Por: Revista Semana Educación
Colombia empezó a soñar con formar parte del club de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) un año después de la llegada del presidente Juan Manuel Santos a la Casa Nariño.
Pero para lograrlo, no solo hacen falta las buenas intenciones , sino alcanzar estándares en todas las áreas que intervienen en el desarrollo.
En 2014, la OCDE planteó 23 áreas de trabajo en las que Colombia debía incidir para su posible ingreso en un plazo de dos años: salud, agricultura, empleo, comercio, seguridad social y, por supuesto, educación. Y, aunque, Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades para el organismo internacional, aseguró que el país ha hecho un gran esfuerzo por avanzar en la materia en estos últimos 15 años, “todavía debe mejorar, especialmente en el acceso de todos los niños a un sistema educativo de calidad”.
Estas y otras conclusiones se incluyen en el informe Educación en Colombia. Aspectos destacados 2016, que asegura que el principal obstáculo a nivel educativo para la entrada del país en el organismo es “la falta de estándares nacionales de aprendizaje comunes que fijen expectativas elevadas para todos los estudiantes, independiente de su nivel socioeconómico, del lugar donde vivan o de la escuela a la que asistan”.
Según el documento, solo un 9 % de los estudiantes de familias pobres accede a estudios universitarios, frente al 53% de los que provienen de familias más ricas. Esta brecha comienza desde preescolar, por lo que se hace prioritario garantizar la obligatoriedad del ingreso a la escuela antes de los 5 años.
A modo comparativo, en Colombia el rango de edad en el que el 90 % de colombianos asiste a la escuela se sitúa entre los 7 y los 13 años; en el caso del resto de Estados miembros de la OCDE, entre los 4 y los 16.
Sobre la atención y educación de la primera infancia, el país ha conseguido alcanzar el 41 % de cobertura. Sin embargo, desgranando estos datos por edad, solo el 48 % de los niños de 3 años están matriculados en una institución educativa, frente al 70 % que caracteriza el promedio del resto de países que integran el organismo internacional.
La OCDE es clara a la hora de aceptar a un nuevo miembro: debe igualar la media que caracteriza a sus pares y, según el informe, Colombia todavía va rezagado. Por ejemplo, atendiendo al desempeño de los estudiantesde 15 años, el país está tres años por detrás del resto de Estados de la OCDE, de acuerdo con los resultados de las pruebas Pisa. Es decir, que un joven colombiano va retrasado tres años en su educación con respecto a un estudiante de Reino Unido. La solución en este caso, apunta el informe, es establecer un currículo común para todos los niveles del sistema educativo acorde con las exigencias internacionales.
Las cifras indican, asimismo, que cerca del 37 % de los estudiantes se incorpora tarde al colegio, y a los 15 años un 41 % ya ha repetido al menos un curso. En este punto, se advierte a Colombia que “este uso mucho más intensivo de la repetición frente a la mayoría de países” resulta ineficaz, costoso y desmotivante para los jóvenes.
En el resto de indicadores que incluye el informe, el país tampoco alcanza el promedio de la OCDE. En el caso de la inversión pública en educación respecto al Producto Interior Bruto (PIB), Colombia destina el 4,5%, mientras que la media del resto de Estados miembros es del 5,6 %. “Habría que mantener o incrementar los niveles de gasto actuales, además de movilizar recursos adicionales”, alerta el organismo. Y es que, el gasto público por cada estudiante en la escuela es la mitad del dedicado a cada universitario, y equivale a un cuarto de lo invertido por el país promedio de la OCDE”.
En el documento se menciona la necesidad de establecer “oportunidades de formación, evaluaciones eficaces y estructuras adecuadas de remuneración y progresión profesional”, en relación con la profesión de docente. Para el organismo, esta falta de profesionalización del sector se evidencia especialmente en los niveles de primaria y secundaria, en los que “no ha habido reformas significativas en los últimos 25 años”.
Otro de los problemas que apunta la OCDE es la participación de profesores y directivos en actividades de desarrollo profesional para actualizar conocimientos y asumir nuevas funciones. Si bien los docentes tienen acceso a este tipo de acciones para desarrollar sus capacidades, lo hacen con menos frecuencia que el resto de países pares.
Otro de los puntos en los que Colombia debe mejorar es la rendición de cuentas entre los gobiernos locales y el central, con el fin de que los incentivos pertinentes para empoderar a los docentes lleguen a su destino y así “fomentar la reforma en la escuela”.
Todo esto, indica el estudio, provoca que la profesión docente no sea atractiva para los estudiantes altamente calificados, lo que incide negativamente en la calidad del sistema educativo. Esto se debe, asegura la OCDE, a que “aquellos que buscan convertirse en profesores carecen de competencias básicas necesarias para sobresalir”. Para el organismo, es evidente que los estudiantes que se inscriben en programas de formación docente suelen tener los peores resultados de todos los programas de educación superior en el examen de ingreso a la universidad (pruebas Saber 11).
Colombia debe, a opinión de la OCDE, introducir mejoras e iniciativas para alentar a los estudiantes con mayor rendimiento y mejor cualificados a que ingresen en la carrera docente y disuadir así a aquellos que no cuentan con las competencias ideales. La recomendación en este punto es desarrollar procesos de admisión más selectivos e introducir remuneraciones e incentivos para un desarrollo profesional más atractivo.
Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/ocde-cuales-son-los-retos-de-la-educacion-en-colombia/523289