Colombia/15 mayo 2017/Fuente: Clacso
Desde tiempos inmemoriales, el juego ha hecho posible el acceso al mundo y al entorno particular; su capacidad mediadora nos ha puesto en relación con otros, hemos aprendido buena parte de las reglas sociales y los modos de interacción cotidiana. En otras palabras, jugar nos ha permitido asumir actitudes igualitarias, participar y llegar a acuerdos efectivos, cooperar sin prejuicios ni distinciones sociales y aprender a ponernos en el lugar del otro, algo tan difícil en nuestros tiempos. En la actualidad, sin embargo, esta capacidad cohesionadora del juego, esta actitud o modo de ser permanente, esta idea de jugar como una acción que ocurre de manera extraordinaria, no deliberada e incluso imperceptible, se han ido desdibujando, se han quedado en el plano del juego ideal. En su lugar, se ha ido afincando la noción del juego como actividad vigorosamente reglada que recae tan solo en los jugadores, está determinada espacial y temporalmente, y cuya finalidad es entretener, divertir y competir; por tanto, es intencionada. De ahí que la participación activa de la escuela sea fundamental, en cuanto es generadora de debates y ha demostrado su capacidad para incidir en las dinámicas sociales. Es aquí donde surgen preguntas en torno al lugar que ocupa el juego en los discursos y prácticas educativas: ¿qué concepciones y prácticas sobre el juego están presentes en los procesos de enseñanza y aprendizaje de la educación preescolar, primaria, secundaria, media y superior, en contextos específicos como el recreo, la danza, los escenarios de educación inclusiva o las interacciones cotidianas? ¿Qué tensiones y formas de complementariedad surgen entre los juegos y juguetes tradicionales y los virtuales? ¿Qué políticas educativas orientan y promueven el juego, sus condiciones y usos? ¿Qué pedagogos y perspectivas teóricas analizan la relación juego-educación y cómo sustentan la discusión sobre el lugar del juego en la escuela? Estos y otros cuestionamientos fueron el punto de partida de las investigaciones que aquí presentamos con la pretensión de constituirse en pretextos para enriquecer los espacios de diálogo alrededor del papel del juego en las realidades actuales que requieren tejer comunidad, entramar el lazo social desde los bordes de la inclusión social, la negociación del conflicto y los acuerdos para la reconciliación y la paz.
Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?novedad=si&c=co-060&d=12323