Por: Gerson Gómez
El 28 de Abril de 1977 deja de existir Don Eleazar Agudo, excelente intérprete y tenor venezolano quien magistralmente interpretara al son del arpa, cuatro, maracas y bajo, temas como Angelitos Negros, Conticinio, Granada, Valencia y composiciones y melodías de gran complejidad cuyos autores fueron maestros de la música nuestra americana.
En lo particular, como músico y cantante considero necesario, recordar la vida y obra de personajes cuyo legado es digno de admiración para las nuevas generaciones, y que su obra se mencione a la juventud, como tributo a su vida y obra.
La música popular en lo particular, evoca muchos aspectos de la vida cotidiana que pueden convertirse, en situaciones de aprendizaje, por ejemplo, Reinaldo Armas que tiene en su haber, un sin número de composiciones, que le tributan a la naturaleza,” Mes de mayo en la llanura”, nos vislumbra sobre las características de la región llanera cuando se inicia el periodo de lluvias, como lo señala el poeta: “Olor a tierra mojada, llanero, caballo y soga, ríos, esteros y sabanas, los garceros se esparcieron porque llegaros las aguas y la llanura más aguas, cubren de pronto la orilla tan diminuta y sencilla vemos la flor devora, la paraulata cantora, que la palma se agitaba, vuela en busca de aguas claras al resplandor de la aurora”.
Estos elementos, característicos de nuestras latitudes, propio de la sabana tropical, que en nuestro caso, se ubica en la depresión central llanera, corresponde a la división política de Apure, Barinas, Cojedes, Guárico, y Portuguesa; y la parte sur de Anzoátegui y Monagas, llamado los llanos orientales, con ciertas variaciones, pero; con mucho en común, estos dos últimos los llanos orientales, con sus mesas.
En el caso de Venezuela, la cultura llanera, ha jugado un rol determinante en la proyección del venezolano en Latinoamérica, como negar la importancia, de los lanceros de Páez, en la guerra de independencia, y en particular en la Batalla de Carabobo, que marca la ruptura del régimen español y el inicio del Sistema Republicano, como forma de gobierno que se consolida a partir de 1830 con la figura del Centauro del Llano, como líder fundamental en los primeros años de la república.
Como negar que más de 30 ritmos que hoy representan parte de nuestro patrimonio cultural fueron creados por el Indio Ignacio Figueredo, quien vivió más de noventa años en su llano querido, ya a quien le dedico muchas de sus composiciones entre ellas ”María Laya”… salí para el bajo apure en una potranca valla… tan solo por conocer a la india María Laya”.
Amar lo nuestro, significa ganar también adeptos en pro de la conservación y proyección de nuestra cultura, que nuestros hijos tengan conocimiento de quienes, han contribuido a enriquecer el patrimonio Artístico Cultural Venezolano, involucrar afectivamente, a la nueva generación en la preservación de lo nuestro, en mi experiencia personal, desde el Grupo Estable: Cuatro y Música Popular, trato de inculcar el conocimiento, de algún repertorio entre los cuales pudiera nombrar: La Vaca Mariposa, La Fundadora, Viejo Soguero, Acidito, El norte es una Quimera, Brisas del Torbes, De improviso, Quien como yo, entre otros.
La idea es también, a través de la música identificar habilidades y destrezas y contribuir al desarrollo de la inteligencia, y el estímulo de la actividad cerebral, desde lo nuestro.
Por ultimo quiero destacar la influencia que en los últimos años, logra el comandante Hugo Chaves Frías, en la proyección y difusión de lo nuestro, con un apasionamiento único, fomentando la poesía y la música como estandarte cultural, recordando por ejemplo a Alberto Arvelo Torrealba, extraordinario poeta Venezolano y Político de renombre en el Estado Barinas, entre sus poemas por mencionar “Florentino y el Diablo, Ojos Color de los Posos” entre otros tantos.