22 de febrero de 2017 / Fuente: https://www.isep.es
La educación superior está en proceso de evolución ya que emplea las conexiones entre todos por medio de las tecnologías que promueven el compartir, la colaboración y los vínculos globales entre profesionales y estudiantes en todas las áreas del conocimiento (Santiago, 2014).
La clave fundamental de esta etapa educativa es que va más allá de la idea de que las tecnologías de la información son medios para ofrecer contenidos e-learning. Lo que emerge hoy es el énfasis en la integración, que permite a todos los participantes en la educación superior enlazar elementos de una forma única, con el fin de construir las vías necesarias para lograr sus objetivos educativos (Santiago, 2014).
Cuando el aprendizaje se define más por el aprendiz que por la institución, lo que se plantea es la integración de las clases tradicionales de la universidad con un proyecto de la comunidad virtual, programas abiertos, cursos de otras escuelas, los mentores de negocios e industrias y los cursos ofrecidos por proveedores de terceros. Por tanto, se coloca a los estudiantes-aprendices en el centro de la experiencia educativa y se les ofrece la posibilidad de conectar los cursos, las personas y los recursos para desarrollar vías únicas y personalizadas de aprendizaje (Santiago, 2014)
El aprendizaje conectado atrae a todo aquel que esté interesado en alcanzar el éxito, y la creciente colaboración juega un papel importante en todas las facetas de la educación superior. En este sentido, todos los participantes (desde los profesores, los estudiantes, las instituciones, los acreditadores, las entidades empresariales, los empresarios, etc.) pueden utilizar el concepto de conexión y reajustar la dinámica del aprendizaje (Santiago, 2014).
Aunque las clases tradicionales, en las que solo hay profesores exponiendo, probablemente seguirán siendo una parte integral en este proceso, las instituciones tendrán que replantearse algunos supuestos. Dentro de este sistema integral, los estudiantes pueden tener una visión más clara de su aprendizaje e ir en busca de sus objetivos (Santiago, 2014).
Cabe destacar que el aprendizaje conectado se basa en tres principios de aprendizaje y otros tres principios de diseño (Roig, 2012):
Los principios de aprendizaje son: a) Orientación al interés, ya que el interés mueve la intención de adquirir conocimientos y habilidades, b) Soporte entre pares, puesto a que cuando todo el mundo interactúa, el aprendizaje se vuelve atractivo y participativo y c) Orientación académica, partiendo de que las instituciones de educación se centran en el principio de que el crecimiento intelectual mejora cuando el aprendizaje se dirige hacia el logro académico y la excelencia
Los principios de diseño: a) Propósito compartido, que implica que los entornos de aprendizaje conectado están llenos de personas que comparten intereses y contribuyen a un propósito común, c) Centrado en la producción, proporcionando herramientas y oportunidades para los alumnos para producir, intercambiar, crear contenidos y comentarios, lo cual promueve las habilidades y disposición para el aprendizaje permanente y la contribución activa que requiere el actual mundo y las condiciones cambiantes.
Abiertamente en red: Los entornos de aprendizaje conectado se diseñan alrededor de redes que enlazan instituciones y grupos de varios sectores, incluyendo la cultura popular, las instituciones educativas, el hogar y las comunidades de interés. El aprendizaje es más fuerte cuando está conectado y reforzado a través del ámbito del hogar, la escuela, la propia cultura y la comunidad.
Al ser una modalidad reciente, las personas implicadas en el aprendizaje conectado están inventando las reglas del juego a medida que avanza, con lo cual, si bien esto da lugar a combinaciones novedosas y a un espacio para que los estudiantes exploren nuevos intereses, también requiere que los estudiantes y profesores reconstruyan las opciones a partir de una compleja gama de alternativas. En este sentido, muchos de los estudiantes que acceden a la educación superior con una experiencia limitada, pueden verse en una situación de desventaja respecto al papel que el entorno digital juega en su educación y en las nuevas responsabilidades que deben asumir para garantizar que su aprendizaje esté conectado (Santiago, 2014).
Por tanto, el aprendizaje conectado requiere no sólo la adquisición de conocimientos, sino la comprensión de cómo emplear las conexiones para encontrar respuestas, buscar mentores y expertos, investigar procedimientos, experimentar con las posibilidades y desarrollar competencias. Teniendo en cuenta toda esta complejidad, muchos aspectos de la forma en que los estudiantes, profesores e instituciones trabajan para enseñar y aprender debe ser reevaluados con el fin de responder a las nuevas oportunidades. En algunos casos, puede requerir la invención de nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje y también, pueden ser necesarios nuevos enfoques de apoyo a los estudiantes para asegurar que todos los estudiantes pueden navegar con éxito en nuevo mundo interconectado (Santiago, 2014).
Fuente artículo: https://www.isep.es/actualidad-educacion/aprendizaje-conectado/