Según adelantó el ministro de Educación, Fander Falconí, en el caso de los iletrados, la idea es llegar a unos 200 mil ecuatorianos.
El plan, cuyo nombre es Monseñor Leonidas Proaño, en homenaje al sacerdote que dedicó su vida a la lucha por los más pobres, consta de otras dos etapas: la presentación oficial de la campaña, prevista el 8 venidero de septiembre en Riobamba; y el comienzo de las clases, programado para el próximo 16 de octubre.
Alfabetización Básica y Continua (ABC) son las premisas de la campaña, integrada por cuatro ejes que comprenden el trabajo autónomo de los estudiantes (con ayuda de una guía y audio clases), acompañamiento mediante la transmisión de clases radiofónicas, así como tutorías de seis horas semanales con docentes (adecuadas a las necesidades de las comunidades).
Una parte importante se dedicará a la motivación y contención emocional, para lo cual el programa contará con el trabajo de voluntarios de universidades e institutos superiores, quienes realizarán actividades extracurriculares en temas de derechos, salud, nutrición y cultura, entre otros.
La enseñanza es uno de los sectores priorizados por el gobierno ecuatoriano, que aplica medidas encaminadas a una docencia de calidad y accesible a todos.
Sobre ese tema, el titular del sector resaltó que la educación no es una mercancía sino un derecho, lo cual implica generar desde lo público, desde el estado, posibilidades de articulación para un proceso exitoso.
En esa lógica se inscribe la Campaña Todos ABC, que aunque estará liderada por maestros, requiere de movilización social y el compromisos de los actores involucrados (docentes, ministerio, alumnos de bachillerato, quienes apoyarán y la ciudadanía en general).