Julio de 2017/Fuente: UNICEF
La falta de fondos amenaza la educación de millones de niños atrapados en conflictos o desastres, dijo hoy UNICEF con motivo de la cumbre del G20 en Hamburgo.
De los 932 millones de dólares necesarios este año para sus programas de educación en los países que se encuentran en una situación de emergencia, UNICEF ha recibido hasta ahora contribuciones voluntarias de menos de 115 millones de dólares . Los fondos son necesarios para que 9,2 millones de niños afectados por las crisis humanitarias tengan acceso a la educación básica formal y no formal .
“Cuando no reciben instrucción, los niños crecen sin el conocimiento y las habilidades que necesitan para contribuir a la paz y el desarrollo de sus países y sus economías, agravando una situación que ya resulta desesperada para millones de niños”, dijo Muzoon Almellehan, la más reciente –y más joven– Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, que se encuentra en Hamburgo, Alemania, para representar a la organización en la Cumbre del G20. “Para los millones de niños que crecen en zonas de guerra, las amenazas son aún más desalentadoras: no ir a la escuela conlleva que los niños sean vulnerables al matrimonio temprano, al trabajo infantil y al reclutamiento por parte de las fuerzas armadas”.
Los déficits en la financiación para los programas de educación de UNICEF en algunos de los lugares más complicados del mundo varían del 36% en el Iraq al 64% en Siria, el 74% en el Yemen y el 78% en la República Centroafricana.
La búsqueda de oportunidades educativas ha sido citada como uno de los factores que impulsan a las familias y los niños a huir de sus hogares, a menudo con gran riesgo para sus vidas. Una encuesta sobre los niños refugiados y migrantes en Italia reveló que un 38% se dirigían a Europa para tener acceso a oportunidades de aprendizaje. Una encuesta similar en Grecia mostró que uno de cada tres progenitores o cuidadores dijeron que procurar una educación a sus hijos era la razón principal por la que dejaron sus países y viajaron a Europa.
Para los niños que han sufrido el trauma de la guerra y el desplazamiento, la educación puede ser un asunto de vida o muerte.
“Cuando hui de Siria en 2013 me aterrorizaba la idea de no poder regresar nunca a la escuela. Pero cuando llegué a Jordania y me di cuenta de que había una escuela en el campamento, me sentí aliviada y esperanzada”, dijo Muzoon. “Para los niños y niñas como yo, la escuelas es un salvavidas y nos ofrece la oportunidad de un futuro pacífico y positivo”.
Como activista en favor de la educación y refugiada siria, Muzoon se une a UNICEF para hablar en nombre de los millones de niños que han quedado desarraigados a causa de un conflicto y no pueden acudir a la escuela.
“Insto a los líderes mundiales a invertir en el futuro de los niños que viven en situaciones de emergencia, y que al hacerlo inviertan en el futuro de nuestro mundo”, dijo Muzoon.
Fuente: https://www.unicef.org/spanish/media/media_96605.html