El director de Asuntos Gremiales de la institución, Humberto Ayala, se mostró optimista en que esta semana reanudarán las conversaciones con las organizaciones y obtendrán resultados satisfactorios para ambas partes.
Los profesores coinciden en no comenzar el periodo lectivo de no darse un pacto para hacer firme el alza de sueldos prometido el año pasado. Lo impide el veto presidencial al Presupuesto General de la Nación para este lapso aprobado por el poder Legislativo, en el cual los senadores incluyeron ese incremento pero el rechazo del Ejecutivo hace que esté vigente el mismo plan de gastos de 2016. Al menos dos reuniones negociadoras se efectuaron recientemente con la presencia del ministro del sector, Enrique Riera, y el de Hacienda, Santiago Peña.
En ellas analizaron el exigido reajuste salarial del 15 por ciento a docentes de primaria y catedráticos, pero el Gobierno mantuvo su posición de incrementar sólo un 7,7 por ciento.
Los dirigentes gremiales aclararon cómo lo que piden no es un aumento sino el cumplimiento de la ley, es decir, la obtención del salario básico profesional, lo cual el año pasado fue un avance conseguido pero con el veto quedó anulado. Ahora Ayala, en declaraciones a una radio local, aseguró que toda situación generadora de conflicto es un motivo de preocupación, por lo cual harán hasta lo imposible para remediar este problema. Pero aclaró que su organismo tiene pocas posibilidades de solución desde el punto de vista financiero, al no tener contemplado en su presupuesto lo necesario para aplicar el alza a los docentes.
Cualquier escenario que se pueda manejar desde el punto de vista económico dependerá fundamentalmente del Ministerio de Hacienda, aseveró.
No obstante, afirmó que tratarán de crear las condiciones para iniciar las clases con normalidad, además de hacer todo lo posible para satisfacer las demandas salariales de los profesores, ante su amenaza de huelga. Tras el último intento fallido de llegar a acuerdos, en nombre del Sindicato Nacional de Directores (de escuelas) Miguel Marecos expresó la esperanza de llegar a una conciliación.
Sin embargo, reiteró que de no lograrse mantienen la intención de ir a un paro de labores que impediría el comienzo del curso escolar, fijado hasta el 30 de noviembre.