Constituyente y más democracia

Por Heriberto Rivera

Venezuela, desde los inicios como republica hasta la fecha ha tenido veintiséis constituciones y varios procesos constituyentes, entre los cuales destacan la primera, la correspondiente al año 1811, que marco el nacimiento de la republica, con la separación del yugo español; luego vendrían las constituyentes de 1830 la cual finalizó con la idea Bolivariana de la Gran Colombia; 1858, que acabo con las guerras federales; 1864 marca el segundo periodo del estado federal; 1893; 1901;1904; 1946, 1952; 1958 y la del año 1999.

Todas las constituyentes, fueron el resultado de una ruptura política, de la violencia, de eventos productos del quiebre institucional de cada momento. A excepción de la constituyente del año 1999, cuyo llamado y consulta lleva de forma irrefutable la impronta democrática del comandante Hugo Chávez.

La Constitución del año 1961, no previo la posibilidad de convocatoria de una asamblea constituyente, pues ésta nació inspirada en el modelo de la constitución de 1947, como resultado de una constituyente exclusionista.

Como resultado de la asamblea constituyente del año 1999, se ponía fin a la etapa del llamado pacto de fijo, es decir al estado democrático centralizado de partidos, el cual se mantuvo por espacio de cuarenta años, del estado de partidos se pasó a la partidocracia, pues los partidos se olvidaron que eran instrumentos para la democracia y no su finalidad; dando paso, dentro de una construcción polémica, al Estado democrático participativo y protagónico.

El llamado a Constituyente, realizado en forma pujante y valiente por el Comandante Chávez, significo un evento de gran trascendencia política, pues hasta la fecha, ningún presidente electo se había emprendido a realizar tal llamamiento con la finalidad de refundar la republica.

Lo anterior se puede comprobar, al revisar la documentación como lo es la certificación de la sentencia de la sala política administrativa de fecha 19-01-199, cuando afirma “del Decreto N° 3 diligentemente, como afirma lo hizo el mencionado organismo comicial, dada la circunstancia política especial aunado a la ausencia de precedentes históricos

«…pues se trata de la primera vez en la historia Constitucional de Venezuela que un Presidente Electo democráticamente solicita a la Administración Electoral, la convocatoria a un Referéndum, en las anteriores ocasiones y la historia así lo verifica los Presidentes convocaron la Constituyente y luego designaron a los Miembros del Poder Electoral, quienes sólo tenían facultades ejecutivas.»

De esta forma, los adversarios de convocar al pueblo a la constituyente, los enemigos de ayer, hoy son los mismos que se oponen al proceso constituyente; al respecto la anterior sentencia citada también estableció que al hacer referencia al referéndum convocante dice

que en el contexto de la propuesta se perfecciona y amplia el derecho a la participación pues, la facultad de postular no la ostentan solamente las organizaciones políticas, ni el derecho a ser elegido se materializa a través de la postulación formulada por los partidos políticos, como lo establece la Ley Orgánica del sufragio y participación política”.

La nombrada sentencia constituye un importante precedente con carácter de jurisprudencia, pues el comandante Hugo Chávez, con solidos argumentos logro que el Consejo Nacional Electoral consiguiera activar el articulo 181 de la Ley orgánica del sufragio y participación política para llamar a referéndum e iniciar el evento constituyente. Sin duda un acto de denuedo, trascendental e histórico en la política venezolana y de Latinoamérica.

Por otro lado, también es necesario afirmar, que el proceso constituyente de 1999 fue un proceso inconcluso, pues debido a los apremios del momento, no llego a profundizar en diversos temas de interés fundamental para la transformación de la republica; sin duda dicho acto ha permitido avances, pero todavía se esta en deuda con la sociedad.

En ese momento, se puede afirmar, que la mayoría de los constituyentitas seguían representando a los partidos políticos, a las elites del momento a pesar del esfuerzo realizado para ampliar la participación del gran conglomerado de la gente.

En el contexto de hoy, el proceso revolucionario, es asediado constantemente por lo enemigos de siempre, por quienes intentaron acabarlo en el año 2002; a nivel internacional la escalada es aun mayor, desde organismo multilaterales y regionales se ataca y se difunden informaciones intencionadas contra la revolución Bolivariana; la agenda de la violencia hace desastres en las calles, las redes sociales expanden confusión y terror.

Ante esa escalada de violencia, que socava la tranquilidad del pueblo, que niegan el dialogo, el gobierno Bolivariano, hace de nuevo el llamado a realizar una asamblea constituyente, hace un llamado al poder constituyente que reside no en las elites de siempre que han secuestrado las instituciones, sino el poder constituyente del pueblo organizado.

Así, como en el pasado, los partidos políticos se imponían por encima de las comunidades para postular sus candidatos a la asamblea constituyente. Hoy por el contrario, el pueblo reclama más participación, más democracia protagónica, una democracia más radical, pues es un pueblo altamente politizado que sabe que los problemas de Venezuela se resuelven con más democracia.

En la actual convulsa coyuntura, se hace necesario expropiarle la constituyente a las elites y apropiárnosla como pueblo; es un momento pleno e histórico popular; es el momento en que la dinámica histórica recorrida desde 1999 que marca el gran parto, nos reclama repensar el país, que descarte en la medida de lo posible una confrontación bélica.

En consecuencia, la constituyente actualmente planteada, en primer lugar debe servir para evitar salidas de fuerza que generan rupturas políticas constitucionales, pero a la vez, debe ser un espacio para profundizar los cambios que permitan radicalizar la democracia, para cambiar todo lo que deba ser cambiado, y no para dejar las cosas tal y como están.

El pueblo chavista, el chavismo silvestre, también esta harto de politiquería, y reclama que el proceso constituyente debe ser hacia adentro, con acciones que permitan liberar las ataduras y trabazones que desde hace tiempo vienen impidiendo la profundización del proceso revolucionario.

Por ultimo, constituyente por mas democracia, en el contexto del momento actual, debe superar donde no sean los partidos políticos los únicos vehículos de participación popular ni sean la únicas sociedades que puedan asumir el proceso constituyente, para hacer honor y realidad al Estado participativo y protagónico

Hoy existen nuevas organizaciones, en lo sectorial y territorial que inducen nuevas formas de participación política. Hacer lo contrario sería colocarnos a la espalda de la realidad y de la historia como emula del tiempo. Constituyente por más democracia.

hriverat1@hotmail.com

Artículo enviado por su autor a la redacción de OVE

Imagen tomada de: https://www.aporrea.org/imagenes/2014/12/constituciondevzla.jpg

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Heriberto Rivera

Docente activo del MPPEducación, investigador.