesos a los servicios públicos básicos fundamentales, van a poder caminar al mismo ritmo (de crecimiento económico)’.

El financista y profesor de la Universidad Santa María la Antigua Allan Corbett coincidió con las declaraciones de Aramburú Porras, pero fue más allá señalando que ‘las subvenciones monetarias’ son otro factor que afecta la distribución de las riquezas, puesto que ‘no solucionan el problema de pobreza, sino que lo único que se le está dando (a la persona) es pescado y no se le enseña a pescar’.

‘La única manera de poder solucionar la mala distribución de las riquezas es a través de la educación. No hay otra forma de sacar los indicadores de extrema pobreza’, indica.

Corbett lamentó como se gestionan los programas de educación y la falta de políticas a largo plazo. ‘Desafortunadamente, el sistema de educación es pobre y mal llevado, ya que las personas que se ponen al frente de estos no generan programas de Estado, sino de gobierno que duran cinco años y luego viene otro que cambia el modelo. Entonces, en todo lo que se invierte durante esos cinco años, se pierde’, acota.

Para Corbett, ‘los planes de educación deben ser de 25 a 30 años para que generen su efecto y puedan sacar a las personas de la extrema pobreza’.

Otros factores

Aramburú Porras identificó la informalidad como otro factor que podría estar influyendo en la inequidad en la distribución de los dineros del país porque se trata de personas que no cotizan y no le permiten al Estado generar ingresos económicos.

‘No se trata de quitarle al rico para darle al pobre. La idea es que el rico pague lo que le corresponde y que siga siendo rico; y de darle la oportunidad a los pobres de ser ricos, con educación, salud, mejores accesos a los mercados y a la tecnología digital para que puedan crecer, no solamente como empleados, sino hacer sus propias empresas, pero bien organizadas’, afirmó.

Al respecto, la presidenta del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), Aida de Maduro, dijo que pese a que el crecimiento del país ha sido sostenible, las cifras también indican que el desempleo y el trabajo informal han aumentado (40%). ‘Los ingresos de los trabajadores informales no quedan registrados y, por ende, no son contabilizados como parte del crecimiento del país’, señaló Maduro.

La representante del CoNEP indicó que ‘en el sector formal, algunas empresas han ocupado sus vacantes en los altos mandos contratando mano de obra extranjera, usualmente con mejor remuneración que la panameña. Esta práctica hace que la mala distribución de la riqueza sea más notable o más evidente’.

La presidenta de CoNEP explicó que ‘como el ingreso está sujeto a la preparación y a la productividad, a mayor nivel académico y mejor rendimiento productivo, mejores ingresos se ganan. En el caso de Panamá, hace falta prestarle más atención a estos dos factores’.

Recomendaciones

Por ello, subrayó Maduro, ‘es importante implementar la política industrial y programas que impulsen el crecimiento de los sectores primario y secundario, especialmente en el sector de manufactura. Es importante capacitar constantemente al personal técnico para que pueda trabajar en estos sectores’.

No obstante, Aramburú Porras propuso que para mejorar la situación económica de todos, habría que mejorar los servicios públicos para la población menos favorecida. En pocas palabras, indica el economista, ‘hacer un gran esfuerzo para mejorar los servicios públicos, primero para que tú tributes en la medida de tus capacidades, todo el mundo tribute y contribuya con los impuestos que le corresponda en la medida de sus capacidades.

Segundo, dijo ‘que el gobierno, con estos recursos, pueda dar una mejor calidad de servicios públicos a la población menos favorecida en este crecimiento. Esa es la misión del Estado’.

‘La extrema pobreza no está en las ciudades, está en las áreas indígenas’, subraya el financista.

El dirigente sindical Saúl Méndez Rodríguez lanzó un llamado al pueblo panameño para que se organice ‘y tome las riendas del Estado’ para autoconvocar una asamblea constituyente, que se redacte una nueva constitución y en el marco de esa nueva institucionalidad, entonces poder hablar de la distribución de riqueza y democratización de ésta’.

‘Este es un país realmente inequitativo, de allí la necesidad de que se discuta sobre la economía, la posibilidad de democratizar las riquezas y de distribuirlas de forma adecuada’, insiste Méndez.

Fuente: http://www.estrategiaynegocios.net/lasclavesdeldia/1034409-330/panam%C3%A1-debe-invertir-m%C3%A1s-en-educaci%C3%B3n-y-ayudas-sociales-para-reducir-brecha

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